13 ene 2017

Un oficial de EU a un cubano: "Usted es el último", le dice...


Un oficial de EEUU a un cubano: "Usted es el último"
Un grupo de cubanos acampan en un parque de Quito, en una imagen del pasado junio. RODRIGO BUENDIAAFP-PHOTO
Mientras José Antonio Batista consiguió ayer cruzar el Río Grande, cientos de cubanos se han quedado varados y desolados en mitad de la travesía
Balsas en tierra, por Raúl Rivero
JAVIER BRANDOLI

El Mundo, 13/01/2017 21:15
Se han quedado en el limbo, a las puertas de un paraíso por el que muchos han perdido la vida, han gastado una fortuna ahorrada durante años y enviada por sus familias y han sufrido todo tipo de penurias. La Administración Obama puso ayer fin a la histórica ley conocida como "pies secos, pies mojados" que desde hace dos décadas daba la residencia y unos considerables beneficios a los cubanos que conseguían poner sus pies en tierras norteamericanas. Por tierra o por mar, el exilio de la isla ha dejado un reguero de finales tristes y felices. Hoy, el mundo de todos esos cubanos inmigrantes se divide en tres: los que lo consiguieron, los que se han quedado en mitad del camino y los que fallecieron en el intento.
La televisión Univisión captó unas emotivas imágenes del último cubano en cruzar bajo esa ley el Río Grande. El resto, a partir de ahora lo hará como el resto de centroamericanos, ilegalmente con Trump y su muro mediante. En Laredo, Texas, José Antonio Batista se abrazaba entre lágrimas a compatriotas que le preguntaban ¿qué le dijo el oficial? Y José Antonio, sabedor de que le tocó la lotería, explicaba "que soy el último, que es la ley y que a partir de las cuatro era oficial". Y atrás quedaron mujeres y hombres que no tuvieron la suerte de José Antonio y que para reunirse con sus familias deberán volver a jugarse la vida.

La desgarradora emoción de uno de los últimos cubanos que cruzaron
Entre ellos y José Antonio, a los que separaban unos metros, unos segundos, la diferencia es abismal. Él tiene papeles, derecho a ayudas económicas y de estudios y ellos, que son miles de cubanos varados en la misma frontera o en Brasil, Panamá, Nicaragua....forman ya parte oficial de la inmensa tropa humana de personas que deberá jugarse la vida para poder vivir ilegalmente en el dorado americano.
Entre esa tropa de desdichados que se han quedado en el limbo está José Enrique Manresa y su hija de 23 años. EL MUNDO ha conseguido hablar vía telefónica con él hasta que se ha cortado la comunicación para ya no volver. Él, como decenas de cubanos, está absolutamente desolado en el Albergue Jesús del Buen Pastor del Pobre y el Migrante en la frontera de Guatemala con la ciudad mexicana de Tapachula. "No sé qué vamos a hacer ahora. Aquí estamos decenas de personas", explica con voz quebrada.
De Venezuela a Brasil, y de allí a Colombia y Panamá
José Enrique y su hija salieron, cosas del destino, el 25 de noviembre de la isla, el mismo día que fallecía el ex presidente Fidel Castro. Volaron a la Guayana Británica y comenzó ahí un viaje sin retorno en el que "hasta ahora hemos gastado 8000 dólares en pagos a las mafias".
Su ruta, en la que en el avión rezaban para que en el aeropuerto no les devolvieran a casa, es una más de las inventadas por los cubanos para llegar a EEUU. El delirante circuito les llevó primero a Brasil, Boavista, donde pidieron asilo político y por 600 dólares, tras 10 días, les pasaron a Venezuela. ¿Quién? "Los traficantes de personas", responde él con algo más de calma.
De Venezuela, por otros 1000 dólares, les llevaron a Cucutá, Colombia, y de ahí a Medellín donde tras otro pago a las mafias hicieron el famoso y terrible cruce de todos los cubanos por las montañas de la selva de Darién, frontera con Panamá. "Fueron cuatro noches horribles. Dormimos bajo la lluvia, el frío y los animales salvajes, serpientes, arañas... Encontramos el cadáver de dos cubanos. Uno era un cubano de 24 años que se quedó dormido y no vio venir la crecida del río que le ahogó", narra José con pena
Luego tocó Panamá, donde, dice él, "la policía te trata con mucho respeto" y donde el enorme grupo de compatriotas que viajaba junto debió dividirse. "Éramos 56 personas, pero en Costa Rica hay que dividirse porque las autoridades controlan mucho el paso de los cubanos. Nosotros nos quedamos cinco personas".
No fue suficiente, la primera vez a los 35 kilómetros de la frontera los echaron para atrás, deportados a Panamá. La segunda pasó lo mismo y a la tercera, con el pago de 15 dólares por trayecto, consiguieron llegar hasta el albergue en el que se refugian todos los isleños: Cabo la Cruz. "Pagas 5 dólares por dormir en el suelo de forma inhumana", explicaba José Enrique cuando se corta la comunicación y se pierde la llamada sin que tras decenas de intentos nadie vuelva a responder.
Su historia, la de José Enrique y su hija, es la historia de cientos de cubanos que ahora tendrán que elegir si pedir asilo político en el país en el que les ha encontrado la noticia del cierre de Obama o jugársela e intentar cruzar a EEUU sabedores de que son ahora ilegales que pueden ser deportados. ¿A dónde? Ese es el miedo de muchos, el trato que puedan recibir por sus autoridades si les toca regresar al país del que huyeron jugándose la vida.
"Yo no quiero pedir asilo en México", explicaba a EL MUNDO hace unos meses Rafael Alejandro Hernández, un cubano que tras mil penurias consiguió llegar a Miami tras pasar más de un mes retenido en México. "Sólo algunos deciden de pronto quedarse en alguno de los países que cruzamos porque encuentran formas de ganarse la vida, pero todos nos jugamos la vida por Estados Unidos, esa es la meta", explicaba uno de esos cubanos que consiguió su propósito.
De hecho, entre enero y noviembre de 2016, según explica Acnur a este periódico, hubo en México 3846 cubanos detenidos y presentados ante las autoridades migratorias. De ellos, sólo 33 solicitaron asilo. En años anteriores, las cifras totales de peticiones de asilo en México fueron de 98, 96 y 37 respectivamente para los ejercicios de 2013, 2014 y 2015. Cifras muy por debajo del masivo paso de cubanos por el país y que es probable que en los próximos días se eleven.
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