28 jul 2007

El Presidente Calderón, 27 de julio

Discurso del Presidente Calderón en la Ceremonia de Graduación de los Cadetes de la Heroica Escuela Naval Militar; 27 de Julio/2007; Alvarado, Veracruz.
Licenciado Fidel Herrera Beltrán, Gobernador del Estado de Veracruz.
Almirante Secretario Mariano Francisco Saynez Mendoza, Secretario de Marina.
General Secretario Guillermo Galván Galván, Secretario de la Defensa Nacional....,
Es un verdadero honor para cualquier mexicano y, desde luego, para el Presidente de la República estar hoy en la Heroica Escuela Naval Militar para celebrar que una nueva generación de cadetes concluye su formación como oficiales.
Esto, en el marco de los primeros 110 años de este plantel de gloriosa tradición y de excelencia académica.
El 1 de julio de 1897 esta Heroica Escuela abrió sus puertas para impartir instrucción científica y militar a los jóvenes que se dediquen a las carreras de oficiales de guerra y maquinistas de la Armada, según señaló su misión y objetivo.
Hoy, podemos afirmar que este centro de educación militar ha cumplido con creces la tarea encomendada por la Patria, en sus aulas, tálleres y buques se han formado miles de marinos en la tradición de honor, lealtad, valentía y sentido del deber que distinguen a nuestras Fuerzas Armadas.
Aquí se forjan los valores férreos, aquí se forjan los mexicanos herederos de una gran tradición de patriotas que se transmite de generación en generación.
Esta Heroica Escuela los ha instruido para conducirse con lealtad y con honor, ha templado su carácter y su espíritu.
Hoy, señores oficiales navales, la Heroica Escuela Naval Militar, ha concluido su labor formadora y los considera aptos para servir a la Patria y a las instituciones, termina su formación académica.
Graduarse en esta Heroica Escuela Naval Militar es un privilegio, lo saben bien, reservado a pocos mexicanos.
Hoy, México demanda a todos pasar lista de presente a una nueva generación de mexicanas y mexicanos decididos a conducir con mano honesta y firme al país hacia el futuro sobre las aguas procelosas del mundo actual.
Y ustedes, son una nueva generación de hombres de mar, respaldada por la historia que les precede y con sólidos valores y conocimientos que les permitirán salir victoriosos ante los retos que enfrenta el México de hoy y del futuro.
Ustedes son la garantía de que las embarcaciones en las que ondea la Bandera Nacional, serán tripuladas por guardiamarinas profesionales comprometidos con la defensa de la Nación y de los intereses de los mexicanos.
La Nación contará con marinos y también con infantes de marina listos para servir a México, que es la mística de la Armada y la motivación y el lema de sus miembros.
En diferentes momentos de nuestra historia, los egresados de la Heroica Escuela Naval Militar han dejado constancia de su patriotismo y vocación de servicio.
Me da gusto saber que se retomará la carrera de Oficial de Infantería de Marina, lo cual reforzará las acciones de la Armada a favor de la seguridad y la tranquilidad de los mexicanos.
El pueblo de México reconoce en nuestros marinos una trayectoria de integridad en el cumplimiento de sus múltiples y delicadas responsabilidades.
Los elementos de la Armada son incansables vigías que salvaguardan la seguridad de los mexicanos, garantizan el Estado de Derecho tanto en mar, como en la franja terrestre jurisdiccional y velan por la integridad de nuestros mares y costas, así como de nuestras instalaciones estratégicas ante cualquier enemigo de la Nación.
Ustedes, nuevos oficiales navales, son dignos herederos del linaje de los Defensores de Veracruz de abril de 1914.
Estos héroes nos dieron todo para defender la Patria ante el invasor, se trataba de mexicanos que prefirieron morir antes que ver su bandera mancillada por manos enemigas.
Sé muy bien que la memoria del Teniente José Azueta, la del Cadete Virgilio Uribe y de todos los héroes que cayeron en la defensa de Veracruz, está viva en el corazón de ustedes, sé que su ejemplo los impulsará a cumplir con su deber cada día.
Hoy se gradúan como Guardiamarina, en la vida cada quien puede ser marino, soldado, maestra, abogado, ingeniero, músico o deportista; pero más allá de ello y del noble oficio o vocación que cada quien deba cumplir, lo verdaderamente importante es ser mujeres y hombres de bien y como mexicanos servir a la Patria sin reservas.
Yo los instruyo a ustedes a que mediante un comportamiento íntegro, se hagan constantes merecedores de tan alto honor, de ser graduados de esta Heroica Escuela Naval Militar.
Hoy los retos, las amenazas, los enemigos que enfrenta el país, podrán ser otros, pero al igual que en 1914, las mujeres y hombres de la Armada responden al llamado de la Patria para combatir cualquier amenaza, cualquiera: a la seguridad, a la vida y al patrimonio nacional de los mexicanos.
El país nos llama una y otra vez, todos los días, en todas las páginas que diariamente se escriben de su historia, a defenderlo, a proteger a nuestra sociedad de la inseguridad, del crimen, de la violencia y por ello, hemos emprendido acciones para fortalecer las instituciones encargadas de velar por la seguridad de los mexicanos, por la integridad territorial y por nuestras instalaciones estratégicas.
El enemigo podrá presentarse ahora de formas distintas, pero busca dañar con actos violentos lo que los mexicanos hemos construido con tanto esfuerzo.
Por eso México cuenta con ustedes para salvaguardar el patrimonio del pueblo y para vigilar y defender a México en los puertos, en las costas y en el mar.
Los mexicanos rechazamos cualquier forma de violencia y por eso quienes pretendan afectar la seguridad del país mediante acciones criminales serán valientemente enfrentados y derrotados.
Mi Gobierno actuará de manera firme y decidida siempre con la fuerza de la ley y con la fuerza de la razón, en esta tarea nuestra Armada, nuestro Ejército y nuestra Fuerza Aérea, están siempre en la primera línea de defensa, por eso es justo que la Nación vea por ustedes.
Desde el inicio de mi Mandato me comprometí a ser un Presidente que velara por sus Fuerzas Armadas y que trabajase por mejorar sus condiciones de vida, especialmente de clases y marinería, de los marinos de menor ingreso en el país.
En cumplimiento a ese compromiso para este 2007 instruí que todos los soldados y marinos percibieran un sobrehaber de por lo menos el 70 por ciento en todo el país y que adicionalmente la tropa y marinería recibiera un reconocimiento de mil pesos mensuales por encima del aumento de sus haberes y sobrehaberes.
También hemos puesto en marcha un Programa de Crédito y Apoyo a la Vivienda para los integrantes de la Armada, de menores ingresos a fin de que puedan adquirir una casa para que sus familias vivan mejor.
Tan sólo este año hemos destinado casi 400 millones de pesos a este programa que se traducirán en la entrega de 12 mil créditos a nuestros marinos y soldados.
Con acciones como éstas la sociedad corresponde a la integridad, a la rectitud, a la lealtad, la entrega y el profesionalismo que distingue a las Fuerzas Armadas y a la Marina Armada de México en la lucha que todos los días libran por un México mejor, por un México más fuerte y mucho más seguro.
Jóvenes cadetes de la Generación 2001-2007 de la Heroica Escuela Naval Militar:
La lealtad es el cumplimiento de lo que exigen las leyes de la fidelidad y del honor.
La lealtad a la Patria, la lealtad a la Constitución, la lealtad a nuestras instituciones y al pueblo de México es una virtud que distingue a los marinos de la Armada de México.
Por ello, pertenecer a esta gran institución es un privilegio y una altísima responsabilidad que queda confiada hoy al honor de ustedes.
Servir con lealtad a las Fuerzas Armadas, es servir a la Patria. Hoy, que reciben Sables de Mando y Despachos de Guardiamarina, la Nación confía en que cada uno de ustedes sabrá honrar la tradición de este plantel ejemplar y que sabrá cumplir leal y patrióticamente con sus responsabilidades.
Expreso una sincera felicitación a sus familias, a sus padres, que seguramente están orgullosos de todos ustedes y que los han apoyado e inculcado el amor a México que hoy se ve reflejado en ésta, su vocación patriótica.
Felicito especialmente a los cadetes que merecidamente han sido condecorados por sus reconocimientos.
Y como Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas instruyo a todos los egresados a mantener en alto el honor, el prestigio y la grandeza de esta institución que hoy los entrega al servicio de México.
Los instruyo a que sigan la gran labor de esta institución republicana, de garantizar la soberanía y la seguridad interior y la integridad de nuestros mares y costas.
Así contribuyen a generar las condiciones que México necesita para engrandecerse y para progresar.
Les deseo que tengan enorme éxito profesional y naval.
Su escuela está orgullosa de ustedes y México se los reconocerá siempre.
Felicidades a todos ustedes.

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