8 ene 2012

Carta del senador Carlos Sotelo García (a Javier Sicilia)

Acerca de ¿Es posible una república amorosa?
Palabra De Lector; la revista Proceso # 1836, 8 de enero de 2012
Del senador Carlos Sotelo García (a Javier Sicilia)
Señor director:
Le solicito publicar en Palabra de Lector la presente carta, acerca del artículo de Javier Sicilia aparecido en Proceso 1833 bajo el título: ¿Es posible una república amorosa?
Estimado Javier: en la marcha de Cuernavaca a México, en el primer día, tuve el privilegio de acompañar a los exfuncionarios públicos que estuvieron injustamente presos a raíz del famoso “michoacanazo”. En ese proceso, con claros tintes político-partidarios, me tocó asumir la defensa de los involucrados. Fue el primer gran fracaso de Felipe Calderón en su guerra absurda contra el narcotráfico.
Ahí tuve el gusto de conocerte y saludarte. Desde entonces he seguido de cerca  el
Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad. En la medida de mis posibilidades, he apoyado esta lucha justa y necesaria; apoyo dado sin ningún condicionamiento, sin estridencias; de ello puede dar testimonio un compañero morelense que comparte tu lucha y que milita en mi partido, el PRD.
Me duele profundamente tu nota sobre Andrés Manuel López Obrador. No objeto tu derecho legítimo a cuestionar a la clase política en su conjunto. Hasta antes del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, eran cifras, datos, daños colaterales, a los que tu lucha dio rostro, apellido, nombre a los padres, hijos, sobrinos, amigos y vecinos.
Tú abriste los ojos y el corazón de millones de mexicanos ante el holocausto provocado por Estados Unidos, su iniciativa del Plan Mérida y un gobierno espurio e ilegítimo.
Tienes razón cuando cuestionas el término de “república  amorosa”; no es un concepto político afortunado; creo que debemos luchar por un país justo, igualitario, soberano, equitativo. Introducir conceptos ajenos al terreno político nos lleva a la confusión de la vida pública con la vida privada.
Ahí es donde no tienes razón, querido Javier: tus conceptos religiosos son absolutamente respetables, pero son conceptos privados de tu forma de vivir y asumir tu cristianismo, por lo demás encomiable y digno de admiración.
No comparto contigo, ni con el católico Felipe Calderón, la invasión de esferas netamente republicanas, laicas. Paradójicamente, Felipe y Margarita Zavala son los principales promotores de la visita del Papa; lo hacen para contrarrestar tu influencia y la simpatía creciente por Andrés Manuel. Ya verás al “papamóvil”, al Papa, lanzándose en apoyo grotesco por los nietos de los cristeros, por los católicos hijos de Marcial Maciel y esa Iglesia cómplice de los oligarcas y sus gobiernos de derecha; esa Iglesia que ha mantenido un silencio escandaloso sobre las victimas de la guerra impuesta por la DEA al pueblo de México.
Un Papa que vendrá a impulsar al candidato del PAN o del PRI, hoy unidos en su vehemente deseo de servir de monaguillos del poder eclesial, en un ataque frontal al Estado laico, con el señor Peña Nieto de sacristán mayor.
Lamento que equipares a Andrés Manuel con los otros candidatos. Efectivamente, aún no se retoma con la fuerza que debe tener el problema de la ruptura del tejido social en estos años aciagos de la guerra entre mexicanos; tampoco el tema del lavado de dinero del narco que invade la economía formal de manera avasallante y, con ello, la vida política y social del país. Pero los antecedentes de Andrés Manuel son muy distintos a los de Peña Nieto o a los de cualquier candidato surgido del PAN.
Tienes familia en el DF. ¿No te han contado sobre las políticas sociales de Andrés Manuel a su paso por la administración del GDF?  ¿Sabías que es la entidad con mayor presupuesto destinado a los jóvenes, a las madres solteras, a los adultos mayores?
¿Sabes de la inquebrantable honestidad de Andrés Manuel y su obsesión para bajar los obscenos privilegios de la clase política en su conjunto?
En el PRD cohabitamos pillos de siete suelas y gente con convicciones y principios. Andrés es sin duda uno de los políticos mexicanos más queridos y respetados en el pueblo, por su testimonio, por su congruencia. ¿Nadie te ha mencionado esto?
Javier: hoy tu voz tiene un peso enorme en la opinión pública por tu congruencia y honestidad. Por ello te exhorto con respeto y cariño a revalorar. No te pido tu apoyo ni tu respaldo, tan solo un juicio equilibrado y justo sobre un político que, en el desierto, en el páramo de la vida pública de nuestro país, es un referente, una esperanza para los pobres de México entero.
Una esperanza para moderar la despreciable riqueza de un puñado de oligarcas –la mafia del poder, les llamabas con justicia– ante el mar de pobreza y desolación de millones de jóvenes que ven cancelados su futuro, su vida, su destino ante la insaciable voracidad de estos oligarcas y los gobiernos que sólo trabajan para ellos y su sed de oro y riquezas.
Un fuerte abrazo, mi estimado Javier; que tu voz siga sonando fuerte y, claro, por una paz con justicia y dignidad.
Atentamente
Senador Carlos Sotelo García

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