Espero que Benedicto XVI siembre la semilla de la reconciliación nacional
Excarcelado del régimen castrista comenta la liberación de 2.901 presos
MADRID, domingo 1 enero 2012 (ZENIT.org).- Miguel Galbán es uno de los cubanos excarcelados por el régimen cubano a instancias de la organización de familiares de presos “Damas de Blanco” y la Iglesia católica en la Isla caribeña, como mediadora. Un proceso incompleto, por incumplimiento de los gobiernos cubano y español, que en muchos casos ha visto a personas sacadas de las cárceles y puestas en otro país, en este caso España, con una fuerte crisis económica y cinco millones de parados, que dificulta la integración laboral en el país de estos expresos de conciencia.
ZENIT ha entrevistado a Miguel Galbán, premio Libertad de Expresión 2011, otorgado por los periodistas de Almería, España. Galbán mantiene un blog en el que comenta la actualidad cubana e internacional.
¿Cree que la anunciada liberación de casi tres mil presos cubanos es una medida suficiente o más bien un maquillaje? Se han hecho críticas a la medida por el tipo de presos que saldrán a la calle.
--Miguel Galbán: El anuncio por Raúl Castro de indultar a más de 2.900 presos, la mayoría comunes, por unas supuestas “razones humanitarias”, durante el último día de la sesión semestral del Parlamento cubano recientemente finalizado, entre los que se incluyen algunos condenados por delitos contra la seguridad del Estado, además de mujeres, enfermos, personas con más de 60 años de edad y también jóvenes, así como la disposición de repatriar a 86 extranjeros de 25 países, incluidas 13 mujeres, la percibo como provechosa y me alegro por todos los que van a ser beneficiados, porque la situación dentro de la isla es difícil. Imagínese dentro de las más de doscientas cárceles del régimen, esparcida por toda Cuba.
Dice que la medida se va aplicar porque “se ha tenido en cuenta la anunciada visita a Cuba del papa Benedicto XVI y la celebración del 400 aniversario del hallazgo de la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre”. Es otro de los disfraces de los hermanos Castro en su engranaje de la desinformación y la apremiante necesidad de buscar el escenario para seguir limpiando la manchada y deteriorada imagen de la revolución cubana en el ámbito internacional, para de esa forma conseguir nuevas inversiones para su maltrecha economía, que les permita seguir manteniéndose en el poder a costa del sufrimiento y la represión del pueblo cubano.
Una vez en la calle estos “liberados”, la realidad cotidiana es otra, no van a tener posibilidad alguna de ganar el sustento diario para sus vidas. En las oficinas de empleo, los exreclusos son atendidos de forma diferenciada al resto de las personas que acuden en busca de trabajo; en estos momentos no hay empleo debido a la deteriorada economía, han dejado recientemente cesantes a cientos de miles de trabajadores estatales, de una cifra de medio millón que van hacer despedidos sin derecho a recibir beneficios de paro.
¿Cómo van a poder alimentarse estos recién liberados, contribuir a la familia, vivir dignamente si no tienen trabajo?, y después que lo tuviesen, ¿Cómo resolverán los problemas con el salario que reciban? Que no alcanza para el sustento de más de dos días. Regresaran en corto tiempo a su mismo sitio, porque la propia sociedad los obliga de nuevo a delinquir
En relación a que estos reos han tenido la posibilidad de aprender y prepararse para el futuro, durante el cumplimiento de su sanción en la prisión, la educación en los centros penitenciarios de la isla es una gran ficción. Sólo reciben simples clases virtuales de bajo nivel teórico, el claustro de profesores que las imparten, tienen grandes deficiencias educacionales e inmorales en su haber. Los penados acuden solo por prebendas que reciben, como son pabellón conyugal o visita familiar extra de las planificadas. Es la doble moral que utilizan los presos, conducta que también tiene la mayor parte de la población cubana, para poder resistir los horrores de la dictadura.
En el mundo cada día menos personas creen en el régimen de La Habana, y en esa frase de “es una muestra más de la generosidad y la fortaleza de la revolución”. De ser verídicas estas palabras pronunciadas por el presidente cubano, entonces ¿por qué tienen horror a conversar con sus adversarios y ofrecerles un espacio legal?, ¿por que no liberan a todos los presos políticos que se encuentran en la cárcel que lo único que hicieron fue copiar el método de lucha de cómo llegaron ellos al poder en el año 1959 y que fue exportado a varios países de África y América Latina, desde el mismo inicio de esta dictadura, donde provocó cientos de miles de víctimas?. ¿Por qué no permiten la libertad de opinión, prensa, organizaciones políticas y sociales de diversas corrientes, aceptan el derecho a entrar y salir libremente del país de los cubanos?. Asimismo ¿por qué no autorizan la libre empresa y la propiedad privada sin restricciones?.
En relación a los presos de conciencia dentro de las cárceles del régimen, en estos momentos no hay ninguno que haya sido adoptado por Amnistía Internacional, pero existen algunos opositores que por realizar protestas pacíficas callejeras han sido enviados a prisión, como son los recientes casos de Ivonne Malleza Galano, su esposo Ignacio Martínez Montero y la disidente Isabel Haydée Álvarez? Mosqueda.
¿Cuál es su situación después de haber sido excarcelado por el gobierno de Cuba y obligado a dejar su país?
--Miguel Galbán: Mi situación en este momento no es la apropiada, desde que se me sacó directamente desde la cárcel hacia el Aeropuerto Internacional “José Martí”, el 24 de septiembre, por el régimen comunista de Cuba, para ser desterrado, parecía que mi vida cambiaría viviendo en libertad, pero he llegado a España, país que de forma humanitaria me acogió, en el instante que en está sufriendo una de las peores crisis de su historia, por lo que he estado sin posibilidad de haberme insertado dentro del mercado laboral.
¿Piensa que podrá algún día regresar a Cuba? ¿Cuándo?
--Miguel Galbán: Cada día que trascurre estoy mas seguro de mi regreso a mi patria, no me adapto a estar fuera del sitio donde nací y pasé gran parte de mi juventud. No espero que en Cuba suceda lo mismo de Corea de Norte, que es una dinastía, de nuevo se transfiere el poder de padre a hijo. Los mismos dirigentes de la nomenklatura castrista no se lo van a permitir, tienen todos mucha sed de poder, han estado muy humillados por los hermanos Castro.
¿Cuándo regresaré?, solo Dios lo sabe el día, los cambios que trata de reflejar el régimen al exterior son cosméticos, no permitirá ningún brecha por donde se le pueda ir el poder absoluto, eso lo conocemos los que llevamos años luchando por el respecto de los derechos humanos en Cuba, y el paso a una sociedad democrática donde se respeten todas las libertades fundamentales del ser humano.
¿Qué espera de la visita de Benedicto XVI a su país en la primavera próxima?
--Miguel Galbán: El presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, monseñor Dionisio García, arzobispo de Santiago de Cuba, ha expresado que el Papa viene, principalmente, para participar como peregrino en las celebraciones por los 400 años del hallazgo de la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre, madre, reina y patrona de la República de Cuba. Por tanto, el centro de su presencia en Cuba será la visita y la Eucaristía que celebrará en el Santuario Nacional-Basílica de El Cobre. También espero que en la capital tenga otra celebración religiosa.
Toda visita de un papa tiene una dimensión religiosa, y otra política y social. El mundo ha cambiado mucho desde que el santo padre Juan Pablo II visito nuestro país. Es más solidario con la causa de la libertad de Cuba y es consciente de que la revolución cubana ha empobrecido más a nuestro pueblo, e impide a los nacionales el disfrute de sus derechos que les son inherentes como seres humanos.
Espero que Benedicto XVI, siembre los primeros granos para iniciar la reconciliación nacional que debe estar basada en una mezcla del perdón y la fraternidad. El santo padre como todo el clero romano conoce que Cuba necesita una profunda transición. Pero no solo una transición política y económica. Necesita pasar del odio hacia la tolerancia. El papa puede convertir todas nuestras expectativas en realidades, solo debe ser objetivo y realizar su función pastoral.
Quisiera que el pastor de la Iglesia logre el cese de toda represión política, de la intolerancia de las autoridades y el cambio hacia una atmósfera de confianza y fraternidad entre todos los cubanos, una verdadera libertad religiosa, el acceso de la Iglesia cubana a los medios de difusión, a las escuelas. El derecho de los padres a decidir qué tipo de educación desean para sus hijos.
Lamentablemente, usted no podrá estar presente en esa visita. ¿Qué se lo impide?
--Miguel Galbán: Siento mucho no poder estar presente, me lo impide el propio régimen de La Habana, que en septiembre del 2010 me liberó de la cárcel donde extinguía una sanción de 26 años de privación de libertad por tratar de ejercer mi derecho de libertad de opinión y me desterró a España, después de haber cumplido siete años y seis meses de esa injusta condena.
En la anterior visita del santo padre Juan Pablo II, la única hasta ahora efectuada por un papa a Cuba, que se realizó del 21 al 25 de enero del 1998, ya me encontraba en las filas de la oposición, el domingo 25 en la misa celebrada en la Plaza Cívica “José Martí” de la capital cubana. Llegué a ese sitio alrededor de las 2 de la mañana, oportunidad que disfruté de estar más cerca de la tribuna donde nuestro pontífice pronunció su emotivas palabras, las más inmortalizadas de su histórica visita: “Que Cuba se abra al mundo con todas sus magníficas posibilidades, y que el mundo se abra a Cuba”.
También, cerca del dictador cubano Fidel Castro quien tuvo que aceptar que su misma trinchera, donde durante muchos años convocaba a la guerra, al odio y a la muerte sobre sus adversarios políticos, la utilizaríamos para pedir la reconciliación y libertad para nuestra sufrida Isla durante toda la misa.
Estuve posteriormente más de una semana con problemas de las cuerdas vocales porque me inspiré tanto, que no quise desaprovechar la oportunidad que se me había ofrecido y de la que otros cubanos, por diferentes motivos, no disponían.
Por Nieves San Martín
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