16 sept 2021

Papa Francisco: ¡Yo nunca he negado la Eucaristía a nadie!: Francisco

  El papa Francisco en el vuelo de regreso a Roma

Como ya es tradicional, el papa Francisco concedió una rueda de prensa en el vuelo que lo llevó de regreso a Roma, luego de culminar el viaje número 34 de su pontificado, que comprendió Budapest (Hungría) y Eslovaquia.

Abordo del avión, Francisco respondió preguntas sobre las vacunas contra el COVID-19, las uniones homosexuales y el sacramento del matrimonio, sobre el aborto, la Eucaristía, entre otros temas.


El Papa ha dicho que el aborto "es un asesinato" pero ha criticado a los obispos de EU que han decidido hacer "política" en vez de "pastoral" al pedir que no se dé la comunión al católico presidente, Joe Biden, por sus posiciones a favor de la interrupción del embarazo.

Como se sabe, Biden es el primer católico que llega a la presidencia de Estados Unidos en los últimos 60 años y el segundo en toda la historia del país, después de John F. Kennedy.

Hace unas semanas la conferencia del Episcopado norteamericano aprobó una propuesta para redactar un conjunto de lineamientos sobre la eucaristía que podría materializar una iniciativa del ala más conservadora del catolicismo estadounidense: negarle la comunión a Biden debido a su apoyo al aborto.

La comunión, el acto de recibir la hostia consagrada por el sacerdote, es uno de los rituales más sagrados del catolicismo y constituye la parte central de cada servicio religioso; según estas creencias, el pan y el vino consagrados durante esa ceremonia se convierten en el cuerpo y la sangre de Cristo.

Se trata de una medida perversa de los obispos norteamericanos de las cuales el papa Francisco no está de acuerdo y la codena...

Biden, asiste a misa con regularidad desde que era niño y que constantemente incluye en sus discursos referencias a la Biblia y a las enseñanzas que recibió siendo niño.

Textual:

Gerard O’ Connell – America: Santo Padre, usted con frecuencia ha dicho que somos todos pecadores y que la Eucaristía no es un premio para los perfectos sino una medicina y un alimento para los débiles. Como usted sabe, en Estados Unidos y luego de la última elección, pero también desde 2004 en adelante, hay entre los obispos una discusión sobre dar la Comunión a políticos que han apoyado leyes a favor del aborto y del derecho de las mujeres a elegir. Y como usted sabe hay obispos que quieren negar la Comunión al presidente y otros altos funcionarios. Otros obispos dicen que son contrarios y hay otros obispos que dicen que no necesitan usar la Eucaristía como arma. Mi pregunta Padre: ¿Usted qué piensa de toda esta realidad y qué aconseja a los obispos? Y una segunda pregunta: ¿Usted, como obispo en todos estos años, ha negado públicamente la Eucaristía a alguno de estos?

Papa Francisco: ¡Yo nunca he negado la Eucaristía a nadie! A nadie. No sé si ha llegado alguno en estas condiciones, pero no nunca, nunca he negado la Eucaristía. Esto desde sacerdote.

Nunca he estado consciente de tener delante de mí una persona como usted describe, esto es cierto.

Simplemente, la única vez que tuve una cosa un poco simpática fue cuando fui a celebrar la Misa a una casa de reposo. Estábamos en el salón y dije los que sí querían recibir la Comunión que alcen la mano y la alzaron todos los viejitos porque todos querían la Comunión. Cuando le di la Comunión a una señora me tomó la mano y me dijo “¡Gracias padre, gracias! Soy judía”. También lo que te di era judío. Es la única cosa extraña pero la señora se comunicó.

La Comunión no es un premio para los perfectos, ¿no? Pensemos en el problema del jansenismo, los perfectos pueden comulgar. La Comunión es un don, un regalo, la presencia de Jesús en su Iglesia y en la comunidad. Esta es la teología, ¿no?

Luego, los que no están en la comunidad no pueden recibir la Comunión como esta señora judía, pero el Señor ha querido premiarla sin yo saberlo, ¿por qué? Porque están fuera de la comunidad, excomulgados se llama, es un término duro que quiere decir que no están en la comunidad porque no pertenecen a ella o porque no están bautizados o se han alejado o alguna de las cosas.

En segundo lugar, el problema del aborto. El aborto es más que un problema. El aborto es un homicidio. El aborto sin medias palabras. Quien hace un aborto, mata. Tomen ustedes cualquier libro de embriología de quienes estudian, de los estudiantes de la facultad de medicina. En la tercera semana luego de la concepción, muchas veces antes de que la mamá se dé cuenta, todos los órganos ya están allí, todos, también el adn. No es una persona, es una vida humana, punto. Esta vida humana debe respetarse. Este principio es así de claro.

A quien no puede entenderlo le hago dos preguntas: ¿Es justo matar una vida humana para resolver un problema? Científicamente es una vida humana. Segunda pregunta: ¿Es justo contratar a un sicario para resolver un problema? Esto lo he dicho públicamente a Jordi Évole cuando hablamos de eso, lo he dicho el otro día a la COPE porque quise repetirlo. Y punto. No se debe andar con cuestiones extrañas. Científicamente es una vida humana, los libros lo enseñan. Yo pregunto: ¿Es justo descartarla para resolver un problema?

Por esto la Iglesia es tan dura en este argumento porque es un poco… Si acepta esto es como si aceptase el homicidio cotidiano. Me decía un jefe de estado que la caída en la edad de la población comenzó con el aborto porque en esos años hubo una ley de aborto muy fuerte que se hicieron, se calcula, seis millones de abortos y esto originó una caída muy grande en la sociedad de ese país.

Ahora, vamos a la persona que no está en la comunidad. No puede recibir la Comunión porque está fuera de la comunidad. Esto no es una pena, ‘pero tú estás fuera’. La Comunión une a la comunidad. Pero el problema no es un problema teológico, esto es sencillo. El problema es pastoral. ¿Cómo nosotros los obispos gestionamos pastoralmente este principio? Si vemos la historia de la Iglesia veremos que, cada vez que los obispos han gestionado, no como pastores, un problema, se alinearon en la vida política, en el problema político. Por no gestionar bien un problema se metieron en la cuestión política.

Pensemos en las noches de San Bartolomé: herejes, sí. La herejía es gravísima, acabemos todo. Es un acto político. Pensemos en Juana de Arco, esta visión, pensemos en la caza de brujas, pensemos en los campos de flores, en Savonarola. Cuando la Iglesia para defender un principio no lo hace pastoralmente se mete en el plano político y esto siempre ha sido así. Basta mirar la historia.

¿Qué cosa debe hacer el pastor? Ser pastor y no ir condenando o no condenando, ser pastor, también del excomulgado, sí. Y debe ser pastor con él, debe ser pastor con el estilo de Dios y el estilo de Dios es cercanía, compasión y ternura, toda la Biblia lo dice.

Cercanía, ya en el Deuteronomio, dice a Israel qué pueblo tiene dioses tan cercanos como tú lo tienes. Compasión, el Señor que tiene compasión por nosotros. Leamos Ezequiel, leamos Oseas, ya desde el inicio. Y ternura: basta mirar el Evangelio y las cosas de Jesús.

Un pastor que no sabe gestionar con el estilo de Dios se resbala y se mete en muchas cosas que no son de pastor. Para mí, no quisiera particularizar a Estados Unidos porque no conozco bien el detalle. Doy el principio.

Usted me puede decir, pero si usted es cercano, tierno y compasivo con una persona, le daría la comunión, esta es una hipótesis. Sí, el pastor sabe qué cosa debe hacer en cada momento, pero como pastor, pero si sale de esta pastoralidad de la Iglesia, inmediatamente se convierte en político. Y esto lo verá en todas las denuncias y condenas no pastorales que  hace la Iglesia. Con este principio creo que un pastor puede moverse bien.

Los principios son de la teología, la pastoral es la teología y el Espíritu Santo que te va conduciendo a hacerlo con el estilo de Dios. Yo osaría decir hasta aquí.

Si usted me dice luego si se puede dar o no se puede dar, es casuística, allí donde claudican los teólogos. ¿Recuerda usted la tempestad que se armó con Amoris laetitia cuando salió ese capítulo de acompañamiento a los esposos separados, divorciados? ‘Herejía, herejía’. Gracias a Dios que estaba allí el Cardenal Schonborn que es un gran teólogo y que ha aclarado las cosas, ¿no?

Pero siempre esta condena, condena. Ya basta con la excomunión, por favor no metamos más excomunión a la gente, son hijos de Dios, están fuera temporalmente pero son hijos de Dios y quieren y necesitan de nuestra cercanía pastoral. El pastor resuelve las cosas como el Espíritu lo dice.


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