Mario Alberto Loya in memorian. Hace cuatro años.
sábado 8 de abril de 2006
¡Ah..., qué pena siente el alma!, dice una canción de la chilena Violeta Parra.
Me acaban de avisar que hace unas horas murió en un terrible accidente automovilístico Mario Alberto Loya Sepúlveda; justo cuando cumplía 63 años de edad.
¡La noticia me sacudió fuertemente el corazón! ¡Fue como una pinche bomba! Me la dio el Abel.
Dice el periódico La Vanguardia en primera plana de hoy que "que el accidente ocurrió a las 21:00 horas en el kilómetro 48 de la carretera 40, luego de que el auto Chevy placas EZA3824, que manejaba Mario Alberto, chocara de frente contra un autobús de pasajeros de la línea Saltillo-Parras."
Mario intentó en el kilometro 48 de la carretera libre a Torreón rebasar a un trailer, sin éxito, su pequeño vehículo Chevy posiblemente no respondió.
Murió instantáneamente.
Aunque no era un añejo amigo de él -lo conocí en los noventas a través de Rodolfo Echeverría "El Chicali"-, el tiempo que nos frecuentamos hicimos buena amistad.
La consolidamos en el 2000 cuando estábamos ambos en Democracia Social y años después cuando empezamos a construir el partido de la Rosa. Por cierto, después del fallido intento, él mejor se dedico a lo que había empezado hace tiempo: fomentar en el país partidos locales.
De hecho murió siendo dirigente de la UDC y Coordinador de la Federación de Partidos Locales.
Fui de los privilegiados a estar en su fiesta de 60 años que le organizó su familia.
¡Inolvidable reunión con anécdotas de viejos amigos! Por cierto todos excomunistas, Mmm.., bueno con algunas excepciones, como la mía y de mis hijos.
Y con Mario charlaba casi a diario por el Messenger quizá porque siempre nos encontrábamos y, claro, había tema y si no, pues lo inventábamos en el momento
Bastaban tres palabras para iniciar la charla en el chat: "que hay Fred" me decía. Y pues, no faltaban cosas de que hablar, que si de Vicente Fox; que del desafuero a AMLO, que de las últimas resoluciones del TEPJF; que sí de la Fiscalía del pasado; que del accidente minero; sobre la reforma migratoria; que de la inseguridad en la frontera; de discriminación en el hotel Sheraton; que de la violencia de ETA; que la libertad de expresión, etcétera
¡En fin!
Y me mandaba su colaboración regular que escribía para el periódico local La Vanguardia de Coahuila.
Curiosamente de eso nunca me preguntaba mi opinión. Claro. ¡La opinión la daba él!
Le gustaba mucho charlar al Mario por el Messenger, parecía un joven, quizá fue el primero excomunista mexicano que hizo uso de la tecnología
Lo último que recuerdo fue que hablamos de la caída en las encuestas de AMLO...
"-Y cómo ves a Felipe" (Calderón)- me dijo.
-¡Puede ganar le respondí!
-"Yo también creo"-, me contesto.
Y me acuerdo que de repente me preguntó mi opinión sobre el federalismo y qué pensaba del gobernador Humberto Moreira con respecto al conflicto con el Secretario del Trabajo.
Ah, y casi siempre me preguntaba: "no has visto al Abel".
Así es la vida amigos, como dice el Eclesiastés, o sea el predicador en la biblia:
"Generación va, y generación viene: mas la tierra siempre permanece...y sale el sol, y pónese el sol, y con deseo vuelve á su lugar donde torna á nacer.
El viento tira hacia el mediodía, y rodea al norte; va girando de continuo, y á sus giros torna el viento de nuevo....
¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará: y nada hay nuevo debajo del sol...,
Todo tiene su tiempo:
Tiempo de matar, y tiempo de curar;
Tiempo de destruir, y tiempo de edificar;
Tiempo de llorar, y tiempo de reír;
Tiempo de callar, y tiempo de hablar;
Tiempo de amar, y tiempo de aborrecer;
Tiempo de guerra, y tiempo de paz.
Tiempo de nacer, y tiempo de morir...,
Hoy le toco a Mario.
Mi más sentido pésame a su familia Irma, a sus hijas Mónica, Varinia y Valeria, al Abel, al Chicali, al Rogelio (Hernández y Vizcaíno), al Tamez, al Quintero, al Memo, al Ramy, al Omar, al Gustavo, a Roberto, a Arturo, a Gilberto, a Evaristo y a muchos amigos y compañero más...
A sus compas de Democracia Social y del partido Comunista Mexicano donde milito muchos años.
¡Hasta siempre amigo!
Me acaban de avisar que hace unas horas murió en un terrible accidente automovilístico Mario Alberto Loya Sepúlveda; justo cuando cumplía 63 años de edad.
¡La noticia me sacudió fuertemente el corazón! ¡Fue como una pinche bomba! Me la dio el Abel.
Dice el periódico La Vanguardia en primera plana de hoy que "que el accidente ocurrió a las 21:00 horas en el kilómetro 48 de la carretera 40, luego de que el auto Chevy placas EZA3824, que manejaba Mario Alberto, chocara de frente contra un autobús de pasajeros de la línea Saltillo-Parras."
Mario intentó en el kilometro 48 de la carretera libre a Torreón rebasar a un trailer, sin éxito, su pequeño vehículo Chevy posiblemente no respondió.
Murió instantáneamente.
Aunque no era un añejo amigo de él -lo conocí en los noventas a través de Rodolfo Echeverría "El Chicali"-, el tiempo que nos frecuentamos hicimos buena amistad.
La consolidamos en el 2000 cuando estábamos ambos en Democracia Social y años después cuando empezamos a construir el partido de la Rosa. Por cierto, después del fallido intento, él mejor se dedico a lo que había empezado hace tiempo: fomentar en el país partidos locales.
De hecho murió siendo dirigente de la UDC y Coordinador de la Federación de Partidos Locales.
Fui de los privilegiados a estar en su fiesta de 60 años que le organizó su familia.
¡Inolvidable reunión con anécdotas de viejos amigos! Por cierto todos excomunistas, Mmm.., bueno con algunas excepciones, como la mía y de mis hijos.
Y con Mario charlaba casi a diario por el Messenger quizá porque siempre nos encontrábamos y, claro, había tema y si no, pues lo inventábamos en el momento
Bastaban tres palabras para iniciar la charla en el chat: "que hay Fred" me decía. Y pues, no faltaban cosas de que hablar, que si de Vicente Fox; que del desafuero a AMLO, que de las últimas resoluciones del TEPJF; que sí de la Fiscalía del pasado; que del accidente minero; sobre la reforma migratoria; que de la inseguridad en la frontera; de discriminación en el hotel Sheraton; que de la violencia de ETA; que la libertad de expresión, etcétera
¡En fin!
Y me mandaba su colaboración regular que escribía para el periódico local La Vanguardia de Coahuila.
Curiosamente de eso nunca me preguntaba mi opinión. Claro. ¡La opinión la daba él!
Le gustaba mucho charlar al Mario por el Messenger, parecía un joven, quizá fue el primero excomunista mexicano que hizo uso de la tecnología
Lo último que recuerdo fue que hablamos de la caída en las encuestas de AMLO...
"-Y cómo ves a Felipe" (Calderón)- me dijo.
-¡Puede ganar le respondí!
-"Yo también creo"-, me contesto.
Y me acuerdo que de repente me preguntó mi opinión sobre el federalismo y qué pensaba del gobernador Humberto Moreira con respecto al conflicto con el Secretario del Trabajo.
Ah, y casi siempre me preguntaba: "no has visto al Abel".
Así es la vida amigos, como dice el Eclesiastés, o sea el predicador en la biblia:
"Generación va, y generación viene: mas la tierra siempre permanece...y sale el sol, y pónese el sol, y con deseo vuelve á su lugar donde torna á nacer.
El viento tira hacia el mediodía, y rodea al norte; va girando de continuo, y á sus giros torna el viento de nuevo....
¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará: y nada hay nuevo debajo del sol...,
Todo tiene su tiempo:
Tiempo de matar, y tiempo de curar;
Tiempo de destruir, y tiempo de edificar;
Tiempo de llorar, y tiempo de reír;
Tiempo de callar, y tiempo de hablar;
Tiempo de amar, y tiempo de aborrecer;
Tiempo de guerra, y tiempo de paz.
Tiempo de nacer, y tiempo de morir...,
Hoy le toco a Mario.
Mi más sentido pésame a su familia Irma, a sus hijas Mónica, Varinia y Valeria, al Abel, al Chicali, al Rogelio (Hernández y Vizcaíno), al Tamez, al Quintero, al Memo, al Ramy, al Omar, al Gustavo, a Roberto, a Arturo, a Gilberto, a Evaristo y a muchos amigos y compañero más...
A sus compas de Democracia Social y del partido Comunista Mexicano donde milito muchos años.
¡Hasta siempre amigo!
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