'Voltee a Fresnillo, estamos olvidados'
Familiares de desaparecidos en Zacatecas entraron a fuerza a IMSS-Bienestar que inauguraría AMLO en Fresnillo para manifestarle exigencias.
Rolando Herrera. Enviado
Reforma, En la pancarta estaban sus datos generales: estatura: 1.70 metros; delgado; de piel morena clara; cabello corto, lacio, entrecano; nariz chica afilada y cejas pobladas.
Su nombre, Eugenio Meza García, de 54 años, quien hace un mes fue secuestrado cuando se encontraba en la central de abasto de este municipio que, de acuerdo con el Inegi, es percibido como uno de los más inseguros del País.
"Es mi suegro, se lo llevaron el 16 del mes pasado y hasta ahorita no hay resultado alguno, se lo llevaron del mercado de abasto de aquí de Fresnillo", dice Nayeli Vitela, quien sostiene el plástico donde rotuló la cédula de búsqueda emitida por la Fiscalía General de Justicia del Estado.
Ella y familiares de otras víctimas desaparecidas llegaron desde temprana hora al Hospital de la Mujer IMSS-Bienestar que inauguraría más tarde el Presidente Andrés Manuel López Obrador, con la intención de exponerle sus casos.
"La organización de Buscadoras de Zacatecas tiene más de 100 desaparecidos, nosotros, recientemente, de estos últimos que se han estado comunicando con nosotros, son como unos 46, sólo de Fresnillo", indicó Leticia Castañeda, quien busca a su sobrino Raúl Plascencia Castañeda, plagiado el pasado 1 de marzo.
Esperaron y esperaron, hasta unas sillas les colocaron para que se sentaran y descansaron un rato; sin embargo, el Presidente ingresó por otro acceso y eso incrementó su enojo e indignación.
-"Queremos entrar a que nos vea el Presidente", indicó Castañeda a un hombre que controlaba la puerta.
"Esperen a que lleguen", le respondió.
-"Ya llegó", zanjó otra.
"Espérense pues, dejen que haga lo que tiene hacer él".
-"No, ¿qué va hacer? No va a hacer nada", profirió indignada la segunda mujer y comenzaron a empujar la puerta.
No se requirió mucho esfuerzo para que desde adentro abrieran la reja y la gente comenzara a pasar y se colocara en la parte posterior de la carpa que se improvisó para los discursos.
López Obrador comenzó hablando de los programas del Bienestar y de los apoyos que se darán a los productores de frijol y maíz de Zacatecas a través del establecimiento de precios de garantía y entrega de fertilizantes.
En eso estaba cuando desde la parte posterior del enlonado, los familiares comenzaron a reclamarle la indiferencia de las autoridades ante su tragedia.
"Voltee a vernos a Fresnillo, estamos olvidados".
"Aquí estamos llenos de violencia", indicaron.
Ante los reclamos, López Obrador dijo que la inseguridad es un problema que preocupa mucho y por ello se reúne todos los días con el Gabinete de Seguridad para analizar la situación del País.
"También estamos ayudando en Zacatecas a enfrentar los graves problemas, estamos ayudando a David (Monreal) para que podamos pacificar Zacatecas. No hemos dejado de apoyar con elementos de Marina, del Ejército, de la Guardia Nacional, y vamos a seguir ayudando para enfrentar el flagelo de la violencia", ofreció.
Sin embargo, su promesa no amainó los ánimos y los reclamos siguieron creciendo, por lo que el Presidente por momentos tenía que hablar con más aplomo y, contrario a su costumbre, comenzó a hablar de corridito.
"Entiendo muy bien la preocupación y la desesperación que tienen familiares por sus desaparecidos, por sus víctimas, comprendo muy bien eso, y por eso necesitamos seguir adelante, sin detenernos hasta garantizar la paz y la tranquilidad en Zacatecas y en todo el País", añadió.
El gesto no bastó para los familiares, quienes siguieron en su reclamo y le aclararon que ellos no eran sus adversarios, sino que sólo buscaban justicia.
Tras cantar el Himno Nacional, López Obrador salió por la parte posterior del estrado, donde ya lo esperaba su camioneta, por lo que los familiares se fueron contra las vallas y lograron separar algunas para intentar alcanzarlo.
En su desesperación, una joven, que logró evadir todos los obstáculos y se acercó hasta casi tocar el vehículo, tomó una piedra y la arrojó a la camioneta cuando ya se alejaba.
La piedra fue lanzada en lugar de la carta que varios familiares de desaparecidos habían firmado y tenían pensado entregársela en propia mano para que conociera el desamparo en el que se encuentran.
"Ante la indiferencia de los gobernantes y la ineficacia en los resultados que en cuanto a materia de seguridad se refiere, nos encontramos en la peor situación de inseguridad y violencia, la más dolorosa y desastrosa de todos los tiempo...", así iniciaba el escrito.
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