5 nov 2015

La Belisario a Bailléres, no hubo consenso

Senado de la República confiere Medalla “Belisario Domínguez” 2015 a Alberto Baillères
El Pleno del Senado aprobó mayoría de votos la condecoración al empresario y filántropo Alberto Baillères González, por su contribución a la salud y educación y por su carácter de impulsor del desarrollo económico, educativo y cultural del país.
textual:
El acuerdo.
Se refiere a la Medalla de Honor “Belisario Domínguez” correspondiente al año 2015.
Al ciudadano Alberto Baillères González, como un justo reconocimiento del Senado de la República, a su sobresaliente contribución como mexicano comprometido con la comunidad, distinguido emprendedor, gran empresario, filántropo, promotor de la salud y la educación e impulsor del desarrollo económico, educativo y cultural de nuestro país; así como de la transformación de México en una nación más competitiva, más justa y próspera.
En consecuencia, el Senado de la República celebrará sesión solemne el 12 de noviembre del 2015  a las 11:00 horas en el recinto de Xicoténcatl No. 9, en el Centro Histórico para imponer la Medalla de Honor Belisario Domínguez, correspondiente al año 2015, al señor Alberto Baillères González.Se instruye a las Secretarías Generales del Senado llevar a cabo las acciones correspondientes para la realización de la Sesión Solemne.Háganse las invitaciones y comunicaciones correspondientes derivadas de dicho acuerdo.
La presea les será entregada en sesión solemne  en la Antigua Casona de Xicoténcatl,  el próximo 12 de noviembre, y se prevé la asistencia del Ejecutivo Federal y del presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, asi como al presidente  de la Cámara de Diputados y a los funcionarios que acuerde la Mesa Directiva.
El dictamen lo presentó Roberto Albores Gleason (PRD), dijo que Baillères es un mexicano ejemplar que ha promovido con éxito, a través del emprendedurismo, la empresa y la filantropía, la actividad económica, la generación de empleos, la salud, educación y cultura.  Destacó su “espíritu de empresa y profundo amor por México que proviene de su padre”. Cuando tomó las riendas del grupo, las empresas generaban 12 mil empleos formales, actualmente se crearon 50 mil plazas que benefician a más de 150 mil personas de manera directa, dijo.
 Baillères es un economista graduado con mención honorifica, inició su carrera profesional cuando aún estudiaba, trabajó en el Banco de Comercio, ingresó a la Cervecería Moctezuma y fue director del Palacio de Hierro. En 1964 asumió la dirección general de la Cervecería, y tres años más tarde ocupó la presidencia del grupo empresarial.
 Actualmente es presidente de la Asociación Mexicana de Cultura y de la junta de gobierno del ITAM.
Posicionamientos:
El Presidente Senador José Rosas Aispuro Torres: Gracias, Senadora Secretaria.
El dictamen está disponible en el monitor de sus escaños, por lo que solicito a la Secretaría dé lectura únicamente a su parte resolutiva.
La Secretaria Senadora María Elena Barrera Tapia: Doy lectura.
Se refiere a la Medalla de Honor “Belisario Domínguez” correspondiente al año 2015.
Al ciudadano Alberto Baillères González, como un justo reconocimiento del Senado de la República, a su sobresaliente contribución como mexicano comprometido con la comunidad, distinguido emprendedor, gran empresario, filántropo, promotor de la salud y la educación e impulsor del desarrollo económico, educativo y cultural de nuestro país; así como de la transformación de México en una nación más competitiva, más justa y próspera.
Segundo. Celebre sesión  solemne del Senado de la República en próximos días, en la antigua sede del Senado, en Xicoténcatl, para recordar el Centésimo Segundo Aniversario Luctuoso del apóstol y mártir de la democracia, la justicia y la libertad de expresión en México, doctor y Senador chiapaneco, don Belisario Domínguez Palencia.
Tercero. Se instruye a la Comisión de la Medalla Belisario Domínguez, publicar la convocatoria de la medalla correspondiente al año 2016, y a difundir en la página de internet del Senado de la República y demás medios electrónicos.
Dado en el salón de sesiones del Senado de la República, a los 4 días del mes de noviembre de 2015.
Es cuanto, señor Presidente.
El Presidente Senador José Rosas Aispuro Torres: Gracias, Senadora Secretaria.
Para presentar  el dictamen, se le concede el uso de la palabra al Senador Roberto Albores Gleason, Presidente de esta Comisión.
En el uso de la palabra, señor Senador.
El Senador Roberto Albores Gleason: Muchas gracias, señor  Presidente.
Amigas y amigos Senadores: En su libro “Retratos Personales”, Enrique Krauze recuerda las palabras que en una entrevista le dijera  Isaiah Berlín: “Soy un admirador profesional de las personas de genio”.
En este sentido, la Comisión de la Medalla Belisario Domínguez, reconoce con gran admiración la trayectoria de los aspirantes a recibir el máximo galardón que otorga esta soberanía, ya que son ellos, mujeres y hombres de genio, que por su ciencia o su virtud  en grado inminente, han engrandecido a nuestro país.
Desde su origen, hace ya 62 años, han sido merecedores de esta medalla personalidades, que le han aportado a nuestro país, en diversas áreas y de diversas maneras, cuestión que no podría ser distinta, porque esta condecoración refleja nuestra riqueza en la pluralidad.
Todos los galardonados, desde diversas trincheras, han tenido una invaluable aportación al fortalecimiento de México, a nuestras instituciones y a los valores de justicia: libertad, progreso y verdad.
El maestro Daniel Cosío Villegas, compiló en una frase, toda una frase que transmitió a sus discípulos, hacer algo por México y moverse tras una obra de beneficio colectivo, cuya realización requiere una fe encendida, comparable   en la vida y obra de nuestro héroe trágico de la libertad y la democracia, don Belisario Domínguez.
Don Alberto Baillères, posee esa fe encendida de hacer algo por México, en palabras del doctor Arturo Fernández, don Alberto ha sabido colocar primero los fundamentos, las grandes rocas de su vida: fe, amor, educación, sueños y una causa noble.
De profundas convicciones, Alberto Baillères es un mexicano ejemplar, que ha promovido por México, a través del emprendurismo, la empresa y la filantropía, la actividad económica, la generación de empleos, la salud, la educación  y la cultura.
Su espíritu de empresa y profundo amor por México, le vienen de su padre, don Raúl  Baillères Chávez, que por su carácter inquieto y alma rebelde dejó su natal Silao, Guanajuato, en el año de 1914, con apenas 19 años para migrar a la Ciudad de México en busca de mejores oportunidades, llevando consigo únicamente su talento y sus ganas de salir adelante. En el año de 1967, don Raúl fallece, dejando un grupo sumamente exitoso que  incluía 15 empresas, entre mineras, aseguradoras, bancos, una inmobiliaria, una fábrica de malta, una empresa refresquera, una compañía de químicos y una tienda departamental.
Además, legó la creación del Instituto Tecnológico Autónomo de México.
Economista graduado en 1957, con mención honorífica, don Alberto inició su carrera profesional cuando aún estudiaba, trabajó en el Banco de Comercio, ingresó a la Cervecería Moctezuma como vendedor y, posteriormente, fue Director del Palacio de Hierro.
En 1964 con tan sólo 27 años, y debido a la trágica muerte de su hermano mayor Raúl, el joven Alberto renunció a su sueño de ir al extranjero para estudiar un posgrado y asumió la dirección general, de la compañía general, Cervecería Moctezuma.
Tres años después, con apenas 30 años de edad, don Alberto asumió con  decisión y arrojo a la Presidencia de Grupo Empresarial, tras la muerte de su señor padre.
Dice el profesor de la UAM, Jorge Orozco, el joven Alberto pudo dejar la responsabilidad en manos de algún  socio de su padre mientras ganaba experiencia, pero no lo hizo, don Alberto recuerda aquellos momentos: me volví casi invisible para mis amigos y para la sociedad, porque me di cuenta que necesitaba de toda mi energía para estar con mi familia y dirigir la empresa, casi no hubo tiempo para hacer cualquier otra cosa.
Parafraseando al doctor Francisco Calderón, don Alberto, estratega de amplia visión que ha sabido rodearse de funcionarios eficientes y probos, exigente en el cumplimiento de la disciplina del trabajo, pero no más exigente de lo que es consigo mismo, vendió empresas, como la Cervecería Moctezuma y Peñafiel, fusionó otras, como es el caso de la Aseguradora GNP, y concentró  esfuerzos en sus áreas “prioritarias” de negocio como Industrias Peñoles, la cual convirtió en una de las principales productoras de oro, plata y plomo en México, y Latinoamérica, así como una de las empresas líderes exportadoras, introductoras de divisas al país.
En concreto, don Alberto con clara inteligencia, madurez, profundidad de análisis y una estricta honestidad personal, que se ha reflejado en la conducción ética de sus empresas, ha consolidado exponencialmente su grupo empresarial, acrecentando así su actividad económica y la generación de empleos de calidad.
Visto en retrospectiva, cuando don Alberto tomó las riendas del grupo, las empresas generaban 12 mil empleos formales, hoy casi 50 años de distancia generan más de 50 mil empleos beneficiando a más de 150 mil mexicanos de forma directa.
Hoy en un entorno de responsabilidad social, empleos de calidad y superación profesional, las empresas del Grupo Bal son ejemplo de dinamismo y orgullo de nuestro país.  Sus propias palabras reflejan su visión empresarial.
En los momentos de auge hay que tener la serenidad para evitar embelesarse con la efervescencia de la prosperidad, y en los declives debemos tener la paciencia para preservar en el empeño de superar los mayores obstáculos.
La trayectoria de don Alberto Baillères es reconocida tanto a nivel nacional como internacional. Ha sido miembro del Consejo Mexicano de Negocios, del Comité Asesor del Chase Manhattan Bank, y del J.P. Morgan Internacional Council. también destacan los importantes reconocimientos como el Doctorado Honoris Causa de su alma mater, el “Woodrow” Wilsor Award for Corporate Citizenship, el emprendedor del Endeavor del año, el Filántropo del Año de la Fund Raising Association, el Asegurador del Año de la Asociación Mexicana de Seguros y Fianzas,  y el Empresario del Año, de Forbes Latinoamérica.
Por otra parte, la vida de don Alberto no puede entenderse sin su contribución a la educación, la cultura y la filantropía, actualmente es Presidente de la Asociación Mexicana de Cultura y Presidente de la Junta de Gobierno del ITAM,  el cual ha sido reconocido como una de las mejores universidades en México y América Latina, donde egresan destacados profesionistas, que hoy son líderes que el aportan a México desde distintas trincheras en el ámbito público, social y privado.
El doctor Carlos de la Isla enfatiza: Don Raúl Baillères que sabía de los dolores de México, porque le dolían en lo más íntimo de su alma, cuando se preguntó un día. ¿Qué debemos hacer para atender los graves problemas de México? La respuesta inmediata e imperiosa fue educar, y así se gestó el ITAM.
Don Alberto Baillères no sólo heredó de su señor padre su compromiso con México, sino acrecentó con entusiasmo el compromiso por la educación. Por eso don Alberto, en palabras de Javier Beristain, ha conducido el eficazmente el destino del Instituto, ahora es una universidad en plenitud, multidisciplinaria, plural y diversa, incluyente, tolerante y abierta a las ideas, que hace investigación sin descuidar la formación integral de sus alumnos, esa formación profesional del hombre medio al que invitaba Ortega y Gasset.
Esa formación que desde la visión de don Alberto Baillères debe ocuparse de la igualdad de oportunidades y del impulso al talento de los jóvenes, no importando su nivel socioeconómico. No es casualidad que el ITAM cuenta con un amplio programa de becas y ayuda financiera en donde uno de cada tres estudiantes es apoyado para su desarrollo integral.
Son también de gran relevancia sus acciones en materia de salud y cultura, particularmente su liderazgo y su contribución decidida en la creación y consolidación de la Fundación Mexicana para la Salud, y de la Fundación para las Letras Mexicanas, que son referentes para superar los retos claves de nuestra nación.
Don Alberto Baillères, como lo dice el doctor José Barba, es un hombre parco en palabras y amplio en construcciones y logros. Dice Barba: “Suele decirse que en el mundo de los negocios, el negocio es hacer negocios, es hacer dinero, no producir bienes y servicios, ni mucho menos filantropía”.
Puede decirse de Alberto Baillères lo que dijo David Raisman de Alfredo Marshall: “Siempre tendía a mantener motivos altruistas, y sería un grave error incluirle dentro de los que esperan nada más de la vida comercial su propio interés”.
Pues Alberto Baillères responsablemente también ha querido hacer crecer a los demás, incrementar y poner a circular el capital financiero del país y fundar y sostener obras para la formación de una noósfera nacional que los sistemas del país requieren.
A Don Alberto Baillères tendremos también que reconocerle su permanente generación de propuestas e ideas concretas para un mejor país. 
En su libro Visión de País de la Pobreza a la Prosperidad para Todos, en coautoría con el doctor Fernández nos dice: “Los mexicanos aspiramos a conseguir una nación libre, justa, próspera y plural; vislumbramos que es posible y deseable que México sea una nación plenamente desarrollada, en la que impere la ley y el buen gobierno, cuyos habitantes vivan en paz y armonía sin discriminación; que disfruten y vean protegidas sus libertades individuales, económicas y políticas; que gocen de la prosperidad y que estén debidamente educados en la ciencia y en la tecnología, así como en los valores cívicos y humanos.”.
Don Alberto Baillères está convencido que para construir un mejor país requerimos consolidar 10 pilares: Los derechos inalienables del ser humano, paz y seguridad, Estado de derecho, estabilidad política y gobernabilidad, gobierno eficaz y promotor del desarrollo, economía de mercado, capital humano e infraestructura física de clase mundial, estabilidad macroeconómica y financiera, integración exitosa a la economía internacional y la preminencia de la actividad empresarial nacional.
Amigas y amigos Senadores: Decía Hegel: “Nada grande se lleva a cabo en la vida sin una gran pasión”.
A sus 80 años don  Alberto  Baillères, un hombre de familia muy apegado a su mujer, Teresa Gual, a sus hijos y nietos, no presenta visos de querer jubilarse pronto, es un hombre prolífico, un capitán de empresas e instituciones, avezado, un emprendedor nato, un líder de espíritu joven, un nacionalista comprometido con el devenir y la prosperidad de México.  Es, en el más estricto sentido de la palabra, un hombre apasionado para la creación.
Por lo anterior, a nombre de la Comisión de la Medalla Belisario Domínguez, me permito someter a su consideración el presente dictamen para otorgar la Medalla de Honor Belisario Domínguez, correspondiente al año 2015, al ciudadano Alberto Baillères González.
Al hacerlo, amigas y amigos Senadores, estamos convencidos que el Senado mexicano reconoce a empresarios y emprendedores de gran envergadura, que con su capacidad y talento son motores del crecimiento, generadores de riqueza y empleo, impulsores de grandes acciones para el bienestar social y por ende, claves para el mejoramiento de la calidad de vida de los mexicanos.
Estamos convencidos, parafraseando a Don Belisario Domínguez: “que la transformación de nuestra nación para que florezca, más grande, más unida y más hermosa que nunca, requiere del supremo esfuerzo de todos, especialmente de una revolución de emprendedores que innoven y aporten en todas las áreas prioritarias de la República”.
Finalizo, en las propias palabras de Don  Alberto  Baillères: “No se trata de aspiraciones imposibles e infundadas, creo firmemente que todo ello es posible, otras naciones lo  han conseguido y además tenemos las condiciones para lograrlo.  Contamos con una población joven, deseosa de tener acceso a oportunidades de desarrollo personal y que cuenta con la creatividad y un gran espíritu emprendedor” 
“Debemos renovar nuestra convicción en la valía de vivir en una sociedad libre y en la capacidad de los mexicanos.  El futuro de nuestro querido México depende en gran medida que haya millones de exitosos emprendedores que generen riqueza y empleos”.
Muchas gracias.
(Aplausos)
El Presidente Senador José  Rosas Aispuro Torres: Gracias Senador Roberto Albores Gleason.
Está a discusión el dictamen, se le concede en primer término el uso de la palabra a la Senadora Layda Sansores San Román, del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo, para hablar en contra del dictamen.
Tiene el uso de la palabra hasta por cinco minutos Senadora.
La Senadora Layda Sansores San  Román:   Presidente.
Compañeras y compañeros: La entrega de la Medalla Belisario Domínguez era un acto de solemnidad republicana. 

El decreto fue emitido por Ruiz Cortines. Y decía: “Que el objetivo principal era premiar a las mujeres u hombres mexicanos que se hubieran distinguido por su ciencia o su virtud como servidores a la patria y a la humanidad”.

¿Cuáles son las virtudes del señor Baillères?

¿Haber capturado al Estado?

¿Amasar una fortuna gracias a la transferencia del bien público y transformarlo en bienes privados?

¿Recibir de Hacienda, porque esto es un hecho, prerrogativas y privilegios que luego les permiten convertirse en filántropos y hacer teletones?

¿Tener eficientes outsourcings?

¿Qué beneficios ha entregado a la patria, cuando en lugar de crear bienestar social, ha sido un generador de desigualdad?

Alberto Baillères González, ha sido uno de los que han hecho más profundo el abismo entre la opulencia y la miseria.

Me pregunto. ¿Cuáles sus méritos hacia la humanidad?

¡Ah! pues, ser “Totalmente Palacio”.

¿Qué premiamos? ¿Que sea el segundo hombre más rico de México, entre 50 millones de pobres que se ahogan sin esperanza?

¡Su riqueza! No vengan aquí con historias fantasiosas, no la logró por la cultura del esfuerzo, sino por la suerte de la herencia, herencia que se arrastra desde épocas porfirianas.

Qué manera de degradar al Senado, convirtiendo esta decisión en capricho de un partido político o de acuerdos cupulares.

Qué falta de escrúpulos para deshonrar la memoria de un héroe que defendió la libertad de expresión, que creía en la dignidad del Senado, quien fue un mártir de la democracia.

En este país tenemos un sistema kafkiano, que sentencia a los corruptos y traidores con penas inusitadas. A unos se les hace cónsules, a otros embajadores, ministro de la Suprema Corte, y si tienen una “Casa Blanca”, y los debidos conflictos de intereses, entonces tienen derecho a conservar la investidura presidencial impunemente.

No hay explicación para dar esta medalla emblemática a un hombre que le sobran monedas de oro, pero en serio, a una representante de la oligarquía que ungió y protegió a Victoriano Huerta.

¿Qué le debe Peña? Siempre me pregunto ¿que no le haya pagado ya con petróleo?

Que nos diga: ¿Acaso el PRI no encontró ciudadanos con los méritos suficientes, como Muñoz Ledo, Carmen Aristegui, Toledo, Elena Poniatowska, Ifigenia Martínez? En fin, premiar a uno de ellos sería respetar la esencia por la que fue creada esta insignia.

Si esto es una palmadita para alentar al señor Baillères en su incursión en la industria petrolera, nueva diversificación de sus recursos, pues, entonces, esto es un golpe brutal a la memoria histórica de México.

¡Priístas, un poco de pudor!

¿Qué ya no les queda nada en su moral?

A ustedes que les gusta las formas y lo barroco de los ritos, pues, empiecen primero por respetar la fecha determinada por el decreto, que es el 7 de octubre, no cuando se le da la gana a Peña Nieto, porque ese día fue asesinado Belisario Domínguez.

Y si los están obligado a entregar medallitas a empresarios millonarios. ¡Por favor! Que no sea la Belisario.

Les sugiero que instituyan una nueva presea, que esa sí se la podrán dar a todos los ricachones que quieran; esa presea podría ser la del “Borrego de Oro”, que al fin y al cabo, aquí no les importan los valores, aquí lo que importa es la lana, y esto es un oprobio. Es indigno, es una vergüenza para el Senado.

(Aplausos)

El Presidente Senador José Rosas Aispuro Torres: Gracias, Senadora Layda Sansores San Román.

A continuación se le concede el uso de la palabra a la Senadora Sonia Mendoza Díaz, del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional, para hablar en pro del dictamen.

La Senadora Sonia Mendoza Díaz: Muchas gracias, señor Presidente.

Compañeras Senadoras, compañeros Senadores.

El día de hoy se somete a consideración del Pleno entregar la Medalla Belisario Domínguez 2015 a un hombre visionario y emprendedor, a alguien que ha sabido ser líder y que con un acendrado nacionalismo sueña y construye en aras de un país más justo y próspero, ese hombre es Alberto Baillères González.

La de Alberto Baillères ha sido una vida fructífera, emprendimiento es una de las palabras que mejor definen una trayectoria que ha hecho innumerables aportes a la vida económica y social de México.

Don Alberto, el economista interesado en la vida académica, es también el exitoso empresario, propietario y presidente del conglomerado de empresas y negocios del Grupo Bal que impactan positivamente al desarrollo de nuestro país en sectores que comprenden el comercio, la minería, la metalurgia, los seguros y las finanzas, entre otros rubros.

En la búsqueda legítima de sus aspiraciones, Alberto Baillères ha contribuido incansablemente a la construcción de un sólido futuro común para todos los mexicanos, lo hace desde el ámbito educativo como Presidente de la Junta de Gobierno en su alma mater, el Instituto Tecnológica Autónomo de México, ITAM, fundado por su padre en 1946, y que se ha consolidado como una institución clave en la vida pública del país.

Lo hace también desde la filantropía, pues a su empeño debemos la Fundación Mexicana para la Salud, o desde la promoción de la cultura y la educación como Presidente de la Fundación para las Letras Mexicanas.

También construye con generosas miras en la ecología el parque realizado con base en los desechos de la extracción de minerales junto a una mina, es ejemplo de este compromiso de desarrollo y sustentabilidad.

Gran parte de su vocación y determinación la aprendió de su padre, don Raúl Baillères Chávez, quien dejó su natal Silao, Guanajuato, teniendo apenas 19 años. Sin embargo, como señala el investigador Jorge Orozco, tal vez al estar en contacto con ese negocio durante años alcanzó a comprender que a pesar de ser un buen negocio no pasaría de ser un negocio regional más, con posibilidades de expansión bastante limitadas.

Por ello, en 1914, a pocos años de haberse desatado la Revolución Mexicana y dada la inseguridad propia de la época, el espíritu inquieto y alma rebelde de don Raúl lo llevaron a tomar la decisión de migrar a la Ciudad de México para conseguir mejores oportunidades.

Aquí, en esta noble y leal ciudad, nacería su hijo, Alberto, quien graduado de la Licenciatura en Economía por el ITAM en 1956 presenta una más que sólida carrera empresarial, y con tal sólo 27 años ya tenía el cargo de gerente de sucursal del Banco de Comercio antes de que construyera su carrera.

En 1957, ingresó a la cervecería Moctezuma llegando a ocupar la gerencia de ventas del área  metropolitana de la Ciudad de México.

Posteriormente, y habiendo ocupado varios puestos en las distintas áreas de la empresa, fue promovido a Director General en 1964, y nombrado Presidente Ejecutivo y Presidente del Consejo de Administración en 1967; al mismo tiempo que fuera nombrado Director General del Palacio de Hierro, S. A., en 1963, y Presidente del Consejo y Presidente Ejecutivo en 1967.

Su visión de país aspira a conseguir un modelo de desarrollo sustentable desde la óptica ambiental que armoniza en la necesidad de una tasa elevada de crecimiento económico con una protección racional del medio ambiente y donde la erradicación de la pobreza deba ser una prioridad de la política pública.

Sus convicciones se basan en la construcción de un futuro deseable para los mexicanos sobre diez pilares fundamentales que significarían: conseguir una alta tasa de crecimiento económico, creación de empleos y una mayor competitividad que nos permitan tener un Estado social con libertad, justicia y prosperidad.

Es importante destacar su compromiso con la educación de excelencia, gracias a la cual ha ayudado a formar mexicanos líderes en el ámbito científico, humanista, económico y político social de nuestro país. Son también de gran relevancia sus numerosos proyectos con vocación social.

Al respecto, el doctor Carlos de la Isla señala: “Don Alberto ha reiterado con frecuencia su fe y su esperanza en que la educación, una excelente educación, es la única respuesta verdadera a nuestros más agudos problemas. Pero no simplemente una educación escolarizada, porque si bien ésta ha sido instrumento de genialidad y de grandezas, cuando el poder del saber ha sido empleado sin sabiduría, también ha sido causa de las más grandes vergüenzas”.

Sobre la importancia que don Alberto ha dado a la educación, el doctor José Barba añade: “Alberto Baillères ha favorecido a la educación en programas que reconocen la importancia conjunta del hacer y el pensar, y en los que las ciencias y las humanidades no son dos orbes inconexos, pues es consciente también de que si hemos de hacer más grande el alma nacional, si su visión ha de ser más luminosa, y por eso más humana y universal, la cultura de sus jóvenes, la normativa y la política, que antes se consideraba como lateral a la formación profesional, debe pasar a constituir su meollo”.

Don Alberto Baillères se distingue, particularmente, por su gran pasión siempre a favor de México capitaneando empresas prósperas, haciendo inversiones que generan valor y son importantes creadoras de fuentes de trabajo justamente remuneradas, además de estimular la productividad del país.

Considerando lo anteriormente expuesto por su sólida carrera, su empeño, su visión incluyente y de progreso y sus éxitos, que también son éxitos de México, me permito proponer a esta soberanía que la Medalla Belisario Domínguez 2015 sea otorgada al empresario, al académico Alberto Baillères González.

Otorgársela significa reconocer la capacidad de visión de un país desarrollado, justo y generoso con su gente; un país donde los acuerdos y el concurso y la cooperación de todos los actores políticos y sociales están por encima de los intereses personales o de grupo.

Estamos en la encrucijada de la historia, dice Alberto Baillères González; tiene razón, esa encrucijada nos obliga a la generosidad, y, retomando sus palabras, a la necesidad de refrendar nuestro pacto social, nuestra alianza con y por  nuestro querido México.

Es cuanto, Presidente.

(Aplausos)

El Presidente Senador José Rosas Aispuro Torres: Gracias, Senadora Sonia Mendoza Díaz.

A continuación se le concede el uso de la palabra al Senador Zoé Robledo Aburto, del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática, para razonar su voto.

El Senador Zoé Robledo Aburto: Muchas gracias Senador Presidente.

Compañeras y compañeros: Déjenme plantearles tres asuntos, tres asuntos que, como lo hizo alguna vez Belisario Domínguez, deben de ser de la atención puntual del Senado de la República.

Primero. ¿Qué estamos haciendo con nuestros símbolos?

¿Qué estamos haciendo con los elementos que le dan identidad a una institución, a un poder, como lo es el Senado de la República?

Y en esto nadie se escapa, en esto no hay posiciones radicales, no hay puros e impuros; no  hay alguien que tenga la verdad, y otros que estén diciendo mentiras.

Estamos en una situación, hoy,  complicada, porque lo que mexicanos hace más de medio siglo decidieron convertir a este prócer, chiapaneco, Belisario Domínguez en el símbolo de la lealtad a la patria; en el símbolo del respeto y de la protección de las instituciones, hoy  lo hemos vulgarizado a un enfrentamiento partidista, ideológico y entre políticos que no le estamos mandando ninguna buena señal a los mexicanos.

Tres problemas tenemos, y ojalá me puedan escuchar, tres problemas tenemos que no hemos logrado atender como Senadores.

El primero, tiene que ver con respetar la fecha de la entrega de la Medalla “Belisario Domínguez”.

Todos nosotros fuimos senadores en el año 2013, que se celebró el Centenario de la Muerte y el Asesinato y la Tortura de Belisario Domínguez, y no fuimos capaces de entregar la medalla ese año, el día de su asesinato.

La fecha del 7 de  octubre significa algo, o qué, ¿vamos a empezar a atenernos a las agendas de otros poderes también para celebrar el Grito?,

¿Para esperar que el Desfile del 20 de Noviembre se celebre cuando un funcionario pueda?  No, señores.

Belisario Domínguez fue asesinado el 7 de octubre, y el 7 de octubre el Senado debería de rendirle ese homenaje.

El segundo problema tiene que ver con esta práctica, que desde el año 2000 con la alternancia partidista se instaló, de empezar a premiar de manera póstuma a mexicanos, ¿que lo merecían?, sí, sin duda, pero que perdía la lógica del gran acuerdo  nacional para entregarle a un mexicano o a una mexicana y hacer de ese homenaje republicano en un evento al que asisten todos los poderes, a otro poder, no como protagonistas, como testigos e invitados, nada más, no lo  hemos podido hacer.

Dos veces como Senadores hemos entregado la medalla de manera póstuma.

Y, por último, y quiero ser muy claro. Partidizamos la medalla, no fuimos nosotros, fueron los anteriores Senadores, pero nosotros seguimos esa línea; la partidización de la medalla nos ha  llevado a esta discusión, hoy debería de ser el motivo del gran acuerdo de los senadores, hoy el mensaje que deberíamos de estar mandando es: que podemos ponernos de acuerdo, por lo menos un día al año, y no lo vamos a lograr.

Tres problemas que ojalá se los lleven a la reflexión.

Como Secretario de la Comisión que entrega la medalla, y en responsabilidad a lo que hemos decidido en el grupo parlamentario, hoy hago pública la posición de nuestro Grupo Parlamentario.

Efectivamente, nuestra medalla que se creó para premiar a hombres y mujeres que se hayan distinguido por su esencia o virtud en grado eminente, y como servidores de nuestra patria o desde la humanidad, desde el  momento en el que  llegó la pluralidad política al Senado de la República, el otorgamiento fue parte de un proceso legislativo en el que se privilegió siempre el acuerdo y el trato honorable y considerado absolutamente todas las propuestas.

En ese sentido, es que en el otorgamiento de esta medalla, el Senado debe considerar también el momento que está viviendo el país, el momento que estamos viviendo en donde impunidad, corrupción y desigualdad son los tres principales problemas que preocupan a la población.

Y en ese sentido, el Grupo Parlamentario del PRD considera que el mensaje que las y los Senadores de la República queremos enviar a la ciudadanía puede ser equivocado.

De esta manera y enfatizando el objetivo primordial de la medalla, el ánimo social y el mensaje que se enviará a la sociedad, y así como el respeto absoluto a la personalidad y trayectoria de la persona que ha sido considerada como merecedora para el año 2015, es que el Grupo Parlamentario del PRD en el Senado de la República no acompaña esta propuesta.

Sin embargo, también en el PRD hay un principio que siempre se ha privilegiado, y ese es el de la libertad y el del disenso.

Yo no creo y nunca seré un promotor de estigmas ni con los políticos por su origen ni de ninguna otra actividad.

La Medalla Belisario Domínguez no era una medalla para servidores públicos, eso deben de tenerlo muy claro, la Medalla Belisario Domínguez era para hombres y mujeres mexicanos que se hubieran destacado en el ámbito de su acción, lo mismo podían ser poetas que escritores, que pintores, que líderes sindicales, como se basó en muchas ocasiones, por supuesto también ha habido en otras ocasiones entregas a gente que ha venido del ámbito empresarial.

Hay que tener claro, compañeras y compañeros, que México no se construye en este salón de sesiones, que México se está construyendo constantemente en todas partes, en las escuelas; se está construyendo en las fábricas, en los espacios que también ocupan las empresas.

México se construye todos los días sin que nosotros seamos protagonistas de esa construcción, a veces, incluso, nos ubicamos en la contraparte de esa posición.

La izquierda, que rivaliza por principio con los empresarios, es una izquierda que puede estar equivocada, los empresarios están generando el empleo que el país requiere.

Yo sí quiero señalar que los empresarios que aspiran a ejercer sus libertades a partir de distorsiones del mercado, del ejercicio de monopolios, de la compra de voluntades, de la corrupción de funcionarios que ha ocurrido en todos los partidos, esos no son los funcionarios que queremos para México.

Yo en lo particular, no estigmatizo a nadie, porque a mí nunca me ha gustado que me estigmaticen, creo que la izquierda debe de ser una izquierda responsable y que la izquierda debe de ser una izquierda responsable que mande mensajes correctos.

Las inversiones, la vida empresarial, no los empresarios grandes de los cuatro millones de mexicanos que están en la iniciativa privada no correr riesgo con el ascenso de la izquierda, porque esa es la narrativa que muchos quieren vender.

Apostar por la actitud responsable, resistente y esperanzadora de generar confianza, debería de ser también un papel de la izquierda.

Alguna vez escuché, y más que escuchar leí la frase de un mexicano muy célebre que dijo que: “el trabajo honrado puede generar bienestar, puede generar prosperidad, sin que esté manchado por el dolor de los demás”.

Yo creo que el trabajo de Baillères es honrado, que si lo comparamos con otros empresarios hay muchas diferencias.

No lo estigmatizo y tengo una posición personal que haré y ejerceré en plena libertad a favor, sin embargo me corresponde y lo hago con toda la responsabilidad posicionar el planteamiento del Grupo Parlamentario, hay que combatir, por supuesto, que la pobreza, hay que combatir y, sobre todo, ayudar a los más pobres, combatir la desigualdad, eso no significa en ningún momento combatir ni a los empresarios ni significa defender a la pobreza, combatirla es un camino muy diferente.

Les agradezco su atención, compañeras y compañeros Senadores.

(Aplausos)

El Presidente Senador José Rosas Aispuro Torres: Gracias Senador Zoé Robledo Aburto.

A continuación, se le concede el uso de la palabra a la Senadora Mariana Gómez del Campo Gurza, del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional, para hablar en pro del dictamen.

Esta Presidencia de la más cordial bienvenida y saluda a los directivos del Conalep y alumnos de esta institución del estado de Nayarit, que nos visitan a invitación de la Senadora Margarita Flores Sánchez.

Sean ustedes bienvenidos.

(Aplausos)

En el uso de la palabra, Senadora Mariana.

La Senadora Mariana Gómez del Campo Gurza: Muchas gracias, Senador Presidente.

Me atrevo a hablar a favor de este dictamen, primero, porque pareciera que habría que recordarle a este Senado de la República que la Medalla Belisario Domínguez se le entrega a hombres y mujeres excepcionales desde 1954, es una medalla que se le ha entregado a médicos, a líderes sindicales, a políticos, a escritores, a poetas, a pintores.

¿Por qué no entregarle la medalla a un empresario destacado de nuestro país?

A veces pareciera, compañeras y compañeros Senadores, que tenemos el síndrome del cangrejo, estar jalando hacia abajo a todos aquéllos que destacan en nuestra sociedad.

Don Alberto Baillères  es un promotor activo de la educación y yo quiero centrarme sobre todo en su parte educativa y también en el hombre filántropo que él es.

Él es Presidente de la Junta de Gobierno del ITAM -que por cierto aquí hay muchos egresados del ITAM, incluso un integrante de Morena egresado del ITAM, y de todos los partidos políticos- y podemos ver egresados y también a muchos de los asesores que están aquí trabajando en el Senado de la República, y que hoy son parte también del Gobierno Federal.

Quiero destacar que dentro del Instituto Tecnológico Autónomo de México, uno de cada tres alumnos tiene apoyos académicos, y lo digo de esta manera porque hoy México necesita también de empresarios que le apuesten a la formación intelectual, que le apuesten a la formación académica de las nuevas generaciones.

Ese es don Alberto Baillères, un hombre que apuesta a los jóvenes y apuesta a esta formación, y me gustaría escuchar así a muchos más empresarios de este país.

Don Alberto es un hombre que ha estado también en las diferentes etapas del desarrollo de nuestro país, siempre promotor y generador de empleos.

Es un filántropo, tiene diversas fundaciones: la Fundación Mexicana para la Salud, la Fundación de Estudios Financieros, que recuerdo hace poco una campaña que impulsó también para combatir el cáncer de mama, y constantemente está emprendiendo este tipo de campañas, campañas costosas para concientizar a la población, y no a la población clase media, media alta, sino a la población de clase baja, a la que desafortunadamente a veces no llega la información en tiempo y forma, y ni siquiera tiene para poderse realizar una mastografía.

Además quiero compartir que don Alberto es un hombre innovador, un hombre visionario. Un ejemplo, la industria de los seguros en México no podría entenderse sin su contribución.

Sólo quiero decirles, compañeros Senadores y Senadoras, que lamento muchísimo que no estemos logrando la unanimidad para la entrega de esta medalla “Belisario Domínguez”.

Les recuerdo que la economía de nuestro país se sostiene gracias a los empresarios, desde el empresario más pequeño hasta el empresario más grande, y ustedes saben que así es.

Ojalá estuviéramos contando una historia distinta, pero hoy desafortunadamente las cosas no son así porque en nuestro país hay mucha corrupción que impide que sea el Gobierno Federal y los gobiernos estatales los motores económicos como debiera ser por supuesto.

Yo les diría que la medalla es una forma de reconocer la valía de mexicanos ejemplares. Ojalá podamos reflexionar el sentido del voto. Ojalá podamos, haciendo segunda aquí y celebrando el discurso de mi compañero Zoé Robledo, dejar a un lado todas estas telarañas, ese miedo a apoyar a un empresario porque “¿Qué va a decir la supuesta izquierda de nuestro país?”.

Si revisáramos sus carteras, si revisáramos sus bolsos, si revisáramos las bolsas de sus mujeres, Senadores, seguramente más de uno tiene una credencial del ITAM, o más de uno incluso tiene una tarjeta Palacio de Hierro.

Ya basta de dobles discursos.

Es cuanto, Presidente.

(Aplausos)

El Presidente Senador José Rosas Aispuro Torres: Gracias, Senadora Mariana Gómez del Campo Gurza.

A continuación se concede el uso de la palabra al Senador Mario Delgado Carrillo, del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática, para hablar en contra del dictamen.

El Senador Mario Delgado Carrillo: Muchas gracias, Presidente.

Compañeros, compañeras: Quiero empezar por reconocer la trayectoria de don Alberto Baillères, en el mundo empresarial y su incursión en la educación por medio de un modelo privado el ITAM, entre de los cuales, entre ellos yo, me siento muy orgulloso de haber estudiado ahí, de que sea mi alma mater.

Y justamente ahí, lo que mejor aprendí, o lo que me enseñaron siempre, es a tener una conciencia crítica, hacer un libre pensador y a tener un gran compromiso con nuestro país.

Esta no es una medalla para reconocer filiaciones universitarias. Tenemos que recordar que significa la Medalla Belisario Domínguez.

Es la máxima distinción que otorga el Senado de la República, a hombres y mujeres mexicanos que se hayan distinguido por su ciencia o su virtud en grado eminente como servidores de nuestra patria y de la humanidad.

Esta presea evoca el heroísmo y la valentía de Belisario Domínguez, para enfrentar al poder y el abuso del poder.
En un régimen de opresión que le costó la vida, Belisario Domínguez, en su momento fue la conciencia nacional ante un Senado que no actuaba o era comparsa, era cómplice silencioso del poder. Eso significa la Medalla Belisario Domínguez.

Por eso el debate trasciende a las personas, yo no voy a descalificar aquí, absolutamente a nadie, lo que sí, voy a cuestionar es a nosotros mismos, al propio Senado.

¿A quiénes representamos?

 ¿Quiénes somos?

¿Qué valores queremos abrazar?

Vamos a ser como Belisario Domínguez, la conciencia nacional, o vamos a mandar un mensaje que nos sumamos al modelo económico que se promueve desde el poder, y en el que no están incluido la gran mayoría de los mexicanos.

¿Cuáles son los valores que nos toca en este momento histórico honrar?

¿Qué le duele a la patria?

¿Por qué valores en estos momentos estaría Belisario Domínguez dispuesto a morir otra vez?

¿Es la generación de la riqueza?

Yo no estoy en contra de la generación de la riqueza, pero me parece que el momento que vive el país, deberíamos de estar honrando a mexicanos que con su vida estén representando valores que sean la conciencia nacional, como la democracia, la solidaridad, la justicia, las libertades, el nacionalismo. Eso es lo que le duele a México.

No es la Belisario Domínguez, como muchos la han tomado, un ejercicio de relaciones públicas, ni de reconocimiento de grupos privilegiados, ni de filiaciones universitarias, sino el reconocimiento de personas que, como Belisario Domínguez, encarnan la conciencia nacional.

Si es el desafío al poder, si es desafío al abuso, el modelo económico que tenemos en México, ha generado y concentrado la mayor riqueza que hayamos conocido como país.

Tenemos que tan sólo cuatro mexicanos en una década, pasaron de acumular 2 por ciento del PIB, a 9 por ciento del PIB.

Ese es el mensaje, eso es lo que  hoy se va a reconocer, un modelo económico que excluye a la gran mayoría de todos los mexicanos.

Dice el filósofo Daniel Cohen en su libro homo economicus que “Hoy la economía priva sobre cualquier otro valor, las empresas busquen rentabilidad y ese es su papel, y se busca privatizar los bienes públicos, en la actualidad se privilegia la competencia sobre la cooperación”.

El homo economicus impone como un triste profeta, el aguafiestas de todos los tiempos.

Estamos premiando a los valores del mercado, en una económica caracterizada por el favoritismo, por los grandes privilegios, donde los débiles son sometidos y despreciados por los vencedores.

La labor entonces de esta representación nacional, debería ser proteger a las minorías desfavorecidas.

No debemos sorprendernos, esta ideología privilegia al poder del mercado, de la rentabilidad en prácticamente todos los sectores de nuestra sociedad y ahora, el Senado se convierte en un instrumento de este capitalismo salvaje que ahora, pues nos va a utilizar para premiar a quienes mejor lo han hecho en este modelo hegemónico.

¿A quién le sirve esta premiación? En este caso por los valores que va a basar, le sirve al poder, al gobierno, que se ha dedicado a privatizar los recursos nacionales, el reconocimiento a uno de los grandes actores de este gran capital, pues le sirve el poder en lugar de cuestionarlo.

En lugar de sumarnos a este reconocimiento, deberíamos estar  denunciando a este modelo económico, cuestionándolo, pero si nosotros no lo hacemos, si el Senado de la República no lo hace, pues entonces, ¿quién lo va a hacer?

Yo creo que va más allá de un tema burocrático o de partidizar cada año o de no respetar la fecha.

Me parece que lo que se está omitiendo por parte de esta soberanía, es que la Medalla Belisario Domínguez se estableció como un ejercicio de conciencia para nosotros mismos, que reflexionemos del momento histórico, de lo que le duele a México y lo que deberíamos honrar, todo aquello que no está construyendo a nuestra patria.

Yo no cuestiono a quien le van a dar la medalla,  cuestiono a nosotros mismos, tenemos que cuestionarnos si estamos cumpliendo y si estamos honrando  el legado de Belisario Domínguez.

¿Por qué valores estarían ustedes, compañeras y compañeros Senadores, a dar su vida por la patria? ¿Por los valores que hoy vamos a premiar?

Deberíamos de premiar a tantos mexicanos que han abonado a nuestra democracia y que todos los días luchan contra la arbitrariedad, la corrupción y la ausencia de la libertad de expresión.

Decía, y termino con esto, señor Presidente, dice Piketty en su libro tan famoso ahora: “La historia de las desigualdades, depende de las representaciones que se hacen los actores económicos, políticos y sociales, de lo que es justo y lo que no lo es, de las relaciones de fuerza entre otras actores y de las elecciones colectivas que resultan de ello, es el producto conjunto de todos los actores interesados”.

Me parece que hoy el Senado pierde el legado de ser la conciencia nacional, que nos dejó Belisario Domínguez y tristemente, nos sumamos a sostener un modelo económico que ha generado una terrible desigualdad.

Por eso nuestro voto será en contra.

El Presidente Senador José Rosas Aispuro Torres: A continuación, se le concede el uso de la palabra al Senador Francisco Yunes Zorrilla, del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional, para hablar en pro del dictamen.

El Senador Francisco Yunes Zorrilla: Muchas gracias.

Saludando, como siempre, con mucho respeto a las Senadoras y Senadores de esta Cámara, con mucho respeto, pero también con mucha firmeza y mucha puntualidad, a nombre del Grupo Parlamentario del PRI en el Senado de la República, me permito sostener el beneplácito y solicitar de manera muy respetuosa el voto a favor de este dictamen, para poder distinguir con la presea Belisario Domínguez, la vida elocuente, solidaria  con el país de un gran mexicano, como ha sido y es don Alberto  Baillères.

Se dijo aquí, de manera  incansable, que el sentido y el alcance de esta presea tiene un significado puntual, uno solo, que hay que retomar y hay que tomar en cuenta, y es el de distinguir a los mexicanos, que por su virtud, por su ciencia, por su contribución, por su aportación en grado inminente como servidores de la patria y de la humanidad, han dejado huella en su entorno, en su comunidad y en el país.

Y por esas razones es que venimos a pedir, con toda  humildad, a las Senadoras y a los Senadores, el voto de apoyo y de respaldo para que  el premio, para que la  presea Belisario Domínguez, la máxima que otorga la República a través del Senado, pueda reconocer esta vida elocuente.

Escuchamos con mucha atención los argumentos a favor, y escuchamos con mucho respeto también los argumentos en contra del dictamen, y me parece que destacan como punto sustancial y punto de encuentro la necesidad de definir, como aquí lo decía quien me antecedió en el uso de la palabra, por cierto muy bien, qué es lo que venos a reconocer en esta ocasión con esta presea.

Y es que no venimos a reconocer un modelo económico, y es que no venimos a reconocer los alcances y las dimensiones del poder político, y es que no venimos a reconocer una clase social por encima de otro; lo que venimos a reconocer es a un hombre que desde la clase social que le toca representar ha sabido dotarla, imprimirle un contenido social.

Que desde la visión del empresariado ha sabido generar espacios puntuales en favor del resto de los mexicanos, no es a los empresarios, es a un empresario que logra dotar de contenido y de alcance esta noble actividad, lo que se reconoce en la solicitud y propuesta de este premio.

Venimos a reconocer también a un hombre que ha sabido generar de instituciones para lo que hoy se está dando esta tarde pueda tener en la normalidad de la enseñanza un hilo conductor, puntual y generoso, que es el de poder en el respeto contrastar puntos de vista distantes, que el de poder en la deliberación construir a partir de las diferencias, que en el conocimiento y en el acceso a la cultura y a la investigación poder generar esquemas de estados superiores en beneficio de todos, eso es lo que también se viene a reconocer en la persona de Alberto Baillères esta tarde.

Un hombre, como ya se ha dicho aquí, que a lo largo de muchos años ha generado acciones que contribuyen a fortalecer el espíritu industrial del país, generando empleos y empleos bien remunerados, a un hombre que ha podido en la diversificación generar fortalecimiento institucional para la patria, no sólo a través de la metalurgia, no sólo a través de las refresqueras o las cervecerías, sino también a través de los seguros y a través de muchas acciones vinculadas con el sistema financiero estatal.

Lo que venimos hoy a reconocer es a alguien que ha creído en la cultura en este país, que ha fortalecido las posibilidades de crecimiento personal a través de la universalidad y a través de la investigación, es reconocer a un hombre que al generar amplios abanicos en las distintas y múltiples acciones en las cuales ha participado lo ha hecho siempre pensando en México, penando en sus instituciones, pensando en consolidar un mejor futuro.

Por eso de manera muy respetuosa a las Senadoras y a los Senadores presentes, les pedimos de manera puntual que pudieran tener en cuenta estas consideraciones y respaldar la presencia del gran mexicano, el gran empresario, el hombre que se ha generado y que se ha significado en la expresión cultural, que ha sido don Alberto Baillères la posibilidad de ser galardonado con la presea Belisario Domínguez, que este Senado de la República cada año entrega a los mexicanos con los merecimientos como los que a lo largo de una vida elocuente acreditado Alberto Baillères.

Por su atención muchas gracias.

Es cuanto, señor Presidente.

(Aplausos)

El Presidente Senador José Rosas Aispuro Torres: Gracias Senador Francisco Yunes Zorrilla.

A continuación se le concede el uso de la palabra al Senador Víctor Hermosillo y Celada, del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional, para hablar en pro del dictamen.

En el uso de la palabra, Senador.

El Senador Víctor Hermosillo y Celada: Con el permiso de la Mesa Directiva.

Creo que aquí estamos cayendo en un debate ideológico entre defensa de un sistema de capitalismo y un sistema socialista, eso es el fondo de esta discusión, no es la persona de Baillères, el problema, aquí es un debate ideológico, y yo vengo a defender en las cosas que yo creo, en las cosas que creo que valen la pena defender si uno piensa así, no sacarle, no ser hipócrita.

De las cosas negativas que se ha hablado de Baillères, en ninguna situación se ha visto su persona, se ha visto el sistema, Baillères es un hombre de familia, es un hombre trabajador, muy trabajador, tiene más de 80 años y sigue trabajando, es un hombre que ha creado.  Pero hay personas que no pueden admitir que alguien pueda tener riqueza, no pueden admitir, y riqueza bien habida, y se van por ideologías que no conducen a nada.

En este país, si no  conjugamos la tolerancia, nunca vamos a llegar a ningún lado, eso es lo que nos ha pasado a través de la historia.

Qué difícil es admitir que alguien tenga dinero, y dinero bien habido, que sea empresario, aquí hay gente que odia a los empresarios.  Yo soy empresario, y a mucho orgullo, y he creado trabajos, y  les voy a decir una cosa, ser empresario no es fácil, repartir el dinero de otros es mucho más fácil. 

Los sistemas tienen resultados, y a lo que sé, como dijo el Presidente Mújica: “Por más que nos duela, el capitalismo es el que crea trabajos”. 

Y lo está diciendo un izquierdista de verdad, un izquierdista sacrificado, un izquierdista que fue preso, un izquierdista que después de eso luchó por la democracia de una manera ecuánime, eso es lo que debemos aprender, luchar con ecuanimidad.

Aquí hay mucha paja, mucha demagogia.  Si hay pobres en México no es por culpa de los capitalistas y de los ricos, es por culpa de todos nosotros.

Entonces, yo no creo que sea justo sinceramente un pronunciamiento así, por situaciones ideológicas.  Yo no he oído aquí, sobre la personalidad de Baillères una cosa negativa, que tiene dinero, ¿algún pecado es tener dinero?  Que hace empresas,  pues qué bueno, ojalá muchos demagogos hiciera empresas, como lo ha hecho Baillères.

Que el señor ha hecho instituciones para el bien de México, las ha hecho.  Que el señor sea una persona que sigue trabajando y queriendo hacer cosas mejores, qué bueno.

Señores: Tenemos que ver, que también los empresarios son mexicanos y también cuentan y cuentan mucho. 

Si los empresarios de este país no se movieran.  Hay empresarios buenos y empresarios malos, pero el motor del país es la gente que hace producir, no los que distribuyen burocráticamente la riqueza, ésa es la cosa que sucede en México, el odio ése al buen empresario; el odio al hombre de éxito; el odio al hombre que ha sabido hacer familia; al hombre que ha sido tenaz; al hombre que ha sido discreto.

Entonces, señores, yo no creo que lo que han dicho del señor Baillères está bien, definitivamente no habla bien de ustedes.

Yo estoy de acuerdo con lo que se decidió aquí, de darle al señor Baillères precisamente este premio, porque se lo merece, y tampoco quiero exagerar sus situaciones de valores y de éxitos, es un hombre sencillo, es un hombre que sinceramente creo que ha hecho de su vida una ruta que se la trazó de esfuerzo, de éxito  personal, de acumular cosas, también se vale, para eso trabaja uno, pero también de desparramar y de dar a los demás, y eso tiene mucho mérito.

Por eso señores, olvídense, nada tiene de malo ser rico, nada de tiene de malo ser empresario. Si uno tiene la bondad precisamente de pagar bien, de distribuir riqueza y de crear más riqueza. 

No hay cosa peor que la riqueza en manos de gente que no la ha hecho, sino que la malgasta, y eso es precisamente lo que sucede con muchos gobernantes, no saben lo que es la riqueza y la malgastan. Si este país está en la situación en que estamos es por esa razón, no es por los empresarios, es por los gobernantes.

Muchas gracias.

El Presidente José Rosas Aispuro Torres: Gracias Senador Víctor Hermosillo y  Celada.

A continuación se le concede el uso de la palabra al Senador Manuel Bartlett Díaz, del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo, para hablar en contra del dictamen.

El Senador Manuel Bartlett Díaz: Con su venia señor Presidente.

Yo considero que Layda Sansores ha tenido una exposición suficientemente clara, pero además con la virtud que Layda, de la valentía ante los hechos consumados a los que nos confrontan hoy, los hechos consumados. ¿Verdad?

Y luego está a discusión en donde se empieza a atacar, sin mencionar el nombre, ahí de una manera muy sutil. Aquí nadie, nadie ha venido a discutir la calidad de hombre serio, de padre de familia, de trabajador, de Baillères.

Aquí el tema, es que esta medalla no le corresponde a ese perfil, es un asunto tan simple como eso.

Con todo respeto a mi amigo Hermosillo, que es un hombre siempre sincero, y yo lo aprecio muchísimo, ésta no es una medalla para un hombre de negocios, para esta trayectoria, es otra cosa. Ya se dijo, se trató de explicar.

La Medalla “Belisario Domínguez” es para defensores cívicos, para quienes se entregan a defender valores sociales, no es para quienes ocupan posiciones en este mundo capitalista, que aquí se ha defendido.

Tampoco, digamos, es una situación, una discusión ideológica, ideológica. Pero si quieren podemos entrar a lo ideológico también, y les voy a tocar un pequeño tema, sino es que esa decisión, con todo respeto a la comisión, con todo respeto a las mayorías que se suman muy rápidamente, pues no fue discutida. Entonces, lo que logran es una situación embarazosa para el propio Baillères.

O ¿qué querían? ¿Que todo mundo se calle aquí, y nos salgamos y no digamos nada, porque llegaron a un acuerdo ahí en la cúpula de la comisión? ¡No! los temas se tienen que discutir.

Esta Medalla “Belisario Domínguez” no es para Baillères. Es un grave error que están cometiendo, es una desnaturalización de una presea que tiene historia y que tiene objetivos muy claros.

Nadie viene aquí a discutir si el señor Baillères hizo bien en manejar la fortuna de su padre y ampliarla, porque si vamos a ese tema, podríamos tocar otros temas, como por ejemplo, las facilidades que les dan a los mineros, a las empresas mineras que no pagan impuestos.

Los regímenes prioritarios que hacen que las grandes fortunas se hagan más grandes y más grandes. ¿Verdad?

Si vamos a eso, a discutir el mecanismo que decía Hermosillo, que no es lo que se debe discutir, pero nos meten en este asunto, en un mundo de absoluta desigualdad, en un México en donde la pobreza crece y crece, y la concentración de la riqueza se denuncia todos los días, esa concentración que se hace por la política económica que ustedes aprobaron hace unos días, la legislación económica que permite que la población pague 35 por ciento de Impuesto sobre la Renta, y las mineras, y las banqueras, y estos no paguen nada. ¿Verdad? No es ese premio. Podríamos analizar ese tema.

¡No! el señor Baillères representa una familia que ha estado en la industria, en la banca, en el comercio muchísimos años. Pero esta medalla no le corresponde a él.

Y al estar desnaturalizando las instituciones de la República, estamos generando conflictos como éste.

Estamos en contra de que por acuerdos cupulares se dé una medalla, un privilegio de reconocimiento a quien no le corresponde. Ese es el problema, ese es el verdadero problema. No deben de hacerlo.

Seguir arrastrando a las instituciones en acuerdos partidistas cupulares, porque ya vimos que no todos están de acuerdo en todos lados, vamos a acabar con las instituciones.

Y la Medalla “Belisario Domínguez” va a pasar a ser una posibilidad de obtener una calología, quedar bien con fulano, con perengano. Bueno, mañana vamos a tener también algunos hombres de la televisión, que también se lo merecen porque han acumulado mucha riqueza.

Están desnaturalizando una presea que corresponde y que tiene el nombre de un mártir, de un mártir de la democracia, de un hombre que no se calló, de un hombre que salió al Congreso contra Huerta, un felón y se levantó contra él. Ese es el principio, eso es lo que hay que buscar, y no podemos encontrar esos principios en una gente como Baillères que ha hecho una enorme fortuna en un país en donde la pobreza se acrecienta año con año.

Yo no tengo, la verdad, credencial del “Palacio de Hierro”, las conozco y son temibles ¡Eh! ¡Temibles! ¿Verdad? No es eso, ni tampoco hay odio,  Víctor, no es odio, es, bueno, puedes reconocer tú el dinero y la riqueza y las grandes empresas bien habidas en un sistema que las favorece, las protege, y evita la redistribución de la riqueza, si queremos llegar ahí.

Pero, además, aquí se ha dicho que sus valore son académicos, el valor de Baillères académico, si queremos entrar a un toque ideológico, mi querido Víctor.

Don Raúl Baillères, en una época de profundización de las medidas de la Revolución Mexicana, consideró que era necesario hacer algo para acabar con los principios de la Revolución Mexicana, para acabar con la Constitución y sus principios sociales fundamentales.

Y trajo a Hayek, ¿se acuerdan de Hayek? Bueno, aquí los neoliberales seguramente no lo han leído, pero, les digo, es uno de los principales promotores del neoliberalismo, seguramente ahí oyó voces que si lo leyeron o cuando menos lo cargaron, seguramente.

Bueno, don Raúl y un grupo de banqueros totalmente en contra de la Revolución Mexicana, de sus principios, de los derechos sociales, de la reforma agraria, de la reforma laboral, que ustedes han venido destruyendo, montó una operación con esos paladines del neoliberalismo y los trajo aquí con un gran banquero de entonces muy activo, que era amigo de don Raúl Baillères, Aníbal de Iturbide, preocupados por la Revolución Mexicana crean una institución, por eso le llaman académico, una institución que se llama el ITAM.

Pero el ITAM no es una posición académica para fines de la educación y el desarrollo cultural de México. No. Y tengo las pruebas y las podemos discutir.

El ITAM se crea para formar a las nuevas clases de México, a los jóvenes, en la posición neoliberal, anti-Revolución Mexicana.

Entonces esa es la virtud que le llaman académica. No. Es un trabajo de inversión muy importante para atacar los grandes principios que han construido este país ideológicamente.

Entonces el ITAM que hoy ha sustituido a las universidades públicas, el ITAM que hoy gobierna, algunos no, algunos ya nos dicen que ellos no están en esa línea, y lo acepto, pero el ITAM es una institución creada para eso.

Entonces, además de estar nosotros, unos auspiciando y otros en contra de la concentración de la riqueza…

El Presidente Senador José Rosas Aispuro Torres: Senador, le pido que, por favor, concluya su intervención.

El Senador Manuel Bartlett Díaz: Termino, Presidente.

Quienes estamos en contra del dominio de la riqueza, su crecimiento y la pobreza por otro lado, premiar a un señor que es de los primeros tres capitales de este país es un despropósito, no viene al caso, es desnaturalizar la Medalla Belisario Domínguez.

Ya Layda propuso otra que, guardaron silencio, pero propuso la Medalla al “Becerro de Oro”, eso es otra cosa. Se debe premiar a los empresarios, a los que pagan sus impuestos, a los que promueven el empleo, nadie está en contra de eso, pero hoy aquí en un país empobrecido, cuando Peña Nieto ha creado 2 millones más de pobres, la concentración de la riqueza en unos cuantos que se quedan con el exiguo crecimiento del país, no es la Medalla Belisario Domínguez, se equivocan.

Esto no es un acuerdo de compadres y de cuates y de buenas voluntades, hay un sentido ideológico muy fuete en él, claro que lo hay. Vamos a premiar a uno de los hombres más ricos de México, independientemente de su fortuna.

Es un grave error, Emilio, te lo digo, es un grave error, y eso es lo que estamos discutiendo. Se equivocaron en el personaje.

Yo pienso que ni siquiera él lo quiere, yo no sé, si le preguntan a Alberto Baillères va a decir: “¿Eso qué es, por qué me están metiendo a mí ahí en una discusión?”.

El Presidente Senador José Rosas Aispuro Torres: Senador, le pido que, por favor, concluya su intervención.

El Senador Manuel Bartlett Díaz: Ni lo ha pedido ni lo quiere, y a lo mejor se las devuelve. Que no estaría mal.

Muchas gracias.

(Aplausos)

El Presidente Senador José Rosas Aispuro Torres: Gracias, Senador Manuel Bartlett Díaz.

A continuación, se le concede el uso de la palabra al Senador Gerardo Flores Ramírez, del Grupo Parlamentario del Partido Verde Ecologista de México, para hablar en pro del dictamen.

En el uso de la palabra hasta por cinco minutos. Les pido que, por favor, respetemos el tiempo reglamentario.

El Senador Juan Gerardo Flores Ramírez: Muchas gracias, señor Presidente. Con la venia de la Asamblea.

Lo primero que quiero decir en esta tribuna es que el Grupo Parlamentario del Partido Verde Ecologista de México está, desde luego, a favor del dictamen por el que se propone la entrega de la Medalla Belisario Domínguez a Alberto Baillères de la misma forma que lo hemos hecho, o que hemos apoyado la entrega de la Medalla “Belisario Domínguez” a mexicanas y mexicanos de bien en años anteriores.

Se trata, es verdad, de un reconocimiento, el más alto reconocimiento que entrega este Senado de la República, y por eso, creo que es importante retomar lo que ya han señalado algunos colegas en esta tribuna, respecto a lo que dice el decreto por el que se crea esta medalla, que básicamente señala en su primer artículo, que es una medalla para premiar a los hombres y mujeres mexicanos que se hayan distinguido por su ciencia y su virtud en grado eminente como servidores de nuestra patria o de la humanidad.

Se trata de un reconocimiento que debe ser plural, que no debe ser rehén de estigmas, como ya señaló algún colega que me antecedió en el uso de la palabra; alguien aquí preguntaba que cuáles son los méritos, cuáles son los méritos de Alberto Baillères hacia la humanidad.

Me parece que pues hay que circunscribirnos a lo que establece como requisito el decreto por el que se crea esta medalla, y yo lo que puedo decir, de manera muy concreta, es que se trata de un mexicano que sin duda ha contribuido a la formación de miles de mexicanos a través del Instituto Tecnológico Autónomo de México; mexicanos con conciencia crítica, es verdad, que hoy, y en años, en  muchos años han servido a  nuestra patria en  muchos campos de la vida diaria de nuestro país.

Lo han hecho en el sector público, lo han hecho en el Ejecutivo, lo han hecho en el legislativo, lo han hecho en el sector privado, y lo han hecho en el sector social; hoy hay muchos mexicanos con liderazgo en actividades sociales,  que son egresados del Instituto Tecnológico Autónomo de México y que no son de ninguna manera mexicanos que defienden el capitalismo salvaje, como de manera lamentable vino aquí a referir un colega.

Qué mejor manera de defender la libertad de expresión y al dignidad, que fomentar la formación de miles de mexicanos, que, como dije, han contribuido a la vida de nuestro país en distintos ámbitos de la nación.

Se trata de un mexicano que sí, se ha distinguido por su ciencia o su virtud a través de las diversas empresas, que no podemos  negar que son empresas socialmente responsables, son empresas que resisten cualquier análisis del pago de impuestos, por ejemplo; son empresas que han venido pagando impuestos de manera sostenida, y que tan sólo, por ejemplo, alguien hacía referencia aquí de los regímenes especiales para las empresas mineras, que supuestamente  los exceptúan de pagar impuestos, eso no es verdad, como resultado de la Reforma Fiscal que aprobamos en 2013, las empresas mineras en  nuestro país hoy,  pagan 2,200 millones de pesos en promedio más que antes de la reforma.

He escuchado con atención los posicionamientos de mis distintos colegas, y  me parece en verdad muy penoso, que alguien que diga que tiene conciencia crítica, que se formó en el Instituto Tecnológico Autónomo de México venga a descalificar la elección del receptor de la medalla haciendo referencia a un concepto bastante pobre como es el del capitalismo salvaje.

Me parece que eso no abona en el debate, me parece también poco serio que haya quien venga a esta tribuna a descalificar al recipiente del más alto reconocimiento que entrega el Senado de la República, simplemente porque no simpatiza con lo que hace.

Vienen  aquí a querer imponernos los criterios que debemos seguir para la entrega de esta medalla.

Me parece que ha quedado suficientemente claro que la medalla no es rehén de algún sector de la sociedad mexicana.

La medalla es para cualquier mexicana o mexicano que cumpla con lo que establece el decreto por el que se creó esta medalla.

Con todo respeto para quien se refirió a Raúl Baillères, padre de Alberto Baillères, me parece que no es, no ayuda tampoco al debate venir a tratar de descalificar los méritos del receptor de una medalla, haciendo referencia a su papá, porque me parece que si vamos a hablar de los papás, también debemos hablar entonces de los papás de quienes han usado esta tribuna, y entraríamos en un demasiado álgido, me parece que eso no abona en la discusión; me parece que lo que debemos hacer es reconocer los méritos de quien esta ocasión está proponiendo la Comisión para que sea receptor de esta medalla, me parece que tiene los méritos suficientes, ha formado a través del Instituto Tecnológico Autónomo de México a miles de  mexicanos, que, como ya señalé, sí tienen conciencia crítica, que participan en los distintos ámbitos de la vida económica de nuestro país, de la vida política, de la vida cultural; me parece que escatimar la ciencia o la virtud que ha caracterizado a Alberto Baillères, me parece que no ayuda para la construcción de un mejor  México; me parece que tenemos que empezar a ser más plurales, no podemos venir aquí a  tratar de imponer que esta medalla sea rehén de un segmento o de un sector específico de nuestra sociedad.

Se han premiado poetas, se han premiado escritores, se han premiado líderes obreros, me parece que no hay nada de malo en premiar a un líder empresarial.

Yo creo que es momento de dejar los estigmas atrás, porque son los que no ayudan a que México avance como debería avanzar en beneficio de todos.

Es cuanto, señor Presidente.

El Presidente Senador José Rosas Aispuro Torres: Gracias Senador Gerardo Flores Ramírez.

Finalmente, se le concede el uso de la palabra al Senador David Penchyna Grub, del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional, para hablar en pro del dictamen.

El Senador David Penchyna Grub: Vivir en democracia es aceptar el discernir en las ideas y en los puntos de vistas. Lo que no se vale en una democracia es denigrar sin elementos, porque acaba por denigrarse quien lo hace, con fundamentos ideológicos que tratan de justificar el pasado de una historia y no el presente y un futuro de una nación.

Con todo respeto yo difiero de algunas opiniones.

En este Senado de la República, y en su historia, la entrega de la Medalla Belisario Domínguez es la más alta distinción del Estado mexicano en donde se reconocen trayectorias, lo mismo de la vida artística, científica, cultural, histórica de una nación, que se ha formado en sus últimos 200 años con diferentes páginas que nos deben de hacer sentirnos orgullosos, aunque algunos no quieren aprender de la historia, de la historia que nos reconoce como una nación.

Lo mismo hemos premiado ideologías de izquierda que de derecha, académicos distinguidos a nivel internacional o poetas que por su valor literario hemos hecho a un lado en sus historias personales lo que no los distingue para poder premiar el mérito y el esfuerzo de cada quien.

Hoy estamos discutiendo la Medalla Belisario Domínguez, estamos discutiendo el dársela a una persona que representa algo que es congruente con lo que en este Congreso nos hemos atrevido a hacer, pese a que a muchos les cueste trabajo entenderlos, entenderlo porque la generación política que ve hacia adelante no ve hacia atrás y no construye historias personales en tratar de lavar historias que en otro tiempo fueron contradictorias.

Hoy estamos premiando al hombre mexicano emprendedor, que a través de una figura genera valor arriesgando capital, que contrata a cientos de miles de mexicanos que cuentan con la seguridad social que aspiramos a tener.

Hoy no cabe un discurso falso de viejas añoranzas, de un modelo de asistencialismo que nos sumió en la pobreza y en la desigualdad, y que nosotros como generación tenemos que atrevernos a hacer mejor las cosas y no estar hurgando en el pasado los resabios del rencor y del autoritarismo.

Qué bueno que haya instituciones académicas que difieran de la historia oficial, nosotros no queremos regresar a donde alguien alguna vez dictó la historia oficial desde un pupitre sin conocer la realidad de la educación.

Queremos el contraste de las ideas.

Queremos apostarle a detonar la capacidad emprendedora de la gente, gente que arriesgue por generar empleo y no dejarle a este Estado fallido que en otro tiempo construyó las empresas y fracasó.

Las empresas son para los empresarios y ese es el debate correcto esta tarde, el debate de atrevernos a reconocer en una persona que le ha apostado a reproducir el capital a poder detonar la capacidad emprendedora de nuestra gente.

Esas son las reformas que hicimos, aunque a algunos no les guste y piensen siempre que todo tiempo pasado fue mejor.

Todo tiempo puede ser mejor para México, y no importa que las ideologías se difieran y se discutan, no importa que estemos en desacuerdo, lo que sí importa es hablar con la verdad y no con el resabio de las historias personales que viven del rencor y de un trauma que no los deja vivir en paz.

A Alberto Baillères hoy lo reconocemos aquí como el mexicano emprendedor, con valores sociales donde se ha apostado por modelos educativos, con valores sociales para generar empleo que también son valores intrínsecos de nuestra sociedad en la que ojalá cada día más los políticos volteemos a ver que la posibilidad de salir adelante en este país no está en ese añejo asistencialismo ni en historias personales de caudillos que pensaron que sabían de todo, sino está en la oportunidad de detonar la capacidad emprendedora de la gente.

Por eso Alberto Baillères merece esta Medalla Belisario Domínguez, como merecen todos los que la han obtenido el respeto de todos los mexicanos por sembrar la semilla, una semilla de un futuro mejor.

Por su atención, muchas gracias.

(Aplausos)

El Presidente Senador José Rosas Aispuro Torres: Gracias, Senador Penchyna Grub.

Finalmente, el Senador Javier Corral ha solicitado el uso de la palabra y se le concede el uso de la misma hasta por cinco minutos, Senador.

El Senador Javier Corral Jurado: Gracias, Presidente.

Estimadas compañeras y compañeros.

No estaba en mis planes intervenir esta tarde en este debate, solamente me iba a remitir a colocar mi voto en contra en el tablero, frente al dictamen que se nos presenta, pero varias intervenciones me han obligado a exponer, con toda cordialidad y con todo respeto entre nosotros, los motivos de una decisión que no es incómoda porque mi decisión no está relacionada con la figura, con la trayectoria, con el empresario, con el éxito, ni mucho menos con el dinero.

Mi reflexión quiere hablar sobre el momento que vive México, el trágico momento en que el Senado de la República decide distinguir a un perfil cuya característica, dentro de los atributos indiscutibles e innegables que aquí se han dicho, es fundamentalmente y por sobre todos ellos, la acumulación de capital.

Estamos hablando sí de un hombre exitoso, estamos hablando de uno de los hombres más ricos de México, el cuarto capital en nuestro país.

Como aquí se ha tratado de encasillar lamentablemente con algunos argumentos a quienes votan a favor o a quienes lo hacen en contra, yo quiero realmente salirme de esas dos dimensiones y explicar que no acompañaré esta decisión porque me parece que hoy el Senado de la República se aleja de la tradición parlamentaria en términos de la presea que en 1953 se creó y fue otorgada por primera ocasión en 1954.

Porque estoy convencido que el perfil no es -lo sostengo con toda lealtad y sinceridad- el que el decreto que crea la medalla especifica. Se trata de servicios a la patria y a la humanidad.

Creo sinceramente que la fortuna de don Alberto Baillères ni está distribuida todavía entre la nación, ni podríamos hablar de que hay una redistribución en el mundo de ella.

No es por empresario por lo que yo no votaré, no es por un hombre exitoso por lo que yo no votaré. Soy un convencido, dentro de la doctrina del PAN, de que es la iniciativa privada una de las más vivas fuentes del mejoramiento social.

Creo que los hombres que arriesgan su capital, que lo invierten, merecen sí un reconocimiento especial dentro de la sociedad, sobre todo en las relaciones capital y trabajo, sobre todo aquéllos que lo hacen al margen de las relaciones del poder, porque ése es el capitalismo de compadres.

Habría que advertir, por cierto, que no solamente el momento mexicano es de enorme desigualdad social, sino que dentro de los diez más ricos de México, ocho de ellos son por cierto concesionarios de bienes y servicios de la nación, y varios de ellos proveedores del Estado.

Me alejo pues de la idea de que no votar por el señor Baillères, a quien no tengo el gusto de conocer personalmente, sería criticar el éxito, la fortuna, la creación de empresa o el ser empresarial per se. Esa no es mi reflexión, como creo que no ha sido la de algunos compañeros.

Estoy absolutamente convencido y no tengo por ahora argumento que me permita descalificar ni a la persona, ni al empresario que es el señor Alberto. De lo que sí estoy convencido es que éste no es el momento preciso para distinguir a un perfil así en medio de profundas desigualdades.

La enorme concentración de la riqueza en unas cuantas manos es el problema fundamental y estructural de México. Un diez por ciento de la población, el primer decil de la población, acapara el 46 por ciento del ingreso en México; el segundo decil, clase media, acapara casi el otro tanto, el otro 40 por ciento del ingreso en nuestro país. Todo lo demás es pobreza, es marginación, falta de oportunidades.

No creo que sea el momento propicio, ni el perfil al que el decreto que creó la presea se refiere, emitiré con todo respeto para todos, para quienes lo hagan a favor y quienes lo hagan en contra, mi voto discordante del proyecto de dictamen.

No es la primera vez en que expreso dudas sobre un nombramiento, sobre una distinción como ésta.

Debo decirles, que en 2015, en 2005, perdón, siendo Senador de la República, vote a favor de entregar la presea Belisario Domínguez, a Gilberto Borja, Presidente de Ingenieros Civiles, de ICA.

Por supuesto, ponderé dentro del perfil el servicio que Borja habría brindado a la nación mexicana a través de las obras de infraestructura, que cubren más el perfil del interés público, que el de la simple acumulación de la riqueza.

Como lo hizo entonces a favor de Borja, en un difícil balance que me decantó por él, ahora también en un difícil balance, digo, que no puedo estar de acuerdo con la distinción Alberto Baillères, quien por supuesto como persona, como empresario, como hombre de éxito tiene todo mi respeto y todo mi reconocimiento.

Por su atención, muchas gracias.

El Presidente Senador José Rosas Aispuro Torres: Gracias, Senador Javier Corral Jurado.

En virtud de haberse agotado la lista de oradores, consulte la Secretaría a la Asamblea, si es de aprobarse el presente acuerdo.
Sonido por favor en el escaño del Senador Encinas.

El senador Alejandro Encinas Rodríguez: (Desde su escaño) Sólo para solicitarle por la naturaleza y la importancia del tema que la votación sea nominal, por favor.

El Presidente Senador José Rosas Aispuro Torres: Si, sólo le pediría nada más que lo respaldasen cinco, y con gusto Senador  Alejandro Encinas Rodríguez.

En virtud de haberse agotado la lista de oradores y haber solicitado que está votación se haga de forma nominal.

Ábrase el sistema electrónico de votación por tres minutos para recoger la votación nominal del proyecto de decreto.

Háganse los avisos a que se refiere el artículo 58 de  nuestro Reglamento, para informar del resultado de la votación.

(Se abre el sistema electrónico de votación)

(Se recoge la votación)

El Presidente Senador José Rosas Aispuro Torres: Informo a la Asamblea que el Senador Isidro Pedraza Chávez, entregó a esta directiva el documento que contiene su intervención sobre el tema que hoy nos ocupa sobre el dictamen, sobre esta presea que está hoy analizando el Senado.

Con gusto, se tomará nota de ello y quedará inscrita en el Diario de los Debates.

El Secretario Senador Luis Alberto Fernández Fuentes: El registro arroja 71 votos a favor y 13 en contra.

El Presidente Senador José Rosas Aispuro Torres: Gracias, Senador Secretario.

Aprobado el dictamen que hoy nos ocupa.

En consecuencia, el Senado de la República confiere la Medalla de Honor Belisario Domínguez, correspondiente al año 2015, al ciudadano Alberto Baillères González, como un justo reconocimiento a su sobresaliente contribución.

El Senado de la República realizará sesión solemne para imponer la Medalla Belisario Domínguez al señor Alberto Baillères González.

Se solicita al Pleno de la Comisión de la Medalla Belisario Domínguez, que acuda a participarle al señor Alberto Baillères González, la determinación de esta Asamblea, de entregarle dicho galardón.

Comuníquese el mismo.

Honorable Asamblea: Para normar el desarrollo de la sesión solemne en la que se impondrá la Medalla Belisario Domínguez, la Mesa Directiva ha suscrito un acuerdo.

Solicito a la Secretaría dé lectura solamente a su parte resolutiva, esto es similar al que se ha realizado en años anteriores.

El Secretario Senador Luis Alberto Fernández Fuentes: Doy lectura a los puntos resolutivos del acuerdo.

Primero. El Senado de la República celebrará sesión solemne el jueves 12 de noviembre del 2015 a las 11:00 horas en el recinto de Xicoténcatl No. 9 en esta ciudad, a fin de entregar la Medalla de Honor Belisario Domínguez al señor Alberto Baillères González.

Segundo. En esta sesión solemne, únicamente tendrán lugar las siguientes intervenciones:

Lectura de la histórica proclama del Senador Belisario Domínguez, por parte de la Secretaría de la Mesa Directiva.

Intervención de un Senador o Senadora a nombre de la Cámara de Senadores.

Mensaje del señor Alberto Baillères González, recipiendario de la Orden de la Medalla Belisario Domínguez.

Tercero. Como lo establece el artículo 100 de la Ley Orgánica del Congreso General, a esta sesión solemne, se invitará al titular del Poder Ejecutivo Federal, al Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al Presidente de la Cámara de Diputados y los demás funcionarios  y personalidades que la Mesa Directiva determine.

Cuarto. Durante su presencia en el salón de sesiones de este órgano legislativo, a los titulares de los Poderes de la Unión y al Presidente de la Cámara de Diputados, se les asignará un escaño en el presídium.

Quinto. Un reconocimiento a la envestidura de los titulares de los demás Poderes de la Unión, la Presidencia de la Mesa Directiva designará a las comisiones de ceremonial a que se refiere el artículo 289 del Reglamento del Senado.

Sexto. Adicionalmente a las actividades de la sesión solemne que se realice en el recinto de Plenos del Senado de la República, la Mesa Directiva determinará a los invitados y asistentes que participarán en las actividades de la develación del nombre del señor Alberto Baillères González en el muro de honor, guardia de honor en el monumento de don Belisario Domínguez.

Séptimo. Se instruye a la Secretaría General de Servicios Administrativos a hacer las gestiones necesarias para cumplir las tareas de logística y seguridad que requieran  los asistentes a la sesión y el recinto del Senado de la República.

Octavo. Se enviará solicitud a la Secretaría de la Defensa Nacional, para contar con el personal militar necesario en las actividades que se desarrollan, con motivo de la sesión solemne.

Es cuanto, señor Presidente.

El Presidente Senador José Rosas Aispuro Torres: Gracias, Senador Secretario.

Consulte la Secretaría a la Asamblea, en votación económica, si es de aprobarse el presente acuerdo.

El Secretario Senador Luis Humberto Fernández Fuentes: Consulto a la Asamblea, en votación económica, si es de aprobarse el acuerdo.

Quienes estén porque se apruebe, favor de levantar la mano.

(La Asamblea asiente)

Quienes estén porque se rechace, favor de levantar la mano.

(La Asamblea no asiente)

Aprobado el acuerdo, señor Presidente.

El Presidente Senador José Rosas Aispuro Torres: Gracias, señor Secretario.

Informo a la Asamblea que la Senadora Diva Hadamira Gastélum Bajo, la Senadora Cristina Díaz Salazar y el Senador Luis Fernando Salazar, están solicitando que se acredite su voto a favor, el cual pido a la Secretaría que haga lo conducente.

También pido que se acredite el voto en el sentido que lo ha señalado, en contra,  el Senador Luis Humberto.

Con gusto.

Aprobado  el acuerdo.

En consecuencia, el Senado de la República celebrará sesión solemne el 12 de noviembre del 2015  a las 11:00 horas en el recinto de Xicoténcatl No. 9, en el Centro Histórico para imponer la Medalla de Honor Belisario Domínguez, correspondiente al año 2015, al señor Alberto Baillères González.

Se instruye a las Secretarías Generales del Senado llevar a cabo las acciones correspondientes para la realización de la Sesión Solemne.

Háganse las invitaciones y comunicaciones correspondientes derivadas de dicho acuerdo.

Compañeras y compañeros Senadores, informo a ustedes que recibimos de la Mesa Directiva un acuerdo suscrito por los integrantes de la Junta de Coordinación Política que propone modificación en la integración de comisiones. El acuerdo está disponible en el monitor de sus escaños.

Solicito a la Secretaría dé lectura sólo a los puntos resolutivos de dichos acuerdos.




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