24 jun 2023

Las columnas políticas hoy, sábado 24 de junio de 2023

Y al final los rebeldes recularon, estaban a 200 kms de Moscú...

Obligaron a Putin a negociar!

El vocero del Kremlin ha informado de que Prigozhin se irá a Bielorrusia, sin causa judicial, como parte del trato y que no habrá consecuencias para los miembros de Wagner que han participado en la marcha hacia Moscú...O sea, ganaron .., ¿O cuál fue la real negociación?


Horas antes, en el mensaje Putin pidió castigo por 'traición' de grupo de mercenarios que se sublevaron ayer...

En un mensaje a la nación, Putin dijo "Como presidente de Rusia y comandante en jefe, como ciudadano de Rusia, haré todo lo posible para defender el país, para proteger el orden constitucional, la vida, la seguridad y la libertad de los ciudadanos.

“Nuestra reacción será contundente, los rebeldes serán castigados”, afirmó, y despues reculó...

Y Evgeni Viktorovich Prigozhin contestó en un principio que no tenía intención de rendirse, que no pretende un golpe de Estad, , pero precisó que sus fuerzas "destruirían" cualquier resistencia, incluidas las barricadas y los aviones: presumió de tener a 25 mil efectivos, y amenazó con marchar hacia Moscú, y pidió la destitución del ministro de Defensa, Sergei Shoigu; y el principal general de Rusia, Valery Gerasimov,...

Por primera vez vimos que el poder de Moscú había sido puesto durante horas en el ojo del huracán...

EU siguió de cerca el conflicto.

Me pareció increíble que un ejército de mercenarios formado por voluntarios y convictos liberados ponga en jaque al que supuestamente es el segundo ejército del mundo.

.El líder de Wagner ha anunciado en la tarde del sábado que sus tropas están regresando para "evitar un derramamiento de sangre"...

El jefe de la organización mercenaria comentó que. legó a un acuerdo con Putin a través de la mediación del presidente bielorruso.. Aleksander Lukashenko..

Realmente estaba buscando más poder dentro del Ministerio de Defensa y es posible que Putin simplemente se lo haya otorgado?

Como sea las cosas no serán como antes, la crisis aparentemente ha terminado.

¿Qué es el grupo Wagner?

Fue fundado en 2014 y es propiedad de Yevgeny Prigozhin, de 61 años que anteriormente era conocido como el “chef del presidente de Rusia, Vladimir Putin”..

En diciembre del año pasado, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de EU, John Kirby, estimó que dicho grupo tenía un personal estimado de 50 mil mercenarios en Ucrania, así como cerca de 10 mil contratistas y 40 mil convictos de las prisiones rusas.

El Departamento de Defensa de EU indicó en 2020 que los mercenarios de Wagner hicieron parte en el conflicto civil en Libia, y que Rusia les había enviado equipo militar, incluidos aviones de combate y vehículos blindados, para que Rusia pudiera afianzarse en el país.

En enero de 2023 Estados Unidos designó al grupo Wagner como una organización criminal transnacional.

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Dejan a 7 personas descuartizadas en Chilpancingo

Cinco hombres y dos mujeres que presuntamente estaban desaparecidos fueron hallados asesinados y sus restos esparcidos en la Avenida 16 de Septiembre de Chilpancingo la madrugada de este sábado.

Algunas partes humanas estaban regadas sobre la vía y otras sobre el cofre, la cajuela y el toldo de una camioneta placas OIF-227 de la Ciudad de México que los delincuentes dejaron abandonada con las luces encendidas.

Una mujer policía contó que, poco después de las 4:30 horas realizaban un recorrido de rutina a bordo de una patrulla por la Calle Lerdo de Tejada, cuando ella y sus compañeros se percataron de que casi en la esquina de la Avenida 16 de Septiembre estaba una camioneta con las luces prendidas. Al acercarse más, vieron que en la vialidad había piernas y brazos tirados.

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La jueza de Veracruz: ¿justicia o atropello?/Sergio García Ramírez

EL UNIVERSAL, 24 de junio de 2023

En estos días, animados por sucesos de toda naturaleza, apareció una noticia que merece la mayor atención. Me refiero a la atropellada captura de una jueza de Veracruz, sobre la que pesan diversas imputaciones, internada en prisión y sometida a proceso. El relato agrega que la detenida tenía en su favor una suspensión judicial contra la privación de libertad, suspensión que fue ignorada por sus captores. No conozco los hechos por los que se persigue a la jueza, ni puedo apreciarlos desde la perspectiva penal. ¿Hubo delitos? ¿Ameritan prisión preventiva? No lo sé, ni me interno en especulaciones.

Pero la captura y las circunstancias que rodean este caso requieren estricta ponderación. Entiendo que el Gobierno de Veracruz —siguiendo una conducta bien sabida, plagada de hostilidad— ha defendido la detención y proclamado la responsabilidad de la jueza. Y en la trinchera contraria, algunas agrupaciones de abogados, honrando su condición como defensores de la justicia —no sólo en un caso, sino en todos los que reclamen esa defensa— han elevado enérgicas protestas. Vale impugnar la captura y el proceso, y no menos la prisión preventiva que se impuso a la inculpada: un año, plazo terrible cuando se debe vivir en prisión, bajo duro asedio.

Estamos envueltos —“enredados”, sería la palabra— en hechos y noticias de grueso calibre, entre dramáticos y grotescos, que afectan la vida política de la nación. Pero también es verdad que debemos cuidar lo que ocurre en el ámbito de la justicia, que puede ser exactamente lo contrario de lo que implica “hacer justicia”. A menudo se agrede a los juzgadores bajo el pretexto de que tenemos una criminalidad desenfrenada —lo cual es cierto: criminalidad sin freno, pese a promesas incumplidas e informes de dudosa credibilidad— que justifica cualquier exceso para remediar la impunidad que prevalece.

La indiferencia en que puede caer una sociedad que descuida la justicia e ignora los desmanes “justicieros” del poder público, puede generar —y está generando— una grave erosión del Estado de Derecho, que es la poderosa garantía que nos abarca y protege. La violenta captura de la jueza de Veracruz, los sucesos posteriores, la apología que de esto han hecho algunas autoridades y la situación en que ahora se halla la inculpada implican un menoscabo del Estado de Derecho. Así lo sugieren las circunstancias, sobre todo si se asocian con hechos de idéntica o similar naturaleza y con la conducta de autoridades que se desentienden de la buena marcha de la justicia o le ponen piedras en el camino.

No podemos ignorar el clima de animadversión hacia la justicia que ha generado el propio presidente de la República, colmando de improperios a los juzgadores y generando animosidad en diversos sectores sociales. En el mismo sentido ha militado el gobernador de Veracruz, a quien debemos acciones hostiles absolutamente intolerables contra el Poder Judicial Federal. Este es el clima, esta es la circunstancia, este es el contexto en el que aparece la captura de la jueza.

No dicto sentencia sobre la veracidad de los hechos atribuidos a ésta, pero sí reclamo —con otros profesionales del Derecho— el procedimiento seguido y desde luego impugno la siembra de odio que constituye, sin duda alguna, el “caldo de cultivo” en el que aparecen y se multiplican atropellos de este carácter.

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 ¿Día de la glorificación de AMLO?/Salvador García Soto

El Universal, 

Tal y como fue diseñado y planeado por el propio Presidente, el evento masivo del 1 de julio próximo, donde celebrará el quinto aniversario de su triunfo electoral, parece tener como objetivo la glorificación y el endiosamiento de Andrés Manuel López Obrador. Porque justo cuando se cumple la primera semana de las campañas proselitistas de las corcholatas morenistas que aspiran a sucederlo y a unas semanas de que comience su último año de gobierno, asociado históricamente al ocaso del poder presidencial, el mandatario convoca a un mitin multitudinario que no tiene otro objetivo más que aclamarlo a él, como el iniciador de una supuesta “transformación” nacional.

Por eso los reflectores y los aplausos dentro de una semana, sólo podrán ser para él, y no para las corcholatas presidenciales a las que el Presidente invitó, pero les prohibió expresa y terminantemente llevar porras o inducir aplausos y aclamaciones para cualquiera de ellos. Todos estarán abajo, Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto López, Ricardo Monreal y hasta los agregados Manuel Velasco y Gerardo Fernández, pero ninguno podrá tratar de llamar la atención o jalar el foco del evento, porque ese está reservado para el organizador, anfitrión, orador y figura principal del acto masivo: López Obrador.

También para eso convocó a todos los gobernadores de Morena para que le ayuden a abarrotar el Zócalo, mandando contingentes desde los 22 estados de la República que gobiernan para asegurar un lleno histórico y un acto de masas en la Plaza que es símbolo del poderío político y la capacidad de movilización para cualquier movimiento, ya sea político, ciudadano o social que quiere mostrar músculo y medir el tamaño de su fuerza e impacto ante los mexicanos.

Porque el evento del 1 de julio fue pensado para simbolizar el punto más alto de su administración, una especie de clímax de su sexenio, con el cuál López Obrador quiere ratificar que él es el Jefe Máximo, el que está por encima de todos y todas, incluidas las corcholatas, y que por más que uno o una de ellas se convertirá en un par de meses en el candidato presidencial para su sucesión, él pretende seguir siendo un Presidente fuerte, aclamado y respetado hasta el final de su mandato.

Y claro, mientras se imagina una vez más arriba de un templete, con el viento en la cara y el rayo de sol iluminándole, ante una plancha de concreto atiborrada de “pueblo bueno” venido de todos los rincones de la Patria para ensalzarlo a él y celebrar, como si fuera una efeméride oficial e histórica, un aniversario más del día en que ganó las elecciones presidenciales, a López Obrador no le importa nada más ni se da cuenta de todo lo malo que está ocurriendo a su alrededor y en torno a su gobierno: cientos de miles de mexicanos desaparecidos, políticos y empresarios secuestrados y asesinados, masacres, balaceras y ejecuciones del narcotráfico que le cobra “impuestos” a todos los mexicanos, comerciantes, vendedores, empresarios, productores agrícolas y ahora también hasta a las prostitutas.

En el día de la “glorificación” del Presidente no habrá hospitales sin medicinas, niños con cáncer sin tratamiento; tampoco habrá mujeres violentadas o asesinadas, asaltos en las carreteras, carestía en los alimentos, tala criminal e ilegal en los bosques, destrucción de las selvas y mucho menos corrupción en las dependencias de gobierno ni tráfico de influencias entre sus hijos y sus colaboradores. Todo eso desaparecerá como por arte de magia en ese sábado que sin ser de gloria, lo será para el gobernante que lo está planeando, detallada y milimétricamente como un día clave en su presidencia, casi como su ascenso de un líder social y de masas a un líder histórico para la República.

Eso sí, que nadie espere sorpresas o novedades en el discurso único y central que dará el máximo líder porque será una repetición del mismo mantra de “felicidad, bienestar y transformación” que ha repetido en cada uno de sus más de 10 informes de gobierno y a la Nación; una versión alargada y barroca de sus soliloquios y reflexiones de cada mañanera, incluidos los ataques, las fustigaciones y los dardos envenenados que lanza todos los días contra su lista de adversarios cada vez más larga y que sigue creciendo conforme avanza su sexenio: los conservadores, los empresarios voraces, los organismos civiles, los “pseudoambientalistas”, los científicos neoliberales, los clasemedieros aspiracionistas, los medios de comunicación y la prensa crítica, los jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial, los de la oposición, los delincuentes “de cuello blanco”, las mujeres feministas, los padres de los niños con cáncer, las madres buscadoras, los productores agrícolas de Sinaloa, los transportistas que denuncian la inseguridad carretera y una larga lista de sectores y mexicanos a los que el Presidente identifica como los “enemigos de la transformación”.

Y así, mientras el clamor popular le lanza gritos, alabanzas, testimonios de fe y muchos, muchos aplausos, él, el hombre que se ha declarado “heredero de las luchas de la izquierda”, “iniciador de la cuarta transformación nacional (la que siguió a la Independencia, la Reforma y la Revolución)”, que se ha llegado a comparar con Jesucristo por ser perseguido por los poderosos y adorado por el pueblo, el mismo que ha dicho que es mejor ser pobres porque los pobres “son como mascotas a las que hay que alimentar”, y que quiere ser el Padre de un nuevo régimen político que domine y controle por décadas al sistema político mexicano, sentirá que deja de ser un hombre para alcanzar la glorificación que le dé un lugar en la historia nacional.

Lo que no todavía no puede saber él, ni tampoco nosotros, es en qué lado de la historia quedará su nombre y su gobierno; si en el lado bueno o en el de los peores presidentes.

NOTAS INDISCRETAS…

Y mientras a las corcholatas presidenciales las trae cortitas y vigiladas, para que no le intenten ganar los reflectores ni robar los aplausos, esta semana López Obrador mandó llamar a Palacio Nacional a la alcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada, y a la secretaria del Bienestar de su gabinete, Ariadna Montiel, para hablar con las dos sobre sus aspiraciones a ser Jefas de Gobierno de la Ciudad de México. A las dos les pidió prepararse para un proceso interno que, también a través de encuestas, comenzará en cuanto termine el de los presidenciables. Y aunque está claro que Clara y Ariadna no son las únicas aspirantes a la CDMX y que hay varios nombres más interesados dentro de Morena, lo que nos dicen es que para Palacio Nacional el nombre de una de las dos convocadas por el Presidente, sería la que ocupe la candidatura de Morena…Por cierto que ayer en Tuxtla Gutiérrez, donde anduvo de gira y desde donde dio su mañanera, llamó la atención el orden de los acompañantes del Presidente, a su lado estaba el gobernador Rutilio Escandón, al lado de él la secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez, y después de ella la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde. Nomás para checar el dato, porque está claro que hasta esas ubicaciones las decide ya saben quién…Y para cerrar esta columna, los dejo con una frase que dijo el Presidente el jueves pasado en su conferencia y que claramente parece un mensaje para las corcholatas que andan en campaña anticipada: “Ahora que están de moda los publicistas, que no hay que hacerles caso porque esos pueden llevar a dirigentes al fracaso, esos que recomiendan: “ríete”, “abraza, besa a los niños”, “monta bicicleta”, “quítate la camisa para ver que estás fortachón”, “muévele la panza, le muevo la barriga”, Nooooo, eso afortunadamente no existe, pero de todos modos no vaya a ser que quiera meter infiltrados Claudio ¿no?”. ¿No será que el Presidente en vez de decir Claudio, quiso decir Claudia, porque lo que dice parece describir particularmente a una de las corcholatas y tiene tono de regaño para los que se han rodeado de asesores y publicistas extranjeros… Los dados cierran semana con Doble Escalera. Buen fin de semana para los amables lectores.

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Lo que nunca debe hacer un periodista (volumen III)/Juan Pablo Becerra-Acosta M.

El Universal

El Presidente miente mucho. Existe una contabilidad de sus inexactitudes, tergiversaciones y falsedades durante sus primeros cuatro años de gobierno: un estudio, hecho por SPIN-Taller de Comunicación Política, halló que a lo largo de mil mañaneras Andrés Manuel López Obrador dijo 101 mil 155 mentiras. Como referencia, en un lapso de tiempo similar Donald Trump acumuló 30 mil 573 afirmaciones falsas, engañosas o que no se podían probar cuando era presidente, de acuerdo al periódico The Washington Post (https://goo.su/idgiHt).

Émulos de él, y como malos políticos que son (o buenos políticos, depende de la moral priista de cada quien), los aspirantes presidenciales de Morena (y también aquellos de la estridente oposición) van a mentir a sus anchas durante sus ante-campañas, precampañas y campañas. Es decir, desde ahora y hasta el 2024. Van a mentir sin saciedad con sus falacias pero también con sus irrealizables promesas y con las guerras sucias que les orquestarán a sus contrincantes. Tizna, que algo manchado quedará.

No tienen principios, no tienen límites. La codicia por arribar al poder (o por conservarlo) saca lo peor de sus personalidades y son capaces de cualquier cosa con tal de lograr sus objetivos, tal como lo hicieron los priistas durante el siglo pasado y los panistas y neopriistas en este siglo. Con poquísimas excepciones, los políticos mexicanos son iguales todos: falsarios.

¿Y los periodistas? Muchos periodistas y absolutamente todos los seudoperiodistas (esos lúgubres personajes que en realidad son propagandistas y golpeadores) harán lo mismo: mentir. De hecho llevan meses, qué digo meses, ya llevan cinco años mintiendo, calumniando, difamando.

¿Qué se puede hacer para contrarrestarlos? Poco y mucho.

Poco, porque carecen de ética y seguirán golpeando a quienes sus amos les ordenen atacar. Entre ellos, perro sí come perro. No son perros de pelea, son de ataque, y con dos o tres huesos les basta para lanzar dentelladas a quien sea. Algunos se han medio refinando (es un decir) y ladran exigiendo huesos con retazos, pero lo suyo no es tanto el dinero manchado (que sí lo es, por supuesto) como el hecho de figurar, de ser mencionados en una mañanera, ese teatro que los libera del depresivo anonimato de sus pasquines.

¿Qué sí se puede hacer? Exhibirlos. Desmentirlos con datos duros, con documentos, con videos, con hechos. Una vez desenmascarados, hagan lo que hagan el descrédito no se lo podrán quitar nunca. Es verdad que a varios mitómanos muy conocidos los han desmentido chorrocientos mil veces y no se inmutan: su cinismo les permite seguir volando las notas y corromperse como si nada, pero el que es mostrado fehacientemente como ladrón sigue siendo ladrón, tal como un secuestrador continuará siendo secuestrador aunque le hagan diez documentales enamorados, y una plagiaria no dejará de ser pirata por el resto de sus días aunque compre o coopte mil voluntades.

Así las cosas, publico -actualizado- el tercer volumen de lo que nunca deber hacer un periodista, de acuerdo a lo que me inculcaron y a lo que he aprendido en cuarenta años de ejercer este oficio: 1.- Mentir. 2.- Calumniar. 3.- Difamar. 4.- Ocultar información. 5.- Dar información incompleta. 6.- Distorsionar hechos. 7.- Sesgar acontecimientos. 8.- Tergiversar información. 9.- Sacar de contexto información. 10.- Manipular información. 11.- Venderse. Vender económica o moralmente una columna, una nota, una entrevista, una crónica, un reportaje para que alguien mienta con el fin de difamar, calumniar, ensuciar con mentiras a un tercero. 12.- Ser un sicario de la información. Primo hermano del anterior, es deleznable ofrecer espacios para deslegitimar reputaciones, o de plano tratar de aniquilarlas a punta de teclazos. 13.- Ser marchante, comerciante de silencios: ofrecer guardar información por dinero o conveniencia para proteger corruptos o criminales.

Por si ocupan allá, en perrolandia.

Bajo fondo

Ahora recupero y actualizo también la mínima lista de lo que sí debemos hacer e interiorizar los periodistas:

-Cotejar la información. Aunque alguien te diga que cierta información es fidedigna, tú duda de todos, de absolutamente todos, y ve a cotejar lo que te dijeron. Si te dicen que te mentaron la madre, checa la fuente. No confíes en NADIE.

-Verificar la información. Luego de que cotejaste, ve a verificar la información. Y vuelve a dudar de los que te cotejaron la información.

-Reconfirmar la información. Luego de cotejar y verificar, duda de todos los cotejadores y verificadores y ve a reconfirmar la información con una tercera o sexta fuente, sobre todo documental.

Al fondo

Los básicos:

-Más vale perder diez notas que ganar un soberano desmentido. ¿Quién te quita el cachetadón público de un sonoro desmentido? ¿Quién te libera del estigma de ser un maldito volador de notas?

-Hay que saber contestar el teléfono (y el WhatsApp) para decir NO. Cuando te presionan por teléfono o vía mensaje para que publiques algo, sospecha de inmediato del emisor y niégate. Si aceptas una vez, ya te jodiste: te pedirán favores permanentemente.

-Hay que saber ignorar. Cada vez que políticos, empresarios, funcionarios, jueces, activistas sociales, criminales y jerarcas religiosos te pidan que no publiques o transmitas algo, ignora tal petición. Si aceptas una ocasión, ya te jodiste, porque querrán lo mismo una y otra vez: censurarte.

-Hay que entender que los periodistas no somos el cuarto ni el séptimo poder. Eso es un invento del priismo para cortejar y adular personeros de la tecla, la radio y la televisión, oscura profesión perfeccionada ahora durante la reencarnación priista en el morenismo de hoy en día.

-Hay que asimilar que tampoco somos comité de salud pública para determinar quién es respetable o tolerable y quién no. Eso se llama fascismo.

-Los periodistas no tenemos poder, acaso tenemos influencia, a veces, para ayudar a que cambien algunas cosas. Los poderosos nos pueden usar haciéndonos creer que tenemos poder, es decir, seduciéndonos a través del vicio favorito del diablo: la vanidad de los ególatras.

-Si simulas y sirves a algún gobierno siendo periodista, todo para atacar o denigrar a alguien desde la trinchera del periodismo, no eres periodista: eres otro funcionario (corrupto) disfrazado de periodista. Eres un hitman de la quinta tecla.

-Si recibes embutes, chayos, dinero ajeno a tu empresa periodística, no eres periodista, eres un mercenario aunque te hagas pasar por “líder de opinión” o comentócrata.

-Si sirves a algún poder haciéndote pasar por periodista, no eres periodista, eres un lacayo.

-Si eres vocero de algún gobierno, no eres periodista, eres un propagandista.

-Si eres activista de algún movimiento social, no eres periodista: has perdido el equilibrio periodístico.

-No tengas “amigos” políticos. Salvo excepciones, los funcionarios no son tus amigos, son personas con intereses propagandísticos o de comunicación, sean oficialistas u opositores, y son amigos de tu puesto o espacio periodístico, no tuyos.

-Si incitas a la violencia y al odio, si haces apología del delito, no eres periodista, eres un delincuente, o al menos un burdo cómplice de la delincuencia.

-Si te filtran información, no eres periodista, eres una coladera. Mejor reportea, obtén información, y ponte a verificarla.

-Si eres un volador de notas y por ello no te las publica ningún diario serio, y entonces te vas a hacer libros (o dizque documentales) para plasmar los delirios que se te ocurran y hacerlos pasar como reportajotes, no eres periodista ni escritor, eres un truhan engaña bobos con dieciocho clubs de fans que te han santificado.

Trasfondo

Lo indomesticable viene de los avernos vistos.

jp.becerra.acosta.m@gmail.com




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