¿Formal libertad al JC?
Revés a PGR: liberan de 4 delitos a El JC
Publicado en Milenio Diario, 21/04/2008;
Rubén Mosso, reportero
La dependencia no pudo acreditar delitos contra la salud, por transportar y traficar cocaína, homicidio calificado y portación de armas.
Una vez más la Procuraduría General de la República sufrió un revés judicial, debido a que un tribunal federal confirmó cuatro autos de formal libertad en favor de Juan Carlos de la Cruz Reyna, El JC, identificado como el principal operador, lugarteniente y coordinador del envío y recepción de cocaína entre el cártel del Golfo y organizaciones criminales de Centro y Sudamérica.
Contra El JC hay una orden de detención provisional con fines de extradición, debido al intento de homicidio de dos agentes estadunidenses, de la DEA y del FBI, y de dos testigos protegidos. El incidente ocurrió en Matamaros, Tamaulipas, en 1999, acción que presumiblemente encabezó Osiel Cárdenas.
Autoridades del Poder Judicial de la Federación informaron que el agente del Ministerio Público, adscrito a la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada, sólo pudo acreditar la presunta responsabilidad del detenido por lo que hace al delito de delincuencia organizada, por el cual quedó sujetó a proceso penal el 1 de octubre de 2007.
Lo anterior consta, indicaron, en la toca penal 500/2007 del primer tribunal unitario en materia penal del primer circuito, quien ratificó los autos de formal libertad dictados por el juez primero de distrito de procesos penales federales del Estado de México, dentro del exhorto 188/2007, derivado de la causa penal 28/2002 del juzgado quinto de distrito.
Explicaron que los ilícitos que no pudo acreditar la PGR son delito contra la salud, en la modalidad de transportar cocaína; contra la salud, en la modalidad de tráfico; homicidio calificado en grado de tentativa, y portación de armas de fuego.
A finales de agosto de 2007, fuerzas especiales del Ejército detuvieron a este ex policía ministerial junto con seis personas, tres de ellas colombianas, con las que se encontraba negociando en el restaurante El Rincón Argentino, en la colonia Polanco, en el Distrito Federal. Horas más tarde dos de sus sicarios fueron detenidos.
También se le acusa de levantar, junto con Osiel, a un agente de la DEA y a otro del FBI cuando los estadunidenses viajaban en un automóvil diplomático.
A los agentes “se les perdonó la vida”, después de que le advirtieron al líder del cártel del Golfo el conflicto que podría provocar entre ambas naciones por asesinar a oficiales que investigaban a su organización.
De acuerdo con información de inteligencia, El JC fue designado por Osiel como responsable de la plaza de Tampico, en Tamaulipas, lo que le permitió controlar la recepción y tráfico de droga en el sur de esa entidad y el norte de Veracruz, logrando conformar una estructura de al menos 300 personas, entre ellos miembros de diversas corporaciones policiacas municipales.
De la Cruz Reyna también se desempeñó como sicario de Jorge Eduardo Costilla Sánchez, El Coss, quien es uno de los actuales dirigentes de esa organización delictiva junto a Heriberto Lazcano, El Lazca, actual líder de Los Zetas, y los hermanos Treviño, personajes por los que la PGR ofrece una recompensa.
A partir de la captura de Luis Reyes Enríquez, El Rex, en el poblado de Atotonilco el Grande, Hidalgo, el 24 de junio de 2007, De la Cruz empezó a coordinar el envío y recepción de cocaína entre esa agrupación delictiva y narcotraficantes colombianos.
- Claves
Acusación
• En la averiguación previa 1694/MPFEADS/99, el agente de la DEA, Joseph Marion Dubois, así como el del FBI, Daniel Fuentes, reconocieron plenamente a Juan Carlos de la Cruz Reyna como el delincuente que pretendió “darles piso” el 9 de noviembre de 1999.
• Las declaraciones, así como la de dos testigos protegidos, fueron rendidas ante Héctor Dávalos, agregado regional legal de la PGR en San Antonio, Texas, en las que afirmaron que El JC es la misma persona que los bajó, junto a Osiel Cárdenas, del automóvil diplomático.
• Dubois declaró que en ese tiempo trabajó en el consulado estadunidenses y sus funciones las realizó en Monterrey, Nuevo León, pero en noviembre de 1999 se trasladó a Matamoros para entrevistarse con un mexicano que les proporcionaba información relacionada con el narcotráfico.
México • Rubén Mosso
Una vez más la Procuraduría General de la República sufrió un revés judicial, debido a que un tribunal federal confirmó cuatro autos de formal libertad en favor de Juan Carlos de la Cruz Reyna, El JC, identificado como el principal operador, lugarteniente y coordinador del envío y recepción de cocaína entre el cártel del Golfo y organizaciones criminales de Centro y Sudamérica.
Contra El JC hay una orden de detención provisional con fines de extradición, debido al intento de homicidio de dos agentes estadunidenses, de la DEA y del FBI, y de dos testigos protegidos. El incidente ocurrió en Matamaros, Tamaulipas, en 1999, acción que presumiblemente encabezó Osiel Cárdenas.
Autoridades del Poder Judicial de la Federación informaron que el agente del Ministerio Público, adscrito a la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada, sólo pudo acreditar la presunta responsabilidad del detenido por lo que hace al delito de delincuencia organizada, por el cual quedó sujetó a proceso penal el 1 de octubre de 2007.
Lo anterior consta, indicaron, en la toca penal 500/2007 del primer tribunal unitario en materia penal del primer circuito, quien ratificó los autos de formal libertad dictados por el juez primero de distrito de procesos penales federales del Estado de México, dentro del exhorto 188/2007, derivado de la causa penal 28/2002 del juzgado quinto de distrito.
Explicaron que los ilícitos que no pudo acreditar la PGR son delito contra la salud, en la modalidad de transportar cocaína; contra la salud, en la modalidad de tráfico; homicidio calificado en grado de tentativa, y portación de armas de fuego.
A finales de agosto de 2007, fuerzas especiales del Ejército detuvieron a este ex policía ministerial junto con seis personas, tres de ellas colombianas, con las que se encontraba negociando en el restaurante El Rincón Argentino, en la colonia Polanco, en el Distrito Federal. Horas más tarde dos de sus sicarios fueron detenidos.
También se le acusa de levantar, junto con Osiel, a un agente de la DEA y a otro del FBI cuando los estadunidenses viajaban en un automóvil diplomático.
A los agentes “se les perdonó la vida”, después de que le advirtieron al líder del cártel del Golfo el conflicto que podría provocar entre ambas naciones por asesinar a oficiales que investigaban a su organización.
De acuerdo con información de inteligencia, El JC fue designado por Osiel como responsable de la plaza de Tampico, en Tamaulipas, lo que le permitió controlar la recepción y tráfico de droga en el sur de esa entidad y el norte de Veracruz, logrando conformar una estructura de al menos 300 personas, entre ellos miembros de diversas corporaciones policiacas municipales.
De la Cruz Reyna también se desempeñó como sicario de Jorge Eduardo Costilla Sánchez, El Coss, quien es uno de los actuales dirigentes de esa organización delictiva junto a Heriberto Lazcano, El Lazca, actual líder de Los Zetas, y los hermanos Treviño, personajes por los que la PGR ofrece una recompensa.
A partir de la captura de Luis Reyes Enríquez, El Rex, en el poblado de Atotonilco el Grande, Hidalgo, el 24 de junio de 2007, De la Cruz empezó a coordinar el envío y recepción de cocaína entre esa agrupación delictiva y narcotraficantes colombianos.
- Claves
Acusación
• En la averiguación previa 1694/MPFEADS/99, el agente de la DEA, Joseph Marion Dubois, así como el del FBI, Daniel Fuentes, reconocieron plenamente a Juan Carlos de la Cruz Reyna como el delincuente que pretendió “darles piso” el 9 de noviembre de 1999.
• Las declaraciones, así como la de dos testigos protegidos, fueron rendidas ante Héctor Dávalos, agregado regional legal de la PGR en San Antonio, Texas, en las que afirmaron que El JC es la misma persona que los bajó, junto a Osiel Cárdenas, del automóvil diplomático.
• Dubois declaró que en ese tiempo trabajó en el consulado estadunidenses y sus funciones las realizó en Monterrey, Nuevo León, pero en noviembre de 1999 se trasladó a Matamoros para entrevistarse con un mexicano que les proporcionaba información relacionada con el narcotráfico.
México • Rubén Mosso
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