Juan Camilo Mouriño:
Nota de Sergio Javier Jiménez, El Universal, 13/081/2006;
Juan Camilo Mouriño o "Iván el fino"El coordinador del equipo de transición de Calderón Hinojosa nació en la abundancia y sólo conoció el hambre cuando fue secuestrado.
De rico pasó a millonario y de joven político a hombre poderoso.
Acaba de cumplir los 35 años y, dicen, no tiene enemigos permanentes
Hace apenas unos años, caminando descalzo en las playas de Vigo y en las reflexiones que provocan sus atardeceres de intenso sol rojizo, "Iván" -como le dicen en la intimidad de su familia- no imaginó que el 2 de julio de 2006, él sería ya uno de los hombres más cercanos a quien probablemente sea el próximo presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa (PAN), a tan corta edad.
Su historia comenzó del otro lado del Atlántico. Nació el 1 de agosto de 1971 en Madrid; es español pero a los 18 años Juan Camilo Mouriño adoptó la nacionalidad mexicana. Apenas la semana pasada celebró su cumpleaños 35. Hoy es el coordinador del equipo de transición de Calderón Hinojosa.
Nacido en la holgura económica y en la abundancia gracias a su padre Carlos Mouriño Atanés, hombre persuasivo y hábil en las relaciones públicas y en los negocios quien emigró a México en 1978, "Iván" sólo supo de la precariedad y el hambre -pero sobre todo del terror- cuando fue secuestrado a mediados de los 90.
De ese hecho tiene presente sólo el día de su liberación, un 1 de mayo, después de haber estado una semana atado de manos y con los ojos vendados.
Hoy toda su familia, padres, hermanos, hijos y nietos, tienen afianzado su futuro. Viven en la bonanza. Sus negocios han crecido de manera extraordinaria, "meteórica" diría su paisano campechano, el perredista Abraham Bagdadi.
"Nadie supo con certeza o cómo, pero de la noche a la mañana extendieron sus negocios, algunos bajo la sombra de mandatarios locales priístas, hoy con el cobijo de la administración foxista", acusa.
Fue Juan Camilo quien participó en la red de Amigos de Fox, dedicada a recabar recursos para el guanajuatense en el año 2000, aunque también se conoce la relación personal que ha llevado con gobernadores del PRI como Antonio González Curi o el actual mandatario de la entidad, Jorge Carlos Hurtado.
La buena marca
Juan Camilo Mouriño no es un hombre "persignado"; sin embargo, se casó bajo las leyes de la Iglesia católica con Mari Gely Escalante Castillo, hija de un poderoso constructor del país, Eduardo Escalante.
"Iván" ha vivido despreocupado por el dinero.
Viaja a bordo de un Volvo con chofer; sólo viste ropa fina. Su marca favorita "para todo", dice, es Ermenegildo Zegna, cuya firma en la corbata cuesta unos mil 500 pesos; en un par zapatos, 3 mil 800 pesos, y en un traje más de 20 mil pesos.
Mouriño Terrazo mimetiza los modelos de esa firma. Es un hombre delgado, de tez clara, ojiverde. Ha sabido usar su imagen juvenil y la ha explotado, igual que su padre, en las relaciones públicas.
De sus gustos hay uno que todos le conocen, heredado por su papá: el futbol; otro es la buena comida, los mariscos especialmente, excepto el llamado "relleno negro", típico del sureste mexicano. Bebe whisky, aunque su favorito es el ron, el Appleton Special.
Mouriño Terrazo, dice la gente que lo conoce de cerca, no es un hombre que tenga enemigos. Lo identifican como un sujeto amable, de costumbres familiares, muy allegado a sus hijos y a sus padres, aunque poco expresivo.
Cuentan que antes de incursionar en política de altos niveles, solía viajar cada año a su tierra natal, España, acompañado por toda la familia. Juntos visitaban Vigo, a unos 600 kilómetros de Madrid, en verano, para acudir a la celebración del Cristo de la Victoria, la fiesta religiosa más importante de la ciudad.
Hoy, dice el panista, casi no han podido viajar debido a sus compromisos políticos, aunque su padre, Carlos Mouriño Atanés, a quien sus conocidos se refieren siempre como "don Carlos", se ha ido a vivir allá después de dejar el emporio creado en manos de su hijo mayor Carlos.
Sus empresas integran el Grupo Energético del Sureste (GES) y gracias a él la familia Mouriño se ha convertido en una de las más poderosas de esa región. Existen versiones de que han sido beneficiados por Pemex y el gobierno federal.
Incluso existe una denuncia hecha el 22 de abril de 2003 por la directiva de la delegación 17 de la sección 40 del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana con sede en Lerma -según publicó Proceso-, en la que acusan de un fraude por adquirir gasolina a precio subsidiado sin requerirlo.
Mouriño Terrazo ingresó a la política en 1997, cuando compitió, impulsado por su padre, para ser diputado local por el PAN. Ganó el quinto distrito y se convirtió en el diputado más joven de la 56 Legislatura con 26 años. Después, por la vía plurinominal, llegó a ser diputado federal. Es ahí donde hace match con Felipe Calderón, coordinador de la bancada en la 58 Legislatura. Calderón Hinojosa ve en él a un economista promisorio, preparado en Tampa, Estados Unidos, y lo hace su colaborador como presidente de la Comisión de Energía de la Cámara en el año 2000.
Eso le acarreó críticas y acusaciones por venir de una familia dedicada al comercio con energéticos.
Antes de terminar la legislatura aspira a ser alcalde de Campeche, pero pierde ante el priísta Fernando Ortega Barnés, hoy senador electo.
Según los propios panistas, no ha tenido enemigos permanentes. Su competencia ha sido dentro del mismo partido, con Jorge Nordhausen González, quien, acusan, siempre intentó bloquearlo.
Después de esa derrota, Mouriño viaja a España nuevamente, hasta que Calderón, ya como secretario de Energía en septiembre de 2003, lo llama a integrarse a su equipo y es designado coordinador general de Asesoría y Enlace Institucional para más tarde ser designado por el presidente Fox como subsecretario de Electricidad.
Empresario, del PRI al PAN
Carlos Mouriño Atanés tuvo tres hijos: Carlos, María de los Ángeles y Juan Camilo. Emigró a México en busca de oportunidades. De inmediato, al instalarse comenzó a estrechar relaciones con la clase política de Campeche.
Así, consiguió ser amigo de políticos priístas, de gobernadores, alcaldes y legisladores. Ese trabajo debía rendir frutos, pero ya no con él, sino con sus hijos. Mouriño Atanés había abierto el camino para que sus pupilos lo aprovecharan. Les abrió la puerta de las relaciones públicas, la grilla, los negocios y la política. Así se acercó al PRI, pero en el año 2000 optó por el PAN.
Carlos, por ser el mayor, se dedicó a mantener los negocios de la familia, mientras el hijo chico, Juan Camilo, fue quien incursionó en política.
Mouriño Atanés, según información proveniente de Vigo en España, nació el 4 de marzo de 1943. Siempre fue apasionado del futbol y el clímax de su afición llegó este año, cuando se convirtió en presidente del equipo Celta de Vigo.
Viajó a México en 1978, después de haber trabajado en España como auxiliar administrativo en la compañía Viajes Amado, y en Lage y Cia., S.A. En Madrid fungió como jefe de Administración de Riomiño, S.A., y más tarde como director general de Nautrónica, S.A.
Ya en tierras mexicanas trabaja para una cadena hotelera y a partir de 1985 es presidente del criticado Grupo Energético del Sureste (GES), acusado de aprovechar sus influencias políticas para crecer y hacerse de 35 estaciones de gasolina en cinco estados de la República: Campeche, Yucatán, Quintana Roo, Tabasco y Chiapas.
Sus intereses no concluyeron ahí. Ha sido consejero bancario de Banamex, Banca Serfin e Inverlat, entre otros, y presidente de Gándara Censa, Construcciones Exisa e Inverhismex. Como un rey Midas, ha entrado a otros negocios como las franquicias de alimentos con Burguer King, Benedetti´s Pizzas, Church´s Chicken y helados Baskin Robbins.
También han invertido en otras empresas como GES Autowash, Jet Autowash Sayanes, Tintorerías Max y tiendas de conveniencia GES Express.
El futuro consejero
Con una historia de éxito empresarial, de rico a millonario, de joven político a hombre poderoso, será Juan Camilo Mouriño el panista que tendrá derecho a hablarle al oído y de aconsejar a Felipe Calderón durante el siguiente sexenio, en caso de que el triunfo de éste sea ratificado por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
Hace apenas unos años, caminando descalzo en las playas de Vigo y en las reflexiones que provocan sus atardeceres de intenso sol rojizo, "Iván" -como le dicen en la intimidad de su familia- no imaginó que el 2 de julio de 2006, él sería ya uno de los hombres más cercanos a quien probablemente sea el próximo presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa (PAN), a tan corta edad.
Su historia comenzó del otro lado del Atlántico. Nació el 1 de agosto de 1971 en Madrid; es español pero a los 18 años Juan Camilo Mouriño adoptó la nacionalidad mexicana. Apenas la semana pasada celebró su cumpleaños 35. Hoy es el coordinador del equipo de transición de Calderón Hinojosa.
Nacido en la holgura económica y en la abundancia gracias a su padre Carlos Mouriño Atanés, hombre persuasivo y hábil en las relaciones públicas y en los negocios quien emigró a México en 1978, "Iván" sólo supo de la precariedad y el hambre -pero sobre todo del terror- cuando fue secuestrado a mediados de los 90.
De ese hecho tiene presente sólo el día de su liberación, un 1 de mayo, después de haber estado una semana atado de manos y con los ojos vendados.
Hoy toda su familia, padres, hermanos, hijos y nietos, tienen afianzado su futuro. Viven en la bonanza. Sus negocios han crecido de manera extraordinaria, "meteórica" diría su paisano campechano, el perredista Abraham Bagdadi.
"Nadie supo con certeza o cómo, pero de la noche a la mañana extendieron sus negocios, algunos bajo la sombra de mandatarios locales priístas, hoy con el cobijo de la administración foxista", acusa.
Fue Juan Camilo quien participó en la red de Amigos de Fox, dedicada a recabar recursos para el guanajuatense en el año 2000, aunque también se conoce la relación personal que ha llevado con gobernadores del PRI como Antonio González Curi o el actual mandatario de la entidad, Jorge Carlos Hurtado.
La buena marca
Juan Camilo Mouriño no es un hombre "persignado"; sin embargo, se casó bajo las leyes de la Iglesia católica con Mari Gely Escalante Castillo, hija de un poderoso constructor del país, Eduardo Escalante.
"Iván" ha vivido despreocupado por el dinero.
Viaja a bordo de un Volvo con chofer; sólo viste ropa fina. Su marca favorita "para todo", dice, es Ermenegildo Zegna, cuya firma en la corbata cuesta unos mil 500 pesos; en un par zapatos, 3 mil 800 pesos, y en un traje más de 20 mil pesos.
Mouriño Terrazo mimetiza los modelos de esa firma. Es un hombre delgado, de tez clara, ojiverde. Ha sabido usar su imagen juvenil y la ha explotado, igual que su padre, en las relaciones públicas.
De sus gustos hay uno que todos le conocen, heredado por su papá: el futbol; otro es la buena comida, los mariscos especialmente, excepto el llamado "relleno negro", típico del sureste mexicano. Bebe whisky, aunque su favorito es el ron, el Appleton Special.
Mouriño Terrazo, dice la gente que lo conoce de cerca, no es un hombre que tenga enemigos. Lo identifican como un sujeto amable, de costumbres familiares, muy allegado a sus hijos y a sus padres, aunque poco expresivo.
Cuentan que antes de incursionar en política de altos niveles, solía viajar cada año a su tierra natal, España, acompañado por toda la familia. Juntos visitaban Vigo, a unos 600 kilómetros de Madrid, en verano, para acudir a la celebración del Cristo de la Victoria, la fiesta religiosa más importante de la ciudad.
Hoy, dice el panista, casi no han podido viajar debido a sus compromisos políticos, aunque su padre, Carlos Mouriño Atanés, a quien sus conocidos se refieren siempre como "don Carlos", se ha ido a vivir allá después de dejar el emporio creado en manos de su hijo mayor Carlos.
Sus empresas integran el Grupo Energético del Sureste (GES) y gracias a él la familia Mouriño se ha convertido en una de las más poderosas de esa región. Existen versiones de que han sido beneficiados por Pemex y el gobierno federal.
Incluso existe una denuncia hecha el 22 de abril de 2003 por la directiva de la delegación 17 de la sección 40 del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana con sede en Lerma -según publicó Proceso-, en la que acusan de un fraude por adquirir gasolina a precio subsidiado sin requerirlo.
Mouriño Terrazo ingresó a la política en 1997, cuando compitió, impulsado por su padre, para ser diputado local por el PAN. Ganó el quinto distrito y se convirtió en el diputado más joven de la 56 Legislatura con 26 años. Después, por la vía plurinominal, llegó a ser diputado federal. Es ahí donde hace match con Felipe Calderón, coordinador de la bancada en la 58 Legislatura. Calderón Hinojosa ve en él a un economista promisorio, preparado en Tampa, Estados Unidos, y lo hace su colaborador como presidente de la Comisión de Energía de la Cámara en el año 2000.
Eso le acarreó críticas y acusaciones por venir de una familia dedicada al comercio con energéticos.
Antes de terminar la legislatura aspira a ser alcalde de Campeche, pero pierde ante el priísta Fernando Ortega Barnés, hoy senador electo.
Según los propios panistas, no ha tenido enemigos permanentes. Su competencia ha sido dentro del mismo partido, con Jorge Nordhausen González, quien, acusan, siempre intentó bloquearlo.
Después de esa derrota, Mouriño viaja a España nuevamente, hasta que Calderón, ya como secretario de Energía en septiembre de 2003, lo llama a integrarse a su equipo y es designado coordinador general de Asesoría y Enlace Institucional para más tarde ser designado por el presidente Fox como subsecretario de Electricidad.
Empresario, del PRI al PAN
Carlos Mouriño Atanés tuvo tres hijos: Carlos, María de los Ángeles y Juan Camilo. Emigró a México en busca de oportunidades. De inmediato, al instalarse comenzó a estrechar relaciones con la clase política de Campeche.
Así, consiguió ser amigo de políticos priístas, de gobernadores, alcaldes y legisladores. Ese trabajo debía rendir frutos, pero ya no con él, sino con sus hijos. Mouriño Atanés había abierto el camino para que sus pupilos lo aprovecharan. Les abrió la puerta de las relaciones públicas, la grilla, los negocios y la política. Así se acercó al PRI, pero en el año 2000 optó por el PAN.
Carlos, por ser el mayor, se dedicó a mantener los negocios de la familia, mientras el hijo chico, Juan Camilo, fue quien incursionó en política.
Mouriño Atanés, según información proveniente de Vigo en España, nació el 4 de marzo de 1943. Siempre fue apasionado del futbol y el clímax de su afición llegó este año, cuando se convirtió en presidente del equipo Celta de Vigo.
Viajó a México en 1978, después de haber trabajado en España como auxiliar administrativo en la compañía Viajes Amado, y en Lage y Cia., S.A. En Madrid fungió como jefe de Administración de Riomiño, S.A., y más tarde como director general de Nautrónica, S.A.
Ya en tierras mexicanas trabaja para una cadena hotelera y a partir de 1985 es presidente del criticado Grupo Energético del Sureste (GES), acusado de aprovechar sus influencias políticas para crecer y hacerse de 35 estaciones de gasolina en cinco estados de la República: Campeche, Yucatán, Quintana Roo, Tabasco y Chiapas.
Sus intereses no concluyeron ahí. Ha sido consejero bancario de Banamex, Banca Serfin e Inverlat, entre otros, y presidente de Gándara Censa, Construcciones Exisa e Inverhismex. Como un rey Midas, ha entrado a otros negocios como las franquicias de alimentos con Burguer King, Benedetti´s Pizzas, Church´s Chicken y helados Baskin Robbins.
También han invertido en otras empresas como GES Autowash, Jet Autowash Sayanes, Tintorerías Max y tiendas de conveniencia GES Express.
El futuro consejero
Con una historia de éxito empresarial, de rico a millonario, de joven político a hombre poderoso, será Juan Camilo Mouriño el panista que tendrá derecho a hablarle al oído y de aconsejar a Felipe Calderón durante el siguiente sexenio, en caso de que el triunfo de éste sea ratificado por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
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