21 mar 2014

El Juez Al Gonzales/ Fred Álvarez


El Juez Al Gonzales/ Fred Álvarez
Retrospectiva; noviembre de 2004
Muchos nos preguntamos que hará el presidente Bush con el amplísimo margen de maniobra en su segundo periodo, sobretodo libre de preocupaciones electorales. ¡Los cambios en su gabinete son una pista de lo que vendrá!  En este momento, el cambio más importante – además de la ratificación del jefe de gabinete de la Casa Blanca, Andrew Card- es la del Secretario de Justicia.
Además, el tema del terrorismo será una constante no sólo para EU sino para el mundo en general. No es casual que la próxima Conferencia del Asia pacifico para el desarrollo Económico (APEC) a celebrarse en Santiago de Chile, estará dedicada -además del libre comercio, Transparencia y democracia-, al tema de la campaña contra el terrorismo. El tema fue incluido en la agenda como consecuencia del llamado Compromiso de Bangkog, que los gobernantes firmaron el año pasado en una cumbre que marcó el giro de la APEC hacia asuntos de seguridad internacional como complemento de la promoción económica y comercial.
 La renuncia de Ashcroft era de esperarse, el motivo problemas de salud. Lo hizo -justo cuando en México se celebraba la reunión binacional- a través de una carta escrita a mano, explicándole al presidente las razones de su renuncia, dijo: “El objetivo de garantizar la seguridad de los estadounidenses de la criminalidad y del terror ha sido conseguido. Sin embargo, me parece que el Departamento de Justicia será mejor servido por nuevos líderes con inspiración fresca”.
Ashcroft fue una de las figuras más controvertidas durante el gobierno de Bush, toda vez que fue el artífice y celoso guardián de la controvertida "Patriotic Act". 
La  Ley Patriota fue aprobada por el Congreso casi por unanimidad (una abstención y un voto en contra), al calor de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001: La ley limitó las libertades civiles y autorizó a la policía a grabar conversaciones telefónicas, realizar detenciones preventivas y compartir informaciones de inteligencia sin supervisión de los tribunales. Obviamente para los grupos de derechos civiles y sobretodo latinos fue un paso atrás en la lucha por la protección de los derechos civiles e individuales.
Para sustituir a Ashcroft circularon varios nombres, entre ellos, Larry Thompson, quien fue subsecretario de Justicia,  Marc Racicot, ex gobernador de Montana y presidente de la campaña de Bush, el conocidísimo Rudolph Giuliani, ex alcalde de la ciudad de Nueva York; además del el ex senador de Missouri, John C. Danforth, parte del grupo de religiosos conservadores y Alberto Gonzales, asesor legal de la Casa Blanca desde el año 2001.
El presidente Bush decidió nombrar a este último, sin duda uno de sus más cercanos colaboradores; la carrera política de Gonzales ha estado entrelazada con la del presidente George W. Bush desde los últimos diez años. Cuando éste fue elegido gobernador de Texas, lo nombró como asesor general; luego Secretario de Estado - en sustitución de Tony Garza, actual embajador de México- Y lo propuso como juez de la Suprema Corte de Justicia de Texas. Cuando llegó a la Casa Blanca, le confió su actual puesto.
 “Esta es la quinta ocasión en que le pido al juez Gonzalez que se ponga al servicio de los ciudadanos y estoy muy agradecido de escuchar su ‘sí’, dijo el Presidente al anunciar la nominación. "Señor Presidente, gracias..., (y) '"Simplemente déme una oportunidad de probar lo que valgo" -- esa es una plegaria común para aquellos en mi comunidad.... Con el consentimiento del Senado, la ayuda de Dios y el respaldo de mi familia, haré lo posible para justificar la confianza que refleja este nombramiento.”
 Las reacciones de su nombramiento entre las organizaciones latinas no se hicieron esperar; la mayoría aplaudió la decisión; es un acto de justicia hacia los hispanos por parte de la Casa Blanca, dijo la directora del Consejo Nacional de La Raza Janet Murguía.
 Hay también fuertes críticas por haber sido el responsable de un memorándum en que el Presidente se arrogaba el derecho a ignorar las prohibiciones legales contra el uso de la tortura, así como la Convención de Ginebra sobre el trato a prisioneros de guerra.
 Escribió en febrero del 2002 una polémica nota en la que presidente Bush reclamaba el derecho a pasar por alto las leyes contra la tortura y los tratados internacionales que protegían a los prisioneros de guerra. Esa posición fue criticada intensamente por los grupos de derechos humanos, quienes afirmaron que condujo al tipo de abusos descubiertos en el escándalo de la prisión de Abu Ghraib en Irak.
Textual:  "como ya ha expresado usted (presidente), la guerra contra el terrorismo es un nuevo tipo de guerra" (en la que se) "valora de manera extraordinaria factores como la capacidad de conseguir rápidamente información de los terroristas detenidos y de sus patrocinadores para evitar nuevas atrocidades contra ciudadanos estadounidenses"...., "A mi juicio, este nuevo paradigma convierte en obsoletas las estrictas limitaciones de Ginebra sobre los interrogatorios a los prisioneros enemigos y convierte en marginales algunas de sus disposiciones".
Obviamente González no es un liberal, de hecho es considerado un conservador como buen republicano, pero afortunadamente no pertenece la derecha cristiana. Es más, los republicanos más conservadores dieron de inmediato el visto bueno al nombramiento porque temían que acabara en la Corte  sustituyendo al Juez William Rehnquist, y para los demócratas cualquiera es bueno, siempre y cuando no sea Ashcroft.
Pero su designación es histórica, saludable  y honra a los latinos. “La llegada de Gonzales a Justicia no cambiará los principios seguidos hasta ahora en la guerra contra el terrorismo, porque es un protagonista clave en su formulación original.
 Sin embargo, se distingue de Ashcroft por ser más moderado en otras áreas sociales como Acción Afirmativa. Su nominación..., honra a los latinos, pero eso no significa que los hispanos no exijan que sea sometido al severo escrutinio legislativo que merece todo candidato a un puesto tan relevante como es el de la aplicación de las leyes de nuestro país.” Dice el editorial del periódico La Opinión de Los Angeles (11 de noviembre).
Y en efecto, su ascendencia con mexicanos podría servir en mucho – junto con el embajador Tony Garza, quien sin duda será ratificado- para fortalecer la relación bilateral.
Además Al –así le dicen los amigos-  es sensible a esos temas habla español sin acento anglosajón. 
Debo decir que lo conocí hace años. En abril de 1996 participó activamente en un modesto y discreto seminario de tres días en Saltillo, Coahuila; los temas eran migración, narcotráfico y  TLC. Participaron analistas políticos, periodistas y dirigentes del Consejo Americano de Jóvenes Lideres (The American Council Of Young Political Leaders. Hubo cuatro invitados de EU – dos demócratas y dos republicanos-, uno de ellos era Al entonces de 41años y abogado del gobernador Bush. 
De toda la discusión que tuvimos entonces el futuro Secretario de Justicia tomo nota.
PD:  Alberto R. Gonzales anunció su renuncia como Fiscal general de EU la mañana del día 27 de agosto de 2007, la cual surtió sus efectos el 17 de septiembre de 2007, ello como consecuencia de los escándalos en torno al espionaje, la polémica destitución de nueve fiscales y las denuncias de torturas en Guantánamo y Abu Ghraib (generando mucho debate su afirmación de que la Convención de Ginebra estaba obsoleta).
En un comunicado al Departamento de Justicia, Gonzales agradeció al presidente Bush su amistad y ha añadido que a pesar de sus propios problemas, considera que ha sido un gran privilegio dirigir el departamento. "He vivido el sueño americano. Incluso mi peor día como Fiscal General ha sido mejor que el mejor de mi padre", ha declarado Gonzales.
Perfil:
Alberto R. Gonzales, 49 años; hijo de trabajadores inmigrantes, nació en  San antonio, Texas, el 4 de agosto de 1955,Texas- asistió a la Academia de la Fuerza Aérea; graduado en la Universidad de Rice, en 1979; licenciado en derecho por la Universidad de Harvard, 1982; ( sus padres hicieron un enorme esfuerzo para darle esa educación) Asesor legal de la Casa Blanca (2001-al presente); juez de la Corte Suprema de Texas (1999-2000); secretario de estado de Texas (1997-1999); asesor legal del gobernador de Texas (1995-1997); abogado corporativo en el bufete de Houston de Vinson & Elkins (1982-1995).
Familia, Esposa Rebeca y tres hijos; Graham, Gabriel y Jared.
Office of the Press Secretary
10 de noviembre de 2004
DECLARACIONES DEL PRESIDENTE Y CANDIDATO A FISCAL GENERAL, EL JUEZ ALBERTO GONZÁLES
The Roosevelt Room
3:40 P.M. EST
EL PRESIDENTE: Buenas tardes. Me complace anunciar mi designación del Juez Al Gonzáles para que sea fiscal general de los Estados Unidos. Esta es la quinta vez que le he pedido al Juez Gonzáles que se ponga al servicio de sus conciudadanos, y estoy muy agradecido de que siga diciendo que "sí".
  Hace una década, cuando fui elegido gobernador de Texas, le pedí a Al que fuese mi asesor jurídico. Continuó su distinguido servicio como secretario de estado de Texas y juez del Tribunal Supremo de Texas.
 Desde que llegué a Washington hace cuatro años, se ha desempeñado con habilidad e integridad en la Casa Blanca en su capacidad de asesor jurídico del Presidente. He contado con Al Gonzáles para que elija a los mejores candidatos para los tribunales federales, una de las responsabilidades más importantes del Presidente.
 Su gran intelecto y sensatez han ayudado a forjar nuestras políticas en la guerra contra el terrorismo - políticas concebidas para proteger la seguridad de todos los estadounidenses y, a la vez, proteger los derechos de todos los estadounidenses. En su calidad del principal funcionario legal del personal de la Casa Blanca, ha dirigido a un equipo excelente de abogados y ha mantenido las más altas normas de ética gubernamental. Tenía mucha confianza en Al para comenzar; no ha hecho sino aumentar con el tiempo.
 Durante la última década, he llegado a conocer el carácter de este hombre. Siempre me da su opinión franca. Es una voz calmada y firme en momentos de crisis. Tiene principios inquebrantables, un gran respeto por la ley, y él y Becky son amigos muy queridos de Laura y míos. míos, y también soy amigo de Graham y Gabriel Gonzáles.
 Mi más reciente candidato al gabinete creció en una casa de dos habitaciones en Texas con sus padres y siete hermanos. La madre y el padre de Al, Pablo y María, eran trabajadores migratorios que nunca terminaron los estudios primarios, pero trabajaron arduamente para educar a sus hijos e infundir en ellos los valores de la reverencia e integridad y responsabilidad personal. Estas buenas personas llegaron a ver a su hijo, Al, estudiar en Rice University y Harvard Law School. María vive en Humble, Texas en la casa que su esposo construyó, y sólo puedo imaginarme cuán orgullosa está hoy de su hijo, Al.
 Desempeñarse como fiscal general es uno de los deberes más difíciles de nuestro gobierno. En su calidad del principal oficial de la ley de la nación, Al continuará los grandes logros de nuestro gobierno al combatir el crimen, fortalecer la FBI, mejorar nuestros esfuerzos nacionales en la guerra contra el terrorismo. Como defensor de las leyes del derecho civil, se asegurará de que los estadounidenses estén protegidos de la discriminación para que cada persona tenga la oportunidad de vivir el Sueño Americano, como él mismo lo ha hecho.
 Con la aprobación del Senado, el Juez Gonzáles será el sucesor de otro excelente funcionario público, el Fiscal General John Ashcroft. El Fiscal General Ashcroft se ha desempeñado excelentemente durante tiempos difíciles. En cuatro años, ha reorganizado el Departamento de Justicia para afrontar la nueva amenaza del terrorismo. Ha aplicado de manera equitativa y enérgica la Patriot Act y ayudado a desmantelar células de terrorismo dentro de los Estados Unidos. Bajo su mando, los delitos violentos han alcanzado su punto más bajo en 30 años, y los procesos de crímenes cometidos con armas han alcanzado su más alto nivel. El uso de drogas entre nuestros estudiantes ha bajado. La confianza en los mercados financieros ha sido restaurada porque el fiscal general procedió enérgicamente contra el fraude empresarial. Y gracias al liderazgo de John Ashcroft, Estados Unidos ha aumentado sus esfuerzos para proceder contra la explotación cruel de niños por traficantes de pornografía por Internet. La nación está más segura y más aun hoy porque John Ashcroft ha servido a nuestro país tan bien.
 Estoy comprometido al liderazgo firme y basado en los principios en el Departamento de Justicia, y el Juez Al Gonzáles será ese tipo de líder como el octogésimo fiscal general de los Estados Unidos. Insto al Senado a que actúe prontamente sobre esta importante designación. Espero ansiosamente acoger a mi gran amigo al gabinete.
 Felicitaciones. (Aplausos.)
 JUEZ GONZÁLES: Gracias, señor Presidente. Me acompañan hoy, como dijo el Presidente, mi bella esposa, Rebecca, y dos de nuestros tres hijos, Graham y Gabriel. Y en nombre de los miembros de mi familia, entre ellos, mi mamá, María, y nuestro otro hijo, Jared, gracias, señor Presidente, por esta extraordinaria oportunidad.
 Este ha sido un día de emociones encontradas para mí. obviamente, gran humildad y gratitud, pero también un poco de tristeza que, si se me confirma, ya no conduciré a trabajar todos los días a la Casa Blanca, ni interactuaré tan estrechamente con los admirables funcionarios de la Casa Blanca, entre ellos, mi gran equipo en la Oficina del Asesor Jurídico, todos dirigidos hábilmente por mi amigo y mi fuente de inspiración, el Jefe de Gabinete Andy Card. 
 Pero sí anhelo, si se me confirma, continuar trabajando con mis amigos y colegas en la Casa Blanca en una capacidad diferente en nombre de nuestro Presidente, al seguir haciendo a los Estados Unidos mejor, más seguro y más fuerte.
 En mi condición de ex juez, bien sé que los cargos gubernamentales requieren un nivel especial de confianza e integridad. El pueblo estadounidense espera y merece un Departamento de Justicia guiado por el imperio de la ley, y no deber haber duda alguna sobre la dedicación del departamento a la justicia para cada estadounidense. Este principio no puede comprometerse.
 Estoy agradecido con el Fiscal General Ashcroft, quien, como el Presidente acaba de reconocer, actuó bien durante un tiempo histórico para nuestro país. Aprecio la valentía y amistad de John Ashcroft, y me esforzaré mucho para aprovechar su labor.
 Finalmente, a nuestro Presidente, cuando hablo con personas por todo el país a veces les digo que en la comunidad hispana se comparte una esperanza de una oportunidad de tener éxito. "Simplemente déme una oportunidad de probar lo que valgo" -- esa es una plegaria común para aquellos en mi comunidad. Señor Presidente, gracias por esa oportunidad. Con el consentimiento del Senado, la ayuda de Dios y el respaldo de mi familia, haré lo posible para justificar la confianza que refleja este nombramiento. Gracias, señor. (Aplausos.)

No hay comentarios.: