El Año de México en Francia: las pérdidasAnne Marie Mergier
Revista Proceso # 11790, 20 de febrero de 2011;
Planeado hace casi cuatro años, el Año de México en Francia está a punto de naufragar: actividades económicas, turísticas pero, sobre todo, artísticas y culturales, se hunden por el conflicto político que mantiene tensas las relaciones entre ambos países. El mandatario galo politizó el asunto al dedicar el Año a Florence Cassez –convicta en México y reclamada por Francia sin éxito–, y la respuesta mexicana fue suspender su participación, con lo que se perdería todo lo invertido hasta ahora...
PARÍS.- Inaugurado oficialmente el jueves 3, con amplias sonrisas y declaraciones recíprocas de amistad en el Museo de Orsay, el Año de México en Francia se está convirtiendo en un enredo político y diplomático inextricable.
En 2009 Nicolas Sarkozy propuso a Felipe Calderón que durante todo 2011 se celebrara a México en Francia. El caso de Florence Cassez –declarada culpable y encarcelada en México– ya hacía algo de ruido pero no afectaba las relaciones culturales, económicas, académicas, comerciales y turísticas entre ambos países.
Prueba de ello es el entusiasmo que generó entre los franceses la presencia de México en el Salón del Libro de París, en marzo de aquel año.
Según Miguel Alemán Velasco, titular del consejo del Grupo Interjet, y Jean Paul Herteman, presidente del Directorio del Grupo Safran –y también presidentes del Año de México en Francia– la idea de organizar este acontecimiento viene desde 2007.
En la carpeta de prensa del evento ambos recalcan:
“En junio de 2007, bajo el impulso de los jefes de Estado francés y mexicano, fue creado el Grupo de Alto Nivel constituido por 17 presidentes de empresas de las dos naciones. Los trabajos de ese grupo han sido un verdadero éxito.”
Alemán y Herteman afirman que ese éxito, que se concretó en la organización de ocho proyectos económicos y académicos binacionales, llevó a Sarkozy y Calderón a pedirles que copresidieran el Comité Organizador del Año de México en Francia en 2011.
Interjet y Safran encabezaron el grupo de patrocinadores privados al que se sumaron, entre otros, Cemex, Fundación Televisa, Aeroméxico asociado con Air France y, del lado francés, la aseguradora Axa, Lafarge –uno de los líderes mundiales en fabricación de materiales de construcción–, Mazars –compañía de asesoría a empresas y de auditoría–, Schneider Electric y Eurocopter.
El Grupo Safran se instaló en México hace 20 años. Tiene plantas en Reynosa (donde fabrica conectores y motores eléctricos), Chihuahua (cableado aeronáutico) y Querétaro (donde repara y da mantenimiento a trenes de aterrizaje y motores de las compañías aéreas de todo el continente americano).
Safran se presenta como un socio importante de México en el campo aeronáutico: la exhibición de un Airbus de Interjet debía ser una de las atracciones del Salón Aeronáutico de Le Bourget, en las afueras de París. Esa nave, de concepción franco-mexicana, tiene un motor construido por Safran y sólo usa biocarburante elaborado en México.
Catherine Malek, encargada de comunicación de Safran, dice a Proceso que el grupo tiene presencia también en el campo de la seguridad: es líder mundial en biometría a base de huellas digitales. Está en estrecho contacto con los gobiernos federal y estatales de México, con las policías y con el Instituto Federal Electoral, a los que proporciona sistemas biométricos que facilitan el control de los documentos de identidad o los padrones electorales.
Safran tiene una rama militar especializada en la tecnología electrónica, pero Malek asegura que esos equipos no los venden a México.
En vísperas de la inauguración del Año de México en Francia los altermundistas galos denunciaron los intereses económicos que estarían en juego. El diario en línea Mediapart se hizo eco de quienes critican los lazos entre Safran y las policías mexicanas y denuncian, por ejemplo, el daño que sufrirían los pescadores y las comunidades indígenas de Sonora con la elaboración de biocombustible a partir del salitre.
La inversión
Se ignora con cuánto contribuyeron los empresarios al Año de México en Francia. Tampoco se sabe lo que invirtieron o planeaban invertir sus principales protagonistas: el Conaculta y la Cancillería, por parte de México, y los ministerios franceses de Cultura y de Relaciones Exteriores.
Esas dependencias crearon equipos que durante un año trabajaron en las programaciones culturales, turísticas, científicas, académicas, económicas y gastronómicas. Nombraron tres comisarios generales: las mexicanas Dolores Béistegui y Anna Schober y el francés Jean-Jacques Beaussou.
Al cierre de esta edición –dos días después de que el gobierno mexicano anunciara que sólo participaría en el Año de México en Francia si Sarkozy renuncia a dedicárselo a Florence Cassez–, imperaba la confusión entre los participantes.
El martes 8 Béistegui y Beaussou convocaron a una conferencia de prensa en el Instituto de México en Francia para presentar las festividades. Hablaron durante dos horas y aun así sólo pudieron mencionar unos cuantos de los 360 actos programados.
Precisaron, sin embargo, que sólo una parte de estas manifestaciones depende directamente de ambos Estados. La mayoría son incitativas locales o privadas sometidas al Comité Organizador antes de que se les autorice el uso del logo del Año de México.
Ni Béistegui ni Beaussou aventuraron alguna opinión acerca de lo que va a ocurrir ahora. Ambos están pendientes de las noticias.
“Estamos en stand by”, confía lacónicamente Salvador García, encargado de prensa de ProMéxico (organismo encargado de promover el comercio y la inversión).
“Si Felipe Calderón confirma su decisión de retirarse, el Año de México puede perder gran parte de su sustancia, ya que las autoridades mexicanas se habían comprometido a pagar el transporte y el seguro de las obras, así como los pasajes de los artistas invitados”, dice un colaborador de Beaussou.
Afectaciones a la cultura
La primera exposición destacada que podría ser afectada por las tensiones políticas franco-mexicanas es la de la Pinacoteca de París, cuya inauguración estaba prevista para el lunes 28 y que duraría hasta el 6 de agosto.
Ese museo promovió la muestra en la que se exhibirá “el hallazgo arqueológico más importante de la última década en México: máscaras mayas de mosaico de piedra verde, totalmente restauradas por los más eminentes especialistas mexicanos y que salen por primera vez de su país de origen”.
Ahora los directivos del museo guardan silencio y su representante de prensa dice no saber siquiera si las máscaras ya llegaron. Curadores consultados por la corresponsal hicieron notar que es complicado cancelar una muestra en vísperas de su inicio: las instituciones que prestan y reciben las obras están obligadas por acuerdos cuyo rompimiento puede tener graves consecuencias jurídicas.
Todo parece indicar que a pesar de todas las fricciones políticas, sí se presentarán la muestra Frida Khalo et Diego Rivera: l’Art en fusion, en el Museo de l’Orangerie del próximo 5 de octubre al 5 de enero de 2012 y la retrospectiva de Rufino Tamayo que se exhibirá en el Museo del Petit Palais del 29 de septiembre de este año al 15 de enero de 2012.
Ambas exposiciones se planearon antes de que se tomara la decisión de organizar el Año de México en Francia y fueron incluidas en la agenda sin depender de él.
¿Qué ocurrirá con las numerosas manifestaciones culturales a realizarse en la Maison d’Amérique Latine, prestigiado centro de la cultura latinoamericana en París, en el corazón del barrio Saint Germain?
“No sabemos nada”, comenta desanimada una vocera de esa institución patrocinada por la Presidencia francesa y por las embajadas latinoamericanas en París.
“Por un lado el presidente Sarkozy quiere mantener la celebración del Año de México en Francia; por otro, el embajador mexicano reiteró la decisión de su gobierno de cancelar su participación. Es una situación sumamente incómoda”, agrega.
La Maison d’Amérique Latine preveía acoger, entre otros actos, un homenaje a la labor de Artes de México (del 4 de marzo al 28 de abril), una muestra escultórica de Juan Soriano (del 8 de abril al 13 de julio), la exposición Yo, pintor indígena de ese pueblo: Hermenegildo Bustos (del 12 de mayo al 13 de julio) y otra, de Lucy Vines.
En tanto, la noche del miércoles 19 –como informó Apro– el ayuntamiento de Toulouse renunció a dedicar su decimoséptimo Festival Río Loco a México. Su vocera, Vincentella de Comarmond, puntualizó:
“Debido a la tensión diplomática actual existen importantes riesgos susceptibles de amenazar el éxito de los eventos culturales programados en Toulouse con motivo del Año de México en Francia, entre los que figura el Festival Río Loco. Nuestro fuerte vínculo con este festival popular (...) nos incita a asumir nuestras responsabilidades para con los artistas y el público. Como consecuencia de esta decisión, se está preparando una nueva programación que se comunicará próximamente.”
Entre los 200 invitados al festival están Los Lobos, Lila Downs, Nortec Panóptica Orchestra, Molotov y cinco compañías mexicanas de teatro y danza.
Lo rescatable
En el Mac/Val (el vanguardista Museo de Arte Contemporáneo del Val de Marne, a las afueras de París) la decisión ya está tomada: pase lo que pase se mantendrá el programa para celebrar el Año de México.
El Mac/Val acogerá en “residencia de creación” al fotógrafo Pedro Meyer y al artista Carlos Amorales, quienes radicarán tres meses (de abril a junio) en el museo, donde darán “rienda suelta a su creatividad”.
Explica la portavoz del Mac/Val: “Aún no tenemos noticias de las autoridades mexicanas que tenían a su cargo el costo de los boletos de avión de los artistas. Si no cumplen ese compromiso, asumiremos esos gastos. Pedro Meyer y Carlos Amorales son nuestros invitados y los atenderemos como se merecen. Somos una institución cultural y no permitiremos que la política perturbe nuestras actividades. Es también la razón por la que no habrá foto alguna de Florence Cassez en el Mac/Val ni foro de discusión sobre su caso”.
La misma decisión se tomó en la ciudad de Rennes, Bretaña, donde el próximo martes 22 se inaugurará el Festival Internacional de Cine Travelling dedicado a la Ciudad de México; el director del festival, Eric Gouzannet, defiende enérgicamente su independencia.
Creado hace 22 años, este festival se dedica a una ciudad distinta cada vez... y ahora aprovechó el Año de México en Francia para homenajear al D.F.; pero Gouzannet recalca que se mueve fuera de todo marco oficial.
“Es evidente que no dedicaremos Travelling a Florence Cassez. El Elíseo tiene su agenda, nosotros tenemos la nuestra”, afirma a este semanario.
Agrega: “Estábamos muy preocupados porque aún nos faltaban varias de las películas que habíamos programado. Las cintas llegaron esta mañana (miércoles 16). Ahora tenemos que enfrentar el problema de nuestros invitados. Nos enteramos de que las autoridades mexicanas ya no están dispuestas a pagar sus boletos de avión. Nos haremos cargo de sus pasajes. Escribimos a cada uno de ellos para preguntarles si siguen dispuestos a participar en Travelling”.
Entre los invitados al Festival Internacional de Rennes destacan los realizadores Rubén Ímaz, Francisco Vargas, Rigoberto Perezcano y Michael Rowe; los documentalistas Juan Carlos Rulfo y Sarah Minter y los actores Gabino Rodríguez y Mónica del Carmen.
Agrega Gouzannet: “Nos parece interesante organizar una proyección especial del documental Presunto culpable. Descubrimos esa radiografía implacable del sistema judicial mexicano en el Festival de Biarritz el año pasado. Contactamos a sus autores porque nos importa dar a conocer su trabajo”.
Del 22 de febrero al 1 de marzo Travelling presentará más de 100 obras de la cinematografía mexicana –ficciones y documentales– desde las clásicas de mediados del siglo pasado hasta las producciones más actuales, en su mayoría enfocadas a la Ciudad de México.
En la Casa de las Culturas del Mundo, asociación cultural independiente que tiene su sede en la Alianza Francesa de París, se vive el suspenso a tres semanas del inicio del Festival de L’Imaginaire (Festival de lo Imaginario).
“Vamos a inaugurar ese festival que durará tres meses –del 10 de marzo al 15 de junio– con dos noches excepcionales dedicadas a la música mexicana de fiesta. Queremos que los parisienses descubran el son arribeño de San Luis Potosí, interpretado por Guillermo Vásquez y Los Leones de la Sierra de Xichú; el son huasteco con el Trío Colatlán y el son de artesa con El Ciruelo de Don Efrén Mayrén, de Oaxaca.
“Hasta ahora las autoridades mexicanas no nos avisaron que cancelaban el pago de los boletos de los músicos. No tenemos noticias. Nos empieza a preocupar. Lo que sí tenemos claro es que no queremos renunciar a nuestro proyecto. Si sigue ese silencio, tendremos que organizarnos.”
Mientras instituciones culturales se movilizan para salvar el diálogo cultural franco-mexicano, aumentan las tensiones políticas entre los dos países.
El miércoles 16 el embajador Carlos de Icaza abandonó ostensiblemente el palco de honor que ocupaba en el Senado francés cuando Michéle Alliot-Marie mencionó el caso Cassez. La intervención de la ministra de Relaciones Exteriores se dio durante el Día de la Amistad entre Francia y los Países de América Latina y del Caribe que celebraron por primera vez los senadores galos.
Ese incidente causa migrañas a los organizadores del Coloquio Económico franco-mexicano a realizarse en el Senado el próximo 3 de marzo.
En la carpeta de prensa del evento se enfatiza que “ese coloquio de alto nivel constituirá uno de los momentos clave” del acontecimiento, que será inaugurado por los secretarios de Economía de ambos países. Además del senador Eloy Cantú, presidente de la Comisión Económica del Senado; de José Ángel Gurría, secretario general de la OCDE y de Miguel Alemán Velasco y Jean Paul Herteman, al encuentro acudirá un selecto grupo de economistas franceses.
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