Denuncia la UNAM destrozos en MUAC
Nota de Israel Sánchez y Alejandro León;
REFORMA, Pp, 22 julio 2025
Autoridades de la UNAM presentaron ayer ante el Ministerio Público una denuncia por los daños al Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC) durante la segunda marcha contra la gentrificación.
Además de cristales rotos y pintas en la fachada, un grupo de encapuchados que se desprendió del contingente el domingo arremetió contra La Espiga, escultura monumental de Rufino Tamayo que se encuentra en la explanada del Centro Cultural Universitario (CCU).
En la Librería Julio Torri, también perteneciente al complejo, dañaron libreros y saquearon ejemplares que después quemaron.
"Todos los recintos de Cultura UNAM estamos dedicados a una postura abierta, plural, que invita y fomenta la reflexión, el encuentro, el diálogo. Es lamentable que se utilice este espacio para lo contrario", aseguró en entrevista Tatiana Cuevas, directora del MUAC.
Elizabeth Álvarez, integrante de uno de los colectivos que convocó a la movilización, reprochó los actos violentos y aseguró que desconocen quiénes los encabezaron.
"Es ilógico que tengamos que destruir algo, algo que a nuestros hijos les va a servir en algún momento", dijo.
A la condena se sumó la Jefa de Gobierno, Clara Brugada, quien argumentó que en el operativo policiaco que implementó la CDMX no se actuó en CU por la autonomía universitaria.
"Y lo vamos a respetar siempre de los siempres, que no entren fuerzas de seguridad al interior de la UNAM.
Y eso es lo que se hizo", defendió la morenista.
La protesta exigió un freno al encarecimiento de la vivienda y la proliferación sin reglas de los alquileres por aplicación, fenómenos que provocan el desplazamiento de residentes originarios.
Ernesto Estrada, residente de la Colonia Ruiz Cortines, en Coyoacán, reunió a 115 colonos para apoyar a los vecinos de Fuentes Brotantes, en Tlalpan.
Subrayó que los convocantes no realizaron los destrozos, sino que fue el llamado bloque negro.
Los responsables acostumbran a repetir esas conductas en manifestaciones para exigir la localización de mujeres desaparecidas o por el caso de los 43 estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, detalló.
"Siempre, en cualquier movimiento pacífico, se hacen presentes, aunque desde un principio les decimos 'no vayan a hacer su desmadre', pero a eso se dedican.
"Sí da coraje. Lo rescatable es que al principio, sí los contuvimos un poco", comentó.
Elizabeth Álvarez, de la Asamblea Ciudadana del Pueblo de Xoco, remarcó que no conoce a los agresores. Está segura de que son enviados para deslegitimizar su lucha.
"Mandarnos a gente a meterse para romper nuestras manifestaciones y los ciudadanos nos cataloguen de lo peor", expresó.
Ayer por la tarde, trabajadores de una aseguradora acudieron a la zona para levantar evidencia de los daños en ambos inmuebles.
¡UN DÍA DESPUÉS!
Tatiana Cuevas, directora del MUAC, aseguró que tanto este recinto como las otras áreas afectadas del Centro Cultural Universitario (CCU) están cubiertas por el seguro de patrimonio universitario, sin que ello signifique que no haya un impacto a nivel presupuestal.
"El monto (total por daños) no lo tenemos todavía. Lo que sí ya se hizo es levantar la denuncia ante el Ministerio Público", aseguró.
"Ya también vinieron los peritos del seguro para poder evaluar los daños y empezar con los trabajos de reparación", agregó la curadora e historiadora del arte.
De la Julio Torri sacaron libros y los quemaron.
"Es lamentable", remarcó Cuevas, también titular de la Dirección de Artes Visuales de la Coordinación de Difusión Cultural UNAM.
"Los libros son la ventana a la reflexión, al entendimiento de otras perspectivas; cualquier acto de cancelación a la posibilidad de acceder a la cultura, pues será lamentable".
Esta es la segunda ocasión en menos de un año en que el MUAC resulta afectado por manifestantes, pues apenas en octubre pasado activistas y personas trabajadoras sexuales también realizaron pintas en la fachada a manera de protesta contra una muestra de la artista Ana Gallardo.
"Es algo que tenemos que analizar. Son contextos distintos, en octubre era una llamada de atención al quehacer del museo y cómo se habían hecho las cosas. En este caso, fue más circunstancial", explicó.
Si tras el incidente por la obra de Gallardo el Museo respondió con un foro abierto, su directora ahora estima que se puedan aprovechar las Jornadas por la Paz de septiembre próximo para incentivar el diálogo.
"A lo que se ha dedicado el Museo y seguirá dedicándose es a poder dialogar y analizar los problemas que estamos enfrentando hoy en día con esta sociedad polarizada, que parece no estar abierta al diálogo", lamentó.

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