6 oct 2008

Periodismo militante

Periodismo militante/Rubén Dario Buitrón,
El único periodismo que debiéramos admitir en este siglo XXI sería uno que sea militante solo de la calidad periodística.
Por Rubén Darío Buitrón*
Publicado en El Comercio de Quito, 5 de octubre de 2008;
¿Es la hora del periodismo militante en un país donde una izquierda sesentera empieza a degustar el banquete del poder?
Cuando uno tiene 20 años quiere comerse el mundo y derrumbar lo que esté el paso para que se instaure la justicia social y desaparezca la pobreza. Y es honesto, pero no concibe otra manera de hacer periodismo que hacerlo “desde la militancia”.
No importaba que escribiera mal, que tuviera faltas ortográficas, que su sintaxis fuera deplorable, que atropellara el lenguaje. No. Lo que interesaba era que ese tipo de periodista respondiera a esquemas ideológicos cerrados y que estuviese convencido de que debía contrarrestar “los nefastos mensajes de los medios burgueses”.
¿El resultado? Una hoja de papel mal impresa en mimeógrafo de madera, llena de errores y horrores gramaticales pero insuflada de heroicidad.
Era lo que los buenos salvajes que pretendían controlar nuestro pensamiento solían llamar prensa alternativa. Es decir, lo contrario de prensa burguesa, concepto que aglutinaba a periódicos de circulación masiva, radiodifusoras de amplia cobertura y canales de televisión con alcance nacional (aglutinan de nuevo, ya que los sesenteros en el poder han vuelto “a llenar de contenido” esos viejos clichés).
Periodismo militante, según los seguidores garciamarquianos, significaba estar con el pueblo, lo que implicaba convertir la pluma en la temeridad bélica del Che Guevara, el silencioso ayuno de Gandhi, el sacrificio de Jesucristo o la bondad del papa Juan XXIII. A cambio de omisiones deliberadas.
Seguir a García Márquez era “políticamente correcto” en aquel tiempo, pero había que ponerse en fila para ser útil al proyecto destacando todo el patriotismo de la izquierda y callando la crítica interna al proceso.
¿Cabe, entonces, hablar de periodismo militante? El único periodismo que debiéramos admitir en este siglo XXI sería uno que sea militante de la calidad, porque la alternativa es ser honesto, ético y democrático, no de derecha o de izquierda. Así como el deber de un futbolista es depurar su técnica y saber jugar en equipo para ganar un partido y el de una bailarina es ejecutar cada paso de baile lo más perfectamente posible, la obligación del periodista es ser un excelente periodista.
¿Qué es eso?: ser riguroso, analítico, bien informado, devorador de libros, contextualizador, pluralista, sensible, responsable, preciso y de escritura clara. Y en la coherencia de su rigor será un convencido de su rol y dejará fuera su rol partidista o ideológico.
Un país en construcción requiere espacios deliberantes, pluralistas, democráticos y equilibrados, no escenarios para el silenciamiento a la disidencia ni para la discriminación, la estigmatización, la unificación del pensamiento o el culto a la personalidad del gobernante. ¿No era eso lo que tanto criticaban a “la prensa burguesa”?

No hay comentarios.: