La defenestración de Alejandro Gertz Manero

La defenestración de Alejandro Gertz Manero

La salida (o "defenestración") de Alejandro Gertz de la  FGR  fue una decisión directa de la presidenta  Sheinbaum. Según la columna de Salvador García Soto en El Universal, este evento representó la culminación de una relación tensa y marcada por la animosidad.

Motivos centrales de la remoción, según Chava.

La causa principal detrás del cese fue la corrupción y el tráfico de influencias documentados dentro de la FGR. Fuentes federales citadas por García Soto describieron a la Fiscalía como un "mercado" donde personal de alto y medio nivel vendía información de expedientes al mejor postor, un problema que la nueva fiscal interina, Ernestina Godoy, aludió como una falta de "compromiso ético".

El evento que detonó la molestia presidencial fue la filtración del expediente judicial contra el empresario Raúl Rocha Cantú, a quien la FGR había otorgado un criterio de oportunidad a cambio de millones de pesos, sin el conocimiento explícito del Ejecutivo federal. Este caso confirmó las acusaciones de corrupción y agravó las diferencias históricas y la animadversión que Gertz mantenía con el jefe del Gabinete de Seguridad, Omar García Harfuch, quien resultó fortalecido tras la salida del exfiscal.

Otros factores que desgastaron la relación incluyeron:

Rezago en investigaciones prioritarias.

Su actitud renuente y de mal humor ante las convocatorias a conferencias matutinas, con el argumento de que "no litigaba en los medios".

El incumplimiento legal de no presentar el "Plan Nacional de Procuración de Justicia", lo que fue utilizado como argumento formal para iniciar un proceso de remoción en el Senado.

 Una relación marcada por la voluntad Presidencial

La inestabilidad de Gertz no era nueva. En febrero de 2020, ya había enfrentado fuertes rumores de renuncia que se acallaron solo cuando el entonces presidente López Obrador le brindó su aval público.

En aquella aparición, Gertz anunció la recuperación de 2 mil millones de pesos del caso Infonavit-Telra Realty. Este acto fue percibido como un uso político por parte del Presidente para "tomarse la foto" y promover la lucha contra la corrupción, a pesar de que el fiscal se mostró reticente a dar detalles argumentando el debido proceso. (Fue un auténtico show)

Este antecedente demostró que su permanencia dependía en gran medida de la voluntad presidencial y que su gestión estuvo marcada por una dinámica de actos políticos. Esta dinámica se rompió cuando la presidenta Sheinbaum, sorprendida por el escándalo de corrupción y ante el conflicto abierto con su gabinete de seguridad, decidió retirarle su apoyo.

La salida egocinada y sus consecuencias

Al sentir la embestida de Palacio Nacional y del Senado, y al no recibir el respaldo del expresidente López Obrador, Gertz Manero optó por negociar su salida, aceptando un puesto de embajador a un "país amigo". Se retiró solo y defenestrado, pero con una gran cantidad de información sensible que podría comprometer a personajes de la Cuarta Transformación (4T).

Finalmente, se destaca el contraste histórico con la nueva fiscal interina: la reforma que dio autonomía a la FGR (publicada en 2014) fue precedida por la postura de Ernestina Godoy, quien en 2017, como diputada local, pugnaba porque los fiscales fueran ajenos a cualquier partido político y nombrados por un comité ciudadano. Hoy, Godoy asumirá como fiscal con el apoyo de Morena y sus aliados.. O ¿alguien lo duda?