13 mar 2007

Excelsior-Imagen; La Jornada y Milenio Diario entrevistan al Presidente

Tres entrevistas al Presidente Calderón:
Jorge Fernández Menéndez en Excelsior; 13/03/2007;
El encuentro se da en Los Pinos. Así, el diálogo.
-Se suman varias cosas, la visita del presidente Bush y los primeros cien días, pero insisto en que son aún más importantes los dos mil 90 que faltan.
-El inicio es como una metáfora que alguien me hizo respecto a los aviones, el despegue es un asunto de fuerza y el aterrizaje, de pericia, y lo que está entre ambos es menos complicado.
-¿A poco se puede hacer con piloto automático?
No, pero para nosotros el inicio era muy, pero muy complejo por las circunstancias del país. Por eso era tan importante tener un buen arranque y, por lo menos, en la percepción que medimos y la que hemos visto publicada, ha sido con aciertos, con algunos errores también, pero ha sido un buen arranque.
-Un arranque con una marca muy peculiar, porque el 15 de noviembre se debatía si el Presidente tomaría posesión . Hoy se discuten otras cosas
-Sí, si uno compara el panorama y la percepción de la opinión que había hace cien días y la que hay ahora, es totalmente diferente, afortunadamente y para bien.
-¿Cómo se trabajó para modificar esa percepción?
-Uno fue fortalecer la vida institucional del país comenzando por la institución presidencial. La otra fue, ante la gravedad de los problemas que enfrentábamos, asumir con firmeza y determinación los retos más difíciles, el de la seguridad, sobre todo porque no genera resultados a corto plazo, es difícil de resolver, hay un atraso enorme, por lo que sea, porque implica muchos riesgos, incluso personales, genera pocas expectativas de resultados, y la tentación enorme es evadirlo. Nosotros decidimos asumirlo de frente porque era el deber, independientemente de si era estratégico o no y, afortunadamente, ha habido una respuesta de la gente. Hemos actuado también en los puntos que podían debilitar más la estructura del gobierno, sobre todo la falta de articulación y comunicación entre distintas áreas, secretarios, programas. Llevamos un seguimiento muy riguroso de las acciones. Entre otros, el programa de los cien días era un compromiso que quizás todo mundo había hecho en su tiempo, pero nadie le dio un seguimiento cuidadoso, cercano. Nosotros lo hicimos, los medios lo hicieron, y qué bueno, porque tenemos una cultura mucho más exigente de rendición de cuentas. Varios factores nos ayudaron a registrar este avance.
-¿Qué fue lo más complejo, lo más difícil, en el ámbito de la seguridad?
Son muchas cosas, desde la ejecución de los operativos y la articulación coordinada del Ejército, la PGR, la AFI, la PFP, la reconstrucción de las tareas de inteligencia, lo más desafiante para mí sigue siendo las depuraciones que tenemos que hacer en los cuerpos de policías, en todos los órdenes. Las extradiciones fueron muy complejas, fueron decisiones difíciles. El problema en sí mismo es muy desafiante.
-¿Cómo saltar de la agenda de seguridad a la netamente política?
No hemos descuidado ese flanco. En los hechos hemos dialogado con menos espectacularidad, pero con mucha más seriedad y eficacia con el Legislativo y con los partidos. No sé cuántas reuniones he tenido ya con legisladores de distintos partidos, con comisiones, unos vienen más, otros menos. Me he reunido con bancadas completas, la del PAN, la del PRI, la de Alternativa, la del Verde... salvo con la del PRD.
Este mes veremos otros temas de la agenda legislativa que son tan importantes que no se han manejado públicamente. Creo que algo que dañó mucho o que puede dañar mucho la posibilidad de eficacia legislativa, es anunciar o anticipar cosas que no se tienen por ciertas, seguras o que no se han dado. Yo espero que este mes veamos ya avances relevantes, que sean fruto de lo mucho que se ha trabajado en el diálogo sobre temas específicos con otros partidos y actores, tanto en el tema de pensiones como por ejemplo en otros temas...
-¿Cuáles serían los de mayor interés?
Desde luego el tema de pensiones, porque es una bomba de tiempo que el país no puede contener y tiene que arreglar ahora, las pensiones, por lo menos, de los servidores públicos. El otro es el tema fiscal que estamos ya muy cerca de una propuesta pero estamos intercambiando puntos de vista, precisamente, un diálogo serio y muy cercano con legisladores y con analistas.
El tema de la agenda de la seguridad pública, en tres vertientes diría yo. Fortalecer la procuración de justicia; reformar y también fortalecer las instituciones de seguridad pública, tener un Código Penal Único, lo que acabo de presentar, que sí le da más fuerza al gobierno para atacar al crimen organizado... Y un cambio en el sistema de justicia, en los juicios orales, que ahí yo preferí, antes de presentar la iniciativa, llegar con una propuesta consensuada para reducir el margen de error.
Y hacia adelante, después de abordar esos temas, obviamente los que tienen que ver con la eficacia y la competitividad del país sobre todo vinculado al sector energético, aunque todavía los veo más lejos, en términos de inmediatez.
-Sin lo energético, ¿las posibilidades se limitan?
Sí, por supuesto, tenemos un problema serio. Importamos de Estados Unidos 25% de las gasolinas que utilizamos, siendo un país petrolero... Las reservas han declinado estrepitosamente y también la producción. Sí tenemos un problema, pero que tenemos que abordarlo con vistas al largo plazo. Sin embargo, es tan importante que requerimos realmente generar un consenso de hacia dónde debemos llevar la regulación porque no podemos darnos el lujo de fallar. Tenemos un tiempo muy justo, pero más vale utilizarlo para procesar un consenso elemental que no hemos alcanzado.
-¿Lo mismo sucede en el ámbito hacendario?
Creo que ahí estamos más cerca, hay mucha más conciencia del tema, ahí sí hay un consenso de la enorme necesidad de incrementar los ingresos públicos. Nos estamos acercando a una propuesta que creo que les va a gustar a todos los legisladores y se trabaja en ella con mucha seriedad, fuera de reflectores.
-Pero con diferentes actores...
Sí, sin descuidar el trabajo diario, la Secretaría de Hacienda me presentó el esbozo general y luce prometedor.
-Se puede saber ¿cuáles serían los principales puntos?
Ciertamente, no.
-¿Pero cuál sería el objetivo central?
Aumentar la recaudación, hacer más competitivo al sector productivo, ampliar la base de contribuyentes, la base fiscal en realidad, acercarlo mucho a una reducción de tasa, en fin... Lo que sí puedo advertir y anticipar es que sería una reforma que tomaría mucho tiempo para ser implementada, en una transición gradual.
-¿Será una propuesta del Ejecutivo?
Si los legisladores lo piden, yo no tengo ningún inconveniente en que así sea, lo que ocurre es que prefiero que diseñemos cuál es el mejor mecanismo para que salgan las cosas y que en función de ello decidamos quién presenta y qué cosas. A priori no debemos juzgar quién deba presentar antes de que tengamos qué debemos presentar … Ahora entiendo el reclamo de los legisladores de que el Presidente asuma la responsabilidad que le corresponde en cambios y reformas trascendentes y yo asumiré la responsabilidad para impulsarlos.
-En el ámbito político ¿cómo ha funcionado la relación con gobernadores y partidos?
Es muy buena, honestamente. Con los gobernadores en particular, los de todos los partidos. Con los partidos también. No lo es formalmente con el PRD pero debo reconocer que sus legisladores, sus gobernadores, están teniendo un trato fluido y constructivo con los legisladores de todos los partidos, incluyendo el PAN, y con el gobierno, a través de distintos secretarios y dependencias.
-¿Con las instituciones?
Me siento bien, aunque me gustaría que avanzáramos más en el diálogo directo, pero por lo pronto ha habido canales adecuados para dialogar, para comunicarnos y para cooperar.
-¿Es mala la relación del Presidente con el PAN?
No, la verdad no, yo le estoy muy agradecido al PAN, a su militancia, a los legisladores, por la enorme colaboración y apoyo que me han brindado en estos cien días, incluso a la dirigencia de Manuel Espino haber tenido una relación cercana. La verdad es que nos comunicamos y nos coordinamos más de lo que parece, esa es la verdad. Y seguramente esta relación seguirá perfeccionándose y mejorando a lo largo del tiempo.
-¿Crean turbulencias las intervenciones del ex presidente Fox?
Pues llaman mucho la atención de los medios y de la opinión pública pero pienso que por una parte es su manera de ser y, por la otra, estoy seguro de que no hay en él la menor intención de dañar o perjudicar, al contrario, creo que tiene una enorme disposición y lo ha manifestado y lo sé, de colaborar para que mi gobierno sea exitoso, cosa que agradezco y nada más. Bueno, mete ruido en el sentido de que captan mucho la atención, son noticia, generan polémica, pero me parece que obedece más a una manera de ser. Debo además agradecerle que, en los últimos días y semanas, el ex presidente ha sido muy escrupuloso, se ha esforzado en tener cuidado en sus señalamientos y comentarios, a partir ciertamente de las criticas que se han hecho respecto de algunos, y pues eso yo lo agradezco.
-Llega en unas horas el presidente Bush. Después del encuentro en Washington, es la primera reunión formal, ¿qué se puede esperar de ella?
Hay que ser cautos en la generación de expectativas.
A mí no me gusta generar muchas, prefiero que las cosas ocurran y entonces comentarlas, pero lo que la gente debe saber más bien es que la relación con EU es la más importante para México y esta reunión debe abonar a tener una relación constructiva, fructífera, respetuosa para ambos países, y, yo no descartaría, no quitaría el dedo del renglón, para que ojalá que así como para México la relación con EU es la más importante, también para ellos y su gobierno la relación con México sea la más importante. De hecho, así lo dijo el presidente Bush.
-Antes del 11 de septiembre
A pesar de tan nefastos acontecimientos, que no podemos dejar de condenar y de externar nuestra solidaridad con el pueblo americano, yo creo que sería útil para la vida de ambos países el que se retomara esa afirmación de principios de su gobierno. Yo sé que es tarde y que le quedan dos años o menos para terminar su presidencia; sé que están ocurriendo muchas cosas, pero bien dice el dicho: más vale tarde que nunca. Y me parece que es oportuno ahora, sin demérito de las otras preocupaciones y prioridades que han surgido a partir del 11 de septiembre, que se enfoque la relación en su verdadera dimensión con México y América Latina. Aparentemente, este viaje es una respuesta, para algunos tardía pero respuesta al fin, a esta necesidad de relación con AL y habrá que aprovecharla.
Pero no hay que esperar mucho de una reunión como ésta. Se avanzará sobre los temas de la agenda bilateral que nos va a permitir acercarnos, quizás llegar a algunos acuerdos de cosas que se vienen trabajando, pero lo importante no es definir la relación en función de una reunión, sino la relación en función de un continuo en el trato, en la atención y en el abordaje de problemas.
-¿La idea es "desmigratizar" la agenda?
Tenemos que ser capaces de ponderar de manera integral la importancia de la relación bilateral, evitar que un solo tema monopolice y, peor aún, obstaculice el resto de la relación. Nosotros tenemos que hablar del tema migratorio, sí, pero de la seguridad, el narcotráfico, el comercio, la inversión y el medio ambiente, de muchos temas que forman parte de la relación bilateral, y avanzar en todos, sin menoscabo de que algunos representan mucho más para los mexicanos que otros. Sería un error permitir que la relación se estanque por la falta de avance en uno o en otro tema.
-Si uno analiza la gira del presidente Bush, una de las quejas es que va con buena voluntad pero sin programas y acuerdos concretos, quizás con la excepción de Brasil. ¿Hay condiciones para que tengamos algunos acuerdos concretos?
Es posible que se den algunos. Si uno revisa el acuerdo con Brasil, del etanol, es un acuerdo de cooperación…
-...de buena voluntad...
... De ese tipo podemos tener y muchos. Ya hemos tenido algunos muy fructíferos este año, la entrada del aguacate mexicano a todo el territorio de EU, por ejemplo, la de transporte y de tractocamiones mexicanos, algo inédito y que se había obstaculizado desde la firma del TLC en 1994; tenemos otros acuerdos en los que sí habrá un avance y seguramente se concretarán en la reunión, pero, insisto, tampoco quiero generar expectativas porque no hay manera que de una reunión así surja algo que requiere un abordaje de meses y a veces de años en el tratamiento de las relaciones.
-Hay quienes han dicho que usted debe ser el contrapeso antipopulista de la América Latina no chavista
Hay varias cosas. México tiene un lugar en América Latina por su tamaño, su economía, su historia, su cultura, su posición geográfica, por muchas cosas. Tiene una importancia per se en América Latina y el rol que debe de jugar debe ser acorde con esa importancia en la región, pero eso debe de ser con independencia de lo que piense o diga o deje de pensar o deje de decir EU, su Congreso o su gobierno. Sí creo que México debe asumir un rol de liderazgo que permita equilibrar y ponderar el rumbo de América Latina y, de alguna manera, sí, asumir elementos de equilibrio que son imprescindibles. México tiene mucho más que aportar, mucho más responsabilidades que asumir quizás en comparación con otros países y lo vamos a hacer. Pero al margen de la estrategia o la preocupación de EU.
-Unos días antes de la elección presentó su libro y en él relata cómo le gustaría contarle a sus hijos el final de su presidencia. ¿Se va ajustando hoy a lo que se ve desde esta oficina?
Poco a poquito, sí. La verdad es que estamos muy enfocados a dar el seguimiento a los temas, pero más allá de que si se van cumpliendo, en términos generales, sí. Creo que lo claro es no perder el foco y la perspectiva del futuro. Esta es una gran batalla por el futuro de México. Esa es la vocación que yo siento. Me gusta mi trabajo de Presidente, lo ejerzo con intensidad y a plenitud. Trato de aprovechar, entender y hasta la palabra correcta no creo que sea disfrutar, pero sí en el buen sentido de vivir intensamente bien y feliz lo que estoy haciendo y en la perspectiva y en la mente de futuro está lo que quiero para México y mis hijos. Y estos cien días, más allá de errores, de aciertos, están puestos en la trayectoria del futuro que queremos construir. Me siento contento y agradecido porque se me haya permitido transitarlos en esta hermosa responsabilidad y, bueno, dispuesto para pelear los dos mil y pico que faltan...
-Dos mil noventa...
Dos mil noventa que aquí esperamos yendo al encuentro con mucho entusiasmo y mucha energía.
Elena Gallegos y Claudia Herrera, de La jornada, entrevistan
a FELIPE CALDERON HINOJOSA, PRESIDENTE DE LA REPUBLICA
En una larga conversación con La Jornada -la primera que sostiene con este diario desde que ganó la candidatura presidencial-,
A continuación se reproducen extractos de la entrevista realizada ayer es su despacho en Los Pinos:
-¿Cuál es la decisión más difícil de estos 100 días?
-¡Híjole! Son varias. La más compleja ha sido la integración del gabinete.
-¿Se siente satisfecho?
-Sí. Aunque, bueno, esa decisión fue propiamente en los días previos. En cuanto a estos 100 días, pues las acciones en materia de procuración de justicia: los operativos, las extradiciones.
-En unas horas será anfitrión del presidente George W. Bush, ¿qué espera de la visita?
-No me gusta generar grandes expectativas en temas difíciles.
Espero que la relación pueda ser fortalecida y seguir con una estrategia que nos permita defender los intereses nacionales. No doy por descontado, aunque sé que es difícil, que así como para nuestro país la relación más importante es con Estados Unidos, que Washington reconozca y valore que la relación con México también es la más importante. El presidente Bush lo dijo en 2001, antes de los atentados del 11 de septiembre.
"Mucho se ha dicho que el viaje del presidente Bush es tardío -continúa-, pero más vale tarde que nunca; más vale que en los últimos años de su gestión se dé y se reconozca la importancia que tiene la relación con México."
-Hay quienes señalan que Washington buscará usarlo como ariete contra los gobiernos de izquierda en Latinoamérica...
-¡No lo permitiría! La verdad -ataja- es que no me interesa ser instrumento de Estados Unidos ni de ningún otro país. He dicho abiertamente que México debe ejercer un liderazgo en la región acorde con su tamaño, historia, posición geográfica y económica en un momento en el que América Latina está necesitada de ponderación, equilibrio y sensatez, e inmersa en una discusión acerca del rumbo que deben tomar nuestros países.
"Mi propósito es que México asuma un liderazgo claro, independientemente de lo que piense o deje de pensar... de lo que quiera o deje de querer Estados Unidos. Y no creo que ayude en nada esa identificación (de ariete)."
-Entonces sí tiene la percepción de que dejamos de ser como el hermano mayor...
-La importancia de México en la región no se ha perdido. Hay muchas cosas que reconstruir y fortalecer en lo que se refiere a nuestra presencia diplomática.
-Con Cuba las relaciones están prácticamente congeladas, ¿seguirán así?
-Ya las sacamos del congelador y estamos trabajando discreta pero intensamente en restablecer una relación cada vez más fluida y sólida.
-¿Se ha propuesto viajar a Cuba?
-Inclusive lo hemos planteado. He expresado mi interés en visitar a Fidel Castro, e independientemente de que me alegra tener noticias de que se recupera, no descarto la posibilidad de programar una visita de trabajo o de Estado a la isla. Para ello tiene que haber un proceso que acelere el restablecimiento de una relación diplomática constructiva con ese país.
-Pasaron casi nueve meses del 2 de julio. Desde Los Pinos, cuáles diría que fueron las lecciones que le dejaron los comicios y el conflicto poselectoral.
-Tiene que reformarse, transformarse la manera en que integramos autoridades. Es decir, los procesos electorales. Nos falta todavía mucho camino que recorrer para asumir con objetividad y veracidad una cultura democrática que tiene que darse cuando se gana o se pierde. También veo que el país requiere respuestas muy, muy rápidas a males que son añejos y que están muy enraizados en el sentimiento de la gente.
-Usted ha puesto énfasis en el fortalecimiento de la institución presidencial, ¿qué tanto tiene esto que ver con las pifias y los excesos verbales de su antecesor?
-Yo no juzgo al ex presidente. Cada quien afronta con estilos diferentes las circunstancias que le toca enfrentar. Lo que sí creo es que el ejercicio del poder público, concretamente de la Presidencia, tiene que hacerse con mucho respeto a los ciudadanos y a la institución misma.
"En la medida en que se descuida esa vinculación de respeto, se debilita la capacidad misma del poder público. Por eso sé que, más allá de lo cercano o familiar que uno se perciba, es muy importante cuidar las formas, imágenes, tradiciones, contenidos..."
-Las recientes declaraciones del ex presidente Fox (señaló que se tuvo que "retirar" del proceso de desafuero emprendido contra Andrés Manuel López Obrador, pero que el 2 de julio se desquitó con el triunfo de Calderón) parecen no ser producto de la casualidad...
-Tienen mucho que ver con su manera de ser -dice Calderón, quien más tarde recibió al ex mandatario en Los Pinos, donde compartieron la comida-; yo lo entiendo así. Lo respeto y valoro. Me queda claro que ninguna de sus declaraciones han sido de mala fe o con intención de causar algún perjuicio. Forman parte del estilo.
No se queda ahí, al precisar: "considero además que él, conociendo su propio estilo y su manera de ser, también ha hecho un esfuerzo importante por moderarse y ser cauto, por lo menos últimamente, lo cual yo valoro".
-Si no, lo tendríamos declarando a diario...
El presidente Calderón sólo esboza una sonrisa.
-¿Se les debe seguir pagando o no a los ex presidentes? -se le cuestiona.
-Tanto lo del sueldo de los presidentes como la posibilidad de que perciban una pensión lo debe determinar la gente que sabe. De lo que sí estoy convencido es que debe preservarse la seguridad. En mi caso, por supuesto, estoy absolutamente convencido, porque hemos tocado muchos intereses.
"Tal vez debe revisarse también el marco de acción de los presidentes y secretarios de Estado cuando dejan su encargo. Todavía hace falta mucho en la legislación que existe en materia de conflicto de interés, manejo de información privilegiada, etcétera. Lo que creo es que no son cosas que se definan, en un sentido o en otro, desde el impulso político."
-Para usted la seguridad física de los ex presidentes es asunto de seguridad nacional.
-¿Cuidarlos? Sí.
-Antes de tomar posesión, el ex presidente Fox dijo que gobernaría él, no el PAN. Ahora parece que usted tampoco puede gobernar con su partido, porque hay una parte del panismo con la que tiene diferencias. Manuel Espino va y dice en Colombia, por ejemplo, que ocho gobernadores priístas apoyaron su campaña...
-Yo estoy muy agradecido con el PAN, con los militantes, con los legisladores. Me siento y estoy, generalmente, en casa con los panistas. Con el presidente Espino, pues tengo una relación respetuosa, más coordinada de lo que parece, digámoslo así. Esto también corresponde a estilos y formas de pensar distintas.
"Hago todo mi esfuerzo y sé que él también, para armonizar esa relación, para que que finalmente la Presidencia y el gobierno funcionen bien, y en eso el PAN tiene que jugar un rol muy relevante."
-Es el partido en el gobierno...
-El partido asume una responsabilidad al postular a un candidato y al ganar una elección. En el gobierno esa corresponsabilidad debe ejercerse, valga la redundancia, responsablemente.
-¿Qué errores no repetiría, de la experiencia de Fox en su relación con el PAN?
-Más que juzgar a Fox -vuelve a repetir la frase- lo que creo es que el partido en el poder debe ejercer el gobierno corresponsablemente. No puede haber un abandono; no puede decirse, 'bueno, ahí está el gobierno y yo seguiré siendo oposición porque esa es mi naturaleza'. No es así. Ganar es una oportunidad de gobernar. Esta es la parte más importante: el PAN, y me incluyo porque esa cultura la aprendí y viví durante mucho tiempo, tiene que asumirla reflexivamente.
-¿No le han resultado más complicados Fox y Espino, que López Obrador?
-Ehhh... Ninguno de los dos o de los tres han sido complicados, lo que se dice complicados. Cada uno ha asumido una actitud acorde con sus convicciones y preocupaciones. Yo no veo complicación en ello.
-¿Le incomoda que se haya reactivado la comisión que investiga a los hijos de la señora Marta Sahagún?
-No me incomoda. He sido legislador varias veces y sé que esas inquietudes deben ser desahogadas y esclarecidas. Lo único que pido es que así como nadie debe ser exonerado cuando haya pruebas que lo incriminen, tampoco nadie debe ser acusado o condenado cuando no las haya.
-¿Cómo va a evitar que los parientes sean usados por empresas para hacer negocios con el gobierno?
-El tema de los parentescos debe ser regulado no sólo para evitar situaciones reales o aparentes de nepotismo, sino para evitar el tráfico de influencias, que muchas veces se da sin el consentimiento o el conocimiento del propio gobernante. Hay una tendencia a usar o aprovecharse de la cercanía, el manto de la influencia y hasta el apellido. A mí, por ejemplo, me han salido, en estos meses recientes, muchos parientes -se ríe.
"Tomé la decisión, y la conoce toda mi familia, que de ninguna manera habrá trato preferencial para ellos, para nadie. No ha faltado quien lo tome como una señal de agravio y desatención, pero ni hablar."
-Prometió que rebasaría por la izquierda a López Obrador, ¿a qué se refería con izquierda? ¿Mantiene ese propósito?
-Fue una expresión muy citada, ¿no? A lo que me refería y me refiero es a tener un gobierno con una política social muy activa, con políticas públicas eficaces para abatir la desigualdad. En este arranque de gobierno la agenda ha estado dominada por el tema de seguridad, pero mi esfuerzo se encaminará a lograr que la agenda social sea el referente para la gente que ha sufrido la falta de equidad durante décadas.
-¿Le ha pesado la sombra de López Obrador?
-No. La verdad, no. Me parece que tiene un liderazgo social muy relevante, El ha seguido con sus ideas, con las cosas en las que cree. Trabaja intensamente, desde luego, en articular una red de soporte de seguidores, lo cual me parece válido y lícito, incluso hasta deseable, porque es fundamental que puedan canalizarse de manera articulada las distintas expresiones políticas. Yo le sigo guardando el mismo respeto de siempre.
-¿Y su relación con Marcelo Ebrard?
-Es buena; constructiva. No es directa del jefe de Gobierno con el Presidente de la República. Me gustaría que lo fuera, porque se avanzaría más. La colaboración entre los secretarios es cotidiana, fluida. Los operativos, dignos de encomio, que ha emprendido Marcelo Ebrard, han contado con el respaldo, discreto si se quiere, tanto de la AFI (Agencia Federal de Investigación) como de la PFP (Policía Federal Preventiva) y la SIEDO (Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada).
"En mi propuesta de Ley de Ingresos contemplé el techo de endeudamiento que solicitó el jefe de Gobierno. Quisiera mayor espacio de colaboración, porque los más altos índices de inseguridad en el país los padece no sólo la ciudad de México sino la zona metropolitana. Hay muchas coincidencias. Podemos colaborar hasta en el programa de estímulo al uso de la bicicleta. Yo creo que es necesario echarme unas carreritas con Marcelo Ebrard."
-¿Qué tan bueno es en la bici?
-Pues regular, aunque siempre he tenido bici.
-¿Existe o no, para usted, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, porque nunca lo menciona? ¿Existe o no el conflicto?
-Sí, por supuesto. Efectivamente no lo menciono frecuentemente. Tampoco está, para bien o para mal, en los temas relevantes de la agenda nacional. Respeto además al zapatismo, porque abrió una conciencia nacional que no teníamos respecto de la dramática desigualdad social, sobre todo en las zonas indígenas.
"Existe pues, como movimiento articulado en torno a ideas y propuestas. No ha incurrido en acciones de guerra, lo cual yo celebro y aplaudo, porque finalmente implica un gesto de responsabilidad con el país y creo que hay que seguir actuando en los temas de equidad y política social."
-¿Hasta dónde está dispuesto a aceptar y tolerar la crítica? ¿Qué recogerá de ésta, y cuál será su relación con los medios críticos?
-He aprendido mucho de mis críticos y, sobre todo, de los caricaturistas. Tener referentes críticos habiendo sido yo mismo un crítico durante tantos años, es de gran utilidad. Lo que busco es que los cuestionamientos se den en torno a principios de verdad, de veracidad, y tendré una relación respetuosa e indiscriminada con todos. En México, como en cualquier país, siempre es preferible apostar por la libertad que pensar en cualquier tipo de restricción.
-¿Está de acuerdo con que más de 80 por ciento de los recursos públicos que gobiernos y partidos destinan para difundir sus programas y propuestas se concentren en medios electrónicos, principalmente las televisoras?
-Es urgente reformar el marco político-electoral. Nosotros hacemos nuestros planteamientos y dejamos el espacio institucional del Congreso. Qué bueno que los legisladores estén asumiendo un liderazgo en materia de reforma del Estado y político-electoral. No quiero frustrar o estorbar a este propósito tratando de meter, a como dé lugar, una agenda propia del Presidente.
-¿Su gobierno está pagando facturas por los apoyos recibidos el 2 de julio, con el PRI, con Elba Esther Gordillo, con los empresarios...?
-En la campaña puse a mi equipo la regla de que la recaudación que se tuviera fuera lícita y no dudosa en su origen. Como lo dije en su momento a los donantes: yo no tengo ningún compromiso, el único es ganar. Me ayudaron mucho las circunstancias, porque había temor a mi oponente (se refiere a López Obrador), así que mucha gente lo único que buscaba era mi triunfo.
"Después de la campaña reuní a los donantes. Les dije, 'gracias por su apoyo y también por no haberme pedido nada, porque voy a gobernar con absoluta libertad'. De hecho, hay gente que colaboró en la campaña y a la que le han afectado significativamente muchas medidas fiscales que hemos tomado.
"En cuanto a la señora Elba Esther Gordillo -argumenta-, ella es la líder y la presidenta del SNTE (Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación). Tengo una relación de respeto, obligada, con ambos. La tengo yo al igual que los gobiernos panistas, priístas y perredistas. Prefiero esa relación de frente, con acuerdos políticos claros que me permitan no sólo gobernar, sino establecer, de parte de ellos, compromisos con la calidad educativa y con otras reformas al sector que, sin su concurso, no se darían.
"Respecto del PRI puedo decir que está asumiendo, de manera responsable, su rol como partido de oposición, y eso le está dando una importancia mucho mayor a la que tuvo en las urnas. A mí me gustaría tener una relación igual de constructiva con el PRD, y estoy seguro que a este partido le iría mucho mejor de como le va ahora. ¿Por qué? Porque la gente valora la cooperación, el diálogo. Hay una madurez en nuestra cultura política y una opinión pública sensata; van un paso adelante de los partidos, por desgracia."
-¿Buscará esa relación con el PRD?
-Sí, la he buscado y espero que el PRD lo procese, aunque más allá de si hay o no relación conmigo, los gobernadores perredistas actúan de manera constructiva y son correspondidos. Lo mismo puedo decir de los legisladores.
"Volviendo a su pregunta anterior, tengo la firme convicción de que el único compromiso que tiene el Presidente es con el país, más allá de que en el gobernar cotidiano haya factores reales de poder que se enfrentan todos los días, y frente a ello hay que escoger las batallas adecuadamente."
-En Oaxaca hay una crisis de derechos humanos. Durante el conflicto murieron 23 personas y 200 están en las cárceles. Para el gobierno federal, ¿ya terminó el problema?
-No, al contrario. Es un tema muy delicado. La única manera de enfrentarlo es siendo escrupulosos en el manejo de la ley. Para unos y para otros. La ley tiene que aplicarse al gobierno del estado y a los secretarios y ministerios públicos, y también a los ciudadanos. En eso se tiene que ser absolutamente parejo.
"Le he dado instrucciones al secretario de Gobernación para que haya un seguimiento cercano y puntual de ese tema. Vamos a atender y revisar escrupulosamente las recomendaciones de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos para evitar que instituciones federales, por cualquier motivo, incurran en violaciones. Tampoco habrá solapamiento de ningún tipo."
-El uso del Ejército en los operativos, el matiz de sus recientes iniciativas en materia penal, producen temor de que haya tentación autoritaria, mano dura...
-No tengo ninguna tentación autoritaria, y no creo en la mano dura. Creo, en cambio, en la mano firme. La mano dura tiene connotaciones de violación a derechos humanos, ignorancia de la ley, desconocimiento de la democracia. Yo me formé en la lucha por los derechos humanos, por la democracia, por la legalidad. El Estado, en cambio, debe tener claridad y firmeza en el combate a enemigos verdaderamente peligrosos.
"El grado de descomposición y de avance de la delincuencia organizada es tal, que debemos acumular toda la fuerza del Estado para hacerle frente en una batalla que no podemos darnos el lujo de perder. Las organizaciones criminales, con la mano en la cintura, comenzaron a decapitar gente y a aterrorizar a la población, y por eso se requiere de todos una respuesta sólida y contundente. Sé que mi tarea como Presidente es tomar el toro por los cuernos y no evadir esa responsabilidad."
-¿No teme que involucrar al Ejército en esas tareas se traduzca en violaciones a los derechos humanos?
-Eso no depende de que sean militares o no. Pueden ser policías o ministerios públicos. Lo evitaremos en la medida en que seamos capaces de hacer valer el marco institucional, y que medios y sociedad vigilen su actuación. No vamos a tolerar ningún acto de impunidad del Ejército o de quien sea.
A manera de despedida, comenta: "he estado pendiente del caso de la señora que se dice asesinaron en Zongolica (tras una presunta violación tumultuaria por militares). La CNDH intervino, y lo que resultó de la necropsia fue que falleció de gastritis crónica no atendida. No hay rastros de que haya sido violada. Ojalá ustedes puedan tener, por sus medios, acceso a esa información".
Entrevista de Julian Andrade Jardi al Presidente Calderón:
Milenio Diario 13/03/2007);
-¿Cuál sería la mayor satisfacción de estos 100 días?
Lo primero es la aceptación de la gente, a pesar de las adversidades que hemos encontrado y enfrentado. Si uno compara cómo se veía el panorama del país y específicamente de mi gobierno antes del 1 de diciembre y de cómo se ve ahora, es evidente que cambió para bien. Tengo claro que asumí el control del gobierno con firmeza y claridad. El inicio de la administración no ha estado exento de dificultades pero el balance, con claroscuros desde luego, es positivo y así lo aprecia la gente.
-¿La mayor frustración?
Los desafíos son enormes. Uno es el desafío de la criminalidad y la inseguridad, en el que ciertamente se demostraba un deterioro mayor, quizá mayor al que se hubiera estimado. Esta es la batalla más larga y es probable que no me toque a mí terminar completamente, pero no me cabe duda que hemos actuado correctamente y no había otra alternativa que la de avanzar. Recuperé el control para el Estado de varias regiones del país y pasamos a la ofensiva.
-Pero no todo fue el tema de la seguridad…
En efecto, otra cosa que vislumbramos es la propia situación económica, las condiciones adversas que enfrentamos con la baja del crecimiento en la economía de Estados Unidos, con el aumento de los precios del maíz y la baja de los precios del petróleo y la caída de la plataforma de producción petrolera. Eso teníamos que enfrentar y van tomando un rumbo positivo. Ya para el mes de febrero se crearon 116 mil nuevos empleos que se registraron ante el Seguro Social. Todavía no lo quiero tomar como una tendencia, pero es un buen indicador. En el combate a la pobreza es donde tenemos que intensificar más las actividades. No estoy satisfecho y tenemos que actuar rápido.
-¿A quién le fue bien en estos meses, a qué sectores?
Sería muy difícil o imposible hacer un cálculo por sectores, pero yo veo que hay una recuperación importante de la tranquilidad para los ciudadanos en muchas zonas del país. En términos de perspectivas económicas ha sido bueno para la inversión. Uno de los objetivos del gobierno es que haya inversión suficiente para generar empleos. Hay beneficios con los programas al campo, adultos mayores, mujeres y jóvenes y si uno los revisa se percibe quiénes son los beneficiarios de estos días de gobierno.
-Usted dijo que el gabinete estará a prueba y que nadie tiene seguros los seis años. ¿Cómo va el gabinete en este primer tramo?
Bien, compacto y eso me da mucho gusto. No hay como tener coherencia en los programas y en los planes. Veo al gabinete adquiriendo confianza.
-¿Quedó atrás el gabinete Montesori?
Yo creo que cada quien tiene su estilo de gobernar. A mí me gusta estar encima de los asuntos que me conciernen, darles seguimiento cercano. Dar libertad a quien es responsable del área, pero al final del día a quien le van a pedir cuentas es a mí. Por eso me gusta revisar minuciosamente los asuntos más delicados, estar al tanto de todos los temas.
-¿Cómo se lograron conjurar los ánimos de enfrentamiento, la crispación?
Se respira un ambiente mucho mejor del que se respiraba antes del 1 de diciembre, esto es cierto, al margen de que no todo o no gran parte se debe a lo que hayamos hecho aquí, pero lo que hicimos fue asumir con firmeza, con confianza y aplomo las responsabilidades del gobierno. Dejamos claro que actuaríamos en apego a la ley y con claridad y honestidad al definir el rumbo del gobierno al principio y para el largo plazo.
-¿Esto tendría que ver con la estrategia del arranque en el gobierno?
En realidad las 100 acciones respondieron a una estrategia para definir lo que íbamos a hacer y eso ha generado certidumbre en lo político y en lo económico, sobre todo en lo que se refiere a las políticas públicas que va a seguir el gobierno. He asignado como una línea de trabajo al gobierno, en lo jurídico, el respeto a la ley, en general todo un marco de certidumbre que mejoró las perspectivas del país.
-Hablando de retos, ¿hay contactos con los sectores más críticos, con Andrés Manuel López Obrador?
Hemos tenido una relación normal con las autoridades del Distrito Federal, con el propio Partido de la Revolución Democrática y con sus legisladores. Es la relación que debe llevarse a cabo, más allá de fotografías. Con los gobernadores el trato también es fluido.
-¿Qué puede cambiar de nuestra relación con Estados Unidos?
Son situaciones muy complejas y yo no soy muy amigo de tener grandes expectativas; sin embargo, no hay que quitarle la importancia que tiene para México. Nuestra economía está vinculada para bien o para mal a la economía estadunidense, millones de mexicanos viven ya en EU y otros más se mueven en una migración que no se puede detener. Es una relación a la que hay que destinarle tiempo y el cuidado adecuado.
-Pero entonces ¿qué se puede esperar?
De cómo se lleve la relación podremos esperar una mejora o un deterioro de los temas de la agenda bilateral: migración, narcotráfico y comercio. Espero que EU asuma que la relación con México es la más importante para ellos, tal como lo dijo el presidente Bush en 2001, poco antes del atentado del 11 de septiembre.
-En el marco de esta relación ¿que significado pueden tener las extradiciones de los grandes capos del narcotráfico?
Es un tema muy delicado que obedeció, más bien, a una estrategia de no impunidad contra quienes están generando violencia. La verdad es que se conjuntaron una serie de factores que ya venía empujando el gobierno anterior con los procesos de extradición.. Los magistrados tomaron una determinación y se tenía que actuar de inmediato.
-¿Qué tanto riesgo significaban?
Lo lamentable es que muchos de estos capos controlaban desde dentro de prisión a sus respectivos cárteles y organizaciones y se estaban incrementando significativamente los actos de violencia. Fueron estas razones, más que las diplomáticas, las que nos llevaron a otorgar en términos de ley las extradiciones anticipadas, pero esta decisión se había tomado antes de que yo asumiera la Presidencia.
-¿No se renunció de algún modo a la soberanía, a la posibilidad de castigarlos aquí?
No, no renunciamos, porque aquí las causas siguen abiertas y los procedimientos siguen adelante, pero una de las causas que motivaron el tomar esta decisión fue el asesinato de jueces, como el que llevaba la causa de Osiel Cárdenas (René Hilario Nieto Contreras) y que fue asesinado en la ciudad de Toluca.
-¿Qué papel jugará México en el caso de Cuba?
Ahora el resto es restablecer las relaciones de una manera ordinaria y fluida y colaborar para cualquier cosa que determinen los cubanos acerca de su propio futuro. México puede estar más cerca de Cuba y prestar la mejor ayuda posible.
-¿Cómo ve a su partido?
No me corresponde hacer una evaluación del Partido Acción Nacional, respeto sus decisiones y estoy agradecido con la militancia, con sus legisladores por el apoyo que me han dado en estos 100 días.
-¿Con Manuel Espino?
Tenemos una relación respetuosa y de colaboración, de mucho respeto y de mucha mayor colaboración de lo que aparece en los medios. Nos entendemos y estamos trabajando de manera coordinada.
-¿Vicente Fox?
Le tengo un gran aprecio personal y ojalá esté disfrutando estos días de retiro y descanso.
-La Cámara abrió, de nueva cuenta, la comisión para investigar a los hermanos Bibriesca. ¿Cómo se ve eso desde la Presidencia?
Voy a ser respetuoso de lo que el Congreso decida. Yo lo que pido es que a nadie se le castigue en contra de la ley y que a nadie se le exonere en contra de la ley.
-Hay personajes en la vida pública que son una especie de demonios. Pienso en dos de ellos, los gobernadores de Oaxaca y de Puebla, Ulises Ruiz y Mario Marín. ¿Qué se va a hacer o no hacer desde la Presidencia con ellos?
Se tiene que ser muy escrupuloso con la ley y lo que las autoridades judiciales o el Congreso dispongan. Voy a gobernar para todos sin exclusión y eso implica el ser capaz de llegar a una negociación respetuosa con todos.

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