Anuncio de AMLO sobre aguinaldos inconstitucional
"En esta crisis transitoria a cada quien le toca hacer su parte. De manera específica informo que he hecho una consulta y hay un consenso: se bajarán los sueldos de los altos funcionarios públicos y se eliminarán los aguinaldos desde el cargo de subdirectores hasta el del Presidente de la República", dijo AMLO el pasado domingo....
Sin embargo, esta medida, es inconstitucional.
En la Constitución Mexicana se establece que los trabajadores tienen derecho a un aguinaldo anual que debe pagarse antes del 15 de diciembre. (LSR)
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Por fin...El Gobierno destrabó los permisos para la importación de pruebas para Covid-19.
La medida estaría vigente únicamente durante el periodo de contingencia sanitaria.
"Para garantizar la confiabilidad de los resultados de las pruebas para la detección de Covid-19 y evitar falsos positivos o negativos, la Secretaría de Salud, siguiendo las recomendaciones de la OMS, estableció que sea el Indre la instancia que evalúa comparativamente las pruebas moleculares para la detección de Covid-19, con esta evaluación, la Cofepris expedirá un permiso para su comercialización, cuya vigencia estará limitada al periodo de emergencia", señala el comunicado.
El Gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, ha insistido en la necesidad de aplicar pruebas masivas para la detección de Covid-19, pero no pudo concretar una compra de 20.6 millones de pesos de pruebas rápidas por no tener autorización de Cofepris.
En cuanto a la importación de ventiladores pulmonares, la Secretaría de Salud federal indicó que para asegurar su calidad seguridad y eficacia, estos deberán ser evaluados por el Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades
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Reportan 17 militares con Covid-19
Entre los militares en activo se enlistan un teniente coronel de la Dirección General de Ingenieros, ubicada en Tecamachalco; un capitán de Especialidades Odontológicas en la Ciudad de México, y dos mayores médicos cirujanos del Hospital Militar de Especialidades Médicas, en Lomas de Sotelo.
También un sargento en Oaxaca y un teniente que prestaba sus servicios a la Sección Tercera (Operaciones) en atención a la logística por el Covid-19.
Fuentes de la Sedena indicaron que no se registran defunciones. (REFORMA)
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Las columnas políticas, hoy miércoles 8 de abril de 2020
TEMPLO MAYOR/ Reforma
DICEN QUE los tiempos de crisis son tiempos de líderes y, ante la ausencia del Presidente, el que decidió dar un paso al frente fue Carlos Salazar. El presidente del Consejo Coordinador Empresarial encabezó una reunión que seguramente será histórica.
Y ES QUE, en una videoconferencia que todo México pudo seguir, Salazar y los 12 sectores que integran el CCE dejaron en claro que no van a esperar a que Andrés Manuel López Obrador reaccione y se dé cuenta de la crisis que va a golpear la economía nacional.
ENTRE la desesperación por la desgracia que se avecina y el hartazgo por la sordera presidencial, los dirigentes empresariales plantearon un acuerdo nacional entre ellos y los ciudadanos, al cual seguirán insistiendo que se sume el gobierno. Y es que si algo dejó en claro Salazar, es que esta administración es la que ha cerrado las puertas, pero que ellos seguirán tocando.
POR LO PRONTO, el titular de Canacintra, Enoch Castellanos, dijo sin titubear: "Si no hay manera de pagar impuestos, pues simplemente no se van a pagar". Alguna vez dijo AMLO que si perdía las elecciones podría despertarse el tigre. Todo indica que él mismo ya lo despertó.
DADO QUE el 68 por ciento del empleo depende de las pequeñas y medianas empresas -algo así como 6 millones de establecimientos-, hay quienes se preguntan si en realidad el objetivo de Andrés Manuel López Obrador es acabar con la clase media.
PORQUE resulta extraño que diga que sus políticas están enfocadas a apoyar a los pobres y, al mismo tiempo, esté propiciando una gran ola de desempleo que dejará... ¡más pobres! Pareciera que la Cuarta Transformación pasa por crear una gran sociedad depauperada que se convierta en dependiente de las dádivas del gobierno.
SI AL aumento de la pobreza se suma que los más millonarios son los que reciben contratos sin licitar, la ampliación de concesiones en telecomunicaciones y las adjudicaciones directas, resulta que López Obrador terminó siendo más neoliberal que Margaret Thatcher.
EL QUE está metido en un predicamento es el fiscal Alejandro Gertz Manero, pues en días pasados quien lleva la cuenta deTwitter de la FGR (¡la oficial!) le escribió a una ciudadana que criticó el informe presidencial: "El peligro para México son personas como tú, sin un gramo de inteligencia".
LA INDIGNACIÓN, por supuesto, se hizo viral y obligó a la dependencia a emitir una disculpa pública y anunciar que llevaría a cabo el "procedimiento correspondiente", sin aclarar a qué se refería. Hasta el momento, Gertz Manero no ha querido revelar quién fue el funcionario responsable de tal ataque, qué sanción tendrá y, sobre todo, cómo es posible que desde un organismo que se supone que es autónomo se agreda de esa manera a quienes discrepan con el Presidente.
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Presión a López-Gatell por cubrebocas
Confidencial/ElFinanciero_Mx
El lunes fue el gobernador de Coahuila, el priista Miguel Riquelme, quien instruyó el uso obligatorio de cubrebocas. Ayer fue Nuevo León, en voz del secretario de Salud, Manuel de la O., quien aseguró que “vamos a implementar el uso de cubrebocas de manera obligatoria, lo haremos ya”. También, la presidenta de la Cámara de Diputados federal, Laura Rojas, recomendó a legisladores y a la población en general el uso obligatorio de cubrebocas y hasta anunció un Punto de Acuerdo que presentará. ¿Terminará cediendo el subsecretario Hugo López-Gatell ante la presión social y de otros gobiernos?
Sheinbaum dice no a cancelación de aguinaldos en la CDMX
Luego de las medidas de austeridad anunciadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador para hacer frente a la crisis del Covid-19 y a su consecuente crisis económica, nos cuentan que Claudia Sheinbaum no está de acuerdo con algunos puntos del plan presidencial. Uno de los temas en lo que de plano la jefa de Gobierno de la CDMX no le va a entrar es en lo de la cancelación del aguinaldo a funcionarios, fundamentalmente porque se trata de derechos laborales.
Morena, ¿en campaña en contingencia?
Duras críticas recibieron de la oposición los diputados de Morena. Resulta que en sus reuniones virtuales fueron instruidos para informar a la población de las medidas anunciadas por el Presidente, y que deben decir que habrá 25 mil millones de pesos a poblaciones marginadas para agua potable, drenaje, pavimento y construcción de 50 mil viviendas en 50 municipios del país; 35 mil millones de pesos al ISSSTE para entregar créditos personales; 177 mil millones de pesos tanto al Infonavit como al Fovissste para otorgar créditos de vivienda. ¿Eso no es campaña?, cuestionaron ayer en el PAN y PRD.
¿Y dónde quedó el “espionaje”?
Ya ni quien se acuerde el escándalo que algunos senadores del PAN armaron por un presunto espionaje en la Cámara de Senadores. La realidad se impuso rápidamente cuando se demostró que los micrófonos llevaban años allí, pero lo que al final se dejó ver es que se trataba de un pleito doméstico entre panistas. Tras la eventual salida de Mauricio Kuri de la coordinación para irse de candidato a Querétaro, la senadora Xóchitl Gálvez no pierde oportunidad para hacerse notar y apuntarse al cargo, sin importar que haga fuegos de artificio, que al final solo le reditúan a ella. ¿Qué pensaran otros senadores panistas?
‘Susana’, en Metepec
La alcaldesa de Metepec, Gabriela Gamboa, fue víctima del trolleo en redes sociales. Resulta que en la cuenta oficial del ayuntamiento se subió un video donde una mujer aparece disfrazada nada menos que de Susana… Susana Distancia. Con una capa y una diadema guinda, la superheroína dice: “He venido a Metepec a invitar a todos a que mantengan su sana distancia” para defenderse “del malvado coronavirus”. Muchos de los comentarios fueron en tono de burla y suponían que el personaje era la propia edil morenista, aunque lo cierto es que todo indica que es una actriz, quien no guarda mucho parecido con la funcionaria.
Buscan consenso en el Senado
En la reunión virtual de este martes de la Jucopo, su coordinador, Ricardo Monreal, propuso un plan de austeridad que incluye reducir el 30 por ciento de los salarios de los senadores y altos mandos, quitar el 50 por ciento de las subvenciones a las bancadas y renunciar al aguinaldo. Aunque hubo el apoyo de las fracciones del PT, PES y PVEM, se espera lo revisen con sus legisladores los representantes del PRI, PRD y PAN en la Junta antes de que se apruebe. Esperemos que realmente se logre un consenso, que tanto se necesita en estos tiempos.
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¿Quién tiene el poder en México?/Raymundo Riva Palacio
Estrictamente Personal
El Financiero
rivapa
En las crisis siempre hay un ganador. México, como el mundo, atraviesa por dos crisis, la de la pandemia del Covid-19 y la económica. Pero además, está viviendo una profunda crisis política atravesado por un conflicto creciente entre las élites, una ruptura del consenso nacional y un profundo deterioro de la gobernanza. Hay desacuerdo entre las élites sobre la conducción del presidente Andrés Manuel López Obrador, y llevado a que el sector empresarial, que lo había estado apoyando, casi al punto de la ruptura, mientras que gobiernos locales, ante la gradualidad presidencial para afrontar la doble crisis, han tomado las soluciones inmediatas en sus manos. El vacío de poder es real.
Los vacíos en política, ya se sabe, existen efímeramente porque inmediatamente alguien los llena. Ante la fragmentación que se vive en el país, el único grupo como gremio, por llamarlo de alguna manera, que se mantiene cohesionado, es el criminal. Los cárteles de la droga han venido actuando para prepararse frente a la pandemia, a fin de que resulten menos diezmados por el virus, y han tomado acciones de apoyo a la población, tanto asistenciales, como económicas. Las organizaciones criminales están compactas, y sin dejar la guerra entre ellas, han aprovechado el vacío institucional.
La variable más grave de sus acciones es el asalto al sistema de salud. Varios gobiernos estatales han reportado al gobierno federal que los directores de sus instituciones médicas están solicitando protección para ellas y ellos, así como para sus familias, porque las organizaciones criminales les están amenazando: o les entregan los suministros que tienen de guantes, gel y mascarillas N-95 –así, con esa precisión exigen las mascarillas de máxima protección que usan quienes están en la primera línea de combate al Covid-19–, o las y los matarán, junto con sus familias.
Los gobiernos han pedido el respaldo de las Fuerzas Armadas, y ya se han realizado varias reuniones con el Ejército y la Marina para instrumentar la protección a las instituciones médicas, a titulares de ellas y a las bodegas en donde se resguardan los suministros. Este fenómeno de la violencia es una externalidad no prevista en el actual escenario, que acentúa aún más las dificultades que tiene el Estado mexicano para enfrentar las crisis.
No ayuda, en absoluto, lo que ha sucedido con la estrategia para combatir a los criminales. Al fracaso gubernamental del gobierno federal en el combate a la violencia y reducción de la inseguridad, se le combina con el trato que López Obrador dispensa al Cártel de Sinaloa, ejemplificado por la forma cooperativa y solidaria con la que trata a Joaquín El Chapo Guzmán y a su familia.
El Presidente le ha dado implícitamente una carta blanca a las organizaciones criminales para que actúen con intangible impunidad. Los cárteles de la droga lo están haciendo. Las amenazas al sistema de salud estatal es una afrenta a todos, al pretender hacerse de insumos que están siendo utilizados para prevención y para la atención de las personas contagiadas. Las Fuerzas Armadas, que no están en la lógica presidencial del trato de terciopelo del Presidente a los criminales, actuarán en lo que esté a su alcance. Lamentablemente, no alcanza.
Los grupos criminales han encontrado otras formas de ganar espacios entre la sociedad. La prensa documentó recientemente la entrega de despensas con arroz, frijol, aceite y latas de productos no perecederos a la población, por parte del Cártel del Golfo en Ciudad Victoria, la capital de Tamaulipas, y en la fronteriza Matamoros. Las autoridades tamaulipecas están investigando el caso para determinar si la acción obedeció a un reacomodo de grupos criminales, donde el impacto mediático fue superior a la acción social que realizaron.
En todo caso, la percepción de ayuda criminal por encima de la federal, se consolidó. En Michoacán, los medios reportaron entregas de despensas similares en los municipios de Tierra Caliente, por parte de otra banda criminal, Los Viagras, que está asociándose con una nueva versión de La Familia Michoacana, para fortalecer su lucha contra el Cártel Jalisco Nueva Generación.
En la Ciudad de México, las organizaciones criminales también están llevando a cabo acciones de alivio para una parte de las pequeñas y medianas empresas. Esta semana en el muy escuchado programa Ya Párate, en la radiodifusora juvenil 'Los 40 Principales' de W Radio, uno de los conductores, Facundo, le preguntó a uno de los co-conductores, Rafael Basaldúa, que es ampliamente conocido como Bazooka Joe, sobre un pequeño restaurante que tiene por la zona de Coapa, en el sur de la Ciudad de México, para saber cómo le estaba yendo con el negocio. Mal, le respondió, con ingresos diarios que no sobrepasan los 200 pesos. “Los únicos que han sido buena onda y redujeron un 50 por ciento de su cuota -abundó- fueron los malosos”.
El derecho de piso criminal entendió mejor que el gobierno federal la crisis por la que atraviesan las pequeñas y medianas empresas. Esto no es sorna, y ni siquiera crítica. Esto es un reflejo de lo que está sucediendo en los sótanos de este país, que está pasando desapercibido en las élites que se encuentran enfrascadas en luchas políticas e ideológicas, topándose con oídos sordos y arrebatos, sin buscar puntos de acuerdo en momentos de crisis que siguen abriendo la brecha del disenso, dejando libres los espacios no para la anarquía, sino para quienes ven oportunidades en el desorden nacional para protegerse de la pandemia, ensanchar sus bases sociales y mantener el negocio funcionando con sus propias medidas de recuperación económica. Qué paradoja. El crimen organizado, con inteligencia racional, ocupando un espacio de poder.
Aviso: Esta columna dejará de publicarse jueves y viernes. Se reanuda el próximo lunes 13 de abril.
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Carta a una joven médica/Salvador Camarena
La Feria
El Financiero,
salcamarena
Querida joven médica y joven médico.
Vengo de un medio y un tiempo que es prácticamente el mismo que el del Presidente. Por cierto, en el que al médico se le veía con una reverencia casi mística.
Que en una familia de escasos medios alguien lograra convertirse en médico era visto como una señal de la providencia. La buena fortuna le había sonreído a esa estirpe. Sí, casi como película mexicana en blanco y negro o de Cantinflas. Cursi, quizá, pero no era mala cosa, en absoluto.
Luego nos hicimos adultos –o pasaron los años, para que no se confunda con que uno agarró madurez– y como en tantas otras cosas, hoy en la medicina hay mucho (demasiado) interés mercantil, mas sigue profesando ese oficio –por supuesto– harta gente buena y humana.
En esas estábamos cuando apareció Covid-19. Entro en materia.
Joven médica que estás de pasante en un hospital, o que eres residente rumbo a una especialidad.
En nombre mío, pues no soy vocero ni de mi familia, permíteme ofrecerte disculpas. Como un beneficiario de lo que alguna vez fueron decentes servicios públicos de salud, como alguien que vive agradecido con la buena atención que el Hospital Civil de Guadalajara y el IMSS Jalisco ha dado a sus padres y hermanos, te pido aceptes mi adelantado agradecimiento por los grandes sacrificios que estamos por pedirte en el sombrío umbral de la crisis sanitaria por el coronavirus.
Estas líneas son para ti, médica pasante o residente, para los jóvenes doctores, para las enfermeras, los enfermeros y, por supuesto, también para los camilleros y personal administrativo y de limpieza de los hospitales.
Nadie de ustedes, cuando hace unos pocos años logró ingresar a la Facultad de Medicina o de Enfermería, o cuando quiso trabajar en el sector salud, pidió una prueba como la salvajada que están a punto de enfrentar en los pasillos de urgencias y terapias intensivas de nuestro sistema sanitario.
Y lo que se avecina, que conste, no es una maldición divina. El virus es de condición humana. O cosa de la naturaleza, si gustan. Hasta ahí, no hay queja con el destino.
El problema es que la naturaleza puede tener sus caprichosos designios, pero nosotros no tenemos excusa (ni perdón de Dios). El virus es letal, pero en México nuestras defensas institucionales son raquíticas. Como sociedad, nos comportamos, me cae, como esos loquitos que no creen en las vacunas: nunca reforzamos nuestro sistema inmunológico, sanitariamente hablando.
Por lo anterior, me temo que algún día no muy lejano, si los malos escenarios se materializan, varias generaciones tendremos que explicar con qué cara demandamos de ustedes la entereza y profesionalismo para enfrentar en la primera línea de batalla a un virus que ha arrasado con algunos de los mejores sistemas de sanidad del mundo, como el español.
La historia nos juzgará como esos mexicanos que, por un lado, durante sexenios permitimos que ladrones de todos los colores políticos saquearan los sistemas de salud, y al mismo tiempo respiramos aliviados al saber que, a pesar de todas nuestras omisiones, ustedes médicas y enfermeras, doctores y camilleros estarán en las clínicas listos para atendernos en la calamidad.
Qué fácil para nosotros, los de más de cuarentaitantos, mandar desde nuestras 'posiciones de liderazgo' a las y los más jóvenes a lidiar con el impredecible Covid-19. Ustedes reforzarán a otros muchos médicos de más edad y experiencia, pero la juventud tendrá un rol especial en esta difícil coyuntura.
Nadie está obligado a lo imposible. Que la Patria, con mayúsculas, reconozca a todas aquellas de ustedes que en la precariedad entregarán lo mejor de su saber intentando salvar vidas. Pero que nadie juzgue con severidad a quienes, entre ustedes, duden sobre cómo llevar a cabo esa misión en hospitales que son más bien barracas donde enfermos de todas edades se pudren por infecciones que México debió superar el siglo pasado.
El sistema de salud mexicano era ya una desgracia antes de este sexenio. Pero quiero pensar que hoy hay todavía un poco de tiempo. Tómenle la palabra a Hugo López-Gatell, porque no miente ni habla a la ligera cuando dice que ustedes serán, con o sin equipo (eso lo digo yo), la primera línea de defensa. Por ello, si el subsecretario les dice como les dijo esta semana que bienvenidas sus protestas, que expresen sus carencias y sus demandas, yo les digo: hagan sonar las alarmas ahora que todavía pueden. No se confíen. Ni menos confíen en nosotros, que no supimos defender en décadas el presupuesto para la educación, la ciencia y la salud.
Se las pusimos muy difícil, carajo.
Reciban un abrazo en la distancia. Y también el reconocimiento va para todas las familias detrás de cada una y cada uno de esas hijas de México.
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El único camino es el suyo
Razones/JORGE FERNÁNDEZ MENÉNDEZ
Excelsior
El escenario del país que observa el Presidente es tan distinto del que muchos otros vemos por la poca comunicación con otros funcionarios, con especialistas, empresarios, intelectuales y por la forma en la que se le presentan los temas
Más allá del contenido, tan controvertido y criticado, pocas cosas han llamado más la atención en el discurso presidencial del domingo pasado que la extrema soledad presidencial. Las imágenes del Presidente hablando al vacío en un enorme y desolado patio central de Palacio Nacional terminaron siendo una metáfora de un mandatario que ha decidido asumirse como singular, lejos de todos, incluyendo parte de su equipo.
La soledad del presidente López Obrador no es algo nuevo. Luego del concurridísimo, hasta la exageración, escenario en el evento de inauguración de su mandato, la presencia junto al Presidente en estos informes trimestrales fue disminuyendo hasta que en septiembre ya nadie estuvo junto a él. El del domingo llegó al extremo de la mayor soledad en que se puede presentar públicamente un mandatario.
En noviembre pasado decíamos aquí que el referente político, el estilo de gobernar más cercano al presidente López Obrador, es el de Luis Echeverría. Son cosmovisiones muy similares en épocas muy distintas. No en vano fue con Echeverría con quien López Obrador comenzó su vida política, cuando se afilió al Partido Revolucionario Institucional y cuando tuvo sus primeros puestos en la función pública, de la mano de Ignacio Ovalle, secretario particular y jefe de la oficina de la presidencia en el sexenio de Echeverría y quien se llevó a un joven López Obrador, recomendado por el gobernador de Tabasco, Leandro Rovirosa, a lo que ahora es el Instituto Nacional Indigenista.
Recordábamos que Daniel Cosío Villegas en su célebre libro El estilo personal de gobernar dice que “puesto que el presidente de México tiene un poder inmenso, es inevitable que lo ejerza personal y no institucionalmente... Es decir, que el temperamento, el carácter, las simpatías y las diferencias, la educación y las experiencias personales influirán de un modo claro en toda su vida pública y, por tanto, en sus actos de gobierno”.
Don Daniel hablaba entonces de Echeverría, pero la definición se puede aplicar perfectamente al presidente Andrés Manuel López Obrador.
Es imposible comprender la forma de ejercer el poder del Presidente sin asumir que del que goza es inmenso, que lo hace de una forma mucho más personal que institucional y que se rige por su temperamento, sus simpatías, por su educación y experiencias personales, tan afincadas en aquellos años de inicio.
Y en ese estilo personal de gobernar dos cosas resultan centrales: la confrontación y la no negociación.
No son pocos los funcionarios de su gabinete que prefieren no decirle al Presidente las cosas que saben que no le gustarán. En toda esta crisis del coronavirus ello ha sido más notable que nunca: el subsecretario de salud, López-Gatell, estuvo durante semanas pregonando políticas que el propio Presidente, en su accionar diario o en la mañanera, desestimaba.
Apenas la semana pasada desmintió al secretario de Hacienda y a los datos oficiales de la Secretaría. Nadie sabe desde entonces qué ha sido de Arturo Herrera, rodeado de rumores de renuncia al cargo.
El escenario del país, y el mundo que observa el Presidente, es tan distinto del que muchos otros vemos por la poca comunicación con otros funcionarios, con especialistas, empresarios, intelectuales y también por la forma en la que se le presentan los temas, los datos, la información dura. E, indudablemente, por la forma en la que el propio Presidente asume la información que se le proporciona.
Ese estilo personal de gobernar del presidente López Obrador, por la forma en que confunde la lealtad con la amistad, por el desprecio a la capacidad técnica y la experiencia a cambio de esa lealtad mal entendida, daña, entre otras cosas, la capacidad de gobernanza y gobernabilidad de la propia administración. El Presidente está solo porque él mismo así lo ha decidido.
Como Echeverría, el presidente López Obrador es astuto, pero también terco, difícil de mover de sus propias posiciones, también solitario, y aunque la formación y experiencia política de Echeverría haya sido mucho mayor a la de Andrés Manuel a la hora de asumir la presidencia, este último puede presumir de haber recorrido un camino mucho más azaroso y, quizás por eso, sus posiciones personales son también más cerradas, menos permeables a opiniones ajenas.
En ese derrotero de muchos años de oposición se ha galvanizado también en López Obrador la idea de lo inexorable de su camino.
Las mayorías las entiende como absolutas y por eso no se da ni un paso atrás ni nada se negocia. Un camino que será imposible seguir sin generar daños mayores a la sociedad y al aparato institucional y productivo del país.
Razones tomará unos días, pero regresará el lunes 13 de abril.
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¡El crimen perfecto de AMLO: encubre COVID-19!
ITINERARIO POLÍTICO/RICARDO ALEMÁN;
El Debate,
+Nadie en México conoce el número real de casos de COVID-19.
Y nadie lo sabe porque el gobierno de López Obrador, a través de las cabezas del sector salud, ordenó ocultar la verdad.
Es decir, de manera deliberada, el gobierno de Obrador ordenó a todo el sector salud –federal y estatal, del IMSS, del Issste y la SSA–, reportar el menor número posible de casos de coronavirus.
Así, al no contar con testigos clínicos que permitan probar que miles de casos de COVID-19 corresponden a esa enfermedad, los directores de clínicas y hospitales solo pueden reportar “neumonía atípica”, el nombre genérico con el que se identifica una afección respiratoria sin identidad propia, a pesar de que todos los especialistas saben que se trata de coronavirus.
De esa manera, López Obrador esconde el tamaño de la pandemia en México y oculta el número de mexicanos infectados y muertos por esa causa.
Lo anterior lo confirmo a Itinerario Político el directivo –médico especialista en enfermedades respiratorias–, de una reputada clínica del IMSS, quien dijo que todos los directores de clínicas y hospitales tienen la instrucción de ocultar el mayor número de contagios y, sobre todo, muertes por COVID-19.
A pesar del riesgo que significa para él y para su familia, el médico se identificó y accedió a dar su versión, a condición de que el presente texto no revelara su nombre, la clínica de adscripción y menos la entidad federativa en donde se localiza la institución pública en la que presta sus servicios.
Además, reveló que en todo el sector salud los médicos –hombres y mujeres–, trabajan bajo circunstancias de riesgo permanente, sometidos a un clima de terror –amenazas de despido si dicen la verdad de lo que ocurre o si se niegan a prestar el servicio–, y que existen casos extremos, como los residentes, que son amenazados con cancelar su residencia –su carrera–, si no se alistan al llamado de lo que ellos bautizaron como “el frente de guerra”.
Y es que, en efecto –dice el especialista en enfermedades respiratorias– , se trata de una guerra, en donde “vamos a la batalla sin fusil; sin equipo y con el riesgo latente de contagio y sin el respaldo de las instituciones”.
Y lamenta: “estamos solos, como usted lo dijo en su reportaje”.
Y es que igual que otros trabajadores de salud, el médico que se atrevió a dar su testimonio, contactó al autor del Itinerario Político luego de la entrega del 2 de abril, titulado Estado criminal; médicos y enfermeras están solos.
Dijo que la tragedia que a diario enfrentan los trabajadores de la salud es mayor, si se toma en cuenta la movilidad de los médicos.
Es decir, que a pesar de que todos los médicos de las instituciones del sector salud tienen una familia y muchos de ellos “dobletean” en hospitales privados –lo cual es una amenaza creciente de propagación de la pandemia–, a ninguna autoridad le importa el riesgo de cada médico, de sus familias y de sus pacientes en instituciones privadas. “Estamos solos”, insistió.
Y advirtió que si bien la mayoría de los médicos están listos para dar la vida por su profesión –sobre todo porque hicieron el juramento de Hipócrates–, lo cierto es que en este caso la vida que está en juego no solo es la de ellos, sino de sus familias y, sobre todo, de sus otros pacientes de instituciones privadas. Y, frente a esa realidad las cosas cambian.
¿Por qué cambian…? Se le preguntó.
“Porque entonces estamos ante un caso de clara negligencia oficial; porque a ninguna autoridad le importa la vida de los médicos y sus familias; porque solo les importa maquillar la realidad, ocultar el tamaño de la tragedia en México y que se diga que el gobierno de López Obrador es el mejor para atender la pandemia”. ¡Gravísima revelación…!
También confirmó que, ante la gravedad de la situación, instituciones como la UNAM y el IPN decidieron sacar a sus estudiantes de los hospitales del sector salud, donde hacen residencia o cumplen sus estudios en programas de internados, a causa del grave riesgo que significa para sus vidas.
Sin embargo, muchas otras universidades que imparten carreras de las distintas ramas de la medicina, del resto del país, han sido presionadas por el Gobierno federal para no retirar a sus médicos y estudiantes, lo cual es un crimen de Estado aún mayor.
Pero “la coartada perfecta” está a cargo de la Secretaría de Salud. El informante dijo que la razón por la que el Gobierno de México se niega a adquirir pruebas masivas de COVID-19, es justo para maquillar las cifras.
¿Cómo lo hacen…? Interrogamos
Es muy fácil. “Cada clínica tiene un número mínimo de pruebas de COVID-19. Así, todas las que aplican resultan positivas ya que las aplican a pacientes con el cuadro avanzado de coronavirus.
“Pero lo cierto es que nadie sabe si más del 90 por ciento de casos sospechosos eran COVID-19.
Por ello, a esos casos solo se les clasifica como “neumonía atípica…! A pesar de que muchos de ellos también mueren”.
Es decir, asistimos al “crimen perfecto” a un crimen de lesa humanidad.
Por eso la pregunta. ¿A quien le importa el masivo crimen de Estado que comete el gobierno de AMLO? ¡A nadie!
Al tiempo.
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El fantasma del Fobaproa
Arsenal/FRANCISCO GARFIAS...
Excelsior
A los empresarios les “cerraron la puerta” en plena emergencia sanitaria, como bien dijo el presidente del CCE, Carlos Salazar Lomelín.
López Obrador no quiere saber nada del plan de acción de los hombres del dinero para paliar los efectos de la pandemia en el empleo, los salarios, la inflación, el tipo de cambio, la contracción del PIB.
La cerrazón del Presidente, apoyada en los fantasmas del Fobaproa —rescate bancario—, llevó a la iniciativa privada a reunirse, al margen del gobierno, con 30 organizaciones sindicales para buscar una respuesta ante la crisis económica derivada del COVID-19. La IP propone también que se brinden apoyos económicos entre integrantes del sector privado. Adelantar pagos a los proveedores por parte de las grandes empresas. Hay un programa que se llama Adopta una MiPyme y es para aquellos que cuenten con la capacidad de ayudar a las pequeñas empresas. ¿Rebasado por la derecha?
* El Presidente finge como que no ve la molestia de la IP. Dice que prácticamente todos los empresarios han manifestado colaboración y apoyo a sus medidas. Falso.
Apenas el lunes, en videoconferencia, Carlos Salazar, presidente del CCE, quien a veces parecía aliado de la 4T, declaró que los empresarios “hemos encontrado una puerta cerrada a nuestras propuestas”. Precisó que no pidieron al gobierno apoyos para rebajar impuestos, sino el apoyo a trabajadores que no viven de los programas sociales.
Salazar, como muchos otros, no le da crédito al compromiso asumido el domingo por López Obrador, de crear dos millones de empleos en nueve meses. ¿Cómo los va a crear con estas condiciones? ¿De dónde saldrá el dinero para crearlos? Se preguntó. “Hasta donde recordamos, no se ha creado nunca una cantidad tan importante de empleos”.
Algunos ven ya una próxima ruptura con los empresarios. Se lo preguntaron en la mañanera: “Hay quienes quisieran (la ruptura), pero los vamos a ir convenciendo poco a poco”, dijo.
Insistí: ¿No se aplicarán las medidas de antes: rescate, privilegios fiscales, aumento de precios, congelamiento de salario, despido de trabajadores?
“Eso quedó atrás. Se fue al basurero de la historia”, puntualizó.
* Hay confusión y molestia sobre qué va a pasar con las personas físicas y morales que no se pongan al día en sus impuestos en épocas del coronavirus. El Presidente se niega a dar tregua fiscal en estos difíciles días de emergencia sanitaria y parálisis económica. A las empresas se les terminó el plazo en marzo para hacer su declaración fiscal. A las personas físicas en abril.
De buena fuente sabemos que las personas morales y físicas que sean requeridas por el SAT no quedarán en situación de indefensión jurídica durante el tiempo que dure la emergencia sanitaria. La impugnación sobre el juicio respectivo la podrán hacer una vez que reanuden labores los tribunales.
Para efecto de hacer valer esas medidas cautelares, los contribuyentes podrán solicitarlas ante las guardias que funcionan en los juzgados de distrito en materia administrativa del Poder Judicial de la Federación, vía juicio de amparo indirecto.
* Las buenas noticias siguen llegando de China. Wuhan, que fue cuna del coronavirus, levantó la cuarentena. Fueron once semanas de riguroso confinamiento. Los habitantes de la ciudad ya pueden entrar y salir sin autorización.
México registró oficialmente su primer caso el 28 de febrero de este año. Llevamos 5 semanas y media. Exactamente la mitad de lo que requirió Wuhan. A diferencia de López Obrador, las autoridades de salud no parecen optimistas. El 17 de marzo, el doctor Hugo López-Gatell, vocero del gobierno federal para la pandemia, dijo que serían por lo menos doce semanas de contingencia. Pero como no somos China y no dimensionamos a tiempo el tamaño de la pandemia, no nos tomamos en serio lo que ya ocurría en el mundo.
Todavía el pasado 14 de marzo, el Presidente cargó y abrazó a una niña. La foto dio la vuelta al mundo. Por las mismas fechas, en la CDMX, se llevó a cabo el festival Vive Latino que juntó a decenas de miles de personas.
Es un hecho de que no serán doce semanas de confinamiento, a menos de que se produzca un milagro. López-Gatell lo sabe: “Debemos estar preparados para una epidemia larga… La parte más intensa no ha llegado. En estimaciones matemáticas, a finales de abril, la primera semana de mayo, es donde vamos a tener mayor transmisión”.
A resignarse.
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Los radicales se imponen en el gobierno/Pablo Hiriart
Uso de Razón
El Financiero
PabloHiriart
La línea adoptada por el gobierno ante la doble crisis que padecemos, ha inclinado por completo al Presidente del lado de los radicales de su círculo cercano.
Ha dominado la ideología del rencor social de “agudizar las contradicciones” para llegar al paraíso bolivariano, o socialista como enseñaban en la facultad hace 30 o 40 años cuando el mundo era diferente.
Se ha dejado de lado toda lógica económica y no se busca salvar a personas que dependen de empresas y de cadenas de pagos que se están viendo interrumpidas por falta de apoyo gubernamental ante la crisis.
El enemigo a someter se llama libre empresa, y no el coronavirus y su secuela de desempleo y falta de liquidez que rompe todos los eslabones de la economía.
Se necesita contratar a 45 mil médicos y paramédicos para atender a los enfermos porque vienen los momentos difíciles de la pandemia, dijo el Presidente y seguramente es verdad.
Luego sacó el as: “de ser necesario” se traerán médicos cubanos, para lo cual ya hay conversaciones con el presidente de ese país, Miguel Díaz-Canel.
En México por supuesto que hay 45 mil médicos y paramédicos disponibles –cada año egresan 20 mil de las facultades de medicina.
Sin embargo no pueden trabajar sin protecciones elementales, expuestos a la infección por carencia de indumentaria, sin batas impermeables, guantes ni gafas, mal pagados, mal tratados y con cero reconocimiento del gobierno cuyo jefe, el Presidente, no les destinó una sola palabra de gratitud o aliento en su mensaje del pasado domingo.
La UNAM y el Politécnico ya retiraron a sus pasantes que se desempeñaban en hospitales y clínicas, porque no hay equipos de protección.
¿Quiénes vendrán entonces? Los médicos que viven en una dictadura, que los mandan, y el Estado cubano se queda con el salario que aquí les pagaría nuestro gobierno.
Vendrán a realizar una labor, cierto, pero la experiencia en Latinoamérica es que también vienen a ideologizar.
En su discurso del domingo el Presidente, sin venir al caso, citó a Simón Bolívar para ilustrar la decisión de lucha de su gobierno.
¿Lucha contra quién? Contra el virus no. Aun después de las advertencias de la OMS sobre la gravedad de la pandemia que recorría el mundo, López Obrador seguía minimizando y haciendo bromas sobre su baja letalidad.
Contra los efectos de la crisis económica tampoco es la lucha. Su programa condena a muerte a decenas o cientos de miles de empresas.
¿Entonces? ¿A cuento de qué vino el súbito fervor bolivariano?
A los empresarios los obliga, con amenaza de cárcel, a pagar salarios completos aunque no tengan ingresos. Como sabemos, la inmensa mayoría de ellos no viven en la opulencia ni son adinerados, sino gente de esfuerzo que arriesgan su capital para emprender.
Y el Presidente, en cambio, les baja el sueldo a los empleados calificados del gobierno y les quita el aguinaldo.
¿Por qué la IP, sin dinero, debe pagar lo que no paga el gobierno, que sí tiene dinero?
Evidente, está latente la fobia presidencial contra el empresariado, sin importar las consecuencias económicas porque el objetivo parece ser político.
Que quiebren. Eso le viene “como anillo al dedo” al proyecto de los radicales de la 4T: el gobierno rescata y el gobierno se queda con las empresas.
El Estado comienza a hacer empresas para que las Fuerzas Armadas entren a la construcción y al mundo de los negocios, en detrimento del sector privado.
¿Más pobreza? Sí, pero ellos lo ven de otra manera: es la posibilidad de que la gente viva de lo que les da el gobierno (hasta que el dinero se acabe) y le deba su voto y su lealtad.
Cuando todo el sector privado está atónito por el desdén presidencial al rol del sector privado en la economía, pues “hemos encontrado una puerta cerrada a nuestras propuestas”, López Obrador presumió su cercanía y el respaldo recibido por Baillères y por Germán Larrea.
Son conveniencias tácticas. AMLO se puede tragar un par de sapos ahora, para dividir a la IP. No importa. Al rato los escupe.
Los radicales imponen su agenda y su línea en Palacio Nacional.
Marcelo Ebrard, a quien el Presidente respeta, se suma a la estupidez radicalizada tras la quimera de una candidatura presidencial.
El resto de las mentes sensatas guardan silencio, por miedo.
Como los retrató ayer en estas páginas Raymundo Riva Palacio: “El gabinete carece de calidad ética y tiene un superávit de irresponsabilidad. Pero no deben olvidar que se juegan décadas de trabajo y prestigio muchas y muchos de ellos, y cuando tengan que rendir cuentas por el desastre deberán explicar por qué en la carrera al precipicio callaron y no hicieron nada para evitarlo”.
Sus renuncias son el shock que AMLO necesita para corregir, pues cuando quiera hacerlo porque la realidad se lo imponga, ya habrá demasiados muertos, demasiada gente sin trabajo, sin ingreso, demasiada descomposición social y la delincuencia nos atenazará.
Hubo uno que tuvo el valor de decirle no: el exsecretario de Hacienda Carlos Urzúa.
Ahora Urzúa recomienda al gobierno aumentar las transferencias directas, los estímulos fiscales a las empresas y las aportaciones a los estados.
¿Dijo estímulos fiscales a las empresas? Claro que no, son los adversarios históricos de los radicales que mandan en la cabeza y en el corazón del Presidente.
¿Dijo más aportaciones a los estados? Ni de chiste ayudar a los gobernados por el PRI y el PAN. El proyecto es otro: cooptarlos o aplastarlos.
Las renuncias son una posibilidad de que AMLO entienda y pare la locura en que está embarcando a México.
Total, la plaza ya la perdieron los sensatos de su gabinete y equipo de trabajo.
@#Parar la caída/Macario Schettino
Fuera de la Caja
El Financiero
macariomx
Este lunes comentamos acerca de la pandemia, y de cómo parece estarse terminando una primera fase, de muy amplio contagio y serias dificultades en algunas partes del mundo con los sistemas de salud. Ayer hablamos acerca de una visión de largo plazo, en la que esta columna cree que no tendremos cambios de fondo. Ahora bien, ninguna de las dos colaboraciones implica que estemos a punto de regresar a la vida normal. Ésa, como las golondrinas, no volverá.
Si efectivamente a partir de mayo puede empezar a cambiar la situación actual, lo que tendremos será un regreso muy lento a la actividad previa. Algunas cosas posiblemente ya no regresen como antes, y la mayoría tendrá que hacerse con más cuidado y con menor densidad. Esto implica ajustes relevantes en toda la industria de hospedaje, restauración, entretenimiento, pero también en educación y salud. Hablamos de una proporción relevante de los servicios, que no volverán a ser iguales en mucho tiempo.
Otros tal vez puedan reactivarse más rápido, pero el tema de la densidad será importante también para el comercio, el transporte y, tal vez, los servicios financieros. Finalmente, las actividades industriales, que tienen menos riesgo de contagio, pero mayor dificultad de coordinación, también se irán recuperando en el transcurso del año.
Nadie sabe de qué tamaño será el ajuste durante 2020, pero sin duda será relevante. Para México, la profundidad será mayor que para otros países, en parte porque veníamos ya de una contracción (centrada en la inversión, para empeorar las cosas) y en parte por la incapacidad del gobierno de ofrecer una respuesta del tamaño que se requería. Ayer mismo el Consejo Coordinador Empresarial propuso varias medidas inteligentes, ojalá sean atendidas.
Si no es así (como es de esperarse después del 'informe' del domingo), entonces la contracción de este segundo trimestre será superior a 20 por ciento. Para que no tenga duda, la producción de autos en marzo cayó -25 por ciento, y la ocupación en hoteles y asistencia a restaurantes es prácticamente de cero en estos días. Ya algunas agencias e instituciones estiman que la economía mexicana podría caer -8 por ciento durante 2020, con una recuperación en 2021, pero no de la misma magnitud. Esta columna estima algo un poco peor, pero prefiero no detallarlo, para no angustiarlo en exceso. Baste decir que la tasa de crecimiento anual promedio para la primera mitad del sexenio cerrará en -1.5 por ciento.
Ahora bien, existe la posibilidad de que la caída sea tan profunda que no haya manera de regresar. Sé que suena extraño, pero dado el deterioro institucional (producto de las decisiones del actual gobierno), la polarización (misma razón) y el ritmo de la inseguridad e impunidad (que llevan décadas), una contracción de 20 por ciento del PIB durante un trimestre puede literalmente provocar un estallido social. Con mayor razón cuando hace apenas un año el 80 por ciento de los mexicanos ponía sus esperanzas en quien hoy los ha defraudado.
Precisamente para evitar ese riesgo es que las economías más importantes del mundo han lanzado programas especiales. No tanto para recuperarse como para evitar que la caída sea irreversible. Lo de la recuperación se analizará para junio o julio, ahora importa evitar un quiebre estructural.
En esta perspectiva, la desdichada frase “como anillo al dedo” hace pensar que lo que se busca es precisamente ese quiebre estructural, que reduciría de forma permanente la riqueza de los mexicanos. Si se descarta esa posibilidad, plena de maldad, entonces lo único que queda es confirmar que el Presidente no está entendiendo lo que ocurre, y por lo mismo no está en capacidad de gobernar.
No son pensamientos atractivos para este largo fin de semana, Semana Santa en cuarentena, pero seguiremos por aquí en versión electrónica en estos días, edición impresa el próximo lunes.
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Solo mis proyectos
JAQUE MATE / Sergio Sarmiento
REFORMA, 08 Abr. 2020
"La igualdad ante el derecho es una de
las más nobles conquistas del hombre”. Alfonso Reyes, Cartilla moral
Cada vez queda más claro por qué el presidente López Obrador ha considerado que la crisis le viene como anillo al dedo. Muchas de las medidas que está tomando buscan fortalecer su proyecto político antes que proteger la salud de los mexicanos o fortalecer la economía.
Lo vimos este 6 de abril cuando se emitió una edición vespertina del Diario Oficial de la Federación con el fin de fijar lineamientos técnicos para la emergencia sanitaria. Estos ratificaron que "las empresas de producción de acero, cemento y vidrio mantendrán una actividad mínima que evite efectos irreversibles en su operación", pero con una excepción: "Aquellas empresas de producción de acero, cemento y vidrio que tengan contratos vigentes con el Gobierno Federal, continuarán las actividades que les permitan cumplir con sus compromisos de corto plazo exclusivamente para los proyectos de Dos Bocas, Tren Maya, Aeropuerto Felipe Ángeles, Corredor Transísmico [sic, por 'Transístmico']; así como los contratos existentes considerados como indispensables para Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad".
En un momento en que el gobierno suspende las actividades productivas que considera "no esenciales", generando un importante daño a empresas y trabajadores, se otorga a sí mismo una excepción. No hay razón sanitaria o económica para hacerlo. El mensaje, de hecho, es inquietante. Nos dice que el Presidente considera que sus proyectos son más importantes que los del resto de la sociedad.
La idea de la excepcionalidad del gobierno ante los gobernados ha hecho un enorme daño a México y a otros países. Los políticos, sin embargo, no son seres superiores. Su obligación es ajustarse a las mismas reglas que ellos aplican a los demás.
Me queda claro que las autoridades deben tomar medidas para reducir los contagios en esta contingencia. Mantener una sana distancia entre trabajadores, o requerir equipo para reducir contagios, como mascarillas o guantes, son acciones lógicas para centros de trabajo. Prohibir una gran cantidad de actividades, aunque no difieran en riesgo a la salud de otras que sí se permiten, no tiene sentido sanitario, pero sí implica un costo enorme para la sociedad.
El Presidente se da cuenta, tanto así que ha decidido otorgar una exención a sus proyectos favoritos. Todos los demás, aunque sean igualmente importantes para las empresas o los trabajadores, están siendo detenidos, además con órdenes del gobierno para que las compañías sigan cubriendo sueldos, aunque sus operaciones estén paradas, y paguen impuestos, aunque no tengan ingresos. Esto puede llevar a la quiebra de muchas.
El gobierno olvida un concepto fundamental del Estado de derecho: todos somos iguales ante la ley. El viejo principio liberal que López Obrador cita con frecuencia, "Nada ni nadie por encima de la ley", queda abrogado por esta medida de excepción.
Uno supone que las autoridades entienden el daño que están haciendo a la economía con sus restricciones. Si las fijan es porque las consideran indispensables para preservar la salud de la población. En principio esta estrategia debe contar con el apoyo de la población. El problema surge cuando el gobierno se exenta a sí mismo de sus propias medidas.
Ser gobierno no significa tener derecho a saltarse las reglas. Implica establecer medidas sensatas para todos y ser el primero en acatarlas. Si no, la autoridad perderá el respeto de la sociedad.
· PUERTAS CERRADAS
"Se nos cerraron todas las puertas", dijo ayer Carlos Salazar, presidente del CCE. Ante el rechazo del gobierno, pidió a la sociedad que participe en un programa de ayuda mutua. "Si no lo hacemos, estamos en riesgo de una caída de hasta 10 por ciento en el Producto Interno Bruto, que significaría la pérdida de un millón a un millón 400 mil empleos".
@SergioSarmiento
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Puerta cerrada/Manuel J. Jáuregui
REFORMA, 08 Abr. 2020
Valiosísima, valiente, clara, contundente e histórica por su postura de denuncia respecto a la cerrazón del Presidente López, nos parece la reflexión/presentación que ayer nos hiciera a los mexicanos Carlos Salazar Lomelín, presidente del Consejo Coordinador Empresarial.
Queda claro que el CCE y otros organismos representativos del sector privado han realizado esfuerzos sobrehumanos para presentarle al Gobierno opciones sensatas y prudentes para permitir la supervivencia de las micro, pequeñas y medianas empresas debido a la emergencia del Covid-19. Y junto con ello la preservación del EMPLEO, pues más de un millón de éstos están en riesgo si por falta de apoyos sensatos las MIPYMES caen en estrangulamiento de flujo, lo que lleva a la incapacidad de pago.
Nos parece trágico que el Gobierno haya tomado la decisión autoritaria de CERRAR LA PUERTA al sector empresarial, que es el que crea los empleos, y no haya ni escuchado ni atendido sus peticiones sensatas y prudentes. Queda clarísimo tras la presentación de Carlos Salazar que el Presidente miente cuando afirma que se rehusó a un rescate "tipo Fobaproa". ¡Nadie le ha solicitado algo semejante! El planteamiento del sector privado consiste en diferimientos de pagos e incremento en créditos ¡y sólo por tres meses!
Resulta incomprensible cómo el Presidente les cierra la puerta en las narices a quienes aportan los impuestos y los empleos en México, trayéndole además en charola de plata un plan de alivio económico que le garantizaría no sólo el éxito para México, sino el reconocimiento internacional para su gestión. Y además un alivio al golpeteado Peso, el cual cada ocasión que habla el Presidente se cae, pues decepciona... ahora entendemos por qué.
Este abismo que ha surgido entre el Presidente y la realidad, entre el Presidente y los empresarios, entre el Presidente y algunos miembros de su Gabinete, y entre el Presidente y los mercados internacionales puede resultar trágico para México. El progreso y el desarrollo vienen del entendimiento, y esto es lo que está haciendo falta. No puede uno más que preguntarse ¿entonces a quién se dirige el Presidente? ¿Cuál es su audiencia?
A qué grupo pertenece el libreto incomprensible al cual se está apegando, rechazando todo lo sensato y adoptando una jerga ideológica y medidas excluyentes y divisivas, no sólo anticuadas y obsoletas, sino totalmente inaplicables en el mundo moderno acechado por una pandemia vista sólo una ocasión cada siglo, inédita, que requiere como nunca de un liderazgo eficaz, solidario, responsable y que SUME, no que RESTE.
¿De veras cree el Presidente que sin la colaboración entusiasta y decidida del sector empresarial va a poder crear 2 millones de empleos en nueve meses? No sólo no lo puede creer, sino que seguros estamos que sabe que no lo hará, entonces el problema es que cómo a sabiendas de esto se avienta a romper lanzas con el único grupo nacional e internacional que puede concretar la recuperación del País.
Nos parece una actitud suicida, un doblete a una apuesta perdedora... y a restos. No pasa inadvertido, ni a propios ni extraños, que el Presidente López haya decidido -al mismo tiempo que le da la espalda al sector empresarial mexicano y a los empleos de millones de mexicanos- emitir decretos para EXENTAR sus proyectos personales consentidos (Tren Maya, Dos Bocas y Santa Lucía) del paro nacional por la salud.
Con perspicacia señala Salazar Lomelí, como si en los proyectos presidenciales no hubiese virus ni riesgos de contagio, pero además sentando un pésimo precedente en el sentido de que al Presidente no le aplican las leyes y reglas que sí aplican a todos.
Parece decir que, al igual que Francisco Franco "Caudillo de España por Gracia de Dios", él y sus proyectos personales -muy localizados e insuficientes, por cierto- gozan de una protección especial. A guisa de consuelo afirman unos respecto a la cerrazón presidencial: "Se topará con la realidad". Puede que sí, el problema es que para cuando eso suceda, ¿acaso seguirá México de pie?
Ego sum qui sum; analista político, un soñador enamorado de la vida y aficionado a la poesía.
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