28 ago 2011

Los beneficiarios del atentado "terrorista"

Los beneficiarios del atentado "terrorista" en Monterrey /por Felipe Moreno
Hasta hoy, las noticias sobre el tema son las mismas; sólo se habla de víctimas y lugares comunes, como si los dueños o permisionarios de los "casinos" fuesen delincuentes y no como fue, victimas ocasionales de un grupo criminal que llegó y simplemente cumplió ordenes. A quien hay que buscar y detener, para que no se rian de los miles de efectivos asignados para perseguirles.
Los criminales, videograbados en las cintas del "Casino Royale" de Monterrey, bien supieron a que fueron, sin importarles el saldo mortal que pudiesen ocasionar sus acciones criminales.
Para tratar de entender que pasó en Monterrey, Nuevo León, el pasado Jueves 25 de Agosto, y sin tener que exagerar respecto al o los nombres que pudiesen estar involucrados en el evento que dejó un saldo mortal de 52 víctimas inocentes, hay que preguntarnos, en primera instancia, quien o quienes fueron los principales beneficiarios -mediáticos- de tan lamentables sucesos y decesos. Y es que, los niños quemados en la guardería ABC, en Hermosillo, Sonora, hace dos años, jamás tuvieron guardias de honor, y menos minutos de silencio; ya no se diga banderas a media hasta. Los criminales y responsables directos de la tragedia, estando sus nombres a la mano y a la vista, jamás fueron consignados. Quizá porque eran funcionarios del gobierno federal en turno o parientes cercanos a la familia del C. Presidente de la República.
En Monterrey, Nuevo León y otros lugares del país, hoy están persiguiendo a empresarios y cerrando fuentes de trabajo. Como si los trabajadores y dueños de casinos fuesen los criminales y responsables de la quema que dio muerte a esos 52 asistentes que estuvieron presentes la tarde del pasado jueves 25 en Monterrey, Nuevo León.
Por el silencio que aún rodea al caso, y por las desviaciones que ha presentado el mismo, donde nadie se ha adjudicado los hechos criminales, no podemos afirmar que se trate de un atentado "terrorista", similar a los hechos donde siempre está presente un grupo radical o fundamentalista.
El grupo criminal llegó y actúo "como Pedro por su casa". Conocía a la perfección el lugar y quizá sabia de la inexistencia de equipos de vigilancia y seguridad, aunados a la carencia de salidas de emergencia. Su finalidad u orden previamente programada, no era asesinar a la gente, como normalmente ocurre en un acto terrorista. Ninguna de las víctimas murió por el impacto de un arma de fuego o punzo cortante o una detonación que le causara la muerte, como suele ocurrir en acciones de ese tipo, Todas las víctimas fallecieron por asfixia o quedaron calcinadas, como segunda consecuencia, derivada del incendio o posible venganza.
En este evento y para tranquilidad de todos aquellos que suelen disfrutar sus paseos por lugares públicos, las tesis prevalecientes sobre un acto terrorista en el casino de Monterrey u otros lugares de México, ya están siendo superadas. El asunto del "Casino Royale" en Monterrey, no fue un evento terrorista, en el sentido estricto de un acto criminal de ese tipo, aunque sea triste y cierto que dejó un numero significativo de víctimas mortales. Para sostener la tesis del terrorismo, deberán antes presentarse en México más casos similares, y sobre todo reivindicados, asi sea en contra del gobierno de Mèxico y su Presidente de la Repùblica. "Una golondrina nunca hace verano" y esperemos que esta vez no lo haga.
Los asesinos, no eran ni son terroristas, aunque hayan actuado como si se trátase de un grupo de profesionales.
El fondo del caso del "Casino Royale" de Monterrey, apunta en una sola dirección, una clara venganza. Sea esta por cuentas pendientes de cobranza o por la disputa y supremacía en otro tipo de negocios, donde las transferencias y donaciones hacia organizaciones civiles o no gubernamentales, no permitieron o soslayaron -deliberadamente- el cierre del círculo perfecto en materia de transferencias bancarias y "lavado de dinero". El dinero de la mafia es algo así como algo sagrado.
Un "casino", y más en México, sirve para muchas cosas y no sólo como esas. Lo que si se sabe o nota, hasta el momento, es que un grupo delictivo llegó y cumplió ordenes, quizá sin saber hasta donde llegarían sus consecuencias. Y es que, visto desde el mismo terreno de la mafia: lo mismo se les protege o "se les da piso". Así es la regla entre criminales.
Dados los últimos acontecimientos y sobre todo sus efectos secundarios, debemos corregir nuestros últimos encabezados. El terrorismo tiene otras reglas y otras connotaciones, incluso en los ámbitos internacionales. El provocar pánico o terror no es suficiente para afirmar que hemos entrado o ya estamos inmersos en el terrorismo o los fundamentalismos.
Los sucesos de Monterrey, Nuevo León, a pesar del gran numero de cadáveres y actos más políticos que luctuosos, no alcanzan dicha denominación, dado que no representan ninguna causa social o polìtica y mucho menos mediática o de claros tintes religiosos o fundamentalistas, a pesar de que por Coahuila y Nuevo León, hayan pasado los autores materiales de los atentados terroristas del 11 de Septiembre.
Esta es la realidad que vive México. La violencia.
En el caso Monterrey, no hay signos de terrorismo oriental o soviètico; ni siquiera mensajes que pudieran hacernos pensar sobre lo mismo. Las misivas son muy claras y están ahí mismo, sobre las cenizas del casino incendiado o las pisadas de los funcionarios públicos que asistieron al otro día para celebrar una apresurada ceremonia luctuosa. ¿Por qué no se hizo lo mismo con los niños quemados en la guardería ABC de Hermosillo que más que inocentes, si eran unos Santos? El protagonismo y la persecuciòn de estos dìas simplemente es despreciable.
El caso Monterrey, todo indica. es un asunto "entre particulares" y donde màs tarde que temprano, resultarán involucradas autoridades y políticos de un pasado reciente, tanto locales como federales, inmersos en el ámbito de los juegos y sorteos. Aclarándose, por supuesto, la no participación o involucramiento del actual Secretario de Gobernación, Francisco Blake Mora o su personal de confianza. Y donde bien pudiera llegar a hacer bastante ruido el apellido Madero o "maderito", y más después de aquellas declaraciones del ex gobernador de Coahuila y actual presidente del CEN del PRI Humberto Moreira, quien tenía ganas de hablar -en público- sobre ciertos saldos mortales. Donde cuentas, números y cadáveres, simplemente no concuerdan o no dejan a nadie satisfecho.
Con la muerte señores polìticos no se juega, y menos puede hacerse política.

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