Se quedan/Froylán M. López Narváez
Publicado en Reforma 19 Nov. 08
Uno le dijo a los dos: "No frieguen, arréglense". Como decía doña Sarita "están viendo la tempestad y no se hincan". Pues no, ni Jesús Ortega ni Alejandro Encinas se prosternaron. Se le adjudicó al bacteriólogo politécnico la presidencia del PRD y al economista de la UNAM le correspondería la secretaría general.
Éste fue el último palo que le tundieron al ex jefe de Gobierno y a sus compañeros de Izquierda Unida. Antes se golpearon con saña, imputándose cargos que, de convalidarse, vulnerarían a sus huestes, tribus, no menos que a sus caciques o guías políticos. Los agravios podrían disculparse pero no se olvidarán. Bien lo dijo el "líder moral", también fundador del PRD como ellos, el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, la decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, además de inatacable jurídicamente, no dirime el conflicto.
Alrededor de las 13:30, de ayer, Alejandro Encinas divulgó su decisión, en la primera voz del plural: "Nos quedamos". Y ratificó denuncias en contra del tribunal que consideró que la presidencia de su partido, conforme a la legislación, era para Jesús Ortega. Sus razones para permanecer afiliado y militante las afincó en la idea de que sus seguidores son mayoría, y que conviene recuperar las tendencias originales que coligaron ciudadanos provenientes, más de alguno destacable, del Partido Comunista Mexicano.
Sus adversarios, en las diputas por posiciones partidarias, sus enemigos, los estima burócratas enquistados en la administración del PRD. Hubo de confesar que sus adherentes no están organizados y sí desarticulados. Se propone hacer política, formar cuadros, reivindicar derechos. Igualmente quieren formar un frente nacional de las izquierdas, con simpatizantes, con militantes.
El líder factual Andrés Manuel López Obrador ha reiterado que mantiene a millones de personas que le creen, que le acompañan y le acompañarían si les convoca. Aún sus detractores cotidianos, y los frecuentes, advierten que, en efecto, por más que las mil y una reuniones pueblerinas y metropolitanas no reúnen a centenares de millares, es patente que sus mítines acopian activistas que en él ven un líder, alguien confiable, a pesar de sus críticos crónicos, serviles del conformismo y el miedo. Está claro que no convocará a la violencia ni al conformismo. Sus propias diatribas o imputaciones adolecen de la comprobación legal o documental y no obstante las crisis morales, sociales y económicas le dan sustento indirecto. Más de uno, doctorales, le achacan manipulaciones y engaños que le hacen temible como caudillo. No hay constancia fehaciente en injerencias en la sucesión directa en la presidencia y dirigencia perredista. No da idea de que sea partidócrata y su solaz e influjo están en tratos inmediatos y frontales.
Todo esto ante la creciente desolación homicida, sobre todo la de maquinación narca. Nuevo León, Chihuahua, Michoacán, desplegados en periódicos que importan en ciudades: reclaman, claman, por protección policiaca y aun militar. Miles de muertos se han acumulado en el país, policías de toda índole; los mismos uniformados de la PFP, tan en entredicho y contradicciones. En estos pueblos sí hay matones y ladrones.El desplome irrefrenado de la economía y finanzas norteamericanas, la admisión de Japón y China que han señalado que padecen procesos recesivos, el cese vasto de empleados, como en el Citibank o en Pepsico, recientemente, ofrecen evidencia de que el deterioro mundial es grave y sin freno pronto. A más no poder, las izquierdas o quienes se dicen tales, tratan de ser valladar, defensa, ante pobrezas y penurias que se extienden.Pero el panismo apunta, considera, que después de tiempos difíciles, México, la mayoría de sus habitantes, sobrevivirá y hasta podrá vivir mejor. No se ve cómo ni con quiénes. Divididos los perredistas lo más que podrán lograr, en su negocio mayor, las elecciones, es distribuir curules y otros cargos con patrocinio del erario federal, que si bien no se declara que estas posiciones políticas tienen que ser lucrativas, sí se reclaman remunerativas.Los problemas de la humanidad dispersa en regiones de muerte, como en África y Asia, en áreas de empobrecimientos, hastíos y desesperanzas, como en Latinoamérica, en el país mexicano, importan novedades y reincidencias: marginaciones desempleos y uso de tóxicos o enervantes para el delirio.No han de ser decenas de miles a quienes les importe mucho, muchísimo, si éste o aquel ciudadano encabeza la izquierda partidaria, ya que hay otras. Pero mucho estorba el que no ayuda. Por cierto, Carlos Fuentes Macías, qué tal si retornamos al Salón Los Ángeles, entre exaltación y exaltación; o cuando terminen los festejos formales. No caerán mal unos danzones y unos mambos. Invita al Gabo y señoras que les honran y tutelan."A México se le toma por sorpresa, sin la debida consulta previa, básicamente porque no se ha comprendido que México es una civilización -como lo he dicho antes-, es un país y no un pozo petrolero... ...crisis en chino, es un ideograma que quiere decir dos cosas: peligro y oportunidad", CFM. No están oyendo perredistas. Seguirán peleando, chocarán, pero un día tendrán que chocarla. U otros. Correo electrónico: froymln@prodigy.net.mx
No hay comentarios.:
Publicar un comentario