Retrospectiva: el secuestro del Dr. Jaime Castrejón Diez
El 19 de noviembre de 1971, una noticia sacudió los cimientos de Guerrero y resonó en todo México: el secuestro de Jaime Castrejón Diez. En aquel entonces, el Dr. Castrejón tenía apenas 39 años y una trayectoria brillante; era Rector de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), presidente de la ANUIES y un respetado científico social.
El suceso que cambió la historia
El secuestro ocurrió en la carretera México-Acapulco. Fue ejecutado por un comando de la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria (ACNR), liderado por Genaro Vázquez Rojas. La operación tuvo una precisión quirúrgica: hombres con uniformes militares y fusiles de alto poder interceptaron al Rector y lo llevaron a las entrañas de la sierra del sur.
A través de un comunicado difundido a nivel nacional por Jacobo Zabludovsky, la guerrilla puso sus cartas sobre la mesa: exigían la liberación de nueve presos políticos (entre ellos el periodista Mario Menéndez), el traslado a tribunales de 15 campesinos retenidos en cuarteles y un rescate de 2.5 millones de pesos. Ante el peso intelectual e internacional de Castrejón, el gobierno de Luis Echeverría no tuvo más remedio que ceder, enviando a los presos a Cuba. El Rector fue liberado, sano y salvo, el 1 de diciembre de 1971.
El hombre detrás de la crónica
Muchos conocieron este episodio a través de las páginas de Guerra en el Paraíso (1991), la magistral obra de Carlos Montemayor. El propio Jaime me comentó alguna vez que consideraba ese relato muy fiel a la realidad; sin embargo, pocos tuvieron el privilegio de conocer al hombre detrás de la tragedia y la fama.
Poco después de su liberación, renunció a la rectoría y fue invitado por el oaxaqueño Víctor Bravo Ahuja a trabajar en la Secretaría de Educación Pública. Desde la Dirección de Coordinación Educativa, Castrejón se convirtió en un motor de cambio: impulsó el fortalecimiento del Conacyt y fue, junto con Alfonso Rangel Guerra y Roger Díaz de Cossío, uno de los padres fundadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Recuerdo que me comentaba con mucho orgullo —y con esa "garra" que lo caracterizaba— su labor como mediador en los álgidos conflictos universitarios de la época, como los de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) y la histórica toma del edificio del Carolino en Puebla.
Una amistad y un legado
Tuve la fortuna de cultivar una amistad con él desde 1991. El Doctor fue, ante todo, un hombre generoso, culto y un intelectual prolífico. En sus ratos libres como diputado federal (1988-1991), dio rienda suelta a su creatividad escribiendo cuentos y ensayos. Recuerdo con especial afecto su libro de "fantasía política" sobre la LIV Legislatura, una obra aguda e ingeniosa ilustrada por el gran Nerilicón. (RIP).
Castrejón Diez falleció en Guadalajara en 2022, a los 90 años. Su partida nos dejó el recuerdo de un científico social excepcional y de un hombre que supo transformar una experiencia traumática en una vida de servicio, escritura y bonhomía. Su historia es, en gran medida, el reflejo de las contradicciones y la complejidad del México del siglo XX.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario