3 ago 2020

La caída de El Marro en los medios

Después de tres años de sembrar la violencia en Guanajuato, José Antonio Yépez Ortiz, "El Marro” fue capturado la madrugada de ayer en el Municipio de Juventino Rosas en una casa de seguridad...
Recordemos que días antes -24 de junio- se había detenido a María Eva Ortiz, madre de El Marro, así como a una hermana y una prima, en presunta posesión de un kilo de metanfetaminas y dos millones de pesos en efectivo.
Sin embargo, cuatro días después las mujeres fueron liberadas debido a que un juez consideró que hubo irregularidades y no se respetó el debido proceso en el operativo de captura.
Ese mismo mes también fue liberado Rodolfo Yépez, padre de José Antonio, luego de pagar una fianza de 10 mil pesos, tras ser detenido en posesión de una camioneta con presunto reporte de robo.
Pero desde ahí les pusieron “campana”...El Marro había abandonado por completo Cortazar y Villagrán, y se fue a refugiar donde fue aprehendido...
No se debe de dejar de mencionar la detención en SLP de alías El Puma su brazo armado, por ahí hay que escudriñar.
¿Que drones usaron?
Unas de origen israelita que fabrica la compañía RAFAEL y que operan con cámaras estadunidenses de alta resolución, con capacidad para alcanzar las 55 millas de altura, que son totalmente silenciosas y que pueden volar hasta 139 kilómetros por hora por 24 horas continuas. Para su operación se requiere un permiso del Departamento de EU al ser considerados de uso exclusivo de la Marina estadounidense, dice Milenio.
La UIF confirmó a Milenio que congelaron sus cuentas; al cierre de junio tenían bloqueadas las cuentas de 88 personas físicas a las que se sumaron 11 más el pasado 31 de julio. 
Las cuentas tenían pco mas de 35 millones...; para un grupo delictivo que tuvo ganancias de 10 millones de pesos diarios, no es nada...
¿Quién lo detuvo?
Un grupo de élite del Ejército nos dicen que  no se registraron heridos ni fue necesario hacer disparos y con uso de tecnología de punta. Hay otras versiones periodísticas...
Los hechos fueron dados a conocer la mañana de ayer por el gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, quien adelantó la difusión del operativo federal por medio de su cuenta de Twitter.
El tema se llevó casi todas las ocho columnas en los medios impresos
La detención se llevó las OCHO COLUMNAS de hoy
2. El Universal. Padre y hermano controlan cártel a la caída del Marro
El líder del grupo criminal fue detenido por el Ejército, CN y la Agencia de Investigación Criminal de Guanajuato
3. La Jornada. La captura de El Marro, por grupo de élite del Ejército
4. Milenio. Drones y bloqueo financiero llevaron a guarida del Marro
5. La Razón. Cae el Marro; el mayor golpe a un capo en la 4T
Ven desaparecido al cártel de santa Rosa de Lima.
6.- La Crónica. Cae El Marro, dirigente del Cártel de Santa Rosa
Sedena: en la captura hubo coordinación
7. El Sol de México. Cae El Marro tras secuestro de empresaria
8.- . Ovaciones. Videos de El Marro fueron su perdición
Asfixiaron al cártel Santa Rosa de Lima al congelarle sus cuentas?
Leamos el comunicado...
Comunicado de prensa de Sedena
Fecha de publicación, 02 de agosto de 2020
Lomas de Sotelo, Cd. Méx., a 2 de agosto de 2020.- La Secretaría de la Defensa Nacional informa a la opinión pública, en esta fecha, en una operación coordinada con la Fiscalía General del Estado de Guanajuato, se llevó a cabo la detención de José Antonio “N”, alias “El Marro”, presunto líder y fundador del “Cartel de Santa Rosa de Lima” (C.S.R.L.).
Como resultado de actividades de inteligencia del estado mexicano, se ubicaron a integrantes del grupo delictivo, en dos inmuebles en el municipio de Santa Cruz de Juventino Rosas, Gto., habiéndose obtenido la orden de cateo emitida por la autoridad judicial competente, y con estricto apego al estado de derecho se procedió a la cumplimentación del mandato judicial, con los resultados siguientes:
En un inmueble se detuvo al probable líder del C.S.R.L., quien estaba acompañado por Saulo Sergio “N”, alias “Cebollo”, supuesto jefe de seguridad y cuatro elementos más de esa organización delictiva, a quienes se les aseguraron lo siguiente:
- Cinco armas largas.
- Tres armas cortas.
- Un lanzagranadas.
- Un vehículo (camioneta tipo pick up).
- Una cuatrimoto y una motocicleta.
- Una maleta con numerario (pendiente de confirmar la cantidad).
Además, en este inmueble se localizó a una persona del sexo femenino, que presuntamente se encontraba secuestrada.
En otro inmueble se localizaron a tres personas más, una de ellas con orden de aprehensión, asegurándose la cantidad de $36,400.00 (TREINTA Y SEIS MIL CUATROCIENTOS PESOS 00/100 M.N.).
Los detenidos y lo asegurado fueron puestos a disposición de las autoridades correspondientes.
Con estas acciones, el gobierno de la República refrenda su compromiso de continuar actuando en coordinación con autoridades estatales y municipales de la federación, dentro del marco del Plan Nacional de Paz y Seguridad 2018-2024, para fortalecer la seguridad y el bienestar de los mexicanos.

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Hay que leer los análisis de Raymundo Riva Palacio en El Financiero “La captura de 'El Marro’; "Así detuvieron a ‘El Marro’ en Guanajuato de Carlos Loret en The Washington Post; y "La caída, anunciada, del Marro” de Jorge Fernández Menéndez en Excelsior; 
A saber:
+ESTRICTAMENTE PERSONAL/Raymundo Riva Palacio / 
El Financiero
La captura de 'El Marro'
Fuerzas Especiales del Ejército finalmente capturaron a José Antonio Yépez, apodado El Marro, el elusivo y violento jefe del Cártel de Santa Rosa de Lima, que comenzó como una banda criminal que robaba combustibles y se expandió a otros delitos.
El anuncio de la detención lo hizo a primera hora Diego Sinhue Rodríguez, gobernador de Guanajuato, en donde operaba y se dio la aprehensión, en un acto de oportunismo aplaudido por los gobernadores panistas. Rodríguez lleva meses obstruyendo las tareas de las fuerzas federales, y la medalla que se colgó parece más un intento de ocultamiento de su ineficiencia e incapacidad, y de su extraño manejo en temas de delincuencia organizada.
La captura fue pese al gobernador e, incluso, en contra de él, ante la tolerancia o el encubrimiento de actos irregulares y opacos de su fiscal Carlos Zamarripa, que han beneficiado a miembros del crimen organizado, producido choques con diversos funcionarios del gobierno federal y un enfrentamiento absurdo y estéril con el secretario de la Defensa, general Luis Cresencio Sandoval, quien no se ha subido al pleito.
El operativo de la captura en Apaseo el Alto, que está en un sándwich entre Celaya, el terruño guanajuatense de El Marro, y Querétaro, fue ejecutado en tierra por los comandos especiales del Ejército, que tuvieron apoyo con la inteligencia y drones de la Marina, a la que al inicio de esta administración se le había encargado la responsabilidad de acabar con el Cártel de Santa Rosa de Lima. Oficialmente, el gobierno federal reconoció el apoyo del gobierno de Guanajuato –participaron fiscales estatales–, lo que se entiende como un gesto político, aunque no corresponda plenamente con la realidad.
Guanajuato es el estado más violento del país. Rodríguez inició la gubernatura en septiembre de 2018, y desde entonces la seguridad en el estado se ha deteriorado.
En el periodo enero-julio de 2019, de acuerdo con la consultoría TResearch, el número de homicidios dolosos en Guanajuato sumaba mil 980, que lo tenían en el lugar número uno de violencia en el país. En el mismo periodo de este año, la cifra se disparó a dos mil 536, con lo cual se separó significativamente de otras entidades que enfrentan el fenómeno de la inseguridad.
La seguridad se le escapó de las manos al gobernador, quien ha rechazado todas las opciones que le han planteado el gobierno federal como alternativas para luchar contra el crimen organizado. Rodríguez ha defendido de una manera inexplicable al fiscal Zamarripa, y al secretario de Seguridad Pública, Alvar Cabeza de Vaca, quien para efectos prácticos del combate a criminales, no existe.
La defensa del gobernador parece estar más en el ámbito político que en la búsqueda de mejorar la seguridad de los guanajuatenses, lo que ha llevado a una distorsión de la relación con la Federación en esa materia y a una notable falta de cooperación.
Si tan sólo fuera por resultados, los números de homicidios dolosos, serían suficientes para un relevo del gabinete de seguridad, pero lo que ha dicho el gobernador al gobierno federal cada vez que se lo han planteado, es que su equipo está trabajando muy bien.
Las estadísticas lo desmienten, pero hay algo adicional, que tiene que ver directamente con el fiscal Zamarripa. El último ejemplo fue cuando el Ejército detuvo a la madre de El Marro, en junio pasado, que fue liberada una semana después por falta de elementos para vincularla a proceso.
La molestia en el gobierno federal es que en el momento en que envió Zamarripa el expediente al juez, lo turnó por delitos por los cuales podrían alcanzar la libertad, y presentado de una forma que podían denunciar torturas en el operativo, como finalmente sucedió. Rodríguez y Zamarripa transfirieron de esa forma la responsabilidad de la liberación al Poder Judicial, y resaltaron las fallas del operativo del Ejército.
Casi un mes después de ello, el presidente Andrés Manuel López Obrador visitó Guanajuato y sostuvo un encuentro público con Rodríguez, registrado en los medios como un “limar asperezas” y el compromiso para “dejar de echarse culpas”. El acto político no se corresponde con la realidad, porque el gobernador insiste en obstruir el trabajo de las fuerzas federales.
Desde el gobierno federal le han llegado a plantear que si quiere, no cese a sus dos colaboradores, en particular a Zamarripa, sino que los rote y refresque su gabinete de seguridad, pero se ha negado. Le han llegado a proponer que el gobierno federal transfiere a Zamarripa a otro cargo igual en otra entidad para protegerlo, si es lo que le preocupa al gobernador, quien ha prestado oído sordos a cualquier opción que le presenten.
La captura de El Marro le inyectó un poco de oxígeno y le abrió márgenes políticos, pero serán efímeros. La detención no fue producto de su trabajo coordinado con la Federación, sino del que llevan a cabo las fuerzas federales, y que de manera inercial generará reacciones violentas por parte de los subalternos del jefe del Cártel de Santa Rosa de Lima o peor, la toma de control de la plaza por parte del Cártel Jalisco Nueva Generación, con quien luchaba por el negocio derivado del robo de combustible.
El descabezamiento de la banda criminal guanajuatense no llevará a la paz ni al restablecimiento de la seguridad, sino a un repunte en la violencia mientras se reacomodan las fuerzas criminales en el estado. Con las cabezas en seguridad que tiene Rodríguez para enfrentarlo, el pronóstico es negativo para Guanajuato, mientras el gobernador mantenga su lógica de protección y encubrimiento de sus funcionarios y siga en la negación del fracaso de sus estrategias de seguridad. Su mejor opción sería trabajar coordinadamente con el gobierno federal, pero el gobernador está enredado en la terquedad, aunque Guanajuato esté en llamas.
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En una columna publicada ayer domingo Carlos Loret dice -al igual que Héctor de Mauléon, hoy en El Universal-,  hubo intercambio de disparos: el operativo, me aseguran -dice Loret-, ,no duró más de 15 minutos.
La columna...
Así detuvieron a ‘El Marro’ en Guanajuato/Carlos Loret de Mola A.
Columnista, Washington Post Opinión, August 2, 2020 
A eso de las 4:00 de la madrugada de hoy domingo, “El Marro”, presunto líder del Cártel de Santa Rosa de Lima, recibió la alerta de que un operativo de las fuerzas de élite gubernamentales, tanto federales como estatales, estaba cerca y parecía que iba por él. Se lo reportaron sus “halcones”, los informantes y vigilantes que tiene desplegados en toda la región del estado de Guanajuato, su bastión desde hace años.
Era demasiado tarde: un dron del gobierno estaba sobrevolando el rancho donde se escondía, en el municipio de Juventino Rosas, y detectó que había vehículos en movimiento que preparaban la huida. No era la primera vez que José Antonio Yépez Ortiz, alías “El Marro”, presunto narcotraficante y huachicolero —ladrón de combustibles—, tenía que salir a toda prisa de un lugar para evadir la captura.
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En el centro de comando, donde las autoridades monitoreaban el operativo a través de las imágenes suministradas por el dron, se dio aviso a los elementos de élite de la Fiscalía General de Guanajuato y del Ejército mexicano para que apretaran el paso porque el objetivo se estaba dando a la fuga.
Cuando llegaron los comandos del Ejército y la Fiscalía guanajuatense hubo balazos, según me reportan preliminarmente fuentes de primer nivel. “El Marro” y el grupo de escoltas que lo acompañaba se habrían enfrentado brevemente con las autoridades. El operativo, me aseguran, no duró más de 15 minutos. “El Marro” fue detenido.
No fue la única sorpresa. En las caballerizas del rancho, debajo del aserrín, en un habitáculo secreto, las autoridades liberaron a una empresaria oriunda de Apaseo El Alto, avecindada en Querétaro, que estaba secuestrada. Este hallazgo no fue inmediato. Las fuentes consultadas me informan que sucedió quizá una hora después, durante una inspección del inmueble cuando ya estaba asegurado por las fuerzas federales y estatales.
De acuerdo con las fuentes, cuando se diseñó el operativo que terminó con la captura de “El Marro” había sospechas de que podría estar en dos viviendas, según la información de inteligencia que habían recabado, por lo que las autoridades estaban preparadas para entrar a ambos domicilios. Fue el rancho en Juventino Rosas el que terminó dando en el blanco.
Leer más: En Guanajuato vivimos un infierno y no nos bastan las buenas intenciones
Capturar a Yépez Ortiz fue el primer objetivo policiaco que se puso el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) cuando llegó el poder, en diciembre de 2018. “El Marro” construyó su imperio robando combustible a la empresa Petróleos Mexicanos (Pemex): 3,000 millones de dólares anuales en ordeña de ductos. Además, había convertido al estado de Guanajuato, gobernado por el opositor Partido Acción Nacional, en uno de los focos de violencia más críticos de todo el país.
El asunto había generado graves tensiones políticas entre AMLO y el gobernador panista Diego Sinhué, quienes ahora tienen algo que presumir en conjunto: un operativo realizado entre sus dos cuerpos de élite logró detener a uno de los presunto delincuentes no solo más peligrosos, sino quizá uno de los más buscados, junto con el líder del Cártel Jalisco Nueva Generación, Nemesio Oseguera “El Mencho”.
Las autoridades ya habían realizado al menos cinco operativos fallidos para capturarlo. En uno de ellos incluso detuvieron a miembros de su familia, pero debieron liberarlos al final.
El combate al huachicol ha sido una bandera central de este gobierno. En su primer mes como presidente, AMLO anunció la puesta en marcha de un operativo sin precedentes para terminar con este delito que desangraba al erario mexicano. Durante semanas, México padeció escasez de gasolina y diésel. Los automovilistas debían esperar horas —incluso días— en filas para poder llegar a las gasolineras de todo el país. Ningún estado la sufrió más que Guanajuato.
El gobierno federal decidió clausurar los ductos que transportan combustible en esa zona para evitar que siguieran siendo ordeñados. Sin embargo, reportes periodísticos señalaron que la escasez no solo se debió a la lucha contra el huachicol, sino a que la nueva administración, con ganas de romper con el pasado, había disminuido las compras de combustible que solían realizarse al extranjero. El presidente presumió que estos operativos significaron una caída de más de 90% en el robo de combustible, pero las cifras de producción y ventas de Pemex no respaldan este dicho. Apuntan a que, en el mejor de los casos, no habría caído más de 30%.
Lo que no puede presumir el presidente es que se hubiera desplomado también la violencia asociada al huachicol. A diferencia de las cifras de barriles de combustible robados, cuyo control tiene enteramente el gobierno, las cifras de víctimas de la violencia no son tan fáciles de esconder. Ojalá la captura del principal huachicolero del país brinde calma a la región del Bajío, a la que pertenece Guanajuato, una de las más dinámicas económicamente del país, que recientemente ha tenido que lidiar con la parálisis económica, la pandemia y el horror de la inseguridad.
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“Todo tiene un principio y un fin. El mío ya llegó”, les dijo El Marro a los agentes/
Héctor De Mauleón
El Universal, 
 “Todo tiene un principio y un fin. El mío ya llegó”, les dijo El Marro a los agentes de investigación del estado y los elementos de la Sedena que lo detuvieron en una finca de la comunidad de Franco Tavera, en el municipio de Juventino Rosas, Guanajuato.
Las autoridades habían detectado una serie de “síntomas” en la zona: presencia notoria de “halcones”, gente sospechosa colocada en lugares estratégicos y sobre todo, cero incidencia delictiva. La ubicación de una camioneta que tres semanas antes había tomado parte en el secuestro de una comerciante oriunda de Apaseo el Grande, fortaleció la sospecha de que José Antonio Yepez, líder del Cártel de Santa Rosa de Lima, pudiera encontrarse en el lugar.
La información más reciente revelaba que desde marzo pasado, fecha en que se desató un fallido operativo de captura en su contra, El Marro había salido de su zona de protección, Celaya, Santa Rosa y San Antonio de los Morales, y andaba brincando por comunidades rurales de Juventino Rosas, Comonfort y Villagrán.
Al antiguo rey del huachicol en el estado de Guanajuato lo andaban cazando autoridades estatales y federales. También le pisaban los talones sus rivales del Cártel Jalisco Nueva Generación, con quienes se hallaba en guerra abierta desde 2017.
Hace dos semanas el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, declaró que “uno de los líderes de las organizaciones criminales más importantes del estado ya no está en su casa con alberca, ya está en una casa a medio construir, batallando para cubrir la nómina”.
El Marro, en efecto, obtenía fondos de donde podía (en especial, secuestro y extorsión) y vagaba en caminos de terracería intentando poner a su servicio las comunidades en que se refugiaba. Había datos de que se movía en camionetas todoterreno, cuatrimotos y racers, acompañado solo por un pequeño círculo de escoltas, en el que el jefe de seguridad era Saulo Sergio “N”, El Cebollo.
Informes entregados el viernes pasado indicaron que era alta la posibilidad de que El Marro se encontrara en dos posibles predios de la región.
El operativo fue madurado el sábado por mandos de la fiscalía estatal y la Sedena, entre los que figuraba el jefe de la zona militar. Pasado el enfrentamiento político entre el gobernador panista Diego Sinhué y el presidente Andrés Manuel López Obrador, la información fluyó sin cortapisas entre autoridades estatales y federales. Cuando llegaron las órdenes de cateo, se dio luz verde para llevar a cabo la detención durante la madrugada del domingo.
En otros intentos de captura, las bases del Marro habían realizado narcobloqueos y quema de camiones en avenidas y carreteras. Con base en esas experiencias, se tomó la decisión de encapsular los puntos críticos, para que los colaboradores del Marro no pudieran llegar.
Al mismo tiempo, los dos grupos, el de la Fiscalía y el de la Sedena, ingresaron en Juventino Rosas. Un dron sobrevolaba la finca. A través de las imágenes enviadas por este las autoridades advirtieron que en la finca había comenzado el movimiento de huida: El Marro acababa de ser alertado del operativo por sus “halcones”, quienes tiraron incluso “ponchallantas” en el camino de acceso.
Algunas unidades oficiales quedaron atoradas. La mayor parte, sin embargo, siguieron adelante. El jefe de seguridad del Marro abrió fuego contra los elementos estatales y federales, pero rápidamente fue sometido.
Se dice que en los últimos tiempos El Marro dormía vestido. Intentó huir por la parte trasera de la finca, en la que además de gallos y caballos, tenía una moto y una cuatrimoto. No alcanzó a tripular ninguna.
Cuando lo detuvieron lucía agitado, “con los ojos desorbitados”.
—¿Quién me traicionó? —preguntó.
Con él cayeron los cinco miembros de su círculo de seguridad. En el segundo domicilio cateado fue aprehendida su cuñada, Angélica “N”, presunta operadora financiera del cártel, a quien se había detenido en marzo de 2019 y a la que liberó más tarde el ministerio público federal (las autoridades afirman que ella llevaba las cuentas de las pipas robadas a Pemex).
Cuando nadie lo esperaba, en las caballerizas de la finca, bajo un montículo de comida para animal, las autoridades hallaron una puerta. Detrás de esta se encontraba maniatada, y en condiciones lastimosas, la mujer que el grupo del Marro había secuestrado tres semanas atrás en Apaseo. Aquel secuestro fue su última fechoría.
Termina así una etapa negra en Guanajuato: la década del Marro.
Lamentablemente, queda un infierno por venir: la disgregación del Cártel de Santa Rosa en pequeñas y feroces células, o bien, la absorción de su estructura por un nuevo grupo dominante: el Cártel Jalisco Nueva Generación, que dirige Nemesio Oseguera, El Mencho, y que lleva años peleando por el control de los ductos.
Expertos en temas de seguridad creen que habrá en el estado un nuevo coletazo de sangre: ya sea por el reacomodo del Cártel de Santa Rosa, o por la “limpia” que el Cártel Jalisco emprenderá en los lugares que El Marro deja acéfalos.
Para evitar que el fuego se avive, debe llegar un nuevo golpe, esta vez del lado del Mencho. Pero sobre todo es preciso que se desnuden las redes de corrupción que desde Pemex y el sindicato hicieron posible a José Antonio Yépez, El Marro.
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La caída, anunciada, del Marro
RAZONES/ JORGE FERNÁNDEZ MENÉNDEZ  
Excelsior, 03 DE AGOSTO DE 2020
La detención de José Antonio Yepez El Marro el líder del cártel Santa Rosa de Lima era de alguna forma un golpe anunciada. El Marro estaba cercado desde tiempo atrás y con la caída de prácticamente todos sus principales operadores y de sus familiares y amigos, su suerte estaba echada. Su detención en el poblado de Franco Tavera, en el municipio de Juventino Rosas, mientras que con unos sicarios cercanos mantenía secuestrada a una mujer de la que esperaban cobrar rescate para financiarse, demuestra la debilidad estructural en la que quedó esta organización y su líder, solo, aislado y ya casi sin recursos.
El CSRL no era un cártel tradicional. Si bien El Marro y otros de sus operadores habían sido sicarios y operadores de otras organizaciones mayores, su suerte cambió cuando Yepez regresó a Guanajuato y comenzó a trabajar en el robo de gasolina, en el huachicoleo. Si bien mantenían algunas acciones de narcomenudeo, su grupo, relativamente pequeño, formado en torno a sus familiares y amigos, tuvo fuerza porque se coludió con mandos policiacos locales, algunos presidentes municipales y con trabajadores de Pemex, sobre todo de la refinería de Salamanca. Así fue creciendo y consolidándose una red a la que no pueden ser ajenos empresarios y gasolineras que, sobre todo en el Bajío, compraban, por coerción o complicidad, el combustible robado que les vendía la organización de El Marro.
Durante muchos meses el negocio fue viento en popa hasta que hace dos años aproximadamente, el Cártel Jalisco Nueva Generación en su expansión sobre todo a los estados limítrofes de Jalisco, le plantearon al Marro, que se fusionaran. EL CJNG actúa, hay que recordarlo, como una suerte de marca franquicia, que va incorporando, por el convencimiento o por la fuerza, a bandas locales para que se asocien y operan con su marca, y amplíen así sus zonas de influencia. Esa propuesta fue rechazada por El marro que se sentía ya con una organización poderosa y que no entraba en conflicto con el CJNG. El negocio era muy provechoso: en su mejores épocas le dejaba a la gente de El marro hasta diez millones de pesos diarios.
La respuesta del CJNG al rechazo fue la guerra, que disparó los índices de violencia en todo el estado, en una lucha planteada municipio por municipio, y convirtió a Guanajuato en el estado más violento del país.
Al mismo tiempo, ello obligó a El marro a cambiar tanto la organziación de su grupo criminal, utilizando recursos crecientes en sus grupos de sicarios (originalmente eran muy pequeños porque sencillamente no los necesitaba) pero también recurriendo a otros tipo de delitos para financiarse, desde el secuestro y la extorsión hasta el robo de trailers pasando por el robo de cajeros automáticos. Eso provocó también que El Marro se alejara de la base social que había construido con base en la distribución de generosos recursos.
Desde que comenzó a ser perseguido, por una parte por el Estado y por la otra por sus enemigos del CJNG, tuvo que recurrir tanto a la violencia como a la expoliación de la sociedad, al tiempo que perdía también buena parte de sus apoyos en áreas de seguridad municipales y estatales, en parte detenida, en parte aniquilada por los grupos de Jalisco.
La caída del Marro era inevitable en la misma medida en que fue cayendo su gente, sobre todo su entorno familiar: su madre, su padre, sus hermanas, sus parejas, sus primas, todos manejaban parte del negocio, sobre todo en el ámbito del lavado de dinero y éste progresivamente se fue secando. El último golpe, después de que fue detenida durante unos días la madre de El Marro, fue el congelamiento de numerosas cuentas por parte de la Unidad de Inteligencia Financiera que los dejó prácticamente sin recursos.
La detención de El marro y la destrucción de prácticamente toda su organización es una historia de éxito, pero hay que asumir que el CSRL era, es, una organización criminal atípica, incluso no podría ser considerado en términos muy estrictos un cártel. Es una organización local, que no se dedicó nunca al gran narcotráfico, que estaba localizada en torno a un delitos muy redituable como el huachicol, pero originalmente no en las otras actividades tradicionales de los grupos del narcotráfico.
No creo que, más allá de bandas dispersas, el CSRL tenga futuro. Ese territorio será parte del CJNG y quizás, como pretendían algunos viejos socios de El Marro, pudiera hacer presencia el cártel de Sinaloa para disputar algunos espacios. Pero en realidad lo más importante es romper las estructuras de corrupción que permitieron el crecimiento de este fenòmeno: las complicidades de funcionarios, trabajadores, conocedores de las redes de producción y distribución de Pemex, sobre todo en torno a la refinería de Salamanca. Sólo a partir de allí se podrá, en el futuro evitar que este tipo de organizaciones sigan replicándose.
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Las columnas políticas hoy, lunes 3 de agosto de 2020

TEMPLO MAYOR/Reforma
LA CAPTURA de José Antonio Yépez Ortiz, "El Marro", sin duda es una buena noticia, especialmente para Guanajuato, pero también en términos de política pública. Y es que demuestra que sí pueden trabajar juntos -y dar resultados- el gobierno federal y el del panista Diego Sinhue Rodríguez.
AHORA habrá que ver si la detención del capo criminal es un cambio en la estrategia federal... o si fue un mero chiripazo de domingo. Porque Andrés Manuel López Obrador ha sido insistente en que no quiere mover un dedo contra el crimen organizado, de ahí que resulte tan sorpresivo el operativo contra "El Marro".
POR LO PRONTO, se supone que el jefe del Cártel de Santa Rosa de Lima será huésped del penal de máxima seguridad en el Altiplano. A ver si al rato no salen con que le darán el trato VIP de Emilio Lozoya y lo mandan a su casita.
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BAJO RESERVA/El Universal
‘EL MARRO’ ¿NO HABRÁ SORPRESAS?
La aprehensión de José Antonio Yépez, “El Marro”, líder del Cártel de Santa Rosa de Lima, nos aseguran, no tendrá el mismo final que en el caso de las detenciones de su madre y otros familiares, cuyas detenciones fueron declaradas ilegales y les permitieron quedar en libertad.
Esta vez, nos dicen, la historia es muy diferente, pues se documentó minuto a minuto su captura para garantizar al juez que libró las órdenes de aprehensión en su contra, que el arresto se hizo conforme a derecho. Y por si las dudas, nos dicen, además hubo un delito de secuestro en flagrancia y la víctima fue rescatada con vida. No esperan sorpresas, nos aseguran.
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TRASCENDIÓ/Milenio Diario
Que pasaron apenas 17 días desde la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a Guanajuato, en la que los gobiernos federal y estatal ofrecieron trabajo conjunto frente al crimen organizado, para lograr la captura de José Antonio Yépez Ortiz, El Marro, aunque la ruta para llegar a este punto no fue fácil, pues en 18 meses de la operación Golpe de Timón se aplicaron al menos cinco despliegues sin pescar al llamado rey del huachicoleo.
Por cierto, fue nutrido el número de felicitaciones que recibieron la Federación y la entidad por esta captura, desde los ámbitos político, económico y diplomático, incluido el embajador de EU, Christopher Landau, quien en semanas pasadas dio un espaldarazo a la política contra el crimen seguida por el gobernador de Guanajuato, Diego Sinhue.
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FRENTES POLÍTICOS/Excélsior
5. Remanso de paz. A diferencia del pasado, hoy el gobierno no está sometido ni a la delincuencia de cuello blanco ni tampoco al crimen organizado, sentenció el presidente Andrés Manuel López Obrador, y aseguró que todo recurso sustraído de manera ilegal al pueblo de México regresará a las arcas de la nación.
Resaltó la detención del exlíder del Cártel de Santa Rosa de Lima, José Antonio Yépez Ortiz, El Marro, como un hecho muy relevante contra la corrupción. “La Secretaría de la Defensa, con el apoyo del gobierno, lograron esta detención que es muy importante. Desde luego, hay que seguir atendiendo las causas que originan la violencia”, mencionó. Guanajuato, que se había convertido en el estado más violento, deberá tener un antes y un después tras esta captura… O todo habrá sido en vano.
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CONFIDENCIAL/El Financiero
Durazo abandera colaboración
El secretario de Seguridad Ciudadana, Alfonso Durazo, anunció ayer la detención del líder del Cártel de Santa Rosa de Lima y su traslado al reclusorio federal del Altiplano. Durazo no regateó los méritos que en esta operación tuvieron las autoridades locales de Guanajuato, que contribuyeron al trabajo de las fuerzas federales.
Dejó ver que es crítico que haya coordinación entre las fuerzas de seguridad de los diferentes niveles de gobierno, para conseguir objetivos tan relevantes como la aprehensión de este capo, lo que contribuirá a la pacificación de la zona, una de las más violentas del país.
Vienen ‘leyes Gatell’
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RAZONES/La Razón
• SEDENA Y GUANAJUATO, ACCIÓN CONJUNTA
Independientemente del jaloneo que se dio para ver quién se colgaba la medalla por la autoría y el trabajo principal que permitieron la captura de el Marro, líder del Cártel de Santa Rosa de Lima, la acción coordinada entre la Sedena, a cargo del general Luis Cresencio Sandoval, y las fuerzas especiales de la Fiscalía de Guanajuato, entidad gobernada por Diego Sinhue Rodríguez, representa la posibilidad del trabajo conjunto que sí da resultados.
El freno al potencial violento de una agrupación criminal —si acaso esto se pudiera configurar en el corto plazo tras la detención de José Antonio Yépez—, la contención de las muertes, bien vale evitar cualquier mezquindad en el reconocimiento primario de quienes hicieron bien su tarea.
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