4 dic 2011

El milagro de AMLO

¿Milagro?/ Gerardo Galarza
Excélsior, 4 de diciembre de 2011;
Hoy, 25 años después, resulta que Andrés Manuel López Obrador ha invitado a Manuel Bartlett a ser candidato a senador por Puebla.
El reportero Elías Chávez, entonces mi compañero de cubículo periodístico, inició así el relato de aquella jornada aciaga para el país:
“—¿Se cayó el sistema?
“— No: se calló.
“Callado permanecía también Manuel Bartlett ante las críticas de la oposición. Se había ‘caído’ el sistema de computadoras del Registro Nacional de Electores” y la oposición en pleno le reclamaba al secretario de Gobernación ye presidente de la Comisión Federal Electoral (no existía el IFE, hay que recordar):
“—Empeñó usted su palabra y no cumplió. Nos prometió que tendríamos información. Minuto a minuto, del resultado de las elecciones. Son las cuatro de la madrugada  —del jueves 7 (de julio de 1988)— y todavía no tenemos el resultado de una sola casilla. El sistema de cómputo sigue caído, pero Jorge de la Vega (entonces líder del PRI) ya se anticipó y proclamó el triunfo de Carlos Salinas.”
Unas seis horas antes hasta las puertas de Gobernación habían llegado tres candidatos presidenciales indignados por la forma en que se habían efectuado las elecciones de ese 6 de julio: Cuauhtémoc Cárdenas (del Frente Democrático Nacional), Manuel J. Clouthier (PAN) y Rosario Ibarra de Piedra (PRT). Llegaron a entregar un documento Llamado a la legalidad, en el que denunciaban las evidencias de fraude y solicitaban la reparación de los daños causados. Bartlett les respondió: “No prejuzguemos. Sus imputaciones no están sustentadas. Estamos viviendo un proceso limpio, democrático…”.
Ahí empezó el alejamiento entre Salinas y Bartlett, quienes en el sexenio de Miguel de la Madrid habían competido entre ellos y contra otros priistas, por la candidatura presidencial de su partido. Los cercanos al primero culpaban a Bartlett por “el desaseo” de los resultados electorales y, por lo tanto, la mala fama de su jefe.
Diez meses después, el 5 de mayo de 1989, nació el Partido de la Revolución Democrática (PRD), que agrupó a las diversas organizaciones políticas, sociales y personajes que apoyaron la candidatura de Cárdenas. El PRD no obtuvo directamente su registro como partido político. Su registro es el que  originalmente fue del Partido Comunista Mexicano (PCM). Entre 1996 y 1999, Andrés Manuel López Obrador fue presidente nacional del PRD, partido que en ese entonces todavía reclamaba al gobierno de Salinas de Gortari el asesinato de más de medio millar de sus militantes. Los dos primeros de esa lista fueron Francisco Xavier Ovando y Román Gil Heráldez, del equipo electoral del FDN, ocurridos el sábado 2 de julio, cuatro días antes de las elecciones.
Hoy, 25 años después, resulta que López Obrador ha invitado a Bartlett a ser candidato a senador por Puebla por la coalición que lo apoya en su nuevo intento por ser Presidente de la República, de acuerdo con lo que el político poblano le dijo en entrevista a mi compañero Andrés Becerril, aquí en Excélsior.
Soy de los que creen que los seres humanos tenemos derecho a cambiar de opinión, para bien o para mal, pero también que hay cambios que para creerse deben explicarse y en ellos están todos los de los políticos. Dice don Manuel que, aunque sea candidato lopezobradorista, él seguirá siendo priista y que confía en que no lo expulsen de su partido. ¿Cómo? ¿De llegar al Senado, cómo votaría; como lopezobradorista o como priista o resulta que será lo mismo?
Y del otro lado, ¿cómo explicarle a cuando menos los perredistas originales, los fundadores de su partido, a los que generosamente cedieron su registro, que ahora Manuel Bartlett será su candidato a senador?
Este escribidor confiesa que cree en los milagros del amor, pero está absolutamente seguro de que ellos no ocurren en la política. Lo mínimo que hay que exigirles es congruencia.

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