22 dic 2025

Omar Garcia Harfuch en The New York Times, el hombre clave de EU

García Harfuch: ¿El "Zar" que México esperaba o una apuesta de alto riesgo?

La reciente radiografía publicada por The New York Times —firmada por un equipo robusto encabezado por Jack Nicas— no es solo un perfil periodístico; es el reflejo de un "estado de ánimo" que flota entre los pasillos de poder en Washington. El mensaje es claro: Omar García Harfuch es hoy el hombre fuerte, el eje sobre el cual gira la ambiciosa (y vigilada) estrategia de seguridad de Claudia Sheinbaum.

El viraje: Del idealismo a la inteligencia operativa

Atrás quedó el eco de los "abrazos, no balazos" de López Obrador. Lo que hoy vemos con Harfuch al frente de la Secretaría de Seguridad es un pragmatismo casi quirúrgico. Se le describe como un "Zar" que ha logrado algo inédito: centralizar el mando, la inteligencia y la operatividad policial bajo un solo puño.

¿Cuáles son sus cartas fuertes?

i) Inteligencia sobre fuerza bruta: No se trata de disparar más, sino de saber dónde pegar.

ii) Mando unificado: Tiene el control de agencias que antes trabajaban como islas, logrando —por ahora— una danza coordinada con las fuerzas armadas.

iii) Eficiencia judicial: La meta es que el trabajo policial no se pierda en la puerta giratoria de los juzgados, fortaleciendo la capacidad de los fiscales para concretar condenas.

Los números: Entre el avance y el estancamiento

Aquí es donde el análisis se pone interesante, ya que si bien el gobierno presume una caída del 37% en homicidios diarios, analistas externos ponen la lupa y ajustan la cifra a un 22% respecto al año pasado. Sigue siendo una baja, sí, pero el diablo está en los detalles.

Mientras las detenciones y la destrucción de narcolaboratorios se han cuadruplicado, la realidad en la calle cuenta otra historia: la extorsión y el secuestro subieron un 3%, y las desapariciones un 9%. Es el paradoja de la seguridad actual: hay menos muertos "oficiales", pero la sensación de asfixia criminal sigue ahí.

El factor Washington y el "Efecto Cuca"

Harfuch se ha convertido en el traductor que México necesitaba para hablar con EU. Su perfil técnico ha abierto puertas que antes estaban cerradas: vuelos de vigilancia compartidos e intercambio de inteligencia que, curiosamente, han servido de escudo ante las amenazas de intervención de la era Trump.

Sin embargo, el reto es monumental. El reportaje del Times advierte sobre el "Efecto Cuca": pegarle con todo al Cártel de Sinaloa solo parece haberle pavimentado el camino al Cártel Jalisco Nueva Generación. Al final, la percepción ciudadana no miente: el miedo subió casi 5 puntos, con un 63% de los mexicanos sintiéndose inseguros tras eventos de alto impacto como los coches bomba en Coahuayana o el asesinato de alcaldes como Manzo en Michoacan.

Más que un secretario, Harfuch opera como un nodo central donde convergen la inteligencia, las finanzas y la justicia. Al colocar a sus leales en posiciones críticas de la FGR, el CNI y la UIF, (Almazán Barocio en el CNI y Reyes Colmenares en la UIF. FGR César Oliveros (FEMDO) y Héctor Elizalde (AIC)) ha formado un "superbloque" que no trabaja en silos, sino de forma quirúrgica. Su mayor activo es la confianza: la que tiene de Sheinbaum para nombrar a su cuadro, y la que tiene de Estados Unidos para compartir información sensible. En México se sabe y en Washington se confirma: el control es total.

Conclusión: ¿2030 a la vista?

Mmm. Ahí es el problema con un gran bloque de de 4T, que no lo quieren.

Hoy, Omar García Harfuch es, sin duda, el funcionario con más peso específico después de la Presidenta. Muchos ya lo ven en la carrera para el 2030, pero su verdadero examen no será una encuesta, sino su capacidad para doblegar a grupos criminales que han demostrado ser más resilientes que cualquier estrategia sexenal.

Pero recomiendo el texto y las reacciones que han generado incluso caricaturas.

Pero recomiendo el texto y las reacciones que han generado incluso caricaturas.

Aqué el reportaje y los comentarios..:

¿Este es el hombre que podrá derrotar a los cárteles mexicanos?

Según los analistas, García Harfuch ha consolidado el control de la estrategia de seguridad de México como ninguno de sus predecesores. Esto ha contribuido a congraciarlo con Washington.

 Jack Nicas

The New York Times, 19 de diciembre de 2025

Después de que un grupo de agresores le disparara tres veces a Omar García Harfuch en 2020, comenzó a dormir en su oficina.

En ese momento era secretario de Seguridad Ciudadana de Ciudad de México y dijo que un poderoso cártel había intentado asesinarlo. Ahora, García Harfuch es el máximo responsable de seguridad de México, encargado de desmantelar a esos mismos grupos. Y todavía pasa muchas noches durmiendo cerca de su escritorio, con un soldado armado en equipo de combate afuera de su puerta.

Es ese tipo de dedicación obsesiva a resolver el problema aparentemente más irresoluble de su país lo que le ha granjeado la confianza de la presidenta Claudia Sheinbaum y lo ha convertido en el rostro de la campaña más agresiva de México contra los cárteles en más de una década.

El gobierno afirma que está deteniendo a miembros de los cárteles y destruyendo laboratorios de drogas a un ritmo casi cuatro veces superior al del gobierno anterior. Como resultado, los datos gubernamentales muestran que los homicidios han descendido un 22 por ciento en lo que va de año respecto al año pasado, hasta su nivel más bajo en una década, y los robos con violencia han disminuido un 15 por ciento.

“No estamos diciendo que el problema esté resuelto”, dijo García Harfuch en su primera entrevista oficial con los medios de comunicación internacionales desde que se convirtió en secretario de Seguridad y Protección Ciudadana de México el año pasado. Pero, añadió, “nosotros lo que estamos haciendo es que pegamos en una estructura criminal abajo, en medio, arriba. Todo”.

Su éxito inicial ha ayudado a apaciguar a Washington. Con García Harfuch como punto de contacto con las agencias de seguridad estadounidenses, el intercambio de inteligencia entre ambos países ha aumentado, y el presidente Donald Trump ha concentrado su atención en los narcotraficantes de Sudamérica en lugar de México.

Sin embargo, la historia de México dice que los cárteles tienen las de ganar. Sus imperios criminales han sobrevivido a todo lo que los gobiernos anteriores les han lanzado.

Aunque los asesinatos y los robos han disminuido, los informes sobre extorsiones, secuestros y desapariciones han aumentado. Y las encuestas muestran que, desde que Sheinbaum asumió el cargo, el porcentaje de mexicanos que dicen sentirse inseguros ha aumentado casi 5 puntos porcentuales, hasta el 63 por ciento del país.

“Cambiar la percepción en 14 meses es más complejo”, dijo García Harfuch desde su oficina fuertemente custodiada en Ciudad de México.

Los analistas de seguridad afirman que, si bien García Harfuch merece reconocimiento por sus avances, los cárteles mexicanos son demasiado poderosos y ricos y están demasiado armados y arraigados en el sistema político como para erradicarlos.

“Tenemos el mejor secretario de Seguridad que podríamos tener”, dijo Eduardo Guerrero, exfuncionario de seguridad mexicano y uno de los consultores de seguridad más destacados del país. “Pero me parece francamente que el problema del crimen organizado ya rebasó las capacidades institucionales de México”.

Aquí se pueden leer extractos de nuestra entrevista con Omar García Harfuch

García Harfuch, de 43 años, ha consolidado el control de la estrategia de seguridad de México como ninguno de sus predecesores, afirmaron los analistas. Tiene el liderazgo directo de una pequeña pero creciente fuerza de investigación. Tiene influencia sobre los fiscales federales, las agencias de inteligencia y las fuerzas armadas. Y cuenta con el profundo apoyo de Sheinbaum para establecer la agenda. (Fue su secretario de Seguridad cuando ella era jefa de gobierno de Ciudad de México).

“Omar es el líder indiscutible de la estrategia de seguridad en México, no los mandos militares”, dijo Guerrero. “Es una especie de zar de la seguridad que no habíamos tenido en México”.

Con ese cometido, García Harfuch ha actuado con decisión. En los primeros 14 meses del gobierno de Sheinbaum, las autoridades mexicanas afirman haber detenido a casi 39.000 personas por delitos violentos, incautado 20.000 armas y destruido 1760 laboratorios de drogas.

Durante un periodo promedio de 14 meses bajo el gobierno anterior, las autoridades realizaron 10.400 detenciones de este tipo, incautaron 8300 armas y destruyeron 445 laboratorios.

Este enfoque contrasta fuertemente con la estrategia de “abrazos, no balazos” del predecesor y aliado de Sheinbaum, Andrés Manuel López Obrador, quien trató de abordar las causas profundas en lugar de la violencia. El nuevo gobierno ha desplegado miles de fuerzas de seguridad para patrullar los bastiones de los cárteles y ejecutar ataques quirúrgicos.

Esto ha contribuido a congraciar a García Harfuch con Washington.

Funcionarios del gobierno de Trump han elogiado la cooperación en materia de seguridad entre Estados Unidos y México bajo su dirección.

John Creamer, exfuncionario número dos de la embajada de Estados Unidos en México, afirmó que, como expolicía pragmático con años de experiencia trabajando con agencias de Estados Unidos, García Harfuch ha tranquilizado a los funcionarios estadounidenses preocupados por la capacidad de México para combatir a los cárteles.

“Está especialmente capacitado dentro del gobierno mexicano para reparar algunas de las relaciones bilaterales dañadas en los últimos años y establecer vínculos constructivos de cara al futuro”, dijo.

Pedro Casas Alatriste, enlace de alto nivel entre ambas naciones como director ejecutivo de la Cámara de Comercio Americana de México, dijo: “Vas a Washington y el 100 por ciento de los responsables políticos saben quién es Omar García Harfuch”.

Sheinbaum también ha establecido una buena relación con Trump. Aun así, Trump sigue planteando la idea de que Estados Unidos podría atacar a los cárteles, lo que, Sheinbaum ha afirmado, constituiría una violación de la soberanía de México. El lunes, Trump declaró que iba a clasificar el fentanilo, que en su inmensa mayoría procede de México, como arma de destrucción masiva.

La tasa nacional de homicidios ha descendido un 37 por ciento desde que Sheinbaum asumió el cargo en octubre del año pasado, hasta aproximadamente 55 asesinatos diarios, uno de sus niveles más bajos en una década.

García Harfuch afirmó que seguía confiando en que las fuerzas estadounidenses no atacarían.

“Han sido muy respetuosos de lo que ha dicho la presidenta que es de la soberanía”, dijo García Harfuch. “Si no tuviéramos resultados, me preocuparía. Pero cada vez tenemos más resultados”.

García Harfuch dijo que ambos países estaban compartiendo más información para detener el flujo de drogas hacia el norte y de armas hacia el sur, incluidos vuelos de vigilancia estadounidenses sobre México a petición del gobierno mexicano. Añadió que esa era toda la ayuda que México necesitaba.

“Nosotros tenemos unidades del ejército, de fuerzas especiales sumamente capacitadas”, dijo. “¿Para qué se requerirían?”, añadió, en referencia a las fuerzas estadounidenses. “Lo que necesitamos es información”.

García Harfuch es hijo de una actriz conocida y de un exsecretario del Trabajo. Su abuelo era el secretario de la Defensa Nacional durante la masacre por parte del gobierno mexicano de quizás cientos de manifestantes estudiantiles en 1968.

García Harfuch ascendió en las filas de la policía federal antes de dirigir la seguridad de Ciudad de México. Durante su mandato, la tasa de homicidios de la ciudad descendió aproximadamente un 40 por ciento, según datos del gobierno. La prensa lo apodó Batman por su lucha contra el crimen.

Fue elegido senador cuando Sheinbaum aspiraba a la presidencia, pero en su lugar se incorporó a su gobierno. Ahora se le considera el segundo funcionario más poderoso del gobierno, y el sucesor natural de la presidencia cuando el mandato de Sheinbaum termine en 2030.

En la entrevista, García Harfuch habló con palabras mesuradas y detalles técnicos. Citó de memoria estadísticas locales sobre delincuencia. Y recalcó de manera reiterada que Sheinbaum estaba al mando. Cuando se le preguntó por la razón por la que este gobierno tendría éxito cuando otros habían fracasado, respondió que los gobiernos anteriores no habían tenido a Sheinbaum como presidenta.

Dos veces durante la entrevista sonó un teléfono rojo. García Harfuch dijo que era una línea directa con Sheinbaum, y se apresuró a atender las llamadas.

García Harfuch dijo que el teléfono rojo era una línea directa con Sheinbaum.

Sheinbaum dirige una reunión de gabinete enfocada en la seguridad todos los días laborables a las 6 a. m., dijo García Harfuch.

“Por años, a mí me ha tocado sentarme en mesas de: ‘Vamos a coordinarnos’ y es una coordinación… de papel”, dijo, agitando las manos en el aire. Ahora se apoyan en las estadísticas, afirmó, y llaman a los funcionarios locales cuando detectan tendencias de violencia.

“Preguntamos: ‘¿Cuántas órdenes de aprehensión tienes de esos generadores de violencia? Nosotros como gobierno federal te ayudamos a detenerlos’”, dijo García Harfuch. “No hay un solo gobernador que no apoye esta estrategia de seguridad”.

García Harfuch dijo que su estrategia múltiple se concentra en reforzar la inteligencia para dirigir las operaciones con mayor precisión, reforzar a los investigadores y fiscales para conseguir más condenas, y coordinar la actuación de las fuerzas de seguridad federales y estatales.

Los resultados han sido un descenso de los delitos violentos, aunque se debate en qué medida. García Harfuch cita con frecuencia un descenso del 37 por ciento en la tasa diaria de asesinatos desde que Sheinbaum asumió el cargo el año pasado. Pero algunos analistas no están de acuerdo con esta afirmación, y en su lugar señalan los datos del gobierno que muestran que los 21.743 homicidios hasta noviembre son un 22 por ciento menos que en el mismo periodo del año pasado.

Aun así, no todo está mejorando. Los secuestros y las extorsiones han aumentado un 3 por ciento cada uno este año, y las desapariciones un 9 por ciento. Grupos de derechos humanos han sugerido que el gobierno podría estar ocultando homicidios en las cifras de desapariciones. García Harfuch lo negó y afirmó que se ha encontrado a muchas personas desaparecidas.

El gobierno ha mostrado un éxito inicial en sus esfuerzos por fracturar el Cártel de Sinaloa, uno de los grupos criminales más infames de México. Sin embargo, al mismo tiempo, el otro gigante criminal de México, el Cártel Jalisco Nueva Generación, parece haber ganado terreno.

“El tema es, el debilitamiento de un cártel, por supuesto, fortalece al otro”, dijo García Harfuch.

El mes pasado, un agresor adolescente asesinó a uno de los alcaldes más destacados de México, Carlos Manzo, quien había pedido más fuerza contra los cárteles. Después de que Sheinbaum y García Harfuch enviaran miles de soldados para proteger el estado, explotó un coche bomba que causó la muerte de seis personas. García Harfuch ha atribuido ambos crímenes a guerras territoriales en las que está implicado el cártel de Jalisco.

Tras el coche bomba, los residentes describieron una escena de cadáveres esparcidos. Evangelina Contreras, activista local cuya hija ha desaparecido en medio de la violencia, afirmó que el plan del gobierno no está funcionando. “Esperamos que Harfuch esté prestando atención”.

Maria Abi-Habib, Miriam Castillo y Emiliano Rodríguez Mega colaboraron con reportería desde Ciudad de México y Juan Jose Estrada Serafín desde Morelia, México.

Jack Nicas es el jefe de la corresponsalía del Times en Ciudad de México y lidera la cobertura sobre México, Centroamérica y el Caribe.

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Consenso que divide

TOLVANERA / Roberto Zamarripa 

REFORMA, 22 diciembre 2025

Pocos como Omar García Harfuch dividen y escinden a partir de un punto de coincidencia. Encarna una enorme paradoja: de su labor depende en buena medida el futuro del gobierno de Claudia Sheinbaum. Pero la coronación de ese éxito es el cuchillo que parte en dos la enorme rebanada de poder de la 4T.

Apenas con un año en el poder, el gobierno de Sheinbaum se ha hecho extremadamente dependiente del éxito en materia de seguridad. No solo por la estadística sino también por la percepción pero, de manera fundamental, por la posibilidad de atemperar al gobierno de Donald Trump que ha colocado en el centro de la estabilidad de la relación binacional el tema de la seguridad.

La entrevjsta y perfil publicado el pasado 19 de diciembre en The New York Times, condensa un estado de ánimo, una percepción y, acaso, un deseo en sectores estadounidenses.

Harfuch es visto como el hombre poderoso y confiable. El título de la entrega del NYT es retador: "¿Podrá este hombre finalmente derrotar a los cárteles de México?".

Y el texto de Jack Nicas, corresponsal del NYT en México precisa: "Funcionarios de la administración Trump han elogiado la cooperación en materia de seguridad entre Estados Unidos y México bajo su dirección.

"John Creamer, ex segundo funcionario de mayor rango de la embajada de Estados Unidos en México, afirmó que, como ex policía sensato con años de experiencia trabajando con agencias estadounidenses, el Señor Harfuch ha tranquilizado a los funcionarios estadounidenses preocupados por la capacidad de México para combatir a los cárteles.

"Es el candidato ideal dentro del gobierno mexicano para reparar algunas de las relaciones bilaterales dañadas en los últimos años y construir lazos constructivos de cara al futuro".

El posicionamiento de Harfuch enerva dentro de la 4T. A él no lo dejaron pasar como candidato de Morena a jefe de Gobierno de la CDMX a pesar del impulso de Sheinbaum y de que ganó la encuesta interna.

Tiene todos los "negativos" posibles en la 4T. Nieto del general Marcelino García Barragán, personaje clave en la represión del 2 de octubre de 1968, momento icónico de la izquierda mexicana. Hijo del dirigente priista Javier García

Paniagua quien aspirara a la candidatura tricolor a la Presidencia de la República y jefe de la Dirección Federal de Seguridad (DFS), la policía política del régimen priista.

Ambas herencias no son motivo de deslinde. Obvio que no es el único personaje político de familia priista pero sí uno de los más cercanos a los entramados de persecución política de la izquierda mexicana. Manuel Bartlett lo fue igualmente. Incluso de manera directa. Fue secretario de Gobernación y responsable de muchas de las decisiones que sometieron a la izquierda política opositora en los tiempos de reinado priista.

Y Bartlett fue amo y señor en la decisiones de la 4T. ¿Por qué Harfuch no?

Si Harfuch fracasa, el gobierno de Sheinbaum tendrá serios predicamentos. Si Harfuch consolida una ruta de contención del crimen, salva al gobierno de su Presidenta y a la vez encumbra su figura como la de mayor importancia no solo en el gabinete sino en el futuro para el relevo sexenal.

Si fracasa y postra el gobierno de Sheinbaum, el relevo presidencial de 2030 queda comprometido. Si tiene éxito, su posibilidad de ser candidato a la Presidencia, con fuerza y consenso, paradójicamente dividirá a la 4T.

Harfuch es de las pocas figuras políticas del actual gabinete que tiene simpatías en la oposición... y en Washington.

De no ser el candidato, será un factor que incline la balanza. De ganar la candidatura presidencial de Morena significaría un punto de quiebre en la definición histórica de la 4T. No es prócer histórico de la izquierda, no es el activista del asambleísmo o de las protesta callejera, no es doctrinario menos un amlista irredento.

Por ahora, su paradoja significa una pata de la mesa. Un pilote que sostiene la estructura. No pueden moverlo. Y ésa es una fortaleza que molesta.

robertozamarripa2017@gmail.com

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Gotham/Manuel J. Jáuregui 

REFORMA, 22 diciembre 2025;

Los habitantes de la mítica GOTHAM tendrán a Bruce Wayne/Batman para hacerlos sentir seguros, pero las urbes mexicanas tenemos a Omar García Harfuch/ "Batman". El Súper Policía de la Dra. Sheinbaum ya es una figura a nivel internacional ya que nadie menos y nadie más que el New York Times le dedicó a Harfuch un gran espacio en sus páginas. Es el primer miembro del Gabinete que ha sido destacado de tan singular manera; el que lo hayan escogido para presentarlo internacionalmente llama la atención: o el mismo Gobierno mexicano lo propuso como vocero, o el NYT lo escogió porque alguien en el Gobierno norteamericano les convenció de que nuestro "Batman" era alguien con quien deberían hablar.

Las circunstancias lo convierten en un personaje clave, pues el tema central para EU en relación a México es el combate a las organizaciones criminales que trasiegan droga hacia el vecino país, algo que el Presidente Trump desea parar en seco. A diferencia de su antecesor quien adoptó en su sexenio la ideótica estrategia de "abrazos, no balazos" la Presidenta Sheinbaum, afirma el NYT, ha emprendido la más agresiva campaña contra la delincuencia de los últimos 10 años, en una corrección de rumbo que no le ha de sentar muy cómoda al Domador de Pavorreales y autor de libros que nadie lee. Y quien conduce esta estrategia contraria precisamente es el entrevistado por el NYT.

Por un lado es bueno que el valiente policía (quien ya libró un atentado a su vida) que enfrenta y toma por los cuernos un problema tan grave como es el de la violencia de los cárteles en México, reciba reconocimiento y un espacio privilegiado desde el cual fijar sus posiciones respecto a un tema de vital interés para EU. Pero, por el otro, y conociendo el nivel de baja política, primitiva, que se practica en algunas tribus de la 4T, el DESTACAR torna a Harfuch en blanco de envidias. Desde que arrancó con todo el respaldo de la Presidenta, Harfuch de por sí ya tenía enemigos, empezando por el inquilino de "La Chingada", quien no lo dejó llegar a la Jefatura de Gobierno de la CDMX, de ahí pasando a ciertos mandos militares, sumando también al entonces titular de la FGR, y a otros personajes menores del "movimiento". En estos casos, entre más sobresale un miembro del Gabinete más crece el "fuego amigo".

Claramente la Presidenta necesita a Harfuch, pues es el hombre fuerte que se coordina con, y convence a, los vecinos con los que México coopera plenamente en su principal objetivo, que es acabar con los cárteles mexicanos de la droga y el peligro que éstos representan para la sociedad norteamericana introduciendo peligrosísimas drogas -baratas además- como el fentanilo, que afirma Mr. Trump ha matado a más de 300 mil norteamericanos (cifra no actualizada) en los últimos años.

En cuanto a la entrevista en sí, se nota que OGH posee un excelente sentido político (además de ser buen policía), supo responder con inteligencia las preguntas, dándole el debido crédito a su jefa, siguiendo su línea de "cooperación, no intervención" y aportando cifras concretas: "Treinta y siete mil detenidos, 300 toneladas de droga asegurada y mil 600 laboratorios destruidos". Ilustrando con cifras (claro, como decía Reagan: "Confía, pero verifica") que México avanza en este tema que tanto mortifica a los norteamericanos, debido a ejemplos recientes que han sacudido a la opinión pública norteamericana, como es el caso del drogadicto Nick Reiner, quien enloquecido MATÓ A SUS PADRES, Michelle y Rob, este último conocido actor y director de cine, matándolos a cuchilladas. O sea que resulta perfectamente entendible que el Gobierno federal norteamericano quiera aniquilar el mercado de las drogas dentro de Estados Unidos, pues la adicción está causando estragos en la sociedad norteamericana.

Aclaramos, como usualmente hacemos cuando hablamos bien de alguien, no conocemos al multicitado Harfuch, ni lo queremos conocer: las cantamos como las vemos, simplemente. Ahora que, tras la publicación del NYT, nos queda clara una cosa: ¡quien lo hace destacar lo tiene que cuidar! Más que nada de las pirañas que nadan en las aguas de Morena, en las que hay más aspirantes a la sucesión, que miembros tiene.


 

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Ga rcía Harfuch: ¿El "Zar" que México esperaba o una apuesta de alto riesgo? La reciente radiografía publicada por The New York Ti...