Partido-Frente, PRD, nueva convivencia/Jesús Ortega Martínez
Publicado en Excelsior, 22-Abr-2008:
Publicado en Excelsior, 22-Abr-2008:
El triunfo en Paraguay de la Alianza Patriótica para el Cambio en los comicios presidenciales del domingo pasado, en los que derrotó al partido hegemónico, es un claro ejemplo de que las diferentes visiones de izquierda pueden convivir armoniosamente como un mismo organismo y ser capaces de ganar elecciones.
La victoria de esta Alianza, con la cual Fernando Lugo será el nuevo presidente de Paraguay, no sólo se dio gracias a que los partidos y las organizaciones de oposición decidieron reunirse en torno a un mismo objetivo: la transformación de la política paraguaya hacia una visión de izquierda, sino porque olvidaron sus diferencias y trabajaron juntos con un fin.
Es importante recordar que esta Alianza se formó apenas en septiembre de 2007 y en pocos meses impuso una visión de izquierda en su país con la que derrotó al Partido Colorado, que llevaba más de seis décadas en el poder. Esto fue posible debido a que la oposición se dio cuenta de que sólo unida podría lograr la transformación real de la política de Paraguay.
La Alianza Patriótica para el Cambio debe ser un ejemplo a seguir porque nos enseña que todas las visiones de izquierda, por más diferentes que sean sus posiciones, pueden convivir, trabajar y luchar juntas en torno a un mismo objetivo, en este caso fue la presidencia de Paraguay.
Para que la izquierda mexicana tenga victorias similares a la que obtuvo esta Alianza, es necesario que el PRD explore nuevas formas de organización que le permitan tener una mejor convivencia entre sus corrientes con el fin de lograr los cambios que el país necesita.
Creo que el PRD ha agotado un modelo ortodoxo, por lo que es necesario que entremos en un proceso de refundación hacia un Partido-Frente.
Un Partido-Frente implicaría que el PRD se prepararía esencialmente con miras a participar en las elecciones. Sin embargo, su nueva estructura de organización no asfixiaría al partido, sino permitiría a todas las corrientes expresar con libertad sus pensamientos, aun más, atraer nuevas fuerzas al interior del partido.
Es innegable que hoy en día existen muchas visiones sobre el quehacer político de la izquierda, no hay homogeneidad, y es respetable que haya esas diferencias, lo importante es lograr que éstas se traten de manera civilizada y ordenada porque, aun cuando nuestros objetivos son los mismos, como en el caso de la defensa de los energéticos, las acciones pueden ser diferentes.
En ese proceso de refundación, donde obligatoriamente deben participar los militantes de nuestro partido, tendremos que hacer los cambios necesarios para tener una convivencia democrática y civilizada de los diferentes pensamientos de izquierda que actualmente habitan en el PRD.
La unidad de nuestro partido es esencial para la izquierda mexicana. Ante esto, debemos encontrar la manera de que las diferentes tendencias, corrientes, pensamientos y visiones que hoy en día se encuentran en el PRD tengan las herramientas adecuadas para una convivencia.
La victoria de esta Alianza, con la cual Fernando Lugo será el nuevo presidente de Paraguay, no sólo se dio gracias a que los partidos y las organizaciones de oposición decidieron reunirse en torno a un mismo objetivo: la transformación de la política paraguaya hacia una visión de izquierda, sino porque olvidaron sus diferencias y trabajaron juntos con un fin.
Es importante recordar que esta Alianza se formó apenas en septiembre de 2007 y en pocos meses impuso una visión de izquierda en su país con la que derrotó al Partido Colorado, que llevaba más de seis décadas en el poder. Esto fue posible debido a que la oposición se dio cuenta de que sólo unida podría lograr la transformación real de la política de Paraguay.
La Alianza Patriótica para el Cambio debe ser un ejemplo a seguir porque nos enseña que todas las visiones de izquierda, por más diferentes que sean sus posiciones, pueden convivir, trabajar y luchar juntas en torno a un mismo objetivo, en este caso fue la presidencia de Paraguay.
Para que la izquierda mexicana tenga victorias similares a la que obtuvo esta Alianza, es necesario que el PRD explore nuevas formas de organización que le permitan tener una mejor convivencia entre sus corrientes con el fin de lograr los cambios que el país necesita.
Creo que el PRD ha agotado un modelo ortodoxo, por lo que es necesario que entremos en un proceso de refundación hacia un Partido-Frente.
Un Partido-Frente implicaría que el PRD se prepararía esencialmente con miras a participar en las elecciones. Sin embargo, su nueva estructura de organización no asfixiaría al partido, sino permitiría a todas las corrientes expresar con libertad sus pensamientos, aun más, atraer nuevas fuerzas al interior del partido.
Es innegable que hoy en día existen muchas visiones sobre el quehacer político de la izquierda, no hay homogeneidad, y es respetable que haya esas diferencias, lo importante es lograr que éstas se traten de manera civilizada y ordenada porque, aun cuando nuestros objetivos son los mismos, como en el caso de la defensa de los energéticos, las acciones pueden ser diferentes.
En ese proceso de refundación, donde obligatoriamente deben participar los militantes de nuestro partido, tendremos que hacer los cambios necesarios para tener una convivencia democrática y civilizada de los diferentes pensamientos de izquierda que actualmente habitan en el PRD.
La unidad de nuestro partido es esencial para la izquierda mexicana. Ante esto, debemos encontrar la manera de que las diferentes tendencias, corrientes, pensamientos y visiones que hoy en día se encuentran en el PRD tengan las herramientas adecuadas para una convivencia.
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