9 sept 2019

El caso del Cardenal George Pell

El caso del Cardenal George Pell / Fred Alvarez Palafox
¿Fin al tema?
@fredalvarez
Revista Código Topo de Excelsior, 9 de septiembre de 2019, pags 38-43
El cardenal fue sentenciado a seis años de prisión por abusos sexuales contra menores, pero con algunas circunstancias que cuestionan el proceder de la justicia australiana.
La  mañana del miércoles 21 de agosto la Corte Suprema de Victoria, en Australia, ratificó por mayoría la condena emitida en el juicio en primera instancia por abusos sexuales contra menores contra el cardenal George Pell, ex integrante de la Curia vaticana -encargado de las finanzas de la Santa Sede-, el más alto funcionario de la Iglesia católica en ser condenado por este tipo de delitos.
Fue sentenciado a seis años de prisión, de los cuales debe cumplir al menos tres años y ocho meses antes de poder solicitar la libertad condicional.
La presidenta del Tribunal Supremo Anne Ferguson informó que se ratificó dicho fallo desestimando así la apelación que había hecho la defensa.
¿Qué decía la apelación en 3 puntos?
  • La confianza del jurado en la evidencia de una sola víctima;
  • Una irregularidad que impidió que el cardenal Pell presentara su declaración de no culpabilidad frente al jurado, y;
  • Que no se le permitió a la defensa mostrar una representación visual que respalde su reclamo de inocencia.
Dos jueces de tres -Ferguson y el presidente del Tribunal de Apelaciones de Victoria, Chris Maxwell-, rechazaron el principal argumento del Purpurado quien se inconformó contra el veredicto ya que estaba basado únicamente, alegaba, en el testimonio de una víctima sobreviviente, de hechos que presumiblemente ocurrieron entre 1996 y 1997, contra algunos niños del coro de la catedral de Melbourne, Australia.
Al lo que la jueza Ferguson respondió: “El juez Maxwell y yo aceptamos la presentación de la acusación, que argumentaba que el demandante era un testigo convincente, que claramente no mentía ni fantaseaba y que era un testigo de la verdad”.
¿Testigo de verdad?
El cardenal permaneció sereno en su lugar, cuatro guardias de seguridad los custodian, alrededor de 26 periodistas acreditados y unos 60 miembros del público escucharon la decisión del tribunal, entre ellos estaba David, hermano del purpurado, el canciller de la Arquidiócesis de Sydney, Chris Meaney y otros amigos.
A las afueras del Tribunal  un grupo de sobrevivientes de abusos sexuales, junto con sus familiares, celebraron la sentencia.
Pell se decepcionó con la justicia de Victoria  y mandó decir que “mantiene su inocencia”.
De inmediato, al conocer la noticia la Oficina de Prensa del Vaticano emitió comunicado donde confirma su cercanía a las víctimas de abusos sexuales y su compromiso de perseguir a los miembros del clero que son responsables de ello.
"Reafirmando su respeto por las autoridades judiciales australianas, como se declaró el 26 de febrero con ocasión de la sentencia en primera instancia, la Santa Sede – informó el director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni  toma nota de la decisión de rechazar la apelación del Cardenal George Pell”
 A la espera de conocer la evolución del proceso judicial-agrega el texto vaticano-, recuerda que el Cardenal siempre ha confirmado su inocencia. Y que tiene derecho a apelar ante el Tribunal Supremo.
Hasta ahí.
¿Cómo ha sido el proceso penal contra Pell?
Con muchas dudas razonables y ha sido tratado como un espectáculo político. 
1.- En 2014, a las pocos meses de asumir el cargo de prefecto fue llamado por primera vez a testificar ante la Comisión Real Australiana que investiga el abuso sexual, y entre diciembre de 2015 y febrero de 2016 fue acusado de proteger a otros sacerdotes de los abusos cometidos contra niños en los años setenta.
En aquella ocasión declaró vía videoconferencia desde el Vaticano negando estar al tanto de los acontecimientos en la diócesis de Ballarat de la que fue titular,
2.- Tiempo después, en octubre de 2016 fue interrogado en Roma por abogados australianos, esta vez acusado de pedofilia en su antigua diócesis de Melbourne, y;
3.- A finales de junio de 2017 fue acusado formalmente de violencia sexual contra un menor. La presión mediática fue dura.
Y para no dejar duda, el purpurado dejó el cargo en la Curia para poder defenderse y regreso a Australia renunciando a la inmunidad diplomática de la que podría gozar por ser ciudadano del Vaticano.
Entonces la Santa Sede emitió un comunicado diciendo que :
"El Santo Padre, que ha podido apreciar la honestidad del Cardenal Pell durante los tres años de trabajo en la Curia Romana, le está agradecido por su colaboración y, en particular, por su enérgico empeño a favor de las reformas en el sector económico y administrativo y por su activa participación en el Consejo de los Cardenales (C9)”.
le otorgó un permiso -periodo de excedencia- del cargo de prefecto para que pudiera defenderse.
Al llegar a Australia s fue a vivir en un seminario en Sidney, se le prohibió salir de Australia y entregó su pasaporte;
4.- El 1 de mayo de 2018 un tribunal de Melbourne resolvió que hay suficientes pruebas para enjuiciarlo; Pell con voz firme se declaró “no culpable” de los cargos que se le imputan, el proceso siguió;
5.- En septiembre de 2018 un  jurado de 12 miembros intentó condenarlo pero no alcanzaron una decisión, y tres meses después, el 11 de diciembre sesionó el tribunal en secreto tras dos días de deliberaciones. El veredicto del jurado fue unánime en el sentido de que el purpurado fue culpable de agresión sexual y otros cuatro cargos de atentado al pudor contra dos monaguillos;
Entonces, el tribunal adoptó una “orden de supresión”, que prohibía a los medios dar a conocer cualquier información sobre el caso, a riesgo de tener sanciones judiciales. El silencio se impuso con el objetivo de proteger al jurado. 
En ese momento la defensa del purpurado presente un recurso de apelación, y todo quedó en silencio.
El tema de los abusos sexuales estaba en las primeras planas de los medios del mundo, y el caso de Australia en primer lugar;
6.-  La sorpresa para el mundo fue que el martes 26 de febrero el tribunal de Melbourne anunció la decisión del tribunal tomada meses antes.
El fallo conmocionó a la Curia Vaticana y a la Iglesia australiana en general, ya que ocurrió a tan sólo dos días de la clausura de la cumbre mundial contra los abusos sexuales, en el que participaron 190 presidentes de conferencias episcopales en el que el Papa Francisco ofreció castigo a todos los clérigos responsables de abuso sexual.
Lo que es un hecho es que la fecha escogida para dar a conocer la noticia fue perfecta, el Papa fue informado en medio de sus ejercicios espirituales de la Cuaresma.
7.- La reacción de la Santa Sede fue inmediata ante la presión de la opinión mundial 
El otrora poderosos cardenal australiano fue retirado del cargo en la curia, y horas después le fue revocada la libertad bajo fianza:
Durante la audiencia se confirmó que los cinco delitos por los que fue declarado culpable implican una pena máxima de 10 años cada uno, es decir el purpurado podría alcanzar hasta 50 años de prisión de ser condenado culpable.

Tras el anuncio de su puesta en detención, el ex arzobispo de Melbourne se inclinó ante el juez Peter Kidd y fue llevado, sin esposar, fuera de la sala de audiencias.
Supimos que Pell había librado la cárcel en ese momento debido a la doble operación de rodillas a la que debía someterse, y se esperaba la petición de una nueva libertad bajo fianza, pero la defensa decidió no hacerlo y mejor esperar al juicio en apelación, donde estaban seguros que ganarían con la razón jurídica pero tuvieron lamentablemente un duro un revés.
En ese momento algunos líderes de opinión australianos aplaudieron la sentencia contra Pell, otros cuestionaron la decisión de la justicia lo que provocó un debate en el país, y en el mundo católico.
Pell es un hombre inocente que fue condenado erróneamente y tiene “serias dudas” sobre el veredicto, dijo comentarista político australiano Andrew Bolt. “Pell bien podría ser un hombre inocente que está siendo obligado a pagar por los pecados de su Iglesia y a pagar después de una campaña asombrosa de difamación de los medios”, dijo en su programa Sky News;
8.- La defensa presentó una apelación, por la cual el cardenal ya no será escuchado por un jurado sino por un tribunal de tres jueces, lo que ocurrió semanas después, pero antes se les ocurrió hacer de la justicia un espectáculo en la TV.
¿Por que?
9.- Semanas después y aún ante la falta de desahogar el recurso de apelación, la justicia australiana hizo de la condena un espectáculo mundial al transmitir en vivo por televisión la decisión del juez  Peter Kidd en la Corte del Condado de Victoria.
Pell escuchó impávido la sentencia que le impuso el juez a 6 años de prisión por abusos a menores “Hay un nivel adicional de degradación y humillación que cada una de sus víctimas debió sentir al saber que el abuso que sufrieron fue visto por el otro”, aseguró el juez que reconoció que eel cardenal “podrá no vivir lo suficiente para ser liberado de la prisión”.
Las palabras de Kidd fueron transmitidas en vivo durante más de 70 minutos en nombre de la “justicia abierta”; eso sí, remarcó el juez la condena pesa sobre George Pell y no sobre la Iglesia Católica australiana. 
El prelado escuchó impasible la reconstrucción de todo el caso que hizo el juez, iba con un bastón en la mano, vestido con camisa negra sin alzacuellos, chamarra beige, sin el anillo que lo distingue como purpurado -quizá por las normas penitenciarias- y rodeado por tres policías. 
No mostró ninguna emoción durante el tiempo que duró la relación de los hechos; sólo estuvo en silencio, como si estuviera rezando, y con las manos detrás de la espalda, mientras el juez leía la sentencia.
De inmediato, y por recomendación de la defensa, el cardenal firmó los documentos de la condena antes de dejar la sala acompañado por cuatro alguaciles que lo llevaron a la parte trasera del tribunal.
Fuera de la corte había manifestantes con gritos y pancartas en contra del purpurado, algunos muy duros como donde se muestra una caricatura de Pell con los cuernos del diablo y la frase “Prisioner 666”. Por otro lado, también había personas que protestaban contra la que, en su opinión, consideraban  una “sentencia injusta” y  demostraban su apoyo al cardenal.
Con todo respeto a la justicia australiana, pero me resultó  perverso que hayan decidido hacer un espectáculo mundial al condenar por TV en vivo al cardenal a seis años de prisión.
 Y lo más curioso es que fue justo el 13 de marzo, aniversario del nombramiento de Bergoglio como Papa;
10.- El caso se fue a un Tribunal de apelaciones, encabezado por Anne Ferguson; ahí la defensa argumentó que la culpabilidad del cardenal no se ha podido demostrar “más allá de toda duda razonable”. También ha señalado que a Pell no se le permitió declararse culpable o inocente frente al jurado, y además se le denegó presentar un video animado –de 19 minutos– en el que se muestran pruebas a su favor.
La defensa ha dividido la apelación en tres temas: 
i) el primero se refiere a que la decisión unánime del jurado podría haberse generado sin haber llegado al nivel que “va más allá de la duda razonable”, ya que existía evidencia exculpatoria de 20 testigos durante el juicio; 
ii) el segundo, a la decisión del juez Peter Kidd de excluir un video que los abogados defensores querían presentar. Con esta prueba, indican, se habría probado la inverosimilitud de la narrativa de la víctima, y:
iii) el tercero tiene que ver con una cuestión procesal, ya que la comparecencia del cardenal no se realizó adecuadamente ante un jurado, algo que la defensa considera una “irregularidad fundamental”.
Sabíamos que si la mayoría del tribunal de apelaciones hubieran aprobado el primer punto el cardenal Pell haría sido sería liberado de inmediato, pero si aceptaban  el segundo o el tercero, lo que sucedería es que se realizaría un nuevo juicio, empero, si los jueces rechazaban los tres puntos  y ratificaban la condena contra el cardenal- como lo fue-, sus abogados no intentarán disminuir el tiempo de prisión, pero apelarían ána la Corte Suprema en  Canberra.
Así las cosas en este interesante caso que he seguido con interés.
La condena de Pell ha suscitado diversas reacciones en Australia, en el Vaticano y el el mundo.
Hay elementos para probar su inocencia, pero no se dado un debido proceso..

Por ejemplo, El abuso sexual por el que se le acusa al purpurado habría sucedido tras un servicio religioso celebrada un domingo entre agosto y diciembre de 1996, en un momento en el que el templo y la sacristía habrían estado llenos de gente.
Además, la defensa  precisó que, en ese periodo, el cardenal Pell celebró esa misa en dos ocasiones, y en una de ellas (afirman testigos) pudieron ver a Pell públicamente y todo el coro al que pertenecían las víctimas estaba participando en los ensayos para la grabación de un álbum de Navidad.
¿Asunto político?
Pudiera ser.

 No se trata de cualquier cardenal, George Pell pudo  haber sido Papa en el cónclave de 2013 cuando salió elegido el cardenal Jorge Mario Bergoglio.
No fue casual que Francisco lo nombrará en 2013 en el exclusivo Consejo de Cardenales, conocido como C9, que lo asesoró en la reforma de la Curia; un año después fue nombrado prefecto del dicasterio que se encarga de las finanzas de la Iglesia Católica. Desde ahí empezó una gran reforma para trasparentar las finanzas y acabar con el lavado de dinero que durante años rondó como fantasma en el Vaticano es un elemento que no debemos descartar y se ganó enemigos de peso.
 Entre otras cosas estableció el comité de vigilancia financiera de la Santa Sede para controlar transacciones sospechosas y se aseguró de que las cuentas bancarias del Vaticano fueran auditadas independientemente.
Quizá sea culpable de los delitos que se le acusan, pero hay cosas raras...Además soy partidario de la presunción de inocencia.
Pell Tiene un excelente equipo de abogados encabezado por Bret Walker y puede librarla en última instancia, pero aunado a eso, se espera también que enfrente ahora un proceso en el Vaticano por supuestos crímenes canónicos. 
Lo sacaron de la jugada de la reformas de laIglesia, pero aún en la cárcel sigue siendo arzobispo y miembro del Colegio de Cardenales.
Antes de conocer su veredicto, dio a conocer una carta donde señaló que puede sobrellevar su encarcelamiento gracias a su fe y por las oraciones de los fieles, y que está ofreciendo su sufrimiento por el bien de Iglesia.
Agradeció a sus simpatizantes por sus oraciones y expresó su preocupación por los preparativos del próximo Sínodo de los Obispos para la Región Panamazónica.

“Amazónico o no amazónico, en todos los países la Iglesia no puede permitir que ninguna confusión, y mucho menos cualquier enseñanza contraria, dañe la Tradición Apostólica”, escribió en una carta manuscrita de dos páginas.
En la misiva, firmada el 1 de agosto dijo que “el conocimiento de que mi pequeño sufrimiento puede usarse para buenos propósitos al unirme al sufrimiento de Jesús me da un propósito y una dirección. Los desafíos y problemas en la vida de la Iglesia deben enfrentarse con un espíritu de fe similar”, escribió.
El Purpurado también manifestó que “tenemos motivos para estar perturbados por el instrumentum laboris del sínodo amazónico”, que se publicó en junio de cara a la reunión de octubre.


No hay comentarios.: