15 abr 2012

Un pasaporte del siglo pasado/


Un pasaporte del siglo pasado/
Arturo Rodríguez García
Revista Proceso # 1850, 15 de abril de 2012
En una era de alta tecnología en la que la mayoría de los documentos oficiales tienen candados electrónicos y las huellas biométricas de los ciudadanos, los pasaportes que expide la Cancillería mexicana siguen perteneciendo al siglo pasado, son fáciles de robar y de falsificar. Aun así las condiciones que estableció la Secretaría de Relaciones Exteriores a fin de licitar el contrato para elaborar esos documentos siguen siendo prácticamente las mismas de hace veinte años…

Pese a las deficiencias en materia de seguridad del pasaporte mexicano (es fácil de falsificar) y a las recomendaciones internacionales para que México aplique tecnologías de punta en el documento, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) lanzó una licitación que lo mantendrá como está… o peor, en un atropellado proceso con varias irregularidades.
La fase final de la disputa se dio entre dos empresas consideradas consentidas del sexenio de Felipe Calderón: Indra SA de CV y Vangent México SA de CV. Ésta última ganó finalmente la licitación el pasado jueves 12.
Aun cuando el gobierno de Felipe Calderón insiste en el tema de la seguridad y ha incorporado mecanismos muy sofisticados en otros documentos, para los cuales se recaban datos biométricos de los ciudadanos, no ha mostrado interés en mejorar los pasaportes.
A fines del año pasado la licitación del contrato para la emisión del pasaporte mexicano en territorio nacional para el periodo 2012-2014 se declaró desierta con el argumento de que las empresas que manufacturarían el documento no cumplieron los requisitos técnicos de la convocatoria. El concurso se relanzó en febrero.
En un comunicado emitido el 23 de diciembre pasado, la SRE informó la decisión y aseguró que la emisión de pasaportes no se vería afectada.
La nueva licitación fue por un contrato que incluye un sistema de expedición de pasaportes con procesos de captura de datos biográficos y biométricos, personalización, control de calidad, digitalización y administración de la expedición, expuso la dependencia.
Además el proveedor debe proporcionar a las delegaciones estatales de la SRE los equipos de cómputo, establecer un sistema de captura de datos y aportar el personal especializado en tecnologías de la información para operar el sistema.
El contrato anterior fue asignado a la empresa Indra Sistemas de México, filial mexicana de la española Indra. Dicha empresa es señalada por otros competidores como la tradicionalmente favorecida por la Cancillería.
En su portal electrónico Indra se define como “una compañía global de tecnología, innovación y talento, líder en soluciones y servicios de alto valor añadido que opera en más de 118 países y cuenta con más de 36.000 profesionales a nivel mundial”.
En el caso de México, Indra ha obtenido diferentes contratos con el gobierno de Calderón, entre ellos el de los pasaportes, por un monto de 344 millones de pesos y que se venció en 2011.
Finalmente la licitación fue ganada por Vangent, otra favorecida del sexenio y que también es responsable de la elaboración de las credenciales del Instituto Mexicano del Seguro Social.
Licitación irregular
Con una licitación pública mixta internacional, identificada con el número 00005003-001-12, la SRE emitió la nueva convocatoria para concursar por la elaboración y los servicios incluidos en la emisión del pasaporte.
Cinco grupos se registraron y presentaron sus propuestas. Según el Acta de Presentación y Apertura de Proposiciones relativas a la mencionada licitación, el pasado 22 de marzo acudieron a las instalaciones de la dependencia los representantes de las empresas.
Por el tipo de proposiciones, los licitantes se agruparon para tener una participación conjunta en el proceso, en el que destaca que todas incluyen trasnacionales que, como ya ocurre, manejarán información de los ciudadanos mexicanos.
Además de llevar muestras y otros requerimientos técnicos de la licitación, también ofertaron sus servicios en millones de dólares. Las empresas se registraron en el siguiente orden.
Indra Sistemas de México, en participación conjunta con Indra Sistemas, 3M México, Filedata, Alestra, Microformas y GD it Solutions. Ofrece sus servicios por un monto mínimo de 26.77 millones y un máximo de 63.94 millones de dólares.
Axtel, en asociación con Avantel, Avantel Infraestructura, TKNE Soluciones, Smartmatic México, Técnica Comercial Vilsa, OVD Kinegram, Toshiba de México y Druk Internacional, con un monto mínimo de 34.05 millones y un máximo de 75.86 millones.
Otra propuesta fue presentada por Integradores de Tecnología, asociado con Interconecta, Global Enterprise Technologies Corp, Lógica Aplicaciones Soporte y Servicio, Metro Net y Human Desk. El monto mínimo planteado fue por 53.69 millones y el máximo, 122.54 millones.
Además SixSigma junto con Servicios y Procesos del Noreste, Soporte Remoto de México, De la Rue México, De la Rue Internacional y Tour Face de México. Su monto mínimo era de 22.28 millones y un máximo de 42.97 millones.
La quinta propuesta fue de Vangent en participación con Mainbit, TED Tecnología Editorial y Oberthur Technologies. El monto mínimo propuesto por estas empresas asciende a 18.69 millones y el máximo a 36.16 millones.
El acto de presentación de propuestas se vio empañado desde el principio por los representantes de Indra, solapados por los empleados de la Cancillería. Al momento de iniciar los trámites los licitantes debían presentar una serie de carpetas con la información técnica y las muestras de los pasaportes. Ya casi para concluir el procedimiento –donde estuvieron como testigos sociales Uriel Fragoso y Laura Jácome, de la organización Trasparencia Mexicana– se les preguntó a los participantes si deseaban hacer alguna aclaración u objeción.
Luis Gerardo González Márquez, representante de Indra, se apresuró: “Se solicita se asiente en el acta que las muestras se encontraban en la caja en la que se devolvieron las libretas y que las láminas de muestra fueron entregadas en tiempo y forma, las cuales pertenecen a la propuesta”.
Los representantes de los grupos encabezados por Integradores de Tecnología y por Axtel pidieron que se asentara en el acta una irregularidad: los empleados de Indra presentaron un paquete en el que faltaban las muestras y las láminas de seguridad, por lo que retiraron la caja de la sala y la reingresaron completa después.
“(Es) una grave anomalía el hecho de retirar del acto de apertura de proposiciones, una vez iniciado, parte de la propuesta y el reingreso de la misma”, expresó Víctor Hugo Ceja Estrada, representante legal de Axtel.
Hubo otra anomalía: en las licitaciones debe estar presente el titular o algún representante del Órgano Interno de Control, dependiente de la Secretaría de la Función Pública (SFP) y aunque se tenía previsto que asistiera Jorge Vargas Mendoza en representación de esa instancia, Proceso confirmó que no lo hizo.
Malos antecedentes
Algunas de las empresas mencionadas han tenido problemas graves en sus contratos con el gobierno.
Mainbit y TED Tecnología Editorial, las empresas asociadas con Vangent en esta licitación, fueron las contratistas del fallido programa Enciclomedia. Vangent es la denominación reciente de la empresa Soluciones Pearson, también inhabilitada por la SFP según el expediente SPC-065-2006 cuyo extracto se publicó el 2 de enero de 2007 en el Diario Oficial de la Federación. Revirtió la sanción con un amparo.
Proceso intentó identificar el motivo de la inhabilitación pero el portal Compranet no la tiene registrada en los padrones de proveedores ni en el de proveedores sancionados.
Vangent ya tiene otro jugoso contrato gubernamental, uno cercano a los mil millones de pesos para emitir de ocho a 20 millones de credenciales nuevas y entre 500 mil y 1 millón 200 mil reexpediciones de credenciales del IMSS. Por lo tanto, dicha empresa de origen estadunidense tendrá ahora la base de datos del IMSS y además la de los pasaportes.
En general, la mayoría de las participantes han tenido problemas con sus contratos con el gobierno mexicano. Otra empresa problemática es la asociada con Indra, Microformas. De acuerdo con el expediente OIC-AR-PAS-0001/2003 dicha empresa fue inhabilitada para celebrar contratos con el gobierno federal durante un periodo de seis meses en 2003. Microformas también tuvo el contrato de los pasaportes en el sexenio de Vicente Fox.
A propósito de los pasaportes, en el sexenio de Ernesto Zedillo la SRE otorgó el contrato a la filial en México de la británica De la Rue. De esa época datan los problemas de seguridad con el pasaporte mexicano, pues entre otras cosas produjo alrededor de 100 mil documentos defectuosos.
Con el oficio DGD-10391, fechado en noviembre de 2000, la Cancillería conminó a De la Rue a emitir nuevos pasaportes en sustitución de los defectuosos, así como la reconvino por un déficit de otros 54 mil. El documento estableció: “Resulta lamentable que continúen detectándose defectos de impresión de las guardas, lo que denota una superficialidad en los controles de calidad”.
Seguridad comprometida
En el caso de los pasaportes producidos hasta ahora por Indra, se han abierto peligrosas brechas de seguridad debido a la facilidad con que se pueden falsificar, un asunto que la Cancillería niega.
Pero la falsificación de pasaportes mexicanos es un hecho público. En diciembre pasado se dio a conocer una operación (llamada Huésped) mediante la cual una red delictiva internacional intentó introducir al país, con falsa identidad mexicana, a Saadi Gadafi, hijo del líder libio Muamar Gadafi.
El pasado 5 de febrero, en su columna del diario Ovaciones Fernando Fuentes Muñiz explicó que a la mencionada red delictiva a la que se refirió el secretario de Gobernación Alejandro Poiré, se le habían decomisado 4 mil 500 pasaportes mexicanos, unos falsos y otros robados.
Y es que el robo de pasaportes, inclusive de instalaciones de la SRE se ha hecho evidente varias veces. La revista Zeta dio a conocer a mediados de enero pasado que un lote pequeño, 44 pasaportes, estaba extraviado. Aunque en un principio la dependencia lo negó, Zeta confirmó en su edición 1973, del 23 de enero, que sí estaban perdidos y que se habían recuperado 24.
No es todo. Una de las empresas licitantes envió a la canciller Patricia Espinosa una carta para advertirle de los riesgos de seguridad con la licitación número 00005003-001-12. El documento publicado por el diario Reforma el pasado 7 de febrero, asegura que por las características de la licitación están en riesgo la contratación del servicio y la seguridad del documento.
En términos técnicos, la convocatoria establece que se pueden ofrecer láminas con desmetalización o con tinta metálica.
Reforma citó, del documento empresarial: “La desmetalización es una característica de seguridad de las láminas holográficas y la tinta metálica es una simple impresión sobre la lámina”.
Más claramente Vangent se refiere a que al abrirse a cualquiera de estas dos propuestas, la SRE está previendo que puede admitir una impresión del pasaporte con un sistema especial o, simplemente, utilizar una impresora láser que se puede adquirir en cualquier tienda.
Otro de los aspectos referidos por el competidor –y ahora ganador del contrato– es que la licitación establecía una experiencia que sólo Indra cumplía.
En cuanto a la seguridad de los pasaportes, hay lineamientos internacionales que México no aplica. La Organización Internacional de Aeronáutica Civil (ICAO, por sus siglas en inglés) de las Naciones Unidas ha hecho una serie de recomendaciones que incluyen el uso de pasaporte electrónico, el “pasaporte-e”.
En su documento 9303 la ICAO especificó los aspectos técnicos del pasaporte-e, que contiene un chip para almacenar información biográfica y biométrica del ciudadano al que se le otorga.
En países como Estados Unidos el pasaporte-e existe desde 2006 y tenerlo es una de las condiciones para los países que participan en el programa de exención de visa. Canadá, Brasil, Chile y Argentina ya usan el pasaporte-e.
También España, donde tiene su asiento la empresa Indra, tiene el pasaporte-e, pero a diferencia de lo que ocurre en México, donde se entrega la contratación a empresas privadas, el documento es expedido allá conjuntamente por la Casa de la Moneda y la Policía Nacional.
Pese a todo esto la Cancillería siguió adelante con la licitación y convocó a los participantes a escuchar el fallo el pasado 29 de marzo. Ese día, con los representantes de las empresas reunidos, se informó que el resultado de la licitación no estaba listo y se pospuso la decisión.
Los concursantes acudieron a la SRE el jueves 12, donde discutieron las propuestas durante seis horas. Vangent fue la empresa la que resultó favorecida con el fallo que le concedió el contrato por un mínimo de 21 millones de dólares para elaborar los pasaportes mexicanos los próximos 33 meses.


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