Comunicado de la Conferencia Episcopal de Venezuela, con respecto a las recientes elecciones locales y regionales
* * *
1. Luego de la jornada electoral del pasado 23 de noviembre y ante la proximidad de las fiestas de Navidad, los Obispos de la Presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana, como Pastores de la Iglesia, queremos dirigirle a todo el pueblo de Venezuela, un mensaje de reflexión y de esperanza.
2. Reconocemos el ejemplar comportamiento cívico y democrático demostrado por la población que acudió en gran número a votar. Con esta conducta los venezolanos hemos expresado una vez más nuestra voluntad de ser gobernados por vías democráticas así como nuestro firme rechazo a fórmulas impositivas que generen violencia o división.
3. Hacemos votos por que las autoridades, interpretando el sentir y la voz de los electores, respondan a las expectativas del pueblo y coloquen, en primer lugar, la búsqueda del bien común y el bienestar de todos, por encima de los intereses partidistas o ideológicos, grupales o personales. Les exhortamos, particularmente, a que hagan su mejor esfuerzo para enfrentar y resolver, a través de sólidos planes inclusivos y participativos, los principales problemas que vive la población venezolana, como son, entre otros: la inseguridad y la violencia, la pobreza, el desempleo y la corrupción. Han de tener en cuenta que todos los venezolanos, con estas elecciones, le han dado un voto de confianza, poniendo su esperanza en la capacidad de cada uno de ellos para mejorar la calidad de vida de todos. Sería muy doloroso que esta esperanza se viera traicionada.
4. Hacemos un llamado a todos, particularmente a aquellos que no fueron elegidos y a los que no se sienten satisfechos con algunos elegidos, a aceptar con respeto y gallardía los resultados de estas elecciones. Es preciso, para fortalecer nuestra institucionalidad democrática, aceptar la voluntad popular tal como se ha expresado. Quienes han sido elegidos tienen el derecho constitucional a ejercer sus cargos, y el pueblo que votó por ellos tiene derecho a ser respetado. La violencia no es democrática ni cristiana. Todos tenemos el derecho a vivir en paz. En tal sentido, invitamos a moderar el lenguaje y las acciones, de modo que no se promueva un clima de división, intolerancia y exclusión, que pondría en grave riesgo la paz y la armonía ciudadana.
5. Manifestamos nuestra preocupación por la apertura de dos procedimientos administrativos en contra de Globovisión. Hacemos votos por que, sin retaliaciones políticas de ninguna clase, prevalezca la justicia y la objetividad, en el respeto a los derechos constitucionales a la información y a la libertad de expresión que tenemos todos los venezolanos.
6. En diciembre los cristianos nos preparamos para la próxima gran celebración del nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo, "el Príncipe de la Paz" (Is 9,5). Celebraremos con gozo la venida de Dios entre los hombres, en la humildad de un niño "envuelto en pañales y acostado en un pesebre" (Lc 2,6). El Niño Jesús, Dios que se hace hombre para darnos a conocer su amor y ofrecernos la salvación (Cf. Jn 3,16), debe ser para todos, autoridades y población en general, sublime ejemplo de sencillez a imitar, asumida voluntariamente para poder servir mejor a la humanidad. Que el Adviento y la Navidad, hagan nacer a Jesús también en los corazones de los venezolanos y con Jesús nos lleguen los dones del entendimiento, de la convivencia y de la solidaridad.
7. En las manos de Nuestra Madre María, en las diversas advocaciones en las que la veneramos en nuestra Patria, colocamos nuestra vida como Iglesia y como Nación. Ella, Madre del Amor Hermoso, sabrá guiarnos al encuentro de su Hijo Jesucristo, y nos conducirá hacia la felicidad plena.
Caracas, 1 de diciembre de 2008
1. Luego de la jornada electoral del pasado 23 de noviembre y ante la proximidad de las fiestas de Navidad, los Obispos de la Presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana, como Pastores de la Iglesia, queremos dirigirle a todo el pueblo de Venezuela, un mensaje de reflexión y de esperanza.
2. Reconocemos el ejemplar comportamiento cívico y democrático demostrado por la población que acudió en gran número a votar. Con esta conducta los venezolanos hemos expresado una vez más nuestra voluntad de ser gobernados por vías democráticas así como nuestro firme rechazo a fórmulas impositivas que generen violencia o división.
3. Hacemos votos por que las autoridades, interpretando el sentir y la voz de los electores, respondan a las expectativas del pueblo y coloquen, en primer lugar, la búsqueda del bien común y el bienestar de todos, por encima de los intereses partidistas o ideológicos, grupales o personales. Les exhortamos, particularmente, a que hagan su mejor esfuerzo para enfrentar y resolver, a través de sólidos planes inclusivos y participativos, los principales problemas que vive la población venezolana, como son, entre otros: la inseguridad y la violencia, la pobreza, el desempleo y la corrupción. Han de tener en cuenta que todos los venezolanos, con estas elecciones, le han dado un voto de confianza, poniendo su esperanza en la capacidad de cada uno de ellos para mejorar la calidad de vida de todos. Sería muy doloroso que esta esperanza se viera traicionada.
4. Hacemos un llamado a todos, particularmente a aquellos que no fueron elegidos y a los que no se sienten satisfechos con algunos elegidos, a aceptar con respeto y gallardía los resultados de estas elecciones. Es preciso, para fortalecer nuestra institucionalidad democrática, aceptar la voluntad popular tal como se ha expresado. Quienes han sido elegidos tienen el derecho constitucional a ejercer sus cargos, y el pueblo que votó por ellos tiene derecho a ser respetado. La violencia no es democrática ni cristiana. Todos tenemos el derecho a vivir en paz. En tal sentido, invitamos a moderar el lenguaje y las acciones, de modo que no se promueva un clima de división, intolerancia y exclusión, que pondría en grave riesgo la paz y la armonía ciudadana.
5. Manifestamos nuestra preocupación por la apertura de dos procedimientos administrativos en contra de Globovisión. Hacemos votos por que, sin retaliaciones políticas de ninguna clase, prevalezca la justicia y la objetividad, en el respeto a los derechos constitucionales a la información y a la libertad de expresión que tenemos todos los venezolanos.
6. En diciembre los cristianos nos preparamos para la próxima gran celebración del nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo, "el Príncipe de la Paz" (Is 9,5). Celebraremos con gozo la venida de Dios entre los hombres, en la humildad de un niño "envuelto en pañales y acostado en un pesebre" (Lc 2,6). El Niño Jesús, Dios que se hace hombre para darnos a conocer su amor y ofrecernos la salvación (Cf. Jn 3,16), debe ser para todos, autoridades y población en general, sublime ejemplo de sencillez a imitar, asumida voluntariamente para poder servir mejor a la humanidad. Que el Adviento y la Navidad, hagan nacer a Jesús también en los corazones de los venezolanos y con Jesús nos lleguen los dones del entendimiento, de la convivencia y de la solidaridad.
7. En las manos de Nuestra Madre María, en las diversas advocaciones en las que la veneramos en nuestra Patria, colocamos nuestra vida como Iglesia y como Nación. Ella, Madre del Amor Hermoso, sabrá guiarnos al encuentro de su Hijo Jesucristo, y nos conducirá hacia la felicidad plena.
Caracas, 1 de diciembre de 2008
Con nuestra bendición,
Mons. Ubaldo R. Santana Sequera Arzobispo de Maracaibo Presidente de la CEV
Mons. Roberto Lückert León Arzobispo de Coro 1er. Vicepresidente de la CEV
Emmo. Card. Jorge Urosa Savino Arzobispo de Caracas 2do. Vicepresidente de la CEV
Mons. Ramón Viloria Pinzón Obispo de Puerto Cabello Secretario General de la CEV
Mons. Ubaldo R. Santana Sequera Arzobispo de Maracaibo Presidente de la CEV
Mons. Roberto Lückert León Arzobispo de Coro 1er. Vicepresidente de la CEV
Emmo. Card. Jorge Urosa Savino Arzobispo de Caracas 2do. Vicepresidente de la CEV
Mons. Ramón Viloria Pinzón Obispo de Puerto Cabello Secretario General de la CEV
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