El hijo de Maquío se sabe “un bocón”. Lo reconoce abiertamente. Sabe también que no van a poder echarlo del partido.
Francisco Garfias
Excélsior, 5 de octubre de 2010;
El hijo de Maquío se sabe “un bocón”. Lo reconoce abiertamente. Sabe también que no van a poder echarlo del partido —como intentan con Manuel Espino— por una razón simple: no milita en el blanquiazul. El diputado federal está seguro, sin embargo, de que van a “golpearlo” de algún modo, por denostar al presidente del PAN.
Hace algunos meses le hizo críticas el mismísimo presidente Calderón. Le reprochó “falta de compromiso” en la lucha contra el narco en Sinaloa. Los panistas se sintieron ofendidos. Se lo querían comer vivo. Hasta la curul le querían arrebatar, por no hacer una crítica constructiva. “¿Crítica constructiva? ¡Ni madres! La crítica es la crítica. No entienden que todo ciudadano tiene derecho a hacerla. Es la esencia de toda democracia…”, subrayó.
Clouthier es socio mayoritario del periódico Noroeste de Sinaloa. Hace aproximadamente un mes, el cotidiano sufrió un atentado. Le dejaron una narcomanta dizque justificando la agresión. Al Debate de Mazatlán le pasó lo mismo, apenas el domingo pasado.
Un comando armado con fusiles automáticos atacó sus oficinas. “Es el vacío de poder. En Sinaloa ya no hay gobierno. La transición es muy larga. Aguilar Padilla (actual gobernador) no ejerce sus funciones. Malova todavía no asume. Cuando hay vacíos, siempre hay alguien que los ocupa”, explica el legislador federal.
¿Hay peligro de autocensura?, preguntamos. “En un ambiente de terror se puede sobrevivir. Mis 15 años de experiencia en este negocio me han enseñando que todo se puede decir, pero hay que saber cómo. Hay que tener, eso sí, un cuidado especial. Ver caso por caso. No hay reglas generales, aunque siempre está el riesgo de tropezarse”, recalca.
- Malova, por cierto, fue el único mandatario no priista —electo o en funciones— que asistió a la toma de protesta de César Duarte como gobernador de Chihuahua. El aliancista sinaloense se sentía como en casa, rodeado de sus amigos del tricolor.
Allí estaban Manlio Fabio Beltrones, su ex jefe de bancada, Beatriz Paredes, Emilio Gamboa, un nutrido grupo de gobernadores del PRI, entre los que destacó Enrique Peña Nieto. El mexiquense se llevó, otra vez, el aplausómetro, apenas lo mencionaron en el sonido local.
El de Duarte fue un emblemático acto al aire libre. El flamante gobernador quiso llevar un mensaje de esperanza al estado más grande de la República, y uno de los más golpeados por la violencia del crimen organizado: recuperar la entidad para sus habitantes. Habrá cadena perpetua para el crimen organizado y policía única, anunció. “¡Chihuahua Vive!”, exclamó al final de su mensaje.
- Hoy quedará formalmente integrada la comisión legislativa que investigará, entre otras cosas, las acusaciones de corrupción que existen en contra del otrora director de operaciones de la CFE, Néstor Moreno. Las acusaciones fueron dadas a conocer hace semanas por el Houston Chronicle. Presidirá la Comisión el diputado priista que llevó el asunto a la llamada Tribuna de la Nación: el implacable César Augusto Santiago. Malo para Moreno.
- El anunciado regreso de Roberto Gil a la Cámara de Diputados no provocará cambios en la cúpula del grupo parlamentario del PAN. De buena fuente sabemos que Josefina Vázquez Mota, jefa de esa bancada, le aseguró al actual vicecoordinador del grupo, Carlos Alberto Pérez Cuevas, que no lo movería de donde está.
Pérez Cuevas substituyó en ese cargo a Gil, cuando éste fue llamado por Fernando Gómez Mont para que ocupara la Subsecretaría de Gobierno de la Segob. Pero el nuevo titular, Francisco Blake Mora, nombró ayer a su paisano, Juan Marcos Gutiérrez, para completar la tijuanización del edificio de Bucareli. Si regresa a San Lázaro —algunos todavía lo dudan—, Gil reforzaría las negociaciones sobre el Presupuesto.
Hace algunos meses le hizo críticas el mismísimo presidente Calderón. Le reprochó “falta de compromiso” en la lucha contra el narco en Sinaloa. Los panistas se sintieron ofendidos. Se lo querían comer vivo. Hasta la curul le querían arrebatar, por no hacer una crítica constructiva. “¿Crítica constructiva? ¡Ni madres! La crítica es la crítica. No entienden que todo ciudadano tiene derecho a hacerla. Es la esencia de toda democracia…”, subrayó.
Clouthier es socio mayoritario del periódico Noroeste de Sinaloa. Hace aproximadamente un mes, el cotidiano sufrió un atentado. Le dejaron una narcomanta dizque justificando la agresión. Al Debate de Mazatlán le pasó lo mismo, apenas el domingo pasado.
Un comando armado con fusiles automáticos atacó sus oficinas. “Es el vacío de poder. En Sinaloa ya no hay gobierno. La transición es muy larga. Aguilar Padilla (actual gobernador) no ejerce sus funciones. Malova todavía no asume. Cuando hay vacíos, siempre hay alguien que los ocupa”, explica el legislador federal.
¿Hay peligro de autocensura?, preguntamos. “En un ambiente de terror se puede sobrevivir. Mis 15 años de experiencia en este negocio me han enseñando que todo se puede decir, pero hay que saber cómo. Hay que tener, eso sí, un cuidado especial. Ver caso por caso. No hay reglas generales, aunque siempre está el riesgo de tropezarse”, recalca.
- Malova, por cierto, fue el único mandatario no priista —electo o en funciones— que asistió a la toma de protesta de César Duarte como gobernador de Chihuahua. El aliancista sinaloense se sentía como en casa, rodeado de sus amigos del tricolor.
Allí estaban Manlio Fabio Beltrones, su ex jefe de bancada, Beatriz Paredes, Emilio Gamboa, un nutrido grupo de gobernadores del PRI, entre los que destacó Enrique Peña Nieto. El mexiquense se llevó, otra vez, el aplausómetro, apenas lo mencionaron en el sonido local.
El de Duarte fue un emblemático acto al aire libre. El flamante gobernador quiso llevar un mensaje de esperanza al estado más grande de la República, y uno de los más golpeados por la violencia del crimen organizado: recuperar la entidad para sus habitantes. Habrá cadena perpetua para el crimen organizado y policía única, anunció. “¡Chihuahua Vive!”, exclamó al final de su mensaje.
- Hoy quedará formalmente integrada la comisión legislativa que investigará, entre otras cosas, las acusaciones de corrupción que existen en contra del otrora director de operaciones de la CFE, Néstor Moreno. Las acusaciones fueron dadas a conocer hace semanas por el Houston Chronicle. Presidirá la Comisión el diputado priista que llevó el asunto a la llamada Tribuna de la Nación: el implacable César Augusto Santiago. Malo para Moreno.
- El anunciado regreso de Roberto Gil a la Cámara de Diputados no provocará cambios en la cúpula del grupo parlamentario del PAN. De buena fuente sabemos que Josefina Vázquez Mota, jefa de esa bancada, le aseguró al actual vicecoordinador del grupo, Carlos Alberto Pérez Cuevas, que no lo movería de donde está.
Pérez Cuevas substituyó en ese cargo a Gil, cuando éste fue llamado por Fernando Gómez Mont para que ocupara la Subsecretaría de Gobierno de la Segob. Pero el nuevo titular, Francisco Blake Mora, nombró ayer a su paisano, Juan Marcos Gutiérrez, para completar la tijuanización del edificio de Bucareli. Si regresa a San Lázaro —algunos todavía lo dudan—, Gil reforzaría las negociaciones sobre el Presupuesto.
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