29 jul 2007

Irene Khan en México



¡Bienvenida a México Señora Khan!
Irene Khan, séptima secretaria general de Amnistía Internacional (AI) estará en México esta semana (31 de julio al 5 de agosto). Ésta será la tercera visita que realice a nuestro país -la primera fue en 2003-, y será la primera en la actual administración del Presidente Felipe Calderón.
Tiene agendada una reunión con él, a quien seguramente le planteará casos que publicó AI en su informe 2007; el caso de Oaxaca, Salvador Atenco, los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez, Chihuahua, el tema de los desaparecidos de la denominada guerra sucia, entre otros.
Estará el martes 31 de julio en Oaxaca, "para conocer de viva voz de los actores sociales las denuncias de violaciones a sus derechos humanos. Se reunirá con maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, con las organizaciones integrantes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, con defensores de derechos humanos, con personas que fueron encarceladas y torturadas." (La Jornada), otro medios hablan de una reunión con el gobernador Ulises Ruiz.

Oaxaca es uno de los casos que preocupan a AI, en el mismo informe 2007 señal que "El 1 de diciembre, Felipe Calderón juró su cargo como presidente, sin contraer un compromiso claro de fortalecer la protección de los derechos humanos.
El miércoles 1 de agosto estará en el Distrito Federal donde sostendrá un encuentro con periodistas para conocer sus testimonios de violaciones a sus derechos humanos.
El jueves 2 de agosto se entrevistará con la secretaria de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa, en la cancillería; ese mismo día pero más tarde,se reunirá con el secretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña, y por la tarde de ese día asistirá a la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
El viernes 3 de agosto se entrevistará con el secretario de Seguridad Pública federal, Genaro García Luna;
El sábado 4 de agosto estará en Guerrero, se entrevistará con los ejidatarios de La Parota, escuchará sus peticiones y se reunirá con familiares de desaparecidos de la guerra sucia de las décadas de los 70 y 80.

Perfil de Irene (Zubaida) Khan
Nacio en Dhaka, Bangladesh, el 24 de diciembre de 1956; tiene 50 años de edad.
Es la séptima secretaria general de la organización para la defensa de los derechos humanos Amnistía Internacional (AI).
Estudió derecho en la Universidad de Manchester y en la Facultad de Derecho de Harvard, se especializó en derecho internacional público y en derechos humanos. Ha recibido varios premios académicos, un título de la Fundación Ford y el Premio Pilkington 2002 a la Mujer del Año.
En 1977 ayudó a fundar la organización para el desarrollo Concern Universal, y en 1979 comenzó su labor como activista de derechos humanos en la Comisión Internacional de Juristas.
En 1980 se incorporó al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en donde ocupó diversos puestos en la oficina central y en operaciones sobre el terreno para promover la protección internacional de los refugiados.
Entre 1991 y 1995, fue primera responsable ejecutiva de Sadako Ogata, alta comisionada de la ONU para los Refugiados.
Fue nombrada jefa de misión del ACNUR en la India en 1995, siendo la representante de país del ACNUR más joven en aquel momento, y en 1998 dirigió el Centro de Investigación y Documentación del ACNUR.
Encabezó el equipo del ACNUR en la ex República Yugoslava de Macedonia durante la crisis de Kosovo en 1999, y ese mismo año fue nombrada directora adjunta de Protección Internacional.
Se incorporó al cargo de secretaria general de AI en agosto de 2001, siendo la primera mujer, musulmana y asiática que asume la secretaría general.
Según sus propias palabras, la razón por la que se interesó por los derechos humanos no fue tanto el racismo como la observación de las desigualdades. "En Bangladesh estaban los ricos y los muy pobres, y eso me revolvía. Yo no veía diferencia entre un niño de la calle y yo misma; ese niño podía hacer las cosas tan bien como yo, pero su padre no tenía dinero para mandarlo a la escuela, y mi padre sí. Creo que esto fue el comienzo."
Le preocupa la violencia contra las mujeres, sobretodo las musulmanas.
"Según las estadísticas de Unicef de 2003, el mundo árabe y el África Subsahariana son las dos regiones del mundo donde las mujeres sufren más discriminaciones en el ejercicio de sus derechos civiles y políticos(...) La globalización cultural en la que se han involucrado diferentes naciones del mundo ha ido rompiendo viejos esquemas culturales del mundo árabe, despertando la conciencia de las mujeres. La política ha dejado de ser una actividad exclusivamente reservada a los hombres. Los derechos políticos y civiles, es decir, los derechos de elegir y de ser elegible, que se consideran como derechos humanos, hay que recordar una y otra vez, que son también derechos de las mujeres." (Francisca Sauquilla, Mujer y política en países de tradición islámica, El País, 16/07/2007)
La agenda hoy la dicta el miedo:
La principal reflexión de Irene Khan, sobre el informe de 2007 (realmente es de 2006) es que la agenda mundial la dicta el miedo, lo que genera inseguridad, intolerancia y el menoscabo de los derechos humanos en nombre de la seguridad. El miedo al “otro”, al terrorismo, a las armas de destrucción masiva, fomentado por dirigentes sin escrúpulos, nos aboca al callejón sin salida de la conculcación del Estado de derecho y los derechos humanos, de las desigualdades, de la xenofobia y de la violencia. La política del miedo se justifica por la amenaza de grupos armados que también conculcan los derechos humanos. Unos y otros se retroalimentan y el miedo paraliza las mentes y otorga el poder a quienes lo saben manipular.
Sin embargo, advierte Irene Khan, no debemos dejarnos invadir por el “síndrome del miedo” y apostar por un “enfoque basado en la sostenibilidad y no en la seguridad”, porque la “estrategia sostenible fomenta la esperanza, los derechos humanos y la democracia… La sostenibilidad requiere un fortalecimiento del Estado de derecho y de los derechos humanos, en el ámbito nacional e internacional”. Y concluye: “El poder de las personas transformará el rostro de los derechos humanos en el siglo XXI. Más que nunca, la esperanza está viva”. Quizás todavía estemos a tiempo." (La política del miedo/Antoni Segura, catedrático de historia contemporánea y director del Centre d’Estudis Històrics Internacionals de la Universidad de Barcelona
Tomado de EL PAÍS, 09/06/07).

Por cierto, Amnistia Internacional no acepta dinero de los gobiernos para financiar su trabajo. La fuerza de la organización reside, en última instancia, en la generosidad de aquellas personas que contribuyen en todo el mundo con sus cuotas de afiliación o sus donaciones
AI y el aborto:

Hace una semanas la Curia Vaticana anunció que retiraría la ayuda económica que ofrecía a Amnistía Internacional, después de que esta institución haya decidido apoyar el aborto.
El cardenal Renato Raffaele Martino, presidente del Consejo Pontifico para la Justicia y la Paz, dijo en una entrevista concedida al semanario estadounidense “National Catholic Register” que la “Iglesia católica dejará de financiar a Amnistía Internacional debido al cambio de posición decidido”.
Y es que -supuestamente-, en su Conferencia nacional anual, celebrada en

Edimburgo, los cerca de 400 miembros británicos de Amnistía Internacional expresaron con un voto la decisión de comprometerse en la despenalización del aborto, y en la promoción de servicios de apoyo a los programas de control demográfico, que incluyen la legalización y el acceso gratuito al aborto.
El cardenal denunció los “lobbies” internacionales que trabajan a favor del aborto y la propaganda que promueven en el marco de lo que Juan Pablo II llamaba “la cultura de la muerte”.


De inmediato la a sección italiana de AI rebatió las críticas de Martino alegando que la organización "no ha recibido nunca financiación del Vaticano o de organizaciones que dependan de la Iglesia Católica".
AI a través de un comunicado, recordó que en su estatuto internacional se declara "independiente de gobiernos, partidos políticos, iglesias, confesiones religiosas, organizaciones, entes y grupos de cualquier género".
Asimismo, señaló que la política de AI en materia de aborto tiene su origen en la campaña contra la violencia hacia las mujeres. Entre otras cosas, define que reclamará a los Estados "garantizar el acceso a los servicios legales y seguros para el aborto a todas aquellas mujeres cuyo embarazo se deba a una violencia sexual o a incesto, o en caso de que conlleve un riesgo para su vida o su salud". No obstante, señala el comunicado que AI "no llevará a cabo ninguna campaña general en favor del aborto o de su legalización general" ni tampoco juzgará "si el aborto es justo o injusto".
AI precisa que "en abril de 2007 la organización adoptó una política propia acerca de algunos aspectos específicos relacionados con el aborto". AI realizó una amplia consulta entre sus secciones en diferentes países y concluyó que, como organización humanitaria, deberá ocuparse del aborto, fenómeno frecuentemente relacionado con la violencia contra las mujeres.
Si bien AI no fomenta campañas a favor del aborto, sí solicita a los Estados que garanticen la posibilidad de recurrir a esta practica cuando la salud de la mujer es en peligro o en casos de violencia e incesto. Además, pedirá que sea "despenalizado" en aquellos países en los que se aplican penas de cárcel por haber abortado o haber intentado abortar.

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