Chávez no da tregua ni en Navidad/Joaquim Ibarz, corresponsal en América Latina
Publicado en La Vanguardia (www.lavanguardia.es) 03/12/2008;
Apenas duró 24 horas el respiro que Hugo Chávez dio a los venezolanos después de las elecciones regionales. Su barniz de tolerancia terminó cuando se marcharon los enviados de la prensa extranjera. El líder bolivariano no concede la más mínima tregua navideña. Está tan obsesionado con perpetuarse en el poder que no da respiro ni a propios ni a extraños. Por primera vez, sin subterfugios ni ocultamientos, el presidente manifiesta la voluntad de un mandato vitalicio; es decir, seguir en el palacio de Miraflores hasta cuando él quiera o hasta que le alcance la vida.
Pese a que los ciudadanos le suplican que abandone por unos días la confrontación, que congele la catarata de insultos y amenazas con la que quiso intimidar a los opositores, de nuevo empuña el hacha del odio. Con prisa y sin pausa, pasa al ataque, desoyendo el clamor general de paz y tranquilidad. Ha convertido diciembre en otro mes de guerra sin cuartel.
Chávez tiene prisa en asegurar su permanencia en el poder antes de que la economía comience a hacer aguas por los bajos precios del petróleo. Decidió pisar el acelerador ante un escenario que se vislumbra inmanejable. Los gastos del Gobierno –subsidios y planes sociales, importaciones por valor de 50.000 millones de dólares, servicio de la creciente deuda externa, costosas dádivas a Cuba, Bolivia, Nicaragua, etc.- superan ya los ingresos recibidos por las exportaciones de hidrocarburos. Venezuela mantiene una fuerte dependencia del petróleo que genera el 94% de las divisas que entran al país.Tras las derrotas sufridas en los comicios del 23 de noviembre en los estados y ciudades más emblemáticas de Venezuela, Chávez quiere acorralar a una oposición fortalecida, dejando sin recursos y atribuciones a gobernaciones y alcaldías –incluida la capital, Caracas-, que ganaron los candidatos de la alianza democrática.
Publicado en La Vanguardia (www.lavanguardia.es) 03/12/2008;
Apenas duró 24 horas el respiro que Hugo Chávez dio a los venezolanos después de las elecciones regionales. Su barniz de tolerancia terminó cuando se marcharon los enviados de la prensa extranjera. El líder bolivariano no concede la más mínima tregua navideña. Está tan obsesionado con perpetuarse en el poder que no da respiro ni a propios ni a extraños. Por primera vez, sin subterfugios ni ocultamientos, el presidente manifiesta la voluntad de un mandato vitalicio; es decir, seguir en el palacio de Miraflores hasta cuando él quiera o hasta que le alcance la vida.
Pese a que los ciudadanos le suplican que abandone por unos días la confrontación, que congele la catarata de insultos y amenazas con la que quiso intimidar a los opositores, de nuevo empuña el hacha del odio. Con prisa y sin pausa, pasa al ataque, desoyendo el clamor general de paz y tranquilidad. Ha convertido diciembre en otro mes de guerra sin cuartel.
Chávez tiene prisa en asegurar su permanencia en el poder antes de que la economía comience a hacer aguas por los bajos precios del petróleo. Decidió pisar el acelerador ante un escenario que se vislumbra inmanejable. Los gastos del Gobierno –subsidios y planes sociales, importaciones por valor de 50.000 millones de dólares, servicio de la creciente deuda externa, costosas dádivas a Cuba, Bolivia, Nicaragua, etc.- superan ya los ingresos recibidos por las exportaciones de hidrocarburos. Venezuela mantiene una fuerte dependencia del petróleo que genera el 94% de las divisas que entran al país.Tras las derrotas sufridas en los comicios del 23 de noviembre en los estados y ciudades más emblemáticas de Venezuela, Chávez quiere acorralar a una oposición fortalecida, dejando sin recursos y atribuciones a gobernaciones y alcaldías –incluida la capital, Caracas-, que ganaron los candidatos de la alianza democrática.
Chávez anunció que este mes se iniciará la "batalla por la enmienda constitucional", mediante la cual pretende lograr su reelección más allá de 2013, año en que expira su segundo y, según la Constitución vigente, último mandato. "Hoy arranca la ofensiva [...]. Puede ser perfectamente preparado [el cambio de la Constitución] en diciembre: y en enero, un ataque fulminante, relámpago, con el pueblo, y el PSUV [el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela]", dijo el presidente.
"Ya te dijimos que NO"
La propuesta de Chávez ha provocado el rechazo de plazo de la oposición, que le acusa de buscar perpetuarse en el cargo y de llevar a Venezuela a un régimen centralista y totalitario. Manuel Rosales, gobernador saliente del estado de Zulia y actual alcalde de Maracaibo, pidió no caer en "el juego diabólico de Chávez". El líder opositor señaló que es un insulto para la gente que "a estas alturas estemos hablando de una nueva campaña electoral, la colectividad está agobiada de tantos problemas, como el alto costo de la vida y la inflación".
En un editorial titulado "Ya te dijimos que NO", el periodista y ex ministro Teodoro Petkoff se pregunta en "TalCual", periódico que dirige: "¿Qué es lo que quiere Chávez? ¿A donde quiere llevar el país? Sus resuellos por la herida parecen los de la respiración de una ballena. Las derrotas en varios lugares neurálgicos lo han llevado a tomar medidas de un abuso autoritario indescriptible. Esta nueva ofensiva está condenada al fracaso. Chávez siembra la semilla de la estrepitosa derrota que lo espera con lo de la reelección perpetua".
En la primera derrota electoral de Chávez, el 2 de diciembre de 2007, los venezolanos rechazaron en referéndum la extensa reforma constitucional que incluía la reelección indefinida y abría las puertas a la implantación de un Estado totalitario. Chávez fue reelegido en diciembre del 2006 para gobernar por seis años. La Carta Magna sólo permite la reelección inmediata por un período adicional.
Como un capitán cuartelero, Chávez ordena ahora que toda la maquinaria estatal se ponga al trote para que en unas semanas se apruebe su reelección vitalicia por medio de una polémica enmienda constitucional. Como el jefe de Estado controla todos los poderes, y dado que los altos tribunales han dado pruebas sobradas de agachar la cerviz ante cualquier iniciativa presidencial para aumentar el control social, no se vislumbra que los magistrados declaren inconstitucional el referéndum para votar la propuesta de enmienda a la Carta Magna.
El diario "El Nacional" señala en un editorial que Chávez no duerme pensando que le faltan apenas cuatro años para salir del poder, o sea, casi un periodo de los antiguos presidentes. "Sus planes para quedarse en el palacio de Miraflores por los siglos de los siglos basta para enfriarnos la Navidad", lamenta el rotativo.
Azotados por el hampa y la corrupciónChávez lanzó su candidatura como si fuera la gran prioridad de Venezuela. En un país azotado por el hampa sin control, por una insoportable carestía de la vida que golpea a los más pobres, por una corrupción sin freno que mancha a la familia presidencial, por una inflación (desde hace años la más alta de América) de más del 30 % pese a que se regala la gasolina, por el deterioro de infraestructuras, y por una emergencia económica provocada por la drástica caída de los precios del petróleo, el presidente destina todos los recursos nacionales a un proyecto personal: la aprobación de la enmienda para perpetuarse en el poder. Esta propuesta, que se presentó como reforma constitucional, fue rechazada de forma contundente por el pueblo venezolano hace apenas un año.
En el 2009, los venezolanos de nuevo volverán a ser convocados a las urnas, relegando los verdaderos problemas económicos y sociales de la población, y malgastando los cada vez más mermados ingresos de la nación.
En un autismo interesado, Chávez no quiere asumir que los precios del crudo andan por debajo de los 40 dólares el barril, 20 dólares menos de los estimados para el presupuesto nacional de 2009. El déficit presupuestario se anticipa gravísimo. Pero Chávez quiere comprar votos y voluntades antes de que se agote su menguada chequera.
"Venezuela –dice "El Nacional"- exige orden en los gastos, contra la guachafita de la promoción personal con los dineros públicos. El pueblo sabe lo que es la trampa sinvergüenza de la reelección vitalicia. Presidente, convendría un poco de sensatez, de consideración con los ciudadanos. Incluso, con su misma gente, movida como si no tuviera otro destino que el de cargarlo a usted en parihuela. Y usted está muy rollizo".
"La fiera está herida. Chávez no acepta ni un no ni pérdida electoral alguna. Por eso, somete a sus oponentes (y a los venezolanos en general) a una guerra sin cuartel en varios frentes", subraya la revista "VenEconomía".
Un conflicto lo ha desatado para promover la ingobernabilidad en las zonas donde ganó la alianza democrática. De allí, el comportamiento ilegal y vandálico de los funcionarios salientes en la gobernación de Miranda, de los ex empleados de la alcaldía de Caracas y del municipio Sucre. Estos ex burócratas, de manera impune, destruyeron y robaron bienes de propiedad del Estado y vaciaron las cuentas bancarias.
De un plumazo, Chávez comenzó a despojar arbitrariamente a la alcaldía metropolitana de Caracas, a varias gobernaciones y a los municipios ganados por la oposición de recursos económicos, bienes, competencias y atribuciones en instituciones que por ley son de su adscripción. El poder central se ha apoderado de Ávila Televisión y de 22 jefaturas civiles de la alcaldía de Caracas; a la gobernación de Miranda le quitó la Fundación de Transporte y el Hospital Victorino Santaella de Los Teques, a la alcaldía de Maracaibo le arrebató el estadio Pachencho Romero. También han sido confiscadas armas de los cuerpos policiales regionales y escuelas estatales de agentes de seguridad. Bienes y servicios han sido transferidos al gobierno central, en una tentativa de reducir a un cascarón vacío a los gobiernos regionales y locales.
Chávez no se anda por las ramas al amenazar a gobernadores y alcaldes electos. Durante la toma de posesión del nuevo edil de Valencia, el presidente advirtió al nuevo gobernador de Carabobo, Henrique Salas Feo, que "el próximo paso es sacarlo de allí". "El que no está con Chávez está contra Chávez" dijo en su segunda cadena nacional de radio y televisión en un solo día. En su discurso, quiso amedrentar a Salas Feo. "Gobernador, si quiere rendirse, hágalo, el próximo paso es sacarlo de allí, tomar la gobernación de Carabobo; no crea que va a durar mucho, usted está rodeado como el de Miranda (Henrique Capriles)", advirtió. El martes por la noche, advirtió a Capriles que debe andar con cuidado porque "está rodeado".
Sabotaje y asedio a gobernadores y alcaldes de la oposición El sabotaje y asedio a la gestión de los recién electos gobernadores, alcaldes y concejales, ya se inició con Henrique Capriles Radonski, nuevo gobernador de Miranda, y con Manuel Rosales. El presidente ataca a los gobernadores y alcaldes entrantes de la oposición como si ya llevaran meses en funciones y los descalifica por gestiones recién iniciadas. Chávez ha jurado que no descansará hasta llevar a Rosales a prisión. Está tendiendo un cerco a los cargos de la oposición. Teodoro Petkoff, uno de los analistas más influyentes dentro y fuera de Venezuela, destaca que de los ataques con piedras y manifestaciones convocadas sin son ni ton, se ha pasado a las acciones administrativas. "Lo que ocurre –dice Petkoff- es que este operativo político-militar lo dirige el más torpe de los militares de nuestra historia, el rey del autogol. Todos estos cobardes abusos de poder, extensión de su escatológica campaña electoral, no pueden conducirlo sino a nuevas derrotas y a la aceleración de su imparable descenso".
El comentarista Oswaldo Osorio Canales escribe en el diario "El Universal" que "Chávez se alimenta del odio; necesita del conflicto, de la división, es una persona que se alimenta de esos factores, reales o imaginarios, y también manipulados, como el carterista que corre huyendo y grita, agárrenlo".
Un tercer campo para acorralar a la oposición lo representa la amenaza de cierre de Globovisión, el único canal privado que no se limita a difundir propaganda del Gobierno. El eventual cierre de Globovisión dejaría a los venezolanos sin la única cadena de señal abierta que mantiene una línea de opinión totalmente independiente. Los canales públicos resultan ser la versión llanera de la televisión cubana.
Dentro de este acoso a los medios informativos se enmarca el ataque con una bomba lacrimógena al edificio en el que reside Marta Colomina, una periodista de origen catalán que pese a amenazas y represalias –fue despedida por presiones gubernamentales del programa diario que mantenía en Televén- se ha mantenido muy firme en la defensa de la libertad de expresión y del pluralismo democrático. Colomina, que dirige un programa informativo en Unión Radio y colabora como articulista en "El Universal", no se encontraba en su casa cuando fue lanzado el artefacto.
La profesional denunció que en unos panfletos lanzados por el vecindario el grupo pro oficialista La Piedrita se atribuyó el ataque. "Me declaran objetivo de guerra", dijo la periodista a Globovisión. "Hacen referencia a que promuevo el magnicidio todos los días a través de mi programa en la radio", agregó.
Entre septiembre y octubre el grupo La Piedrita atacó con bombas lacrimógenas las sedes de Globovisión y del diario "El Nuevo País", así como el edificio donde vive un conocido conductor del referido canal, Leopoldo Castillo. Un equipo de Globovisión fue atacado en octubre, durante la cobertura de una protesta en Caracas, por un integrante de La Piedrita, quien los agredió verbalmente y les arrebató un micrófono y una cámara de televisión.
40 faltas a la verdad en un encuentro con la prensa extranjera
"Ya te dijimos que NO"
La propuesta de Chávez ha provocado el rechazo de plazo de la oposición, que le acusa de buscar perpetuarse en el cargo y de llevar a Venezuela a un régimen centralista y totalitario. Manuel Rosales, gobernador saliente del estado de Zulia y actual alcalde de Maracaibo, pidió no caer en "el juego diabólico de Chávez". El líder opositor señaló que es un insulto para la gente que "a estas alturas estemos hablando de una nueva campaña electoral, la colectividad está agobiada de tantos problemas, como el alto costo de la vida y la inflación".
En un editorial titulado "Ya te dijimos que NO", el periodista y ex ministro Teodoro Petkoff se pregunta en "TalCual", periódico que dirige: "¿Qué es lo que quiere Chávez? ¿A donde quiere llevar el país? Sus resuellos por la herida parecen los de la respiración de una ballena. Las derrotas en varios lugares neurálgicos lo han llevado a tomar medidas de un abuso autoritario indescriptible. Esta nueva ofensiva está condenada al fracaso. Chávez siembra la semilla de la estrepitosa derrota que lo espera con lo de la reelección perpetua".
En la primera derrota electoral de Chávez, el 2 de diciembre de 2007, los venezolanos rechazaron en referéndum la extensa reforma constitucional que incluía la reelección indefinida y abría las puertas a la implantación de un Estado totalitario. Chávez fue reelegido en diciembre del 2006 para gobernar por seis años. La Carta Magna sólo permite la reelección inmediata por un período adicional.
Como un capitán cuartelero, Chávez ordena ahora que toda la maquinaria estatal se ponga al trote para que en unas semanas se apruebe su reelección vitalicia por medio de una polémica enmienda constitucional. Como el jefe de Estado controla todos los poderes, y dado que los altos tribunales han dado pruebas sobradas de agachar la cerviz ante cualquier iniciativa presidencial para aumentar el control social, no se vislumbra que los magistrados declaren inconstitucional el referéndum para votar la propuesta de enmienda a la Carta Magna.
El diario "El Nacional" señala en un editorial que Chávez no duerme pensando que le faltan apenas cuatro años para salir del poder, o sea, casi un periodo de los antiguos presidentes. "Sus planes para quedarse en el palacio de Miraflores por los siglos de los siglos basta para enfriarnos la Navidad", lamenta el rotativo.
Azotados por el hampa y la corrupciónChávez lanzó su candidatura como si fuera la gran prioridad de Venezuela. En un país azotado por el hampa sin control, por una insoportable carestía de la vida que golpea a los más pobres, por una corrupción sin freno que mancha a la familia presidencial, por una inflación (desde hace años la más alta de América) de más del 30 % pese a que se regala la gasolina, por el deterioro de infraestructuras, y por una emergencia económica provocada por la drástica caída de los precios del petróleo, el presidente destina todos los recursos nacionales a un proyecto personal: la aprobación de la enmienda para perpetuarse en el poder. Esta propuesta, que se presentó como reforma constitucional, fue rechazada de forma contundente por el pueblo venezolano hace apenas un año.
En el 2009, los venezolanos de nuevo volverán a ser convocados a las urnas, relegando los verdaderos problemas económicos y sociales de la población, y malgastando los cada vez más mermados ingresos de la nación.
En un autismo interesado, Chávez no quiere asumir que los precios del crudo andan por debajo de los 40 dólares el barril, 20 dólares menos de los estimados para el presupuesto nacional de 2009. El déficit presupuestario se anticipa gravísimo. Pero Chávez quiere comprar votos y voluntades antes de que se agote su menguada chequera.
"Venezuela –dice "El Nacional"- exige orden en los gastos, contra la guachafita de la promoción personal con los dineros públicos. El pueblo sabe lo que es la trampa sinvergüenza de la reelección vitalicia. Presidente, convendría un poco de sensatez, de consideración con los ciudadanos. Incluso, con su misma gente, movida como si no tuviera otro destino que el de cargarlo a usted en parihuela. Y usted está muy rollizo".
"La fiera está herida. Chávez no acepta ni un no ni pérdida electoral alguna. Por eso, somete a sus oponentes (y a los venezolanos en general) a una guerra sin cuartel en varios frentes", subraya la revista "VenEconomía".
Un conflicto lo ha desatado para promover la ingobernabilidad en las zonas donde ganó la alianza democrática. De allí, el comportamiento ilegal y vandálico de los funcionarios salientes en la gobernación de Miranda, de los ex empleados de la alcaldía de Caracas y del municipio Sucre. Estos ex burócratas, de manera impune, destruyeron y robaron bienes de propiedad del Estado y vaciaron las cuentas bancarias.
De un plumazo, Chávez comenzó a despojar arbitrariamente a la alcaldía metropolitana de Caracas, a varias gobernaciones y a los municipios ganados por la oposición de recursos económicos, bienes, competencias y atribuciones en instituciones que por ley son de su adscripción. El poder central se ha apoderado de Ávila Televisión y de 22 jefaturas civiles de la alcaldía de Caracas; a la gobernación de Miranda le quitó la Fundación de Transporte y el Hospital Victorino Santaella de Los Teques, a la alcaldía de Maracaibo le arrebató el estadio Pachencho Romero. También han sido confiscadas armas de los cuerpos policiales regionales y escuelas estatales de agentes de seguridad. Bienes y servicios han sido transferidos al gobierno central, en una tentativa de reducir a un cascarón vacío a los gobiernos regionales y locales.
Chávez no se anda por las ramas al amenazar a gobernadores y alcaldes electos. Durante la toma de posesión del nuevo edil de Valencia, el presidente advirtió al nuevo gobernador de Carabobo, Henrique Salas Feo, que "el próximo paso es sacarlo de allí". "El que no está con Chávez está contra Chávez" dijo en su segunda cadena nacional de radio y televisión en un solo día. En su discurso, quiso amedrentar a Salas Feo. "Gobernador, si quiere rendirse, hágalo, el próximo paso es sacarlo de allí, tomar la gobernación de Carabobo; no crea que va a durar mucho, usted está rodeado como el de Miranda (Henrique Capriles)", advirtió. El martes por la noche, advirtió a Capriles que debe andar con cuidado porque "está rodeado".
Sabotaje y asedio a gobernadores y alcaldes de la oposición El sabotaje y asedio a la gestión de los recién electos gobernadores, alcaldes y concejales, ya se inició con Henrique Capriles Radonski, nuevo gobernador de Miranda, y con Manuel Rosales. El presidente ataca a los gobernadores y alcaldes entrantes de la oposición como si ya llevaran meses en funciones y los descalifica por gestiones recién iniciadas. Chávez ha jurado que no descansará hasta llevar a Rosales a prisión. Está tendiendo un cerco a los cargos de la oposición. Teodoro Petkoff, uno de los analistas más influyentes dentro y fuera de Venezuela, destaca que de los ataques con piedras y manifestaciones convocadas sin son ni ton, se ha pasado a las acciones administrativas. "Lo que ocurre –dice Petkoff- es que este operativo político-militar lo dirige el más torpe de los militares de nuestra historia, el rey del autogol. Todos estos cobardes abusos de poder, extensión de su escatológica campaña electoral, no pueden conducirlo sino a nuevas derrotas y a la aceleración de su imparable descenso".
El comentarista Oswaldo Osorio Canales escribe en el diario "El Universal" que "Chávez se alimenta del odio; necesita del conflicto, de la división, es una persona que se alimenta de esos factores, reales o imaginarios, y también manipulados, como el carterista que corre huyendo y grita, agárrenlo".
Un tercer campo para acorralar a la oposición lo representa la amenaza de cierre de Globovisión, el único canal privado que no se limita a difundir propaganda del Gobierno. El eventual cierre de Globovisión dejaría a los venezolanos sin la única cadena de señal abierta que mantiene una línea de opinión totalmente independiente. Los canales públicos resultan ser la versión llanera de la televisión cubana.
Dentro de este acoso a los medios informativos se enmarca el ataque con una bomba lacrimógena al edificio en el que reside Marta Colomina, una periodista de origen catalán que pese a amenazas y represalias –fue despedida por presiones gubernamentales del programa diario que mantenía en Televén- se ha mantenido muy firme en la defensa de la libertad de expresión y del pluralismo democrático. Colomina, que dirige un programa informativo en Unión Radio y colabora como articulista en "El Universal", no se encontraba en su casa cuando fue lanzado el artefacto.
La profesional denunció que en unos panfletos lanzados por el vecindario el grupo pro oficialista La Piedrita se atribuyó el ataque. "Me declaran objetivo de guerra", dijo la periodista a Globovisión. "Hacen referencia a que promuevo el magnicidio todos los días a través de mi programa en la radio", agregó.
Entre septiembre y octubre el grupo La Piedrita atacó con bombas lacrimógenas las sedes de Globovisión y del diario "El Nuevo País", así como el edificio donde vive un conocido conductor del referido canal, Leopoldo Castillo. Un equipo de Globovisión fue atacado en octubre, durante la cobertura de una protesta en Caracas, por un integrante de La Piedrita, quien los agredió verbalmente y les arrebató un micrófono y una cámara de televisión.
40 faltas a la verdad en un encuentro con la prensa extranjera
El presidente Hugo Chávez debe pensar que los corresponsales extranjeros son ignorantes e idiotas. Durante la rueda de prensa que concedió a los enviados después de los comicios del 23-N, habló durante horas para intentar convencerles de que había obtenido "una gran victoria revolucionaria".
En su monólogo con los informadores, dijo que en la campaña presidencial de 1998 los medios no le habían dado ningún espacio, cuando en realidad tanto la prensa escrita como la radio y la televisión fueron más que obsecuentes. Chávez ganó sobre una ola mediática. Venevisión, el canal de Cisneros, fue quien más le encumbró. En agradecimiento por el apoyo recibido, Alfredo Peña, director de "El Nacional", fue su primer ministro de Secretaría; su primera ministra de Información fue la esposa de Miguel Henrique Otero, propietario y actual director de "El Nacional". Siempre intentando inventar una biografía épica de la que carece, Chávez dijo que quisieron fusilarlo los golpistas del 11 de abril de 2002, cuando en realidad lo retornaron al palacio de Miraflores para que recuperara el poder. Rayó en lo ridículo la afirmación de que había perdido la votación en el Petare –el barrio marginal más grande de América Latina- porque "eso está lleno de ricos, pudientes y racistas". El presidente dijo que Petare es zona de gente acaudalada, sembrada de campos de golf, y que por eso había perdido su candidato. Sólo quien no haya pisado Caracas puede creer tal embuste.
En el encuentro con la prensa extranjera, televisado durante horas a todo el país, Hugo Chávez regañó ásperamente a la periodista colombiana Patricia Janiot, una de las presentadoras más conocidas de CNN en español. El presidente reclamó al canal estadounidense por haber puesto en su boca que sacaría "los tanques a la calle" en Carabobo si triunfaba el candidato opositor a gobernador Henrique Salas Feo. Chávez sostuvo que la información había sido sacada de contexto. Y pretendió aclarar a Janiot lo que él habría afirmado: "Yo lo que dije (…) y lo manipularon los medios, es que en el caso que la oposición ganara gobernaciones y volviera a convertir (…) estados X, Y, o Z en bases para el golpismo, (…) pues yo tendría que sacar los tanques a la calle (…) dilo así, Patricia, te lo pido en honor a la verdad y la moral". Sin embargo, las palabras textuales de Chávez incluyen la amenaza de sacar los tanques en Carabobo, sin referencia alguna al golpismo. Esta es la trascripción literal de una cita que pudieron escuchar todos los venezolanos: "Si ustedes permiten que la oligarquía, y sobre todo el polluelo pitiyanqui golpista (Salas Feo), regrese a la gobernación, a lo mejor voy a terminar sacando los tanques de la brigada blindada para defender al gobierno revolucionario y para defender al pueblo de Carabobo"
Tergiversando la historia, Chávez incluso afirmó que el mariscal Sucre había nacido en Caracas, cuando cualquier escolar del país sabe que el héroe de la batalla de Ayacucho vio la primera luz en Cumaná (Venezuela). Los analistas contabilizaron 40 inexactitudes del jefe del Estado en el dilatado encuentro con la prensa extranjera.
Ante tal cúmulo de faltas a la verdad, "El Nacional" señaló en un editorial que "la gente ya no le cree a Chávez ni el padrenuestro".
En su monólogo con los informadores, dijo que en la campaña presidencial de 1998 los medios no le habían dado ningún espacio, cuando en realidad tanto la prensa escrita como la radio y la televisión fueron más que obsecuentes. Chávez ganó sobre una ola mediática. Venevisión, el canal de Cisneros, fue quien más le encumbró. En agradecimiento por el apoyo recibido, Alfredo Peña, director de "El Nacional", fue su primer ministro de Secretaría; su primera ministra de Información fue la esposa de Miguel Henrique Otero, propietario y actual director de "El Nacional". Siempre intentando inventar una biografía épica de la que carece, Chávez dijo que quisieron fusilarlo los golpistas del 11 de abril de 2002, cuando en realidad lo retornaron al palacio de Miraflores para que recuperara el poder. Rayó en lo ridículo la afirmación de que había perdido la votación en el Petare –el barrio marginal más grande de América Latina- porque "eso está lleno de ricos, pudientes y racistas". El presidente dijo que Petare es zona de gente acaudalada, sembrada de campos de golf, y que por eso había perdido su candidato. Sólo quien no haya pisado Caracas puede creer tal embuste.
En el encuentro con la prensa extranjera, televisado durante horas a todo el país, Hugo Chávez regañó ásperamente a la periodista colombiana Patricia Janiot, una de las presentadoras más conocidas de CNN en español. El presidente reclamó al canal estadounidense por haber puesto en su boca que sacaría "los tanques a la calle" en Carabobo si triunfaba el candidato opositor a gobernador Henrique Salas Feo. Chávez sostuvo que la información había sido sacada de contexto. Y pretendió aclarar a Janiot lo que él habría afirmado: "Yo lo que dije (…) y lo manipularon los medios, es que en el caso que la oposición ganara gobernaciones y volviera a convertir (…) estados X, Y, o Z en bases para el golpismo, (…) pues yo tendría que sacar los tanques a la calle (…) dilo así, Patricia, te lo pido en honor a la verdad y la moral". Sin embargo, las palabras textuales de Chávez incluyen la amenaza de sacar los tanques en Carabobo, sin referencia alguna al golpismo. Esta es la trascripción literal de una cita que pudieron escuchar todos los venezolanos: "Si ustedes permiten que la oligarquía, y sobre todo el polluelo pitiyanqui golpista (Salas Feo), regrese a la gobernación, a lo mejor voy a terminar sacando los tanques de la brigada blindada para defender al gobierno revolucionario y para defender al pueblo de Carabobo"
Tergiversando la historia, Chávez incluso afirmó que el mariscal Sucre había nacido en Caracas, cuando cualquier escolar del país sabe que el héroe de la batalla de Ayacucho vio la primera luz en Cumaná (Venezuela). Los analistas contabilizaron 40 inexactitudes del jefe del Estado en el dilatado encuentro con la prensa extranjera.
Ante tal cúmulo de faltas a la verdad, "El Nacional" señaló en un editorial que "la gente ya no le cree a Chávez ni el padrenuestro".
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