16 ago 2009

Bobby and Jackie

Historia de un amor imposible
Noticias de Revista, La Nación, 16 de agosto de 2009 Publicado en edición impresa
Se amaron con pasión ante los ojos indulgentes de los familiares y consejeros, sin que -en la era preweb- una sola indiscreción sobre su amor prohibido se filtrara a los medios. La narración de los detalles de la arrebatada historia de amor que por cuatro años ligó a Jackie Kennedy con su cuñado Bobby es ahora un libro: Bobby y Jackie: una historia de amor ("Bobby and Jackie: A Love Story"), escrito por el estadounidense David Heymann, luego de dos décadas dedicadas a estudiar los archivos del FBI y del servicio secreto, entrevistar al entorno de los Kennedy, incluyendo a Pierre Salinger, Arthur Schlesinger, Jack Newfield, Gore Vidal, Truman Capote y Morton Downey Jr. "Su historia de amor comenzó después del asesinato de JFK -escribe Heymann en el libro que saldrá a fin de mes y del que el New York Post publica algunos extractos-. Y se volvió tan intensa que, cuando le dispararon, fue Jackie y no la mujer, Ethel, a ordenar a los médicos que lo dejaran morir." Según Truman Capote, durante años confidente de la primera dama, su amor nació del compartido luto doloroso. "La suya era una pasión ardiente y sin esperanza", explicaba el autor de A sangre fría. Robert fue el único hombre al que Jackie amó de verdad", continúa el escritor Gore Vidal, pariente lejano de Jackie. Casado y padre de 11 hijos, Bobby no hizo ningún esfuerzo por ocultar la intriga. "Todos conocían lo que sucedía", le narró el entonces ministro de Comercio, Franklin Roosevelt Jr., a Heymann, nominado tres veces para el premio Pulitzer. "Se comportaban como dos adolescentes enfermos de amor. Sospecho que Bobby deseaba abandonar a Ethel para casarse con ella -continúa-, pero obviamente no era posible."
La mujer toleraba la traición -"sabía que él no la iba a dejar nunca", explica el autor-, pero cada vez que la cuñada visitaba a Bobby en Hyannis Port se producían escenas de celos, aunque sin resultado. Durante una cena en el yate presidencial USS Sequoia, seis meses después de la muerte de JFK, en mayo de 1964, Bobby y Jackie salieron a cubierta, dejando a Ethel sola con el resto de los comensales. "Cuando volvieron estaban relajados y satisfechos como dos gatos", ironizaba Schlesinger.
En la Navidad de ese año la heredera Mary Harrington sorprendió a Jackie mientras tomaba sol en topless en la villa de los Kennedy en Palm Beach, con Bobby de rodillas a su lado. "Cuando se besaron, él le puso una mano sobre el seno y la otra dentro del slip: quedé shockeada", testimonia la mujer, que a su vez fue protagonista de una historia pasajera con el hermano menor de JFK.
El desparpajo del senador continuaba dentro de los palacios del poder. Un día, el funcionario del Departamento de Comercio Kenneth McKnight llegó a una reunión nocturna con Kennedy en el Senado, y lo encontró acostado en un sofá con Jackie sentada sobre sus rodillas, con los brazos alrededor de su cuello.
El único que intentó enfrentar esa relación fue Aristóteles Onassis, que amenazó con arruinar a su rival haciendo público el romance. "Puedo enterrar a ese energúmeno", comentó el armador griego con un amigo, aunque terminó no diciendo nada, por temor, según Heymann, a perder a Jackie. Más tarde, cuando ella habló de casarse con el magnate, RFK confesó a Pierre Salinger: "Deberán pasar sobre mi cadáver".
El 16 de marzo de 1968, RFK anunció su carrera hacia la Casa Blanca. Al día siguiente telefoneó a su amigo Jack Newfield desde el departamento de Jackie en Nueva York. "Estaba deprimido y descorazonado -explica el columnista-. Ese había sido su último encuentro de amor."
El 4 de junio, poco después de haber ganado las primarias en California, RFK cayó bajo los golpes de Sirhan Sirhan en el Ambassador Hotel de Los Angeles. Jackie fue rápidamente a su lado y Ethel se apartó, permitiéndole estar sola con él hasta lo último. Bobby estaba cerebralmente muerto, pero su catolicísima mujer se resistía a que le retiraran la asistencia artificial, y el hermano, Ted, no estaba psicológicamente en condiciones de intervenir. A la 1.20 de la mañana del 6 de junio fue Jackie a ordenar a los médicos que lo dejaran morir, luego de haber firmado la autorización y los protocolos hospitalarios. En octubre del siguiente año Jackie Kennedy se casó con Onassis.
Por Alessandra Farkas (Corriere Della Sera)

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