La Comisión Permanente del H. Congreso de la Unión aprobó el pasado miércoles 21 de enero por mayoria simple una propuesta del Partido Verde para realizar foros de debate sobre la aplicación de la pena de muerte en el país y su posible eficacia como medida de sanción punitiva.
Se ve que los legisladores no tienen en que gastar el dinero, que por cierto son mil quinientos millones de pesos para cubrir gastos inherentes al desarrollo de las funciones legislativas, entre ellos, la organización de foros y eventos.
Señores políticos, "con todo respeto", como diría un excandidato a la presidencia de la república ¡no les busquen ubres a las gallinas! Este asunto de la pena de muerte no tiene razón de ser.
¡Cuidado! Están invocando a un fantasma que ya fue exorcizado.
Ya hemos discutido ese tema y el caso está cerrado; de hecho costó bastante abolirla en la Constitución; pero, pues hay elecciones 2009 y al parecer el tema da votos.
¡Cuidado! Están invocando a un fantasma que ya fue exorcizado.
Ya hemos discutido ese tema y el caso está cerrado; de hecho costó bastante abolirla en la Constitución; pero, pues hay elecciones 2009 y al parecer el tema da votos.
No es casual que el asunto lo haya planteada en varias sesiones en tribuna un partido político: el PVEM, y recientemente lo retomó el gobernador de Coahuila, Humberto Moreira, del PRI; fue secundado por varios legisladores de ese instituto político (muchos de ellos por solidaridad partidista).
En serio. No vaya ser como sucedió en Las Islas Filipinas que habiendo abolido la pena de muerte en 1987 la volvieron a implantar en 1993 debido a presiones de la comunidad filipina-japonesa, y fue para casos particularmente graves como el secuestro. Sucedió que en aquel país asiático esa poderosa comunidad tuvo muchos secuestros y una forma como se les ocurrió pararlos fue con la pena capital. Empero, no hubo tal disminución. Tuvieron que pasar 13 años para que la Presidenta Gloria Macapagal Arroyo firmara en definitiva la abolición lo que significaba que las condenas a muerte de más de 1, 200 detenidos fueron automáticamente conmutadas y transformadas en cadena perpetua.
Recordemos que por muchos años la pena de muerte en México estuvo latente, aunque no se aplicara.
Era un fantasma que rondaba permanentemente. El artículo 22 de la Constitución señalaba hasta hace tres años que la pena de muerte “sólo podrá imponerse al traidor a la patria en guerra extranjera, al parricida, al homicida con alevosía, premeditación y ventaja, al incendiario, al plagiario, al salteador de caminos, al pirata y a los reos de delitos graves del orden militar”.
¡Es decir a mucha gente!
Si algo hizo bueno el presidente Vicente Fox fue enviar una iniciativa de ley en materia de Derechos Humanos, donde de entrada se pedía se suprimiera de manera definitiva la pena de muerte.
¡Para que dejarla latente!
Y déjenme decir que tardo en aprobarse. Curiosamente la iniciativa estuvo varios meses en comisiones del Senado de la República.
Ahora se entiende que el clima de violencia es imparable y muchas encuestas dan un buen porcentaje de gente que está de acuerdo con que se aplique sobre todo a los secuestradores.
Hace cuatro años en la marcha ciudadana del 27 de junio de 2004, un grupo de ciudadanos portaban pancartas, banderines y camisetas pidiendo la aplicación de la pena de muerte para los secuestradores: "muerto el perro se acabo la rabia", rezaba uno de los carteles.
Lo dije entonces y lo repito de nuevo. Esta exigencia "ciudadana" es peligrosa, la percepción de inseguridad que existe en el país en este momento no debe traducirse en medidas autoritarias que después todos deploremos
Además el asunto de la pena de muerte puede partidizarse y ser punta de lanza de algunos políticos, como lo sucedió en un momento en las Filipinas. ¿O no?
México es un país democrático y una democracia que se precie de serlo debe rechazar contundentemente la pena de muerte. ¡Punto!
El paso que hemos dado hacia la democracia, el respeto a las libertades y la observancia del derecho no debe tener retorno. La abolición de la pena de muerte en México fue un enorme paso, quizá comparable en grandeza con la abolición de la esclavitud.
Permitir la pena de muerte en un sistema democrático es tanto como retroceder en la historia.
Cuidado señores no le busquen...porque puede encontrar.
Como dice el poeta Juan Gabriel ¿pero qué necesidad?
Se entiende que hay elecciones y que todos los partidos van por los votos, pero Mm mejor búsquenle por otro lado, o con otro temas.
En serio. No vaya ser como sucedió en Las Islas Filipinas que habiendo abolido la pena de muerte en 1987 la volvieron a implantar en 1993 debido a presiones de la comunidad filipina-japonesa, y fue para casos particularmente graves como el secuestro. Sucedió que en aquel país asiático esa poderosa comunidad tuvo muchos secuestros y una forma como se les ocurrió pararlos fue con la pena capital. Empero, no hubo tal disminución. Tuvieron que pasar 13 años para que la Presidenta Gloria Macapagal Arroyo firmara en definitiva la abolición lo que significaba que las condenas a muerte de más de 1, 200 detenidos fueron automáticamente conmutadas y transformadas en cadena perpetua.
Recordemos que por muchos años la pena de muerte en México estuvo latente, aunque no se aplicara.
Era un fantasma que rondaba permanentemente. El artículo 22 de la Constitución señalaba hasta hace tres años que la pena de muerte “sólo podrá imponerse al traidor a la patria en guerra extranjera, al parricida, al homicida con alevosía, premeditación y ventaja, al incendiario, al plagiario, al salteador de caminos, al pirata y a los reos de delitos graves del orden militar”.
¡Es decir a mucha gente!
Si algo hizo bueno el presidente Vicente Fox fue enviar una iniciativa de ley en materia de Derechos Humanos, donde de entrada se pedía se suprimiera de manera definitiva la pena de muerte.
¡Para que dejarla latente!
Y déjenme decir que tardo en aprobarse. Curiosamente la iniciativa estuvo varios meses en comisiones del Senado de la República.
Ahora se entiende que el clima de violencia es imparable y muchas encuestas dan un buen porcentaje de gente que está de acuerdo con que se aplique sobre todo a los secuestradores.
Hace cuatro años en la marcha ciudadana del 27 de junio de 2004, un grupo de ciudadanos portaban pancartas, banderines y camisetas pidiendo la aplicación de la pena de muerte para los secuestradores: "muerto el perro se acabo la rabia", rezaba uno de los carteles.
Lo dije entonces y lo repito de nuevo. Esta exigencia "ciudadana" es peligrosa, la percepción de inseguridad que existe en el país en este momento no debe traducirse en medidas autoritarias que después todos deploremos
Además el asunto de la pena de muerte puede partidizarse y ser punta de lanza de algunos políticos, como lo sucedió en un momento en las Filipinas. ¿O no?
México es un país democrático y una democracia que se precie de serlo debe rechazar contundentemente la pena de muerte. ¡Punto!
El paso que hemos dado hacia la democracia, el respeto a las libertades y la observancia del derecho no debe tener retorno. La abolición de la pena de muerte en México fue un enorme paso, quizá comparable en grandeza con la abolición de la esclavitud.
Permitir la pena de muerte en un sistema democrático es tanto como retroceder en la historia.
Cuidado señores no le busquen...porque puede encontrar.
Como dice el poeta Juan Gabriel ¿pero qué necesidad?
Se entiende que hay elecciones y que todos los partidos van por los votos, pero Mm mejor búsquenle por otro lado, o con otro temas.
¿Les faltan ideas?
Posicionamiento de Secretario de Gobernación sobre el tema:
Le pregunta el reportero al nuevo Secretario de Gobernación
-¿La Secretaría de Gobernación aprueba que haya un debate sobre la pena de muerte?, ¿no es un retroceso en materia de derechos humanos?
Respuesta: - En este país, donde hay libertad de expresión, que es un derecho fundamental, la Secretaría de Gobernación ni reprime ni estimula debates que están en manos de los responsables políticos y sociales de este país.
-¿Aunque vaya en contra de todo el marco jurídico nacional e internacional, la constitución o no de la pena de muerte?-
- Esos criterios son parte del debate, no pueden ser causa para la cancelación del debate.
-Señor, ¿está a criterio si es válido o no el restablecimiento de la pena de muerte?
-Está a debate eso y muchas otras cosas en una sociedad libre, entre otras cosas, como la adopción de medidas represivas, que sí son acordes al sistema internacional de los derechos humanos. Uno de los argumentos en contra de la pena de muerte es que, a estas alturas: uno, la proponen muchos que la abolieron hace muy poco tiempo; y dos, al abolirla, se asumió un compromiso internacional para no reinstalarla.
La reinstalación de la pena de muerte sería violatoria de los compromisos internacionales de México. Está a debate si los señores que hoy la proponen deciden asumir esa responsabilidad de incumplimiento de obligaciones internacionales para el Estado mexicano.
¿Cómo cancelar un debate en una sociedad que aspira a ser democrática y libre? Eso no podrá hacerlo el secretario de Gobernación jamás….
Respuesta: - En este país, donde hay libertad de expresión, que es un derecho fundamental, la Secretaría de Gobernación ni reprime ni estimula debates que están en manos de los responsables políticos y sociales de este país.
-¿Aunque vaya en contra de todo el marco jurídico nacional e internacional, la constitución o no de la pena de muerte?-
- Esos criterios son parte del debate, no pueden ser causa para la cancelación del debate.
-Señor, ¿está a criterio si es válido o no el restablecimiento de la pena de muerte?
-Está a debate eso y muchas otras cosas en una sociedad libre, entre otras cosas, como la adopción de medidas represivas, que sí son acordes al sistema internacional de los derechos humanos. Uno de los argumentos en contra de la pena de muerte es que, a estas alturas: uno, la proponen muchos que la abolieron hace muy poco tiempo; y dos, al abolirla, se asumió un compromiso internacional para no reinstalarla.
La reinstalación de la pena de muerte sería violatoria de los compromisos internacionales de México. Está a debate si los señores que hoy la proponen deciden asumir esa responsabilidad de incumplimiento de obligaciones internacionales para el Estado mexicano.
¿Cómo cancelar un debate en una sociedad que aspira a ser democrática y libre? Eso no podrá hacerlo el secretario de Gobernación jamás….
(Entrevista del secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, al término de la presentación del Programa Nacional De Derechos Humanos 2008-2012.; 10 de diciembre de 2008)
Propuesta del PVEM:
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