11 ene 2016

Qué han dicho las columnas políticas en estos tres días sobre la detención de Guzman?

Las columnas políticas, hoy, 11 de enero de 2016
BAJO RESERVA
Periodistas El Universal
El Chapo, un premio para la inteligencia
De entre los muchos esfuerzos oficiales que llevaron a la recaptura de Joaquín Guzmán Loera, alias El Chapo, las agencias de inteligencia del país realizaron un trabajo impecable. Luego de detectar que la actriz mexicana Kate del Castillo mantenía comunicación con el capo desde octubre de 2014 por medio de cartas, supieron que si seguían a Kate tarde o temprano ella los llevaría a El Chapo, y así fue. Con paciencia documentaron los encuentros de Del Castillo con el equipo legal de Guzmán Loera y la llegada a México de Sean Penn para reunirse con El Chapo. Dejaron correr todo, permitieron que el encuentro se diera y cuando estaban seguros de que el objetivo estaba en el Triángulo Dorado, armaron días después el operativo para detenerlo. En esa ocasión El Chapo escapó al usar a una mujer y una menor como escudos humanos, pero fue el principio del fin, pues desde entonces y hasta el pasado viernes, cuando finalmente fue capturado, también gracias a una operación de inteligencia, tuvo que estar a salto de mata. Al final del día, inteligencia y paciencia tuvieron su premio.
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FRENTES POLÍTICOS/Excelsior
I.La confesión. El surrealismo armó revuelo. Si hay un elemento rescatable de la entrevista para Rolling Stone concedida por Joaquín El Chapo Guzmán al actor Sean Penn, por mediación de la actriz Kate del Castillo, es precisamente una declaración que le significará la tumba ante cualquier tribunal de justicia. El narco más poderoso del planeta reconoció por primera vez: “No quiero ser retratado como monja. Suministro más heroína, metanfetaminas, cocaína y mariguana que cualquiera en el mundo. Tengo una flota de submarinos, aviones, camionetas y barcos”, confió. Ya atrapado en la vanidad, lució una camisa azul estampada del diseñador italiano Etro, de 270 euros. Su soberbia, esta vez, lo hundirá.
 II.El delito de omisión. Habría sido un golpe demoledor para la administración del presidente Enrique Peña Nieto que la revista Rolling Stone publicara la entrevista entre Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, y el dos veces ganador del Oscar, Sean Penn, mientras las fuerzas federales con miles de hombres lo buscaban en cada rincón del Triángulo Dorado. Lo que no se entiende de una publicación que se precia de seria es por qué guardó el material desde octubre, fecha en que habrían ocurrido al menos dos encuentros con el capo de las drogas, los días 2 y 11. ¿Escondía una intención, un cálculo político? ¿Esperaba el momento adecuado para aniquilar al Presidente, a su partido y a funcionarios mexicanos? Por qué tardaron más de dos meses, ¿por qué? Deben aclararlo.
 III.Error cinematográfico. La entrevista que el capo concedió a los actores fue, justamente, una de las claves en el rastreo que llevó a su captura. Pero esto no es ficción. Tanto Sean Penn como Kate del Castillo tienen cuentas pendientes con la justicia. Ahora, tanto ellos, como los responsables de la publicación en Rolling Stone, deben responder muchos temas. Uno de ellos, cuando Penn relata que el vehículo en que viajaba fue interceptado por un retén de “oficiales mexicanos”, y uno de ellos al ver que en el vehículo viajaba el hijo de Joaquín Guzmán, da la orden de que los dejen pasar. “La corrupción, la complicidad de las autoridades en su apogeo”, escribió Penn. Algo más. El proceso de extradición de El Chapo a EU marcha sobre ruedas.
 IV.El ruin. Andrés Manuel López Obrador, líder de Morena, dijo que el gobierno hace un jolgorio por la captura de El Chapo, pero no puede localizar a los 43 de Ayotzinapa. Y criticó el alarde de publicidad tras la reaprehensión. Y hay otros temas. Pero que alguien le explique la diferencia entre ambos casos. El líder del cártel del Pacífico estaba vivo y los normalistas no, como lo demostraron pruebas científicas en al menos dos casos. Y ya que habló de Iguala, que recuerde que fue él quien respaldó a José Luis Abarca como candidato del PRD a la alcaldía, a pesar de los señalamientos que existían en su contra. ¿Le falla la memoria?, ¿o se acuerda sólo de lo que le conviene?
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TRASCENDIÓ/Milenio
Que no han faltado expertos que descalifican la jefatura del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, del gabinete y el Consejo Nacional de Seguridad en el trabajo de inteligencia y los operativos clave para lograr, cinco meses después de la fuga, la reaprehensión del delincuente más buscado del mundo.
Lo cierto es que, junto con el trabajo que hicieron las fuerzas armadas, sobre todo la Marina, a Osorio Chong le funcionaron con éxito dos de las instituciones de las que es directamente responsable: el Cisen y la Policía Federal.
Que son indiscutibles los méritos de la Marina Armada, a cuyo cargo estuvieron las acciones decisivas para lograr la reaprehensión de El Chapo, como, por su parte, el peinado de terreno en el Triángulo Dorado realizado por el Ejército y que (en combinación con lo de la entrevista y la intención de hacerse una película por parte del capo, así como su comunicación con su abogado, Kate del Castillo y Sean Penn) “hizo bajar” de la sierra al célebre narcotraficante y multihomicida.
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TEMPLO MAYOR/Reforma
ES PROBABLE que la próxima vez que Sean Penn se encuentre con “El Chapo” Guzmán no sea necesario volar en avioneta a lo más profundo de la sierra, sino simplemente tomar un taxi.
Y ES QUE la extradición del líder del Cártel de Sinaloa a Estados Unidos se ve cada día más cercana, por la disposición de las autoridades mexicanas y por las ansias de los gringos por tenerlo.
HAY algunas ciudades “peleando” por recibir a tan distinguido huésped en sus cárceles, como Chicago, donde la poderosa Comisión Anticrimen pidió que sea allá donde se le juzgue.
EL ORGANISMO, creador de la lista de enemigos públicos, considera que comparado con Guzmán, Al Capone era un novato.
OTRA OPCIÓN es Nueva York, y más específicamente Brooklyn, donde actualmente el sinaloense enfrenta 21 cargos criminales, incluidos 12 asesinatos.
EL QUE debe estarse mordiendo la lengua es Jesús Murillo Karam, pues cuando estaba al frente de la PGR dijo que sí extraditaría a El Chapo… pero dentro de 300 años. Otra verdad histórica que se le escapa.
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¿Será?/24 Horas
Seducidos por El Chapo
Desde hace algunos meses, en el gobierno federal llamaron mucho la atención las muestras de admiración que expresaron sobre El Chapo y otros barones del narcotráfico algunos personajes como Kate del Castillo y Epigmenio Ibarra, el productor y director de cine más identificado con la izquierda mexicana. Incluso, este último se ha dedicado a realizar series que exaltan la vida y obra de narcotraficantes, porque, según declaró, son los únicos héroes que hay en México. Ahora, sólo falta ver qué otras personalidades de las artes tuvieron o tienen relaciones ocultas con Joaquín Guzmán. ¿Será?
La reivindicación
Contra viento y marea, el titular del Cisen, Eugenio Ímaz, se mantuvo en el cargo tras la segunda fuga de El Chapo. Esa dirección fue de las más cuestionadas y hasta se le adjudicó la mayor parte de la responsabilidad en la evasión del narcotraficante. Seis meses después ya tuvo la oportunidad de reivindicarse. La actuación del Cisen, nos cuentan, fue determinante en la reaprehensión de Joaquín Guzmán Loera en Los Mochis, Sinaloa. ¿Será?
Quieren salir en la foto
El pasado viernes, antes de la presentación de El Chapo en el hangar de la PGR, fue evidente que los funcionarios encargados de la logística del mensaje a medios no se ponían de acuerdo en la posición que debían ocupar los encargados del Gabinete de Seguridad e hicieron cambios de lugares en tres ocasiones. Cuentan que esta situación no es más que la continuación de los empujones que se dieron algunos secretarios de Estado durante la reunión con embajadores, cuando se leyó el tuit del Presidente, para salir a cuadro. ¿Será?
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Lenguas Viperinas/LSR
EN EL CEN del PAN analizan el impacto bueno o malo que les traerá a la próxima contienda electoral con la detención de Joaquín El Chapo Guzmán. Para sorpresa de todos los panistas, en el estado aún se refleja este fenómeno a favor o en defensa del Capo. Serán unos días intensos para los del PRI el PAN en el estado.
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Los celos del general/Martha Anaya  
!4 Horas.
¡Claro que se emocionaron los embajadores y los cónsules mexicanos con la detención de Joaquín Guzmán Loera!   ¡Y por supuesto que les encantó compartir su alegría con el presidente Enrique Peña Nieto y brindarle ese largo, larguísimo aplauso!   Pero la comidilla diplomática al final de la reunión fue
¡Claro que se emocionaron los embajadores y los cónsules mexicanos con la detención de Joaquín Guzmán Loera!
¡Y por supuesto que les encantó compartir su alegría con el presidente Enrique Peña Nieto y brindarle ese largo, larguísimo aplauso!
Pero la comidilla diplomática al final de la reunión fue lo ocurrido poco antes, cuando el secretario de Gobernación, también frente a ellos, les dio la noticia de la detención de El Chapo.
Resulta que cuando Miguel Ángel Osorio Chong volvió a la reunión anual de los miembros del Servicio Exterior para dar la noticia –había interrumpido su participación para hablar con Peña–, el secretario de Marina, Francisco Vidal Soberón, sin atril al frente, quedó situado a su derecha, y la canciller Claudia Ruiz Massieu a su izquierda.
¿Y el secretario de la Defensa Nacional? He ahí el detalle: el general Salvador Cienfuegos quedó relegado a la derecha del almirante… ¡y eso sí que lo puso verde!
De inmediato tomó del brazo a Soberón y lo mandó de un empujón al otro lado: a la izquierda de la secretaria de Relaciones Exteriores.
Ya imaginarán el asombro de los diplomáticos, tan dados a las formas, ante semejante escena. Porque lo vieron desde el ex canciller Bernardo Sepúlveda, el embajador emérito Sergio González Gálvez; el subsecretario Carlos de Icaza y cerca de un centenar de miembros del servicio exterior; hasta invitados especiales, como el secretario de Turismo, Enrique de la Madrid.
Pero no todo quedó ahí. Cuando Osorio Chong comenzó a dar la noticia de la reaprehensión del líder del Cártel de Sinaloa, el titular de la Marina-Armada le pasó su celular a Osorio para que leyera el tuit que acababa de enviar el jefe del Ejecutivo: “Misión cumplida: lo tenemos”.
Cienfuegos se trabó. No le quedó otra que aguantarse.
Pero eso sí, el general secretario se convirtió en la comidilla de los diplomáticos.
Un R-15 en la alcantarilla.- He aquí que a algunos corresponsales extranjeros les dio por asomarse el sábado pasado a las alcantarillas en Los Mochis para ver si daban con aquella por la que salieron El Chapo y El Cholo.
Cuál no sería su sorpresa cuando al levantar una alcantarilla –en uno de los puntos señalados por la leyenda urbana–, ¡apareció un R-15! Sí, ahí estaba el fusil –presumiblemente del jefe de seguridad Iván Gastélum-, solito y su alma, recargado en una de las paredes del drenaje.
¡Y que se arma todo un circo entre prensa y curiosos en torno al R-15! Más de 20 personas apiñadas alrededor de la alcantarilla, tapando un carril vehicular y armando un verdadero relajo.
Pasaron por ahí tres camiones repletos de marinos y ni por curiosidad se asomaron… ¡Más de una hora permaneció ahí el fusil sin que apareciera autoridad alguna!
(…)
 GEMAS: Obsequio de Joaquín El Chapo Guzmán, en entrevista con el actor Sean Penn para la revista Rolling Stone: “¡Yo distribuyo más heroína, metanfetaminas, cocaína y mariguana que nadie en el mundo! ¡Tengo una flota de submarinos, aviones, camiones y barcos!”.
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‘EL CHAPO’ EN EL CINE; LA DOBLE MORAL DE KATE/Ricardo Alemán
El Universal, 
Resultaron de risa loca tanto el enojo como las teorías conspiratorias de malquerientes del gobierno de Peña Nieto, luego de conocer la recaptura de El Chapo Guzmán. 
Que si fue una cortina de humo para ocultar la devaluación del peso frente al dólar; que si se trató del control de daños por la entrevista que El Chapo dio a actores y empresarios de cine —difundida en Rolling Stone—; que si Peña Nieto es mago y todo lo puede. 
Chabacanas teorías contrarias a los rumores inventados luego de la fuga del narcotraficante, cuando decían que era un invento el túnel; aseguraban que el gobierno dejó salir a El Chapo y que la autoridad se había suicidado.
Lo curioso es que la propia Kate del Castillo —actriz y productora— también promovió esas teorías conspiratorias: doble moral que confirma que al tiempo que la actriz, amigos y socios cuestionaban la incapacidad del gobierno mexicano para contener el crimen organizado y el narcotráfico, ella y ellos hacían negocios con el narcotraficante; se beneficiaban del criminal negocio de la drogas.
Y es que ese es el centro del tema: la doble moral de sectores sociales y políticos bien identificados que, por un lado festejan y estimulan los fracasos del gobierno federal —sea Calderón, sea Peña—, y por otro lado son socios del crimen organizado; negociantes de la tragedia y encubridores de las bandas criminales con las que hacen política y negocios.
Si lo olvidaron, eso pasó en casos como la muerte de Los 43, la fuga de El Chapo y hasta en el crimen en Temixco. ¿Quién está detrás del crimen de Los 43, de las teorías conspiratorias por la fuga y recaptura de El Chapo; quién está detrás de la urgencia de culpar al gobierno federal por el crimen de la alcaldesa de Temixco?
Los mismos de siempre: entre ellos Kate —que elogió a El Chapo y hasta dijo que era mejor que Peña—; el actor Sean Penn —promotor de la dictadura de Chávez y Maduro en Venezuela—, y muchos otros que mientras dinamitan la democracia mexicana se enriquecen con turbios negocios políticos con el crimen, además de cine y televisión engañabobos.
Y podrán decir misa, pero Kate del Castillo y Sean Penn deben ser llevados a la justicia —mexicana y/o estadounidense—, por el presunto delito de hacer negocios con un narcotraficante; por presunto lavado de dinero. ¿O qué, no es cierto que la película que preparaban es una modalidad de lavado de dinero? ¿Cuánto dinero recibieron para los preparativos de la película de El Chapo? ¿No es dinero negro, producto del tráfico de drogas? ¿No es lavado de dinero? ¿Cuántos muertos y cuántos adictos costó el viaje de los actores al refugio de El Chapo; cuántos muertos y adictos costarían la película?
El Chapo Guzmán está en su derecho de comprar conciencias, matarifes y escoltas; es parte de su empresa criminal comprar autoridades y soplones. Y resulta entendible que en tanto hombre de poder sin límite y riquezas sin freno, El Chapo busque trascendencia y paso a la historia.
Está claro que El Chapo es —antes que empresario del crimen— un ser humano con iguales defectos, afectos y necesidades que los ciudadanos de a pie. Sin embargo, también es cierto que todo negocio con El Chapo es un negocio criminal. Es lavado de dinero. ¿En este caso llegará la justicia en la que no creen Kate y Sean? ¿Los veremos en prisión? Al tiempo.
EN EL CAMINO. En Colima es grosera la guerra sucia y el ataque a la vida privada contra el candidato del PAN. Mientras tanto, en el PRI se pelean a balazos. ¿Y el INE? Calladito se ve más bonito.
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Teléfono Rojo/ Pepe Ureña / 24 Horas
Fiesta de El Chapo en el rancho de El Mayo
Varias comparaciones son obligadas en torno a Joaquín El Chapo Guzmán. 
La primera:
 En enero de 2001 pudo retirarse tranquilo del penal de Puente Grande, Jalisco, porque el gobierno de Vicente Fox no lo declaró objetivo prioritario y por ende no lo buscó con interés.
 Había elementos en contra de la administración panista.
 A su arribo a Los Pinos desmontó los cuerpos de inteligencia, en especial el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) para cobrar la afrenta de haberlo vigilado y grabado como candidato presidencial.
 –No sirve para nada. Sólo se dedica a perseguir adversarios políticos –nos dijo una vez a un grupo de columnistas.
 yuno de voluntad y de oficio políticos, Fox dejó correr la versión de negociaciones de su familia política para facilitar la fuga del capo.
 Con Felipe Calderón tampoco le fue mal a El Chapo Guzmán.
 Guzmán Loera se paseaba con plena libertad por prácticamente todo el país mientras él y su compadre Ismael El Mayo Zambada extendían su imperio por los cinco continentes.
 En adición, el embate contra el crimen organizado se enfocó desde la extinta Secretaría de Seguridad Pública (SSP), de Genaro García Luna, al bando enemigo, el cártel de Los Zetas, del también extinto Heriberto Lazcano, El Lazca.
 El Chapo tenía vía libre, lo cual no ha pasado con Enrique Peña.
 Llegó con El Mayo en helicóptero oficial
 La laxitud de los gobiernos panistas hacia Joaquín Guzmán Loera lo describe un testigo de primera.
 Estudiaba en el Tecnológico de Monterrey y era compañero de grupo de un hijo de Ismael El Mayo Zambada, quien invitó a varios amigos para celebrar su cumpleaños en un rancho de su padre en la sierra mazatleca.
 La cita fue para comer el viernes 19 de enero de 2001 por la tarde.
 Después del cabrito y las carnes asadas, los muchachos oían música, bailaban y bebían cerveza cuando un ruido de helicóptero los distrajo y salieron a asomarse a ver de qué se trataba.
 Efectivamente en ese momento aterrizaba en el jardín del rancho un helicóptero con insignias oficiales –tal vez haya alguna información en los archivos de la Procuraduría General de la República (PGR), de Arely Gómez–, al cual admiraban todos.
 Se abrió la puerta y descendió un pasajero.
 –Ah, es un amigo de mi papá –dijo el hijo de El Mayo Zambada en referencia a Joaquín El Chapo Guzmán y se regresó a la casa.
 Si él no le dio importancia, sus amigos sí.
 Pero no al recién llegado, sino al helicóptero.
 Lo rodearon y el piloto se los mostró.
 –¿No se les ofrece nada, muchachos?
 –Sí –dijo uno de ellos-, se están acabando las cervezas.
 –Pues vamos a traérselas –se ofreció el piloto, cerró la puerta y regresó media hora después con la remesa de cervezas.
 Eso pudo hacer El Chapo con entera libertad en 2001 y años subsecuentes.
 Ya no.
 No lo pudo hacer después de fugarse el 11 de julio pasado ni lo podrá hacer en el futuro.
 Estados Unidos no le dará esas facilidades.
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‘EL CHAPO’ Y EL ESPECTÁCULO DE LA SOSPECHA/Héctor De Mauleón
El Universal
El tiroteo en Los Mochis duró 45 minutos. Hubo cinco muertos. Los medios entrevistaron a vecinos del fraccionamiento Las Palmas, entre ellos, el boxeador Fernando Kochulito Montiel, a cuyo domicilio se coló, brincando una barda, uno de los cómplices de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo. 
Medios diversos afirmaron que hubo vecinos que vieron salir al Chapo de la vivienda en donde se resguardaba, e introducirse en los túneles del sistema pluvial. 
Pero a pesar de los tiros, los muertos, el testimonio de los vecinos y las fotografías de un Chapo lleno de arañazos y con la camiseta sucia de lodo, hubo quienes se mostraron dispuestos a creer que se había tratado de “una entrega pactada”.
A quienes decían tal cosa no les era necesario presentar prueba alguna. En esos casos basta que alguien crea de sí mismo que no se chupa el dedo —y luego suelte una frase del tipo “en política no hay coincidencias”.
Esa noche, la procuradora general de la República, Arely Gómez, informó que la intención de filmar una película autobiográfica fue lo que permitió la captura de Guzmán Loera; El Chapo había entrado en contacto con actores y productores, y gracias a eso se desataron las tareas de seguimiento que permitieron documentar las reuniones que éstos sostuvieron con sus abogados. En las redes volví a encontrar gente que tronaba contra “esa patraña”: “A ver quién les cree”.
Al día siguiente Rolling Stone publicó el artículo (no sé si sea propiamente una entrevista) que probó que hubo reuniones secretas entre El Chapo, Sean Penn y la actriz Kate del Castillo: las llamadas que los actores realizaron habían sido grabadas y permitieron a la Marina y el Cisen determinar dónde estaba el capo.
En las redes había sin embargo un espectáculo de la incredulidad. Comenzó a circular el artículo de Rolling Stone, y ahora el grito fue que era una vergüenza para el Estado que dos actores hubieran llegado primero a la morada del hombre más buscado.
No critico a los compatriotas que cada que pasa algo dicen que ellos no se chupan el dedo. Octavio Paz escribió que desde la llegada de los españoles los habitantes de este país estamos corroídos por la sospecha, a consecuencia de una tradición en la que los gobernantes mienten, roban, engañan y estafan. Esa tradición va de 1521 a los escándalos de la casa blanca.
Creo simplemente que El Chapo emblematiza todo lo peor de México, y en eso peor está también la enfermedad de la sospecha sistemática, sin razón ni pruebas.
Desde su primera aparición pública en el aeropuerto donde mataron al cardenal Posadas en 1993, ocasión en que el país oyó por primera vez su nombre y se enteró que policías, Ministerios Públicos, jueces, procuradores, militares y políticos de toda laya se encontraban en su nómina, El Chapo se convirtió en una especie de personaje público que pobló la vida oculta de México.
Entró a una cárcel de máxima seguridad y la compró. Escapó durante una década, corrompiendo todo lo que lo tocaba —y casi nadie está en la cárcel por ello. Hoy sabemos, sin embargo, que por donde pasó hubo un policía, un militar, un funcionario, un político dispuesto a solaparlo. Así forjó uno de los cárteles más poderosos, y adquirió los submarinos, los barcos, los aviones que le presumió a Sean Penn.
Escapó de nuevo el año pasado e ignoramos aún a qué nivel de encumbramiento llegan los funcionarios que colaboraron en su fuga. Las guerras que El Chapo ha emprendido representan acaso la mitad de las 120 mil muertes ocurridas desde que empezó la guerra contra el narco. Su cártel ha matado y mutilado personas.
El Chapo es posible por todo lo malo que hay en México. El Chapo que vemos hasta en la sopa representa la corrupción, la ineficacia, la podredumbre que envuelve al negocio de la política. Es la prueba más fehaciente de por qué no hay qué confiar en el Estado.
No critico pues a los compatriotas que el día de su detención no se chuparon el dedo. Sin embargo, tengo ganas de rebelarme ante la sospecha zonza, sistemática, envenenada, a la que Paz atribuyó el odio, y la destrucción del razonamiento.
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EN LA CASA DEL ‘CHAPO’, 4 DVDS DE ‘LA REINA DEL SUR’/Carlos Loret de Mola
El Universal
4:40 de la mañana del viernes 8 de enero. Con un ariete de acero, un equipo de intervención de 17 marinos de la Unidad de Operaciones Especiales rompió dos puertas de metal para entrar a la casa de seguridad donde esperaban capturar al Chapo Guzmán. 
Un día antes, los análisis de inteligencia encabezados por el Cisen habían arrojado un 80% de probabilidades de que, en efecto, él estuviera ahí. No había total certeza porque si bien los integrantes del Cártel de Sinaloa actuaban diligentemente, se decían que ya estaba por llegar “la tía” o “la abuela”. 
El jueves a las 3 de la tarde, en sus oficinas centrales al sur de la ciudad de México, el cuerpo de marinos con adiestramiento de élite decidió apostar por esa probabilidad. Si fallaban, seguro serían meses antes de volver a tener una pista sólida.
Fijaron como Día D el viernes 8. Como Hora H las 4:40 de la madrugada.
El equipo de intervención de 17 integrantes pasó la Navidad en Los Mochis, Sinaloa. Estaban listos. A ellos les tocaría irrumpir en la vivienda, en el centro de la ciudad.
Volaron para reforzarlos 50 compañeros desde el Distrito Federal, quienes custodiarían coladeras desde las calles aledañas, por si por ahí escapaba el narcotraficante más buscado del mundo.
Esa madrugada, el ariete de acero sonó varias veces tan fuerte que despertó a todos los que estaban adentro. Cuando quebraron la segunda puerta, los recibieron a balazos. Un marino cayó herido en el pequeño patio del frente de la casa. Una bala le entró por el brazo y un charco de sangre se fue acumulando. El fragor imposibilitó su inmediato rescate.
Los marinos fueron triplemente sorprendidos: no calcularon que los del Chapo fueran tantos, con tan buen adiestramiento y con tan letal equipo. Esperaban cinco elementos, fueron quince. Esperaron sicarios comunes, estaban bien entrenados en el manejo de armas. Esperaron cuernos de chivo y R-15, y las había, pero también granadas, tres metralletas Barret calibre .50 y dos lanzacohetes RPG de fabricación rusa.
Los 17 tácticos de la Marina habían recibido su adiestramiento de élite en el campo de El Capulín, en el Estado de México, e iban bien equipados: casco, chaleco, rodilleras y escudos antibalas, granadas aturdidoras, pistolas 9mm y ametralladoras M4, lentes de visión nocturna NVG, intercomunicación manos libres y una cámara GoPro en el casco.
En el intercambio de tiros se atrincheraron tras la pared frontal de la casa y lanzaron un par de granadas hacia dentro. Fueron entrando de dos en dos al área de sala-comedor-cocina. Siguió la escaramuza. Abatieron a uno de sus adversarios que les disparaba desde una ventana junto a la televisión. Desarmaron y detuvieron a dos hombres que los querían matar desde la única recámara en la planta baja.
Y luego lo más difícil: repelieron la agresión desde la estrecha escalera donde les amenazaba un lanzacohetes que les hubiera resultado fatal. Lo inutilizaron a balazos y en ese momento la planta baja fue suya.
El combate siguió en el piso superior. Los marinos usaron de nuevo granadas, disparos. Fueron tomando pasillo, cuartos, baños. Cada metro puede costar la vida.
La casa de seguridad del Chapo Guzmán tiene cuatro recámaras y cinco baños. En quince minutos estaban bajo su control, pero no estaba El Chapo.
Varios maleantes habían escapado por las azoteas. Quizá su líder también. A saltos entre los techos del fraccionamiento continuó la batalla. Tres del cártel fueron abatidos. Ir subiendo de piso la batalla había sido un engaño. El Chapo no se fue por arriba.
El comando oficial se dividió. Los que permanecieron en la planta baja, tan pronto la tuvieron controlada a los pocos minutos de iniciar la reyerta, se fueron sobre el refrigerador.
La información de inteligencia les señalaba que la casa seguro tendría túnel y que éste no estaría bajo la tina —como aquel de Culiacán hace dos años— sino en el refri. En efecto. Había un hoyo bajo el electrodoméstico, pero tan pequeño que no cabría nadie.
Uno de los detenidos, identificado como especialista en túneles, fue interrogado en el lugar: se mantuvo fiel a su jefe: les dijo que no habían alcanzado a terminar el túnel. Era otro engaño.
Los marinos buscaron en todos los espacios, hasta que hora y media después notaron que la pared detrás de un clóset del vestidor era en realidad una puerta. La abrieron a golpes con un mazo. Descubrieron más tarde que, escondida en el foco del techo, tenía una palanca como de cofre de coche que “la botaba”.
Entonces no tuvieron duda. El Chapo se había escapado de nuevo. Frente a sus ojos, una escalera de metal que conducía a un túnel de quince metros de longitud, 1.80 de alto y como metro y medio de alto. Piso y techo de cemento. Madera en las paredes. Perfectamente construido, electrificado, sorteando las tuberías municipales, con una bomba de extracción de agua para evitar inundaciones y que conectaba al drenaje pluvial de Los Mochis a través de una sofisticada y gruesa compuerta de metal.
El Chapo les llevaba 90 minutos de ventaja. Según la indagatoria oficial, el capo de Sinaloa recorrió kilómetro y medio de drenaje, entre agachado y de rodillas por lo estrecho del pasadizo. Sólo iba acompañado de El Cholo Iván Gastélum, su jefe regional.
Tardaron varias horas hasta que salió de la alcantarilla casi a las nueve de la mañana, robaron un coche Jetta blanco, lo dejaron cuadras adelante, robaron un Focus rojo y en él fueron interceptados por fuerzas federales, según relató la procuradora Arely Gómez.
Todo lo relatado en esta pieza está basado en testimonios de marinos involucrados en la Operación Cisne Negro, videos de sus cámaras GoPro, información de inteligencia del Cisen que fue estratégica para la captura y la indagatoria de la PGR.
“Se te terminaron tus seis meses de vacaciones”, le dijo el jefe del grupo élite de la Marina cuando finalmente lo tuvo sometido, el mismo que lo capturó en 2014.
“Sí, se me terminaron las vacaciones”, aceptó el Chapo Guzmán.
Llevaba las rodillas raspadas por la escapada en el drenaje.
En la casa quedaron los boquetes que son registro del poderío del armamento. Rastros de pólvora en columnas, paredes, techo, puertas. Cristales estallados en ventanas y electrodomésticos. Comida tirada y salsas que parecen sangre. Sangre de verdad también.
Cajas de balas y celulares de los más caros y de los más simples. Escapularios y estampas religiosas. Ropa y cosméticos, artículos de aseo personal. Moronas de pan y galletas. Dulces, uno de los vicios del Chapo Guzmán.
Tintes para barba y bigote. Testosterona inyectable, jeringas, antibióticos, desinflamatorios, una nota de farmacia por más de 4 mil pesos en medicinas para mejorar el rendimiento sexual.
Y cuatro dvds con La Reina del Sur, la serie de televisión sobre narcos que protagoniza Kate del Castillo. 
historiasreportero@gmail.com
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 El Chapo: política, terruño y video/JORGE FERNÁNDEZ MENÉNDEZ
Excelsior,
La detención, por tercera ocasión, de Joaquín El Chapo Guzmán, constituye para la administración Peña, para el propio Presidente, para su secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong y para su gabinete de seguridad, una revancha después de 182 días de tensión y pesadumbre. La fuga de Guzmán Loera el 11 de julio pasado, cuando el Presidente estaba en la que era entonces la muy importante visita internacional en París, fue, literalmente, una humillación política.
La misma tenía que ser lavada con una operación como la que se emprendió inmediatamente después de la fuga. Un grupo de élite con una estrecha coordinación de todas las áreas de seguridad, encabezado por Osorio, se dio a la búsqueda de El Chapo: los pasos se fueron cumpliendo uno tras otro. El punto inicial fue la detención de quienes habían organizado la fuga, pero sobre todo de los pilotos (porque se tuvo el destino hacia el que se dirigió El Chapo) y del constructor del túnel. La caída de la gente cercana sirvió para estrechar los contactos sobre Guzmán Loera que, como había hecho desde que se fugara de Puente Grande en el 2001, se refugió entre los suyos y en su territorio.
Pudo haber sido detenido en octubre pasado y escapó con algunas heridas en una pierna. Pero desde entonces el círculo se fue estrechando. Lo perdieron sus obsesiones: el aferrarse a los suyos y su tierra; sus hijas pequeñas y su mujer, con la que se quería reencontrar; su carácter demasiado enamoradizo y la caída sucesiva de sus operadores.
Y, sobre todo, su vanidad: buscó hacer una película sobre su vida, mandó contactar a productores y actores y se puso en marcha la producción: no sólo las autoridades tuvieron información sobre esos contactos, también los encargados del filme comenzaron a pedir enorme cantidad de información a las áreas de transparencia para su guión y contactaron al actor Sean Penn, esperando que fuera quien personificara a El Chapo. Kate del Castillo, una mujer guapa, entusiasta defensora de El Chapo y que, aparentemente, se quedó en su papel de La Reina del Sur, no dudó en asociarse con el capo, a ir a reunirse con El Chapo, a dejarse cotejar y, paradójicamente, fueron ella y Sean Penn quienes llevaron a las autoridades a localizar a El Chapo. Siguiendo la pista de Kate, de la producción, del intercambio de mensajes de mail y de los ramos de flores, del cotejo pues, encontraron a El Chapo. La inestable actriz está siendo investigada en México y Estados Unidos por esa asociación que alguien tendría que explicarle que es criminal. Por cierto, Kate y Sean son fervientes admiradores de El Chapo y, también, de la revolución bolivariana de Hugo Chávez.
El hecho es que este fin de semana, El Chapo durmió, otra vez, en el Altiplano. No sorprendió que no fuera extraditado de inmediato, porque sencillamente no se puede realizar una extradición que no esté plenamente cubierta en el terreno legal, y aún falta recorrer un trecho para ello, aunque mucho más temprano que tarde El Chapo también terminará durmiendo en una cárcel estadunidense. Pero sí sorprendió que lo enviaran nuevamente al penal del Altiplano.
Desde hace semanas se tenía determinado un esquema de reclusión. Se pensó en otros penales más modernos y mejor equipados que Almoloya, pero creo que las autoridades se decidieron a regresarlo allí porque es, también, una demostración de fuerza y de reafirmación de sus capacidades: un Estado no puede estar constantemente temeroso de su presunta debilidad, convencido de que la traición y la corrupción son más fuertes que él. Sería inadmisible que no se hubiera aprendido la lección de julio. Y estoy convencido de que no se permitirá que algo similar vuelva a ocurrir.
Esto tiene relación con algo que señalábamos antes: fue detenido con vida. No es un dato menor. Todo el mundo pensaba, incluyendo El Chapo, que si se lo volvía a encontrar, su destino sería el mismo que el de Pablo Escobar, muerto en una azotea de Medellín (por cierto, tanto Escobar como a El Chapo, aunque eran parte de una búsqueda nacional e internacional, decidieron quedarse en su terruño, cerca de los suyos en lugar de tratar de esconderse en el otro extremo del mundo). Pudo haber ocurrido así pero, a diferencia de Escobar, que literalmente se hizo matar en la persecución, El Chapo trató primero de escapar y cuando fue localizado en la fuga no ofreció resistencia. El que haya sido capturado con vida es un plus, un mérito, en el operativo que se implementó para su búsqueda.
La captura de El Chapo es un triunfo político y es también una oportunidad: más allá de su caída, hay que aprovechar el momento y la demostración de fuerzas que implica, para convencer a gobiernos, partidos y el Congreso, de que de una vez por todas se debe trabajar en temas centrales de la seguridad, postergados durante casi una década. Entre ellos y en forma prioritaria, el nuevo sistema policial para todo el país y una transformación completa del sistema de reclusorios en todos los niveles.
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SERPIENTES Y ESCALERAS/Salvador García Soto
El Universal
Tremenda polémica despertó en medios y redes sociales el dato revelado por la PGR de que la actriz mexicana Kate del Castillo, junto con el actor estadounidense Sean Penn habrían contactado y entrevistado a Joaquín El Chapo Guzmán en octubre pasado para conversar con él sobre una película sobre la vida del narcotraficante. El contacto de los actores, a través de abogados del capo, sirvió de pista para que las autoridades ubicaran los movimientos del Chapo en el norte de Sinaloa, donde finalmente fue detenido, según reveló la procuradora Arely Gómez. 
No faltaron quienes criticaran a la actriz de una presunta complicidad por encontrarse con el delincuente prófugo. Otros tomaron a escarnio que mientras las autoridades mexicanas decían llevar a cabo “una búsqueda implacable” y “con toda la fuerza de las instituciones”, el narco más buscado haya sido localizado por dos personajes del espectáculo que lograron verlo y grabarlo en una entrevista en la que hablaba de su vida y sus inicios en el mundo del narcotráfico. Ayer se informó que la PGR investigaba a Kate del Castillo por su contacto con El Chapo, mientras que la actriz avecindada en Hollywood, respondía secamente a la cadena Univisión en Estados Unidos: “Cualquier cosa cuando debe de ser y como debe de ser, no me vuelvas a llamar”, les contestó. 
Legalmente no hay ninguna restricción para que una persona entreviste a un delincuente prófugo, menos si la entrevista se realiza con fines periodísticos o de difusión. La entrevista de Penn, publicada por la revista Rolling Stone, no es la primera ni la última que se realiza a un mafioso o narcotraficante que, por su notoriedad pública —el delincuente más buscado que burló dos veces el sistema de seguridad de un país— resulta de un claro interés periodístico o artístico, en el caso de una película sobre su vida. ¿Es eso apología de un delincuente? Puede ser debatible, desde el punto de vista ético, pero en sentido estricto, ni el actor estadounidense, ni la actriz mexicana infringieron ninguna ley por entrevistarse con El Chapo, y si algún periodista u opinador dice otra cosa, es sólo por envidia.
La misma polémica se desató en 2010 cuando el periodista Julio Scherer entrevistó a Ismael El Mayo Zambada, en un lugar de la sierra sinaloense a donde lo llevaron vendado. “Si el diablo me ofrece una entrevista, voy a los infiernos”, respondió entonces el fundador de Proceso a las críticas de algunos medios. Otro periodista al que le ofrecieron escribir un libro biográfico de El Chapo, en 2012, el argentino Diego Fonseca, reveló que aunque el proyecto no se concretó, él no hubiera tenido impedimento para hacerlo. “Mi trabajo es entrevistar y conseguir una historia. No soy funcionario de la DEA, del mismo modo que el trabajo de la DEA no es reportear, el mío no es dar información a las autoridades sobre un sujeto determinado”, dijo ayer Fonseca a Univisión.
Habría que ver sobre qué bases jurídicas y legales la PGR decide investigar a Kate del Castillo y al ciudadano estadounidense Sean Penn. Entrevistar a un delincuente prófugo y publicar la entrevista o incluso intercambiar mensajes de celular con él, como habría hecho la actriz mexicana, cae en el ámbito de la libertad de expresión y de prensa. Sólo habría delito si los dos personajes hubieran ayudado al narcotraficante a escapar o lo hubieran ocultado de una autoridad. Pero si ellos fueron a un lugar a reunirse con él, sin saber su ubicación, y conversaron con fines periodísticos o para la elaboración de un guión, no se ve de qué los puedan acusar.
Al final fueron esos contactos, derivados del protagonismo del Chapo y su obsesión por difundir su historia, los que permitieron a las agencias mexicanas seguir la pista de sus movimientos, tal vez la procuradora Gómez debiera agradecer la megalomanía de Joaquín Guzmán que lo llevó a contactar a Kate y ésta a su vez a Penn, como el origen de lo que no habían podido hacer en cuatro meses las instituciones mexicanas.
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EL ASALTO A LA RAZÓN/Carlos Marín
Impensable sin equipo
Sin rascar más atrás, desde la primera fuga de Joaquín Guzmán Loera (enero de 2001) se hizo evidente la falta de coordinación entre las áreas de seguridad del Estado, cuya incapacidad para trabajar en equipo se agravó en el siguiente sexenio: cada instancia implicada: secretarías de Gobernación (Comisión Nacional de Seguridad y Policía Federal), Defensa y Marina; PGR y Cisen, trabajaba como quería, era mezquina con los éxitos de las demás y se volvía loca por colgarse medallas relumbrantes.
Por criticables que sigan siendo en lo particular o en conjunto, a partir de 2012 trabajan en armonía y, como se lee hoy en MILENIO, sus informaciones clave son procesadas en el Cisen.
Con la Marina Armada como fuerza responsable, cada una hizo su parte para capturar al delincuente (febrero de 2014); todas padecieron la vergüenza del segundo escape (julio de 2015), y todas le siguieron los pasos para que, de nuevo con la Marina a la cabeza, dos policías federales lo reaprehendieran.
Sin la Marina imposible, sin coordinación impensable.
cmarin@milenio.com
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Estrictamente personal/Raymundo Riva Palacio
Ejecentral.com
La captura de "El Chapo" (I)
En otoño pasado, los comandos de élite de la Marina tuvieron en la mira de sus fusiles de asalto la cabeza de Joaquín "El Chapo" Guzmán o estuvieron en condiciones de capturarlo en la sierra de Durango, con lo que habría terminado rápidamente la persecución a los pocos días de haberlo detectado en Tamazula. 
No lo hicieron por diferentes razones. Una fue que cuando sorprendieron a Guzmán en el primer escondite al que llegó en la sierra, dispararle habría causado daños colaterales, por la que la orden de matarlo no se dio. La otra fue por la petición del gobierno de Estados Unidos de suspender la operación para atraparlo vivo o muerto, porque varias celebridades de Hollywood que habían estado con él, se encontraban aún en la zona de operaciones. 
Los dos momentos fueron referidos por la Procuradora General Arely Gómez el viernes cuando dio a conocer detalles generales, sin contexto ni precisión, sobre la investigación que condujo a la recaptura de "El Chapo" Guzmán. La exposición de la Procuradora es la narrativa oficial que quiere dar el Gobierno federal sobre cómo fue la investigación y la cacería del criminal, que por razones probablemente para no dar a conocer métodos y recursos utilizados en el proceso, esconde detalles importantes de cómo se pudo aprehender a Guzmán a los seis meses de escaparse de El Altiplano. 
Estos episodios son más contextuales que determinantes en la recaptura de "El Chapo", como el Gobierno federal sugiere, en particular el de la visita de la actriz Kate del Castillo, el actor Sean Penn y dos productores españoles, que según la Procuradora, preparaban una película autobiográfica de Guzmán. La prensa enfatizó ese ángulo el fin de semana, presentando al criminal como un personaje egocéntrico.
El episodio abre muchas dudas. Guzmán siempre ha sido muy disciplinado y metódico, de acuerdo a personas que lo combatieron, y es obsesivo con sus comunicaciones. En esta ocasión estableció comunicación por mensajes de BlackBerry en momentos donde sabía que ya lo estaban buscando, lo que parece más una acción deliberada que un descuido. 
Según la Procuradora, varios participantes en la película se reunieron con los abogados de Guzmán. Fueron Óscar Manuel Gómez Núñez y Andrés Granados, en un lugar cercano a Culiacán. Funcionarios federales dijeron que el encuentro fue previo al 2 de octubre, porque en esa fecha estuvieron en la sierra con "El Chapo". La Procuradora dijo que ese encuentro dio la localización exacta de Guzmán, aunque hay inconsistencias que no responden a errores. 
La Procuradora dijo que Guzmán se encontraba en Pueblo Nuevo, en las colindancias con la parte sur de Sinaloa, cuando en realidad se encontraba en Tamazula, en la parte norte. A Pueblo Nuevo se puede llegar por carretera; a Tamazula sólo se llega por aire, o por una brecha de tierra de seis horas. En la entrevista que Guzmán le dio a Penn, publicada en la revista estadounidense Rolling Stone, se menciona un mensaje detallado de "El Chapo" a Penn y Del Castillo sobre la operación de la Marina el 5 de octubre en Tamazula. 
La narrativa del gobierno deja fuera de la cronología el trabajo de inteligencia de la DEA, aunque aún no se pueden establecer los tiempos que aclaren si la vigilancia estadounidense sobre Penn y Del Castillo fue detonada por su información, o como consecuencia de información mexicana cuando descubrió el contacto de la actriz con el narcotraficante. 
Los agentes mexicanos tenían bajo vigilancia a los abogados de "El Chapo" desde su fuga, por lo que es probable que descubrieran en ese proceso el contacto con la actriz. Cuando se dio el encuentro con "El Chapo" en Tamazula, los comandos de la Marina ya lo tenía ubicado. De hecho, contrario a lo que se informó oficialmente, no ayudó esa reunión con las celebridades de Hollywood a su ubicación exacta, sino que se tuvo que aplazar la operación por 72 horas. La razón fue una petición del gobierno estadounidense ante el temor de que quedaran atrapados en los enfrentamientos y hubiera daños colaterales de su compatriota. La operación comenzó hasta el 5 de octubre, en el inicio del final de la cacería contra "El Chapo". 
Ese día, la operación de los comandos fue por aire, intercambiando fuego con las escoltas de Guzmán, quien comenzó a correr hacia la barranca. De acuerdo con funcionarios federales, Guzmán salió de la casa acompañado por la cocinera y su dos hijas. Esto no fue inusual. Desde que vivió como prófugo en Tamazula tras su primera evasión de la cárcel, Guzmán siempre estuvo acompañado por una cocinera. Los comandos lo vieron desde el aire y uno de ellos lo tenía en la mira de su arma. La valoración instantánea fue que haberle disparado en ese momento, por las condiciones del tiro, podría haber puesto en peligro la vida de la cocinera y sus hijas, por lo que no se autorizó la acción. 
Las mujeres no pudieron seguir corriendo y fueron detenidas -la cocinera se encuentra bajo arraigo-, mientras que Guzmán tropezó, cayó en una barranca y fue detenido por un alambre de púas. Ahí comenzó una huida a pie y en mula, perseguidos por los comandos que, con el paso de las semanas, cambiaron la estrategia de persecución con lo cual lo engañaron y crearon las condiciones para su recaptura en Los Mochis el viernes pasado.
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"Ingobernable" y especulando sobre "El Chapo"/ Jorge G. Castañeda
Milenio
Las peripecias de "El Chapo" suscitan gran cantidad de reflexiones, chismes y especulaciones, ninguna de ellas más fundadas que las demás. Para contribuir a la confusión, agrego las siguientes. 
La nueva serie de Kate del Castillo, "Ingobernable", de Netflix, donde la actriz protagoniza a una Primera Dama mexicana, dice mucho en su título. ¿Cómo se gobierna a un País donde los sectores más globalizados y modernos -los de redes sociales- no le creen nada al Estado, y en cambio creen las mayores imbecilidades imaginables sobre lo que sucede en México y en el mundo ("El Chapo" sigue libre, nunca se fugó, está muerto, fue para distraer la atención, para contrarrestar la devaluación del peso, nunca fue capturado, etcétera)? 
¿Cómo se gobierna a un País en el que dos presidentes (Calderón y Peña) declaran y libran una guerra para la cual deben prescindir de los mínimos dispositivos tangibles y abstractos que todo Estado necesita para ello? Cómo se gobierna a un País donde sus tres predecesores no libran esa guerra, pero a uno también se le fuga "El Chapo" (Fox), a otro su zar antidrogas resulta narco (Zedillo), y al tercero su Elliott Ness estrella (González Calderoni) es narco también (Salinas)? 
¿Cómo se gobierna a un País donde durante siete meses miles de policías, marinos y soldados buscan en vano a un prófugo, y dos actores (ciertamente de renombre) no sólo lo encuentran y se reúnen con él, sino que comparten su información con sus editores, sus productores, sus abogados y sus amigos? ¿Cómo se gobierna a un País donde el lugarteniente del prófugo (o socio a partes iguales, según Sean Penn), se toma fotos con el director de una revista mexicana y casi 10 años más tarde, "El Mayo" Zambada no ha aparecido? 
 ¿Cómo se gobierna a un País donde por no extraditar a "El Chapo", éste se fuga (o por cacarear la intención de extraditarlo, antes de hacerlo), y luego el Procurador adversario de la extradición es premiado, primero con una Secretaría de Estado, luego (se dice) con una embajada, y después su sustituta toma la decisión diametralmente opuesta, sin ofrecer mayor explicación? 
Extiendo la especulación. Quiero suponer que el gobierno de Estados Unidos sabía desde tiempo atrás que Penn y Del Castillo estaban en contacto con "El Chapo", y compartieron esa información en algún momento con las autoridades mexicanas. Quiero suponer que éstas sabían que al día siguiente de la recaptura de "El Chapo" aparecería el reportaje de Rolling Stone y que nos relatarán en los próximos días que gracias al seguimiento de ambos países a ambos actores cayó "El Chapo". Y que le daremos el Águila Azteca al amigo de Hugo Chávez.
Twitter: @JorgeGCastaneda
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El Chapo(teadero)/ Denisse Dresser
Reforma
"Misión cumplida", dice Enrique Peña Nieto mientras se da palmadas en la espalda. Mientras su gobierno exhala un suspiro colectivo de alivio ante la buena noticia de la captura de "El Chapo". Mientras trata de proveer una imagen de fortaleza institucional ante las debilidades que permitieron su segunda fuga. Un paréntesis de eficacia en un largo párrafo de incompetencia. Un error arreglado de tantos que permanecen descompuestos. Un triunfo pero demasiado pequeño como para remontar la imagen de un gobierno que no sabe cómo gobernar. Porque todo aquello que explica el escape reiterado del capo sigue allí. La corrupción enraizada. La complicidad extendida. El entramado institucional desgajado. 
Bien por la Armada, bien por el aparato de inteligencia, bien por la coordinación que finalmente se dio. Pero los problemas de fondo permanecen, inalterados, incomprendidos. El lugar 79 de 102 países que ocupa el sistema judicial mexicano según The World Justice Project. El poder corrosivo del narcotráfico que según el propio "Chapo", en la entrevista publicada por la revista Rolling Stone, no cambiará con su captura. 
Una segunda fuga que nunca debió haber sido y que se comenzó a preparar mucho tiempo antes de que Joaquín Guzmán fuera capturado por segunda ocasión. Un Sistema Penitenciario Nacional desmantelado por el gobierno peñanietista, como describe Raymundo Riva Palacio en el libro La segunda fuga del Chapo, crónica de un desastre. Alertas que se fueron dando sobre las fallas de la Comisión Nacional de Seguridad, ignoradas una y otra vez. Engaños, corrupciones, evasiones que no han sido plenamente explicados ni encarados aún con "El Chapo" en la cárcel, de nuevo. 
La recaptura de "El Chapo" no revierte la debacle de la política de seguridad nacional. No cambia lo que ha sido una actitud vacilante e incluso contradictoria. No altera el fortalecimiento de los cárteles en este sexenio ni los vacíos de poder que grupos de autodefensa y el crimen organizado han ido llenando. No cambia las regiones grises de ilegalidad que se han multiplicado como hongos por todo el País. No resuelve el desmantelamiento de los dispositivos de seguridad de las cárceles, ni la cancelación de protocolos y procedimientos que explican sus dos fugas. No contesta la pregunta de fondo, ineludible: ¿hasta dónde llegó la complicidad que propició su segundo escape? ¿A los custodios? ¿A los directores del penal? ¿A los coordinadores de reclusorios federales? ¿Al área de inteligencia de la Policía Federal? ¿Al Cisen? 
Y hasta que no haya una respuesta integral y satisfactoria a esa interrogante, Guzmán Loera debe ser extraditado lo más pronto posible. Porque quienes dicen que una tercera fuga es impensable se equivocan. Subestiman la capacidad de infiltración y corrupción de la cual el capo es capaz. Sobrestiman la fortaleza institucional de un Estado muchas veces corroído, muchas veces protector del crimen organizado, demasiadas veces su cómplice. Ignoran que "El Chapo" mantuvo su actividad criminal dentro del penal prácticamente sin alteración alguna. Olvidan que la burla que hicieron Guzmán Loera y sus cómplices fue resultado del colapso en cámara lenta de todo el sistema de prevención y vigilancia de El Altiplano y más allá. 
Reatrapar no significa reconocer ni reformar ni remediar. En la segunda fuga fallaron tantos sistemas a la vez que es demasiado enorme la falla para que sea circunstancial. La coincidencia es demasiado coincidente. Por eso, debe ser sacado de un sistema penitenciario, de seguridad, de información e investigación criminal que ha exhibido de manera reiterada sus debilidades, aunque el Presidente y su equipo lo nieguen. Por eso Guzmán Loera debe ser extraditado antes de que su batalla legal entrampe esa posibilidad. Dejarlo en México es ponerlo en manos de élites políticas que se resisten a instrumentar controles judiciales y patrimoniales al crimen organizado que las beneficia. Que las financia. Que les permite seguir mandando en la República mafiosa. 
En el País podrido donde las autoridades mexicanas no impulsaron acusación penal alguna contra cualquiera de sus múltiples redes de socios y franquicias empresariales de Guzmán Loera. No fueron tras los políticos asociados con sus actividades. No se tocó ningún activo vinculado a él. El pacto de impunidad aunado a la parálisis premeditada del sistema judicial mexicano permanece intacto. Y a menos de que eso cambie, no importa cuántas veces se atrape y encarcele y extradite a "El Chapo" o a sus facsimilares. El Chapo(teadero) que se extiende desde El Altiplano seguirá allí. 
Twitter: @DeniseDresserG
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 Las columnas políticas hoy, 10 de enero de 2016...
Bajo Reserva/El Universal
Kate del Castillo se convirtió en una suerte de publirrelacionista de Joaquín El Chapo Guzmán y la cabeza del proyecto fílmico del narcotraficante más buscado en México. No sólo eso: la relación de la actriz con el capo tomó una ruta más íntima, en la que Guzmán le enviaba regalos, nos informan. De hecho, doña Kate fue el enlace para que el actor Sean Penn hiciera una entrevista al fugado jefe del Cártel de Sinaloa para una revista. Ahora, ella es investigada por la Procuraduría General de la República y por las autoridades federales de Estados Unidos, en el caso del vecino país por obstrucción de la justicia y conspiración. Y el tema apunta para un gran escándalo, pues la actriz tiene la ciudadanía estadounidense. ¡Agárrense!
Chapo, asunto personal de EPN
Aquel julio de 2015 y desde París, cuando le informaron de la fuga de El Chapo Guzmán, el presidente Enrique Peña Nieto asumió un compromiso que se volvió personal: atrapar al capo. Habían pasado seis horas desde su llegada a Francia y tenía el reporte detallado de la segunda evasión del líder del Cártel de Sinaloa. Antes y en una escala en Gander, Canadá, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, le informó de la fuga y su primera reacción fue de un “enojo brutal”, nos dicen. Al llegar a París, asumió el liderazgo de la cacería del capo, en todo momento escuchando y dando instrucciones a Osorio Chong. Casi seis meses después, Peña Nieto dio la noticia. Los responsables del bloque de búsqueda le informaron de manera directa en su calidad de comandante supremo de las Fuerzas Armadas, nos comentan.
Mala noche del capo
Recién ingresado a la zona diamante del penal de máxima seguridad del Altiplano, Joaquín El Chapo Guzmán no pasó una primera noche cómoda en su nueva celda. De hecho, nos cuentan, estuvo bastante mal del estómago y no paró de quejarse por una dolencia, quizá provocada por el estrés, resultado del fuerte cerco que desde hace meses le montaron los marinos de élite que le seguían la pista en el Triángulo Dorado del norte del país. Por cierto, la recaptura abrió el debate sobre su eventual extradición a Estados Unidos y las debilidades y corrupción en el sistema carcelario mexicano, nos hacen notar.
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EL DILEMA DE LA EXTRADICIÓN/Editorial El Universal
Luego de la celebrada recaptura de El Chapo Guzmán, el gobierno de México enfrenta un serio dilema: ¿Debe la administración del presidente Enrique Peña Nieto extraditar a Estados Unidos al famoso narcotraficante, o retenerlo en nuestro país para que sea aquí donde purgue sus sentencias, aún a riesgo de una fuga más?
Este cuestionamiento no es menor, y nos lleva inevitablemente a plantear la urgencia de reconstruir el sistema penitenciario mexicano para que en el futuro, en casos de criminales de la talla de Joaquín Guzmán Loera, no sea necesario, y ni siquiera deseable, una extradición.
La Procuraduría General de la República dio a conocer que dará inicio a los procesos de extradición de El Chapo  y que se notificará al líder del Cártel de Sinaloa de las dos solicitudes en su contra hechas por el gobierno de EU el 16 de junio y 31 de agosto de 2015, y validadas legalmente por la Cancillería mexicana. La PGR además informó que pese a la existencia de al menos seis amparos promovidos por la defensa de Guzmán Loera, no existe ningún mandamiento judicial que impida cumplimentar las dos órdenes de aprehensión con fines de extradición que enfrenta el capo sinaloense.
En este sentido, toca al gobierno federal, a través de la Cancillería, tomar la decisión de si el capo es o no extraditado a EU. Y para ello, habría necesariamente que tomar en cuenta las implicaciones políticas, de alcance nacional pero también internacional, que cualquiera de los dos escenarios tendrá para México.
¿Debe arriesgarse el gobierno federal a que una nueva cadena de corrupción, auspiciada por el indudable poder económico del capo, haga posible una tercera fuga, y con ello se ponga nuevamente en entredicho a las instituciones y autoridades mexicanas?, ¿en caso de extraditarlo, esto significaría una claudicación del sistema de justicia en su conjunto, y un reconocimiento de la incapacidad de éste para hacer pagar por sus delitos a un delincuente internacional como El Chapo?
Fuentes federales han dicho que la administración de Peña Nieto está dispuesta a extraditar al capo en caso de considerarlo pertinente. Esto significa un giro de 180 grados en la posición del gobierno con respecto a su anterior postura sobre el asunto.
En cualquier caso, el proceso legal podría ser largo, ya que la defensa de Guzmán ha dicho que peleará hasta las últimas consecuencias en los tribunales. Sin embargo, el verdadero centro de todo esto es, y así deben asumirlo las autoridades del sistema de procuración e impartición de justicia, la urgencia no de una depuración de dicho sistema, sino de un replanteamiento total del mismo.
Puede sonar exagerado, pero no lo es. Luego de dos escapes de un mismo personaje de penales de máxima seguridad, su tercera captura, con independencia de si finalmente se le extradita o no, debe ser vista como un nicho de oportunidad para replantear y hacer bien las cosas.
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FRENTES POLÍTICOS/Excelsior
I.Ineficaces. Todos sorprendidos, sí. Para Loretta Lynch, fiscal general de EU, el arresto de Joaquín Guzmán Loera es el triunfo de la ley en México y Estados Unidos. Lo de menos es la extradición. ¿Recuerdan al absurdo procurador Jesús Murillo Karam, quien dijo que entregarían a El Chapo a EU dentro de 300 años, cuando cumpliera su condena aquí? Es tiempo de reconocer la enorme capacidad de corrupción del líder del Cártel del Pacífico y la vulnerabilidad de las autoridades mexicanas y sus prisiones. No más juegos. Mentira vil que el gobierno pretenda arrancarle información. No la dio antes y no lo hará ahora. La información que buscan está dentro del gobierno. ¿No lo ven? Dudas las hay.
II.¿De nuevo? Joaquín El Chapo Guzmán no sólo gozó en julio pasado del beneficio de la libertad anticipada gracias a su dinero, también obtuvo privilegios durante todo su cautiverio. Tuvo contacto con el exterior durante 386 días de 477 que estuvo recluido en el penal de El Altiplano, permaneció encarcelado 477 días, durante los cuales recibió 272 visitas de sus abogados; tuvo 68 reuniones con familiares y 46 visitas conyugales. Demasiados funcionarios en la presentación de El Chapo y de su jefe de sicarios. ¿Cuántos de ellos, por corrupción u omisión, facilitaron su fuga? Penal u hotel de lujo, donde los narcos operan a sus anchas y donde lo fueron a recluir, nuevamente. Pues de qué se trata.
III.El lado podrido. Arely Gómez González, titular de la Procuraduría General de la República (PGR), estaba radiante. Tenía motivos. Hizo una investigación seria sobre la red de complicidades que tejió el capo de la droga en su breve estancia en El Altiplano, en el que funcionarios federales sucumbieron al dinero, y detalló cómo se produjo la caza de El Chapo: 303 declaraciones, 11 inspecciones, mil 142 requerimientos. Muy bien. Pero olvidan. Si hay una institución agraviada es la Secretaría de Marina, a cargo de Francisco Soberón Sanz, el verdadero héroe. Van dos veces que sus elementos se juegan la vida en detener al narcotraficante más poderoso, para que después funcionarios sin escrúpulos le abran la puerta.
IV.Desafío. Hasta los criminales son de cuarta en este país. Les dolió a Alfredo Guzmán y a Iván Archivaldo Guzmán, hijos de El Chapo, la captura de su padre. Basta ver el tono en el que se dirigieron al jefe del Ejecutivo para saber que no hay vuelta atrás. El gobierno de Peña Nieto debió aprender la lección. Deben ir por ellos, porque son parte fundamental de la estructura criminal del Cártel del Pacífico y quienes operaron y financiaron la fuga. A nadie, absolutamente a nadie, debe permitírsele desafiar al Estado mexicano y amenazar al Presidente de la República. La tarea no estará completa hasta que los hijos de El Chapo no sean llevados ante la justicia. Son escoria. ¿Quedó claro?
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TEMPLO MAYOR/reforma.
CINCO integrantes del gabinete se llevaron los galardones tras el operativo en Los Mochis para detener a Joaquín “El Chapo” Guzmán.
EL SECRETARIO de Marina, Vidal Soberón, cuyos elementos rodearon al capo y Renato Sales, quien superó su primera gran prueba como comisionado Nacional de Seguridad.
TAMBIÉN el director del Cisen, Eugenio Ímaz, quien proveyó la inteligencia para la captura, y Enrique Galindo, jefe de la Policía Federal, cuyos elementos detuvieron al sinaloense en un motel.
PERO quien salió por fin del oscuro túnel por el que se había fugado “El Chapo” fue el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, quien recuperó ipso facto su carácter de presidenciable.
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TRASCENDIÓ/Milenio
Que autoridades de primer nivel confirmaron a MILENIO que la actriz Kate del Castillo se mantuvo en contacto con el abogado de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán entre octubre y noviembre del año pasado y vio al menos una vez al narcotraficante en persona antes de la entrevista a la que acompañó a su colega Sean Penn. ¡Sopas!
Que el viernes pasado, previo a la presentación del informe sobre la recaptura del capo, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, llamó la atención cuando llegó por la tarde al hangar de la Marina porque no llevaba chofer.
Resulta que él mismo iba conduciendo su vehículo y llevaba como copiloto al titular del Cisen, Eugenio Ímaz.
Que esta semana tendrá lugar un encuentro de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) convocado por su presidente en turno, el mandatario del Estado de México, Eruviel Ávila, para buscar un pronunciamiento por consenso a favor del mando único policial estatal.
A esta reunión acudirá Osorio Chong, en lo que se espera sea el relanzamiento del tema, de manera que el Congreso lo analice y busque los acuerdos en el próximo periodo ordinario de sesiones que inicia en febrero
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Las columnas políticas hoy, 9 de enero de 2016…
 Bajo Reserva / El Universal
El Chapo y el empujón del general
Frente a la diplomacia mexicana, Miguel Ángel Osorio Chong daba un mensaje cuando lo interrumpieron. Salió un momento y regresó al primer atril colocado en el podio para hacer el anuncio. El secretario de Marina, Vidal Soberón, quedó a su lado derecho, cerca del segundo atril. Pero el general Salvador Cienfuegos, secretario de la Defensa Nacional, lo cogió del brazo para hacerlo a un lado, para enviarlo al lado izquierdo, al otro costado, junto a la canciller Claudia Ruiz Massieu. El almirante Soberón traía su celular en la mano con la cuenta de Twitter del presidente Enrique Peña Nieto que daba cuenta de la recaptura de El Chapo Guzmán y el aparato sirvió para que el secretario de Gobernación hiciera el anuncio de la cacería consumada del capo. Quizá lo que faltó en el podio fue un tercer atril para don Vidal, cabeza de los marinos que atraparon al narco.
La sonrisa de EPN
El presidente Enrique Peña Nieto llegó a Palacio Nacional al filo de las 14:10 del viernes. En su despacho esperaban los secretarios de Gobernación, de la Defensa Nacional, de Marina, la procuradora general de la República, el director del Cisen y el comisionado nacional de Seguridad. Hablaron en privado durante casi una hora para compartir los detalles de la detención de Joaquín El Chapo Guzmán. Con una enorme sonrisa, el mandatario bajó las escaleras que llevan al Patio de Honor, para luego dar un breve mensaje de poco más de cinco minutos. Al finalizar miró a su izquierda y abrazó con fuerza al general secretario Salvador Cienfuegos, al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, y al almirante Vidal Soberón. Se hablaron en corto, al oído, contentos. Ya más tranquilo, abrazó al comisionado Renato Sales, al director del Cisen Eugenio Imaz, y al final a la procuradora Arely Gómez. La sonrisa volvió al rostro del Presidente de la República.
Regreso triunfal de los embajadores
Los embajadores y cónsules de México volverán a sus misiones en el exterior con una buenísima noticia, que recibieron de primera mano: la captura de Guzmán Loera. Nos dicen que los diplomáticos comentaron que la noticia de la fuga, hace seis meses, tuvo un impacto muy negativo, lo mismo en Estados Unidos, que en Europa, América Latina, Rusia, China e India. Hoy, El Chapo fue sometido y no pudo haber mejor foro para el discurso del jefe del Ejecutivo que la comida en Palacio Nacional con los diplomáticos y el personal de la Cancillería. La noticia corrió por el mundo entero. Extraordinario cierre para la reunión anual de la diplomacia mexicana, expresaban los hombres y mujeres del Servicio Exterior.
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LA CAPTURA INDISPENSABLE/Editorial El Universal
Días después de la última fuga de Joaquín El Chapo Guzmán, en julio pasado, el presidente Enrique Peña Nieto dijo que la única manera de revertir ese agravio sería con la recaptura del narcotraficante. Finalmente eso ocurrió la mañana de ayer, en Sinaloa.
Era un riesgo asumir el compromiso de volver a atrapar a Guzmán porque después de su primer escape, en el año 2001, las fuerzas federales pasaron más de 13 años sin que se le pudiera atrapar. Previamente dos gobiernos le habían buscado con insistencia, aunque sin resultados porque por alguna razón siempre se les escapaba en el último momento. ¿Tan confiado podía estar el Presidente de las capacidades de sus instituciones y de sus subordinados? Los hechos le dieron la razón.
¿La sombra de la fuga se ha disipado por completo? No. La razón es simple: la recaptura de Guzmán se explica por méritos que no necesariamente implican la desaparición de las deficiencias que permitieron la salida de Guzmán de la cárcel en julio pasado.
La parte del Estado mexicano que consiguió volver a atrapar a El Chapo es cada vez más eficaz y exitosa. El sector está representado por la Armada de México y por el aparato de inteligencia que en su momento han atrapado a otros delincuentes de alto rango a veces sin siquiera disparar un solo tiro.
El problema es que esos peligrosos personajes, una vez capturados, llegan a un sistema penitenciario claramente corrupto. Fue ese último sector, el de los penales federales —y el de las instituciones que debían haberle apoyado en la tarea de vigilancia del capo—, el que se vendió o fue intimidado para dejar salir a El Chapo.
Por desgracia existen al mismo tiempo tanto marinos y policías profesionales como custodios y burócratas corruptos.
La decisión de extraditar o no al narcotraficante a Estados Unidos dependerá de qué tanto haya logrado avanzar el gobierno federal en la limpieza del sistema penitenciario en su conjunto. No es algo que se logre de la noche a la mañana. Quizá la única manera de asegurar que el delincuente termine su vida en la cárcel es extraditándolo. La respuesta la tendrán las autoridades en próximos días.
Hay que celebrar, eso sí, la demostración de fuerza que representa haber logrado en un mismo gobierno dos capturas contra el que era uno de los personajes más difíciles de atrapar en el mundo, porque se escondía en un terreno con difícil acceso, arropado por un sector social cómplice que le idolatra a partir del falso mito de ser un intocable. Un mito que, si no se cometen más errores, debería perder su encanto.
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TEMPLO MAYOR/ Reforma
VAYA que la re-recaptura de Joaquín “El Chapo” Guzmán es una bocanada de aire fresco para Enrique Peña Nieto.
OCURRE después de que The New York Times cuestionara a la administración peñista por su falta de transparencia y al cierre de una semana durísima para la cotización del peso y el precio del petróleo.
SIN EMBARGO, la frase usada por Peña en el tuit en el que dio a conocer la noticia: “Misión cumplida: lo tenemos”, causó gran alboroto en las redes sociales donde fue calificada como triunfalista.
SI BIEN es cierto que se cumplió con el cometido de atrapar al “Chapo” por tercera vez, no se puede olvidar que esa misión nunca hubiera existido si el capo no se hubiese fugado de una prisión de máxima seguridad ante la ineficiencia -o, peor aún, la complicidad- de autoridades federales.
POR ESO, hay quienes opinan que sólo se podrá declarar la “misión cumplida” cuando se esclarezcan por completo las circunstancias de la fuga y se castigue a los culpables.
A VER si la detención de “El Chapo” en Sinaloa no acaba teniendo efectos en la elección estatal de este año.
DICEN que el gobernador Mario López Valdez andaba muy preocupado ayer pues el operativo fue en la colonia donde vive su mamá y tiene casa Gerardo Vargas, su secretario de Gobierno… y delfín para la gubernatura…
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TRASCENDIÓ/Milenio
Que este viernes fue de celebración en Palacio Nacional. Sonrientes llegaron el presidente Enrique Peña Nieto y los secretarios de Gobernación, Defensa, Marina, la procuradora general de la República y el comisionado nacional de Seguridad, tras la recaptura de Joaquín Guzmán Loera.
Al término de un mensaje a los medios de comunicación, el mandatario felicitó y abrazó a Miguel Ángel Osorio Chong, al general Salvador Cienfuegos, al almirante Vidal Soberón y a Arely Gómez, así como a Renato Sales.
Que hoy fue muy diferente, por supuesto, a aquellos días después de la crisis institucional que desató la segunda fuga de ‘El Chapo’ Guzmán, el 11 de julio de 2015, cuando todo eran caras largas en el gabinete de seguridad.
Sin embargo, el 16 de julio del año pasado, Enrique Galindo Ceballos, comisionado de la Policía Federal, hizo una promesa ante legisladores: “Que no quepa duda: el líder del cártel de Sinaloa será enviado nuevamente a prisión”. Y así fue.
Que en la bancada del PAN en la Cámara de Diputados, encabezada por Marko Cortés, existe ya la disposición de realizar modificaciones legales tras la reaprehensión de ‘El Chapo’ Guzmán.
Los blanquiazules aseguran que tienen una apertura total para realizar las reformas necesarias para disminuir las afectaciones causadas por la delincuencia organizada.
Que hace un año, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, mandó instalar un monitor en su oficina desde donde seguía segundo a segundo los movimientos del líder del cártel de Sinaloa, Joaquín Guzmán Loera.
Ahora la instrucción directa que le dieron desde Los Pinos es rehabilitar ese sistema de circuito cerrado para que dé seguimiento puntual al recién aprehendido capo y evitar así una tercera evasión.
Que otro de los funcionarios que ayer anduvo de reunión en reunión por la recaptura fue el embajador de México en Estados Unidos, Miguel Basáñez, quien no se quedó a las conclusiones finales de la 27 reunión anual de embajadores y cónsules que se realizó en el Secretaría de Relaciones Exteriores.
Salió de las instalaciones a paso apresurado y contó que hasta la tarde de ayer no había sido contactado por ninguna autoridad estadunidense. Por aquello de la extradición del capo.
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FRENTES POLÍTICOS/ Excelsior
I.El golpe. Joaquín El Chapo Guzmán fue recapturado, informó el presidente Enrique Peña Nieto. “Misión cumplida: lo tenemos”, subió a Twitter. Luego de permanecer 182 días como prófugo, El Chapo cayó gracias al trabajo de inteligencia de elementos de las fuerzas federales durante un operativo realizado en Los Mochis, Sinaloa. Esta recaptura refuerza la confianza en las instituciones, manifestó el primer mandatario. Y reiteró su mayor felicitación a los elementos de todas las instituciones de seguridad que participaron en la reaprehensión. “Seguiremos enfrentando al crimen organizado, seguiremos cumpliendo con nuestro deber”, dijo.  Ante este éxito cabe preguntarse: ¿el influyente diario estadunidense The New York Times se tragará sus palabras?
II.Toca extraditarlo. Lo que la lógica indica es que de inmediato debería proceder la extradición de El Chapo Guzmán a Estados Unidos. Está en manos del presidente Peña Nieto tomar la decisión de enviarlo al vecino país. No se puede regatear este nuevo triunfo, pero los mexicanos quieren que el líder del Cártel del Pacífico pague por sus crímenes y la única manera de desactivar su poderío es enviarlo a alguna cárcel de EU. Ahí, como lo dijo a Excélsior el escritor y periodista italiano Roberto Saviano, El Chapo perdería lo más valioso que tiene: “Su capacidad de operación, todo su poder”. La DEA, por lo pronto, ya salta de felicidad. La Administración Federal Antidrogas de Estados Unidos felicitó al gobierno mexicano. Pues que aceleren la extradición, ¿no?
III.En la lucha. Cuando en julio pasado Guzmán Loera se fugó de prisión, muchas voces exigieron la salida de Miguel Ángel Osorio Chong del gabinete de Peña Nieto. Al día siguiente, el titular de la Segob sostuvo que no dejaría el cargo porque los momentos de crisis “no son para renunciar, son para enfrentarlos”. Para fugarse, el líder del Cártel del Pacífico “tuvo que haber contado con la complicidad del personal y funcionarios del Cefereso, lo que constituiría un acto de traición, corrupción y deslealtad a la institución”, dijo, pero el bombardeo periodístico fue feroz. No le daban ya ningún crédito. Esa noche, Osorio se comprometió con el Presidente a recapturarlo e inició la caza que ayer terminó con éxito. Osorio volvió a meterse ayer, de la mano de El Chapo, a la lucha por la candidatura presidencial priista. Punto.
IV.Adiós a la impunidad. Con la recaptura de este narcotraficante se termina un ciclo de impunidad, aseguró Manlio Fabio Beltrones, el presidente nacional del PRI. Expuso que se deberá continuar con las investigaciones que permitieron la segunda fuga del capo. Claro, esto no acaba ahí. Como dijo Beltrones, el presidente Peña Nieto está actuando con gran firmeza. Como la mayoría de los mexicanos, el líder tricolor también señaló que habrá que esperar si es necesaria una extradición de El Chapo a Estados Unidos. Aunque no lo dijo abiertamente, dio a entender que en el PRI no habría objeción. ¿Qué prisión en México soporta a un criminal de este tamaño?
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OPERACIÓN CISNE NEGRO. CÓMO RECAPTURARON A EL CHAPO/Carlos Loret de Mola
El Universal, 
Esta semana, la mitad del grupo de élite de la Marina que capturó en febrero de 2014 a El Chapo Guzmán se despidió de sus familias. Les habían dado permiso para pasar Navidad y Año Nuevo con los suyos porque planeaban para el arranque de 2016 una segunda embestida —esperaban que fuera la definitiva— para aprehender de nuevo al líder del Cártel de Sinaloa. Le llamaron Operación Cisne Negro.
La primera embestida sucedió hace tres meses: con apoyo tecnológico de parte de tres agencias del gobierno de Estados Unidos (CIA, Marshalls y DEA), ayudados de manera muy importante por el Cisen y respaldados estratégica y operativamente por su propia área de Inteligencia Naval, llegaron de sorpresa en helicóptero hasta Cosalá, Sinaloa, en el Triángulo Dorado, donde ese estado hace límite con Durango y Chihuahua.
Ahí, El Chapo, con un equipo encargado de su seguridad y otro para atender sus necesidades, había instalado un austero campamento de cabañas de madera con drenaje, agua potable, electricidad y televisión satelital. Según informantes oficiales en los que se basa toda esta columna, Joaquín Guzmán Loera supo del ruido de los helicópteros con quince minutos de anticipación y emprendió la huida a pie por peligrosas laderas y despeñaderos.
Los elementos de Marina no podían aterrizar. No lo permite el terreno en toda esa zona, por eso por décadas ha sido escondite de los más peligrosos narcotraficantes. Por tierra es tardado llegar y además la población quiere mucho a los capos locales y al detectar cualquier movimiento inusual les avisa.
Desde el aire, un francotirador de la Marina tuvo en su mira a El Chapo. Pero el capo de Sinaloa usó un escudo humano: había abrazado a la hija de su cocinera y corría con ella, sin disparar él ni alguno de los suyos. Jalar el gatillo era matar a El Chapo… y a la niña. No disparó. El Chapo escapó en lo más denso de la sierra, muy lastimado de la pierna y raspado en otras partes del cuerpo. Un doctor lo visitó para curarlo.
Pasó el tiempo. Con las herramientas tecnológicas, Marina y Cisen detectaron que al más buscado le gustaba chatear con un emisario que distribuía sus instrucciones. Ante la imposibilidad de capturarlo en la sierra, decidieron cambiar de estrategia: generarle la percepción de que podía bajar sin peligro a una zona urbana, donde no goza de las ventajas de la montaña.
Lo hizo. Según testimonios oficiales a los que tuve acceso, lo ubicaron en una casa de la céntrica colonia Scally de Los Mochis, Sinaloa. Al ir por él, se registró un enfrentamiento cuyo saldo se informó en un boletín: cinco narcos muertos, seis detenidos y un marino herido.
En medio de la reyerta, el capo echó mano de su especialidad: se escapó por un túnel que conectaba al drenaje, emergió de las alcantarillas, con sus secuaces robó un vehículo y se trasladó al cotizado hotel “de paso” Deux, a las afueras de la ciudad. Para que las autoridades no detectaran el coche robado —y supieran dónde estaban—, el clan consiguió que una grúa se lo llevara de ahí.
Pero le cayó la treintena de marinos de élite que lo capturaron en febrero de 2014, los mismos que casi le disparan en octubre de 2015, ya para ese momento con cierto apoyo de la Policía Federal.
Y agarraron a El Chapo. Por tercera vez.
historiasreportero@gmail.com
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MISIÓN CUMPLIDA/Pepe Grillo
La Crónica
La recaptura de El Chapo Guzmán es un acto de desagravio para las instituciones nacionales.
Una acción contundente contra la impunidad.
Tiene la capacidad de generar confianza y credibilidad entre la ciudadanía después de un semestre de desaliento e indignación.
La localización, seguimiento y recaptura del capo sinaloense fueron resultado del trabajo conjunto de las corporaciones de inteligencia, seguridad y procuración de justicia del Estado mexicano.
No se regatea el reconocimiento, el hecho ha tenido resonancia internacional.
Presentar a Guzmán Loera ante la justicia y regresarlo a prisión es un punto a favor del Estado de Derecho en México que tantas veces ha mordido el polvo.
México es esta mañana un poco más seguro.
Concepto rector
Los errores que propiciaron las dos primeras fugas del Chapo Guzmán quedaron documentados. Sería inadmisible repetirlos.
Las fallas se enlistaron con lujo de detalles en los medios de comunicación.
Van desde tratos preferenciales, hasta fallas inoportunas de aparatos electrónicos, como las cámaras de video vigilancia, hasta una insólita epidemia de sordera que impidió escuchar dentro del penal el estruendo de los taladros usados para construir un túnel de 1.5 kilómetros de largo.
La corrupción fue el concepto rector.
Hay que evaluar, con rapidez y seriedad, la opción de extraditar a Guzmán a los Estados Unidos, representa beneficios y también daños, hay que evaluar ambos flancos y tomar la decisión.
Para concretarla se requiere un desempeño impecable del ministerio público para que no haya fisuras en el debido proceso.
El augurio
Desde que las autoridades tuvieron la certeza de que El Chapo había vuelto a su madriguera en Sinaloa, el delincuente estuvo a punto de ser capturado por lo menos un par de ocasiones en las semanas recientes.
Personal especializado de la Marina – Armada lo tuvo a tiro, pero el delincuente corrió con suerte.
El pasado 27 de diciembre en este mismo espacio, en ocasión de un tiroteo el corredor Mocorito-Badiraguato se apuntó que oficinas de inteligencias suponían que El Chapo andaba por ahí, agazapado, lamiéndose sus heridas.
“Un día de éstos, pronto, habrá nota de ocho”, concluyó la columna aquel día. Este sábado en periódicos de México y el mundo, El Chapo, recapturado, está en primera plana.
¿Y el Cártel de Sinaloa?
Detrás del personaje mediático está la organización criminal que actúa en la sombra.
El delincuente se arrastra por las alcantarillas, mientras que la banda criminal a la que dirigió prospera, casi no se inmuta.
Según se informa este mañana, en Crónica el cártel se mantuvo no sólo vigente sino fortalecido, consolidó sus capacidades por medios de diez células en diversos estados del país.
El cartel, cuyo jefe real de operaciones hace tiempo que no es El Chapo, es dominante en estados como Sinaloa, Sonora, Durango y Chihuahua, entre otras entidades cercanas la frontera con Estados Unidos, a donde lleva droga todos los días y todas las noches.
El mensaje es: recapturado el perro, la rabia sigue.
pepegrillocronica@gmail.com
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Columna ARSENAL/Francisco Garfias
Excelsior
El Día de El Chapo
Joaquín Guzmán Loera tras las rejas no significa que podamos echar las campanas al vuelo. No es el triunfo de las instituciones sobre el crimen organizado. Pero sí es un paso que reivindica el Estado de derecho.
Eran las 12:19 cuando el presidente Enrique Peña Nieto informó en su cuenta de Twitter de la recaptura de El Chapo Guzmán. “Misión cumplida. Lo tenemos”, escribió el primer mandatario.
Era el inicio del “Día de El Chapo”. El resto de la jornada nadie habló de otra cosa. En los medios, en las casas, en bares y cafeterías, hombres y mujeres, chavos y viejos, ricos y pobres, dentro y fuera del país, esa fue la nota.
En las redes sociales proliferaron los memes. Durante horas fue trending topic. El tuit del mandatario alcanzó 81 mil réplicas a las 11 de la noche.
El capo más buscado del mundo había sido recapturado por tercera ocasión. Oxígeno para un gobierno que nomás no logra recomponer su imagen desde el famoso mexican moment, o aquella criticada portada del Times:  Saving México, en 2014.
    El logro del gabinete de seguridad debe ser reconocido. Regatearlo, como lo hicieron los antisistémicos en las redes sociales, resulta risible, incluso patético.
Saturaron Facebook y Twitter con el mismo mensaje, aunque con distintas palabras:  La reaprehensión de El Chapo no es otra cosa que una cortina de humo para tapar los efectos de la depreciación del peso y la caída de los precios del petróleo.
El Chapo nuevamente tras las rejas tampoco significa que podamos echar las campanas al vuelo.  No es el triunfo de las instituciones sobre el crimen organizado ni el fin de la violencia y la impunidad que la alimenta.
Pero sí es un paso que reivindica el Estado de derecho. Se necesita valor para reconocerlo. Reducirlo a “cortina de humo” para ocultar la subida del dólar es activismo político.
    Hace tiempo que no veíamos caras tan alegres en el gobierno federal. Uno de los más sonrientes era Miguel Ángel Osorio Chong.
El secretario de Gobernación escribió en su cuenta de Twitter: “Señor Presidente  @EPN. Hoy el gabinete de seguridad cumplió con su instrucción” .
Osorio fue el más perjudicado por la fuga de El Chapo hace seis meses. Después del vergonzoso hecho, la comentocracia  enterró incluso sus posibilidades de ser candidato presidencial en 2018.
La entrevista que León Krauze le hizo a Peña Nieto un año antes de la fuga del jefe del Cártel del Pacífico, recuperada después del episodio del túnel, lo dejaba mal parado.
Por el cargo que ocupa, Osorio es el responsable de lo que ocurra con el enemigo público número uno.
El Presidente le dijo entonces al periodista: “Todos los días le digo  al secretario de Gobernación, lo tienes bien vigilado y seguro”. Previamente: “Sería imperdonable una nueva fuga”.
Pero lo imperdonable ocurrió y El Chapo protagonizó lo que llamaron “el gran escape”.
La noticia recorrió el mundo borrando lo que quedaba del mexican moment. Las críticas se multiplicaron como hoy se multiplican los aplausos en el exterior.
    El tema de la extradición de El Chapo a Estados Unidos resurgió con la tercera captura del poderoso capo. El precandidato republicano a la presidencia de ese país, Marco Rubio, exigió ayer mismo su entrega a las autoridades de su país.
Y es que el fantasma de una eventual tercera fuga pesa fuerte en la atmósfera. Si pudo dos veces, por qué no tres.
En esta ocasión nada ha dicho Peña sobre la eventual entrega del capo a los gringos.  Sí lo hizo en la ya citada entrevista con León Krauze.  Dijo entonces:
“Éste es un delincuente que tiene que enfrentar a la justicia mexicana, que tiene que enfrentar procesos que la PGR ha iniciado.
“Eso no riñe con que, en algún momento, difícil determinarlo ahora, pueda  ser extraditado…”
¿Llegaría ya ese momento?
    No hace mucho escuché al exgobernador de un estado con serios problemas de violencia  lamentar el tortuguismo del Congreso en el tema del Mando Único o mando coordinado de las policías.
“No tienen madre senadores y diputados. Le han negado al país una definición del modelo policial”, nos dijo el citado exmandatario.
El tema del Mando Único lleva años en el Congreso. Intereses mezquinos disfrazados de defensa del municipio libre han impedido que el modelo avance.
Muchos alcaldes no lo quieren porque les significa menos recursos.
El resultado de esta indefinición ha sido la prolongación y complicidad de las autoridades locales con el crimen. Iguala es el ejemplo. Un municipio sin control equivale a violencia, luto e impunidad.
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LA RECAPTURA DE ‘EL CHAPO’: CINCO APUNTES RÁPIDOS/Alejandro Hope
El Universal,
1.— La recaptura de Joaquín Guzmán Loera era cuestión de tiempo. Se trató de la mayor cacería de un delincuente en la historia del país. Todas las dependencias federales de seguridad, con la Marina a la cabeza, participaron en la búsqueda. Y contaban con una colaboración amplísima del aparato de inteligencia de Estados Unidos. Aún no sabemos con precisión hasta dónde llegó la colaboración estadounidense, pero es muy probable que múltiples agencias del país vecino (DEA, CIA, CBP, ICE, DIA, etcétera) tuvieron algún rol en la persecución del capo.
2.— No obstante, la celeridad de la reaprehensión debe considerarse una sorpresa. Yo afirmé públicamente que El Chapo no volvería a pisar la cárcel por un largo periodo. Me equivoqué. Menos de seis meses después, se encuentra de nuevo tras las rejas. ¿Cómo explicarlo? Van tres teorías:
a) El gobierno de México y sus socios estadounidenses desplegaron más recursos que lo anticipado. La operación de octubre pasado en Tamazula, Durango, fue una señal del gran alcance de la campaña desplegada para dar con Guzmán. No fue una infiltración sigilosa de un cuerpo de élite. Fue una operación militar en toda regla. Y tuvo éxito en un objetivo clave: sacarlo de la sierra.
b) La edad y una larga vida a salto de mata le cobraron la factura a Guzmán, un hombre ya cercano a los 60 años. Es probable que haya cometido dos errores cruciales: I) no purgar su círculo íntimo (como lo demuestra la detención de sus cómplices en la fuga, algunos de los cuales eran bien conocidos por los organismos de seguridad), y II) mantener un contacto cercano con algunos miembros de su familia. Ambos errores pudieron haber proporcionado claves invaluables para sus perseguidores.
c) Tal vez el Cártel de Sinaloa ya no sea lo que alguna vez fue. El tráfico de cocaína y marihuana ha decaído en los últimos años. Eso pudo haber mermado su capacidad económica y por tanto debilitado su red de protección institucional. ¿El resultado? Una respuesta menos ágil a los movimientos de las instituciones involucradas en la búsqueda.
3.— ¿Será extraditado a Estados Unidos? Muy probablemente. Por dos razones: a) en esta ocasión hay una solicitud formal de extradición del gobierno de Estados Unidos, y b) la confianza de las autoridades estadounidenses en la capacidad mexicana para retener a El Chapo en prisión se ha esfumado. Tras su fuga de julio pasado debe quedar claro que el día en que ingresa a un penal mexicano es el día en que empieza a planear su siguiente escape Y dado lo que sabemos sobre sus capacidades de corrupción e intimidación, bien podría tener éxito de nuevo (probablemente no tan rápido como la última vez, pero eventualmente). No creo que al gobierno federal le queden ganas de enfrentar otra humillación de escala global.
4.— ¿Cuándo será extraditado? Esa es la gran pregunta. En diversos momentos sus abogados han interpuesto amparos para evitar su extradición, pero hasta donde se sabe, no hay impedimento legal al día de hoy para extraditarlo a Estados Unidos. Sin embargo, eso podría cambiar en el futuro próximo si se interponen nuevas demandas de amparo. Es por tanto muy difícil anticipar en este momento cuándo verá el interior de una prisión estadounidense.
5.— ¿La captura representa una victoria para el gobierno de Enrique Peña Nieto? Sin lugar a dudas. Por primera vez en más de un año puede proyectar un aura de eficacia. ¿Pero este momento de triunfo es suficiente para borrar la humillación de la fuga? Probablemente no. No había dudas de la capacidad de las instituciones de seguridad para capturar capos. La duda es sobre la capacidad para procesarlos y mantenerlos tras las rejas. Además, la recaptura puede reabrir el expediente de la fuga. Ya en Estados Unidos, El Chapo pudiera hacer algunas revelaciones incómodas sobre la red de corrupción que le facilitó su escape del Altiplano. Y por último, entre la opinión pública, los efectos positivos de la captura de capos —así lleven Guzmán de apellido— tienden a diluirse rápidamente. Así sucedió en 2014, así sucederá inevitablemente en esta ocasión.
Analista de seguridad. @ahope71
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RECAPTURA DE JOAQUÍN GUZMÁN, DE IMPACTO INTERNACIONAL/Enriqueta Cabrera
Excelsior
Llamó la atención que al terminar su intervención, el secretario de Gobernación saliera rápidamente de la reunión de embajadores, cónsules y personal de la Cancillería durante su encuentro anual. Estaban a punto de iniciar su participación los secretarios de la Defensa, general Salvador Cienfuegos, y el secretario de Marina, almirante Vidal Francisco Soberón Sanz, cuando regresó el secretario Miguel Ángel Osorio Chong, tomó el micrófono y leyó el tweet enviado por el presidente Enrique Peña Nieto. “Misión cumplida: lo tenemos, quiero informar a los mexicanos que Joaquín Guzmán Loera ha sido detenido”. Alrededor de 250 diplomáticos que estaban en el Salón Morelos se pusieron de pie, inició un aplauso y de manera generalizada y espontánea entonaron el Himno Nacional. Los representantes de México en el extranjero estaban conmovidos. Los secretarios se abrazaban y felicitaban.
La noticia de la fuga del Penal del Altiplano de Joaquín El Chapo Guzmán Loera había dado la vuelta al mundo en el mes de julio; casi seis meses después fue recapturado el día de ayer. Coincidió con el fin del encuentro de diplomáticos mexicanos en la Cancillería organizado y encabezado por la secretaria de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz Massieu.
No es una cuestión menor para la diplomacia mexicana y para los mexicanos la buena noticia de la recaptura de Guzmán Loera, la noticia de su fuga había recorrido la prensa del mundo en julio de 2015. Ahora, con su reaprehensión, sucedió lo mismo. La captura del principal narcotraficante buscado en México es noticia en los medios, en tiempo real, no sólo en México sino en el mundo entero. Lo mismo en El País o el ABC de España, que en Le Monde o Libération de Francia, en The Guardian y la BBC de Londres, el New York Times, el Washington Post, Los Angeles Times, de Estados Unidos, en los diarios de Argentina como El Clarín, en El Mercurio y La Tercera de Chile, O’Globo de Brasil… y así, en prensa escrita y electrónica, la recaptura de Guzmán Loera ha recorrido distintos países. En las redes también. En fin, importante noticia nacional pero también internacional.
Vale la pena recordar que la del Penal del Altiplano en julio de 2015 era la segunda fuga de Guzmán Loera. En enero de 2001 se había fugado del Penal de Puente Grande en Jalisco después de 8 años de cárcel; había sido capturado en 1993. Esa fuga fue también espectacular, nadie supo cómo fue exactamente, si salió en un bote de ropa sucia, vestido de mujer o con uniforme de policía. El hecho fue que escapó en 2001 durante el gobierno de Vicente Fox, que tenía menos de dos meses de haber asumido la Presidencia.
Escapó entonces y no lo pudieron recapturar ni en el sexenio de Fox ni en el de Calderón: 13 años estuvo prófugo y bien en su “empresa” de narcotráfico internacional, operando. Fue en febrero de 2014 cuando fue recapturado y enviado al Penal del Altiplano, del que escapó en julio de 2015, historia conocida: un túnel desde el baño de su celda de un kilómetro y medio, salida en carretera, avioneta hasta Sinaloa. Ayer fue recapturado en Los Mochis, Sinaloa.
Debido es destacar que la reaprehensión fue producto del trabajo de inteligencia criminal y de coordinación entre el Ejército, la Armada, la Policía Federal, el Cisen y la Procuraduría para capturar a Joaquín El Chapo Guzmán. El gobierno cumplió con el compromiso que hizo el Presidente tras la fuga en julio pasado de recapturar al narcotraficante más buscado. Las instituciones de seguridad mostraron que tienen capacidades.
Quedan pendientes redefiniciones importantes como es la posible extradición de Guzmán Loera solicitada por Estados Unidos. Así como el enorme trabajo de desarrollar sistemas de seguridad efectivos en los penales de alta seguridad, que ya se ha iniciado, y el permanente combate a la corrupción.
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CAYÓ “EL CHAPO”: ¿Y QUÉ VAN A DECIR AHORA?/Ricardo Alemán
El Universal,
¿Qué van a decir? 
¿Qué van a decir todos aquellos que en tono festivo cuestionaron que el gobierno de Enrique Peña Nieto permitiera el escape de la joya de la corona; el Chapo Guzmán? 
¿Qué van a decir aquellos que sin el mínimo rigor periodístico, incluido el New York Times, pedían la cabeza del secretario de Gobernación? 
¿Qué van a decir los que suponían también en tono festivo que un criminal como el Chapo Guzmán era más poderoso que el propio Estado, que el gobierno?
¿Qué van a decir aquellos que apostaron por la caída del gobierno de Peña Nieto luego de la fuga del Chapo Guzmán?
¿Qué van a decir todos los que no creían en la recaptura del Chapo?
¿Qué van a decir los que decían, pontificando con sabiduría chabacana que El Chapo sólo caería muerto?
¿Qué van a decir los que exaltaban que el mundo entero se había reído de un gobierno “incapaz” que dejó escapar al Chapo.
¿Qué dirán los que no creían en instituciones como la Marina, Armada?
¿Qué dirán los que decían que el Chapo era capaz de comprar todo y a todos?
¿Qué dirán aquellos que suponían que las instituciones mexicanas serían incapaces de la recaptura del Chapo?
¿Qué dirán los que se frotaron las manos y paladearon, políticamente la fuga del Chapo?
¿Qué dirán quienes con sarcasmo pregonaban que Miguel Osorio, secretario de Gobernación había perdido la candidatura presidencial?
¿Qué dirán ahora que, con la coordinación de Miguel Osorio, las instituciones hicieron posible la recaptura del Chapo? ¿Dirán que rescató la candidatura presidencial?
¿Qué dirán los redactores del New York Times que ignoraron sólo de oídas, que hicieron el ridículo con su editorial del pasado 4 de enero?
No esperemos que digan algo pero también se tiene que preguntar ¿serán capaces de una felicitación?




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