18 dic 2006

El fusil Xiuhcóatl ¿Plagio?

El reportero Jorge Carrasco del semanario Proceso (no. 1572, 17/12/2006), retoma el asunto del fusil Xiuhcóatl, que significa en nahuatl serpiente de fuego y "la caída del general" Oropeza Garnica.
Ya Raymundo Riva Palacio había publicado el 11 de diciembre en su columna Estrictamente Personal en El Universal sobre este asunto. Y a decir, verdad, el periódico Reforma, dio a conocer - domingo 26 de noviembre, una nota sin firma- las fallas del fusil mexicano.
Hay varias lecturas sobre este particular...
Y por ser de intéres reproduzco para esta bitácora el texto de Jorge Carrasco y la nota de Reforma y la columna de Raymundo.
Un fusil presuntamente fusilado/Jorge Carrasco Araizaga
Tomado de la Revista Proceso No. 1572, 17/12/2006);El 16 de septiembre de 2006, el general de división Diplomado de Estado Mayor Juan Alfredo Oropeza Garnica, al encabezar el desfile militar por el Día de la Independencia, mostró al mundo y al presidente Fox un producto que, al amparo del secretario de la Defensa, general Clemente Vega García, obtuvo durante su gestión como director general de la Industria Militar:Centenares de reproducciones de un rifle de asalto fabricado por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y presentado como obra de la ingeniería militar mexicana: el FX-05, bautizado por la milicia como Xiuhcóatl, voz náhuatl que significa “serpiente de fuego”.
Columna Estrictamente personal/ Raymundo Riva Palacio Tomado de El Universal; 11/12/2006);
Se trata de un arma con una capacidad de 750 disparos por minuto a una velocidad de 910 metros por segundo y con un calibre de 5.56 x 45 milímetros. Su nombre, FX-05, deriva de las letras iniciales de las palabras fusil y Xiuhcóatl; el 05 corresponde al año 2005, cuando fue diseñado por la Dirección General de Industria Militar de la Sedena.
El gobierno foxista se empeñó en presentar esa potente arma como obra mexicana a pesar de que, a finales de 2004, cuando empezaron a conocerse los planes para fabricarlo, en círculos especializados internacionales surgieron dudas sobre su origen.
El motivo: la existencia del rifle G36 HK, fabricado por la empresa alemana Heckler and Koch, la compañía número uno del mundo en sistemas de armas cortas y una de las principales proveedoras de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y del Ejército de Estados Unidos. La firma vende, además, armamento a ejércitos y policías de más de 100 países, entre ellos México.
Conforme a las versiones obtenidas por este reportero en los cerrados círculos militares, el Xiuhcóatl no sería más que una variante del G36 HK, resultado de la modificación ilegal de una licencia. Y aunque el desarrollo del arma se atribuye a Oropeza Garnica, en todo momento tuvo el respaldo del entonces secretario Vega García.
Además, contó con el apoyo directo de un grupo de ingenieros militares encabezados por el director de Fábricas de Producto Terminado de la Dirección General de Industria Militar, el general brigadier ingeniero industrial José Antonio Iztiga Landeros.
Cuando el general Oropeza Garnica comandó el desfile militar y exhibió el fusil, se especuló que él sería el nuevo titular de la Sedena, no sólo por ser el responsable de la fabricación del primer rifle de ese tipo en México, sino porque el propio Vega – al igual que los tres antecesores de éste– fue el comandante encargado de pasar revista a todas las unidades del Ejército en el desfile militar previo a la instalación del nuevo gobierno.
Aunque ya los méritos de Oropeza Garnica eran ponderados en el equipo del entonces presidente electo, Felipe Calderón, por su pasado como comandante de la 27ª Zona Militar, en Guerrero. Experto en combate a grupos subversivos –en 1971 se graduó en la Escuela de las Américas que el Comando Sur del Ejército estadunidense tenía en Panamá–, Oropeza Garnica fue entre 1997 y 1999 el responsable de mantener bajo control al Ejército Popular Revolucionario (EPR) en esa entidad.
Grupos de derechos humanos lo responsabilizan de la matanza de campesinos perpetrada en 1998 en el poblado de El Charco, y en su campaña por Guerrero resultó herido en una supuesta emboscada reivindicada por el EPR. En suma, la sombra de las denunciadas violaciones a los derechos humanos lo hacía vulnerable en caso de ser nombrado jefe del Ejército mexicano.
Poco después de que Felipe Calderón tomó juramento al general Guillermo Galván Galván como nuevo secretario de la Defensa, Oropeza Garnica se presentó, pasada la medianoche del 1 de diciembre, junto con otros altos oficiales del Ejército, al despacho de su nuevo jefe. Esa misma madrugada, el general Galván le ordenó trasladarse a la Región Militar de Oaxaca.
Su nueva adscripción no ha sido notificada oficialmente, pues en el directorio de funcionarios y mandos de la Sedena, al jueves 14 de diciembre, aún aparecía como director general de Industria Militar, aunque ya en los medios castrenses se asegura que ha sido sustituido por el general divisionario Humberto Alfonso Guillermo Aguilar, quien fue el jefe del Estado Mayor de la Defensa Nacional en el sexenio de Vicente Fox.
La fuerza del general Oropeza Garnica empezó a menguar en vísperas de la designación del nuevo titular de la Sedena, cuando el domingo 26 de noviembre el periódico Reforma publicó detalles de “un reporte” sobre un supuesto mal funcionamiento del fusil Xiuhcóatl.
De acuerdo con la publicación, el rifle de asalto atribuido al mérito de Oropeza Garnica presenta diversos problemas, en particular en sus cañones y en las ojivas, por lo que fue necesario que éstas se modificaran.
Según la filtración al matutino, el proyecto de fabricación del FX-05 comenzó a principios de 2006, cuando el Ejército Mexicano compró cinco rifles alemanes G-36 HK con el fin de que en la Dirección General de Industria Militar se desarmaran y analizaran, para enseguida diseñar un prototipo mexicano con cambios menores.
Sin embargo, entre oficiales del Ejército Mexicano se sabía de la fabricación del arma desde el año 2004. Uno de esos militares, que pidió mantener su nombre bajo reserva, comentó a Proceso que la intención es hacer del rifle de asalto una de las principales armas de los soldados mexicanos, por lo que se consideró la producción de hasta 10 mil piezas para distribuirlas en el sexenio de Calderón entre las diferentes unidades del país.
Como sea, una vez que se probó la utilidad del arma y se le hizo una adaptación ergonómica al cuerpo de los uniformados mexicanos, en la primera serie del “serpiente de fuego” se produjeron unos 200 fusiles.
El arma ya fue entregada incluso al gobierno de Guerrero, en un acto en el que estuvieron el gobernador Zeferino Torreblanca y el presidente municipal de Acapulco, Félix Salgado Macedonio.
Los fusiles han sido distribuidos también en los Grupos Aeromóviles de Fuerzas Especiales (Gafes), cuerpos de élite del Ejército Mexicano, a quienes correspondió portar el Xiuhcóatl en el desfile del pasado 16 de septiembre.
Para el cierre de 2006, se esperaba la producción de mil FX-05.
La versión mexicana del rifle incluyó una modificación en la culata, para lo que se utilizaron plásticos de manufactura nacional en color verde y arena, además de una mirilla láser también de diseño local. Los cambios en la culata se mantuvieron a pesar de las opiniones en contra que le hicieron saber a Oropeza Garnica por las dificultades que podrían tener los efectivos para cargarlo en acción.
Pero la principal objeción –según las fuentes militares de este reportero– eran los problemas legales que podrían surgir a nivel internacional, puesto que la aparente modificación de la licencia del fusil alemán podría hacer objeto a la Sedena de una demanda por plagio industrial.
Consultada al respecto por este semanario, la Sedena evitó proporcionar información sobre el caso hasta el cierre de esta edición. A su vez, la embajada de Alemania en México dijo que ni la compañía ni el Ministerio de Relaciones Exteriores de ese país le han pedido interponer una acción legal por la presunta violación de la patente. “Hasta ahora no existe ninguna demanda relacionada con el tema”, aseguró a Proceso Martina Klumpp, consejera de prensa de la embajada de Alemania en México.
Lo cierto es que, en caso de que la patente haya sido efectivamente modificada sin permiso, el gobierno de México tendría que enfrentar un largo litigio en tribunales internacionales por plagio industrial militar, a menos de que se llegue a un arreglo con la empresa y el gobierno alemanes, se aclaró a este reportero en las esferas diplomáticas.
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Reforma, domingo 26 de noviembre de 2006
  • Diseña Ejército rifle defectuoso/ REFORMA / Staff
    La Dirección General de Industria Militar, a cargo del General Alfredo Oropeza Garnica, diseñó un rifle de asalto para las Fuerzas Especiales del Ejército, que a la hora de usarse registró problemas en sus cañones y en las ojivas, al grado que se rediseñaron estas últimas.
    Denominado FX-05 "Xiuhcóatl" o serpiente de fuego -el primero en su tipo fabricado en México-, el proyecto para la fabricación de este rifle de asalto inició entre enero y febrero, con la compra de cinco rifles alemanes G-36 HK (Heckler & Koch), para desarmarlos y analizarlos.
    Un reporte sobre esta arma, señala que Industria Militar diseñó los componentes con cambios menores respecto al fusil germano, y tras las primeras pruebas, cumplieron con las expectativas de uso.
    Por ello, se fabricaron entre 100 y 200 rifles calibre 5.56 x 45 milímetros que se distribuyeron entre diferentes guarniciones, para valorar el comportamiento en los diferentes climas, alturas y condiciones de operación.
    Concluida la prueba, la Dirección de Industria Militar ordenó fabricar 500 rifles y se empezaron a distribuir entre las Fuerzas Especiales -el grupo de élite del Ejército antes llamado GAFE-, que los estrenaron en el desfile del 16 de septiembre.
    De acuerdo con el documento consultado, el fusil ha presentado varios problemas técnicos y podría generar otros, incluso de carácter legal.
    Por ejemplo, el diagnóstico precisa que los cañones se hinchan y se fisuran, y las ojivas fabricadas con alma de acero, recientemente se modificó y sólo se fabricó con "hilos" de acero para darle mayor penetración.
    Pero según el texto, ni "aún así cumple con el Protocolo de la Convención de Ginebra y otros, en cuanto al uso y contenido de una ojiva militar".
    "Este proyecto fue realizado con tal velocidad, que no se tuvo el tiempo necesario para realizar las pruebas correspondientes a la emisión de una nueva arma.
    "Se tienen pedidos mil (fusiles) para finales de diciembre y no están en condiciones de cumplir este compromiso", indica.
    El documento agrega que debido a que el fusil es una versión con cambios menores del modelo germano, pudiera haber la posibilidad de que la firma original demande a la Secretaría de la Defensa Nacional, por infringir las normas de diseño.
    El FX-05 "Xiuhcóatl" tiene una capacidad de 750 disparos por minuto a una velocidad de 910 metros por segundo, y fue fabricado para sustituir al fusil HK G-3, calibre 7.62 X 51 milímetros, de fabricación alemana.

    • La caída del general
      El misterio de por qué el general Oropeza Garnica no llegó a ser secretario de Defensa tiene que ver con un escándalo legal con AlemaniaEl general Alfredo Oropeza Garnica pasó, en cuestión de días, del umbral del olimpo militar al exilio. En la semana previa a que se anunciara el nombramiento del secretario de la Defensa en el gobierno de Felipe Calderón, el general Oropeza Garnica ya se desplazaba con una gran escolta y en vehículo blindado, invitaba a comunicadores a disfrutar los placeres de la vida en un polígono de tiro militar, y se comportaba como si la entrega del principal despacho en Lomas de Sotelo fuera, para él, un mero trámite. Pero el mismo día en que se anunciaría el nombramiento, 90 minutos antes de que sucediera, el general Guillermo Galván recibió un telefonema del equipo de Calderón para decirle que se preparara, pues él sería su secretario de la Defensa.
      Todos los aspirantes al cargo fueron arropados por el nuevo secretario de la Defensa. Hizo subsecretario al general Tomás Ángeles; mantuvo como comandante del primer cuerpo del Ejército al general Sergio Ayón; y nombró al general Humberto Eduardo Antimio Miranda oficial mayor. Pero el caso del general Oropeza Garnica fue muy diferente. Él tenía muchas expectativas de quedarse con el cargo. Experto en contrainsurgencia y terrorismo, su perfil se ajustaba a las necesidades de seguridad de Estados Unidos. Además, el ex secretario Clemente Vega le había encomendado la parada militar del 16 de septiembre, una responsabilidad que en los últimos cuatro sexenios había sido dada en el último año de gobierno a quien sería designado jefe de las Fuerzas Armadas. Pero el general Oropeza tendría un destino muy diferente: comandante de la séptima región militar, en Ixcotel, Oaxaca. Fue una caída vertical, desprotegido, desarropado.
      ¿Qué sucedió? No fue un ajuste de cuentas, como había hecho seis años atrás el general Vega con su adversario en la recta final, el general Mario Palmerín. El general Oropeza Garnica aparentemente incurrió en una falla, que dentro de los círculos castrenses se cree que fue deliberada, que metió al gobierno mexicano en un problema legal internacional. El problema que tiene entre manos es con el gobierno de Alemania y con una empresa privada, Heckler and Koch, fabricante de armas desde hace más de 50 años, que acusaron a la Secretaría de la Defensa de haber plagiado -en un caso de piratería industrial- su rifle de asalto ligero HK G-36. Hay indignación en Alemania.
      Para llegar a esa arma invirtieron muchos recursos desde 1990, en que nació el proyecto para modernizar sus rifles y hacerlos compatibles con los nuevos estándares de la OTAN. La parte más sofisticada del arma, en la cual demoraron nueve años en investigación, fue un pistón de gas en el sistema operativo que permite disparar 750 balas por minuto. El arma fue incorporada al Ejército alemán en 1995, y España incorporó una versión ligera de él cuatro años después. Este rifle de asalto fue recibido muy bien en el mundo, y varias agencias federales de Estados Unidos y Gran Bretaña lo incorporaron a sus arsenales. En México, simplemente, descubrieron que les copiaron ese pistón de gas.
      El general Oropeza Garnica es la pieza central de todo este episodio. Desde su cargo como director general de Industria Militar en el sexenio pasado, ordenó la fabricación de un rifle de asalto para las Fuerzas Especiales del Ejército Mexicano. El resultado fue el fusil FX-05 Xiuhcóatl -que en náhuatl significa "serpiente de fuego"-, el cual fue anunciado este año como una gran victoria de la ingeniería militar mexicana. Oropeza Garnica ordenó la fabricación de 200 rifles, que fueron enviados a varias regiones militares del país para que fueran probados en diferentes ambientes. Los presentó en sociedad durante el desfile militar del 16 de septiembre, cuando comenzaron los problemas.
      Los alemanes sintieron que se trataba de un plagio y enviaron cartas al general Vega García quejándose de ello y pidiendo reparación del daño. El entonces secretario de la Defensa pidió explicaciones al general Oropeza Garnica, quien respondió por escrito que no había ningún plagio en el fusil desarrollado por los ingenieros militares mexicanos. Tanto el gobierno en Berlín como la empresa alemana advirtieron que procederían a demandar judicialmente en contra de la Secretaría de la Defensa Nacional y del gobierno mexicano en las cortes internacionales.
      La denuncia se iba a hacer pública en vísperas del anuncio del gabinete calderonista, que no había reparado en el conflicto internacional en que se estaba metiendo al mantener a Oropeza Garnica como su principal candidato al cargo de jefe de las Fuerzas Armadas. El FX-05 mexicano, de cualquier forma, estaba experimentando problemas, pues por la premura de la construcción del sistema operativo, el pistón de gas no estaba dando los rendimientos esperados.
      La decisión de último minuto de hacer de lado al general Oropeza Garnica como secretario de la Defensa y recurrir a la salida institucional, en medio de la emergencia, del general Galván, sólo resolvió temporalmente el problema del escándalo público con los alemanes. Lo que el gobierno y la empresa están pidiendo del gobierno mexicano es el retiro y la destrucción de todos los fusiles Xiuhcóatl que se fabricaron, y un pago por el presunto plagio. Los abogados de la Secretaría de la Defensa están estudiando el caso desde hace cuando menos tres semanas y no se sabe aún cuál será el alegato frente a los alemanes. Tampoco se conoce el monto que reclaman los europeos como compensación.
      El mejor escenario para el gobierno calderonista sería que, si se comprueban las acusaciones de piratería industrial-militar -muy penada en el mundo-, asumiera el costo, pagara el resarcimiento económico y que el episodio se mantuviera bajo la mayor discreción posible. No está claro, sin embargo, aún bajo ese escenario, cuál será la reacción de los alemanes y de otros países que se encuentran en el mercado global de las armas, que por el hecho de haberlo enviado al Gulag castrense, el general Oropeza Garnica no sea sujeto de un mayor castigo de comprobársele culpabilidad.
      El caso no sólo tiene aristas internacionales, sino es bastante delicado dentro de la institución militar. ¿Cómo proceder con el general Oropeza Garnica si como se anticipa hay pocas posibilidades de hacer un alegato positivo frente a los alemanes? Aunque su designación como comandante de la séptima región militar es una señal bastante clara de la percepción que de él se tiene en la Secretaría de la Defensa por el asunto del Xiuhcóatl, y que antes de juzgado, el general Oropeza Garnica ya fue sentenciado. Pero, si este fuera el caso, ¿es el ostracismo en Ixcotel suficiente castigo?
      Agraviados no sólo están los alemanes, sino también muchos militares mexicanos que, viéndose engañados, están molestos y lastimados en su honor. Un plagio, de comprobarse éste, merecería un castigo ejemplar en tribunales.

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