Tomado de la Revista Proceso: 12/11/2006:)
Especialmente durante el sexenio foxista –salpicado de hechos represivos y una marcada derechización–, los grupos guerrilleros se han multiplicado, debido entre otros factores a que los cauces de participación política en el país se cierran cada vez más. Los bombazos de la madrugada del pasado lunes 6 en la Ciudad de México fueron perpetrados por grupos guerrilleros que ya empiezan a implantar una “estrategia militar”, en respuesta principalmente a la salida represiva que el gobierno de Vicente Fox le está dando al conflicto de Oaxaca.
Tendencia Democrática Revolucionaria-Ejército del Pueblo (TDR-EP) –que se adjudicó los bombazos– es, de entre las 10 organizaciones insurgentes que han operado durante el gobierno foxista, la “más activa y la que más ha crecido”, sostiene el investigador Jorge Lofredo, fundador del Centro de Documentación de los Movimientos Armados (Cedema).Y afirma categórico: “Esos bombazos son un acto indiscutible de la guerrilla. Tiene todo su modus operandi. No me cabe ninguna duda”
.–Con las explosiones del lunes 6, ¿la guerrilla da un giro a sus acciones?
–A partir de los bombazos, está retomando una estrategia militar, pues en los últimos tiempos su estrategia era política. Antes se manifestaba sobre todo de manera testimonial: emitía comunicados, expresaba públicamente sus puntos de vista. Pero hasta ahí. Ahora, los bombazos hicieron que lo militar se impusiera sobre lo político.
–¿Estamos entonces ante el comienzo una etapa beligerante?
–Es prematuro señalar si hay un cambio de etapa. Puede haber más ataques armados.
Para Lofredo, la guerrilla “expandió” incluso sus “mensajes políticos” a través de los recientes bombazos:“Anteriormente, las detonaciones iban dirigidas a los bancos, símbolos del poder económico. Ahora, el mensaje político de la guerrilla se expandió hacia las instituciones que simbolizan el poder político, como es la sede del PRI, partido al que pertenece Ulises Ruiz, gobernador de Oaxaca, y la sede del Tribunal Federal Electoral, institución que, según esos grupos, avaló el fraude electoral de los pasados comicios presidenciales”.
Los nuevos blancos TDR-EP se adjudicó los bombazos a través de un comunicado en el que señaló textualmente:“Mientras permanezcan las fuerzas federales de ocupación en territorio oaxaqueño, mientras Ulises Ruiz permanezca oficialmente al frente del gobierno oaxaqueño y siga siendo respaldado por el gobierno federal panista…, los militantes y combatientes de nuestras estructuras revolucionarias armadas seguiremos accionando política y militarmente contra los responsables políticos de esta situación”.
En el documento se advierte que habrá más ataques “contra las 40 principales empresas nacionales y trasnacionales, así como contra las instituciones políticas y gubernamentales espurias que financiaron y operaron el fraude de Estado”.
El Movimiento Revolucionario Lucio Cabañas Barrientos, la Organización Insurgente Primero de Mayo, la Brigada de Ajusticiamiento 2 de Diciembre y las Brigadas Populares de Liberación también firmaron ese comunicado.Agrega Jorge Lofredo:“Desde hacía meses, Tendencia Democrática Revolucionaria ya venía anunciando que, militarmente, atacaría en el momento y el lugar que considerara adecuado. Y ya vemos que lo hizo”.
Para el investigador del Cedema, Tendencia Democrática es la fracción subversiva más fuerte. La mayor parte de las actividades de propaganda político militar han sido autoría suya, dice Lofredo.
–¿Y cuáles son sus antecedentes?
–Tendencia Democrática surgió en 1999, en el estado de Guerrero, y es producto de una escisión del Ejército Popular Revolucionario (EPR). Su congreso constitutivo se dio en el 2000. A partir de ahí empezó a manifestarse públicamente a través de comunicados y de su órgano informativo Pueblo en lucha. Cabe destacar que siempre ha reivindicado cada acción que ejecutan sus comandos.
El investigador pone como ejemplo el asesinato, en Guerrero, el 6 de julio de 2005, de José Rubén Robles Catalán, quien fuera secretario de Gobierno en la administración de Rubén Figueroa Alcocer, acusado de la masacre de Aguas Blancas ocurrida a finales de junio de 1995. Y también del ajusticiamiento del líder campesino guerrerense Miguel Ángel Mesino, el 18 de septiembre de 2005.
“Esas ejecuciones las realizó el Comando Popular Revolucionario la Patria es Primero, que opera justamente en Guerrero. Sus células las conforman entre cinco y 10 milicianos, y operan en distintos puntos del país”, dice el investigador del Cedema.Y los enumera: En Morelos, se encuentra el Comando Jaramillista Morelense, que se ha adjudicado la explosión de petardos en sucursales bancarias. En el Distrito Federal y el Estado de México, está el Comando Revolucionario del Trabajo México Bárbaro, que también lanza ataques contra bancos. Mientras que en Oaxaca trabaja el Comando Magonista de Liberación.
El peligro, la ultraderecha
TDR-EP es la organización que ha demostrado tener una mejor estructura. Sin embargo, durante el sexenio foxista, el Cedema ha detectado a otros nueve núcleos armados activos:Partido Democrático Popular Revolucionario-Ejército Popular Revolucionario (PDPR-EPR); Comité Clandestino Revolucionario de los Pobres-Comando Justiciero 28 de Junio (CCRP-CJ28J); Movimiento Revolucionario Lucio Cabañas Barrientos (MR LCB); Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI); Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo (FARP); Organización Revolucionaria 2 de Diciembre-Nueva Brigada Campesina de Ajusticiamiento (OR2D-NBCA); Organización Insurgente Primero de Mayo (OI-1ºM); Brigada de Ajusticiamiento 2 de Diciembre (BA-2D), y Brigadas Populares de Liberación (BPL).
Todos estos grupos reparten volantes y comunicados, dan conferencias de prensa y entrevistas, y ejecutan acciones militares, la mayoría de carácter “limitado”.Dice Lofredo:“En total, son 10 las organizaciones guerrilleras que, sabemos, están en activo, aunque puede haber más. Se incrementaron durante el sexenio foxista, ya que en el período que va de 1996 a 2000 sólo identificamos a cuatro.
–¿A qué se debe este incremento?
–Bueno, los propios grupos armados han dicho que se debe a que los cauces políticos se están cerrando y esto se reflejó claramente en las elecciones del pasado 2 de julio. Otro factor son las divisiones internas. El EPR, por ejemplo, se fracturó por diferencias personales.“Actualmente, uno de los principales peligros que las guerrillas visualizan es la llegada de Felipe Calderón a la Presidencia de la República, puesto que, según se dicen en sus comunicados, el panista alcanzó el poder mediante un fraude electoral”.
–¿Los grupos subversivos dan otras razones de su rechazo a Calderón?
–Sí. Para ellos Calderón es la garantía de la llegada de la ultraderecha al poder, lo cual implica la profundización de la guerra de baja intensidad contra los movimientos sociales, las comunidades y los pueblos. Vislumbran que su gobierno será ultraderechista y represor, y que con él habrá una abdicación de la soberanía nacional.Oaxaca, “centro neurálgico”
El investigador del Cedema –una institución no gubernamental abocada principalmente a recopilar la información elaborada por las propias células de la guerrilla– publicará un libro sobre los movimientos subversivos que han operado en el país de 1996 a la fecha, en el que analiza la relación de éstos con el actual conflicto oaxaqueño, en particular con la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO).
Lofredo comenta al respecto:“La gran movilización popular de la APPO tiene el apoyo y las simpatías de los grupos autodenominados insurgentes. ¡Todos!, todos los grupos armados apoyan a la APPO. Tan fuerte es su movimiento social que superó con mucho a la dinámica de la guerrilla, que estaba sumida en conflictos internos interminables. Hoy, el problema oaxaqueño le abre la posibilidad de una unificación armada.”
–¿Hay miembros subversivos en las organizaciones que integran a la APPO?
–Están participando en el conflicto oaxaqueño. ¡Hombre!, es imposible que un grupo guerrillero se mantenga al margen de ese conflicto. Sin embargo, es inorgánica esa participación en las acciones de la APPO, pues sólo participan de manera individual algunos insurgentes.
El investigador señala que Oaxaca tiene toda una tradición guerrillera que se remonta a la década de los setenta, cuando en la región irrumpió el Partido Revolucionario Obrero Clandestino Unión del Pueblo (PROCUP). Después, el estado se convirtió en “un centro neurálgico” en la nueva etapa de los movimientos guerrilleros, la cual arrancó –dice– en 1996, a partir de que se dio a conocer el EPR.Este grupo, ese mismo año, realizó ataques en Huatulco, Tlaxiaco y la ciudad de Oaxaca. Y en el 2000, cuando Fox visitó el estado antes de asumir como presidente, fue recibido, en Nazareno Etla, con una manifestación de “propaganda político-militar” organizada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo (FARP).
Más recientemente, el 30 de agosto pasado, un grupo armado de TDR-EP se presentó sorpresivamente en la carretera Oaxaca-Tuxtepec, en un paraje del distrito de Ixtlán. Los insurgentes detenían a los vehículos para entregar a sus ocupantes un comunicado en el que pedían la salida de Ulises Ruiz y manifestaban su apoyo a la APPO.
Muchos pensaron que no se trataba de la guerrilla, sino que era un “montaje” armado por el gobierno o por el Ejército Mexicano para justificar la represión. Jorge Lofredo señala:“Esta acción fue una advertencia más de Tendencia Democrática. Otros grupos guerrilleros se han manifestado también con propaganda en la que apoyan a la APPO, o bien atacando a sucursales bancarias, como sucedió en octubre pasado en la colonia Reforma, de la ciudad de Oaxaca.“Siempre se ha querido negar a la guerrilla. Recuerdo que en 1996, cuando en Chiapas se realizaban diálogos de paz para solucionar el conflicto en esa entidad, apareció el EPR. Y entonces también se dijo que era un montaje para reventar los diálogos y perjudicar así al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN)”.
Pero el apoyo de la guerrilla a la APPO, aclara Lofredo, tampoco significa que haya vínculos directos entre sus respectivos líderes:–La demanda fundamental de la APPO es la salida de Ulises Ruiz.
¿Comparte la guerrilla ese objetivo? –se le pregunta.
–¡No!, ¡no! Para los grupos insurgentes, la caída de Ulises es sólo un paso de una lucha más grande. Su objetivo a largo plazo es llegar al socialismo, a la instauración de una república nacionalista y popular. Indica el investigador que La otra campaña que realiza el subcomandante Marcos, así como las protestas contra el fraude electoral y la movilización social de Andrés Manuel López Obrador, son otros factores que influyen en el resurgimiento de la guerrilla.“Aunque estas manifestaciones sociales tienen ciertas divergencias, en el fondo las unifica el rechazo popular al actual sistema político”, comenta.
–¿Hay relación entre el EZLN y los nuevos grupos armados?
–No. Se mantienen a una gran distancia. El propio EZLN y el subcomandante Marcos les han pedido que no intervengan en La otra campaña, cuyo objetivo es un cambio social por la vía pacífica, no por las armas.
–¿Los grupos guerrilleros están preparados para acciones armadas?
–Sí, claro, lo acaban de demostrar con los pasados bombazos. Fue una demostración cabal y contundente... Y estas bombas ya son más poderosas que las anteriores. ?
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