20 dic 2017

Las columnas políticas , a 20 de diciembre de 2017..

Murió el cardenal Bernard Law, que dimitió en 2002 como arzobispo de Boston acusado de encubrir uno de los mayores escándalos de pederastia de la Iglesia católica; Law tenía 86 años y, según ha apuntado Reuters, ha muerto en un hospital de Roma a causa de las complicaciones de una difícil diabetes que sufría. El cardenal será para siempre el símbolo de los escándalos de abusos de la Iglesia católica y de cómo, durante un largo periodo, se miró hacia otro lado encubriendo a los culpables.
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Frentes Políticos/Excelsior...
Bajo Reserva/El Universal
AMLO, Meade, la mariguana y la reuma
Con las tablas que le han dado tres campañas presidenciales, Andrés Manuel López Obrador salió al paso de la propuesta que el precandidato del PRI, José Antonio Meade, lanzó esta semana acerca de que los aspirantes debían someterse a exámenes de salud física y mental, así como a pruebas toxicológicas y de confianza, como el polígrafo. Aunque muchos aseguran que la propuesta de Meade es insustancial, otros la leyeron como un dardo envenenado contra AMLO, quien todo mundo sabe sufrió un infarto. De entrada don Andrés confesó que tiene un problema de salud, que es hipertenso y que toma muchas pastillas para su enfermedad, pero el tabasqueño no perdió la oportunidad de mofarse del priísta al decir que además de las medicinas, los de la “mafia del poder” no deben hacerle pasar corajes para que no le suba la presión. Además, aprovechó para decir que nunca ha fumado mariguana, aunque aseguró que es buena para la reuma.
Chapulines somos y en el camino…
Algunos líderes parlamentarios se volverán a ver las caras. Nos cuentan que los coordinadores del PRI en la Cámara de Diputados, César Camacho; del PAN, Marko Cortés; de Morena, Rocío Nahle, y de MC, Clemente Castañeda, alistan maletas para continuar sus carreras… en el Senado. Los legisladores tienen toda la intención de seguir en la ruta legislativa y muchos de sus allegados los respaldarán para estar en la Cámara Alta y aprovechar que a partir de 2018 habrá reelección. Nos dicen que han tenido desencuentros por el debate de distintos temas pero el trabajo legislativo puede ser fructífero debido a que ya se conocen: ¡chapulines somos y en el camino legislativo andamos!
Se cocina cambio en Los Pinos
Nos dicen que un nuevo cambio se cocina en Los Pinos. Se trata, nos adelantan, de Alejandra Lagunes, coordinadora de Estrategia Digital Nacional. Doña Alejandra se integrará al equipo del precandidato del PRI-PVEM-Panal. La experta en tecnologías de la información de la Presidencia estará por segunda ocasión en una campaña presidencial. Como usted recordará doña Alejandra ha trabajado en varias campañas de priístas en temas de marketing político, la más importante la del entonces candidato del PRI a la Presidencia, Enrique Peña Nieto, donde fue la encargada de la estrategia digital. Lagunes es esposa del secretario de Medio Ambiente del gobierno federal, Rafael Pacchiano.
Odebrecht, el caso innombrable
Odebrecht resultó ser la palabra innombrable, por el gobierno federal, en sus respuestas a las preguntas parlamentarias del Informe Presidencial, y que hizo llegar al Senado el día de la última sesión. Resultó que las bancadas que comandan el panista Fernando Herrera y el perredista Luis Sánchez Jiménez formularon interrogantes sobre los sobornos en México y que han dado fama negra a esa constructora brasileña, y en las contestaciones el Ejecutivo señaló que no se pueden dar señalamientos sobre ese escándalo, por la secrecía de investigación.
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EL CLERO Y LA POLÍTICA | Editorial El Universal
México es un Estado laico: los distintos credos religiosos no tienen injerencia en temas políticos o de gobierno y las autoridades gubernamentales respetan por igual a las distintas asociaciones religiosas. La separación Iglesia-Estado está marcada en la Constitución Política del país.
El distanciamiento, sin embargo, se rompe de manera frecuente y tanto Estado como iglesias a veces se acercan de manera tal que la laicidad pareciera no existir.
En el país se han registrado casos de alcaldes que han entregado sus ciudades a Jesucristo, de gobernadores que dedican su estado al Sagrado Corazón de Jesús e incluso de presidentes que como uno de los primeros actos en su cargo fue acudir a un templo religioso.
En el otro lado, ministros de culto, principalmente en época electoral, han sido denunciados por inducir el voto al sugerir a sus fieles sufragar por algún candidato en específico o al “vetar” a otro.
EL UNIVERSAL publica hoy que la Conferencia del Episcopado Mexicano impartirá “talleres de construcción de ciudadanía” en las 93 diócesis del país con el fin de fortalecer las capacidades ciudadanas para que defiendan sus derechos, que los ejerzan y rechacen “todo acto de ilegalidad, corrupción, impunidad, violencia e injusticia”.
De manera irremediable sacerdotes y ministros de cualquier grey son considerados por la mayoría de sus fieles como líderes en cuestiones del espíritu y de temas más terrenales como la política. Por tanto, en ellos debe caber la prudencia y reconocer que ese “poder” para influir sobre su feligresía en todo caso debe dirigirse a la importancia de cumplir con deberes cívicos —como votar en elecciones presidenciales— y no para privilegiar a ciertos grupos políticos.
Los objetivos que plantean los talleres citados hacen énfasis en la “urgencia de una ciudadanía que fortalezca una democracia participativa y reconstruya el tejido social”. La línea que separa a dichos talleres de una probable inducción al voto es muy delgada. Tareas como las que se plantea el Episcopado las realizan actualmente organizaciones civiles. ¿Es necesario emprender ese tipo de acciones en tiempos electorales?
Una elección presidencial representa la oportunidad para que cada mexicano que decida acudir a sufragar a la casilla electoral el 1 de julio de 2018 lo haga de manera libre, sin coacciones, sino convencido de que su decisión es la mejor para él, su familia y el país, y no porque así lo recomienda un templo religioso.
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Señales cruzadas en el PRI por 'fiscal carnal' de Graco
 Confidencial /El Financiero...
Nada gustó a los diputados federales del PRI de Morelos lo que en su estado votaron sus compañeros del partido local. Como una “barbaridad” calificaron el que el Congreso local, con el voto priista, haya avalado la reforma propuesta por el gobernador Graco Ramírez, que garantiza el “pase automático” para que su actual fiscal y sobrino político, Javier Pérez Durón, repita otros nueve años en el cargo. “Da coraje que los compañeros no analicen”, se quejó la priista morelense Rosalina Mazari.
Los amigos de Meade
Ayer, el secretario general de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior, Jaime Valls, dijo que si acompañó al precandidato presidencial priista, José Antonio Meade, en su gira por Chiapas, es porque son amigos, y no lo hizo como representante de la ANUIES. A Valls se le vio muy cerca del abanderado tricolor en su gira por Chiapas, y hasta al arranque de campaña asistió. ¿Que si va a ocupar la Secretaría de Educación en caso de que Meade gane? De eso nada, por ahora, dijo.
Elba y Morena
A Nueva Alianza le sigue haciendo “ruido” que traten de vincular la prisión domiciliaria de Elba Esther Gordillo con la coalición que hizo con el PRI para 2018. Así lo reconoció el propio dirigente Luis Castro Obregón, quien en los últimos días se la ha pasado negando cualquier vínculo entre ambos asuntos, por lo que, con la expectativa de que se acaben las especulaciones, el líder aliancista recordó que si alguien tiene que presumir de vínculos con “La Maestra” es Morena, ya que en los pasados comicios del Estado de México fortalecieron sus lazos en torno a la candidatura de Delfina Gómez a la gubernatura.
Molesta a constituyentes ley secundaria en ALDF
A unas horas de que se aprueben algunas leyes en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, los diputados constituyentes ya encontraron contradicciones con la Constitución de la Ciudad de México aprobada a principios de año. Ejemplo de ello es la reaparición de fuero a funcionarios locales que había sido eliminado de la Carta Magna capitalina. Además, no cumple con leyes de paridad de género, cambia fechas de procesos legislativos; descarta evaluación a políticas públicas y de seguridad pública, omite al Consejo Judicial Ciudadano que nombraría al Consejo de la Judicatura, y las alcaldías ya no contarán con un contralor ciudadano. ¿Pues qué pasó ahí?
¿Carambola en Puebla con Panal?
Le comentábamos en este espacio que el panismo poblano se mantiene en incertidumbre sobre el rumbo que tomará su operación política en 2018, pues parece que aún no hay acuerdo de colaboración entre el exgobernador, Rafael Moreno Valle, y el grupo del hoy precandidato presidencial Ricardo Anaya. Nos cuentan que, sólo por si las dudas, los morenovallistas en aquellas tierras han concretado una jugada interesante, la cual consiste en sumar al Partido Nueva Alianza a su coalición. Así, la promoción y los votos para el turquesa impulsarían a fines dispares: en lo local para el candidato panista y en lo federal para José Antonio Meade.
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KIOSKO | Corresponsales de El Universal
Precandidato pinta su raya de Ivonne Ortega
Para sorpresa de propios y extraños, nos cuentan que el precandidato del PRI a la gubernatura de Yucatán, Mauricio Sahuí Rivero, se desmarcó de la ex gobernadora Ivonne Ortega Pacheco, al asegurar que pese haber colaborado en su administración, ella no influye en su liderazgo como aspirante y que su incursión en el tricolor ocurrió gracias a una invitación del gobernador Rolando Zapata Bello, cuando éste fue dirigente local del partido. Con estas declaraciones, nos aseguran, don Mauricio hizo evidente que todavía no concluye la operación cicatriz entre quienes no fueron elegidos como abanderados y las corrientes que los impulsaron. Y aunque formalmente los priístas niegan que exista inconformidad con la designación de Sahuí Rivero, nos dicen, hay muchos militantes molestos con él porque en sus dichos no consideró que doña Ivonne aún tiene seguidores y membresía política en la entidad. Al parecer, el suspirante sólo abonó al malestar e inició con el pie equivocado. ¡Máre!
Pesa corrupción añeja a Pavlovich
En Sonora, nos dicen, las recomendaciones que la CNDH hizo al gobierno del estado sobre la compra-venta de niños por ex funcionarios del DIF, en la administración del panista Guillermo Padrés, son una rayita más al tigre, pues la ciudadanía no olvida que en su sexenio hubo un desfalco de 32 mil millones de pesos. Ante ello, nos platican, la gobernadora Claudia Pavlovich (PRI) aceptó las observaciones y expresó su repudio al afirmar que otra vez su gobierno y los sonorenses deberán pagar los platos rotos de un mandato caracterizado por el despilfarro. Las malas acciones, nos hacen ver, saltan unas tras otras, al grado de que los sonorenses van perdiendo la capacidad de asombro.
Ven omisión en elección de fiscal Anticorrupción
Nos cuentan que el proceso para elegir fiscal Anticorrupción en Jalisco está entrampado, primero porque en la terna enviada al Congreso local no se tomaron en cuenta las recomendaciones del Comité de Participación Ciudadana, pues los candidatos no debían trabajar en la administración local, y ante las críticas el Poder Legislativo tuvo que desecharla. Luego, porque de la nueva terna ninguno de los nombres convenció a los legisladores; nadie obtuvo los sufragios de las dos terceras partes del pleno para ser nombrado. Así, nos dicen, los diputados acordaron posponer la votación 10 días más, sin embargo, apareció un participante inconforme, Gabriel Valencia López, quien logró una suspensión provisional del proceso porque su nombre no apareció en ninguna de las listas, a pesar de ser el tercero mejor evaluado.
Resuelto el misterio de las botellas de vino
Desde Chihuahua, nos aseguran que la diputada local María Isela Torres Hernández (PRI) sí realizó una compra de 12 botellas del vino 5 de Pinesque, marca propia de la empresa Bodegas Pinesque; sin embargo, nos precisan que cada una de ellas costó 262.20 pesos y por 15 adicionales, la compañía personalizó a gusto de doña María la imagen de la botella como detalle navideño. El gasto total, nos detallan, fue de tres mil 326.40 pesos. La aclaración vino luego de que este espacio publicó que la fracción parlamentaria del PRI, liderada por doña María, lanzó una botella conmemorativa, con el nombre Bancada Rosa, y que presuntamente no se había dado a conocer cuántas piezas se habían mandado a producir. Misterio resuelto.
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Fuentes Políticos/Excelsior...
I.Interesante propuesta. Pedir que los candidatos a la Presidencia de México se practiquen exámenes toxicológicos, de salud y mentales no es una ocurrencia al vuelo y, aunque a Andrés Manuel López Obrador, precandidato de Morena, le pareció “banal” la idea del precandidato del PRI, José Antonio Meade, para conocer el estado físico de quienes aspiran a gobernar el país, serviría como otro parámetro rumbo a los comicios de 2018. Uno más. Ricardo Anaya, del Frente, aceptó de inmediato. Quizá no sea necesario analizar a fondo sus análisis de sangre, pero baste decir que AMLO llegaría a la Presidencia a los 66 años de edad; Meade a los 49 y Anaya a los 39. La pregunta entonces sería si la confianza del voto es para los experimentados y saludables o para quien ofrezca certezas y mejores propuestas. Eso es lo determinante.
II.Cifras de escándalo. Cansados estamos de analizar que la democracia mexicana tiene un alto valor económico y moral. Al desgaste por las descalificaciones mutuas, hay que aumentar lo que cuestan. Autorizados por el INE, los precandidatos a la Presidencia podrán gastar 3.3 millones de pesos diarios en su búsqueda por la candidatura formal al interior de sus partidos. De este modo, José Antonio Meade, aspirante por el PRI, PVEM y Panal; Ricardo Anaya, Por México al Frente, y Andrés Manuel López Obrador, por Morena PT y PES, podrán gastar más de 200 millones de pesos. Cada uno podrá gastar hasta 67.22 millones de pesos entre el 14 de diciembre y el 11 de febrero, tiempo que duran las precampañas. ¿De verdad no han pensado en lo valioso que sería rechazar esos gastos?, ¿vale la pena tirar tanto dinero?
III.Se ponen a sudar. Los que no dejan de estar nerviosos en Villahermosa, Tabasco, son los hermanos Gaudiano, Gerardo y Cristóbal, el primero, por cierto, edil de Centro, pues, como se había ventilado, la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), en las próximas horas, consignará la carpeta de investigación en su contra. ¿Motivo? Fueron llamados para declarar en su carácter de imputados en la carpeta de investigación C.I. FED/SEIDO/UEIORPIF AM-TAB/001096/2017, relacionada con los desvíos del exgobernador de Quintana Roo, Roberto Borge Angulo. Y ellos, o muy campantes o muy desafiantes, no acudieron. ¿Cómo ve? Todo indica que les van a adelantar su Navidad.
IV.Decisiones políticas. El anuncio del gobierno de la Ciudad de México de suspender la verificación vehicular por seis meses, en etapa de precampañas, despide un fuerte olor político-partidista que dejó sin respiro a miles de conductores de vehículos automotores. La decisión tomó por sorpresa a los capitalinos que, a la par de sentirse librados de esa obligación por un semestre, de inmediato pasaron por sus mentes los tiempos electorales. Es época en que, de acuerdo a la conveniencia de gobernantes y de sus organizaciones políticas, como militantes o simpatizantes, son empujados a tomar decisiones realmente populistas. Las autoridades de la CDMX argumentan que la decisión obedece a que terminó la concesión en 55 verificentros y a la necesidad de actualización tecnológica en los métodos.
V.Desorientados. No escuchan, oyen, pero no razonan lo que se les dice. Desde los sismos de septiembre y ante la emergencia de la reconstrucción, todos los sectores, salvo uno, el político, se solidarizaron con la causa. Es por ello que, a tres meses de la tragedia, padres de familia de los menores del colegio Rébsamen reprocharon el actuar de funcionarios y autoridades mexicanas quienes, en lugar de capturar a los culpables y explicar las causas del colapso del inmueble, renunciaron a sus cargos para contender en el próximo proceso electoral. Así lo externó Jorge Zamora, padre de un niño sobreviviente, en entrevista en Imagen Radio, donde indicó que, cuando existe una calamidad, las autoridades “se lavan las manos, no están a la altura de la sociedad. Ellos ya decidieron darle vuelta a la página y buscan votos, pero, así, ¿cómo quieren mi voto?” Los políticos le apuestan al olvido; pero cada decisión que toman les cobrará factura en las urnas. Eso es lo que no deben olvidar.
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Trascendió/Milenio..
Que el gobernador de Campeche, Alejandro Moreno, esperó hasta que dieran las 18:30 horas para poder “hacer uso de su derecho constitucional”, consistente en ponerse la camiseta de priista y apoyar al candidato de la coalición PRI-Verde-Panal, José Antonio Meade, de campaña en la entidad.
Cosa de estrategias, estilo o acaso es muy ahorrador el señor, porque, por ejemplo, Manuel Velasco, mandatario de Chiapas, pidió que le descontaran el día en el arranque de precampaña del ex titular de Hacienda, en territorio chamula, el jueves pasado.
Que presumieron “amistad” el precandidato de la coalición Por México al Frente, Ricardo Anaya, y el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, pero en una fotografía que se difundió se puede ver que aún hay cierto distanciamiento, pues el perredista se toma de las manos mientras que el panista posa para la imagen. Todo medio artificial, pues.
Y aunque se dijo que comerían juntos, el gobernador compartió la mesa con empresarios de las zonas económicas.
Que diputados y senadores de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión cumplirán hoy una sesión de trámite y acto seguido “bajarán la cortina” del Poder Legislativo hasta la primera semana de 2018.
El priista Jorge Carlos Ramírez Marín, presidente del Congreso General, dará el banderazo para iniciar 14 días de vacaciones en ambas cámaras, aunque la abrumadora mayoría de los legisladores se fue ya desde el pasado fin de semana para volver hasta el comienzo del próximo periodo de sesiones, el 1 de febrero del año entrante.
Una chambita así…
Que el secretario de Educación Pública, Otto Granados, prefirió no opinar sobre la prisión domiciliaria de la maestra Elba Esther Gordillo, quien regresó a su departamento en Polanco desde  la madrugada del sábado.
En un encuentro informal con reporteros con motivo del fin de año, el recién nombrado secretario se limitó a comentar que se trata de un asunto jurídico que no tiene que ver con el sector educativo, mientras que unas horas más tarde, el que salió por la puerta de atrás para evitar el tema fue el líder del SNTE, Juan Díaz de la Torre, quien tuvo la primera reunión pública y formal con Granados.
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 La última esperanza populista
Razones/JORGE FERNÁNDEZ MENÉNDEZ
Excelsior...
La ola populista que hegemonizó políticamente buena parte de América Latina parece estar llegando a su fin. El derrumbe de Nicolás Maduro en Venezuela, la caída de Luis Inácio Lula Da Silva en Brasil y la derrota de Cristina Fernández en Argentina, han sido claves en ese proceso. Sigue gobernando, imperturbable, Evo Morales en Bolivia, continúa Ecuador con una línea bolivariana, pero marcada por la división interna del grupo en el poder, y sigue (y seguirá porque parece no tener fin) la dictadura familiar-religiosa que encabeza Daniel Ortega en Nicaragua. La última esperanza populista está en México.
Este fin de semana, Sebastián Piñera, un poderoso empresario de centroderecha, que ya había sido Presidente, fue elegido en una segunda vuelta como Presidente de Chile. Sucederá a Michelle Bachelet, quien en su primer mandato había dejado muy buenos resultados con altos índices de popularidad (había sido reemplazada, precisamente, por
Piñera, al que a su vez sucedió), pero que en el mandato que ahora termina se derrumbó estrepitosamente. Acechada por movilizaciones estudiantiles, inició el gobierno con la idea de reducir la desigualdad aumentó impuestos, apostó por programas sociales populistas y cometió errores políticos y económicos muy costosos, que dejaron su popularidad en números muy bajos. La coalición de gobierno, en lugar de regresar al centro, decidió impulsar una candidatura más hacia la izquierda de Bachelet. Pero a su vez surgió otra ala de izquierda, llamada Frente Amplio, más radical.
En la segunda vuelta, realizada el domingo pasado, muchos votos que tradicionalmente podrían haber sido para la coalición se terminaron yendo con Piñera por el temor que generaban algunas de las propuestas y de los compañeros de ruta del oficialista Alejandro Guillier. Las encuestas, por cierto, se volvieron a equivocar: daban un empate técnico, pero Piñera ganó por casi 10 puntos. También se demostró la enorme utilidad de contar con la segunda vuelta electoral. Este claro triunfo de Piñera (más de 54 por ciento) le otorga una gobernabilidad que no hubiera tenido con los resultados de la primera vuelta, donde ganó por estrecho margen y obtuvo poco más del 30 por ciento.
Sorprendió también, aunque esa tendría que ser la norma, la actitud de los opositores de izquierda: los seguidores de Guillier y de Beatriz Sánchez, del llamado Frente Amplio, inmediatamente después de terminado el conteo, el mismo día de la elección, felicitaron al ganador y dieron por cerrada la contienda. Una lección de civilidad y cultura política que en México no hemos aprendido y que Chile nos muestra una y otra vez.
Pero, por sobre todas las cosas, el triunfo de Piñera demuestra que la gente se está cansando de las ocurrencias. Bachelet tuvo un primer mandato extraordinario porque se apartó de ellas y gobernó con un manejo liberal y ortodoxo de la economía y una política social de izquierda. Cuando en su segundo mandato quiso tomar atajos y se apartó del camino original, su popularidad se derrumbó porque los resultados (siempre sucede con el populismo) fueron simplemente malos. Y la gente no apuesta por los discursos, sino por su bienestar.
CONSERVADORES
Sorprendió a muchos la declaración de López Obrador en el registro de su candidatura por el Partido Encuentro Social (PES), cuando dijo que entre ese partido, el ubicado más a la derecha en el espectro político nacional, y Morena, que presume de ser de izquierda, “no hay diferencias políticas ni ideológicas”. Es verdad. Los que pensamos que en realidad López Obrador es un político profundamente conservador, no nos equivocamos. El propio Andrés Manuel acaba de ratificarlo.
HAYDÉ, TÍA, MADRINA
Haydé falleció el lunes, era mi tía, mi madrina. Haydé podría haber sido un personaje de Cien años de soledad. Era, sobre todo cuando yo era un niño, un poco fantástica, un poco impredecible, conmigo increíblemente cariñosa y también estaba, creo, un poco loca. Loca posiblemente de amor perdido y de soledad. Nunca superó la muerte de mi tío, mi padrino, Miguel, cuando apenas tenía 33 años, dos hijas pequeñas y toda una vida por vivir. Nunca aceptó tampoco (la herencia siciliana) que era joven y podía rehacer su vida, volverla a construir, se ató a un destino inexorable que demasiadas mujeres aceptan pensando que es imposible de torcer.
Pero la verdad es que me quería con el alma: cada vez que me veía, sobre todo en los últimos años, tenía ya más de 90, me preguntaba si me acordaba todavía de ella. Era el gancho para que le dijera que sí, que siempre. Y era verdad:
ella, sus hijas Norma y Mabel, fueron mucho más que una parte de mi familia, fueron durante muchos años una parte central de mi historia. Eran algo así como una madre alterna y ellas, sobre todo, hermanas insustituibles. Siempre he pensado que el dolor íntimo, personal, profundo de mi tía trastornó su vida y también la de muchos a su alrededor. Es verdad, era adorable y podía ser un dolor de muelas. Pero ¡cuánto me quería!. Y cuánto, hoy y siempre, estaré en deuda con ella.
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 Política y religión
Bitácora del director/PASCAL BELTRÁN DEL RÍO
Excelsior
Durante décadas, a los políticos mexicanos que recitaban el credo del nacionalismo revolucionario –es decir, los priistas, pero también muchos surgidos en el seno de la izquierda partidaria– les daba por posar de comecuras, aunque los domingos fueran a misa y celebraran la Navidad con su familia.
Ese jacobinismo, creían, les daba credibilidad y hasta estatus, pues la facción triunfante de la Revolución había abrazado el liberalismo de Juárez y lo había llevado más lejos, al anticlericalismo.
La mayoría de los intelectuales constitucionalistas de 1917 eran jacobinos. Lo era también Obregón, quien creía que la Iglesia combatía a Carranza, y, ya como Presidente, decretaría la expulsión de sacerdotes extranjeros y hasta del delegado apostólico Ernesto Filippi. Poco después, en 1926, estallaría la Guerra Cristera.
El anticlericalismo no se acabó con el destierro de Calles. Lo mantuvieron vivo, en los años del cardenismo, políticos como Tomás Garrido Canabal, Heriberto Jara y Francisco J. Múgica.
Durante la presidencia de Adolfo Ruiz Cortines, el jacobinismo alcanzó su mayor nivel de la etapa civilista. Luego comenzó a decaer, pero todavía tuvo poderosos exponentes, como Jesús Reyes Heroles y Carlos A. Madrazo.
Con la visita del presidente Luis Echeverría al Vaticano, en 1974, llegó la era del descongelamiento de relaciones entre el Estado y la Iglesia. Cinco años después, vino la primera visita de un Papa a México. En 1992, con la reforma al artículo 130 de la Constitución, el reconocimiento de las iglesias. Y en 2000, por primera vez en casi un siglo, se pudo ver a un Presidente de la República comulgando.       
La religión tardó un buen tiempo en recuperar su lugar como actor visible en la arena política, pero lo logró. En cambio, el presidencialismo mexicano moderno vivió un viraje: de la negación de Dios a la cautela en la relación con lo ultramundano a la aceptación pública de la fe.
Hoy, la evidencia sugiere que estamos en el final de esa ruta: el uso político de la religión.
“Algo está pasando”, me dijo ayer en Imagen Radio el especialista Bernardo Barranco. “Estamos viendo una irrupción de lo religioso en lo electoral”.
Barranco puso como pruebas los recientes arranques de guadalupanismo de varios políticos, como el líder nacional del PRI, Enrique Ochoa, y el líder de Morena, transformado en aspirante presidencial por tercera ocasión, Andrés Manuel López Obrador. Michoacano uno y tabasqueño el otro, quizá han hecho removerse en sus tumbas a Múgica y Garrido, sus respectivos paisanos.
La “fiebre religiosa” que ha aparecido en la actual arena electoral, describió Barranco, ha alcanzado también a José Antonio Meade, quien recientemente habló en el Estado de México de la vela que se enciende el Domingo de Adviento y pidió a las mujeres priistas encomendarse a Dios.
Simultáneamente surgió la polémica por el apoyo que el Partido Encuentro Social (PES) –al que Barranco no duda de calificar de partido religioso– decidió dar a la candidatura de López Obrador, sumándose a la coalición que lo postula.
Dicha acción fue repudiada por algunos simpatizantes seculares del tabasqueño, quienes tacharon al PES de partido intolerante y de ultraderecha, calificativos que López Obrador se ha esmerado en rechazar.
En la entrevista, Barranco recordó que el PES –en cuyo ideario hay expresiones de repudio a la izquierda, el populismo y el mesianismo político– fue una de las organizaciones que tomaron la calle, en septiembre de 2016, para manifestarse en contra de la despenalización del aborto y el reconocimiento de los matrimonios igualitarios.
En esa ocasión, añadió el especialista, marcharon los cristianos de la vertiente neopentecostal que pueblan las filas del PES junto a fieles católicos adheridos a Provida.
—¿Qué piensas de la religiosidad de López Obrador? –pregunté a Barranco–.
—Ha sido ambigua desde hace muchos años. Por un lado se declara católico y, como jefe de Gobierno, tuvo una relación muy cercana con el entonces arzobispo Norberto Rivera, pero también tiene simpatía por los cristianos evangélicos. Tal vez eso ha sido facilitado por su origen tabasqueño.
Por último, Barranco recordó que previo a los comicios locales de 2016, el presidente Enrique Peña Nieto ofreció apoyar el reconocimiento de los matrimonios homosexuales a nivel nacional.
“Luego de eso vino la debacle electoral para el PRI (que esa vez perdió siete de doce gubernaturas), hecho que se asoció con aquella declaración del Presidente. Con lo que estamos viendo ahora, parece que la clase política ha decidido que más vale estar del lado de la religión”.  
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Le dieron su revolcón a Meade/Martha Anaya
El Heraldo..
Meade se subió al ring. Lanzó un reto a sus adversarios… pero no tardaron en darle su revolcón.
Quienes pensaron que José Antonio Meade, el (pre)candidato ciudadano abrazado por el PRI podía –y debía- ponerse de fajador con Andrés Manuel López Obrador y con Ricardo Anaya, se equivocaron (como se equivocaron disfrazándolo de chamula).
Lo urgieron a lanzar un reto a sus contrincantes: Realizarse pruebas toxicológicas que acreditaran su estado de salud física y mental (como próximamente lo hará él, según prometió).
No tardaron en contestarle.
Anaya, abanderado de la coalición “Por México al frente”, le respondió con sorna: Dijo que estaba dispuesto a realizarse esos exámenes y todos los que quiera, pero invitó también a Meade a practicarse “un examen de conciencia”.
¿Para pensar y analizar qué? Bueno, de entrada, sobre su silencio y complicidad con todo lo que tuvo que ver –además de lo que supo y ha callado- durante los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
¿Algo más? A Ricardo sólo le faltó pedirle lo que el exvocero del PAN, Javier Lozano, solicitó seis años atrás a Luis Videgaray y a Ricardo Monreal, entonces coordinadores de las campañas de Enrique Peña Nieto y de AMLO: ¡Entrarle a la prueba del polígrafo!
López Obrador, por su parte, trató con desdén a Meade: “Es muy limitado y por eso hace estas cosas… Le podría yo hasta contestar fuerte pero no tiene ningún sentido”.
El de Morena tildó de “banal” la propuesta del exsecretario de Hacienda, aunque algo concedió –también con ironía-: “Soy hipertenso, me tengo que tomar unas pastillas, un cóctel de pastillas diarias para que no me aumente la presión y que yo no me enoje; que no me hagan hacer corajes los de la mafia del poder…”
Revolcado terminó el de la coalición PRI-Verde-Panal en su primer lance. Y eso que –para como son sus contrincantes- lo trataron benignamente
NARANJA AGRIA.- Cuentan las crónica que el helado que degustó Meade en el Paseo Montejo con los aspirantes a la Gubernatura de Yucatán que se quedaron a la vera del camino, era de naranja agria.
Que el (pre)candidato presidencial llegó caminando a la sorbetería Colón con el ganón para contender por la gubernatura del tricolor, Mauricio Sahuí, y que en una mesa le esperaban los frustrados aspirantes Jorge Carlos Ramírez Marín y Pablo Gamboa Miner.
Una palmadita nadie le cae mal. Un helado de naranja –aunque sea agria-, tampoco. Pero lo cierto es que quien más dolido quedó en este lance es el Presidente de la Cámara de Diputados, Ramírez Marín, porque vaya que desde la dirigencia de su partido lo utilizaron como caballito de batalla –¡hasta niveles ignominiosos incluso!- durante los últimos meses. Y él fue a todas.
Así le pagaron.
MORENOS RUMBO A LAS ALCALDÍAS.- Anoten los nombres de algunos de quienes contenderán por Morena por alcaldías de la Ciudad de México el año entrante:
Vidal Llerenas irá por Azcapotzalco; María Rojo, Coyoacán; Néstor Núñez, Cuauhtémoc; Fadlala Akabani, Benito Juárez; Armando Quintero, Iztacalco; Paola Félix, Cuajimalpa; Francisco Chiguil, Gustavo A. Madero.
GEMAS: Pancarta dedicada a Mikel Arriola por la Organización Nacional de Mujeres priistas: “Mikel bombón, contigo sin condón”.
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¿Es la corrupción, estúpidos?/ Jorge G. Castañeda
Amarres
El Financiero....
En algún momento las campañas de Ricardo Anaya y José Antonio Meade se verán obligadas a incluir una mayor dosis de sustancia en sus pronunciamientos de oratoria o mediáticos. López Obrador ya lo ha hecho, con su Plan de Nación de más de 400 páginas, aunque buena parte de la sustancia allí plasmada es confusa y no aparece con frecuencia en los discursos, spots o videos del candidato. Ninguna campaña esgrima pura sustancia, pero algo de vez en cuando se antoja necesario. El Frente ha dado un buen paso adelante con el Ingreso Básico Universal, y Meade ha adoptado como programa las reformas de Peña Nieto. Es algo, pero no suficiente para la larga marcha que concluye el 1 de julio.
Como no se puede todo al mismo tiempo, cada candidato deberá escoger dónde desea concentrar el ingrediente de sustancia que le inyecte a su retórica. Por distintas razones, ni Meade ni López Obrador pueden adoptar el tema de la corrupción como primer insumo de sustancia en sus campañas. AMLO, porque ya se autolimitó, por lo menos discursivamente, a combatir la corrupción futura, perdonando la pasada. Meade, por obvias razones, no puede adentrarse en las aguas pantanosas de la interminable corrupción de las dos administraciones a las cuales perteneció (en primera línea). Anaya sí puede, pero no sin complicaciones. 
El meollo del asunto es la impunidad, es decir, la ausencia de castigos por crímenes pasados. Para que haya consecuencias, se debe investigar, y no, como dijo Vicente Fox en 2001, simplemente esperar que “aparezcan pruebas”. Sólo aparecen, si se buscan. La pregunta entonces es ¿Quién las busca, y dónde? Si se deja en manos de la justicia ordinaria, o incluso de las aún inexistentes instituciones del Sistema Anti-corrupción, es altamente improbable que se encuentren las mentadas pruebas. 
Por ello, llámese como se llame, es indispensable algún instrumento ad hoc, excepcional, para realizar las faenas que las podridas e impotentes instituciones existentes jamás podrán llevar a cabo. Sin proponer algo en este sentido –Comisión de la Verdad, Investigadora, Contra la Impunidad, de Retrovisor, etc.– carecerá de credibilidad y de eficacia la advertencia de proceder contra los funcionarios de este régimen y por lo menos de los dos que lo precedieron (Calderón y Fox). Buscar, y si se encuentra, sentenciar; si no se encuentra, absolver. 
Pero esta es sólo la primera complicación. La otra es de índole política. Existen dos peligros para este enfoque. El primero es que Peña Nieto y su gente se espanten, y concluyan que, con todo y todo, les conviene más que llegue Andrés Manuel a la Presidencia que Anaya. La supuesta animosidad personal ya existente entre el Presidente y el candidato opositor abonaría a esta hipótesis. El segundo peligro yace en la actitud del empresariado. Muchos ven con malos ojos que el Frente ataque al candidato del PRI, y peor todavía, que haga del combate a la corrupción, incluyendo zanjar cuentas con el pasado, la piedra de toque de su campaña. 
Algunos empresarios piensan que eso sólo fortalece a AMLO, debilita a Meade –su consentido– y no aporta nada positivo. La creencia es lógica, interesada, y falsa. Dejarle la bandera de la lucha contra la corrupción a AMLO equivale a entregarle la victoria. No atacar la impunidad por el pasado, garantiza la del futuro.
Twitter: @JorgeGCastaneda
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EN PRIVADO /Joaquín López-Dóriga
Milenio
Del gabinete de AMLO importan los que no están
Confunden fantasía con alucinación.  Florestán
A los dos días de su proclamación como precandidato, el martes 12 de diciembre día de la virgen de Guadalupe, Andrés Manuel López Obrador dio a conocer a los integrantes de su gabinete presidencial, cuyo principal mérito parece ser la equidad de género, ocho mujeres y ocho hombres, pero creo que ese es un análisis simplista, porque el género por sí solo no determina calidad.
De la lista hay algunos conocidos, la ex ministra de la Corte Olga Islas, que batalla con su formación y la amnistía al crimen organizado de su candidato; Esteban Moctezuma, secretario general del PRI en la campaña de Ernesto Zedillo, en 1994, su primer secretario, breve, de Gobernación y al final de Desarrollo Social; Javier Jiménez Espriú, ex funcionario de Obras Públicas y secretario general administrativo de la UNAM, y Héctor Vasconcelos. La constante de los demás es su ausencia de cargos públicos, sin experiencia y sin antecedentes políticos, ajenos a las políticas públicas, pero sin cola que les pisen, pero, sobre todo, no son de su partido ni de sus rijosos como Martí Batres, John Ackerman, Horacio Duarte, Pablo Gómez, Manuel Bartlett y Layda Sansores, por mencionar algunos.
El mensaje de este gabinete no es quiénes lo forman, sino los que no están, sus rijosos, y esa fue la señal de paz que Andrés Manuel quiso mandar fuera de su feligresía, cuyos votos necesita si quiere ganar las elecciones.
Dicho lo anterior, hay que apuntar, primero, que no hay ningún compromiso, de ganar el 1 de julio, de confirmar a este equipo; segundo, que de ganar y confirmarlos, que no fueran de transición para relevarlos por los duros.
También puede verse como una provocación, más que a Ricardo Anaya, al que ha ignorado, a José Antonio Meade, en el que ha centrado sus ataques para que éste haga público el suyo, como si ya lo hubiera definido en lo que comenzaría a pensar en caso de ganar la Presidencia.
Por cierto, López Obrador dejó vacantes las secretarías de la Defensa Nacional y de Marina por razones que desconozco, pero que aparentemente no le preocupa porque ha dicho que agrupará a las fuerzas armadas en una guardia nacional de la que él será el jefe.
Pero no lo sé.
RETALES
1. ACLARANDO. A lo publicado aquí ayer sobre la ausencia de Enrique Ochoa y Aurelio Nuño en el arranque de campaña de José Antonio Meade en San Juan Chamula, el presidente del PRI, el primero, me dijo que le fue imposible por tener que encabezar esa noche aquí el convenio de coalición con el Verde y el Panal, pero que sí lo acompañará;
2. GOLAZO. Toda vez que Cuauhtémoc Blanco no será el candidato de Morena-PES al gobierno de Morelos, como se habían prometido, irá el senador Rabindranath Salazar, el futbolista podría ir por el PRI; y
3. FRATERNAL. Y en Guanajuato la sorpresa es que el PRI nominaría a José Luis Romero Hicks, priista, hermano del senador panista Juan Carlos.
Nos vemos mañana, pero en privado
lopezdoriga@milenio.com
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ARSENAL/Francisco Garfias
Javier Corral, al rescate de Manlio
Excélsior...
Alejandro Gutiérrez Gutiérrez, exsecretario del CEN del PRI, operador de Manlio Fabio Beltrones, reviró ayer a los señalamientos que le hizo el exsecretario de Hacienda de Chihuahua, Jaime Herrera Corral, que lo involucran en el desvío de 250 millones de pesos a campañas del PRI en entidades gobernadas por otros partidos.
El desvío habría sido parte de un pacto de los gobernadores de Chihuahua, César Duarte; Veracruz, Javier Duarte, y Tamaulipas, Egidio Torre, con el entonces dirigente del PRI, Manlio Fabio Beltrones.
El objetivo era apuntalar a los candidatos del tricolor en las citadas entidades, según testimonio ministerial de Herrera Corral, rendido ante la Fiscalía de Chihuahua y publicado por el diario Reforma.
La triangulación habría sido acordada en 2016 entre la dirigencia del tricolor que encabezaba el sonorense y la Secretaría de Hacienda, a cargo de Luis Videgaray.
“Aparte de él (Herrera Corral), no conozco a ningún funcionario o exfuncionario de finanzas de Veracruz y de Tamaulipas, como afirma. Nunca trato con ellos y menos por instrucciones”, nos dijo Gutiérrez.
Reconoce, eso sí, que a Herrera Corral lo vio dos veces para hablar del Presupuesto de Egresos de la Federación, cuando él estaba en la Cámara de Diputados.
Herrera Corral le propuso la construcción de una base militar en Chihuahua de más de 200 millones de pesos, pero dice que el documento que le presentó el secretario de Hacienda local no cumplía con la normatividad. “Nos pidió que se cambiara”, puntualizó.
Hizo notar que el declarante es un testigo protegido que está en nómina y que tiene cuentas pendientes con la Fepade.
La época preelectoral que vivimos ha dado lugar a suspicacias. La declaración de Herrera fue hace seis meses. “¿Por qué la filtran ahora?”, preguntó Gutiérrez.
El testigo protegido dice que Alfonso Isaac Gamboa Lozano, titular de la Unidad de Política y Control Presupuestario de Hacienda, aprobó, junto con Gutiérrez, un convenio de “fortalecimiento financiero” de 275 millones de pesos.
Involucra al exgobernador Duarte, quien habría aprobado la triangulación como agradecimiento a Beltrones por haber apoyado la candidatura de Héctor Serrano, quien perdió la elección frente al panista Corral.
Pero el mismísimo Javier Corral negó públicamente que haya elementos que señalen a Beltrones y a Gutiérrez.
“Lo que puedo afirmar, categóricamente, es que, hasta la fecha, no tenemos elementos que nos permitan confirmar la participación de funcionarios o exfuncionarios del PRI nacional. Eso no existe”, dijo el mandatario estatal en improvisada rueda de prensa.
-Se manejan los nombres de Alejandro Gutiérrez y Manlio Fabio Beltrones —interrumpió un reportero.
-No tenemos ningún elemento que nos permita confirmar esa participación. Eso es una tarea del Ministerio Público —puntualizó Corral.
 Uno de los temas de la campaña que comienza de cara a las elecciones de 2018 es la salud de Andrés Manuel López Obrador. El tabasqueño tiene 64 años de edad y ya sufrió un infarto al miocardio el 3 de diciembre de 2014. Es hipertenso y lo reconoce abiertamente.
El candidato presidencial de Morena se encargó ayer de poner el tema sobre la mesa de forma irónica:
“Me tengo que tomar un coctel de pastillas diarias para que no me aumente la presión y que yo no me enoje, que no me hagan hacer corajes los de la mafia del poder, que ande yo tranquilo”.
Y, sin embargo, calificó de “banal” la propuesta de José Antonio Meade acerca de que los precandidatos se sometan a exámenes físicos, mentales y toxicológicos. “Está mal aconsejado, lo embarcaron Luis Videgaray y Enrique Peña, puntualizó.
 Miguel Ángel Yunes le ha quedado a deber a Veracruz. La violencia no cede. La entidad mantiene el triste liderazgo en asesinatos de periodistas.
Ahora le tocó a Gumaro Pérez, del periódico La Voz del Sur. Fue ejecutado al interior de la escuela de su hijo, en Acayucan, cuando se celebraba la fiesta navideña.
La ejecución vino acompañada nuevamente de las tradicionales condenas del gobernador en turno al “cobarde asesinato” y las promesas de que su muerte no quedará impune.
“Parole, parole, parole”, dice la canción.
Gumaro es el tercer periodista asesinado en Veracruz este año. El primero fue Ricardo Monlui Cabrera, ejecutado el 19 de marzo en la localidad de Yanga; el segundo, Cándido Ríos, asesinado el 22 de agosto en Hueyapan de Ocampo, y ahora Gumaro, en Acayucan.
En México han sido asesinados 12 periodistas sólo en 2017.
Hace apenas unos días, la organización Reporteros Sin Fronteras destacó que en México se habían registrado 11 asesinatos de reporteros y que sólo Siria, país en guerra, nos superaba.
¡Ya empatamos a los sirios!
 Malito el spot que nos “ilustra” que el apellido del candidato del PRI a la Presidencia de la República se escribe Meade, pero que se pronuncia “mid”; que ese nombre aparece en calles de San Luis Potosí y que tiene ancestros ilustres que nos proyectan hacia el futuro.
Muy ingenioso el de “vamos a estar mejor ya sabes con quién”, de Andrés Manuel López Obrador.
Entretenido el que nos muestra a Anaya y a Juan Zepeda en un palomazo de la rola ADO, del TRI. Pretende convencernos de que son “del mismo equipo” cuando de cambiar al régimen se trata.
¿Tendrá conocimiento el jefe panista de quién le ayudó a Juan Zepeda en su campaña para restarle votos a Josefina y a Delfina?
Ahí se la dejo.

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ITINERARIO POLÍTICO / Ricardo Alemán
¡Saltar de cama en cama…!
Milenio...
La promiscuidad, según la Real Academia, es la conducta que lleva al cambio frecuente de pareja. A su vez, algunos politólogos definen la “promiscuidad política” como el gusto por cambiar frecuentemente de partido o de aliados partidistas, todos los días.
Y un caso emblema de “promiscuidad política” la regala a los electores el dueño de Morena, quien ha pertenecido a PRI, PRD y Morena, pero ha impulsado alianzas con PAN, PT, MC y recientemente con el PES, además de que no pocos de sus amigos pertenecen a la extrema derecha y a El Yunque.
Aún así, el dueño de Morena dijo, apenas el pasado 11 de junio, “que por congruencia no podemos marchar juntos con esos partidos; PRI, PAN, PRD, Verde, MC, PES…”. Y luego preguntó: “¿Qué tienen que ver PAN y PRD…? Nada, es pragmatismo vulgar y Morena nunca va a dejar sus principios”.
Y aquí es donde aparecen las preguntas. La primera de ellas. ¿Y cuales son los principios de Morena?
Queda claro que esos principios a los que hace referencia AMLO son el pragmatismo puro y duro. Es decir, saltar de cama en cama política, según sus pragmáticos intereses, no su ideología. Dicho de otro modo, Morena es lo más parecido al pingüe negocio del cascajo: recibir todo desperdicio posible siempre y cuando resulte rentable.
Y si al partido Morena y a su dueño le resulta rentable una alianza con Dios y otra con el diablo, sus principios serán los que reclame esa alianza: los principios de saltar de cama en cama.
Por eso, el lunes 18 de diciembre el dueño de Morena registró una alianza presidencial con el Partido Encuentro Social, de extrema derecha.
Y para justificar la vulgar promiscuidad, aseguró que “no hay diferencias de fondo en lo político o lo ideológico entre los principios de Morena, PT y Partido Encuentro Social (PES)”.
¿Y entonces dónde quedaron los principios que esgrimió AMLO el 11 de junio, que le impedían a Morena una alianza con PES?
¡Pinches malpensados….! No entienden que Morena es como Quimera, la criatura mitológica descrita con cuerpo de cabra, cola de serpiente y cabeza de león, si no es que como Hidra, el monstruo mitológico de tres o 3 mil cabezas de serpiente. O acaso Morena y su alianza con PES y PT sea Medusa, la mujer que en lugar de pelo lleva la cabeza coronada con serpientes y que convierte en piedra a quien las mira a los ojos.
Lo cierto es que Morena y su dueño son vulgares saltarines de cama en cama partidista, según lo dicte su interés populista.
Por eso, algunos de los más reputados analistas se han ocupado de la peculiar alianza de Morena, PT y PES. En su columna de éste lunes en El Universal, José Antonio Crespo rescata un fragmento de la declaración de principios del Partido Encuentro Social, donde a propósito de la izquierda, se lee lo siguiente.
“… Sus anticuadas y fallidas ideas para generar crecimiento y desarrollo económico —de la izquierda— son verdaderamente irrealizables… incluso, no solo denotan resentimiento social sino que lo promueven… La izquierda hoy polariza, divide, confronta”.
¡Pinches malpensados…! No entienden que PES y Morena nunca han sido de izquierda, sino dos locuaces partidos familiares de derecha extrema. Pero si seguimos con la línea argumentativa de AMLO, debemos concluir que PES no es de “ultraderecha”, porque “los representantes de la ultraderecha en México son quienes en los últimos 30 años han estado a cargo del Estado y que han aplicado la actual política económica de entregar recursos del país a particulares”.
¿Pero qué creen? Que hasta hace pocos años, Hugo Eric Flores, el dueño del PES, era un reputado militante del PRI, de esa derecha que ahora perdona AMLO? De risa loca. ¿O no?
Pero hay más. El pasado martes, Roberto Blancarte —reconocido especialista en religiones—, regaló a los lectores de MILENIO uno de los más puntuales artículos sobre el tema.
Con el título “El ‘pes peje’”, Blancarte escribió: “Estoy convencido de que no hay cálculo político o estratégico en la alianza de Morena con el PES; por el contrario, existe una identificación absoluta de López Obrador con las posiciones conservadoras de sus dirigentes y militantes.
“El virtual candidato de Morena a la Presidencia, al igual que los dirigentes del PES, cree que las posturas religiosas deben normar los comportamientos políticos y por lo tanto la definición de políticas públicas que establezcan los gobiernos que ellos presidan.
“Si no fuera el caso, es decir, si no se pretendiera legislar y normar la vida pública desde lo religioso, ¿qué sentido tendría anunciar que las creencias religiosas personales deben aparearse con la política?”
¡Los principios de saltar de cama en cama!
Al tiempo.

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2018, el dilema de Meade (II)/ Raymundo Riva Palacio
Estrictamente Personal
El Financiero...
Las elecciones presidenciales, en México y todos lados, son plebiscitos sobre el gobierno. Los electores deciden entre si quieren la continuidad o el cambio. Lo que sucederá aquí el próximo año correrá por el mismo eje. En las urnas van a decidir si quieren a José Antonio Meade, el candidato de la continuidad, o a Andrés Manuel López Obrador o a Ricardo Anaya como las opciones de cambio. El dilema es profundo. ¿Tiene Meade que romper con Peña Nieto? ¿Debe hacerlo? 
La experiencia indica que competir como candidato del gobierno y romper con el gobierno, es un error. Le pasó a Josefina Vázquez Mota en 2012, quien por no jalar los negativos del presidente Felipe Calderón, también perdió sus positivos. Caso contrario, Alfredo del Mazo no rompió con el gobernador Eruviel Ávila, ni repudió a su primo, el presidente Enrique Peña Nieto, y si bien perdió más de un millón y medio de votos y se chupó todos los negativos del Ejecutivo federal, no perdió los positivos que le dieron el respaldo suficiente para ganar la elección. Las tentaciones al rompimiento siempre son grandes, sobre todo cuando hay altos negativos del presidente en turno o existen presiones para un cambio, como es el caso de Peña Nieto y Meade. 
El proceso de sucesión del presidente Carlos Salinas sigue siendo un buen modelo para estudiar. Salinas construyó políticamente a Luis Donaldo Colosio y lo llevó a la candidatura presidencial. Su campaña arrancó herida por el protagonismo de Manuel Camacho, como comisionado para la paz en Chiapas, y parecía naufragar, hasta que el 6 de marzo de 1994 pronunció un discurso en el PRI, que no sólo fue interpretado como de ruptura con su mentor Salinas, sino como una probable causa de su asesinato 17 días después. Nada de eso fue real. 
El discurso fue pulido como diamante por los asesores de Colosio, Samuel Palma, Cesáreo Morales y Javier Treviño –actual subsecretario de Educación–, quienes encontraron en el discurso de Martin Luther King de 1963, inmortalizado como “I have a dream”, que narraba un sueño sobre la igualdad de los negros en Estados Unidos, el ritmo y la narrativa de la alocución del candidato, quien habló de un México con hambre, sed de justicia, y gente agraviada por el “abuso de las autoridades”, que clamaban por una reforma al poder y la lucha contra las viejas prácticas y corruptelas del PRI.
Con ese discurso Colosio no rompió con Salinas, a quien en la víspera le envió el texto de lo que iba a pronunciar. El distanciamiento, en todo caso, fue pactado con Los Pinos, y le ayudó a Colosio a revigorizar su campaña y tener un segundo lanzamiento de campaña. Meade, empero, está en una situación más compleja y difícil que la que enfrentó Colosio, pero tendrá que encontrar la forma de hacer un deslinde que no signifique rompimiento, lo que se antoja muy cuesta arriba.
En términos retóricos, ¿cómo puede hablar el candidato Meade de la seguridad cuando el colapso de la estrategia tendría que adjudicárselo al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong? Cualquier planteamiento sobre seguridad tendría que marchar sobre la crítica a lo hecho por el gobierno de Peña Nieto, que en los últimos meses ha intentado reiteradamente adjudicarle la responsabilidad primaria del incremento de la tasa de homicidios dolosos –la más alta en la historia de México– a los gobiernos estatales y municipales. Meade puede tomar ese discurso como propio y lanzarse contra los gobiernos locales, lo que tampoco sería electoralmente conveniente, porque requerirá del apoyo de los gobernadores para poder movilizar a la masa de votantes que necesita para ser competitivo ante sus adversarios.
La seguridad es, de ya, uno de los temas en las precampañas presidenciales, al cual aún no entra. El otro que ha sido esbozado por los precandidatos de oposición es el de la corrupción. Uno de los atributos de Meade es que esa mancha no parece estar impregnada en él, pero ¿cómo podrá entrar a la discusión de fondo sobre la corrupción sin tocar al gobierno de Peña Nieto para el cual trabajó? Si no es culpable de la corrupción, sí es responsable porque en sus manos tenía dos de los instrumentos más importantes para combatirla, por la calidad de información que procesaban: el Servicio de Administración Tributaria, y la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda. Retomar el discurso oficial de que el gobierno peñista es el que más ha hecho por luchar contra la corrupción sería un error, porque además de que el electorado no le creería, sería sujeto a una acusación de encubrimiento.
El entorno en el que se encuentra Meade es más desventajoso que el que tenía Colosio. Un elemento adicional de contraste es su calidad de ciudadano ajeno al partido, por lo cual su propio deslinde debería tener el cuidado de no lastimar a los priistas. Separarse notoriamente del PRI sería una patada adicional a la que recibieron al ratificar que no había, dentro del partido, ninguna figura con solidez para ser candidato presidencial. Es decir, incluso un rompimiento pactado no sería benéfico para Meade porque aun si ganara con votantes anti-PRI, perdería su núcleo duro, indispensable para mantener una candidatura competitiva. 
No le queda más camino que admitir que es el candidato de la continuidad y encontrar en el discurso no sólo los beneficios que ello significa, sino el antídoto para no despotricar contra la inseguridad y la corrupción, que sería el equivalente a un suicidio electoral.
Twitter: @rivapa
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Los 'switchers' definirán la elección/ Pablo Hiriart
Uso De Razón
El Financiero...
Una de las novedades editoriales más interesantes y documentadas es la de Gabriel González-Molina, con su libro Switchers S1 y S2. Vale la pena porque, en buena medida, esos electores (54 por ciento del total) son los que van definir quién será el próximo presidente de México.
Los switchers, explica el autor, son los electores que no han definido con absoluta seguridad y firmeza su voto. Miran hacia dos o más opciones electorales, la que mejor satisface sus necesidades y aspiraciones, buscan orientarse en términos de ventajas o desventajas, también son muy sensibles al tipo de liderazgo del candidato. No son indecisos porque los switchers nunca son neutrales: siempre gravitan alrededor de dos o más opciones electorales.
El trabajo que sustenta al libro se basa en más de 250 estudios previos, que rebasan el medio millón de entrevistas realizadas en las 20 zonas metropolitanas más importantes del país.
Hay dos tipos de switchers, pero por la brevedad de esta columna vamos a cuáles son las necesidades básicas de los switchers. La primera y más extendida es “ayúdame a ganar más por mi trabajo”.
Sostiene el autor que el principal problema no es “falta de empleo”. Empleos hay, pero mal pagados. En esta década los switchers no han dejado de trabajar, al contrario, tienen que trabajar más que antes, pero no pueden generar mayor valor por su trabajo.
Este sexenio es el que ha creado más empleos en la historia, que no se agradecen como para definir una elección, sino que trae aparejada otra demanda: el elector switcher quiere aprovechar mejor su capacidad productiva para estar en condiciones de aumentar su ingreso.
Por lo anterior, la segunda necesidad básica del switcher es “apóyame con beneficios para avanzar”.
Le siguen, en importancia para este sector del electorado, “disminuye la violencia” y “hazme sentir seguro”.
Explica González-Molina que “lo que verdaderamente exigen los switchers, en el tema de seguridad pública, es una guerra frontal no sólo contra los delincuentes, sino principalmente contra la violencia”.
Y el otro tema que preocupa al switcher, es “apoya a los jóvenes”.
Bien, como reflexión después de leer el libro apunto que hasta ahora quien ha manejado con maestría su oferta a los switchers es López Obrador. Miente mucho, pero su discurso se vuelve absolutamente atractivo.
Ofrece “cambiar el sistema”, que es muy llamativo, sea o no verdad.
A los jóvenes, a más de tres millones, les va a regalar dinero. En su discurso, los empleos van a ser mejor pagados y en lugar de prometer que va a acabar con las mafias y apresar a los delincuentes, ofrece “pacificar al país”. Eso es lo que el switcher quiere. No sólo detener capos, sino traer la paz. Reorientar la estrategia hacia una lucha contra la violencia.
¿Qué ofrecen Anaya y el Frente? Ofrecen un “cambio de régimen político”, que sólo le interesa a los políticos. Veremos, pues, que su discurso va a cambiar y pondrá acento en lo económico y en la pacificación, para la cual ahora no tiene respuesta. Ofrece, eso sí, una “renta básica universal”, pero que al momento de ponerle números es muy poco dinero y no cuadra.
José Antonio Meade, por su parte, se puede pasar la campaña entera explicando lo equivocado, por inviables, de las promesas de sus contendientes. Y seguramente tendrá razón.
Pero las elecciones no se ganan sólo con razones, sino con emociones. El candidato del PRI necesita ilusionar a los switchers con la atención de sus anhelos, sin mentir, y dar esperanza de que “esto va a cambiar”: su salario rendirá más y se potenciarán sus capacidades para que ganen más, y no solamente que trabajen más.
No va a ganar con la promesa de seguir creando empleos.
Lo mismo en seguridad. Lo que la gente quiere es paz, no más de lo mismo. ¿Es difícil hacerlo sin mentir como AMLO?
Sí, es difícil. Pero para eso se postularon de candidatos.
Aviso: Esta columna volverá a aparecer el dos de enero. Felicidades
Twitter: @PabloHiriart

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