Cuen llegó muerto, la versión de médicos y enfermeras de la Cemsi
Autor | Roxana Vivanco
Rio Doce, Octubre 13, 2024;
Cuen llegó muerto, la versión de médicos y enfermeras de la Cemsi
El personal que recibió el cuerpo del exrector de la UAS la noche del 25 de julio en la clínica privada, declaró ante la FGR
Cuando Héctor Melesio Cuen Ojeda llegó a la clínica Cemsi la noche del 25 de julio, ya estaba muerto. Eso declararon una doctora, dos enfermeras, un camillero y dos empleadas de recepción del hospital privado ante agentes de la Fiscalía General de la República en la Ciudad de México
.Los trabajadores de la clínica fueron citados para declarar en la investigación por el asesinato del exrector de la UAS, que fue atraída por la FGR el pasado 12 de agosto.
Los testigos permanecieron en la capital del país desde el lunes 30 de septiembre y hasta el jueves 3 de octubre. La versión de todos fue la misma, el líder del Partido Sinaloense llegó sin vida a la Cemsi.
Contrario a la declaración del personal del hospital privado, en el certificado de defunción, que emitió el médico que atendió al fallecido, se señala como hora de muerte del político y empresario sinaloense, las 23:27 horas del 25 de julio.
“… al oficio ********************, signado por el encargado de la Dirección de Unidad de Medicina Forense de la Fiscalía General del Estado de Sinaloa, se adjuntó copia certificada del certificado de defunción folio ********************, del que advierte que a las veintitrés horas con veintisiete minutos del veinticinco de julio de dos mil veinticuatro falleció el quejoso ********************”, señala el documento fechado el 30 de julio de 2024.
A diferencia de lo consignado en el certificado de defunción, el 12 de agosto, la entonces fiscal Sara Bruna Quiñónez Estrada, aseguró que la médica urgencióloga que atendió a Cuen en la Cemsi había declarado que este había llegado sin signos vitales, y que “se intentó hacer reanimación, pero no respondió por lo que pudo haber fallecido en el traslado”.
Un amigo cercano a Cuen, quien fue el primero que lo vio en el hospital luego que se se dio a conocer su muerte, dijo a Ríodoce días después, que aún cuando no sabía de esas “cosas”, por las condiciones de rigor mortis que presentaba el cuerpo, “tenía muchas horas muerto, porque estaba frío, frío”.
El líder del PAS fue llevado a la Cemsi luego de haber sido presuntamente baleado a las 21:57 horas en la gasolinera de La Presita, a la salida norte de Culiacán, durante el intento de robo de la camioneta en la que iba de copiloto, de acuerdo a un video difundido por la FGE. Fausto Ernesto Corrales Rodríguez, quien conducía el vehículo, dijo a las autoridades que el político se resistió al asalto, por lo que le dispararon.
VIDEO DE LA GASOLINERA. Se cae la versión de la FGE.
La grabación, junto con la declaración de Corrales Rodríguez, sirvieron a la FGE para sostener como principal línea de investigación del homicidio doloso del político y empresario, el intento de robo del vehículo. Sara Bruna dijo que Corrales Rodríguez relató que durante el trayecto a la clínica, Cuen “le decía que se sentía muy débil”. Momentos después de dejarlo le informaron que había muerto.
El dictamen pericial, concluyó que el exrector murió debido a un choque hipovolémico secundario a laceración de arteria poplítea derecha, es decir por la pérdida grave de sangre, luego de haber recibido cuatro balazos en las piernas.
El 10 de agosto, una carta de Ismael el Mayo Zambada, difundida por su abogado Frank Pérez, desmintió la versión oficial. En ella, el capo aseguró que el líder del PAS, quien era su amigo, fue asesinado “al mismo tiempo y en el mismo lugar”, donde él fue secuestrado. La FGR determinó que dicho sitio es la finca San Julián, ubicada en Huertos del Pedregal.
El Mayo dijo que acudió al salón de eventos el 25 de mayo porque fue citado a una reunión a las 11:00 horas por Joaquín Guzmán López para resolver las diferencias entre Cuen y Rocha por el control de la UAS. Le dijeron que ambos estarían allí, y que al llegar vio a Cuen. En lugar de la reunión, mencionó que el hijo del Chapo lo secuestró y trasladó a una pista de aterrizaje, donde abordó junto con él un avión que lo llevó al aeropuerto de Doña Ana, en Nuevo México.
Ese mismo día, durante la inauguración del nuevo Hospital General de Culiacán, en la que estuvo el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum, Rocha negó haber asistido a la reunión y dijo que si eso le dijeron al Mayo lo engañaron. Aseguró que esa mañana había volado a Los Ángeles en un avión del empresario Jesús Vizcarra, y pidió a la FGR atraer la investigación.
El 15 de agosto y luego de los primeros peritajes, la FGR cuestionó la investigación realizada por la Fiscalía de Sinaloa sobre el asesinato de Cuen. Dijo que la necropsia no estableció de forma correcta los signos cadavéricos inmediatos, temperatura, signos tanatológicos, livideces, ni la descripción correcta y evolución que tuvo el cuerpo, que el cadáver tenía también un fuerte hematoma en la cabeza, que se permitió que el cadáver fuera incinerado, lo que es contrario “a las prácticas criminalísticas sobre investigación de homicidios”.
También señaló que aún cuando había manchas de sangre humana en la batea de la camioneta no se realizaron peritajes ni determinaciones al respecto, no se realizó mecánica de hechos del evento, no se procesó criminalísticamente el lugar de los hechos ni el vehículo, y que en el video de la gasolinera sólo se escucha un disparo, no permite identificar con precisión la fisonomía de los ocupantes y los tres empleados dijeron que no escucharon disparos.
Al día siguiente, Sara Bruna Quiñónez Estrada presentó su renuncia al cargo.
El 21 de agosto, la FGR determinó que la información proporcionada por la Fiscalía de Sinaloa sobre lo ocurrido en la gasolinera “no es aceptable, ni cuenta con elementos fidedignos de prueba para tomarla en cuenta”, y vinculó el crimen de Cuen con el secuestro del Mayo
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