6 oct 2010

Hacía una policía única: FCH

El Presidente Calderón enviará hoy al Congreso la iniciativa para establecer un Mando Único Policial: "el día de hoy presentaré a consideración del Congreso de la Unión una iniciativa de reforma constitucional para establecer el Mando Único Policial (...) Es necesario dar un golpe de timón en el modelo de organización policial que permita al Estado mexicano garantizar la seguridad pública en todo el País", afirmó.
Señaló que esta iniciativa responde a la demanda ciudadana de contar con policías confiables y a la necesidad de fortalecer las instituciones de seguridad para enfrentar a los criminales que asolan a México.
Tras el mensaje que pronunció, Calderón firmó la iniciativa respectiva que en el transcurso del día hará llegar al Congreso de la Unión.
Al acto, realizado en el Centro de Mando de la Policía Federal, acudieron los Secretarios de Seguridad Pública, Defensa, Marina y Gobernación, todos ellos integrantes del Gabinete de Seguridad. No asistió el Procurador General de la República.

La Iniciativa de Reforma Constitucional en Materia de Policía de Mando Único, propone reformar los Artículos 21, 73, Fracción Vigésimo Tercera; 115, Fracción Segunda, Tercera y Séptima; así como la Fracción Séptima del Artículo 116. Todos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Esta Iniciativa tiene como objetivo homologar la política pública de seguridad en los estados y contar con una mayor capacidad de respuesta en beneficio de todos los mexicanos.
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Discurso del Presidente Calderón en la ceremonia de reconocimientos al valor y al mérito de la Policía Federal 2010-10-06 |
Señor Secretario Genaro García Luna, Secretario de Seguridad Pública.
General Guillermo Galván Galván, Secretario de la Defensa.
Almirante Mariano Francisco Saynez Mendoza, Secretario de Marina.
Señoras y señores Secretarios.
Señor Diputado José Luis Ovando Patrón, Presidente de la Comisión de Seguridad Pública de la Cámara de Diputados.
Señor Felipe González, Presidente de la Comisión de Seguridad Pública de la Cámara de Senadores.
Licenciado José García Torres, Presidente de la Cámara de Comercio México-Estados Unidos del Valle de México.
Señora Isabel Miranda de Wallace, Presidenta de Alto al Secuestro.
Licenciado Alejandro Martí, Presidente y Fundador de México SOS.
Licenciado Elías Kuri Terrazas, Presidente de Iluminemos México.
Licenciado Eduardo Bohórquez, Director Ejecutivo de Transparencia Mexicana.
Distinguidas y distinguidos invitados especiales.
Señoras y señores Legisladores.
Señoras y señores de los medios de comunicación.
Estimados integrantes de la Policía Federal.
Señor Comisionado.
Señoras y señores:
Me enorgullece asistir a esta Ceremonia de Reconocimiento, un Reconocimiento al Valor y al Mérito de la Policía Federal, y de los policías Federales en particular. Aquí se premia el esfuerzo y la trayectoria de mujeres y de hombres que han decidido consagrar su vida al servicio de la Patria.
Este día la Nación reconoce a quienes, vistiendo el uniforme de la Policía Federal, cumplen una función esencial en la lucha que tenemos los mexicanos por vivir en un país de libertades, en un México seguro, en un país de tranquilidad y de paz. Así que expreso mis más sinceras felicitaciones a los más de 400 policías Federales que han sido distinguidos con condecoraciones en el 2010.
También felicito a las fuerzas del orden, a sus integrantes que han recibido los más de 700 estímulos económicos por acciones destacadas en el cumplimiento del deber, de acuerdo con los criterios establecidos en la Ley de la Policía Federal.
Desde el inicio de esta Administración, el Gobierno Federal a mi cargo se propuso revertir el evidente deterioro de las corporaciones policiales, producto en ocasiones del abandono o de lo obsoleto del modelo en el que operaron por décadas, o quizá de las claramente diferentes circunstancias que nos ha tocado enfrentar y, desde luego, dignificar la función policial.
Ésta ha sido y es una exigencia de la ciudadanía que no podía ser pospuesta por más tiempo, porque México ya estaba pagando las consecuencias de carecer con cuerpos policiacos confiables y eficaces.
Darle al país policías honestos y capaces es el mejor legado que en materia de seguridad podemos dejar a las generaciones venideras. El fortalecimiento institucional en materia de seguridad y justicia debe ser el objetivo prioritario de todos los gobiernos, del Federal, de los estatales, de los municipales. Policías honestos, policías capaces, policías confiables, policías bien preparados, policías bien entrenados y armados, es el reto en materia de seguridad que de manera indispensable necesita lograr el país.
No es una condición suficiente para tener seguridad, pero es una condición necesaria, indispensable, porque sin policías confiables en el país, es impensable que la Nación pueda tener la seguridad que anhela y que merece.
Para lograrlo, el Gobierno Federal puso en marcha un nuevo modelo policial, mediante el cual se ha impulsado la modernización y el fortalecimiento de la Policía Federal.
En ese marco, se han otorgado apoyos, algunos de ellos sin precedentes, a la construcción de .infraestructura, a la adquisición de tecnología de vanguardia, a mejorar los esquemas de profesionalización, de capacitación, de control de confianza y, desde luego, a mejorar las condiciones de vida de los integrantes mismos de la Policía.
Un ejemplo de ello son estas instalaciones, construidas sobre un terreno que el Gobierno había, prácticamente, abandonado. Otro ejemplo claro de estas acciones es que, de diciembre de 2006 hasta septiembre de 2009, el tabulador de la Policía Federal ha tenido un incremento del 40 por ciento; y hemos otorgado cerca de ocho mil créditos hipotecarios, con lo cual se beneficia a los integrantes de la Policía Federal y sus familias.
Hoy, uno de los más importantes desafíos que tiene México, es contar con policías con un nuevo perfil: profesionales, capacitados para operar mediante el uso de nuevas tecnologías, pero, sobre todo, honestos, comprometidos con México, y con el ideal de servir a los demás y de servir a la Patria.
Por otro lado, los mexicanos exigen, además, una policía local, que inspire confianza y tranquilidad, que esté a su servicio, y no al servicio de los delincuentes.
Es por esa razón, señoras y señores, que el día de hoy presentaré a consideración del Congreso de la Unión una Iniciativa de Reforma Constitucional para establecer el Mando Único Policial, que transformará el rostro de los cuerpos de seguridad en nuestro país.
Esta Iniciativa responde, no sólo a la demanda ciudadana de contar con policías confiables y eficaces, sino al compromiso establecido en el noveno punto del Catálogo que propuse a la Nación; y responde, también, a los diversos planteamientos expresados en el seno del Consejo Nacional de Seguridad Pública, y en el marco de los Diálogos por la Seguridad, en los que se señaló claramente la importancia de fortalecer nuestras instituciones de seguridad y de justicia, para hacer frente y derrotar a una criminalidad sin escrúpulos que asola a miles de ciudadanos en nuestro México.
Se trata de una de las reformas más importantes en la lucha por la seguridad de los mexicanos. A lo largo de nuestra historia, la integración, el funcionamiento y la coordinación de las policías surgió de manera desordenada, sin responder a las necesidades cambiantes en materia de seguridad del país.
Se enfrentaba, quizá, una situación diametralmente distinta y una delincuencia que tenía distintos modus operandi, distinta capacidad de organización y financiamiento, y distinta capacidad de fuego.
Estas circunstancias han limitado la posibilidad de reaccionar con determinación y, en especial, de manera coordinada ante los problemas de seguridad pública, que por disposición constitucional, también, son corresponsabilidad de los tres órdenes de Gobierno; es decir, son tarea no a cargo del Gobierno Federal únicamente, sino de los estados y de los municipios del país.
De hecho, actualmente, más del 90 por ciento de los delitos que se cometen cada día en todo el país corresponden al Fuero Común. Entre ellos están los delitos que más lesionan, que más lastiman, que más indignan a la sociedad: el robo, la extorsión, el secuestro y el homicidio.
Por otra parte, las policías estatales y municipales representan más del 90 por ciento de la fuerza policial de nuestro país; es decir, que mientras la Policía Federal tiene alrededor de 33 mil integrantes, la gran mayoría reclutados en los últimos tres años; las policías estatales y municipales reúnen a más de 400 mil integrantes.
Además, en particular, tan sólo la policía de los municipios representa 38 por ciento del total de las fuerzas policiales; es decir, más de una tercera parte de los elementos activos.
Sin duda, en estas fuerzas existen mujeres y hombres con verdadera vocación de servicio a la comunidad. Sin embargo, es necesario reconocer también que son corporaciones institucionalmente vulnerables, débiles, que no cuentan con las facultades, con la infraestructura, con la sistematización de ascensos, protección, movilidad, estabilidad, que permitan garantizar la seguridad de los mexicanos.
Les menciono tan sólo algunos de los problemas que hemos encontrado en la estructura policial del país y que claramente ejemplifican esta circunstancia.
Uno. Más de 400 municipios en México no cuentan con un cuerpo de seguridad pública propio.
Dos. Cerca del 90 por ciento de las corporaciones policiales en todo el país disponen de menos de 100 elementos.
Tres. Alrededor del 61 por ciento de las policías municipales perciben un sueldo inferior a los cuatro mil pesos mensuales.
Lamentablemente, con algunas excepciones, entre las cuales se encuentran, desde luego, la Policía Federal, ser policía en México, todavía significa tener un empleo muy mal remunerado, altamente riesgoso y con un estigma social negativo, y además a nivel municipal implica la posibilidad de baja o rotación, casi mecánica, cada tres años.
Cuarto. La actividad policial, por lo mismo, se vuelve transitoria y es abandonada tan pronto que se presenta para el activo una actividad mejor remunerada.
Por ello, la rotación de personal en policías locales es muy elevada. Se estima que en los últimos tres años y medio la rotación del personal de las policías estatales y municipales es del 106 por ciento, de acuerdo con los registros que ha venido integrando, también en este plazo, la Policía Federal; es decir, ha habido tantas renuncias o bajas en estos años, como el total de los integrantes de las policías locales.
Quinto. Lo más grave es que ante esta debilidad institucional, las policías municipales son las más vulnerables, las más localizables, las más cooptables, las más sujetas a la intimidación y, desde luego, a la venganza de los criminales, que actúan así, con impunidad, en muchos lugares del país.
Elementos como el número de municipios, la diferencia en la integración de sus cuerpos policiales y la divergencia en su equipamiento y capacitación, cuando la hay, impiden que en algunas situaciones de urgencia el Estado mexicano pueda reaccionar con la oportunidad necesaria.
Esto, además, se traduce en una creciente desconfianza de los ciudadanos hacia sus policías. Ello explica también por qué ha sido también indispensable recurrir a la atribución Constitucional de las Fuerzas Armadas de preservar la seguridad interior para, precisamente, respaldar a la ciudadanía y a las autoridades locales en la indeclinable tarea de preservar la seguridad pública.
También, hay que decirlo, una de las peores experiencias cotidianas del ciudadano es la corrupción y la exacción, la mordida, como popularmente se conoce, que algunos malos policías, no todos ni la mayoría, imponen a los ciudadanos, especialmente automovilistas, en el nivel municipal.
En suma. Los policías municipales, es decir, los cuerpos de seguridad de mayor proximidad con la población, no gozan de las condiciones necesarias para garantizar la seguridad de sus habitantes. Por ello, es necesario dar un golpe de timón en el modelo de organización policial, que permita al Estado mexicano garantizar la seguridad pública en todo el país.
Ante este escenario, es impostergable fortalecer todos los eslabones de los cuerpos policiales, en particular los más frágiles de la cadena de protección y proximidad ciudadana. El objetivo es reestructurar el mando y replantear el funcionamiento de las instituciones de seguridad pública municipal y estatal.
Reorganizar y fortalecer los mecanismos de coordinación, recuperar la confianza ciudadana y asegurar las condiciones mínimas que salvaguarden los derechos y el pleno ejercicio de las libertades. Eso es, precisamente, lo que nos proponemos con esta Iniciativa, que representa un cambio de fondo, similar al buscado con la Reforma al Sistema de Justicia Penal y que, además, se compagina con ella.
Amigas y amigos:
Con el fin de homologar la política pública en materia de seguridad, y contar con una mayor capacidad de respuesta en beneficio de todos los mexicanos, esta Iniciativa comienza por buscar poner orden en la competencia y mandos de las policías locales; establecer, así, una mayor coordinación, y una sistematización homologada, tanto del reclutamiento, la selección, y el establecimiento de controles de confianza, como lo de los reconocimientos, los ascensos, las prestaciones y el ingreso de las policías en todo el país.
Esta Reforma propone que cada estado cuente con un cuerpo policial bajo el Mando Único del Gobernador, que nombrará a su titular. Las policías estatales se encargarán de salvaguardar la integridad, los derechos, las libertades y el patrimonio de las personas, preservar y restablecer el orden y la paz públicos, prevenir la violencia y los delitos, reaccionar de manera inmediata en la comisión de un delito, y sancionar infracciones administrativas.
Con estas atribuciones, damos certeza a la competencia de las policías estatales para garantizar la seguridad de los mexicanos. No sólo eso. En concordancia con la Ley de Seguridad Pública, ya aprobada por el Congreso de la Unión, buscamos que las propias policías estatales tengan la obligación legal de pasar por un proceso constante de depuración, de fortalecimiento, de establecimiento de mecanismos de control de confianza, de sistematización de sus ascensos, de homologación de sus prestaciones y mecanismos de formación, reclutamiento y capacitación.
Esta Iniciativa también pone orden en las policías municipales. Se prevé el marco, a fin de que, en la Ley General, se establezcan estrictos requisitos para acreditar el cuerpo de policía de un municipio.
La idea es contar con cuerpos policiales, cuyo ingreso, capacitación y operación, también sea homólogo y estandarizado en aquellos casos en donde el municipio pueda por sí solo sostener la actividad policial con verdadero profesionalismo.
Eso es lo que buscamos, garantizar la selección y profesionalización de aquellas policías municipales que deseen y logren, finalmente, acreditarse como policías confiables y capaces, de acuerdo con los mecanismos que establezca la ley.
Así, también, respondemos en la Iniciativa con aquella demanda de los municipios para preservar sólo aquellas policías municipales que, verdaderamente, cumplan con condiciones objetivas de confiabilidad, operabilidad y eficiencia, siempre bajo el mando estatal.
En los casos en los que los municipios puedan acreditar a sus policías, éstas realizarán funciones de proximidad vecinal, de vigilancia y aplicación de los bandos y reglamentos municipales, pero también deberán coadyuvar con la policía estatal y bajo su mando, cuando así se requiera, en las tareas y fines de la seguridad pública.
La reacción inmediata en contra de los delitos será corresponsabilidad de las Policías Federales, estatales y municipales. La Reforma, también, busca prever los casos en los cuales una policía de un orden de Gobierno superior, estatal sobre municipal, o Federal sobre estatal, pueda y deba intervenir ante el debilitamiento o la vulnerabilidad institucional del órgano policíaco del nivel de Gobierno inferior.
Las policías municipales también estarán bajo el mando del Gobernador, quien designará a su titular a propuesta del Presidente Municipal correspondiente. Con esta disposición se facilita la coordinación de las fuerzas estatales y municipales, y de éstas con la Policía Federal.
En esta Iniciativa de propone, también, la posibilidad de establecer policías metropolitanas en zonas de los estados del país donde así convenga, para dar mayor eficacia y eficiencia a la acción policial, y evitar la descoordinación entre distintos órganos municipales conurbados.
Somos conscientes de que los requisitos para acreditar una policía municipal deben ser y serán estrictos, y en ocasiones difíciles de cumplir; pero, por ello, en los municipios donde no haya un cuerpo policial, será la propia policía estatal quien deba garantizar, en todo momento, la seguridad pública y realice las funciones que le corresponderían a la policía municipal, y que por las razones ya descritas en una gran cantidad de los municipios del país, son por ahora incapaces de satisfacer.
Con esta propuesta no sólo se fortalece la capacidad del Estado para garantizar la seguridad y reaccionar eficazmente ante el delito, sino también se dispone del marco adecuado para su prevención. Los cuerpos policiales de los tres órdenes de Gobierno serán, efectivamente, corresponsables en esta materia.
Los grandes retos implican cambios. Se trata de una Iniciativa compleja, ambiciosa y que rompe con muchos paradigmas que hoy existen. Establece, también, propuestas controversiales que, por supuesto, han sido y deberán seguir siendo discutidas en la opinión pública y, especialmente, en el seno del Congreso de la Unión.
La Iniciativa busca una nueva visión en materia de organización de los cuerpos de seguridad pública. Al implementar y consolidar nuevos modelos policiales en los estados, los jóvenes de nuestro país verán pronto el ejemplo de que no sólo es un honor, sino un auténtico privilegio, optar por el servicio público.
Señoras y señores:
Jóvenes integrantes de la Policía Federal:
En la experiencia cotidiana de los mexicanos, la policía es quien agrede, la policía es quien exacciona. Esta experiencia cotidiana de la gente tiene que ser cambiada diametralmente; por eso, han sido ustedes convocados y aceptados en la Policía Federal, para integrar no sólo un nuevo cuerpo policiaco, sino también para construir una nueva experiencia ciudadana y una nueva experiencia personal en el servicio público.
Ustedes lo saben, han sido cuidadosamente seleccionados, reclutados. Saben ustedes también que esta Policía Federal tiene como propósito no sólo llenar una insuficiencia clara en el entramado institucional del país, sino ser, precisamente, el garante subsidiario de la seguridad de los mexicanos en toda la República.
Aquí, a la Policía Federal, se viene a ser diferente. Si para el mexicano la policía es sinónimo de corrupción, la Policía Federal deberá ser sinónimo de honestidad; si en la percepción general, la fuerza policiaca es incapaz de enfrentar eficientemente la criminalidad, la Policía Federal es y deberá ser sinónimo de eficiencia y de capacidad, no sólo para enfrentar, sino para reducir, precisamente, a la criminalidad.
Aquí se viene jóvenes, mujeres y hombres, a ser diferentes, a hacer la diferencia y, sobre todo, a servir a México con honor, a servir a México con gallardía, a servirlo con valor. Ello implica riesgos, ello implica costos, pero es la única vía de dignificar la tarea nacional de servir a los demás y en particular la de la seguridad pública.
Es la vía también para dejar a sus familias un nombre que sea respetado y que sea recordado con honor. Aquí se viene a hacer y ser una policía diferente. Quien no quiera, precisamente, correr el riesgo de ser diferente en un país que necesita ciudadanía y servidores públicos diferentes, no tiene un lugar aquí.
Ustedes deben marcar la diferencia en México, y a partir de su ejemplo construir entonces en todo el país y en cada una de las entidades federativas, policías diferentes, que hagan, precisamente, un México distinto y mejor en materia de seguridad pública, un México distinto y mejor al que nosotros hemos recibido y que pueda ser, precisamente, un hogar digno, seguro y en paz para los hijos de los mexicanos.
Señoras y señores:
Hoy es tiempo de fortalecer la autoridad del Estado, en todos los niveles y en todos los ámbitos de Gobierno.
Expreso mi reconocimiento a los miembros de la Policía Federal. En nombre de los mexicanos, agradezco su entrega diaria con el país, su compromiso de salvaguardar la seguridad de los ciudadanos y su profesionalismo en la lucha contra todas las manifestaciones del crimen.
Los reconocimientos que entregamos hoy y la demostración que hemos visto son muestra de lo que queremos hacer con todos los cuerpos policiales en México.
Con la Iniciativa que hoy se presenta deberemos contar con cuerpos policiales coordinados, con capacidad de garantizar la seguridad de los mexicanos. Es hora de que los ciudadanos contemos en todos los órdenes de Gobierno con policías confiables para proteger la vida, la libertad, el patrimonio y los derechos de todos.
Con esta propuesta sumamos a una política de Estado en materia de seguridad y abonamos a la solidez de la arquitectura institucional en la seguridad pública.
Es tiempo de dignificar la labor policial en todos los niveles, porque pertenecer a las fuerzas de seguridad de nuestro país debe ser un orgullo y merecer la admiración de todos los ciudadanos.
Lo he dicho antes y hoy lo reitero. El día en que, además de tener una Policía Federal confiable, bien capacitada y profesional para enfrentar la criminalidad, tengamos, también, en cada una de las 32 entidades de la República cuerpos policiales confiables, bien preparados, bien pagados, bien armados, ese día le cerraremos con mayor contundencia los espacios a la criminalidad.
Enhorabuena y muchísimas felicidades.
Firma de la Iniciativa de Reforma Constitucional en Materia de Policía de Mando Único. La Iniciativa propone reformar los Artículos 21, 73, Fracción Vigésimo Tercera; 115, Fracción Segunda, Tercera y Séptima; así como la Fracción Séptima del Artículo 116. Todos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Esta Iniciativa tiene como objetivo homologar la política pública de seguridad en los estados y contar con una mayor capacidad de respuesta en beneficio de todos los mexicanos.

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