Oración conjunta y declaración por la Unidad Cristiana y la Paz
El papa León XIV y el Patriarca Ecuménico Bartolomé I se reunieron en la Catedral Patriarcal de San Jorge en Estambul, Turquia, para compartir una solemne doxología (léase una oración de alabanza a Dios) un gesto central en su compromiso por la unidad.
El evento culminó con la firma de una Declaración Conjunta que reafirma el camino hacia la plena comunión entre la Iglesia Católica Romana y la Iglesia Ortodoxa, e incluye un fuerte llamado a la paz mundial y a la cooperación.
Compromiso central con la Unidad
Vía del Diálogo: Ambas autoridades reafirman su firme determinación de continuar el diálogo en amor y verdad hacia la restauración de la plena comunión, conscientes de que la unidad es un don divino, no solo un esfuerzo humano.
Aniversario de Nicea: La visita conmemora el 1700 aniversario del Concilio de Nicea, un "momento extraordinario de gracia" que impulsa a ambas Iglesias a estar abiertas al Espíritu Santo y a dar testimonio de la fe común expresada en el Credo Niceno.
Deseo de Pascua Común: Expresan su gratitud porque la Pascua se celebró junta este año y manifiestan el deseo de continuar el proceso para establecer una fecha común anual para la "Fiesta de las Fiestas".
Reafirmación Histórica: Se recuerda y agradece el 60 aniversario de la histórica Declaración Conjunta entre Pablo VI y Atenágoras (1965), que puso fin a las excomuniones, y se exhorta a escuchar al Espíritu que insta a un testimonio de unidad.
Diálogo Teológico: Reafirman su apoyo a la Comisión Mixta Internacional para el Diálogo Teológico, animando al clero y fieles a acoger los frutos de este proceso.
Llamamiento a la Paz y Rechazo a la Violencia
El objetivo de la unidad cristiana se vincula directamente a la meta de contribuir a la construcción de la paz entre todos los pueblos.
Hacen un apremiante llamado a las autoridades civiles y políticas para que pongan fin de inmediato a la tragedia de la guerra y los conflictos.
El texto rechaza enfáticamente cualquier uso de la religión y del nombre de Dios para justificar la violencia y los conflictos; "no jurarás el nombre de Dios en vano" es el segundo mandamiento de la ley de Dios
Testimonio Común: Exhortan a la familia humana a superar la indiferencia, la dominación y la xenofobia, trabajando juntos en la construcción de un mundo justo y en el cuidado de la Creación (recordando también el 60 aniversario de Nostra Aetate).
Por cierto, León XIV se quitó los zapatos e hizo una visita turística a la Mezquita Azul de Estambul, pero diferencia de sus predecesores - Benedicto XVI y Francisco-, no se detuvo en oración silenciosa ¿Por qué?, la agenda oficial figuraba un “breve momento de oración silenciosa”.
Leamos la nota de Elisabetta Piqué, corresponsal del periódico argentino La Nación:
Con un gesto rebelde, León XIV marca diferencias con Francisco en su visita a la Mezquita Azul
El paso por Turquía expuso contrastes de estilo con su antecesor, desde los gestos interreligiosos hasta la seguridad, el idioma y el protocolo
La Nación, 29 de noviembre de 2025;
ESTAMBUL.- Como sus dos predecesores, Benedicto XVI en 2006 y Francisco en 2014, este sábado el papa León se sacó los zapatos -dejando ver sus medias blancas impolutas- y visitó la fabulosa mezquita Azul, una de las más grandes de esta fascinante metrópolis.
Pero, demostrando que es un hombre libre, con sello y estilo propio, a diferencia de ellos, no se detuvo en oración silenciosa hacia la Meca. Cuando Benedicto XVI lo hizo, por unos minutos, en noviembre de 2006, fue más que importante, porque cerró, así, con una imagen que valió más que mil palabras, esa grieta con el mundo musulmán que se había abierto después de su discurso de Ratisbona, en el que había vinculado a Mahoma con la violencia.
“Le pregunté si quería detenerse para alabar a Allah y él me dijo que no, que prefería continuar la visita”, explicó a los periodistas Askin Musa Tunca, el muecín de la inmensa mezquita del centro histórico de esta ciudad.
Tunca le hizo de guía al Papa, a quien le explicó la historia y los detalles arquitectónicos de un templo construido en el siglo XVII por el sultán Ahmed I para que se convirtiera el lugar de culto más importante del Imperio Otomano, deslumbrante por sus mayólicas color azul y seis altos minaretes.
Muy interesado, León XVI escuchó todo atentamente, mirando, maravillado, las cúpulas y techos del magnífico lugar, en una visita cordial y breve, que comenzó a las 9 de la mañana y duró unos 25 minutos.
En medio de ingentes medidas de seguridad, estuvo acompañado por el ministro de Asuntos Religiosos, el muftí provincial y el imán de Estambul. Además, por el graznido de un cuervo que revoloteaba entre las impactantes columnas y por un gato blanco y negro que caminaba sobre la moquette color naranja del templo.
Aunque la visita a la mezquita en sí misma fue un gesto de respeto hacia la religión mayoritaria en Turquía, sorprendió que León no se detuviera allí en plegaria, como sus predecesores, porque en la agenda oficial figuraba un “breve momento de oración silenciosa”.
“El Papa ha vivido la visita a la mezquita en silencio, en espíritu de recogimiento y escucha, con profundo respeto del lugar y de la fe de los que se recogen allí en oración”, explicó un comunicado del Vaticano poco después, como siempre muy diplomático.
Después trascendió que, en verdad, fue un error de la Sala de Prensa de la Santa Sede adelantar en la agenda oficial que iba a haber un “breve momento de oración silenciosa”.
El papa León XIV camina junto al muecín Musa Asgin Tunca, el muftí de Estambul Emrullah Tuncel, el imán de la Mezquita del Sultán Ahmed, Fatih Kaya, y el ministro turco de Cultura y Turismo, Mehmet Nuri Ersoy, durante una visita a la mezquita en Estambul, el sábado 29 de noviembre de 2025.
El papa León XIV camina junto al muecín Musa Asgin Tunca, el muftí de Estambul Emrullah Tuncel, el imán de la Mezquita del Sultán Ahmed, Fatih Kaya, y el ministro turco de Cultura y Turismo, Mehmet Nuri Ersoy, durante una visita a la mezquita en Estambul, el sábado 29 de noviembre de 2025.
Domenico Stinellis - AP
Más allá de esto, lo cierto es que, en el tercer día del primer viaje del primer pontífice nacido en Chicago, el paso por la mezquita terminó de confirmar lo que ya se insinuaba desde el inicio de su pontificado: que, como es natural, cada Papa imprime su propio carisma, y que en su manera de expresarse y de gestar gestos simbólicos afloran diferencias claras de estilo y forma respecto de su antecesor argentino.
Diferencias con Francisco
La diversidad de carácter -reservado, sobrio- fue evidente desde el primer día de su elección, cuando salió al balcón central de la Basílica de San Pedro con una hoja de papel: no quería improvisar y leyó un texto que había preparado para presentarse al mundo. Matemático y canonista de 70 años, peruano de adopción porque allí vivió la mitad de su vida sacerdotal -primero como misionero, después como obispo-, Robert Francis Prevost es muy formal, preciso y metódico. Y a diferencia de Francisco, que rompía todos los protocolos e improvisaba dejando incluso de lado los discursos y agregando con espontaneidad frases o párrafos enteros, León XVI sigue a rajatabla los discursos preparados.
En este primer viaje del pontificado -que este domingo lo llevará también al Líbano-, hasta ahora mantuvo esta precisión. Jamás se salió de los textos preparados, para alivio de los periodistas.
Como les pasó a Benedicto XVI -que hizo su primer viaje internacional a Colonia, Alemania, para la XX Jornada Mundial de la Juventud (JMJ, agosto 2005)- y a Francisco -a Río de Janeiro, Brasil, para la XXIII JMJ (julio de 2013), también León XVI “heredó” este primer viaje de su antecesor. Fue Francisco quien planeó visitar Turquía para conmemorar el Concilio de Nicea.
A Francisco le tocó Brasil, uno de los países con más católicos en el mundo, en su continente, latinoamericano: a su llegada a Río de Janeiro llovían papelitos como si se tratara de un Mundial y fueron seis días de fiesta (imposible olvidar su “hagan lío”). Sin contar la diferencia por el momento geopolítico actual en ebullición, a León XVI le tocó un país musulmán, una meta más compleja y otra gran diferencia.
“La visita es respetada, pero no domina la agenda pública como lo hacen los principales temas políticos o económicos. Aun así, las minorías religiosas y los círculos académicos que siguen el diálogo interreligioso consideran la visita significativa. Aunque el Papa León XIV no es muy conocido entre el público en general”, dijo a LA NACION la periodista turca Feyza Gümüşlüoğlu. “Sin embargo, los responsables políticos, los expertos en asuntos religiosos y los profesionales de los medios de comunicación son muy conscientes de la importancia de una visita papal”, añadió.
Amén su decisión de no hacer lo mismo que sus predecesores este sábado en la mezquita Azul, en estos tres días de viaje el papa León XIV para comunicarse debutó con el inglés, su lengua materna, una de las más habladas en el mundo e instrumento para comunicar a nivel global, a diferencia del italiano.
Primer papa agustino, León XIV -un deportista que demostró su buena forma física al volver a calzarse los zapatos al salir de la mezquita-, confirmó su diferencia con su predecesor porque no pidió, como solía hacer Francisco, un coche modesto para moverse. Jorge Bergoglo solía utilizar un Fiat 500 blanco (en su primer viaje a Brasil, sorprendió con un Fiat Idea gris). Su sucesor estadounidense, que para los traslados en Roma optó por un SUV Volkswagen, en esta primera parte de la gira está utilizando un Toyota Camry blindado negro.
Otra diferencia es que a León XIV le gusta cantar -y lo hace muy bien-, en las celebraciones religiosas. Lo confirmó este viernes en la catedral católica del Espíritu Santo de Estambul, cuando entonó el Padre Nuestro en latín ante la súper-minoría cristiana de Turquía, que lo recibió con enorme entusiasmo y “vivas”, en un clima de fiesta al que respondió con tímidas sonrisas. En la catedral también se acercó y acarició con mucha ternura a un niño en silla de ruedas.
“Está desarrollando su propio estilo”, explicó a LA NACION su biógrafa oficial, Elise Ann Allen, a quien León XVI le confesó, en una entrevista en julio pasado, que estaba “aprendiendo a ser Papa”.
En ese sentido, otra cosa que llamó la atención fue cuando, en la ceremonia de bienvenida con todos los honores al llegar al imponente Palacio Presidencial del presidente Recep Tayip Erdogan, en Ankara, el Pontífice de repente demostró haberse aprendido en turco el saludo a los militares del ejército. “¡Merhaba, asker!” (¡Saludos, soldados!), les dijo cuando estaban formados de guardia ante él. Pudo verse que estaba contento de haberlo logrado.
¿León XIV aprendió turco para su viaje? Mientras estaba en Ankara, Turquía, ofreció el saludo tradicional al ejército durante su encuentro con el presidente Erdogan: “Merhaba, asker” (¡Saludos, soldados!). Se podía ver lo feliz que estaba de lograrlo.pic.twitter.com/meL3JACIxi
— ACI Prensa (@aciprensa) November 27, 2025
En este primer test internacional de su pontificado, León XVI también sorprendió el jueves pasado por la mañana cuando -en el vuelo Roma-Ankara-, siguiendo la costumbre de Francisco, saludó cálidamente, uno por uno, a los ochenta periodistas de todo el mundo que lo acompañamos en este primer viaje.
Como buen norteamericano, fue pragmático: tenía que “conquistar” a quienes cubren su papado. Y, por supuesto con su estilo, lo logró. Aunque no contestó ninguna pregunta política complicada -con razón-, se mostró muy relajado cuando le regalaron libros, tradicionales tortas para el Thanksgiving, firmó autógrafos, bromeó y hasta se prestó a selfies.
Jürgen Erbacher, periodista alemán de la cadena TV ZDF, detectó una gran diferencia. “Le pregunté al papa León qué libros podía recomendarme para entenderlo mejor, más allá de los de San Agustín y me contestó que tenía que pensarlo”, contó a LA NACION. “Recuerdo que cuando le hice la misma pregunta a Francisco, en su primer viaje, en julio de 2013, me contestó dándome un montón de nombres de teólogos, entre ellos, Lucio Gera, de la teología del pueblo… Incluso después volvió con un papelito con varios nombres escritos… Me quedé muy impactado”, evocó.
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