A sólo diez minutos de la terminación del partido Marco Materazzi y Zidane se cruzaron una vez más y vino la agresión.
Todo parece haber sido una porvocación. Se alejaba el capitan francés y algo le debe haber dicho el italiano Materazzi.
Zidane , quien jugó su último torneo competitivo a los 34 años, abrió el marcador, pero perdió la calma en el tiempo suplementario al aplicarle un cabezazo en el pecho a Marco Materazzi, por lo que fue expulsado con el partido empatado en un gol y cuando restaban 10 minutos para el final.
Y además lo hizo delante de la mirada de Darío García, juez asistente de Elizondo.
Y claro el italiano hizo un enorme drama y vario segundos después el árbitro argentino hizo lo que tenía que hacer le sacó tarjeta roja y tan tan.
Un triste final para una de las carreras más brillantes que tuvo el fútbol internacional en las últimas décadas. Porque hasta ahí, el hombre que supo encantar a hinchas propios y ajenos en tantas competencias hasta podía alzarse con el Balón de Oro.
Y bueno Italia conquistó, como es de rigor cada doce años, su cuarto Mundial.
Y Zidane echó por tierra parte de su prestigio el día de su despedida.
¡Lástima! No se lo merecía.
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