Hoy es nochebuena, mañana es Navidad…
Los cristianos antiguos del siglo I no celebraban la Navidad, sino la Pascua Resurrección o Pascua Florida,
Pero desde los años trescientos la Iglesia bautizó como cristiana la gran festividad pagana de los romanos y decidió que fuera el 25 de diciembre; la primera vez que se celebró fue en año 379 en Constantinopla
Y la navidad se convirtió en la fiesta más celebrada en el mundo cristiano, como cristianización de la fiesta pagana del natalicio del Sol; no es casual que los Mayas, y casi todas las culturas antiguas-, celebraban en estas fechas grandes fiestas en honor del Sol, como si fuera el principio de la vida.
.Mucha gente pregunta si Jesús el histórico nació por estas fechas.
¡No!
Es uno de los aspectos más míticos y con menos carácter histórico del Nuevo Testamento; imposible demostrarlo, no existen fuentes con rigor científico que atestigüen el lugar y el día;
Lo que se es cierto, es que Jesus el histórico nació bajo el reinado de Herodes..
Por lo que, lo interesante son los motivos y el significado de la Navidad que proceden de los evangelios apócrifos y de los relatos de la infancia de Jesús, recogidos por Mateo y Lucas; un contenido teológico de gran trascendencia, que no siempre es sencillo de interpretar; como lo es la anunciación del ángel, el nacimiento en Belén y en un pesebre, la visita de los pastores y los reyes magos, la estrella de Oriente, el exterminio de inocentes o la huida a Egipto.
Dice Lucas en una narración que ofrece datos de que el nacimiento de Jesús data del año 4 antes de Cristo. (Véase la versión Reina Valera 1995); da los datos del empadronamiento que hubo entonces y registra a "José (que) subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea a la ciudad de David, que se llama Belén (...) para ser empadronado con María su mujer (…) la cual estaba encinta. (Y) Aconteció que estando ellos allí se le cumplieron los días de su alumbramiento. Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón”.
Agrega la versión bíblica que “había pastores en la región, que vivían en los campos y cuidaban sus rebaños durante la noche”.
Y he aquí se les presentó -a los pastores- un ángel del Señor y (…) les dijo: “No teman (…) Porque hoy ha nacido en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor”.
“Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre”.
“Repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan y decían”:
“Gloria a Dios en las alturas
y en la tierra paz,
Buena voluntad para con los hombres…”
Muchos años después en la Nochebuena de 1223, San Francisco celebró la misa de Navidad en una cueva de Greccio, en la región de Toscana, en Italia, construyó el primer belen, el primer nacimiento de la historia, inspirado en su imaginación y en el relato bíblico de Lucas; puso en la gruta un buey, una mula y un pesebre, y una pareja de campesinos representaron a María y José, y otros a pastores y ángeles, quienes se formaron alrededor de la figura de un niño.
Cuentan que aquella noche la predicación de Asis conmovió a todos y creyeron que la figura del niño había cobrado vida; el hecho fue considerado milagroso y desde entonces existen los belenes o nacimientos…
Feliz navidad y buen año 2025 a todos.
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El papa Francisco inaugura el Jubileo y abrirá mañana la puerta santa de la Basílica de San Pedro para dar inicio al evento eclesial más importante del último cuarto de siglo
Se estima que este evento eclesial, que suele darse cada cuarto de siglo y que se cerrará el 6 de enero de 2026, atraerá a Roma a más de 32 millones de peregrinos.
El Papa también abrirá una puerta santa el 26 de diciembre, pero no de una de las basílicas papales de Roma, sino dentro de una cárcel, la prisión romana de Rebibbia, y dejará que un representante suyo abra las puertas santas de la Basílica de San Juan de Letrán el 29 de diciembre, la de Santa María la Mayor el 1° de enero y la de San Pablo Extramuros, el 5 de enero.
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Trascendió/Milenio
Que la presidenta Claudia Sheinbaum dejó en manos de Jesús Ramírez Cuevas, el ex vocero de Andrés Manuel López Obrador y actual coordinador de asesores de la titular del Ejecutivo, la responsabilidad de elaborar el Plan Nacional de Desarrollo 2025-2030, es decir, la hoja de ruta de lo que debe ser el segundo piso de la cuarta transformación, una tarea en la que tendrá que hacer equipo con el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, quien a final de cuentas es el administrador de los dineros que harán posible el cumplimiento de esas estrategias y objetivos.
Que el gobierno mexicano enviará a un representante a la investidura de Nicolás Maduro como mandatario de Venezuela, que puede ser el embajador o algún otro funcionario de la 4T, pero no la presidenta Claudia Sheinbaum, pues con el repudio mundial al régimen chavista ante su negativa a mostrar las pruebas de que supuestamente ganó las elecciones de julio pasado y el anuncio de Edmundo González, candidato ganador reconocido por EU y Europa, de regresar en enero próximo, la crisis política que se avecina en esa nación es aún mayúscula, así que esta salida diplomática era lo más recomendable.
Que quien no ha parado en cuanto a giras y encuentros, incluso en estas épocas decembrinas, es el líder de Movimiento Ciudadano, Jorge Álvarez Máynez, quien este fin de semana anduvo por Michoacán, donde coincidió en un restaurante con Alfonso Martínez, el alcalde morenista de Morelia. Aunque hablaron de política y quedaron de verse en enero para seguir con el diálogo, el representante de la 4T mandó un mensaje a la base para tranquilizarla: “No se pongan nerviosos, sobre todo los morenos, no se preocupen, hombre, me lo encontré, nada más”.
Que quien avanza en su recuperación luego del ataque armado que sufrió hace cinco semanas es la lideresa de comerciantes de CdMx, Diana Sánchez Barrios, al menos eso aseguran los parientes de la víctima, quien no obstante permanece hospitalizada, aunque con resguardo policial para evitar más agresiones. Sin embargo, en su círculo cercano sigue el clamor de que los verdaderos responsables no están ligados a la Unión Tepito u otras bandas criminales capitalinas, sino a la propia familia.
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Templo Mayor/ REFORMA;
MENOS MAL que con Morena en el poder se acabó el nepotismo en los cargos públicos, pues así no habrá nadie que se atreva a criticar que Bertha Alcalde, la nueva fiscal capitalina, es hermana de la presidenta del partido, Luisa María, e hija de la ex secretaria general morenista, Bertha Luján. A Lenia y Martí Batres les gusta esto.+
FINALMENTE la presidenta Claudia Sheinbaum le levantará el castigo a Jalisco y visitará esa entidad el viernes próximo. Pese a que el emecista Pablo Lemus ganó la elección y todas las instancias judiciales, había mantenido su distancia y apenas se encontró con él hace unos días, durante la Reunión Nacional de Seguridad, celebrada en Acapulco. No es por amarrar navajas, pero resulta curioso que la jefa del Ejecutivo decidió visitar tierras tapatías, sólo hasta que Enrique Alfaro se mudó a Madrid. Seguramente es casualidad.
JO, JO, JO... esta noche niñas y niños dejarán con toda ilusión su cartita en el árbol de Navidad, para que mañana les traigan regalos el Niño Dios o Santa Claus, dependiendo del distrito electoral pues las costumbres varían de un estado a otro, pero no la ilusión.
LA PEQUEÑA Claudia pedirá la nueva línea de Barbie Judicial, que viene con toga de ministra en tonos guindas, una Suprema Corte nuevecita para jugar a las negativas de amparo y una tómbola para elegir jueces y magistrados.
EL NIÑO Adán Augusto pidió unos guantes de box, en tanto que Ricardito Monreal pidió un escudo... pa' defenderse de esos mismos guantes. Y el más peque de los Fernández Noroña, Gerardito, que es muy abusadillo desde chiquillo, quiere un selfie stick, para sus fotos en Nueva York, Malibú, Monte Carlo y demás paraísos socialistas.
AUNQUE ya no es tan niño, Alito Moreno pidió unos patines... pa' salir volando por si acaso quieren atraparlo. Como buen panista, Jorgito Romero sólo pidió unas cuantas manzanas: algunas en la Colonia del Valle, otras en la Condesa y un par más en la Narvarte.
LOS NIÑOS del Colegio Naranja también hicieron su cartita. Samuelito, el de Nuevo León, pidió un Lego, sí un Le-gobierno-y-le-gano. En tanto que Pablito, de Jalisco, escribió que quiere un trenecito ligero tipo Línea 5, con pilas federales. Quien no pidió nada fue Rubencito, el de Sinaloa, pues lo único que quiere es que nadie se acuerde de él.
PARA TODOS ELLOS y especialmente para usted... ¡Feliz Navidad!
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Cárteles sí son terroristas/ Jorge Fernández
Excelsior, 24 diciembre, 2024
Decía Leopoldo Calvo Sotelo, cuando era jefe de gobierno español (hablaba básicamente de la ETA en esos años de plomo) que “el terrorismo no es sólo, como se dice a menudo, un problema de Estado, sino que es el gran problema que pone en riesgo la propia realidad del Estado”.
Le tenemos miedo a las palabras, pero el hecho cierto es que los cárteles mexicanos son terroristas. Cometen actos de terror contra la población para doblegar a las autoridades e imponer sus condiciones, utilizan armamento militar de alto poder, realizan ejecuciones cotidianas, secuestran, desaparecen personas, torturan, desmiembran, realizan masacres indiscriminadas, usan minas terrestres, drones con explosivos, realizan emboscadas contra las fuerzas de seguridad, se apropian de empresas, ranchos, minas. Ese conjunto de acciones con un costo de 200 mil vidas sólo el sexenio pasado, con más de 50 mil desaparecidos, y un alto precio para la calidad de vida y el desarrollo del país, puede y debería considerarse terrorista. Y desde cualquier visión externa se califica como tal.
El problema no es que Trump califique como terroristas a los cárteles de la droga, es que nosotros no lo hagamos y no actuemos contra esas organizaciones criminales desde esa lógica cuando, además, sus raíces se están imbricando cada vez más con otros fenómenos internacionales, desde el aprovisionamiento de fentanilo y precursores desde China, hasta la presencia de los cárteles mexicanos en cerca de 40 países, con mecanismos de lavado de dinero cada vez más sofisticados que son similares a los utilizados por otras organizaciones terroristas y hasta si se quiere el armamento, porque son organizaciones terroristas equipadas por armamento comprando en su enorme mayoría en los Estados Unidos. Considerarlos aquí terroristas significaría un instrumento muy útil para combatir, en la Unión Americana la venta de armas a esos grupos.
Si el gobierno federal aceptara que los cárteles sí son terroristas, el combate contra ellos sería más claro, más contundente y la colaboración indispensable para llevarlo a cabo sería más transparente y podría colocarse incluso sobre otras bases, incluyendo los temas que involucran a Estados Unidos: el consumo, las armas, el lavado de dinero (que se hace fundamentalmene de ese lado de la frontera usando su propio sistema financiero). También contribuiría a delimitar con mucha mayor claridad los casos que son de estricta seguridad pública y los que son de seguridad interior y nacional, tomando acciones efectivas y diferenciadas respecto a cada uno de ellos.
Cuando Trump dice que declarará terroristas a los cárteles mexicanos y decimos que no aceptaremos actitudes injerencistas no estamos diciendo nada. Si compartiéramos la definición podríamos establecer políticas y mecanismos de colaboración comunes mucho más eficientes.
¿Cómo se define el terrorismo?. Como la “provocación o mantenimiento en estado de terror a la población, mediante actos que pongan en peligro la vida, la integridad física o la libertad de las personas o la conservación de los bienes”. ¿No estamos viviendo eso, por ejemplo en Sinaloa?. Más de 600 asesinatos en tres meses, 700 desaparecidos (las cifras aumentan día con día), miles de vehículos robados por criminales para usarlos en sus oeprativos, viviendas destruidas, comercios cerrados, durante semanas, antes de las vacaciones, clases presenciales canceladas, noches de calles desiertas.
El gobierno federal está intervieniendo con fuerza en el estado pero es evidente que esa intervención debe superar todo lo realziado hasta ahora. La presencia de Omar García Harfuch, la designación del general en activo Oscar Rentería Schazarino, como nuevo secretario de seguridad, un general que Claudia Sheinbaum conoce, de todas las confianzas del general Ricardo Trevillo, que viene de una zona de alto riego, una zona donde se desafía la seguridad interior, como es Apatzingan, es algo más que un mensaje, es una declaración de principios. Y lo es también que el fin de semana haya estado allí la presidenta Sheinbaum.
El discurso de que se atacarán las causas entra, como siempre, en la categoría de las entelequías: ¿cuáles son las causas de la violencia actual en Sinaloa?¿de verdad son la pobreza en uno de los estados más ricos del país, o la falta de educación en uno que tiene altos índices de escolaridad, se pueden superar esas causas con programas asistenciales?. Las causas de la violencia en Sinaloa tienen raíces muy profundas y están relacionadas en buena medida con el involucramiento o complacencia de parte de la sociedad y de las propias instituciones de gobierno con el crimen organizado, en el pasado y en la actualidad (¿qué mejor demostración que los saludos a la mamá del Chapo o el enojo por la detención de El Mayo?). Por eso la intervención del gobierno federal, la imposición de nuevas autoridades de seguridad (es urgente remover a toda la fiscalía local) y el endurecimiento de las políticas de seguridad son bienvenidas, son una demostración de que se toma en serio el desafío.
La firmeza que la nueva administración está mostrando en los temas de seguridad deben corresponderse con una narrativa hacia dentro y hacia fuera que le permita consolidarla, y a veces, en la actualidad, la propia narrativa la debilita.
Dejemos a Trump con su retórica y pensemos en nuestra realidad y cómo modificarla desde la lógica de nuestros propios intereses internos y nada es más importante para nosotros como país hoy que derrotar a estos grupos criminales. Se debe hacer, como se ha dicho, con inteligencia, coordinación y colaboración, pero también comprendiendo su lógica, su motivación y sus objetivos. Y sin tenerle miedo a las palabras y lo que ellas describen.
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Extraterritorialidad de EU: mitos y realidades/Jorge G. Castañeda
En ninguna parte de los tres instrumentos jurídicos aplicables a nuestros cárteles existe mención de extraterritorialidad
El Universal | 24/12/2024 |
Es lógico que la clase política, la comentocracia y el propio gobierno se envuelvan en la bandera, aprestos a saltar desde algún balcón, ante las amenazas de Trump de clasificar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas extranjeras o internacionales (Foreign Terrorist Organization o FTO). Primero, porque a todo el mundo en este país le encanta responder al magnate de Mar-a-Lago -ya es deporte nacional- y en segundo lugar, porque supuestas voces expertas advierten que con dicha medida, Washington dispondrá de la facultad jurídica para realizar operaciones de bombardeo, asesinato o secuestro dentro de México. Huelga decir que pocos se toman la molestia de indagar exactamente en qué consiste la ley que faculta todo eso. Basta decir que como se aplica a Al-Qaeda y a ISIS, y a ellos Estados Unidos los atacó fuera de su territorio y sin clemencia, ocurrirá lo mismo en México.
Todo el asunto proviene de la promulgación en 1996 de la Antiterrorism and Effective Death Penalty Act de 1996, en la estela de los atentados de Oklahoma City y del World Trade Center de Nueva York, y de la respuesta alarmista de Clinton a dichos acontecimientos. Conviene recordar que ambos atentados fueron perpetrados por ciudadanos o residentes norteamericanos. Esta ley se complementa con el apartado 219 de Immigration and Nationality Act, y posteriormente con el decreto ejecutivo de George W. Bush, del 23 de septiembre de 2001, que sobre todo le permite al Secretario del Tesoro designar a entidades o personas que apoyan a las FTO.
La ley inicial prevé que es ilegal que una persona en los Estados Unidos o sujeta a la jurisdicción de los Estados Unidos proporcione con conocimiento de causa asistencia material o recursos a una FTO. En segundo lugar, la ley estipula que representantes o miembros de una FTO, de ser extranjeros, son inadmisibles a Estados Unidos y en ciertos casos, pueden ser deportados. Por último, la ley dispone que cualquier institución financiera estadounidense que tenga conocimiento de que tiene posesión o control sobre fondos en los que una FTO o su agente tiene algún interés, deberá retener dichos fondos y reportarlos al Departamento del Tesoro.
En ninguna parte de los tres instrumentos jurídicos aplicables a nuestros cárteles existe mención alguna de cualquier principio de extra-territorialidad. No autoriza el uso de la fuerza para decomisar activos, para bombardear laboratorios o arsenales, para secuestrar o detener a capos (kingpins), o para lanzar misiles. Todo esto lo lleva a cabo Estados Unidos con gran frecuencia en otras partes del mundo, o bien de manera clandestina, o bien a través de particulares, o bien por la vía de los hechos. Invocan siempre el principio de the long arm of the law (el largo alcance de la ley), que puede considerarse como una manifestación implícita de la extraterritorialidad. En lo tocante a grupos como los mencionados, o Hezbollah o Hamas, o las FARC en Colombia, Washington requiere de otros elementos legales para proceder. Estos van desde una declaración de guerra del Congreso, hasta la War Powers Act o una resolución ad hoc aprobada por el legislativo como la que fue utilizada por Bush en la invasión de Irak y Afganistán (Authorization for Use of Military Force against Iraq Resolution), o la extensión de la misma en otros casos (Libia, Siria, Yemen, etc).
Para todos estos menesteres, la designación de los cárteles como FTO no le aporta gran cosa al ejecutivo norteamericano. Por esa razón, ante la presión de los republicanos desde hace tiempo, los gobiernos de Obama, el propio Trump y Biden optaron por no hacerlo. Trump utilizó la amenaza de la designación en 2019 para lograr que López Obrador aumentara la cooperación con Washington en materia de combate al crimen organizado, enviando a su procurador William Barr a México para ese propósito. El otro motivo por el cual los gobiernos recientes no han querido dar el paso radica en la reacción de los mexicanos. Han creído que cualquier gobierno de México se pondría medio histérico y eso solo dificultaría la cooperación.
Trump y sus colaboradores alegaron en 2019 que la simple amenaza de recorrer ese camino alentaría a López Obrador a aceptar varias exigencias estadounidenses. El Covid y el affair Cienfuegos impidieron que dicha tesis se corroborara. Seguramente Trump lo sigue pensando y por eso anunció ya su decisión. La presidencia en México dispone de un mes para complacerlo; de lo contrario, procederá.
Lo cual, insisto, no es tan grave. Le permitirá a Estados Unidos, negar visas, congelar cuentas, decomisar activos y amenazar con acusaciones de asociación delictuosa a personas dentro de Estados Unidos, que no necesariamente podrían ser acusados sin este procedimiento. No mucho más.
Puede ser que armar escándalo y recurrir al patrioterismo de siempre constituya la mejor respuesta. Trump lo pensaría entonces dos veces. O cabe en la fatalidad que despreciar el asunto y decirnos que al final se trata de una decisión interna de Estados Unidos que no nos afecta, por todas estas razones, resulte preferible. Pero para el segundo gobierno consecutivo que conduce la política exterior pensando únicamente en el consumo interno, una tal actitud se antoja inverosímil. Mejor la alharaca, la indignación, el llamado a las armas. Todo menos los datos.
Excanciller de México
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Grupos terroristas
JAQUE MATE / Sergio Sarmiento
REFORMA, 24 diciembre 2024
"Inmediatamente voy a designar
a los cárteles como organizaciones
terroristas extranjeras". Donald Trump, 22.12.2024
No tengo duda de que las bandas de narcotraficantes en nuestro país se han convertido en verdaderas organizaciones terroristas. La violencia que empleaban estaba antes dirigida a sus rivales, pero cada vez son más los casos en que agreden a ciudadanos comunes para generar terror entre la población.
Por eso no sorprende que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, haya amenazado con declarar formalmente organizaciones terroristas a los narcotraficantes mexicanos. Nuestros diplomáticos podrán argumentar que no son terroristas porque no tienen objetivos políticos, pero Trump no está tan errado cuando advierte que estas organizaciones son el mayor riesgo para la seguridad de su país.
Es cierto, como dijo ayer la presidenta Sheinbaum, que Trump "nunca habla de la intervención en México, nunca", pero la verdad es que por el Patriot Act, la ley contra el terrorismo promulgada el 26 de octubre de 2001 por el presidente George W. Bush, la designación abre las puertas a posibles intervenciones en territorio nacional. Esta ley otorga a las agencias de justicia de Estados Unidos la posibilidad de realizar investigaciones criminales en cualquier lugar del mundo, y de pedir y obtener órdenes de búsqueda y aprehensión de terroristas y ejecutarlas en cualquier país. Hemos visto ya cómo Estados Unidos aplica esta justicia extraterritorial.
De poco sirve que Trump no haya hablado específicamente de mandar tropas o fuerzas policiales a nuestro país. Esto podrá hacerse ya de manera automática, sin que el Presidente dé una orden específica. Si las autoridades estadounidenses identifican y localizan en México a un narcotraficante designado como terrorista, podrán ordenar que se le sustraiga del territorio nacional o que se le asesine. Poco importa que violenten el derecho internacional; estarán avaladas por su legislación nacional, que es la única que les importa.
El expresidente López Obrador hizo mucho daño a la relación con Estados Unidos al afirmar que puso fin a la "guerra contra las drogas" y asumió una política contra el narco de "abrazos y no balazos". Ahora el gobierno de Sheinbaum tendrá que convencer a Trump y a su gente de que esto no ha sido más que una pantalla política. México tendrá que demostrar que sigue comprometido en la guerra contra el narco.
En realidad, ahí parecen estar las pruebas. Apenas este 21 de diciembre, la Secretaría de Marina afirmó que durante los tres primeros meses de Sheinbaum ha confiscado más de 45 toneladas de drogas y ha exterminado 53 plantíos de marihuana. El secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, informó el 3 de diciembre que las autoridades mexicanas lograron el mayor decomiso de fentanilo en la historia de México, de 1.1 toneladas, en Ahome, Sinaloa, y añadió que del 1 de octubre al 1 de diciembre de 2024 fueron detenidas 5,333 personas por "delitos de alto impacto", se aseguraron 2,471 armas de fuego y 57.9 toneladas de drogas, entre ellas, 415,309 pastillas de fentanilo.
Tanto el gobierno de México como Trump, sin embargo, prefieren seguir en sus juegos políticos. México pretende que ya no hay guerra contra las drogas, mientras que Trump está más interesado en presentarse ante sus electores como un bully que amedrenta a sus vecinos y socios, principalmente a México. Mucho mejor nos iría a todos si tuviéramos gobernantes sensatos y dispuestos a tomar medidas conjuntas para acabar con el crimen y la violencia, pero la verdad y la sensatez no son virtudes que practiquen los políticos de hoy.
NO NECESITAMOS
Dice el secretario de Agricultura, Julio Berdegué, que "no necesitamos traer a México maíz blanco transgénico". Quizás ahora no, pero por la sequía la producción de maíz de nuestro país será en 2024 de 23.3 millones de toneladas, la más baja desde 2014. En Estados Unidos, gracias al maíz transgénico resistente a las sequías, la producción ha aumentado. México, por lo pronto, será en este 2024 el mayor importador mundial de maíz.
www.sergiosarmiento.com
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