5 sept 2016

Trump en las columnas de hoy, martes 6 de septiembre

EPN no quedó bien ni con melón ni cin sandía…Hilaria dice que no viene…, punto y Trump dice que no cumplió el pacto…, incluso lo acusa violar  algunas “reglas de juego” al admitir que ambos hablaron al respecto en su reunión privada.. En entrevista con la cadena ABC News, el empresario aseguró que Peña Nieto no le dijo que México no pagaría por el muro.
“Él no dijo eso. Él tuiteó mucho tiempo después de que la reunión había terminado… El hecho es que él no dijo eso. Él tuiteó después de que me fui”, aseguro.

Y lo más grave es la encuesta de CNN News donde Trump habrá revaso a Hillary por dos puntos..: 45% 43%  Empero, según el mismo sondeo una mayoría de los encuestados, un 59%, piensa que Hillary será finalmente quien obtenga los 270 votos electorale, contra un 34% cree que Trump podrá imponerse.
Mmm
Las columna políticas hoy, 6 de septiembre de 2016
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Lenguas Viperinas/LSR
HILLARY CLINTON dijo no a la invitación del Presidente de México, Enrique Peña Nieto, y eso ha desatado una guerra de declaraciones entre legisladores de oposición y los del PRI. Miguel Barbosa y Fernando Herrera Ávila, coordinadores del PRD y PAN en el Senado, coincidieron en que se cometieron errores graves en la forma y fondo en la que se envió la invitación a los dos candidatos a la presidencia de Estados Unidos, y que consecuencia del encuentro con Trump y de las versiones encontradas sobre lo que los dos políticos hablaron en privado provocó que Clinton declinara la invitación y ello, nos dicen, agrandar la crisis de gabinete que vive el gobierno mexicano.
CLAUDIA RUIZ Massieu y su papel al frente de la Secretaría de Relaciones Exteriores es visto con recelo en el Congreso. Nos aseguran que senadores y diputados de oposición quieren llamarla a cuentas, a comparecer, por la visita del estadounidense Donald Trump a México. Los legisladores quieren saber si fue o no ignorada en estas negociaciones, pues se evidencia un debilitamiento en su gestión.
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¿Será? /24 Horas
Vestidos y alborotados por Hillary
Con su negativa a visitar nuestro país, Hillary Clinton también dejó vestidos y alborotados a los diputados federales. Ayer, antes de conocer el anuncio de la candidata demócrata, legisladores del PAN afirmaron que promoverían un punto de acuerdo para que fuera el Congreso de la Unión el que la invitara a México. El tema se discutió en la Junta de Coordinación Política, y no gustó nada al PRI, por lo que se preveía un intenso debate para este martes. Pero no será así. Los panistas se quedarán con las ganas de saludar personalmente a doña Hillary y los priistas, con ganas de responder. ¿Será?
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 Confidencial/ El Financiero
El Grito en Los Ángeles
La fiesta del Día de la Independencia promete estar ardiente en Los Ángeles, donde hay gran emoción por la participación de Los Tigres del Norte en el Consulado de México. El popular grupo ha prometido un corrido que describa al político republicano Donald Trump. El quinteto ya ha pedido a sus seguidores en el país norteamericano no votar por “un candidato racista”.
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Peña engañó a Obama (II)/ Raymundo Riva Palacio
Columna Estrictamente Personal
El Financiero, 6nde septiembre de 2016.
A finales de junio se dio la cumbre anual de líderes de América del Norte, en Ottawa. Durante ese encuentro, funcionarios de la Casa Blanca y la cancillería mexicana hablaron sobre un último encuentro bilateral del presidente Barack Obama con el presidente Enrique Peña Nieto en Washington, antes del relevo de mando en Estados Unidos en enero. Octubre no, dijo la Casa Blanca, porque Obama estaría volcado en la campaña de Hillary Clinton. Quizás noviembre, fue el mes tentativo. Días después, Mark Feirestein, director para América Latina del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, informó a la cancillería que Obama invitaba a Peña Nieto el 22 de julio. ¿Un día después de que Donald Trump aceptara la candidatura a la presidencia? Exacto. Obama quería enviar un mensaje directo a los electores.
 La reunión en la Oficina Oval, de acuerdo con diplomáticos de los dos países, fue excepcionalmente cálida entre los dos líderes. Públicamente Obama lo llamó repetidamente “Enrique”, y expresó su confianza de que seguirían fortaleciendo la relación bilateral. En ese momento los dos estaban en el mismo barco de Hillary Clinton, y Peña Nieto había decidido, después de haber visto las encuestas y los rendimientos decrecientes a su analogía de Trump con Adolfo Hitler y Benito Mussolini, que esa beligerancia se había agotado, y debía cuidar la forma como lidiar con el republicano. Pero el presidente se corrió al otro extremo.
El secretario de Hacienda, Luis Videgaray, argumentó la necesidad estratégica de que Peña Nieto hablara con Trump antes de la elección el 8 de noviembre, y le explicara la importancia de la relación, particularmente la comercial, para que matizara sus críticas al Tratado de Libre Comercio de América del Norte. “Con Clinton no había necesidad de ello”, dijo un funcionario. “Como secretaria de Estado, sabía lo relevante que era”. Videgaray, como se describió en este espacio, estableció el contacto con Trump a través de Francisco Guzmán, jefe de la Oficina de la Presidencia, y prepararon en secreto la visita a México el miércoles pasado. Días antes, tanto a él como a Clinton, les habían enviado invitaciones para reunirse con el presidente.
En vísperas de que se enviaran las invitaciones el viernes 26 de agosto, la canciller Claudia Ruiz Massieu expresó su oposición a que se le abriera la puerta a Trump, por el daño a la imagen que causaría a Peña Nieto salir retratado junto a la figura más impopular en el mundo. Funcionarios revelaron que el choque entre ellos fue muy fuerte, donde Videgaray se mostró inamovible. “El presidente ya tomó la decisión”, le dijo. Ante el hecho consumado de enviar las invitaciones, la cancillería lo comunicó informalmente a la campaña de Clinton. “Buena suerte”, le respondieron lacónicamente. El entrelineado era el planteado por Ruiz Massieu. En Trump no se podía confiar, porque era incapaz de mantener un compromiso. Las invitaciones salieron, sin saber nadie, fuera de un muy cerrado círculo de colaboradores de Peña Nieto, que la visita estaba por concretarse.
 La embajadora de Estados Unidos en México, Roberta Jacobson, tuvo la primera señal de la visita el sábado 27, cuando el Servicio Secreto le preguntó sobre la logística para la seguridad de una persona de “alto perfil”. Jacobson inquirió en la cancillería ese mismo día si se estaba preparando una visita de Trump. Ahí no sabían nada. Cuando en la mañana del martes 30 empezó el rumor en Washington de que Trump estaba considerando el viaje, Jacobson volvió a comunicarse a la cancillería. Según una fuente diplomática, sólo como prevención, porque aún no tenía confirmación del viaje, dijo que en todo caso cuidaran los detalles. Esa frase retumbaría después de la visita de Trump, cuando quisieron explicar a los estadounidenses que la visita los había rebasado.
 Tras la visita, los mexicanos recibieron un mensaje informal, sarcástico e hiriente de los estadounidenses. ¿Quién lo recibió? El subsecretario para asuntos multilaterales, Miguel Ruiz Cabañas. ¿Dónde lo recibieron? En el hangar presidencial. ¿En qué se le transportó a Los Pinos? En un helicóptero Puma del Estado Mayor Presidencial, de los que utiliza regularmente Peña Nieto. ¿En dónde fue el mensaje? En el salón Adolfo López Mateos, donde en visitas anteriores también estuvo Obama. El trato que recibió, subrayaron los estadounidenses, “fue presidencial”. Funcionarios mexicanos y diplomáticos en Washington dijeron que la frialdad en el gobierno de Obama se sintió inmediatamente a través de conductos informales.
 La molestia fue al percibir que Peña Nieto había engañado a Obama. En su última reunión en la Casa Blanca, cuando le comentó que cambiaría la estrategia con Trump, el presidente estadounidense lo celebró y le dijo que era muy buena decisión no meterse en la campaña presidencial en ese país. La llegada de Trump a México los llevó a pensar que Peña Nieto se había inclinado por el republicano. Funcionarios en México niegan que esa haya sido la intención, sin embargo, es lo que dejaron ver.
 En un artículo en Político el sábado pasado,  70 por ciento de republicanos en un panel de activistas, operadores y estrategas en los 11 estados clave en la elección presidencial, dijeron que el encuentro de Trump con Peña Nieto fue “enormemente” o “moderadamente” exitoso. Un republicano de Iowa comentó: “¿Quién habría pronosticado que el presidente mexicano haría parecer a Donald Trump ‘presidencial’?”. Por las razones que sean, en Estados Unidos piensan que Peña Nieto votó por el republicano.
 Twitter: @rivapa
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Y HILLARY DIJO: “NO” | Salvador García Soto
El Universal,
Como en la tercera Ley de Newton, según la cual “a toda acción corresponde una reacción”, en política exterior aplica ese principio, y ayer el presidente Enrique Peña Nieto y su secretario de Hacienda, Luis Videgaray, tuvieron una reacción más, quizá la más contundente y rotunda, a su muy cuestionada jugada diplomática de invitar a México y recibir en Los Pinos al candidato republicano Donald Trump: el rechazo de Hillary Clinton, la abanderada demócrata, a la invitación que le formuló Peña para que lo visitara antes de las elecciones presidenciales de noviembre próximo.
“¿Aceptaría usted la invitación de Peña Nieto para visitar México antes de las elecciones de noviembre próximo?, le preguntó el periodista David Muir, de la cadena ABC, a la señora Clinton: “No. Me voy a enfocar en lo que estamos haciendo para crear empleos en casa y lo que estamos haciendo para asegurar que los estadounidenses tengan mejores oportunidades posibles en el futuro”, respondió la candidata y ex secretaria de Estado de Estados Unidos, quien criticó la visita de su contrincante Trump a México y lo acusó de haber causado un “incidente diplomático” con la polémica que tuvo en su reunión privada con Peña Nieto sobre la construcción del muro. “No supo siquiera la manera efectivamente de comunicarse con un jefe de Estado y pienso que es muy claro el resultado de este viaje”, dijo Hillary.
Anoche el presidente Peña Nieto regresaba de su viaje a China y se encontraba aún con los ecos de su cuestionada recepción a Trump, que le ha valido críticas demoledoras dentro y fuera del país, y una crisis política y de imagen que amenaza con convertirse también en una crisis diplomática, ante la negativa de la candidata demócrata de aceptar la invitación que le formuló, oficialmente, la Presidencia de México.
Porque si el mayor argumento con el que Peña y su nuevo “asesor” diplomático, el secretario Luis Videgaray, justificaron la invitación y el trato de jefe de Estado que le dieron a Donald Trump, fue que “puede ganar la Presidencia de Estados Unidos y porque sus posiciones son una amenaza, un riesgo”, exactamente la misma lógica aplicaría ahora al desaire de la señora Clinton.
La gravedad de que Hillary haya dicho “No” a la invitación del presidente mexicano, radica en que también “puede ganar la Presidencia de los Estados Unidos” y, si detrás de su decisión de no venir está el despecho o el disgusto porque cree que el gobierno mexicano prefirió a su rival y lo benefició al elevarlo como interlocutor al nivel de un jefe de Estado, entonces la candidata demócrata también puede convertirse ahora en una “amenaza y un riesgo” en sus posiciones hacia México.
Lo dijo recientemente el fundador de Wikileaks, Julian Assange, en una declaración que describe a la abanderada demócrata y posible primera presidenta de Estados Unidos: “Hillary es un halcón de guerra”. Y, a juzgar por la negativa con que respondió a la invitación del presidente Peña Nieto, esa “halcón” no está muy contenta con el gobierno mexicano.
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“No” de Hillary, burlas de Trump y revelaciones de Salinas/ Francisco Garfias
Excelsior.
El “no” de Hillary a la invitación de venir a México que le hiciera el presidente Peña es evidencia contundente de lo que el brillante analista Jesús Silva-Herzog Márquez calificaba, en referencia a la visita de Trump, de “estupidez gigantesca” (Reforma, 05-09-16).
Me consta que el argumento de que se pretendía blindar la economía nacional de un eventual triunfo del magnate Donald Trump, el próximo 8 de noviembre, no convence ni a los priistas. El republicano demostró lo que sólo en Los Pinos no quisieron ver: no es de fiar. Después de venir a la Ciudad de México, recibir un trato de jefe de Estado, mangonear la rueda de prensa en las narices del Presidente y engañar públicamente al decir que no se habló del financiamiento del muro, retomó el camino de la burla y las ofensas.
Molesto por el tuit de Enrique Peña Nieto, quien lo dejó como un mentiroso, el hombre que más ha insultado a México se refirió a su anfitrión de Los Pinos como “ese Presidente, expresidente, o lo que sea. ¿A quién le importa?”.
Total que no quedamos bien con ninguno de los candidatos. El fanfarrón de Trump mantiene su promesa de expulsar a los inmigrantes, perseguirlos como criminales, levantar su barda financiada con nuestros impuestos y sacudir el TLC.
La decisión de recibirlo antes de tener confirmación de Hillary, descompuso la relación que, nos aseguran, laboriosamente había construido Claudia Ruiz Massieu con la candidata demócrata.
Y ni una sola cabeza ha rodado. ¡Es el colmo!
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EL ASALTO A LA RAZÓN | Carlos  Marín
Milenio
A ver cómo le hace para convencerla
Ahora es Hillary Clinton quien desaprovecha la oportunidad de mostrarse, como se le ha reclamado en su tierra, presidencial.
Por mucho que le haya contrariado que Enrique Peña recibiera a Donald Trump, debió también venir a hacer campaña para afianzar las preferencias del electorado estadunidense por ella.
Si el republicano, según dijo ella, engañó a sus paisanos porque en México se comportó relativamente moderado, pero desde Arizona lanzó el mayor proyecto de deportación masiva en la historia de su país, la señora bien pudo, también desde Los Pinos, dar a conocer un programa que le haga ganar millones de votos latinos que, como se sabe, pueden definir la elección de noviembre próximo en Estados Unidos.
El que diga Hillary que no viene antes de las elecciones, sin embargo, no cierra la probabilidad de que Peña (quien ha insistido en querer hablar con los dos) agote aún todas las gestiones para dialogar con ella, así sea bajo las nuevas circunstancias.
Pudiera ser en algún estado fronterizo, de preferencia… Arizona.
cmarin@milenio.com
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EN PRIVADO/Joaquín López-Dóriga
Milenio
Y Hillary dijo no. ¿Para qué?
Me iluminan tus sombras.  Florestán
Era inevitable que la visita de Donald Trump a México nos metiera en el debate electoral de Estados Unidos, justo lo que el presidente Enrique Peña Nieto no quería, al tiempo que buscaba reunirse con los dos candidatos para hacerles ver el México real que, dijo, estaba siendo distorsionado por los discursos de campaña de ambos.
Era inevitable, también, que al cumplirse tan intempestivamente la visita del republicano, en las condiciones que se dio, Hillary Clinton lo subiera en su discurso en momentos en que había perdido ventaja por el tema de los correos electrónicos y porque, además, es una mala candidata.
Ayer Clinton grabó una entrevista para el programa Good Morning, de la cadena de televisión abierta ABC, en la que rechaza la invitación del presidente Peña Nieto para visitar México. No iré, dijo, hasta después de las elecciones, el próximo 8 de noviembre. ABC solo adelantó esa nota de la entrevista que esta mañana transmitirá completa.
El anuncio de Hillary, forma parte del acuerdo de entrevista con la televisora, porque se trata de un tema central de su campaña, al menos en este momento y con el que busca, además, distraer de los que les son incómodos. Por ejemplo, en un caso nunca visto en las campañas presidenciales, no ha dado una conferencia de prensa en más de seis meses, para evitar esos temas.
En realidad, Clinton no viene, primero, para marcar distancia y contraste con la estrategia Trump, pero, sobre todo, porque cuenta con el 70 por ciento del voto latino en Estados Unidos, que es lo único que en este momento le interesa de esta región, ya si gana será otra la agenda.
Teniendo hoy esa ventaja, no tiene que hacer campaña en México en busca del voto de los mexicanos en Estados Unidos. ¿Qué candidato trabaja a los votantes ya definidos a su favor? Solo van por los que no tienen, los indefinidos y algunos de los opositores, que es en lo que centran estrategias y actividades.
Para ella, venir ahora a México no tiene rentabilidad electoral. Si la tuviera, vendría.
Por lo demás, creo que quienes operaron la visita de Trump pudieron haberla condicionado a la aceptación de Clinton, por ejemplo, y, entre otras cosas, de contenido y protocolo.
RETALES
1. BARBAS. Ante el fallo de la Suprema Corte anulando las reformas-blindaje de los Duarte en Veracruz y Chihuahua, Luis Ochoa Reza me dijo que sus casos van muy avanzados en el PRI, y que pueden terminar con su expulsión; que la resolución es a corto plazo, antes de que se vayan. A ver;
2. CALOR. Las comparecencias más difíciles que haya visto en el Congreso serán las de los secretarios Claudia Ruiz Massieu, Luis Videgaray y Miguel Ángel Osorio Chong, con el caso de la visita de Trump; y
3. TERNAS. Ya están en comisiones del Senado las siete ternas que les envió la Corte, de las que habrá de salir la nueva alineación del Tribunal Electoral. Ahora son los intereses.
Nos vemos mañana, pero en privado
lopezdoriga@milenio.com
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Columna Alhajero/Marha Anaya
24 Horas.., 
Gemas: obsequio de Hillary Clinton sobre el viaje de Donald Trump a México: “(Es) un incidente internacional vergonzoso”.
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Teléfono rojo/José Ureña
24 Horas
La reaparición de Salinas en tiempos de Trump
Un hecho es presente y otro es historia.
Pero ambos están entrelazados.
El actual corresponde a Claudia Ruiz Massieu, la secretaria de Relaciones Exteriores marginada en las negociaciones organizadas por Luis Videgaray para la visita de Donald Trump.
La canciller, ha narrado en entrevistas, se enteró a través de la prensa en Wisconsin –donde inauguraba el consulado 50 de México en Estados Unidos– del intempestivo viaje del republicano.
Apenas llegó para presenciar el trato de jefe de Estado a Trump, pero en el camino llamó a Los Pinos y pidió al presidente Enrique Peña desistir de ese propósito porque metía a México en la elección estadunidense.
No fue escuchada, y la mejor prueba de su desaprobación es la lejanía y el desconcierto en la conferencia de prensa.
La primera respuesta ya está en voz de Hillary Clinton, quien, dolida e impactada por el alza en las encuestas de su adversario, primero dijo aquello de “dime con quién andas…” y ayer oficializó su rechazo a una invitación semejante.
Ruiz Massieu puso su renuncia sobre la mesa, y no se sorprenda usted si la hace efectiva en los próximos días o el presidente Enrique Peña la acepta con cambios en el gabinete por decisión propia.
No fue el único caso, como se sabe, pues el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, también ofreció la suya con una oferta adicional:
-Cancela y échame a mí la culpa de esta mala decisión…
Historia de la silla vacía de Claudia
Claudia Ruiz Massieu ha tomado otras actitudes.
Por ejemplo: se negó a asistir al debate en Televisa conducido por Joaquín López-Dóriga, quien mostró la silla vacía destinada a la canciller.
-Yo no voy. Que vayan quienes aconsejaron mal al Presidente y lo llevaron a este error –habría dicho cuando desacató la orden de acudir para defender al gobierno.
 Así sea por razones familiares, Ruiz Massieu tiene un asesor con experiencia: el ex presidente Carlos Salinas de Gortari, su tío.
 Y Salinas de Gortari reaparecerá en la escena política con una larga entrevista-reportaje de TV Azteca, extenso recorrido de la crisis electoral de 1988 a la alternancia tras la desaparición del “partido casi único”, y muchas intrigas.
 El documental Salinas: ascenso, visión, frustración, promovido por Benjamín Salinas Sada y supervisado por Adriana Delgado, CEO de TV Azteca y directora de Azteca Opinión, generará reacciones.
 El encuentro de Salinas y Cárdenas
 El ex Presidente hablará de acuerdos desconocidos.
 Por ejemplo: los tenidos con Cuauhtémoc Cárdenas, candidato opositor de izquierda y quien reclamaba el triunfo de aquel 6 de julio, pero quien también ha negado acercamientos.
 Dice Carlos Salinas:
 “Aquí se trató de una reunión privada que yo sostuve con el ingeniero Cárdenas después de la elección presidencial de 1988.
 “A esa conversación me acompañó Manuel Camacho y terció para decirle: ‘Cuauhtémoc, ésta es una de las elecciones más limpias que ha habido. Los votos se contaron’, cosa que pocos días después, Camacho escribió en un artículo que él publicó en los diarios”.
 Las dos partes se transmitirán a la medianoche, miércoles y viernes.

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