17 jul 2007

Reparación del daño

¿Reparación del daño?
El acuerdo extrajudicial de 660 millones de dólares que celebraron poco más de 500 personas con la arquidiocésis de Los Ángeles, California "es una resolución extraordinaria para una tragedia", dice un editorial de La Opinión de Los Ángeles.
El cardenal Roger Mahony, pidió perdón al tiempo que desembolsó una buena cantidad de dinero. La verdad que es poco dinero por el daño causado. Todavez que see dice que esa arquidiócesis tiene bienes que sobrepasan los 40 mil millones de dólares. Por lo que la cantidad aunque considerable no lleva al quebranto de la arquidiócesis.
A mi en lo personal, me hubiera gustado ver el caso en los tribunales.
Y es que "La compensación económica a las víctimas es significativa, pero no cerrará el dolor de lo sufrido".
Ya nos estaos acostumbrando que estos casos se arreglen fuera de los tribunales.
Algunos estudios señalan que la Iglesia - hasta antes de esta negociación- ha tenido que pagar al menos 800 millones de dólares desde los 80 para resolverlos. Mark Chopko, asesor general de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, rechaza esa cifra, pero reconoce que podría estar entre "250 y 300 millones de dólares".
Y en efecto ha costado mucho dinero, pero lástima eso lleva a que la ropa sucia la quieren seguir lavando en casa.
En lo personal lo he dicho una y otra vez desde hace años, que la Conferencia del Episcopado Mexicano debería hacer lo propio una especie de mea culpa por los pecados cometidos.
Lo dije fuerte en varios medios una y otra vez. Directamente al presidente de la CEM y al eminentísimo Norberto Rivera Carrera, arzobispo Primado de México, los obispos mexicanos deben dar a conocer en un libro blanco todos los caso de desviaciones de sacerdotes; en suma seguir el ejemplo de EE UU.
Y comente entonces, que nuestras Asociaciones Religiosas (esa es la figura legal en México) -católicas y no católicas- difícilmente soportarían una denuncia por reparación del daño por pederastía. No les alcanzaría el dinero de las limosnas y diezmos para pagar un sólo caso de denuncia por reparación del daño.

Por lo pronto vuelvo a recomendar la película de Pedro Almodóvar 'La mala educación'.
Y la misma pregunta ¿Qué es lo que hace que algunos sacerdotes se transformen en monstruos violadores de niños?

¿Ayudara en algo quitar el el celibato?
No se. De hecho no se sabe el número de sacerdotes que incumple el voto de castidad,-algunos hablan de hasta el 60% que algunos religiosos, dependiendo de el país.
Creo que el quid no esta ahí. Pero en algo ayudaría.
Por ciero, muy bueno el editorial de La Opinión de Los Angeles de este martes 17 de julio:
La indemnización a las víctimas
El daño causado por la traición a la confianza de los feligreses y la destrucción de la inocencia de la niñez no tiene precio. Vidas enteras fueron destruidas por el abuso sexual de parte de aquellos que gozaban de un sitio especial en la sociedad. Los hombres fallaron al igual que la institución. La Iglesia Católica en estos casos prefirió ayudar al culpable en vez de proteger al inocente. Es el momento de purgar los pecados.
El acuerdo extrajudicial de 660 millones de dólares para más de 500 víctimas de abuso por parte de religiosos es una resolución extraordinaria para una tragedia, una de las páginas más oscuras en la larga historia de la Iglesia Católica. En este período destacamos el cambio en el cardenal Roger Mahony, que pasó de una insensibilidad inicial a una postura de contrición y arrepentimiento. No es para menos, el prelado tuvo un papel relevante en proteger a sacerdotes sospechosos de abuso infantil y el acuerdo millonario evitó que Mahony tuviera que testificar bajo juramento.
También es importante que la arquidiócesis haya aceptado entregar a los tribunales documentos de su personal, que ha mantenido en secreto hasta ahora. La transparencia en este caso es tan importante como la compensación.
De nada serviría la indemnización si la Iglesia continuara protegiendo de la ley a quienes cometieron delitos aberrantes contra niños, ya sea escondiendo los hechos o moviendo irresponsablemente a los perpetradores de una diócesis a otra.
Las nuevas medidas, como tomar huellas digitales e investigar a quienes trabajan con niños es algo positivo, pero se requiere vigilancia y compromiso por parte de la Iglesia.
La compensación económica a las víctimas es significativa, pero no cerrará el dolor de lo sufrido, que perdurará toda la vida. Al mismo tiempo, la confianza hacia la Iglesia tampoco se restablece automáticamente con el pago de dinero. En estos casos, como con las cuestiones del espíritu, la reparación material llega hasta un punto y nada más.

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