6 abr 2009

Llega Alonso Lujambio a la SEP

Mensaje a los medios de comunicación del Presidente Felipe Calderón
Lunes, 6 de Abril de 2009 Discurso
Residencia Oficial
Muy buenos días.
Señoras y señores:
El día de hoy he nombrado como nuevo Secretario de Educación Pública al maestro Alonso Lujambio Irazábal, quien venía desempeñándose como Comisionado Presidente del Instituto Federal de Acceso a la Información Pública.
Alonso Lujambio es maestro en Ciencia Política por la Universidad de Yale y licenciado en Ciencias Sociales por el Instituto Tecnológico Autónomo de México; ha tenido una destacada trayectoria en los sectores académico y público.
Fue Consejero Electoral ante el Consejo General del Instituto Federal Electoral, el IFE, que organizó las elecciones federales de 1997, 2000 y 2003. Ha sido asesor de las Naciones Unidas y formó parte de una delegación de esta Organización, que tuvo por objeto diseñar el sistema electoral para las elecciones de la Asamblea Constituyente en Irak.
El maestro Lujambio ha sido profesor universitario durante más de 20 años en instituciones como el Instituto Tecnológico Autónomo de México, donde dirigió la licenciatura en Ciencia Política, así como profesor en la Universidad Iberoamericana y en la Universidad Nacional Autónoma de México, la UNAM.
El maestro Lujambio ha publicado libros, ensayos y artículos sobre transición democrática, sistemas electorales, federalismo y división de poderes, y es miembro del Comité Editorial del Fondo de Cultura Económica.
Estoy convencido que el maestro Alonso Lujambio cuenta con la capacidad y con amplias credenciales para desempeñar con éxito el cargo de Secretario de Educación Pública.
Para el Gobierno Federal la educación de calidad es fundamental para ampliar las capacidades de la gente y superar la pobreza, así como para que México triunfe frente a otras naciones, en un mundo que compite ferozmente en el terreno económico.
Instruyo al maestro Lujambio en su nuevo encargo a dar continuidad a la agenda educativa que el Gobierno Federal ha emprendido para transformar a México y cuyo eje es el mejoramiento de la calidad de la educación en todas las regiones del país y, particularmente, la Alianza por la Calidad Educativa.
Lo instruyo también a dar continuidad al Programa de Mejoramiento de la Infraestructura de los planteles educativos, especialmente en zonas rurales; así como al Programa de Escuelas de Tiempo Completo que ha emprendido el Gobierno Federal.
Le pido que extienda el Programa Escuela Segura a más centros educativos, trabajando conjuntamente con los maestros, el sindicato, los padres de familia y las autoridades locales, a fin de alejar las drogas y la violencia de las escuelas de nuestros niños y jóvenes.
Le encomiendo consolidar el sistema de becas para garantizar que cualquier niño y joven pueda proseguir sus estudios desde la primaria hasta la universidad; que fortalezca los programas de apoyo del Gobierno Federal a las familias más pobres del país, entre las que se encuentran, desde luego, el apoyo con útiles escolares o desayunos para niñas y niños de escasos recursos.
Instruyo también al nuevo Secretario para dar cumplimiento puntual a los compromisos establecidos en la Alianza por la Calidad de la Educación, a fin de mejorar la capacitación, la formación y las condiciones de trabajo de las maestras y los maestros de México.
La sociedad está esperando respuestas y no palabras. Necesitamos resultados tangibles y verificables, y por eso pido al maestro Lujambio consolidar los avances en materia de evaluación, como la Prueba ENLACE, que nos permiten identificar en qué puntos somos fuertes y en cuáles debemos esforzarnos mucho más.
La Secretaría de Educación Pública habrá de impulsar la creación de nuevos centros de educación media superior y superior, que abran oportunidades de preparación a nuestros jóvenes, especialmente a quienes viven en zonas rurales.
Le pido al maestro Lujambio trabajar codo con codo con los padres de familia, con los maestros, con el sindicato que los representa y con los gobiernos estatales, en el mejoramiento integral de nuestro sistema educativo.
Estoy seguro que el maestro Lujambio cumplirá con eficiencia y eficacia estas tareas, aportando en su cumplimiento la inteligencia, preparación, la honestidad y la ética que le han caracterizado siempre.
Estar al frente de la política educativa del Estado exige capacidad de concertación y entendimiento y, desde luego, quehacer político.
El nuevo Secretario sabe que en la política está el espacio de construcción de acuerdos en beneficio de la educación.
La educación de nuestros niños y jóvenes es una gran responsabilidad que corresponde de manera conjunta a las autoridades educativas y al magisterio nacional.
Sé que México cuenta y seguirá contando con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, en esta formidable tarea de educar y de formar, a través de la educación un México mejor, y con el respaldo de todas las maestras y los maestros del país, que en cada rincón de nuestra querida Patria están haciendo su trabajo con esfuerzo, con tesón y con esmero, al educar a los niños y a los jóvenes de México.
Nuestro país necesita en estos momentos de sus mejores mujeres y hombres. Sé que el maestro Lujambio habrá de profundizar las acciones emprendidas por quien le antecedió en el cargo, la licenciada Josefina Vázquez Mota, y también habrá de poner talento, capacidad y visión de Estado en el desempeño de esta encomienda.
En esta hora decisiva en la que se construye el futuro del país se requiere, en todos los frentes, de líderes capaces de hacer que las cosas sucedan, que alcancemos los objetivos y las metas que nos hemos trazado.
Lo mismo desde el Poder Ejecutivo que desde el Legislativo, necesitamos mexicanas y mexicanos comprometidos con un México mejor.
A través de este nombramiento en la Secretaría de Educación Pública, el Gobierno Federal seguirá trabajando en beneficio de todos los mexicanos.
Muchas gracias.
***
Mensaje del maestro Alonso Lujambio Irazábal, Secretario de Educación Pública
Lunes, 6 de Abril de 2009 Discurso
Residencia Oficial
Licenciado Felipe Calderón Hinojosa, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos.
Señoras y señores:
Es para mí un gran honor el haber sido designado por usted, señor Presidente, como Secretario de Educación Pública. Gracias por su confianza.
Señoras y señores:
Hace algunos minutos le presenté al Presidente mi renuncia como Comisionado del Instituto Federal de Acceso a la Información, con copia para mis ahora ex colegas, comisionadas y comisionados del IFAI.
Fue un gran honor presidir esa institución, tan preciada y tan valorada por los mexicanos, y tan necesaria para la democracia mexicana.
A las y los servidores públicos del IFAI les agradezco su inspiración y su empeño. Queda en mí, como mejor herencia, el coraje con el que el IFAI se pone día a día al servicio de México.
Al asumir esta nueva responsabilidad manifiesto mi lealtad personal e institucional a usted, señor Presidente; pero sobre todo, llego a esta noble institución reconociendo la altísima responsabilidad de una función pública que juega un papel fundamental en la definición de lo que los mexicanos queremos ser en el futuro.
México llega al Siglo XXI como Nación independiente en el concierto de las naciones del mundo. La coyuntura histórica de México, la coyuntura de México en el mundo nos exige como mexicanos tener claro qué debemos cambiar como condición necesaria para seguir conduciendo al país, a nuestra Nación mexicana, en la compleja trama de la historia contemporánea.
La Nación mexicana no puede detenerse, no va a detenerse. Hoy la historia nos exige, como mexicanos, valorar la existencia de nuestro gran sistema educativo, construido por todos, desde Vasconcelos, durante muchos años.
Pero también debemos exigirle a nuestro sistema educativo, porque el momento histórico nos lo demanda a todos, que construya, en su sello distintivo y definitivo, la calidad de su acción educadora; exigirle más a lo valioso que tenemos. Eso es lo que debemos hacer.
El Presidente Felipe Calderón ha abanderado esa demanda nacional, en el impulso de la Alianza por la Calidad de la Educación. La implementación de esta política no puede, no debe, bajo ninguna circunstancia, detenerse.
Yo asumo esta responsabilidad como mandato del Presidente para hacer política.
Yo soy de los que creen que hacer política es cosa digna. Vengo a hacer política para atender cabalmente su instrucción de dar continuidad, profundidad, viabilidad a todo lo valioso y necesario que busca la Alianza por la Calidad de la Educación; a que se estimule la calidad docente, a que funcione el Sistema de Formación Continua y Superación Profesional de nuestros maestros.
A que el desempeño de los profesores sea el eje para su promoción o para su contratación, a que sigan implementándose los concursos de nuevas plazas, a que nuestras niñas y nuestros niños acudan a ambientes escolares dignos, rehabilitándoles su infraestructura, su mobiliario.
A fortalecer el Programa de Desayunos Escolares con el Programa Oportunidades, para que los más necesitados lleguen al espacio educativo con posibilidades de integrarse cabalmente a la acción educativa.
La Alianza impulsa una escuela segura, a donde los padres manden a sus hijos para una vida mejor.
Atendiendo sus indicaciones, señor Presidente, vengo con entusiasmo a darle continuidad a la nueva política de medir y evaluar sistemáticamente el aprovechamiento escolar con parámetros internacionales, para detectar en dónde debemos actuar con más definición y ahínco.
Vengo a potenciar la política de escuelas de tiempo completo, convencido de que la hospitalidad de la casa de los estudiantes puede cambiar sus vidas y la vida de sus familias.
Vengo a profundizar la política de transparencia en la Secretaría de Educación Pública, para que esté a la vista de todos lo que logramos y lo que nos hace falta por hacer.
Vengo a todo esto, señor Presidente, porque esa es la política que usted ha impulsado y esa es la política en la que creo; es esa la política educativa que demanda México. Lo haré con muchos mexicanos
de distintas regiones del país y de distinto signo político, porque yo entiendo la política que impulsa la calidad de la educación como política de Estado, que conduce su presente y crea su futuro.
México está en nuestras manos, en las manos de los mexicanos que queremos futuro y claridad de futuro.
La implementación de la Alianza por la Calidad de la Educación no puede detenerse, porque es una demanda nacional. No podemos, como mexicanos, aplazar, quién sabe para cuándo, el tener algo que necesitamos tan urgentemente.
El más grave problema social del país es la pobreza y la marginación en que viven muchos de los nuestros. No vamos a poder luchar contra esa desigualdad entre nosotros los mexicanos, si no nos damos los mexicanos, todos juntos, un sistema educativo más exigido, más eficiente, más digno para todos, más generoso con todos.
Nuestro sistema educativo tiene que ser la casa más amable de los mexicanos.
Hoy quiero reiterar, ante todos ustedes, mi firme compromiso con una educación laica y gratuita, que se conduzca siempre bajo los preceptos que establecen nuestra Constitución y nuestras leyes.
Señor Presidente:
Con su venia, quiero dirigir un mensaje a los maestros de México.
He sido maestro universitario durante los últimos 25 años, prácticamente sin interrupciones.
Quiero decirles a mis colegas, las maestras y los maestros, que estoy cierto, después de muchos años como docente, de que ser maestro es una vocación; una vocación que nos honra personalmente y que nos honra socialmente.
Yo debo mucho a mis buenos maestros, mucho.
Acaso algunos de nosotros les pagamos a nuestros maestros por todo lo que nos dieron, convirtiéndonos en uno de ellos.
La docencia es una expresión, quizá una de las más altas de la generosidad humana.
Yo estoy cierto de que todas las maestras mexicanas, todos los maestros seguirán siendo generosos con sus estudiantes, con sus familias y con México.
Señor Presidente:
En la Secretaría de Educación Pública hago mío su compromiso de, con la educación, y lo cito: promover la igualdad de oportunidades para todos los mexicanos, pero especialmente para quienes enfrentan mayores carencias y para quienes han estado excluidos económica y socialmente del proceso de desarrollo.
Asumo el cargo con la clara conciencia de que recibo la estafeta de una funcionaria ejemplar, de mi amiga Josefina Vázquez Mota. Sus cualidades profesionales y humanas, su actitud innovadora y su capacidad de negociación, son y serán siempre para mí motivo de inspiración y orgullo.
Don José Vasconcelos decía: que sólo a través de la educación, los mexicanos lograremos el dominio de nuestro entorno físico y socioeconómico, y aspirar al derecho, a la seguridad y al bienestar.
En el cumplimiento de esa magna tarea, entregaré lo mejor de mi experiencia, conocimientos y pasión por el servicio público.
Muchas gracias.

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