Publicado en Nuevo Excelsior, 25/09/2007;
- El EZLN se acerca al EPR
El desafío de los grupos armados no debería ser subestimado ni por el gobierno ni por las oposiciones, particularmente por un PRD que no comprende que, pese a todo, es visto con distancia y desconfianza por esas organizaciones, incluso como un enemigo potencial. Ayer mismo se divulgó un nuevo comunicado del EZLN firmado por Marcos que respalda las demandas del EPR y parece sumarse a ellas. No es la primera vez en las últimas semanas que, de una u otra forma, el zapatismo se ha unido a demandas del EPR, y pareciera que la radicalización de éste último ha logrado influir en el EZLN para endurecer sus posiciones: por primera vez resulta evidente que la gente de Marcos ha perdido la iniciativa en la lógica interna de los grupos armados, y hoy sigue la línea que le marca el eperrismo.
El comunicado del EZLN sostiene que tienen diferencias de "concepción, estructura, método, análisis e historia" con el EPR, pero que los "reconoce y respeta", una posición bastante lejana a la de años atrás, cuando el zapatismo prácticamente ignoraba (o criticaba abiertamente) al eperrismo. El mismo comunicado incluso se intenta colocar a la "izquierda" de sus amigos-enemigos en el mundo de la lucha armada, al criticar duramente al presidente Calderón, al sistema de partido, incluso al PRD, pero también a López Obrador y al gobernador de Chiapas, Juan Sabines. El EPR en sus comunicados no sólo ha aislado a López Obrador sino que, en lo que muchos analistas de movimientos armados consideran una suerte de deformación ideológica, ha asumido como propio el lenguaje del ex candidato en sus comunicados.
Llama la atención también una diferencia importante: el EPR critica al PRD, pero lo hace en forma selectiva. Ataca sobre todo a la corriente Nueva Izquierda, incluidos aquellos que alguna vez tuvieron alguna relación con las organizaciones armadas o radicales. Han atacado a Víctor Hugo Círigo, a René Arce, a Ruth Zavaleta. Y en eso se identifican, también, con los sectores más duros del lopezobradorismo. El tema va más allá porque en el torbellino de paranoia en la que viven estos grupos, esos sectores pueden ser identificados simultáneamente como aliados o adversarios internos de consideración, lo que incluye hasta sospechas de participar activamente en algunos enfrentamientos internos. No olvidemos un punto: existen puntos de contacto, e incluso infiltración, como se ha demostrado en otros casos (recordemos, por ejemplo, los materiales hallados en la detención del comandante Jacobo hace unos años en Guerrero; o la misma noche de la elección de Zeferino Torreblanca como alcalde de Acapulco, antes, por supuesto, de su elección como gobernador, cuando uno de los principales operadores del PRD fue asesinado por un comando que resultó ser de una fracción del EPR infiltrada en el PRD, que buscaba con esa acción espacios en el nuevo gobierno municipal; o la actitud de las autoridades de Tláhuac cuando se produjo el asesinato de los agentes de la PFP que estaban vigilando una casa de seguridad del EPR el sexenio pasado), pero esas relaciones se han dado en los últimos años, con las corrientes más cercanas a René Bejarano, con influencia en las secciones nueve, 22 y 18 del magisterio. Y para nadie es un secreto que el mayor adversario de Nueva Izquierda en el PRD es el bejaranismo, con pleno respaldo de López Obrador. Incluso se asegura que en las zonas de fuerte influencia de Nueva Izquierda, como Iztapalapa, se ha dado cobijo a importantes escisiones del eperrismo y de allí, con historias que vienen de los orígenes de esas organizaciones, vienen muchas de las divergencias actuales.
No es menor, entonces, el dato de que el EZLN, al hablar del PRD, no centre, como el EPR, su crítica en esos sectores (con los que también siempre han tenido diferencias, pero nunca han apostado, tampoco, al bejaranismo), aunque incluya en ella a López Obrador. En realidad, el ex candidato presidencial nunca se sintió demasiado cómodo con el EZLN, y en el mundo del zapatismo consideran, por el contrario, que dio en su gestión en el GDF mucho más respaldo a los grupos eperristas que al zapatismo. López Obrador tampoco les perdona la llamada "otra campaña", pues considera que le restó votos en 2006. Como ha sido su costumbre, el ex candidato presidencial sostiene que el zapatismo se tendría que haber acercado a él, pese a que él no propició ese acercamiento. Ahora todas esas divergencias comienzan a exhibirse, paradójicamente, en el debate no del PRD ni del Frente Amplio, sino de los grupos armados, lo que habla del fuerte deterioro ideológico y político, sobre todo del lopezobradorismo.
En todo caso, se debe destacar otro punto: en su comunicado, el EZLN no critica las acciones terroristas del EPR e incluso dice que suspendió una "gira" por el centro del país, porque no puede pedirle al EPR que no realice acciones armadas para esa fecha en las zonas que visitaría Marcos. Giras que, por cierto, están demostrando un debilitamiento sorprendente del zapatismo, ajeno ya desde hace tiempo a la agenda nacional. No deja de ser significativo que el EZLN suspenda actividades para "no entorpecer" acciones armadas del EPR: hace unos años, éstos no hubieran ni pensado en realizarlas si sabían que el EZLN estaría presente públicamente en alguna zona del país.
Lo cierto es que parece venir una confluencia de grupos armados que, todo indica, buscarán dar un golpe político en 2010 (que están preparando desde ahora) con motivo del centenario de la Revolución y el bicentenario de la Independencia. No es un secreto, pero también parece ser, primero, una subestimación de las fuerzas del Estado (tanto de un EPR que en su momento fue desarticulado como de un EZLN que ha visto cómo se consumían sus fuerzas en estos años) y, segundo, es una estrategia que, inevitablemente, los trepará, voluntaria o involuntariamente, a alguna aspiración presidencial.
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