19 abr 2016

Ls disculpas por la tortura/ columnas

Las columnas políticas hoy, martes 19 de abril de 2016
Bajo Reserva/El Universal
Avísenme, dice la PF a la Sedena y a la PGR
La difusión del video en el que se observa a soldados y a una policía federal agrediendo a una mujer en Guerrero tomó mal parada a la Policía Federal y a la Comisión Nacional de Seguridad. El Ejército tuvo conocimiento del caso, hizo su investigación, pero nunca dio aviso a la Comisión o a la Policía Federal sobre la misma. Incluso, nos comentan, la PGR tampoco les notificó, por lo que las autoridades de la CNS y PF se enteraron hasta que el video fue difundido en redes sociales. Al interior de ambas instituciones existe descontento por la falta de comunicación de un hecho al que ellas mismas califican de reprobable. Ahora, buscan dejar en claro que no permitirán un nuevo suceso de este tipo entre sus filas, pero el daño realizado por la mujer policía a toda la corporación está hecho y tendrán que remar contra la corriente.
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CONTRA LA TORTURA, ¿AHORA SÍ?/Editorial El Universal
 Cuando el relator especial para la tortura de la ONU, Juan Méndez, dijo el año pasado que en México hay tortura “generalizada”, la reacción del gobierno federal fue de indignación. ¿Por qué no se destacaba que se habían tomado medidas para regular la detención, investigación y combate a la delincuencia organizada? Un video recién revelado, el cual muestra a dos soldados y un policía federal aplicando técnicas de asfixia a una mujer detenida, ofrece una explicación: la prevención no se está aplicando.
 En los últimos años han sido aprobadas reformas, incluso constitucionales, en favor de los derechos humanos, la presunción de inocencia y el debido proceso. Pero una legislación de avanzada no siempre se traduce en protección efectiva.
 Por fortuna, ese reconocimiento que debió ocurrir hace un año, cuando una instancia de la ONU puso el dedo en el reglón, sucedió ayer. Roberto Campa Cifrián, subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, dijo: “Ha llegado el momento de terminar con esta práctica, de erradicar la tortura, porque aunque ha habido avances, debemos reconocer que no hemos logrado erradicarla y que su práctica persiste en diferentes ámbitos de la cadena de seguridad pública”.
 Por su parte la Comisión Nacional de Seguridad anunció, en voz de su titular, Renato Sales Heredia: “Vamos a implementar tres medidas para que estos hechos no se repitan. Una de ellas es el fortalecimiento de la Unidad de Asuntos Internos, otro más es vincularnos en un mecanismo de supervisión externa con la sociedad civil, y otro es la creación de un grupo en la comisión formado por los cuatro comisionados y la inspectoría para dar seguimiento a los temas de derechos humanos”.
Reconocimiento del problema y acciones para hacerle frente. Esa era la respuesta que debía darse frente a las críticas.
Si bien hacen falta cifras para conocer la dimensión del problema de la tortura, la sola existencia de miles de denuncias tendrían que forzar un cambio. De acuerdo con una encuesta del CIDE, de todos los reos presentados ante el Ministerio Público, los cuales han sido culpables “confesos”, más de la mitad —54%— hicieron esa confesión por tortura o amenaza.
Es una pena que el video de un abuso haya desencadenado la movilización de las instituciones de seguridad del país y no la evidencia previa —aunque no fuera un escándalo en redes sociales— de que este problema era un mal recurrente de nuestras fuerzas del orden.
Ojalá la lección haya sido aprendida, tanto para erradicar por fin la tortura en México, como para no intentar eludir la crítica con la esperanza de que, tarde o temprano, la realidad se ajustará al discurso oficial.#
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FRENTES POLÍTICOS/Excelsiora.
 V.Ya era tiempo. Roberto Campa, subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, aseguró que la tortura no se justifica en ningún caso, ni siquiera ante los peores escenarios, pues por su gravedad es una de las violaciones que no admiten excepciones. Dijo que las y los policías de cualquier corporación deben ser auténticos defensores de los derechos humanos. El subsecretario reconoció que la tortura persiste en distintos ámbitos de la cadena de seguridad. Lo malo es que eso de poco sirve. Pronunciamientos como el suyo se dan en cada sexenio y en México el tema de la tortura no cambia. El tehuacanazo y el pocito son tan tradicionales como el mariachi.
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Lenguas Viperinas/LSR
LA SECRETARÍA de la Defensa Nacional no dejó pasar a los padres de los 43 normalistas desaparecidos a las instalaciones del Batallón 27 en Iguala, Guerrero–donde según los familiares de los jóvenes se tiene registro de que ahí estuvo el celular de uno de ellos después de los hechos del 26 y 27 de septiembre de 2014–, pero sí dejó pasar a una televisora a las instalaciones del Colegio Militar. Este fin de semana se transmitió el programa Master Chef, en su versión infantil, que fue grabado en la plaza del Colegio en la delegación Tlalpan y hasta con militares de fondo. Los elementos castrenses incluso traían el brazalete del Plan DN-III y estaban formados en filas mientras que los pequeños competían por cocinar mejor.
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EL ASALTO A LA RAZÓN/Carlos  Marín
Milenio
Disculpas y revelaciones militares
A la necesaria disculpa que ofreció el divisionario Salvador Cienfuegos por la participación de dos de sus subordinados en el criminal “calentamiento” que se conoció el viernes, el procurador de Justicia Militar, general Jesús Gabriel López Benítez, reveló a MILENIO (trabajo de Ignacio Alzaga) que suman 558 los soldados bajo proceso por faltas a la disciplina y, mediante parte oportuno a la Procuraduría General de la República, están en capilla rumbo a los tribunales civiles para que respondan por su probable responsabilidad en los delitos de tortura, desaparición forzada y asesinato.
Disculpas y revelaciones que no tienen precedente, pero aun así comparto con el abogado Juan Velásquez la convicción de que el fuero de guerra (donde los juicios son orales, públicos y ante juez desde 1934) es mucho más confiable que el fuero civil.
La putrefacción de la mayor parte de las policías en manos de civiles llevó a utilizar a las fuerzas armadas en tareas que no les corresponden y que, sin marco legal adecuado, siguen expuestas al descrédito por unos cuantos.
cmarin@milenio.com
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ARSENAL/Francisco Garfias
Excelsior
Los senos de Jenny
No basta con las disculpas del general secretario Salvador Cienfuegos ni las del comisionado Nacional de Seguridad, Renato Sales, por el balconeado caso de Elvira Santibáñez, una joven de 22 años, torturada en Ajuchitlán, Guerrero, por dos militares y tres policías federales.
Es un reconocimiento de que las cosas no andan del todo bien en materia de derechos humanos. Eso ya es ganancia. Pero hay que ir más allá de las palabras o los discursos, así sea frente a oficiales y a la tropa. Es urgente tomar medidas para que casos así no se repitan. 
Adelantarse a la coyuntura. No dar margen a sospechas de que se tapan las cosas. Aplicar castigos ejemplares a los que utilizan esa incalificable práctica que nos tiene en la vitrina del horror: la tortura.
Los derechos humanos se han convertido en el talón de Aquiles del régimen del presidente Peña. En el gobierno lo saben. Por eso el discurso del secretario de la Defensa. Por eso las palabras del comisionado. Por eso la condena del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
Los tres coinciden: la tortura es repugnante e inadmisible, agravia a la sociedad, daña la imagen del país, deshonra a las Fuerzas Armadas, denigra a las policías.
Hechos como Ayotzinapa, Tlatlaya, Tanhuato o el caso de tortura en Guerrero, nos proyectan en el mundo como un país dominado por bárbaros.
Lo vimos en la reciente gira por Alemania, donde la canciller Angela Merkel se vio obligada a abordar el caso de Ayotzinapa y hasta ofreció el savoir faire de los germanos para aclarar el caso de los 43 normalistas desaparecidos.
En Copenhague, Dinamarca, la activista sueca Jenny Wenhammar, mostró sus senos con la leyenda “PRI-Asesino” en un acto al que asistía el Presidente mexicano.  La  mujer fue  multada por exhibicionista y puesta en libertad.
Cuando le preguntaron por qué lo hizo, respondió: “Para llamar la atención sobre lo malo que existe en México”.
Los adversarios del régimen saben, también, de este punto vulnerable del régimen.
No es casual que a Jenny la  hayan arrestado junto a un fotógrafo.  Media hora después de ocurrido el hecho, la imagen  ya circulaba en medios de comunicación. “Es rentada”, dicen voces oficiales. Wenhammar tiene antecedentes. En el 2014 realizó una protesta similar frente al primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt.
Los derechos humanos en México son, incluso, parte del discurso de campaña de Hillary Clinton en EU. En una entrevista  de  televisión, la favorita para llegar a la Casa Blanca se declaró “preocupada” por el video de Elvira.
“No creo que sea violando los derechos humanos como se acabará con el crimen”, dijo la aspirante a la candidatura demócrata. La joven Santibáñez está presa por portación de armas de uso exclusivo del Ejército. Los hechos ocurrieron hace casi 14 meses en Ajuchitlán, Guerrero. La Sedena dice que se enteró hasta el 15 de diciembre del 2015. Un mes después estaban en la cárcel los implicados. No es el caso de la Policía Federal, que apenas toma cartas en el asunto.
Las preguntas surgen una tras otra: ¿quién grabó la repugnante escena? ¿Un militar o un policía federal? ¿Quién la subió a las redes sociales? ¿Cuántos casos más habrá que no han sido grabados?
El  video se hizo viral en el peor momento. Justo cuando la CIDH,  la ONU y el famoso GIEI acusan al régimen de falta de voluntad política para neutralizar las violaciones a los derechos humanos. El presidente Peña tiene en  el espinoso tema uno de los retos mayúsculos de su sexenio.
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LA MUJER TORTURADA ES UNA TORTURADORA/Ciro Gómez Leyva
El Universal
No hay dilema, pues no se puede acompañar a la tortura. Pero lo que queda es una realidad espantosa. Pese a que no denunció haber sido torturada cuando el Ejército y la Policía Federal la detuvieron allá en enero de 2015, Elvira Santibáñez Margarito podrá salir libre… por haber sido torturada.
Elvira, por si faltara precisarlo, es la mujer de la camiseta morada y los jeans, torturada por una mujer soldado, una mujer policía y un capitán militar. Es el sujeto de uno de los videos más impactantes de los últimos tiempos. Su tortura ha merecido las disculpas públicas del secretario de la Defensa Nacional y del comisionado de la Policía Federal.
¿Quién es Elvira, por qué la detuvieron, por qué la trataron con esa crueldad? “Le decían La Pala, formaba parte de la Familia Michoacana”, me explica Julio César Zubillaga,director del Diario de la Tarde, con sede en Iguala, el medio que puede presumir la mejor cobertura sobre aquellos hechos y el hoy famoso personaje a quien sus captores simulaban asfixiar. “Asolaba la zona de Tierra Caliente. Cometía actos de secuestro, de extorsión, seguramente utilizaba esas mismas formas para obtener el dinero que le pedían a los familiares por la liberación”.
Zubillaga no es clemente con Elvira. Me describe cómo acabaron con la economía de la región e hicieron sufrir a muchos pequeños comerciantes, campesinos, maestros. “Nadie la libraba”, prosigue. “Les exigían comida, les exigían matar a sus animalitos. Desde entonces, los maestros ya no quieren regresar a dar clases”.
—Grupos criminales que golpeaban a los pobres— le digo.
—Así es. Antes, los secuestros y las extorsiones se daban entre gente de recursos económicos. Con la Familia Michoacana, a la que pertenecía Elvira, eso se extendió a la gente de menos recursos; sí, a los pobres. La mayoría de la gente de por aquí la identifica muy bien.
Con un abogado de mediana escala, Elvira podrá comprobar la obvia violación a sus derechos humanos y regresar a Tierra Caliente, quizás a seguir delinquiendo, mutilando, torturando. Se lo deberá a las dos mujeres y al capitán que la maltrataron unos minutos y terminarán sacándola de la cárcel.
No perdamos de vista quién es esta mujer”, me dice Isabel Miranda de Wallace. “No la enaltezcamos ni santifiquemos. Que se castigue severamente a quienes llevaron a cabo su tortura, pero eso no la hace inocente, eso no la exime de nada. Ella causó mucho mal”.
Completamente de acuerdo, Isabel.
MENOS DE 140. Caso David Monreal: el Trife le abrió la puerta a la marrullería y el incumplimiento. El INE ha quedado en ridículo. Total.
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EN PRIVADO/Joaquín López-Dóriga
Milenio
Las disculpas de un general secretario
Un candidato sí haría verano.  Florestán
El sábado fuimos testigos de un hecho inédito: las disculpas de un general secretario de la Defensa Nacional por actos, documentados en un video, de tortura contra una detenida de 21 años.
Seguí atentamente la forma y el fondo de la cita del general Salvador Cienfuegos, en la explanada de ese Campo Militar Número Uno, con miles de soldados en uniforme de campaña alineados perfectamente, la banda monumental de guerra que rindió los honores de ordenanza al titular de la Sedena, el agrupamiento en torno al general secretario antes de iniciar el mensaje, la transmisión vía satélite a todas las regiones y zonas militares, el tono y el mensaje: la condena a la tortura en Ajuchitlán del Progreso, en Guerrero, en enero del año pasado, lo inédito de pedir perdón por esos hechos, y la advertencia, reiterada, de que no se pueden repetir.
Son estos sucesos repugnantes aunque aislados, que dañan nuestra imagen y prestigio, actos muy alejados de los principios y valores que se nos inculcan permanentemente; hechos deplorables que nos denigran como soldados, también traicionan la confianza que día a día se ha ganado esta institución ante la sociedad nacional. Quienes actúan como delincuentes, quienes no respetan a las personas, quienes desobedecen, no solo incumplen la ley, no son dignos de pertenecer a las fuerzas armadas. Que quede claro: no debemos ni podemos enfrentar la ilegalidad con más ilegalidad, dijo el general Cienfuegos para añadir:
Desde este campo militar, en nombre de todos los que integramos esta gran institución nacional, ofrezco una sentida disculpa a toda la sociedad agravada por este inadmisible evento, dijo ante miles de militares a los que habían citado para escuchar el mensaje: no a la ilegalidad, no a la tortura, y el perdón, la disculpa.
Pero luego vendría el comunicado de prensa fechado que merece un comentario aparte, porque si a alguien, extramuros militares, no le hubiera quedado claro el mensaje, el boletín no deja dudas de la intención y decisión, del fondo y la forma.
Mañana, el comunicado.

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