25 may 2020

La lucha, en calles y redes/Raymundo Riva Palacio /

ESTRICTAMENTE PERSONAL
La lucha, en calles y redes/Raymundo Riva Palacio /
 El Financiero, 25 de mayo de 2020
Hace tiempo, el 28 de febrero de 2010, el entonces diputado por el PRD –hoy subsecretario de Gobernación– Alejandro Encinas, anunció la creación de la Red por la Unidad Nacional de las Izquierdas, ante un periodo donde la dirigencia del partido se había embarcado en negociaciones aliancistas con el PAN.
Ese rumbo, dijo Encinas, confundiría a la sociedad. Cierto, aunque no sólo como proyectar la imagen de que “todos los partidos son iguales”, como dijo, sino, de manera más profunda, porque vaciaba a la izquierda de ideología, programa y futuro. Esa izquierda se reagrupó en Morena y llegaron a la Presidencia con Andrés Manuel López Obrador.
Ya en el poder, las cosas resultaron mucho más difíciles de lo que creían y, por mucho, más enredado y contradictorio su actuar que cuando eran oposición.

A López Obrador ya no le alcanza la mañanera para llenar todos los espacios de la arena pública, ni tiene un equipo con el talento que le multiplique los brazos para pelear. Sus cuentas pagadas en las redes sociales son eficientes en la generación de odio, pero no evitan el desfonde de su gobierno por la crisis económica.
López Obrador no es un hombre de izquierda, sino un católico con principios y valores que ve a los pobres –lo que también hacen los moderados y derechas– como el grupo al cual quiere redimir, sin una ideología definida y con un pensamiento por donde cruzan la socialdemocracia y el socialcristianismo, con fuerte toque nacionalista y, al mismo tiempo, con una inclinación económica claramente neoliberal.
Pero es lo que hay, y a quien está tratando de arropar la izquierda porque es lo mejor que los representa.
Mucho tiempo pasó sin que la izquierda se articulara de manera orgánica, desvanecida por la fuerza de López Obrador. Una vez en el poder, se está reagrupando en el movimiento por la Unidad de las Izquierdas.
En vísperas de la elección presidencial, recordó el periodista Rogelio Hernández, observador de la izquierda mexicana por décadas, se reactivó el impulso de José Antonio Rueda Márquez, exmilitante del Partido Comunista y de las organizaciones de las cuales nació el PRD. El movimiento, describe Hernández, impulsa la formación de Comités de Defensa por la 4T, que ha trabajado discretamente por dos años.
Lo que buscan con esos comités, precisa uno de los documentos fundacionales de esta nueva estructura política y social, es enfrentar a “las derechas políticas” del PRI, PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, a “parte de la oligarquía” que integra un “buen segmento” del empresariado, a las “mafias incrustadas en los aparatos del Estado y cacicazgos regionales”, y a “grupos de comunicadores, intelectuales y académicos liberares, (que) han hecho todo lo posible por desacreditar la política e imagen del gobierno para desbarrancarlo por medio de la campaña sucia y la conspiración”.
El documento refleja el pensamiento de López Obrador, y retoma sus tesis de conspiración e intentos golpistas. Su análisis en el tema del golpismo es muy primitivo y está inspirado en el golpe de Estado a Salvador Allende, hace 37 años en Chile. Allende pudo ser derrocado porque no tenía el consenso nacional, que permitió que el Ejército, con el sector privado detrás, apoyados por la International Telephone and Telegraph, y el gobierno de Estados Unidos –que financió una campaña de propaganda negra subliminal a través del periódico El Mercurio–, conspiraran en su contra.
López Obrador tiene el respaldo popular, ha comprado al Ejército con millones de pesos en presupuesto y obras, no hay medios que hagan lo que El Mercurio, en Chile, y aunque hay excesos editoriales, no están mintiendo. Propaganda y crítica no es lo mismo, pero el Presidente, que no sabe de medios y sí de propaganda, se confunde.
No lo ataca el gobierno de Estados Unidos; al contrario, al darle siempre gusto al presidente Donald Trump. Enfrenta al capital privado nacional y extranjero, pero para que optaran por un golpe, como el caso de los militares, necesitarían a Estados Unidos de su lado.
México está muy lejos de partirse, como estaba Chile, y ni los empresarios ni Washington están en la lógica golpista de López Obrador, que necesita enemigos para lograr apoyo incondicional a su proyecto.
Ahí entran los comités de defensa de la 4T, convocando por “municipio, barrio, colonia, ranchería, comunidad, centro de trabajo o afinidad identitaria o de género, a aquellas personas dispuestas a asumir la defensa de la 4T”.
La lucha estará en el universo electrónico, WhatsApp, Twitter, Facebook y YouTube, para comunicarse, enviar mensajes, difundir acciones de gobierno y, ante “ataques”, responder colectivamente. Si el respaldo no se da mediante la persuasión, será a través de la confrontación.
Los comités se asemejan en organización y estructura a los Comités de la Defensa de la Revolución de Cuba, y a los Comités de Defensa Sandinista de Nicaragua, formados ante lo que denunciaban sus líderes como procesos de desestabilización.
Se convirtieron en policías y comisarios ciudadanos para neutralizar a quienes disentían de Fidel Castro y Daniel Ortega. Hugo Chávez fundó las camisas rojas, grupos de choque que hicieron lo mismo que Castro y Ortega, pero con violencia física sistemática.
Rueda Márquez no plantea nada parecido, pero está creando una organización que puede volverse peligrosa para las libertades, si se les sale de control, porque parte de los mismos supuestos superficiales de que lo que está en disputa es el poder. Es absurdo, pero hay quienes en el entorno de López Obrador están buscando pleito de carne y hueso.
El poder lo tiene el presidente López Obrador y nadie más. Lo que se está jugando en México es otra cosa: una democracia o un régimen autoritario. De eso se trata la disputa. De nada más.
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Ejecentral.com, 25 de mayo de 2020;
 Militantes de izquierda ya formaron 300 Comités de Defensa de la 4T; van por 3 mil/
Rogelio Hernández López
Desde el 21 de abril, la Coordinación Nacional por la Unidad de las Izquierdas envió discretamente una convocatoria a todos sus contactos: “la ofensiva de la derecha, que no pierde oportunidad para avanzar en sus planes golpistas, nos obliga a acelerar la integración de los Comités de Defensa de la 4T.”
Dos días después se mandó otro documento a correos electrónicos y enlaces en redes sociales de unas 2 mil 200 personalidades de todas las corrientes de izquierda que participan en esa red, incluidos los que militan en Morena.
Ese otro texto, también breve, contiene 6 consideraciones políticas y 5 lineamientos precisos para acelerar la integración de los comités. Para el 21 de mayo ya sumaban unos 300 y esperan construir alrededor de 3 mil antes de 2021, confirma a este reportero el coordinador general José Antonio Rueda Márquez.
Convocatoria urgente
La convocatoria que circuló solo para personalidades de izquierda afirma, entre otras cosas:
“4… las derechas políticas del PRI, PAN, PRD y hasta Movimiento Ciudadano; parte de la oligarquía (integrada especialmente por un buen segmento del empresariado, mafias incrustadas en los aparatos del Estado y cacicazgos regionales), así como grupos de comunicadores, intelectuales y académicos liberales, han hecho todo lo posible por desacreditar la política e imagen del Gobierno, para desbarrancarlo por medio de la campaña sucia y la conspiración…
“6. Ante tal situación, la Unidad Nacional de las Izquierdas, a través del Comité Coordinador Nacional, considera que, en tan compleja coyuntura, debemos asumir un papel mucho más relevante, en apoyo a las medidas sanitarias oficiales, al Gobierno del Presidente y la 4T, pero también para dar continuidad y fortalecer nuestro propio proceso de unidad, que, pese a las circunstancias, no debemos interrumpir…”
Por eso y más, agregan más adelante: Continuaremos “el proceso de construcción de los Comités de Defensa de la 4T (CD4T), pese a la contingencia sanitaria. Asumiremos por tanto las tareas de organización necesarias, invitando y convocando compañeros y compañeras que, en cada municipio, colonia, ejido, pueblo y barrio, acepten construir los comités de base respectivos… Aprovecharemos para esto los medios electrónicos a nuestro alcance, coordinándonos por vía telefónica y digital, en especial a través del grupo de Facebook oficial «Comités de Defensa de la 4T»”.
Trabajo lento y discreto
El movimiento por la Unidad de las Izquierdas ha trabajado discretamente, por casi dos años, conjuntando personalidades de todo el país, la mayoría de perfil público local y regional.
Se inició en julio de 2018 a unos días de la elección de Andrés Manuel López Obrador. El coordinador nacional es José Antonio Rueda Márquez, animador principal de este movimiento.
Rueda Márquez es economista egresado del IPN, sindicalista, veterano impulsor de movimientos sociales, ex militante de la Juventud Comunista del PCM y de la Corriente Socialista, aquel agrupamiento radical de los originarios del Partido Socialista Unificado de México y el Mexicano Socialista, hoy disueltos en lo que queda de Partido de la Revolución Democrática.
José Antonio Rueda aceptó una conversación informal con este reportero. De ella deriva la siguiente información:
Hemos realizado ya tres encuentros nacionales. En el primero, en julio de 2018, estuvimos unas 300 personas de las izquierdas; en el segundo que se realizó en la Universidad de Chapingo llegaron un poco más de 1,200, algunos eran dirigentes de distintos grupos sociales de izquierda, pero participaron como individuos; en el tercero de diciembre de 2019 nos contamos casi 2 mil 200 compañeros, tantos que tuvimos que discutir en 4 mesas diferentes.
De las discusiones hubo consenso en ocho puntos claves. Entre otros, se formó una coordinación nacional con personalidades de unos 25 estados de la República. También se acordó realizar encuentros en cada una de las entidades; realizar un congreso nacional por la unidad de las izquierdas los días 12 y 13 de junio de 2020 y llamar a la formación de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación. El Congreso se suspendió por la contingencia, no así la integración de los comités.
Por el marasmo de Morena
Este movimiento no es un frente de organizaciones. Preferimos que quienes participen lo hagan como individuos…. Aunque sean miembros o dirigentes de organizaciones, eso no significa que aquí lleguen a representarlas. Se trata de no repetir simulaciones como el membretismo.
Tampoco es impulsado por los directivos de Morena, aunque muchos seamos miembros… de las asambleas sabemos que aproximadamente un 44 por ciento estamos en Morena y un 46 por ciento está en otras organizaciones o ninguna, pero sí, todos provenimos de las izquierdas.
¿Qué dicen los órganos directos de Morena?
No hay acuerdos específicos. Todos sabemos que en Morena no todos son de izquierda. Aunque muchas de sus personalidades y directivos ven este movimiento con simpatía. Han participado como conferencistas en nuestras reuniones El fisgón (Rafael Barajas), Paco Ignacio Taibo (PIT II), Héctor Díaz Polanco, Pedro Miguel, Armando Bartra… incluso Alfonso Ramírez Cuéllar había manifestado interés en sumarse al movimiento por la unidad de las izquierdas, pero ahora tiene un encargo más partidista.
El concepto por la unidad de las izquierdas no puede ser compartido por toda Morena, aunque tiene muchas posiciones de izquierda su programa es muy amplio. Eso mismo dificulta sus reacciones colectivas y oportunas por la defensa del programa de gobierno por la Cuarta Transformación… El marasmo de Morena provocó que este movimiento de izquierda reaccionara como lo estamos haciendo…
Para la formación de los comités hicimos dos convocatorias, una restringida dirigida a la gente de izquierda ya comprometida en el movimiento de unidad y otra amplia que se difundirá más intensamente en los días siguientes para llamar toda la gente progresista del país a que formen estos comités de manera amplia.
Hasta aquí los datos proporcionados por Rueda Márquez.
Forma popular renovada
Para quien es observador de las izquierdas mexicanas desde los años 80 del siglo pasado, la formación de comités plurales en 2020 es renovar esa forma de organización ciudadana para defender un programa de gobierno.
Son comunes los frentes plurales por lugares de trabajo o vivienda, también las coordinadoras por estado o por regiones; casi siempre son impulsadas por activistas de izquierda. Para facilitar la incorporación amplia de personas con diferentes formaciones ideológicas y por causas derivadas de sus problemas y urgencias sociales, no exigen demasiada disciplina orgánica ni perfilan estructuras complejas.
Con ese perfil aún actúa la CNTE del magisterio con filia de izquierda y de los comités que han derivado en organizaciones políticas, un ejemplo es el actual partido del Trabajo que se originó con comités de defensa popular en el norte del país.
Intentos unitarios
La Coordinación Nacional por la Unidad de las Izquierdas es un segundo intento, de personas de esta filiación política que buscan unificarse para actualizar sus agendas y acciones ante el nuevo gobierno federal. Lo más singular es que esta coordinación no agrupa a organizaciones sino mujeres y hombres en lo individual con identidad de izquierda, sin importar si militan o no en agrupaciones sociales o políticas.
El otro intento de unificar a las izquierdas es más conocido como Movimiento de Unidad Socialista (MUS). Nombre tentativo de un frente de organismos, que se dio a conocer en febrero de 2020 después de la tercera reunión de representantes de 14 organizaciones socialistas con militantes en sindicatos, agrupamientos campesinos y urbanos, feministas y ecologistas de otras tantas entidades del país. Sus coordinadores continúan trabajando también semi discretamente.
José Antonio Rueda Márquez, dice casi al final de la charla:
…aspiramos a que en diciembre se hayan integrado unas 20 mil personas en comités de defensa (cerca de 3 mil comités), con reuniones semanales o quincenales para discutir formas de solución de sus problemas cercanos y comunes, pero también para vigilar la correcta aplicación de los programas de la 4T, para estudiar y analizar los problemas que enfrenta el gobierno federal y defender los cambios que beneficien a la mayoría.
Ya abrieron sus primeras cuentas con el nombre: Comités de Defensa de la 4ta Transformación, en WhatsApp, Facebook, Twitter y canal en YouTube y el 22 de mayo emitieron un posicionamiento abierto con propuestas de izquierda ante la emergencia sanitaria.


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