Cuatro días de protestas…
Los Ángeles: "No son una ciudad de inmigrantes. Son una ciudad de criminales", afirma Kristi Noem..
El rechazo a las medidas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) se contagió a una veintena de ciudades de Estados Unidos, como San Francisco, Dallas, Chicago, Atlanta, Boston y Nueva York.
La Alcaldesa de Los Ángeles, la demócrata Karen Bass, dijo anoche tener reportes de grupos locales de derechos de los migrantes sobre al menos cinco nuevas redadas en distintos puntos de la ciudad.
Hizo un llamado al Presidente Trump para suspender estos operativos. "Detengan las redadas. Espero que se nos escuche porque nuestra ciudad está tratando de avanzar y creo que el Gobierno federal debe apoyarla", manifestó.
Mandó un mensaje también a los ciudadanos para intentar controlar los disturbios. "No te dejes llevar por el caos de Trump. Ponte a la altura. Se trata de proteger a nuestras comunidades migrantes, no de destruir nuestra ciudad", expresó.
El nuevo embajador de EU en México, Ronald Johnson condenó el uso de la bandera en actos violentos.
"Enarbolar una bandera mientras se ataca a las fuerzas del orden y se destruye propiedad pública o privada, daña una relación bilateral que trabaja unida", destacó Johnson.
A pesar de que se registraron algunos choques, fueron de menor escala que los del fin de semana. También hubo reportes de disparos con balas de goma, pero no fueron confirmados por autoridades.
Trump autorizó el despliegue de 2 mil efectivos adicionales de la Guardia Nacional. Así, el número de efectivos asignados a las manifestaciones ascendió a más de 4 mil 100. A ellos se sumarán unos 700 marines.
Este despliegue militar no tiene precedente.
Y la noche del lunes llegaron los 700 marines, estas medidas molestaron a los líderes demócratas de California, quienes afirman que las fuerzas del orden estatales han logrado controlar los disturbios,.
Las manifestaciones de ayer fueron en gran parte pacíficas, lamentablemente hubo saqueos…
Reacciones de CSP..
"El llamado a que no es con redadas, no es con violencia, sino atendiendo a una reforma migratoria integral que reconozca el papel de las y los migrantes en Estados Unidos, sobretodo aquellos que llevan ya muchos años trabajando", expresó la presidenta en mañanera
Riteró su apoyo a los connacionales… "Nuestro apoyo, nuestro reconocimiento siempre /…) esta reforma migratoria integral que reconozca el papel de mexicanos que viven allá desde hace mucho tiempo y que son necesarios para la economía de los EU y que debe ser reconocidos y apoyados.
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Jóvenes nacidos en Estados Unidos salieron este lunes a las calles del barrio Huntington Park, en el condado de Los Ángeles para exigir un alto a las redadas, en el nombre de sus padres, quienes llegaron a EU desde hace años pero no tienen un permiso de residencia.
“Mis papás pagan impuestos, trabajan más que nadie, trabajan mucho más que quien sea porque vinieron a eso, a trabajar, para darnos un mejor futuro y hoy nos quieren separar, ellos no pueden salir a pelear por sus derechos pero para eso están sus hijos”, dijo una joven quien ondea una bandera mexicana.
Entre los manifestantes se veían grupos de jóvenes y personas, principalmente de la comunidad latina, con banderas de México, El Salvador y de Estados Unidos, así como activistas de organizaciones civiles como Unión del Barrio y la American Civil Liberties Union (ACLU).
Los manifestantes gritaban consignas como “¡El pueblo unido jamás será vencido!” y “¡Queremos un pueblo sin fronteras!”. Huntington Park es uno de los puntos donde el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó desplegar elementos de la Marina.
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Los Ángeles, la valiente, desafía a Trump/Jorge Ramos Ávalos
REFORMA, Los Ángeles, Estados Unidos (10 junio 2025);
Una manifestante se plantó ayer frente a la Guardia Nacional de California que protegía un edificio federal en Los Ángeles. Crédito: AP
En todo Estados Unidos hay mucho miedo. Pero esta ciudad se ha atrevido a desafiar a Donald Trump. Y aunque siempre está presente la amenaza de enfrentarse a la Guardia Nacional o incluso a los Marines, los angelinos saben que ya no se pueden quedar callados. Tienen una larga tradición de choques con aquellos que abusan de su poder.
Ayer estuve en una gran manifestación de miles de personas en el centro de la ciudad, con letreros que pedían "educación, no deportación". Otros carteles estaban cargados de insultos a Trump y al servicio de inmigración (ICE). ¿Tienes miedo de estar aquí? Le pregunté a una de las asistentes. Me dijo que sí pero que sentía la obligación de hablar por aquellos que no lo pueden hacer. Otros, también con miedo, me dieron respuestas muy similares. El miedo es palpable. La gran diferencia con otras ciudades de Estados Unidos es que los angelinos se atrevieron a decir lo que muchos estaban pensando.
También fui testigo de cómo un grupo de religiosos protestaba a las afueras de un centro de detención cada vez que pasaba una camioneta de ICE con inmigrantes a punto de ser deportados. Varios, hincados, le pedían a Dios la liberación de los detenidos. Todo esto ocurría a solo unos metros de decenas de miembros de la Guardia Nacional, listos para entrar en acción en cualquier momento.
Les pregunté a tres de ellos si hablaban español y me dijeron que sí. Pero no quisieron decirme nada más. Estos miembros de la Guardia Nacional - convocados por Trump- si fueran llamados a reprimir a los manifestantes, tendrían la innoble tarea de enfrentarse con otros hispanos de su misma comunidad. Hermano contra hermano. Casi la mitad de todos los habitantes de Los Ángeles son latinos y una tercera parte nació en otro país. Hay pocas ciudades tan diversas y multiculturales como esta.
Las protestas comenzaron el pasado fin de semana cuando miles salieron a las calles para oponerse a las políticas migratorias de Trump. Fue un rotundo NO a las deportaciones de personas que no tienen un récord criminal y a la separación de familias. Hay banderas mexicanas por todos lados, pero eso no debe sorprender a nadie. Esta fue una ciudad mexicana hasta 1848 y se llamaba, originalmente, El Pueblo de Nuestra Señora la Reina de Los Ángeles del Río de Porciúncula.
Trump quiere deportar a la mayoría de los 14 millones de indocumentados que hay en Estados Unidos. Y aunque ese objetivo es prácticamente imposible, su gobierno se ha puesto como meta la deportación de tres mil personas diarias. Eso ha generado un terror en la comunidad inmigrante.
Ahora es frecuente ver a agentes federales, encapuchados, en lugares de trabajo, tiendas, escuelas y hasta en las cortes a donde se presentan los inmigrantes para regularizar su situación migratoria. Los videos en las redes sociales rompen el corazón. Tengo clavado las palabras de un niño de, quizás, 10 años pidiéndole a su mamá que se calmara luego de que ella fuera detenida y corriera el riesgo de ser deportada. Pero la madre no pudo más y estuvo a punto de desmayarse tras sufrir un ataque de nervios. Si la deportaban ¿quién cuidaría de su hijo?
Muchos en Estados Unidos se han olvidado de que fueron los inmigrantes indocumentados quienes sostuvieron a este país durante la pandemia, y que son los que les dan de comer al resto de la población, quienes cuidan a sus hijos y los que hacen los trabajos que nadie más quiere hacer. Pero las protestas en Los Ángeles han venido a recordárnoslo.
Esta es una valiente ciudad, de inmigrantes y latinos, que no se va a dejar doblar. En el nombre lleva su destino. Es posible que Trump insista en más opciones de fuerza. Pero lo que sí está claro es que, para los angelinos, el silencio ya no es una opción.
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LAS COLUMNAS POLÍTICAS hoy, martes 10 de junio de 2025
Templo Mayor/ REFORMA;
CUANDO PENSABAN que el verano no podía estar más caliente, que empiezan los disturbios migratorios en Los Ángeles. Conforme pasan las horas, la situación va escalando y es difícil saber hasta dónde llegará.
EL DESPLIEGUE de la Guardia Nacional e, inclusive, del cuerpo de Marines ordenado por Donald Trump no tiene precedente. El mandatario recurrió a una muy vieja y olvidada ley para poder mandar las tropas a California, pasando por encima hasta del gobernador Gavin Newsom.
QUIENES ENTIENDEN la política norteamericana aseguran que el desplante del presidente 47, más que ir contra los migrantes (que sí son un blanco), en realidad va dirigido hacia California y todo lo que representa. Es decir, un estado liberal hasta las cachas, impulsor de la diversidad en el más amplio sentido y, también, sede de varias ciudades santuario.
ACABAR CON las ciudades santuario, o al menos atemorizarlas sometiendo a Los Ángeles, parece ser la verdadera intención detrás del espectáculo de violencia y resistencia montado por agentes federales y migrantes, con la bandera mexicana ondeando por todo lo alto... poniendo a México en la mira del trumpismo de ala dura.
POR CIERTO que a la par que la presidenta Claudia Sheinbaum condenaba la violencia en cualquiera de sus expresiones, algunos funcionarios de su gobierno habían venido impulsando marchas y protestas en Estados Unidos.
SU OBJETIVO: presionar al Congreso norteamericano para que no apruebe el impuesto contra las remesas, que por ahora está en 3.5 por ciento.
EL NUEVO COMISIONADO de Migración, Sergio Salomón, incluso se comunicó con varios gobernadores morenistas para que, cada uno desde su terruño, movilizara a las agrupaciones de paisanos que residen en las principales ciudades de EU.
PEEERO TRAS los incidentes de Los Ángeles vino una orden de muy arriba para frenar esos ímpetus. Incluso entre senadores morenistas circuló ayer un mensaje del coordinador, Adán Augusto López, donde pide no convocar a marchas y no ir a protestar frente a la embajada estadounidense. Además prohibió acudir a California ni siquiera como turistas. "Se nos pide paciencia y prudencia", dice el mensaje de Adán Augusto.
POR CUALQUIER LADO que se le vea, resulta delicadísimo el hecho de que fuerzas policiacas chiapanecas se hayan metido a territorio guatemalteco a perseguir narcotraficantes. Lo que menos necesita México es un pleito con su vecino del sur.
PERO, SIN DUDA, resulta todavía peor que dichos criminales hayan sido protegidos... ¡por la Policía y el Ejército guatemaltecos! Los videos del incidente no dejan lugar a dudas de que los traficantes contaron con el apoyo y refuerzo de los "guardianes del orden" de aquel país. ¡Qué bonita vecindad!
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Estrictamente Personal
El costo de las palabras/Raymundo Riva Palacio
El Financiero, junio 10, 2025 |
Los disturbios en Los Ángeles han vuelto a poner el acento en la ruptura que existe en el corazón de Morena, entre la presidenta Claudia Sheinbaum y el expresidente Andrés Manuel López Obrador. También reflejan las contradicciones al interior del movimiento y los caminos opuestos por los que avanzan las dos vertientes del obradorismo, la que gobierna y los que siguen soñando con la insurrección ininterrumpida. A López Obrador le funcionó durante el primer mandato del presidente Donald Trump, pero ni él ni los suyos entienden que el sujeto con el que hay que lidiar en el segundo, no tiene nada que ver con aquél.
Las revueltas callejeras de los últimos días en Los Ángeles tienen el componente político suficiente para entender que lo que comenzó con redadas el viernes como parte de una serie de detenciones masivas en el sur de California, rebasa el ámbito migratorio. Es parte de la guerra política y cultural de Trump en contra de los liberales, escogiendo a California, el más progresista de todos los estados, el más rico y que ha sido santuario de inmigrantes por décadas, para embestir a los demócratas en su principal bastión desde hace 33 años.
En esta nueva confrontación, primera estación para las elecciones legislativas del próximo año y para la elección presidencial en 2028, no hay que equivocarse. La presidenta Sheinbaum parece haberlo entendido al haber modificado significativamente su discurso retador e intervencionista de hace dos semanas, amenazando con movilizaciones por los gravámenes a las remesas que piensan aprobar en el Capitolio, por uno inteligente donde no se mete a discutir políticas internas, sino aboga por la defensa de los derechos humanos de los migrantes, donde reprueba la violencia de unos y pide a los otros que se apeguen a la ley.
Sin embargo, no todos en el régimen obradorista lo entienden de la misma manera. El sector radical, veleidoso y suicida en torno del expresidente López Obrador, articulado, organizado y administrado por su exvocero y jefe de la maquinaria de propaganda, Jesús Ramírez Cuevas –coordinador de asesores de Sheinbaum–, se envolvió en el lábaro patrio tras ver las fotografías de los manifestantes ondeando banderas mexicanas, que se convirtieron, en los ojos de la prensa internacional, en el símbolo de la violenta protesta.
Hans Salazar, uno de los inventos de Ramírez Cuevas que cobraba mensualmente en la Secretaría de la Defensa y era el principal alfil para sus mentiras y difamaciones, escribió: “Reacción ante la brutalidad de la policía de la política antimigratoria de Trump en Paramount, California. ¡Vivan nuestros compatriotas!”. Jorge Gómez Naredo, el aviador que dirige una publicación que floreció cuando Ramírez Cuevas llegó a la Presidencia, apuntó: “Y que nunca se olvide. California es más mexicana que gringa. California nos la robaron los gringos”, la misma línea de La Rayuela, el minieditorial del obradorista La Jornada. “La Catrina Norteña”, una cuenta colectiva que encabeza una funcionaria de la Secretaría Anticorrupción, subrayó: “SERÉ BREVE. California será el Estado 33 de México”.
“La Catrina Norteña” acompañó su mensaje con la misma fotografía que publicó en toda su portada el New York Post, uno de los medios trumpistas. Los radicales de López Obrador, manejados por Ramírez Cuevas, empalmaron sus imágenes, aunque con diferente contenido, a las utilizadas por los sectores de extrema derecha estadounidenses, entrando tontamente al juego de la provocación. “La última vez que el gobierno federal demandó a los demócratas que obedecieran la ley y terminaran con el empleo barato y explotados, lanzaron la Guerra Civil”, escribió una analista en Breitbart News, líder de los medios alternos extremistas. “Esta vez parece que intentan quemar sus propias ciudades”.
Las imágenes de las banderas mexicanas como eje visual de las protestas han servido para polarizar todavía más a la sociedad y ubicar a la migración mexicana como el motor de lo que Trump ya comenzó a llamar una “insurrección”. Stephen Miller, director adjunto del gabinete y el gran ideólogo de Trump contra los migrantes, escribió en X que “ciudadanos extranjeros, ondeando banderas extranjeras, están obstruyendo los esfuerzos de la policía para expulsar a los invasores ilegales extranjeros”.
La maquinaria de propaganda obradorista de Ramírez Cuevas no lo entiende así. Su radicalismo primitivo se fortaleció durante el primer mandato de Trump y en el gobierno de Joe Biden porque López Obrador dio, a cambio de que cerraran los ojos a todo lo que pasaba en México, lo que quisieron en materia migratoria, agachándose ante el primero y pisoteando al segundo. Las intromisiones en la política interna de Estados Unidos llegaron a niveles tales que López Obrador activó a las células de Morena en la campaña presidencial para apoyar a Trump y actuar en contra de Biden.
No se sabe si participaron las células de Morena en Los Ángeles para apoyar en los disturbios del fin de semana, pero desde la Ciudad de México los radicales, que siguen siendo incondicionales de López Obrador, actuaron de acompañamiento como lo han hecho en anteriores ocasiones. La violencia mexicana que apoyan es la narrativa que están tratando de imponer los extremistas de Trump.
“En el momento en que aparecieron las banderas extranjeras en las violentas protestas contra ICE el fin de semana en Los Ángeles, es cuando Donald Trump ganó su autoridad moral”, escribió Miranda Devine en el New York Post. “Los demócratas están amarrados a una tierra sin orden, debiéndole a Biden la invasión con agitadores enmascarados violentos ondeando cualquier bandera, menos la de Estados Unidos”. Fox News, la cadena que ve Trump, repitió imágenes de violencia con la bandera mexicana ondeando en primer plano. Y el FBI ofreció una recompensa de 50 mil dólares a quien informe sobre uno de los protestantes que atacó a los policías el sábado, que llevaba en la mano una bandera mexicana.
Sheinbaum está chocando con el radicalismo obradorista. La presidenta pidió a la comunidad mexicana en Los Ángeles actuar pacíficamente, sin caer en provocaciones; los puros del obradorismo avivan el fuego. Ese aventurismo ya no tiene cabida en estos tiempos y Sheinbaum, si es que puede, tendrá que neutralizarlos antes de que le causen más daño político.
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Como anillo al dedo
JAQUE MATE / Sergio Sarmiento
REFORMA, 10 junio 2025;
"El orden será restaurado, los ilegales
serán expulsados y Los Ángeles
será liberado". Donald J. Trump, 8.06.2025
Yo no sé si el presidente estadounidense Donald Trump promovió los actos de violencia de los activistas de Los Ángeles, que quemaron vehículos y realizaron otros actos de vandalismo mientras ondeaban banderas mexicanas, pero ciertamente ha sido el principal beneficiario político de estas protestas. Le han servido para enfatizar su posición de que la Unión Americana es una víctima de una invasión de criminales indocumentados que solo él se ha atrevido a confrontar.
A pesar de lo dramático de las fotografías y los videos, las protestas fueron en realidad pequeñas y restringidas al centro del condado de Los Ángeles. No afectaron al resto de las comunidades en un área metropolitana extensísima, de 87,940 kilómetros cuadrados. Las quemas de vehículos se perpetraron para las cámaras de televisión, pero la violencia no se extendió. Es falso que haya una rebelión por toda la ciudad como la que tuvo lugar en los disturbios de 1992, tras la absolución de cuatro policías blancos que habían dado una golpiza a un taxista negro, Rodney King, por oponerse a un arresto. En aquellos disturbios se registraron 63 muertes, unas 12 mil personas fueron detenidas y hubo más de mil millones de dólares en pérdidas materiales. No hay comparación.
Sin embargo, las imágenes de los autos quemándose y de los activistas embozados ondeando banderas mexicanas le han caído como anillo al dedo al presidente Trump. Este 8 de junio escribió en Truth Social: "Una antes gran ciudad estadounidense, Los Ángeles, ha sido invadida y ocupada por Extranjeros y Criminales ilegales. Ahora multitudes violentas insurrectas están abrumando y atacando a nuestros Agentes Federales para tratar de detener nuestras operaciones de deportación [mayúsculas en el original]".
Trump ha tenido un gran éxito en la parte más importante de su programa contra la inmigración ilegal. Este pasado mes de abril hubo tan solo 12,035 "encuentros" por tierra (detenciones y expulsiones) de inmigrantes indocumentados en la frontera suroeste de Estados Unidos, según la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). En abril de 2024 fueron 179,737; en abril de 2023, 211,992; en el mismo mes de 2022, 235,785. El desplome ha sido enorme. Con estos resultados Trump ha logrado un triunfo político importante. Su principal promesa de campaña era esa: frenar el ingreso de inmigrantes ilegales.
El esfuerzo por deportar a los 11 millones de extranjeros indocumentados que viven en Estados Unidos es mucho más complicado. Trump se comprometió a deportar a un millón de personas al año en su nuevo gobierno. Tom Homan, director interino del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), distinto de CBP, presumió el 28 de abril que ya había deportado a 139 mil, pero las cifras oficiales de ICE solo reportaban 57 mil hasta ese momento.
Lo que sí ha logrado Trump es generar miedo. Las redadas del viernes en Los Ángeles detuvieron solo a 44 inmigrantes, y a un activista que buscaba defenderlos, pero generaron terror en la comunidad mexicana. Muchos, incluso con papeles, han dejado de trabajar o de mandar a sus hijos a la escuela por temor a las redadas.
No deja de ser paradójico que los activistas que organizaron las protestas hayan defendido el derecho de los indocumentados para permanecer en Estados Unidos al tiempo que desplegaban banderas mexicanas. Si querían generar simpatía entre la población de Los Ángeles o del país, se equivocaron. Quizá lo que buscaban era ayudar políticamente a Trump.
· LEGALES
Además de combatir la inmigración ilegal, Trump prometió reordenar y revitalizar la migración legal. No solo no lo está haciendo, sino que sus acciones contra los estudiantes extranjeros amenazan con reducir el número de los migrantes más rentables para la economía estadounidense: los jóvenes de alto desempeño académico.
www.sergiosarmiento.com


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