Alan Wagner, secretario ejecutivo, de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) apoyará la despenalización de la hoja de coca como un asunto de interés subregional.
Wagner de nacionalidad peruana expresó hoy la voluntad de la CAN de apoyar las gestiones de Bolivia ante la IV Convención de Viena, que se celebrará en 2008, para sacar a la hoja de coca de la lista de estupefacientes, que obliga a Bolivia y a Perú a mantener un control sobre los niveles de producción a fin de evitar que los excedentes del consumo nacional se destinen a la elaboración de la cocaína.
El secretario ejecutivo de la CAN, dijo a la prensa poco después de concluir su visita al presidente boliviano, que se buscará la despenalización de la hoja de coca, “que permita su industrialización a escala mundial”.
La CAN brinda espacios importantes “a nuestros pueblos para que la hoja de coca pueda ocupar un sitial internacional legítimo en términos de un producto que puede ser provechoso para la humanidad”, dijo Wagner, en declaraciones citadas por la agencia oficial ABI.
Bolivia, Perú y Colombia producen hoja de coca pero la mayor parte se ha destinado a la producción de cocaína.
Los compromisos internacionales que tienen los tres países para erradicar la hoja de coca como materia prima de la droga ha sido uno de los factores que impulsaron las protestas de los productores de hoja de coca en los últimos quince años, por lo menos en Bolivia.
Bolivia tiene de doce a trece mil hectáreas de cultivo legal -una ley vigente desde 1987 autoriza esa producción-, sin embargo, cuenta con el doble que deben erradicarse según la ley boliviana y los compromisos internacionales; en tanto en Perú, existen alrededor de 50,300 hectáreas de cultivos de hoja de coca y según un informe del 2004 de la ONU, alrededor de 10,000 son consideradas legales las cuales son compradas por la empresa estatal Enaco para elaborar mates y darle uso medicinal como parte de la tradición andina.
¡El resto, más de 40 mil hectáreas según las autoridades peruanas, es destinada a la producción de cocaína.
En Colombia la producción es alta: el presidente Álvaro Uribe ha dicho que había en su país 187,000 hectáreas al comienzo del Plan Colombia, y que esa cifra ha sido reducida ( en 2005) a 80 mil; por cierto las cifras no coinciden con las de Sabas Pretelt, quien como Ministro del Interior y Justicia de Colombia, anunció el pasado viernes 16 de septiembre a radio Caracol ''Colombia tenía sembrada (antes del Plan)Colombia) 165,000 hectáreas de coca. En este momento, vamos en menos de 70,000. Es decir, estamos sacando una tercera parte de lo que tuvo el país en el pasado."
Como se ve las cifras oficiales no cuadran.
Tanto Perú como Bolivia, cuentan con una incipiente industria de medicinas con componentes de coca, para la tos, la diabetes, adelgazantes, además de productos alimenticios.
Es esta industria la que quiere impulsarse para compartir los beneficios de la hoja de coca con el resto del mundo. En Bolivia alrededor de 80 microempresarios se dedican a los productos derivados de la coca; hace cuatro años, con la aprobación de la Ley del Medicamento, se logró que el Gobierno reconociera las cualidades medicinales de la coca, permitiendo la industrialización y consumo de productos elaborados con ella.
Junto al Gobierno de Evo Morales los médicos naturistas están dispuestos a luchar por la despenalización de la hoja de coca con el objetivo de promover sus propiedades curativas.
En tanto los adolescentes están alcanzando a los adultos en el consumo de drogas ilícitas, alcohol y, en algunos casos, como en fumar y usar medicamentos controlados, los sobrepasan, revelan estudios recientes.
La marihuana es la droga preferida por las niñas, y se usa más que la cocaína, heroína, éxtasis y todas las demás drogas ilícitas combinadas, reveló además el estudio realizado en el año 2004 y dado a conocer ayer por el director de la Oficina de la Política Nacional sobre el Control de las Drogas de EE UU, John P. Walters.
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